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EL PRINCIPE DEL AVERNO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo y me adelanto porque me voy de viaje, entonces como soy mujer de palabra y ofrecí el capítulo para el viernes, pues lo publico un poquito antes para que tenhan algo que leer en el fin de semana, espero que les guste lo que viene, este capítulo es muy explicativo en muchas cosas y podemos ver mucho mas de Hades y sus planes

 

Capítulo 4.- Volver a la vida

 

Hypnos y Evan seguían en el templo mirando el pasado como si hubieran estado en aquella habitación

- Wow… mi papá se ve tan indefenso – dijo el joven de cabellos negros y su tono denotaba pena

- En ese tiempo lo estaba

- Y… Hades… él odiaba a mi papá, entonces cómo?, qué fue lo que pasó? – Evan había visto solo desdén en los ojos de Hades, esa claramente no era la forma en la que ahora miraba a Seiya pero el muchacho no entendía cómo fue que Hades pasó del odio al amor

- Lo que vas a ver es una de las cosas de las que Hades no se siente orgulloso, lo único que voy a decirte es que tengas en cuenta que Seiya lo sabe, si él ha podido perdonar y no juzgar espero que tú también lo puedas hacer – dijo Hypnos y movió su mano, las imágenes en la niebla se volvieron a formar…

 

***

Hades sonrió con malicia, miró a Seiya y arqueó una ceja, el muchacho era sin duda hermoso, inocente e ingenuo, enamorarlo no sería un problema.  Hades ladeó la cabeza y acarició descaradamente el pecho del dormido caballero con suavidad deteniéndose en el pezón derecho el que acarició con el pulgar

- Qué estás haciendo? – Saori se mostró ofendidísima, la joven tenía ganas de empujar a Hades o algo para quitarlo de encima de Seiya pero era obvio que aún no había quitado la maldición entonces… no podía hacerlo

- Qué es él para ti? – preguntó Hades y pasó su dedo índice por el pecho del muchacho de arriba hacia abajo hasta el ombligo

- A qué te refieres?

- Es tu amante o algo así?

- No… claro que no – Saori abrió mucho los ojos cuando respondió y negó con vehemencia, a Hades le pareció que lo negó con demasiada fuerza

- No es tu amante pero te gustaría que lo fuera – dijo Hades y no era pregunta, era afirmación

- No… Seiya es mi guerrero, mi protector, mi mejor amigo

- No lo dudo, él te ama pero no como te gustaría que lo hiciera, verdad?, por eso hiciste todo lo que hiciste para recuperarlo – Hades seguía haciendo conjeturas y sonreía muy complacido al ver la molestia y el sonrojo en la joven diosa

- Las cosas no son así – dijo Saori una vez más, no le agradaba que Hades tuviera tanta razón sobre sus sentimientos, Saori amaba profundamente a Seiya pero no se lo había dicho, es que no se había dado cuenta de sus sentimientos hasta que vio a Seiya tirado en una cama, sacrificado una vez más por ella, la muchacha vio su entrega y se dio cuenta de que lo amaba, el problema era que ella pensaba que no era propio que tuviera novio si tenía sus responsabilidades como Diosa con la humanidad, pero el ver a Seiya en las tristes condiciones en las que se encontraba ahora, el pensamiento de perderlo había puesto todo en perspectiva para ella

- Puedes negarlo todo lo que quieras, yo estoy seguro que lo amas y lo deseas

- Lo estimo mucho, ya te lo dije, es mi amigo y mi protector

- Atena… solo quiero que seas honesta contigo misma, la vida para un humano es corta y efímera, por ende preciosa, tú tienes la oportunidad de experimentarla como nosotros no lo hemos hecho en siglos, si reconoces la realidad de tus sentimientos podrás ser feliz – el tono de Hades era calmado y eso confundía a Saori que no estaba segura de admitir sus sentimientos y mucho menos frente a Hades

- Por favor Hades… solo quita la maldición de Seiya, es todo lo que te pido

- Está bien… está bien…

 

Hades abrió de mejor manera la camisa de Seiya y puso esta vez ambas manos en el pecho del muchacho, una luz blanca los envolvió a los dos mientras Hades dejaba entrar su poder y fuerza en Seiya, en esos momentos el Dios de los muertos pudo sincronizar su alma con la de Seiya y una descarga eléctrica le envolvió, esto no le había pasado antes, claro… nunca antes había levantado una maldición en nadie así que Hades retiró su mano del pecho del muchacho que se movía con dificultad en la cama, como si tuviera una pesadilla

 

Saori se acercó a Seiya y tomó su mano apretándola suavemente, le puso su otra mano en la frente y trató de despertarlo pero no tuvo éxito, Seiya parecía sumido en una pesadilla

- Qué pasa?, por qué no reacciona? – la muchacha dirigió su mirada a Hades que estaba de pie a unos pocos pasos de la cama, estaba mirando sus manos ausentemente, pero la pregunta de la joven Diosa y más que todo, el tono angustiado que utilizó fue lo que sacó a Hades de su ensimismamiento

- Está hecho – dijo simplemente el Dios de los muertos y desapareció de la estancia, Saori no sabía qué hacer y por los siguientes días se dedicó a cuidar a Seiya que no reaccionaba, solo se agitaba y a veces gritaba desesperado, era como si Seiya estuviera atrapado dentro de una pesadilla, él solamente abría los ojos pero su mirada estaba vacía, hueca…

 

Hades regresó al Inframundo y estaba algo… extraño, continuaba mirándose las manos, las abría y cerraba como asegurándose que fueran las suyas propias, Hades sentía muchas cosas a la vez y todas en la boca del estómago, era una mezcla de sentimientos que iban desde el miedo hasta el dolor, sentía desesperanza, abandono, soledad… esas cosas Hades no has había sentido en muchísimo tiempo, se sentía… humano… y eso no le gustaba, qué diablos le hizo ese niño???

 

Atena bajó al Inframundo al cabo de una semana de la visita de Hades, Shun e Ikky la acompañaron, ellos estaban tan preocupados por la salud de su compañero de armas como la joven Diosa, Seiya no había mejorado como él lo había ofrecido pero en cambio Hades si estaba libre, eso no era justo y Atena fue a hablarlo con el Dios de los muertos antes de hablarlo con Zeus, ella sabía que si iba con Zeus nuevamente lo más probable era que no obtuviera nada, pero de cualquier manera era la única carta que podía jugar con Hades

- A qué has venido Atena?  - Hades entró al salón de Guidecca en donde la joven diosa esperaba y se lo veía furioso, estos últimos días había estado de un genio de a perros, no podía explicar la manera en la que se sentía y eso le molestaba, Hades sentía una angustia que no era suya y eso no le agradaba en lo más mínimo, se sentía como si no tuviera control de sí mismo y eso lo estaba enloqueciendo, lo peor es que no sabía cómo detenerlo

- He venido a buscarte porque no has cumplido tu parte del trato, Seiya no está bien

- Lo supongo, la maldición no se puede levantar completamente, él moriría de haberlo hecho así, y eso no es lo que queremos, verdad? – el tono de Hades era mitad divertido mitad burlón

- Claro que no, yo lo quiero sano y bien, lo quiero como era antes

- Ese no es el trato niña, yo lo único que ofrecí era levantar la maldición, eso ya inicié a hacerlo pero va a tomar tiempo, el estado del caballero Pegaso no me interesa en lo más mínimo, no es mi problema

- Pero tú lo puedes ayudar, nada de lo que he hecho yo funciona, pero… yo estoy segura de que tú lo puedes ayudar, por favor Hades… por favor… - la muchacha se levantó de dónde estaba y caminó hasta el Dios de los muertos para tomar su mano, Hades no se dejó tocar y empezó a caminar de lado a lado en la habitación

- Por qué?, por qué te interesa tanto este simple mortal?

- Ya te lo he dicho

- No… no me lo has dicho, me dices la verdad Atena o sales inmediatamente de mi presciencia – dijo Hades y se cruzó de brazos mirando a la muchacha intensamente

- Está bien… yo… amo a Seiya, siempre lo he amado, yo sé que él me ama pero por respeto nunca me ha dicho nada ni ha actuado en ello, yo lo sabía y siempre pensé que habría un mañana para nosotros pero… se dio la batalla en tu contra y lo perdí… por eso necesito recuperarlo, tengo que decirle, tengo que decirle que lo amo, es eso lo que querías escuchar Hades? – a Saori no le quedó más remedio que sincerarse con el Dios de los muertos y decirle la verdad, era la última oportunidad para salvar a Seiya

- Si… eso era lo que quería escuchar, esta noche subiré a verlo pero desde ahora te lo digo niña, el proceso será lento y doloroso, no puedo levantar la maldición y curarlo con una sola visita, él estuvo en el mundo de la sombras por mucho tiempo, él ha estado perdido en la oscuridad profunda y ahora que ha salido de allí no sabe qué hacer y no entiende el cambio, por eso está tan asustado, sus recuerdos lo están atormentando y no distingue la realidad de lo que su mente le hace creer que es real

- Asustado? – las palabras de Hades fueron muy duras, Seiya estaba en su propio infierno y no podía salir, eso era horrible, pero lo peor de todo era que Hades lo hablaba con una frialdad que pasmaba el alma

- Si… lo que siente ahora es miedo, con mi ayuda poco a poco irá adaptándose a su nueva realidad, él no cree que ha vuelto a la tierra y está aterrado, por eso no abre los ojos y cuando lo hace grita, eso es lo que le pasa, verdad?

- Si, eso es exactamente lo que le pasa – Saori al decir esto sintió un vacío en el estómago cuando Hades se lo explicó, el tono impersonal en el que habló Hades le pareció terrible, por lo que continuó al decir: - Por favor, haz lo que tengas que hacer, solo… regrésalo a mí, regrésalo a mi…

- Está bien, pero me deberás un favor, esto está fuera del trato

- Pero…

- El trato era que levantara la maldición y lo voy a hacer, pero el resto de cosas que me pides es extra, es un favor que me debes Atena, no lo olvides

- No lo olvidaré

- Muy bien, esta noche subiré a la Tierra

 

Atena dejó Guidecca con sus fieles caballeros dejando a Hades en el salón de su castillo, el Dios de los muertos estaba flexionando sus manos, era un tic que había adquirido desde su última visita a la Tierra, Pandora entró a la habitación y tenía una bebida en las manos, ella conocía muy bien a su señor y sabía que en este punto él necesitaría un trago, desde que había recuperado su cuerpo mitológico, Hades mostraba ciertos gustos por las cosas, le gustaba comer ciruelas, tomar vino hervido y whisky.  La hermosa mujer se acercó lentamente a su señor y le dio el vaso que Hades mecánicamente tomó y lo apuró de un solo trago

- Le puedo preguntar algo mi señor? – dijo la muchacha tomando el vaso vacío que Hades le dio

- Claro mi niña, puedes preguntarme lo que quieras – Hades acarició el rostro de Pandora y tomó su mano para besarla, Pandora era una de las pocas personas a las que Hades amaba, así no lo demostrara, ella sabía que bajo la dura superficie de Hades se encontraba un alma buena

- Por qué va a ayudar a Atena?, que gana devolviendo a la vida al caballero Seiya de Pegaso?

- Qué gano?, gano un guerrero formidable mi querida Pandora, gano una fuerza arrolladora para el Averno, gano la furia de esa muchacha cuando me robe a su guerrero favorito, cuando me robe al muchacho que ama, eso gano Pandora, eso voy a ganar – la sonrisa de Hades no tocó sus ojos, era una sonrisa fría

- Se lo va a robar?, cómo? – Pandora frunció el ceño sin comprender, si Hades quisiera a Seiya como guerrero, lo más lógico era matarlo y revivirlo convirtiéndolo en espectro, para qué se iba a tomar Hades la molestia de sanarlo solo para robárselo a Atena, el plan no tenía sentido a los ojos de la hermosa muchacha

- Eso es simple, el muchacho es huérfano, toda su vida ha estado hambriento de cariño, ama a su Diosa la cual lo ha ignorado olímpicamente por años, y ahora está en mis manos, yo lo cuidaré hasta que sane, yo ganaré su corazón y lo haré mío

- Lo convertirá en su amante? – preguntó Pandora cayendo en cuenta de lo que su señor estaba planeando, a Pandora le dio mucha pena el destino que Hades estaba pensando para Seiya, los romances entre Dioses y humanos nunca terminaban bien, para el humano claro está

- Bueno… no hay mayor orgullo para un humano que compartir la cama de un Dios, verdad?

- Pero…

- No te preocupes Pandora, yo sabré ganármelo y se lo quitaré a Atena así sea lo último que haga, esa niña tiene mucho que pagar, lo que me hizo no puede quedar así, mi venganza será perfecta, le pegaré a Atena en donde más le duele, le robaré al amor de su vida, haré que se enamore completamente de mí, lo llevaré a la cama y se lo devolveré cuando él ya no quiera nada con ella, se lo devolveré con el alma destrozada e incapaz de amar otra vez, es el plan perfecto, dos pájaros de un solo tiro, Seiya era el alma de su patético grupo, esos guerreros sin tener a su lado la pega que los unía serán presa fácil, ese muchacho y ese remedo de Diosa caerán primero, luego la tierra será destruida – Hades sonrió una vez mas, al parecer sus planes de destrucción no habían quedado en el olvido

- Así que esos son sus planes, por eso ha movilizado a los espectros?, por eso los ha revivido a todos?

- Si querida mía, el poderío del Averno se sentirá hasta los cielos

- Mi señor, yo entiendo que odie a Atena y hasta que quiera destruir la tierra pero… por qué al caballero Pegaso?, por qué lo quiere destruir a él específicamente?

- Él fue el que me atacó y logró herirme, cualquier castigo es poco para él, me ayudarás verdad? – Hades tomó la mano de la hermosa muchacha y la besó con respeto, Pandora no podía enfrentarse abiertamente a su Dios así que respondió:

- Claro que si mi señor, claro que si – Pandora asintió pero pensó que lo que su señor pensaba hacer no era justo, ni para Atena ni para ese pobre muchacho, ella los ayudaría si pudiera, ella trataría de hacer entrar en razón a su señor, solo esperaba poder lograrlo…

 

Esa noche Hades llegó a la casa de campo de Saori en Grecia pero no llegó solo, Pandora e Hypnos llegaron con él, los tres entraron a la casa y se encontraron con los cuatro caballeros divinos de bronce que estaban acompañando a su Diosa, Saori no perdió tiempo y llevó a sus visitantes a la habitación de Seiya, el castaño estaba acostado en la cama pero lucía agitado, tenía los ojos fuertemente cerrados y gemía como si le doliera algo, Hades se sacó la capa y la lanzó a uno de los sillones de la habitación, se sentó en la cama junto a Seiya y le acarició la mejilla mientras lo miraba con intensidad, Hades estaba consciente de que en su plan de venganza destruiría completamente a un muchacho puro e inocente, pero en esos momentos eso no necesariamente le importaba

 

El Dios de los muertos se puso de pie y miró a Hypnos, el que se agachó y puso su mano en la frente de Seiya, cerró los ojos y se concentró en el muchacho.  Hades había tenido razón, Seiya estaba sumido en la oscuridad, estaba perdido dentro de su propio infierno y eso lo asustaba mucho, a Hypnos le tomó un buen rato sacar a Seiya de ese lugar y devolverlo a la realidad, los poderes de Hypnos no podían desmerecerse, él reconstruyó la mente de Seiya, le quitó el miedo, encerró sus demonios y le hizo creer que todo era un sueño, una horrible pesadilla de la que ya iba a despertar, eso fue algo complicado pero pudo hacerse, a la final el rubio era un Dios

 

Seiya parecía que dormía profundamente ahora, su semblante sereno tranquilizó a todos los presentes y ese fue el momento, en el que el Dios de los muertos desabotonó la camisa de pijama que Seiya estaba puesto, acarició descaradamente su suave piel y luego puso ambas manos a la altura del corazón de Seiya, la misma luz blanquecina que los había envuelto la primera vez que Hades hizo esto, los envolvió nuevamente, Saori lo miraba todo con ojos muy abiertos y escuchó una queja de Seiya que se movió en la cama pero no lo podía hacer con fuerza, sus movimientos eran torpes y se notaba que le costaba trabajo.  Hades tenía los ojos cerrados y a su mente llegaban un sinnúmero de imágenes que ya había visto antes, la vida de Seiya desfilaba ante sus ojos y un caudal de sentimientos lo embargaba, Hades no resistió mucho tiempo y retiró las manos del pecho del castaño que lloraba con los ojos cerrados

 

Hades limpió las lágrimas de Seiya con su mano para luego ponerla en la frente del muchacho que se quedó quieto y su respiración se regularizó, el joven Pegaso se había vuelto  dormir, pero esta vez sus sueños serían pacíficos y hermosos, Hades se puso de pie y sacó un frasquito del bolsillo de su túnica, era un frasco ámbar pequeño que contenía un líquido claro

- Dale esto de tomar cuando despierte en la mañana, vendré mañana en la noche – Hades se acercó a Saori cuando dijo esto y puso en las manos de la muchacha aquel frasquito

- Qué es?

- Un elixir que preparó Hécate, necesitamos que recupere sus fuerzas y esto lo ayudará, no te preocupes… si quisiera matarlo hace mucho que estaría muerto

- Está bien, nos vemos mañana

- Si… nos vemos mañana, aunque sería mejor si me llevo a tu caballero al Inframundo, de esa manera no tendría que subir todas las noches – dijo Hades tomando su capa y volviéndosela a poner

- No te lo puedes llevar, Seiya debe estar aquí conmigo – Saori no iba a permitir que Hades se llevara a Seiya, toda esta situación la tenía intranquila, algo estaba planeando el Dios de los muertos y eso la tenía preocupada, lo que sea que Hades planeara no sería bueno para nadie

- Como quieras, vámonos querida, Hypnos…

 

El Dios de los sueños desapareció primero, aunque inmediatamente Hades tomó la mano de Pandora y desaparecieron de donde estaban en un vapor negro que llenó la estancia por un minuto, los cuatro caballeros divinos de bronce no confiaban en Hades pero si se tranquilizaron un poco al ver a Seiya dormir, el castaño volteó la cabeza y levantó un brazo, por lo menos parecía que ya no tenía pesadillas y en algo se movía, eso era muy bueno

 

A la mañana siguiente Seiya despertó y se sentía por demás débil, a su lado estaba Shun dormido en una silla, Ikky estaba de pie mirando por la ventana de la habitación, Shyru estaba sentado en otra silla leyendo un libro mientras que Hyoga estaba sentado al pie de la ventana y tenía los ojos cerrados, parecía dormido, Seiya intentó moverse pero un dolor en el pecho le atravesó el alma y se quejó, el castaño no pudo evitar que un par de lágrimas rodaran por sus mejillas, nunca en su vida había sentido un dolor así, Seiya sentía como si la espada de Hades estuviera aun atravesándolo en su cuerpo y estaba en agonía

- Seiya… por todos los dioses puedes oírme? – fue Ikky el que estuvo a su lado primero y tomó su mano, Shun se cayó de la silla porque su hermano pasó por encima suyo sin importarle nada, Shyru lanzó el libro por la habitación y le cayó directamente a Hyoga en la cabeza que se levantó cual resorte pero al ver que Seiya tenía los ojos abiertos, ya no le importó nada

- I… Ik… Ikky… - dijo Seiya en un susurro

- Ve a llamar a la señorita Kido, muévete Shun – ordenó Ikky y puso su mano en la frente de Seiya que cerró los ojos y una expresión de dolor fue clara en su rostro

- Respira Seiya, estarás bien – dijo Ikky apretando la mano de su compañero de armas que abrió los ojos y una lágrima resbaló por su mejilla, esto era terrible para los muchachos que nunca habían visto en aquel estado al fuerte Pegaso

- Qué le pasa? – Shyru estaba al pie de la cama sin atreverse a acercarse, Ikky solo meneó la cabeza algo asustado, Seiya se puso más pálido de ser posible

- Será que Hades le hizo algo malo? – preguntó Hyoga mirando con aprehensión a su mejor amigo que respiraba con dificultad y se movía torpemente en la cama, solo era muy notorio que le dolía hasta el alma

- No lo creo, pero con ese tipo nunca se sabe – dijo Ikky mirando  a la puerta, su Diosa seguramente lo solucionaría, ella haría que Seiya se sintiera mejor, ella se llevaría su dolor

 

Saori llegó corriendo y en la mano tenía el frasquito que Hades le había dado la noche anterior, Ikky levantó un poco a Seiya y Saori vertió aquel líquido en la boca del caballero que abrió los ojos y tosió, el sabor era terrible y bajó por su garganta como fuego, Seiya creyó que si había tragado fuego porque un calor sumamente molesto se esparció por su cuerpo, pero al cabo de un par de minutos pudo respirar de mejor manera, Saori quitó una de las almohadas y apoyó la cabeza de Seiya en sus piernas, la muchacha le estaba acariciando las cabellos un poco más tranquila al sentir la respiración de Seiya y el hecho de que relajó la tensión que antes tenía en todo el cuerpo

- Saori… qué pasó?, dónde estoy? – preguntó Seiya luego de unos momentos cuando volvió a abrir los ojos y vio a su diosa que le estaba pasando un pañito húmedo por su frente

- Ya estás bien Seiya, estamos en Grecia y te estás recuperando de tus heridas, yo cuidaré de ti – respondió Saori con dulzura

- Qué pasó con Hades? – el tono de Seiya seguía siendo muy bajo y dificultoso pero el muchacho ya estaba coherente por lo menos

- Hades está de vuelta en el Inframundo pero ha prometido ante Zeus el no atacar la tierra, ya no hay nada que temer, todo está bien, tu solo debes descansar y recuperarte

- Me siento débil… tengo sueño…

- Duerme Seiya, yo velaré tu sueño

 

Seiya cerró los ojos y en segundos se quedó dormido, Saori tenía la impresión de que Seiya hacía un tremendo esfuerzo para mantenerse despierto y eso era cierto, Seiya se sentía aletargado, todo le dolía pero por lo menos Hades había cumplido sus promesas porque los sueños del castaño ya no eran horribles llenos de oscuridad y miedo, ahora eran sueños pacíficos que le permitían descansar y así reponerse, aunque no era coincidencia que Seiya soñara con los Campos Elíseos, con Hades, con noches de luna llena y caminatas llenas de risas

 

Varias veces el castaño despertó a lo largo del día y siempre estaba uno de sus camaradas a su lado, Shun intentó darle de comer pero Seiya no podía masticar y se atoraba, por lo que al final del día Saori ordenó que le pongan un suero a su caballero, no podía dejarlo morir de hambre o deshidratado, los mejores cuidados serían para Seiya

 

Esa noche Hades se materializó directamente en la habitación de Seiya, el castaño estaba dormido y el Dios de los muertos arqueó una ceja al ver el suero que goteaba lentamente, Shun, el caballero de Andrómeda estaba con Seiya y le leía un libro en voz alta, a Hades le pareció un detalle dulce considerando que Seiya estaba dormido, pero bueno… los humanos tienen una forma bastante peculiar de mostrar su preocupación por otros

- Buenas noches – dijo Hades y su tono era calmado

- Buenas noches señor Hades – Shun se puso de pie y no sabía muy bien que debía decir, el caballero de Andrómeda estaba consciente de que Hades ya no era una amenaza para la Tierra y que él era la clave para la recuperación de Seiya pero el hecho de que haya apoderado de su cuerpo en el pasado era una situación bastante única y muy incómoda

- Nos podrías dejar solos?

- La señorita Saori dijo que…

- No me interesa en lo más mínimo lo que haya dicho la niña esa, me molesta la presencia de ustedes y si voy a tener que subir a la Tierra prefiero hacerlo sin tener que soportarlos

- Pero…

- Ya lo dije una vez y solo lo diré una vez más, si hubiera querido matar al caballero Pegaso ya lo habría hecho, no me gusta tener que decir las cosas dos veces, vete o el que se va soy yo y conmigo se va la cura para tu amigo – el tono de voz de Hades se notaba que era cada vez mas molesto y el hecho de que con cada palabra bajara su tono fue lo que asustó a Shun, el que dijo con algo de temor:

- Está bien señor Hades, con permiso

 

Shun salió de la habitación y fue a buscar a Saori, la muchacha al escuchar lo que dijo su caballero bajó corriendo las escaleras, trató de abrir la puerta pero estaba cerrada, solo podía ver por hendija de la puerta una luz blanquecina que aparentemente lo bañaba todo dentro, escuchó un quejido de Seiya y luego no escuchó nada mas

 

Hades se había sacado la capa como lo había hecho la noche anterior, desabotonó la camisa de Seiya y puso sus dos manos en el pecho del muchacho, Hades podría hacer lo que estaba haciendo de una sola vez, pero ese no era su plan, él necesitaba una excusa para subir a la tierra a buscar al joven Pegaso que se contorsionó en la cama cuando sintió el poder de Hades entrar en él, el Dios de los muertos sabía que esto era doloroso para Seiya pero esa era una de las cosas que le tenían sin cuidado

 

Ellos estaban envueltos en una luz blanquecina y Hades miró una vez más en los recuerdos y en el alma de Seiya, el castaño en cambio veía solo oscuridad y se sentía asustado, la luz fue disminuyendo y el dolor fue pasando, Seiya quedó tumbado en la cama con la respiración agitada, Hades abrió los ojos y subió una de sus manos hasta la mejilla del joven guerrero y lo acarició suavemente, Seiya abrió los ojos y saltó asustado en la cama

- Usted… qué hace aquí?

- Vine a curarte niño, estoy levantando la maldición que cayó sobre ti cuando te atravesó mi espada – dijo Hades y lo hizo en voz baja

- Por qué? – Seiya se sintió mareado y palideció, Hades lo tomó con suavidad e hizo que se recueste otra vez en la cama

- Le estoy haciendo un favor a tu Diosa, ella abogó por ti, seguramente te lo dijo

- No… no me ha dicho nada

- Bueno… es bueno que estés consciente, abre la boca – Hades había buscado en su túnica y sacó un frasquito, lo destapó y lo acercó a los labios de Seiya que lo miró asustado

- Para qué?

- Tienes que tomarte esto, no tengas miedo, es una pócima que Hécate preparó especialmente para ti, te ayudará a recuperar la fuerza y a mitigar el dolor, te vas a sentir mejor en un ratito, vamos abre la boca… eso es… - Seiya abrió la boca e hizo caras cuando el amargo líquido pasó por su garganta, el muchacho tosió y se llevó la mano al pecho

- Qué es… eso?

- No lo sé, tiene muchas hiervas raras pero Hécate me aseguró que te ayudará, te sientes mejor? – Hades puso su mano en la frente de Seiya y luego bajó la mano para acariciar su mejilla, Seiya estaba sorprendido por este gesto pero no tenía fuerza para hacerse a un lado, y lo peor es que Hades tenía razón, si se sentía mejor

- Si… muchas gracias…

- Bueno… ahora duerme, debes descansar para que puedas recuperarte

- No… me da miedo… dormir… - dijo Seiya y lo dijo en serio, hasta hace poco tiempo sus sueños eran de oscuridad y eso le aterraba, no quería volver a dormir porque temía no despertar, Hades sonrió de medio lado y acarició la frente del muchacho al decir

- Ya no tienes que tener miedo, cierra los ojos, vamos… confía en mí, cierra los ojos, eso es… - Seiya había cerrado los ojos y se relajó, Hades abrió su mano y sopló un polvo dorado el que le cayó a Seiya en el rostro, el castaño se durmió inmediatamente, se relajó notablemente y volteó el rostro que ahora tenía una expresión serena y dulce, Hypnos le había dado un poco de polvo de sueños a Hades y ahora Seiya ya no tendría pesadillas, nunca más

 

El mayor se puso de pie y sonrió complacido, el muchacho era en verdad ingenuo y sincero, en verdad enamorarlo sería fácil…

 

En los días que siguieron la situación se repitió, Seiya dormía casi todo el día, muy débil como para mantenerse despierto mucho rato, Hades llegaba en las noches para levantar poco a poco la maldición y aprovechaba para charlar ratitos con Seiya en los únicos momentos que el castaño estaba completamente despierto y consciente, le daba a beber la pócima que preparó Hécate y lo hacía dormir

 

Al cabo de una semana Seiya se mostraba mucho más tranquilo ante la presencia del Dios de los muertos que le mostraba su lado más amable y lo trataba con mucha suavidad

- Gracias… muchas gracias… - decía Seiya cuando Hades le estaba ayudando a recostarse luego de completar su ritual nocturno de curación y de la toma de la pócima de Hécate

- De nada, dime Seiya una cosa, encontraste el trompo rojo que Shun escondió? – preguntó Hades como quien no quiere la cosa

- El trompo rojo? – Seiya no entendió la referencia y no sabía de qué estaba hablando el críptico Dios, Hades usualmente no hablaba claro o hacía referencias extrañas, Seiya creía que Hades estaba aburrido y se distraía al venir a verlo, pero el castaño no decidía si eso era una buena cosa o no

- Cuando eras niño, tendrías unos cuatro años más o menos, tú y Shun estaban juntos en un orfanato, tú estabas jugando con un trompo rojo y Shun te hizo descuidar y lo tomó sin decírtelo porque ya te lo había pedido y tu no se lo prestaste, cuando te diste cuenta que ya no lo tenías lo buscaste por todas partes pero no sé si lo encontraste o no, lo encontraste alga vez? – preguntó Hades y sonaba verdaderamente interesado en la respuesta, Seiya hizo memoria y recordó todo el incidente, meneó la cabeza y respondió todo confundido:

- No… nunca lo encontré, cómo sabe eso?

- Lo vi en tu memoria

- Lo vio?, cómo?

- Bueno… para poder levantar la maldición que te tiene así, tengo que… sincronizarme contigo, por llamarlo de alguna manera, y mientras te curo, puedo ver partes de tu memoria, recuerdos, sentimientos, y muchas cosas mas, por eso pude ver el trompo rojo y por eso sé cómo te gustaba, pude sentir la pena que sentiste cuando se te perdió, y pudo sentir la rabia que sentiste cuando escuchaste que Shun le contó todo lo que había hecho a su hermano mayor, Ikky, por eso quise saber si lo encontraste o no – Hades se encogió de hombros cuando preguntó esto, Seiya se quedó en silencio unos momentos pero finalmente respondió:

- Nunca lo encontré, Shun dijo que alguien lo había tomado del lugar en el que lo escondió y lo perdimos para siempre

- Para siempre… no no no… nada es para siempre Seiya, nada es definitivo solo la muerte, y hasta en eso el que tiene la última palabra soy yo – el tono de Hades le sonó entretenido a Seiya, acaso el Dios se estaba burlando de él?

- Por eso no morí?

- No… pero no pienses en eso, vendré mañana a verte, descansa si quieres recuperarte, dulces sueños – el Dios de los muertos acarició nuevamente la mejilla de Seiya, se puso de pie y se fue, Seiya se quedó muy quieto en su cama y se llevó la mano a la mejilla, había algo en los ojos de Hades, lo miraba de manera completamente diferente a como lo recordaba, en los Campos Elíseos la mirada de Hades era fría y dura, ahora lo miraba como si lo conociera de toda la vida y tal vez si era así, tomando en cuenta que Hades pudo ver sus recuerdos, tal vez sintiera que lo conocía, o no?

 

En esos pensamientos estaba Seiya y fue interrumpido cuando la puerta de su habitación se abrió de golpe e Ikky de Fénix entró atropelladamente, Seiya se incorporó un poco en la cama y ahí cayó en cuenta de que la camisa de su pijama estaba abierta y él tenía las mejillas algo ruborizadas, Ikky y Shun lucieron algo confundidos y la Diosa Atena lucía furiosa, en los días anteriores Seiya se había dormido antes de que sus compañeros de armas o su Diosa pudieran entrar a la habitación, pero esta noche Hades no lo había dormido, eso fue algo incómodo pero la incomodidad no duró mucho porque inevitablemente luego de pocos minutos Seiya se durmió profundamente

 

En el Inframundo en cambio, Hades lucía complacido cuando se materializó en Guidecca, Pandora estaba allí esperándolo con una bebida, el Dios de los muertos la tomó y besó la mano de la hermosa mujer

- Cómo le fue mi señor?

- Muy bien… la semilla está plantada y pronto rendirá frutos – Hades devolvió el vaso vacío a Pandora e hizo aparecer de la nada un trompo rojo algo gastado y que tenía una marca en uno de los costados, al tenerlo en sus manos, el Dios sonrió…

 

Notas finales:

Y ahora????, será que Hades consigue tan facilmente lo que quiere???, cómo reaccionará Seiya ante las atenciones del frío Dios de los muertos???

Eso es en el capítulo que viene, muchas gracias por leer y nos vemos el lunes con el capítulo nuevo, saludos, bye


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