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El deseo de Key por Miickii

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Notas del capitulo:

nuevo capi...

New York

Un auto negro se estacionó al frente del gran edificio, de el bajaron 2 hombres vestidos totalmente del mismo color y se apresuraron a entrar.

Llegaron al penthouse, los custodios en turno que estaban parados en la gran puerta los reconocieron y dejaron entrar sin ningún inconveniente.

-¿Donde se encuentra el Sr?- le preguntó uno de ellos a una de las empleadas que pasaba por el living.

-E-en su estudio- respondió algo nerviosa la joven ya que el aspecto de ambos hombres era intimidante.

Inmediatamente se dirigieron a ese lugar, no se molestaron en tocar la puerta, ya que sabían que el asunto a tratar con su amo era de extrema importancia.

El hombre estaba sentado en su escritorio revisando algunos papeles. Aunque siempre tenía la misma expresión en su rostro, este también reflejaba dolor, uno muy profundo que se incrustó en su alma hacia tantos años y era casi imposible de sanar.

Cualquiera que lo viera pensaría que era demasiado joven para cargar con un dolor de tal magnitud, ya que no aparentaba más de treinta años, pero las apariencias engañan.

-Mi Sr.- hablo uno de los hombres que acababan de entrar. No dio a su amo tiempo de siquiera hablar- usted tenía razón. El Príncipe, el... logró escapar de la muerte y logró reencarnar. Lo hemos encontrado.

"El Príncipe, el... logró escapar de la muerte y logró reencarnar. Lo hemos encontrado. El Príncipe, el... logró escapar de la muerte y logró reencarnar. Lo hemos encontrado."- esas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza. Demasiados años esperando escucharlas, que ya había perdido la esperanza. Creyó que sus oídos lo engañaban, que ellos conocían su inmenso dolor y querían de alguna forma hacer que probara tan sólo un mísero bocado de esa felicidad que hacía tantos años no degustaba.

Por eso no reaccionó, creyó que todo era una cruel ilusión de un subconsciente atormentado. No, el más jamás podría recuperar a su amado hijo, los años intentando, buscando, esperando... se habían encargado de hacer añicos sus ilusiones y esperanzas.

Vio hacia donde se encontraban los hombres como si no estuviesen allí... y bajó cabeza para seguir con sus asuntos.

-Mi Sr. ¿ha escuchado? El Príncipe vive, y sabemos donde está.

-¿¡MI HIJO VIVE!? ¿DÓNDE? ¿DÓNDE ESTÁ EL?- se oyeron los gritos de una voz femenina que venía entrando al estudio, detrás de ella un chico totalmente hermoso de aspecto angelical.

Ambos hombres voltearon a verla y se inclinaron al saber de quien se trataba.

-Mi reina... si lo hemos encontrado- hablo el mismo hombre.

-¿Y bien? ¿donde esta? ¡quiero verlo- dijo la mujer alterada. Sentía lo mismo que su esposo, sólo que ella jamás perdió la esperanza de encontrarlo, su instinto materno le decía que el estaría bien y  pronto volvería a sus brazos.

Al chico que la acompañaba se le iluminaron los ojos y su expresión cambió a total felicidad. Lo habían encontrado... ¡por fin! No podía estar más feliz.

-Lo siento...- dijo agachando la mirada- pero eso no será posible por los momentos. La memoria de príncipe ha sido borrada. Todos los recuerdos que posee son de su nueva vida.

La reina y el chico se entristecieron, todavía faltaba algún tiempo para tenerlo junto a ellos.

-Por los momentos es mejor así- por fin hablo el hombre sentado en el escritorio- de ese modo no podrán encontrarlo.

Se levantó de su lugar y salió de allí sin mirar a nadie. Los hombres se reverenciaron a los presentes y también salieron, quedando sólo dos personas ahí.

A la reina se le formó una sonrisa deslumbrante en los labios, miró al chico y ambos se dieron un abrazo.

-No lo puedo creer, después de tanto tiempo volverá a estar con nosotros, y podrán retomar su hermoso noviazgo- dijo ella en el abrazo.

Ese chico era o es el prometido del príncipe, ambos se amaban con locura, era un amor tan puro que el príncipe se sacrificó para salvarlo.

Cuando ocurrió la tragedia, la reina casi murió de dolor, pero como ambos compartían el mismo sentimiento, se refugiaron en los brazos del otro para poder sobrellevarlo.

Los años fueron pasando y ellos no se separaban por nada, la reina cada vez se convencía del intenso y profundo amor que el joven le profesaba a su hijo, y soñaba con por fin verlos felizmente casados.

(•.~) Seúl, Corea

-¡Oh por dios...! Tu departamento es precioso- dijo Gwiboon entrando al living seguida de Minho. La verdad no se esperaba que el moreno tendría tan excelente gusto para la decoración. Era moderno, masculino y juvenil, todo lo contrario del suyo que era tan... tan... bueno... tan él. También tenía el increíblemente delicioso aroma de Minho que inundó sus fosas nasales a penas entró.

-Siéntete como en tu casa- apenas dijo eso se arrepintió. Gwiboon comenzó a correr de aquí para allá inspeccionando el departamento hasta el más mínimo detalle.

La rubia no podía perder esa oportunidad, no sabía si volvería a entrar allí, así que quiso tomar todos los detalles posibles. Se vio tentada a sacar su celular y comenzar a tomar fotos de todo, pero se contuvo.

-¿Que haces?- preguntó Minho.

-Pues... reconozco el lugar- lo miró y le sonrío.

A Minho casi se le cae la baba al verla sonreír y decidió dejar que hiciese lo que se le viniera en gana.

Gwiboon agarraba y tocaba todo, iba de aquí para allá. De pronto abrió la puerta del armario que el moreno utilizaba para guardar los abrigos, se metió en este y cerró las puertas. Comenzó a abrazar y olfatiar todas las prendas que estaban allí. Se sentía tan feliz estando allí, en el departamento de Minho, no quería que ese momento terminase.

Minho la miró entrar y encerrarse en el armario, pero en lugar de parecerle totalmente raro, lo vio como tierno e inocente.

Después de un rato salió de allí y siguió con su exploración, se sentó en uno de los muebles y abrazó los cojines recostandose allí. Era divertido observarla, parecía una niña pequeña.

El teléfono de Minho sonó, lo sacó de su bolsillo y vio que la pantalla marcaba Victoria, automáticamente observó a Gwiboon que estaba totalmente absorta en su mundo y sigilosamente salió a la terraza para contestar.

-Aló- dijo seco.

-¡Hola amor! ¿como estas? Te he extrañado- como siempre Victoria tan emocionada.

-Si... estoy bien- lo último que quería en ese momento era hablar con ella. Victoria no le hizo caso al tono del moreno, ella sabía perfectamente el no era para nada sentimental.

-Ok. Sólo llamo para decirte que ya encontré el vestido perfecto para mañana, y te espero en mi casa a la hora acordada. Bye... te amo, besos- y colgó. Minho rodó los ojos, no quería ir con Victoria al baile, pero no tenía de otra, ya se había comprometido.

Entro al departamento y no vio a la rubia, la busco por todas partes y nada, el último lugar que quedaba por revisar era su habitación. Se alarmó al instante, ahí había cosas que ella no podía ver.

Efectivamente, estaba allí, sentada en la orilla de su cama observando lo que parecía ser una foto detenidamente. Pasó con cuidado y se sentó a su lado, observando la foto también.

Era una foto donde salía con todos sus compañeros de escuela. Gwiboon alzo la cabeza y observó a Minho.

-Que linda foto- sonrió con ternura- sales muy apuesto- se sonrojo un poco por su comentario- ¿quien es el?- le preguntó de la nada señalando un niño de la foto. Minho observó dónde señalaba y se sorprendió al ver.

-Su nombre es Kibum, y ha sido mi compañero de clase desde los 10 años. El esta en nuestro salón, sólo que no ha ido porque tiene reposo por enfermedad- respondió simple.

-¿Es tu amigo?- Minho no entendía a que venía tantas preguntas sobre Kibum. 
-No. Digo... somos personas totalmente distintas sin nada que nos vincule, así que no podríamos serlo- Gwiboon se enfadó, ambos sabían que esa no era la verdadera razón, pero ya que estaba allí le sacaría la información a Minho. Sonrió maliciosa.

-Si te gustarán los chicos... ¿te fijarias en el?- a Minho eso le cayó como un balde de agua fría, se puso rojo y comenzó a sudar ligeramente- vamos, responde- ella no se iría de ahí sin conocer la respuesta.

Minho se paró inmediatamente de la cama y comenzó a caminar nervioso por la habitación con la mirada de la rubia observandolo detenidamente.

-No me gustan los chicos, y nunca lo harán- se pasó una mano por el cabello- además... dos hombres jamás podrían formar una familia juntos.

-¿A que te refieres?.

-Un hombre no podría darme hijos propios- la rubia abrió la boca en señal de impresión, esa era la razón. Ella/él lo entendía, pues también quería formar una familia propia, y no podía quitarle eso a Minho; el no podía darle hijos siendo un chico.

Gwiboon ahora si estaba completamente entristecida, no podía culpar a Minho de eso.

-Debo irme- dijo dejando la foto a un lado y levantándose de la cama, paso al lado de Minho quien reaccionó deteniendola.

-No... aún no hemos hablado- a Gwiboon ya comenzaban a brotarle lágrimas, no quería verlo a los ojos, y si hablaba seguro su voz se quebraria. Tampoco podía explicarle a Minho el por que de su estado- no quiero que te vayas- la giró para así observarla y la vio llorar, se le partió el corazón.

Ella de pronto se abrazó fuerte a el, tomandolo por sorpresa, pero afianzó el abrazo poniendo sus brazos al rededor de su cintura.

-Por favor... no me dejes- dijo ella con el rostro escondido en el amplio pecho de Minho. Ya había comenzado a sollozar.

-Jamás lo haría- hundió su nariz en el cabello de la rubia y aspiró su delicioso aroma, después comenzó a repartir delicados besos por toda la coronilla. La separó del abrazo colocandola al frente, beso su frente, bajo a su linda nariz dejando un beso allí también, y por último... su lugar favorito, el precioso corazoncito de la rubia, lo rozó con sus labios- te quiero- susurro para después dar un pequeño beso.

Gwiboon sintió como algo en su interior explotaba, olvidó por un instante el dolor y se dejó arrastrar por esas deliciosas sensaciones que Minho provocaba en su cuerpo.

Con esa nueva revelación... sabía que ellos jamás podrían estar juntos, así que aprovecharía al máximo esos pocos días para poder atesorarlos para siempre.

El amaba a Minho y sólo quería que fuese feliz.

Notas finales:

para los proximos caps estare incluyendo a los demas personajes.


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