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Una noche trae unas lindas consecuencias (Pausada) por alice san

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Notas del capitulo:

Y se preguntaran que hace esta tipa subiendo cap.

La verdad ni yo lo se, me dieron muchas ganas de escribir algo y pues andaba medio estresada asi que escribir me relaja. 

PD: Me paso algo horrible, no se si dieron cuenta pero me plagearon el fic D: creanme que si no me avisaban no me daba cuenta.

Hasta la fecha no he dado ninguna autorizacion.

Las o los que sean escritores de fics supongo que han de saber lo feo que es. Asi que si ya vieron un fic en alguna parte preguntenle al autor si lo autorizo.

Bueno mejor dejo mis dramas.

Muchas gracias por leer 

Había pasado tan solo un año desde que el mayor de sus hijos se había ido de la casa, no es que estuviera molesto pero… ¡Quien lo mandaba a andar embarazando a su primer novio!... Ritsu desde hacía mucho tiempo que se quejaba de esto, claro que los hijos en algún momento tiene que irse, pero no tan pronto, solo había pasado 17 años con su bebe mayor. Porque si, para Ritsu sus hijos siempre serían unos bebes.

-          Y por eso no debes de dejar a tu madre pronto ¿Entendido? – hablaba el oji-verde mientras le daba el biberón al pequeño bebe de cabello negro y ojitos azules.

Él bebe estaba tan concentrado en su labor que no le había prestado ni la más mínima intención a su abuelito, lo único que le importaba era erradicar su hambre.

-          Perdón por dejarle al bebe – decía Izumi saliendo de la cocina mientras iba hacia Ritsu y su hijo.

-          No hay problema, ya me acostumbre – contestó el castaño.

“Ya que tuvo cinco bebes supongo que sí” pensó Izumi, no imaginándose con esa cantidad de hijos, aunque su novio pensaba diferente.

Izumi tomo a su bebe en brazos, el castaño no pudo evitar pensar “un niño cargando a un bebe”. Por más que no quisieron verlo era así,  Izumi a pesar de tener casi recién cumplidos los diecinueve años de edad podía hacerse pasar fácilmente por un jovencito de dieciséis tal vez quince.

Pero que importaba si el amor de madre se notaba a simple vista.

Y así con las galletas en el horno, la comida cocinándose Izumi se dio el tiempo de jugar con su bebe – quien se durmió después de un tiempo – y hablar con su “suegro”.

Ese día era el primer cumpleaños de su bebe.

-          No puedo creer que ya haya pasado un año – soltó Izumi de repente.

-          Ni yo – Yokozawa quien se había quedado en la cocina vigilando la comida hizo acto de presencia en la estancia – pero así son las cosas, un día tienes a un bebe y al siguiente este ya te hizo abuelo.

Izumi bajo la cabeza avergonzado. Ritsu soltó una risita. Nadie estaba verdaderamente molesto por lo que hizo ese par, pero aun así les encantaba recriminarles de vez en cuando, era divertido de cierta manera.

-          Por cierto, hace un rato le envié un mensaje a tu padre para que fuera por el pastel a la hora acordada – dijo Yokozawa.

-          De acuerdo – contesto el menor con una sonrisa, mientras se le ocurría una gran idea o tal vez pésima, tomo su celular y mando un mensaje de texto.

Haruhi, podrías pasar por el pastel.

……..

Y así es como se remota a la siguiente situación.

Kirishima se encontraba en la pastelería indicada, a la hora indicada. Se encontraba feliz por el cumpleaños de su adorable nieto.

Ambas familias habían acordado hacer una pequeña celebración por la tarde en casa de la reciente formada familia.

Le agradaba la idea de ver a su hijo y nieto. Claro que los visitaba frecuentemente pero no era lo mismo, antes veía a su hijo todos los días, le era difícil acostumbrarse a ya no tenerlo con el.

Lo único que no le gustaba era ver la cara del bastardo pervertido que tenía como pareja su hijo. Si, aun no lo superaba, nunca se iban a llevar bien, cosa que sabía entristecía mucho a su osito pero no podía controlar sus sentimientos asesinos.

-          Buenas tardes kirishima-san

“El universo me odia” pensó kirishima al escuchar aquella molesta voz.

-          Lo eran hasta que llegaste – alegó con el ceño fruncido al ver a su “yerno no reconocido”

-          No sabía que iba a estar aquí, de haberlo hecho no hubiera venido – hablo en el mismo tono – Izumi me encargo que viniera por el pastel.

-          Pues a mi ya me habían encomendado esa tarea antes que a ti.

-          A lo mejor no confían en usted.

-          ¿y en ti si?

-          Usted solo está molesto porque Izumi me ama más a mí.

-          Estas equivocado, si tuviera que decidir estoy seguro de que me elegiría a mi.

-          Entonces si tanto lo quiere porque no dudo en venirse a vivir conmigo.

-          Solo fue por él bebe…

-          Aquí está su orden – dijo la encargada sacando un pastel demasiado grande como para poder terminárselo. Ambos dejaron de discutir sobre a quien quería más Izumi.

Siempre era lo mismo, pelaban por el cariño de Izumi y Makoto.

Ahora ambos miraron el pastel, y luego se miraron a los ojos.

-          Me lo llevare yo.

-          No, yo me lo llevare.

-          Izumi me dijo a mí.

-          Mi esposo me dijo a mí.

-          No me importa, yo me lo llevo.

-          Dije que lo hare yo.

-          Se hace tarde.

-          Pues yo no me voy de aquí sin eso.

“Por favor trata de llevarte bien con mi papá” aquellas palabras hacían eco en la cabeza de Haruhi, decidió hacerle caso a Izumi por esa vez.

-          Usted lléveselo – kirishima se sorprendió, ¿había ganado? Claro que no, de seguro el quería quedar bien con su hijo.

-          No, llévatelo tú.

“¿Por qué me pasa esto a mí?” pensó el de cabellos negros.

-          Okey, yo tengo que ir a casa por mis hermanos así que me seria de mucha ayuda que usted llevara el pastel.

Kirishima lo pensó mejor ¡Estaba actuando como un inmaduro! Lo mejor sería dejar de pelear y aceptar, otro día podría discutir a gusto con el “bastardo” pero en ese momento no tenía tiempo.

-          Tu ganas por esta vez – acto seguido kirishima subió el pastel a su camioneta.

Haruhi suspiro, mientras subía a su auto. Ambos podían actuar como las personas más maduras y rectas del mundo pero cuando se encontraban se convertían en niños de cinco años que pelaban por un juguete. Pero ahí no había un juguete de por medio, sino dos personas que ambos amaban a su manera. Solo esperaba que su relación mejorara antes de que su hijo fuera lo suficientemente consciente.

......

Takano estaba prácticamente muriéndose, postrado en la cama, “bendiciendo” al mundo por “amarlo tanto”, porque justamente ese día le había dado un resfriado. Actualmente se encontraba en cuarentena en su propia habitación, su “lindo y tierno” esposo le había ordenado de la forma más “amable” que no saliera de allí pues podría contagiar a los gemelos o a Hisui, los primeros por ser demasiado pequeños y el último por tener bajas defensas.

-          Papi – entro Hana a la habitación con un poco de sopa para Takano, la menor sentía pena por su padre, este había decidido no ir con ellos a casa de Haruhi debido a lo mal que se sentía y el temor de contagiar a media humanidad.

Hana no tenía miedo de contagiarse, si de algo podía presumir era de sus buenas defensas, algo positivo de siempre haberle tenido miedo a su madre como para obedecerle en todo, hasta en acabarse las verduras de su comida y tomar vitaminas, cosa que Hisui siempre ignoro y Haruhi no cumplió del todo.

-          Gracias – contestó el mayor comenzando a comer, alegrándose tener tan buena hija.

Pero Hana tenía algo en mente.

-          De nada, papi – Hana sonrió inocentemente, Takano nunca dejaría de verla como su pequeña.

El mayor siguió se distrajo con la comida, Hana aprovecho el momento mientras dejaba una cámara encendida escondida en la cómoda.

-          ¿Necesitas algo más antes de que me vaya? Haruhi dijo que vendría por nosotros – preguntó antes de salir de la habitación.

-          No, solo seguiré durmiendo – dijo terminando de comer.

-          Mami fue muy cruel al dejarte encerrado aquí – comentó Hana ligeramente molesta.

-          No estoy encerrado, puedo salir de la habitación si quiero.

-          Pero no sales porque mami te dijo que no lo hicieras.

-          No es por eso, solo que no quiero contagiar a los niños.

-          Si claro – Hana fue hasta su padre y le dio un abrazo, ya no se notaba tan enfermo – adiós papá nos vemos más tarde.

-          De acuerdo, cuídate y a tus hermanos también.

-          No te preocupes.

Seguidamente Hana salió de la habitación feliz de haber logrado su objetivo, ahora solo le faltaba hacer que sus papis tuvieran sexo esa misma noche, agregando un video nuevo a su colección.

-          ¿Dónde está papi? – pregunto Haku sonrojado a su hermana.

-          Está durmiendo, aún sigue enfermo – contestó al ver la preocupación del menor “A veces pienso que está enamorado de papi”

-          Me quiero quedar con papi – pidió Haku.

-          No – respondió con el ceño fruncido Hiromi – tu mío – en respuesta el menor de los castaños se sonrojo aún más.

“¡SI, YAOI INSESTO!” celebraba Hana con estrellitas en los ojos.

La aparición de Haruhi le trajo de vuelta a la realidad, sacándola del mundo del yaoi, corrió a abrazarlo pues hace mucho tiempo que no lo veía, últimamente solo visitaba a Izumi y al bebe saliendo de la escuela, él bebe estaba creciendo tan lindo. Tenía entendido que su hermano pasaba poco tiempo en su casa a causa del trabajo.

Solo esperaba que estuviera siendo buen papi y un muy, pero muy buen esposo (ósea que se violara a Izumi)

-          Espérenme un momento. Voy a ver a papá – dijo encaminándose a la habitación del sus padres.

Entro al cuarto encontrándose con su padre tirado en la cama. Hacia algo de tiempo que no le veía, tampoco a su mamá. Se le hacía raro ver a su padre recostado en la cama, él siempre había gozado de buena salud, debió de haber hecho algo muy malo como para enfermarse.

-          Era fin de ciclo y tuve sexo salvaje con tu madre en el baño solo eso – respondió Takano a la pregunta de su hijo, Haruhi juro nunca volver a preguntarle algo a su padre, cada vez que lo hacía no podía volver a ver a su mamá de la misma forma.

-          ¿Y se siente mejor hacerlo ahí? – volvió a preguntar al no aguantarse la curiosidad.

-          Ni el peor refriado me haría arrepentirme – contesto sonriendo.

Claro que Haruhi sabía que hacerlo en lugares diferentes era mucho mejor.

Después de todo había concebido a su hijo en baño de un aeropuerto.

¿Continuara? 

Notas finales:

Gracias por leer

Me cuesta escribir por el tiempo pero si acabare el especial.

Los quiero mucho <3 

PD: Ya vieron super lovers, esta muy lindo, creo que se me nota un poco que me gusta el shota XD, cada vez estoy peor :c


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