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EL PRINCIPE DEL AVERNO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, aquí los planes de Hades avanzan, espero que les guste lo que viene

Capítulo 5.- El inicio

 

- Espera espera espera, a ver si entiendo, Hades quería enamorar a mi papá solo para vengarse de él y de Atena por lo de su herida? – Evan estaba algo lívido en ese punto, el ver a su papá como un muchacho de su edad le había movido el piso

- No solo eso, mi señor Hades quería venganza de Seiya también, él lo hirió y eso es una ofensa gravísima para un Dios, Atena lo encerró en una vasija y eso tampoco lo podía perdonar en esa época, y si… ese era su plan

- Y mi papá fue tan estúpido que no se dio cuenta?

- Pues si… es decir, no… no se dio cuenta…

 

***

Al día siguiente Seiya permaneció despierto un poco más de tiempo que el día anterior, Ikky y Shun lo bañaron y lo sacaron al sol un ratito, el castaño pudo tomar un poco de jugo aunque no pudo comer nada, pero de cualquier manera el jugo ya era un avance, Seiya se sentía cansado y sin fuerzas pero ponía de su parte para no preocupar a sus camaradas que lo atendían con gusto, Seiya quería ser todo menos una carga para sus amigos y no quería que le tuvieran pena

 

Esa noche Seiya despertó cuando sintió un dolor horrible en el pecho, al abrir los ojos vio el rostro de Hades que tenía una expresión de concentración única y una luz blanca los envolvía, Seiya no supo a qué hora lo habían traído a su habitación, su último recuerdo era en el patio de la casa de campo, seguramente se durmió o se desmayó, pero eso no era importante, al castaño le costaba respirar y sentía como sus entrañas ardían, luego de unos momentos el dolor cesó

 

Seiya abrió los ojos cuando sintió la caricia en su mejilla, Seiya no sabía por qué Hades acariciaba su mejilla pero no podía decir que le disgustara el gesto aunque si se mostraba aprensivo por la cercanía del Dios de los muertos, su sola presencia lo intimidaba aunque el Dios lo haya tratado suavemente hasta ahora

- Ten… bebe esto – Hades ayudó a Seiya a incorporarse un poco y le acomodó las almohadas para que el muchacho pueda quedar medio sentado en la cama, Seiya abrió la boca y tragó el brebaje que Hades le dio, esa cosa sabía horrible y Seiya no evitó hacer caras, Hades sonrió y luego de que el castaño hubiera bebido la pócima, el Dios de los muertos le puso una ciruela en la boca, Seiya la masticó y se sorprendió mucho, era dulce y se llevó todo el mal sabor de boca que la pócima le dejó

- Muchas gracias…

- Te sientes mejor?

- Si… hoy pude salir al patio a tomar sol, me bañé y comí algo, estoy mucho mejor – dijo Seiya con una pequeña sonrisa, Hades también sonrió levemente, su plan estaba funcionando y el inocente muchacho le estaba perdiendo el miedo

- Me alegra escucharlo, te traje algo – Hades sacó de su bolsillo el trompo rojo y lo puso en la mano de Seiya que miró aquel gastado juguete con ojos muy abiertos

- No lo puedo creer, cómo lo encontró?

- Soy un Dios de recursos – dijo Hades simplemente encogiéndose de hombros

- Por qué?, por qué lo buscó?

- Porque me pareció que representaba mucho para ti, la pena que sentiste al perderlo fue muy profunda y bueno… quise regresarle el juguete a su respectivo dueño – Hades estaba sentado en la cama muy junto a Seiya así que puso suavemente su mano en la pierna del caballero que no se hizo el quite, estaba mirando embelesado el trompo

- Mi hermana me lo dio, es una de las pocas cosas que tenía cuando era niño y mi hermana me lo dio, cuando lo perdí lloré mucho, es tonto… lo sé… - dijo Seiya sonriendo emocionado por algo tan simple, esa era una de las cosas que Hades no entendía del corazón humano, reaccionaba por las cosas más simples y era capaz de aguantar las pruebas más duras

- Y tu hermana?, no está aquí contigo?

- Llega en una semana, Ikky me lo dijo

- Eso es bueno, el tener a la familia cerca me refiero, esperemos que Atena deje que tu hermana se quede contigo

- Por qué no lo iba a hacer? – Seiya frunció el ceño cuando preguntó esto, esa posibilidad ni siquiera se le había ocurrido

- Porque al ser un guerrero devoto a ella no puedes tener familia, tienes que renunciar a todo para servirla a ella, supongo que lo sabes, verdad?

- No… no sé… es eso cierto? – Seiya nunca lo había pensado, su hermana era la persona más importante en su vida y no se le había ocurrido que al ser un guerrero de Atena no pudiera tener familia pero… lo que decía Hades tenía sentido, ningún otro caballero tenía familia, y los que si tenían familia eran Ikky y Shun, pero ambos eran guerreros entonces eso no contaba

- Usualmente si, pero… uno nunca sabe, bueno… debo irme, espero que descanses y está bien que salgas al sol, te veré mañana pequeño – Hades se agachó y besó a Seiya en la frente, el castaño no dijo nada pero ese beso le recorrió entero, Hades acarició la mejilla de Seiya y se desvaneció de la misma manera en la que había llegado, Seiya suspiró y se abotonó la camisa, luego miró por un largo rato el trompo rojo que había perdido hacía tantos años, Hades se lo trajo, pero… por qué???, el castaño no entendía los motivos que Hades tenía para ser amable con él, pero en estos días, Seiya había recibido solo gentilezas de su parte, su toque era suave, sus caricias eran dulces, qué era lo que quería???

 

Al día siguiente Seiya se sentía un poco más fuerte y pasó casi la mañana entera despierto, salió con Ikky y Shun al patio de la casa de campo e intentó caminar, no lo logró pero por lo menos lo intentó, Shun estaba emocionado pero Ikky preocupado, Seiya había dicho que sentía como si sus piernas fueran de gelatina y no fueran capaces de sostener el peso de su cuerpo, eso al poderoso Fénix le parecía por demás extraño ya que Seiya estaba en verdad muy flaco

- No te dijo Hades cuánto tiempo tardarías en recuperarte? – preguntó Shun que estaba sentado en el césped junto a la silla de ruedas de Seiya

- No… eso no me lo dijo, solo me dijo que poco a poco iría sintiéndome mejor

- Oye Seiya… te puedo hacer una pregunta? – esto lo preguntó Shun todo temeroso pero curioso

- Claro – respondió Seiya sin entender la actitud de Shun

- Qué hace contigo Hades en la habitación?

- No lo sé, él pone sus manos en mi pecho y una luz blanca nos envuelve a ambos, yo siento una presión justo aquí y me duele, luego siento como si mi sangre hirviera y cuando estoy a punto de gritar del dolor, el dolor cesa y la luz desaparece, supongo que esa es la manera en la que él está levantando la maldición, pero duele mucho déjame decirte, luego me tomo una pócima o no sé qué diablos es esa cosa, pero es lo más amargo que he probado en mi vida, y luego de un ratito ya me siento mejor – explicó Seiya lo que Shun e Ikky ya habían visto que Hades le hacía a su castaño amigo, pero eso no es lo que Shun estaba preguntando

- Sé qué es lo que hace pero no me refería a eso, lo que pasa es que el otro día me botó de la habitación y me dijo que quería quedarse a solas contigo – dijo Shun y miró a Seiya intensamente pero el castaño no comprendió lo que Shun estaba insinuando

- En serio?, si me pareció extraño que nadie haya estado conmigo en la habitación estas noches mientras él está ahí, no pensé que Hades te hubiera botado del cuarto

- Ajá… pero no es eso lo que quiero saber – dijo Shun que seguía dándose las vueltas por el asunto sin hablarlo claramente, Seiya frunció el ceño sin entender y ahí fue que Ikky habló, el Fénix estaba acostado en el césped y Seiya pensó que estaba dormido porque tenía los ojos cerrados y el brazo le cubría la mitad de la cara, pero igual abrió la boca y dijo:

- Lo que Shun no sabe cómo preguntarte es si Hades te estaba haciendo algo la otra noche, porque estabas con la camisa abierta y estabas un poco sonrojado, así que por favor respóndele la pregunta a Shun porque me tiene podrido con su incesante cantaleta – el tono de Ikky era algo molesto, pero fue muy claro que estaba molesto por Shun, no por Seiya, además de todo Ikky estaba curioso, él no se explicaba el secretismo que Hades guardaba al quedarse a solas con su amigo

- Estás loco???, Hades no me ha hecho nada, solo pone sus manos sobre mi pecho pero es para curarme, él no me está haciendo nada más – dijo Seiya y le lanzó a Shun un cojincito que tenía en la silla de ruedas para apoyarse de mejor manera, pero como Seiya estaba tan débil, el cojín le cayó a Shun pero sin fuerza, Ikky se rió de cualquier manera y Shun también

- Ya ya, no te enojes, uno nunca sabe… valía la pena preguntar – se defendió Shun pero la sonrisa se le fue cuando Seiya cerró los ojos y se llevó una mano al pecho con una mueca de dolor en el rostro, Shun se puso de pie inmediatamente y fue junto a Seiya que trató de respirar pero no podía, el castaño sentía como si alguien oprimiera sus pulmones desde adentro, esto era horrible

- Mejor lo llevamos adentro – dijo Ikky y sin esperar nada cargó a Seiya y entraron rápidamente a la casa, lo acostaron y le trataron de hacer beber agua pero Seiya no podía tragar y se atoró feísimo, Shun se iba asustando y no sabía qué hacer, será que lo llevaban al hospital?

- Qué pasó? – Saori entró a la habitación porque vio pasar a Ikky con Seiya en sus brazos

- No sé, se puso mal… llama a una ambulancia Shun – dijo Ikky entrando en desesperación, Seiya se estaba poniendo azul, Saori se sentó junto a Seiya, tomó su mano e hizo brillar su cosmo, Ikky y Shun sintieron la calidez que emanaba de su Diosa y se sintieron completamente reconfortados, en cambio Seiya convulsionó con violencia en la cama y gritó del dolor

- NO!!!!!, por favor… basta… BASTA!!!!! – gritó Seiya y derramó una lágrima de sangre, se dobló en la cama y escupió sangre, Saori se alejó de su caballero y estaba horrorizada, Seiya tosía y se retorcía en la cama ante la mirada impotente de su Diosa y de sus amigos, Saori no sabía qué hacer y en eso estaban cuando el aire vibró en la habitación y Hades apareció en medio de una nube negra, el Dios de los muertos lucía molesto

- Qué estabas intentando hacer niña? – preguntó Hades y su tono era frío como el hielo

- Seiya estaba mal, temblaba y yo… yo pensé…

- Sal de aquí inmediatamente, todos ustedes, FUERA!!! – la voz comandante de Hades retumbó en las paredes, Shun no esperó que se lo dijeran dos veces y salió de la habitación jalando a Ikky, Saori miró a Hades con ira y salió también dejando al Dios de los muertos a solas en la habitación con Seiya

 

Hades se sacó la capa y la lanzó por la habitación, miró a Seiya que seguía temblando y retorciéndose en la cama y Hades sintió algo que no había sentido antes, le dio… pena ver a Seiya en tan lamentable estado, por lo que se sentó a su lado en la cama y puso una de sus manos en el pecho del muchacho y la otra en su frente, el Dios cerró los ojos y se concentró en el débil guerrero, podía sentir el cosmo de Atena en él, y con complacencia sintió como el muchacho peleaba por sacarlo de su cuerpo, Hades sonrió e inyectó su poder en Seiya, inyectó su cosmo en él y eliminó todo rastro del poder de la Diosa de la tierra, y ahí Seiya pudo respirar con tranquilidad relajándose en la cama

 

Hades pasó su mano por el rostro de Seiya eliminando todo rastro de sangre de sus ojos y de sus labios, con un movimiento de sus manos hizo desaparecer las sábanas manchadas de aquella cama e hizo aparecer unas nuevas, eran negras de una tela finísima, de la misma manera hizo desaparecer la ropa de Seiya y la cambió por una túnica de color vino, la túnica era corta y estaba exquisitamente bordada con hilos de oro.  En ese momento Seiya despertó pero no abrió los ojos, se sentía como si estuviera cobijado en una nube, estaba completamente cómodo y calientito

- Te sobrepasaste hoy muchacho, debes reposar, eres humano y no sabes cuán frágil te encuentras ahora, no me agrada volver a la Tierra pero no podía permitir que murieras – el tono de Hades era tranquilo, Seiya abrió los ojos y sonrió al ver a Hades a su lado

- Muchas gracias por venir, eso fue… agonía, qué me pasó?

- Supongo que te sentiste mal, asumo que hiciste algo que no debías haber hecho y eso causó que te desmayaras o algo de eso, tú no estás fuerte aún y es en serio que debes descansar, supongo que tus amigos entraron en pánico y tu diosa trató de ayudarte con su cosmo, el problema es que eso no funciona contigo porque la maldición aún no ha sido levantada completamente, el cosmo de tu diosa es el que te causó el dolor, es ella la que te hace daño con su poder, así que por favor dile que se abstenga de hacer nada contigo hasta que estés libre completamente de la maldición, está bien?

- Si… lo que usted diga, muchas gracias – Seiya tomó la mano de Hades y la apretó, luego se dio cuenta de lo que hizo y pidió perdón todo abochornado al decir: - Lo siento, no debí tocarlo sin su permiso, lo siento mucho

- Está bien… puedes hacerlo si quieres, ahora cuéntame lo que estabas haciendo en la mañana para haber acabado con todas tus fuerzas

- Intenté caminar un poco, Ikky me ayudó y pude dar unos pasos

- No no no muchacho, no puedes hacer eso todavía, déjame ver – Hades destapó a Seiya y levantó un poco la túnica que el castaño estaba usando, Seiya se sonrojó de la vergüenza porque él estaba consciente de que no estaba usando nada más debajo de esa fina túnica, Hades miró las piernas de Seiya y no pudo evitar sonreír, sin duda este muchacho era fuerte y musculoso, joven, su piel era suave lo que no parecería propio de un guerrero pero las piernas de Seiya eran muy suaves y agradables al tacto

 

Hades acarició suavemente los muslos del castaño y sus manos fueron bajando hasta los talones, Seiya sintió como si corrientes eléctricas estuvieran en las manos de Hades, no era una sensación molesta, más bien Seiya sentía sus piernas de mejor manera, él había estado como amortiguado estos últimos días, lo que sea que Hades le estuviera haciendo le estaba quitando el amortiguamiento y se sentía muy bien, Seiya se relajó en la cama y cerró los ojos, Hades lo miró y sonrió, el pelinegro se tomó su tiempo en esta deliciosa tarea y cuando finalizó Seiya abrió los ojos y sonrió

- Ya voy a poder caminar?

- Intentemos unos pocos pasos, ven… apóyate en mi – Hades tendió sus manos a Seiya y así pudo ponerse de pie, y con el apoyo del mayor pudo caminar un poquito por la habitación, Seiya se sintió feliz de poder moverse aunque sea un poquito pero pronto se sintió débil y le empezó a faltar el aire

- Yo creo… que fue suficiente… - dijo el castaño y Hades no espero nada más para cargarlo y llevarlo a la cama, lo acostó nuevamente y lo arropó

- Ahora hazme el favor de pasar acostado, duerme y descansa tranquilo, pero por lo que más quieras no dejes que tu diosa se acerque mucho a ti, nuestros cosmos no armonizan y podrías morir si ella hace otra vez lo que hizo esta mañana

- Por qué no armonizan sus cosmos? – preguntó Seiya todo curioso

- Bueno… básicamente porque dominamos reinos distintos y nuestras energías fluyen en dirección contraria por llamarlo de alguna manera, aunque yo creo que el hecho de que tu diosa no me agrade en lo más mínimo no ayuda a que nuestros cosmos se sincronicen, por eso ella no puede ayudarte

- Ohhh… tiene lógica creo yo – dijo Seiya y cerró los ojos pesadamente aunque los abrió tan rápido como pudo, no quería parecer grosero y dormirse ante Hades

- Duerme pequeño, vendré en la noche

- Gracias otra vez, muchas gracias por todo lo que hace por mi

- Fue un ofrecimiento que me está resultando menos pesado de lo que en un inicio creí, descansa pequeño, hasta la noche

- Hasta la noche – dijo Seiya y cerró los ojos pero eso no impidió sentir el suave beso en la frente que Hades le dio, el Dios de los muertos tomó la mano de Seiya y pasó su pulgar por el dedo anular de la mano derecha de Seiya e inmediatamente sonrió de un solo lado al ver la joya que ahora portaría el joven caballero de Atena, luego el aire vibró en la habitación y el Dios de los muertos desapareció, inmediatamente la puerta se abrió y Saori abrió mucho los ojos cuando vio el cambio en la habitación, Seiya dormía plácidamente en medio de la cama y en su dedo estaba un anillo simple que no tenía ninguna marca pero la joven Diosa empezó a temer lo peor, porque cuando tomó la mano de Seiya, una pequeña descarga eléctrica recorrió su mano e hizo que soltara la mano del castaño, el anillo brilló y Seiya se movió sin despertarse, Hades lo estaba protegiendo de ella???, qué se cree ese imbécil???

 

Saori no se dio por vencida y tomó la otra mano de su guerrero, el que se movió en la cama pero no se despertó, la joven frunció el ceño al ver las nuevas sábanas y mantas que cubrían a Seiya así como la túnica que estaba usando, por qué???, Saori no se explicaba esto, a qué jugaba Hades?, por qué tenía este tipo de deferencias con Seiya?, qué era lo que ese oscuro ser buscaba de su caballero???

 

En los días que siguieron Hades iba en las noches y levantaba lentamente la maldición en Seiya que cada día se sentía más y más fuerte, ellos hablaban cada vez más en sus visitas, Seiya le iba perdiendo el miedo a Hades el cual disfrutaba de las preguntas inocentes que Seiya usualmente le hacía de las diversas historias que le contaba, los libros de mitología habían dejado muchos pasajes fuera y Seiya escuchaba fascinado los cuentos que Hades le contaba cada noche, Hades disfrutaba mucho estas visitas porque parecía que en el mundo no existiera nada más, estaban ellos dos solos en aquella habitación, charlando de todo y nada, conociéndose e intercambiando vivencias, a Hades le gustaban mucho los ojos de Seiya, su mirada limpia y pura, sus gestos infantiles y su candidez, a Seiya le parecía fascinante el Dios del Inframundo, su sabiduría y sus creencias, su modo de ver las cosas era por demás opuesto a lo que él hubiera creído, Seiya pensaba que el mejor punto de su día eran los momentos que podía compartir con Hades, al caballero Pegaso le parecía extraño que alguien como Hades lo visitara y charlara con él, con él que no era nada ni nadie importante, Seiya por primera vez en su vida sentía que alguien lo tomaba en cuenta, sus amigos usualmente lo ignoraban y no tomaban en cuenta sus opiniones, no así Hades.

 

Seiya le había preguntado a Hades el significado del anillo que ahora usaba y no podía sacarse, Hades simplemente le dijo que el anillo era una salvaguarda, era una especie de escudo que evitaría que Saori vuelva a intentar usar su poder en él, que el anillo lo mantendría a salvo de cualquier tipo de accidente mientras él estuviera débil, pero eso no era todo lo que el anillo hacía, el verdadero propósito del anillo era mantener alejada a Atena de su guerrero, entre otros usos más, esta joya era sumamente poderosa y al ver su sencillez nadie sospecharía lo que en realidad era.  Por el poder del anillo Seiya inevitablemente se dormía cuando Saori estaba a su lado y de esa manera ellos no podían hablar, esa había sido una de las mejores ideas de Hécate, además de todas sus propiedades mágicas originales, el anillo contenía un hechizo sencillo pero poderoso, de esa manera Hades había podido evitar que la joven Diosa se acerque mucho a su caballero, no podía permitir que ella hiciera su movida en Seiya, él aún no estaba listo para hacer la suya pero el tiempo ya se acercaba, el muchacho pronto aceptaría sus atenciones, pronto Seiya sería suyo…

 

Una mañana de esas Saori entró a la habitación de Seiya y casi le da un infarto porque un descomunal perro negro le saltó y casi le arranca la cabeza, Seiya se despertó asustado por el ladrido y el grito y solo avanzó a estirarse en la cama y decir:

- No!!! – gritó el castaño y el perro inmediatamente bajó la guardia y se subió a la cama de un salto para luego apoyar su cabeza en las piernas de Seiya que lo miró asustado, el perro tenía un lazo rojo en el collar y una nota

- Seiya, qué demonios significa esto? – preguntó Saori sin animarse a entrar a la habitación, Seiya se encogió de hombros y zafó el lazo del collar del perro y leyó la nota, al leerla no lo podía creer, simplemente no lo podía creer

- Es un regalo… de Hades… - dijo Seiya levantando la mirada para encontrarse con los ojos de su Diosa que abrió la boca en completa indignación en especial porque el perro le lamió la mejilla a Seiya y el castaño sonrió muy divertido acariciando tras sus orejas

- Es un perro del Inframundo???, no puede quedarse aquí, tiene que irse – dijo Saori inmediatamente, el perro levantó la cabeza y gruñó enseñándole los dientes amenazadoramente como si hubiera entendido lo que la joven diosa había dicho, Seiya instintivamente acarició la cabeza del animal y éste se calmó inmediatamente

- La nota dice que está aquí para hacerme compañía y cuidarme, no creo que sea una amenaza – dijo Seiya con súbita pena, a él nunca le habían regalado nada en la vida y ahora Hades le había devuelto el trompo que su hermana le había dado cuando era niño, además le había enviado un perro, el descomunal can se dio la vuelta en la cama quedando acostado sobre el lomo disfrutando de las caricias de Seiya, a Seiya le pareció adorable, era un perro inmenso que actuaba cual juguetón cachorro

- Tenemos que llevarlo afuera por lo menos, no puede quedarse en la casa y menos en la cama contigo

- Por qué no?, por favor Saori… déjalo aquí conmigo, yo te prometo que se va a comportar – ofreció Seiya como niño chiquito y Saori se llenó de rabia, la influencia de Hades era notoria en Seiya y eso no le gustaba, antes su fiel caballero Pegaso no habría desobedecido una orden suya, aunque… No… eso no era del todo cierto, Seiya al inicio, cuando recién se volvieron a ver luego de que había ganado la armadura de Pegaso, no quería tener nada que ver con ella y en sus ojos podía ver resentimiento, la única razón por la que había entrado al torneo era para encontrar a su hermana, al inicio Seiya la despreciaba pero… eso había cambiado, o no?

- Está bien, vine a ver cómo habías amanecido, quieres desayunar conmigo en la terracita? – propuso la joven tratando de tranquilizarse, no era bueno antagonizar con Seiya si Hades estaba haciendo sus mejores esfuerzos para meterse en su vida

- Claro… enseguida voy

- Te espero…

 

Saori salió de la habitación y Seiya suspiró, para él levantarse era algo complicado pero cada día se sentía más fuerte, esa mañana el castaño pudo salir de la cama e ir al baño, se cambió de pijama y en su silla de ruedas fue hasta la terracita que estaba en ese mismo piso, el perro estuvo a su lado todo el tiempo y no le hizo ningún escándalo ni mucho menos.  Cuando Seiya llegó, Saori ya estaba allí, de pie admirando el sol que brillaba en el firmamento

- Huele delicioso – dijo el castaño con una sonrisa soñadora

- Mandé a preparar avena para ti, sé que no toleras muchas cosas aún pero tengo algo de fruta y cereal, espero que lo puedas comer y que no te haga daño – dijo Saori señalando la mesa y sonriéndole a su caballero e ignorando al perro que se sentó junto a la silla de Seiya

- Muchas gracias Saori, no tenías que molestarte

- No hemos tenido mucho tiempo a solas para hablar y he querido hablar contigo desde que despertaste

- Pasa algo Saori?, si es una molestia tenerme aquí… yo… puedo irme con mi hermana al orfanato, ella va a venir mañana, verdad?

- Si, Seika llega mañana pero no es de eso de lo que quería hablarte, y no… no es ninguna molestia tenerte aquí, Seiya… yo quería decirte que… - Saori puso su mano sobre la mano de Seiya y sintió como una corriente eléctrica emanó del castaño, el que retiró la mano y la pegó a su pecho

- Auch… qué fue eso? – Seiya acarició su mano y frunció el ceño

- No lo sé… pero no es importante, Seiya mírame… nos conocemos desde hace mucho tiempo, tú has sido mi protector y defensor, tú has sido mi caballero más fiel, has arriesgado tu vida por mí en incontables ocasiones, en mi vida han existido pocas constantes pero una de esas eres tu – Saori había decidido que no podía seguir dejando pasar los días, ella necesitaba que Seiya supiera lo que ella sentía por él

- Soy tu guerrero Saori, pelearía por ti hasta la muerte, con gusto daría mi vida por ti – dijo Seiya y lo dijo en serio, miró a su diosa cuando lo dijo y Saori sonrió

- No eres solo mi guerrero Seiya, tu eres la persona más importante de mi vida, tu representas muchas cosas para mí, tú eres… tú eres… - Saori estaba a punto de confesarle sus sentimientos a Seiya pero en ese momento el cielo se oscureció y una daga cayó en la mesa clavándose en la madera, justo en el lugar en donde la mano de Saori había estado segundos antes, Saori saltó asustada y vio caer del cielo a dos guerreros que usaban armaduras rojas con un emblema que Seiya no había visto antes

 

Seiya sintió como su corazón empezó a latir con fuerza y la imposibilidad de moverse lo angustiaba más que cualquier otra cosa, el no poder proteger a su Diosa fue demasiado para él porque intentó levantarse de la silla de ruedas pero se cayó de bruces al suelo cuando sus piernas no soportaron su peso

- Vaya… el caballero Pegaso… no nos dijeron las tan lamentables condiciones en las que te encontraríamos, pero no te preocupes, hemos venido a sacarte de tu miseria – dijo uno de los extraños guerreros

- Así es, pronto morirás al igual que la Diosa Atena – dijo el otro guerrero y de la nada en sus manos apareció un arco y una flecha, a simple vista parecían metálicas por su brillo, Saori dio un paso hacia atrás pero no tuvo que hacer nada más porque desde la casa sus cuatro guerreros divinos de bronce llegaron a su defensa

- Quiénes son y qué quieren? – fue el poderoso Fénix el que habló

- Somos ángeles del Olimpo y venimos a acabar con todos ustedes y también con la Diosa de la Tierra, el gran y poderoso Zeus lo ha ordenado

- Por qué? – la muchacha no podía creer lo que había escuchado

- Nosotros no preguntamos, solo obedecemos órdenes, si se rinden mostraremos misericordia y los mataremos pronto y sin dolor, resístanse y nos veremos obligados a acabar con ustedes de la manera más sanguinaria posible, debemos cumplir con nuestra misión pero no nos pusieron límites – esto dijo el guerrero del cielo con una sonrisa torcida

- Ya lo veremos… Puño fantasma!!! – el poderoso Fénix lanzó su ataque primero mientras Hyoga y Shun saltaron por los lados para rodearlos, Shun lanzó sus cadenas y los ató mientras Hyoga lanzó su ejecución aurora, Shyru permaneció de pie delante de Saori con los ojos bien abiertos, no vayan a haber otros enemigos escondidos, Seiya estaba en el suelo mirándolo todo con impotencia, él ni siquiera podía moverse y obviamente nadie había venido en su ayuda, solo el perro estaba de pie sobre él protegiéndolo entre sus patas, Seiya podía escuchar los leves gruñidos del animal y sintió poder, aquel no era un perro ordinario, a Seiya le dio gusto que por lo menos el perrito lo haya tomado en cuenta, sus amigos estaba ocupados bloqueando el paso hacia su diosa, Seiya entendía que proteger a Atena era lo que importaba

 

Los guerreros del cielo cayeron ante los ataques sincronizados de los caballeros divinos de Bronce y cual cristal explotaron en mil pedazos, cuando el peligro pasó Shyru ayudó a Seiya a sentarse en la silla de ruedas, Saori se agachó a verlo, en la caída el castaño se había roto el labio, Saori iba a tocarlo pero Seiya se hizo el quite

- No por favor, sé que tus intenciones son buenas pero tu cosmo me hace daño

- Cómo que mi cosmo te hace daño?

- Eso es lo que me dijo Hades hace algunos días, por favor… no me toques – Seiya sonaba avergonzado ante esta petición, hace no mucho el joven Pegaso habría dado la vida por una caricia de su Diosa pero ya había entendido que ella nunca lo amaría, ella a la final era una Diosa y él era un humano, un simple humano que no era merecedor de su amor

- No quiero dañarte Seiya – dijo Saori con dolor, a la joven se le rompió el corazón al ver que su amado caballero se hizo a un lado huyendo de su toque

- Lo sé, pero por la maldición que tengo no puedo recibir tu cosmo o tu poder, Hades dijo que choca con el suyo y explotan, por eso me puse tan mal el otro día, Hades dijo que si lo haces de nuevo puedo morir, entonces… por favor… no lo hagas

- Seiya… lo siento, no lo sabía

- No hay problema… mmmm… auch… - el castaño no lo pudo evitar y se llevó una mano al costado, en la caída se había golpeado y le dolía

- Ikky por favor, lleva a Seiya a su cuarto – dijo Saori volteándose para que sus caballeros no vieran sus lágrimas, esta situación era muy triste y desesperante, estaba perdiendo a Seiya y no podía hacer nada para evitarlo

- Claro mi señora

 

Ikky de Fénix cargó a Seiya que no opuso resistencia y lo llevó a la habitación, el perro los siguió y dejó a los otros tres caballeros en el patio, la mirada de Saori reflejaba una tristeza profunda, Hades estaba interviniendo entre ella y Seiya, el castaño no se daba cuenta pero ella sí… ella sí…

 

Ya en la habitación Seiya se quedó dormido casi inmediatamente, el perro no le gruñó a Ikky pero se acomodó protectoramente junto a Seiya en la cama, el poderoso Fénix solo arqueó una ceja y salió de la habitación, apenas la puerta se cerró Hades se materializó en la habitación, el perro se bajó de la cama y se fue a uno de los rincones luego de recibir una caricia de su amo, Hades se sentó junto a Seiya y le acarició la mejilla, el castaño abrió los ojos y sonrió al ver a Hades a su lado

- Te mandé al can para que te cuide, mira nada más… qué pasó? – Preguntó Hades rosando suavemente el labio de Seiya, el castaño hizo una mueca de dolor y suspiró al contestar:

- Llegaron de improviso unos guerreros del cielo y nos atacaron, yo estaba desayunando con Saori pero al tratar de levantarme me caí de la silla de ruedas y me golpeé, no es nada – explicó Seiya y lució triste por el hecho de que no pudo hacer nada cuando su diosa lo necesitaba, eso de sentirse inútil estaba matando a Seiya poco a poco y lentamente, él era un guerrero y solo había traído problemas a su Diosa, no era justo que ella lo protegiera a él, era su deber protegerla a ella y el no poder hacerlo hería su ego

- Si es algo, quédate quieto – dijo Hades y volvió a pasar su pulgar por el labio de Seiya, la herida se cerró inmediatamente y el dolor desapareció, Hades sonrió y dijo: - Listo… cómo lo sientes?

- Bien, ya no me duele

- Bueno… eso hay que probarlo

 

Hades se agachó suavemente y Seiya se quedó quieto en la cama, el joven castaño vio en cámara lenta como Hades se acercaba, lo vio cerrar los ojos e instintivamente cerró los suyos para luego sentir el suave roce de los labios del Dios con los suyos, nunca… Seiya nunca había sido besado y este beso le nubló los sentidos, el castaño sintió mariposas en su estómago y sintió como si flotara entre nubes.  Hades acarició su mejilla con el pulgar y movió los labios, Seiya no sabía cómo corresponder y entre besos abrió la boca lo que aprovechó Hades para introducir su lengua en busca de la lengua de Seiya para masajearla deliciosamente

 

Seiya se sentía perdido y se dejó hacer y besar, Hades lo abrazó posesivamente y prácticamente lo incorporó sentándolo  en la cama para poder besarlo de mejor manera, el mayor se sorprendió gratamente porque Seiya posó las manos en su pecho pero no lo estaba empujando, lo estaba tocando nada más, Hades si acarició la espalda del muchacho con propiedad, subía y bajaba las manos suavemente recorriéndolo todo, finalmente cuando el beso se rompió Hades juntó su frente con la frente de Seiya y le acarició la mejilla con el pulgar nuevamente

- Yo creo… que tu labio está curado – dijo el Dios en un susurro, era un momento muy íntimo que estaban compartiendo, todo esto era muy nuevo para Seiya que se sentía emocionado y asustado a la vez

- Ajá… - respondió tontamente Seiya mirando a Hades a los ojos, el castaño estaba algo ruborizado y tenía la respiración agitada

- Te dejo descansar, no alejes al perrito de ti y nos vemos en la noche pequeño, dulces sueños – Hades se acercó nuevamente y lo besó en los labios una vez más, ese fue un beso corto pero profundo, el mayor se puso de pie y desapareció de la habitación, Seiya se quedó estático por un par de minutos, luego pasó sus dedos por sus labios y se dejó caer en la cama con una sonrisa maravillosa en el rostro

 

Notas finales:

El capítulo me quedó un poco largo pero no lo podía cortar a la mitad, pero... y ahora???

Ese primer beso lo pone todo en moción, qué dirá Atena cuando se entere?, qué hará ahora Hades para ganarse a Seiya?, qué propósito tiene ese anillo?, qué otro plan tiene Hades al haber dejado a Cervero con Seiya? (Si... el perro es cerbero)

No se pueden perder el capítulo que viene y se llama: "Vientos de Guerra"

Nos vemos el miércoles, muchas gracias por leer, saludos, bye


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