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El deseo de Key por Miickii

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Notas del capitulo:

en un rarito subo el otro capi.

POV de Jiyong

Podría decirse que me consideraba un chico feliz, tengo una buena vida, padres que me aman con el alma, y aunque sus trabajos le exigen el 99% de su tiempo, siempre encuentran la forma de pasar tiempo conmigo compartiendo como una verdadera familia. 

También tengo una excelente educación, estudio en uno de los mejores institutos de Seúl.

Todavía recuerdo cuando me llegó la carta de admisión, estaba realmente feliz... hasta que vi aquel uniforme- chan... chan... chan~-. Yo me considero un amante de la moda, pero estoy seguro de que esa cosa espantaria hasta las momias. Se me forma una mueca de total asco de sólo recordarlo.

La primera que puse un pie ahí, quede sorprendido con la infraestructura, era inmenso, lo tenía absolutamente todo... sólo había algo que no cuadraba: el aura de los estudiantes, parecían zombies caminantes, no tenían motivación, felicidad, sólo salían de una clase a otra, hablaban con otras personas sólo de tareas, examenes y proyectos, los recreos eran silenciosos. No se como serán esos lugares, pero esto parecía una especie de templo budista combinado con un convento y un seminario de sacerdotes.

No culpaba a los demás estudiantes, este uniforme robaba el alma de todos los jóvenes allí. Por el llegué a odiar al negro, blanco y gris.

Entendí por que tenía tanta fama este lugar; en esa clase de ambiente donde los jóvenes no actuaban como tal y sólo tenían tiempo para estudiar... no dudaba de los altos índices académicos, y que si lograbas graduarte allí, tenías la entrada segura a cualquier universidad que quisieras. El sueño de todo padre para su hijo; un futuro exitoso.

Tampoco permitían ningún tipo de aparato electrónico, sólo si eran necesarios para las clases.

Entre a mi salón correspondiente y sólo el profesor me prestó atención, los demás estaban inmersos en sus libros. Ocupe mi asiento y se oía la voz del profesor y el tic tac del reloj, aparte de eso absoluto silencio.

La hora de descanso llegó, y no sabía que hacer, nadie me prestaba atención y tenía miedo de acercarme a los demás. ¿Que si exagero? JÁ, créanme que no. Tenía unas ganas inmensas de irme corriendo de allí y regresar a mi vieja escuela con mis compañeros y amigos normales.

Caminando sin rumbo fijo por los pasillos, llegué al que parecía ser el comedor, no me sorprendí, ya había asimilado que todo en ese lugar era inmenso y lujoso. No tenía hambre, sólo caminaba viendo a los demás sentados, comían sin ganas a pesar que la comida se veía realmente deliciosa. Llegue a una zona del extremo del lugar, junto a unos grandes ventanales que daban una preciosa vista al campus, sonreí al verlo.

Seguí caminando hasta que vi una mesa con 3 chicos en ella; dos chicos y una chica. Uno de ellos me miró y sonrió, después con la mano me señaló que me acercara y lo hice, con algo de nerviosismo.

-Hola...- dije tímido pero seguro ya en la mesa.

Los otros dos chicos me observaron sin ninguna expresión. El chico gato que me sonrió, se levantó de su asiento y me extendió la mano.

-Hola... soy Kim Kibum- le correspondí el saludo- veo que no eres unos de los robots programados por la legión de vampiros roba almas... o en su defecto, "directivos del instituto"- sonreí ampliamente al escuchar eso, oficialmente me agradaba ese chico.

-Soy Kwon Jiyong, y es mi primer día- deshicimos el saludo.

-Ya veo... por eso han tenido tiempo de llevarte a su laboratorio malvado para despojarte de tu identidad, vitalidad y felicidad, convertirte en uno de ellos e insertarte el chip de "sólo quiero estudiar y ser un amargado"- volvió a ocupar su puesto y señaló uno vacío- por favor acompañamos- y así lo hice- ¿también vas en 2do?- asenti.

-Pero... ¿por que ustedes no son como los demás?- tenía la curiosidad.

-Porque al parecer la única inmunidad contra ellos es tener auténtico amor por la moda. Así fue como logré salvar a Taemin- señaló al chico con rasgos finos como de chica quien lo asesinó con la mirada- y a Yoonah Noona- señaló a la chica pelinegra bastante bonita.

-No le hagas caso a Key- dijo Taemin voltendose a mirarme- el vive en un planeta muy lejano al nuestro, y siempre le da rienda suelta a su imaginación suponiendo cosas totalmente absurdas sobre hechos que son perfectamente explicables utilizando un poco de lógica. Por cierto... Soy Lee Taemin, gusto en conocerte. También soy de 2do- ambos hicimos una pequeña venía.

-No le hagas caso a Tae- contraatacó Kibum- por lo visto el es un infiltrado de ellos que fue enviado a descubrir nuestro punto débil para así poder convertirnos- Taemin rodó los ojos y yo reí. Aunque la teórica de Kibum por muy fantástica e irreal, me parecía la más acertada.

-Ya calmense ustedes dos- habló la chica enfadada- ¿no pueden dejar de pelear un sólo segundo?- ambos se miraron feo y sacaron la lengua- Jiyong-ah, soy Im Yoonah y voy en 3ro, también es un gusto conocerte.

Ese día me hice amigos de ellos, y la verdad me divertía bastante, Key (como me dijo que le llamase) era un chico demasiado hiperactivo, inteligente y con una personalidad bastante colorida (a pesar del uniforme XD) y dramática que siempre andaba armando berrinche porque no le gustaba nada el uniforme.

-AHHHHHHHH... dioses de la moda... POR FAVOR PERDONEN ÉSTE SACRILEGIO- un muy dramático Key arrodillado y mirando al cielo- se que soy demasiado fabuloso para usar esta cosa,  pero esos seres malignos no me dan opción.

Ese tipo de escenas ya eran totalmente normal de Key. Encontramos un lugar en el campus al que nadie iba y allí nos reuníamos siempre que teníamos tiempo libre. Podíamos hablar, reír y hacer todo lo que quisiéramos tranquilamente. Eramos el 'Club De Los Inmunes' según Key. Yoonah Noona y yo siempre le seguíamos la corriente porque era divertido, en cambio a Taemin le costaba, pero lo convenciamos.

Para mi el instituto con ellos se convirtió en uno de mis lugares favoritos, a pesar de lo demás.

Pero nunca, ni en mis más locos sueños... pude imaginar lo que vino después... ahí supe que si a Key le diese la gana podría dominar al mundo XD.

-Los he reunido aquí hoy para tratar un asunto de extrema importancia- hablo Key con total seriedad parado en frente de nosotros que estábamos sentados en el césped mirándolo- como saben... nosotros formamos parte de la resistencia- se quedó pensativo- bueno... somos los únicos- sonreí- pero el asunto, es que no debemos someternos más a sus absurdas reglas de hace 300 años. ¡ODIAMOS ESTE UNIFORME, ODIAMOS QUE NOS OBLIGUEN A USARLO, ODIAMOS TENER QUE VENIR AQUI 5 DÍAS Y VER A NUESTROS COMPAÑEROS SIN ALMAS DEAMBULAR SIN RUMBO FIJO, ODIAMOS QUE LOS PROFESORES NOS USEN COMO MARIONETAS, ODIAMOS QUE LOS DIRECTIVOS TENGAN EL ABSOLUTO CONTROL SOBRE NOSOTROS Y SE REGOCIJEN EN LA FAMA Y EL BUEN NOMBRE QUE LE HAN CONSEGUIDO A ESTE LUGAR TRAVÉS DE NOSOTROS, OBLIGANDONOS A ESTUDIAR PARA OBTENER SIEMPRE EXCELENTES NOTAS Y UN ÍNDICE ACADÉMICO SUPERIOR AL DE CUALQUIER OTRO RESINTO DE ESTUDIO EN TODO EL PAÍS!. ASI QUE LES PROPONGO REVELARNOS CONTRA ESTE RÉGIMEN DICTATORIAL AL QUE NOS TIENEN SUMIDOS CONTRA NUESTRA VOLUNTAD. YA ES TIEMPO DE ALZAR NUESTRAS VOCES, DE EXPRESARNOS Y... ¡DERROCARLOS!- Key llevo su puño y mirada al cielo, no dijo nada más, estaba recuperando el aliento después del discurso.

Noona y yo nos miramos sin decidir nada, después sentimos que Taemin empezó a reír como loco y rodar por todo el lugar. Se paró y miró a Key. Me preguntaba si en verdad Kibum hablaba en serio.

-¿A caso estas mal de la cabeza? Nada de lo que has dicho tiene el más mínimo sentido ¡es una completa locura! Y nos meteremos en grandes problemas si lo intentamos. Pero... te apoyo- todos nos quedamos en shock al escuchar eso de Taemin, al parecer si hablaba en serio, y claro que formaría parte, Noona me sonrió. Después reaccionamos y comenzamos una celebración.

Con eso creí que Key estaba realmente convencido de su teoría sobre los robots sin almas. Todo era una total locura, pero unidos lo lograriamos.

¿Que pasó después?. Al día siguiente fuimos al instituto con ropa 'normal', porque si, ese uniforme era anormal. Entramos los 4 juntos y todos se nos quedaban viendo con la boca abierta y negando con la cabeza, pero no nos intimidamos, caminamos con la cabeza y el orgullo bien altos. Muchos sonreían y nos daban señales de apoyo; al parecer estábamos logrando un avance.

-Sr Kwon ¿que pretende al entrar a clase vestido de esa manera?- preguntó mi profesor al verme. Por un segundo me volví gelatina, pero rápidamente me calme.

-Lo siento profesor, pero odio ese uniforme y no pienso volver a usarlo. Desde hoy vendré vestido como yo quiera- Sonreí amplio. Todos mis compañeros me observaron anonadados, al profesor se le coloreo el rostro de rojo.

-A la oficina del director ahora mismo- me dijo furioso. Aviso a la clase y ambos salimos rumbo a dirección.

Como lo supuse, los demás ya estaban allí. Nos indicaron que esperaramos mientras los profesores hablan con el director. Estábamos en total silencio, sólo nos mirábamos y sonreiamos.

La verdad que todo era de lo más emocionante, estábamos a unos momentos de ocasionar una revolución estudiantil... y todo por un uniforme. Créame, era una razón más que justificable.

Los profesores salieron con expresión de satisfacción en el rostro. La secretaria nos indicó que entraramos a la oficina, y así lo hicimos, respirando hondo en cada momento.

El director intentó hablar, pero fue callado inmediatamente por Key que comenzó a recitar un increíble discurso acerca de nuestros derechos, el individualismo, la libertad de expresión, el porqué no deberíamos utilizar uniforme y la tiranía represista a la cual nos tenía sometidos.

El director hacía el amago de hablar pero siempre lo callabamos interviniendo. Estamos realmente inspirados y motivados.

De pronto Key saca de su mochila un megáfono y nos indica salir. Comenzamos al correr por los pasillos de los salones mientras íbamos hablando

por el megáfono, incitando a los demás estudiantes a salir y unirsenos. Muchos salían y nos acompañaban, mientras otros se quedaban en los salones. Los profesores desorientados iban a la dirección a pedir explicaciones.

En media hora ya teníamos a casi todo el instituto de nuestro lado; nadie quería el uniforme.

No es que éramos rebeldes o algo así, pero siendo sinceros, por la vía diplomática jamás hubiésemos logrado nada.

Estábamos en frente de las oficinas de los directivos y profesores, donde se encontraban discutiendo la situación. Obviamente no darían su brazo a torcer, pero nosotros tampoco.

La hora de salida llegó sin ningún tipo de acuerdo.

Las autoridades del instituto mandaron un correo electrónico masivo a todos nuestros padres explicándoles de forma bastante detallada los hechos concurridos en el día hoy, y que requerían su presencia obligatoria en la tarde de mañana. Nos acusaron de anarquistas y demás. Eso ya era una formal declaración de guerra, y con gusto aceptariamos.

Mis papas esa noche me llamaron al salón, pero no me alarme.

-Kwon Jiyong, ¿nos podrias explicar esto?- hablo mi padre mostrándome la carta impresa- aquí dice que fuiste uno de los iniciadores de la rebelión- mis padres se veían enojados, jamás se esperarían algo así de mi, pero era por una buena causa.

-Por favor, tomen asiento y les explicaré todo- ambos se observaron y accedieron. Eran personas receptivas y comprensibas, así que sabía que me apoyarían.

-Verán... es cierto que participé en esta revolución- mi padre frunció el ceño- pero por una buena causa. No es justo que nos obliguen a utilizar un uniforme que ni siquiera nos gusta.

-Cariño... es sólo un simple uniforme- dijo mi madre restandole importancia al asunto.

-No se trata sólo del uniforme. Cada vez que lo utilizamos... nos sentimos despojados de nuestra verdadera identidad. Con el puesto... no actuamos como jóvenes, somos infelices. ¿No se supone que tenemos derecho a opinar sobre lo que debemos usar? También tenemos el derecho a expresar nuestra individualidad- pude notar en sus expresiones que comenzaban a entender- y ya se que sólo es un uniforme ¿pero... por que usarlo? Ellos dicen que forma el carácter y la disciplina, nosotros decimos que sólo identificarnos entre los demás.  E independiente que lo usemos o no, no cambiaría nuestro desempeño académico... y por esa misma razón no le vemos el problema a querer cambiarlo. Se que son reglas del instituto y que no harán caso a 4 estudiantes que se revelen, pero si todos nos unimos y formamos una sola fuerza, podremos logar lo que queremos- me levanté del mi asiento y los mires- y no importa si intentan silenciarnos y reprimirnos, no nos rendiremos sean cuales sean las circunstancias, porque nosotros creemos en esto y por nada nos detrendremos hasta conseguir nuestro objetivo. Ya no se trata del uniforme, se trata de defender nuestras convicciones. 
Mis padres me miraban atónitos. Mi discurso siguió citando hechos históricos, escritores, filósofos y héroes de la historia.

Una hora más tarde ya los tenía de mi lado.

El día llegó, y cuando entre al instituto me sorprendí, pues todos vestían como querían, los profesores no tuvieron más opción que dar sus clases así.

A la hora del recreo todos hablábamos de lo que estábamos logrando, y cada vez que nos veían agradecian, incluso los de último año.

Los padres llegaron a la hora acordada y pasaron al auditorio para la reunión. Estaban las autoridades, algunos profesores y nosotros (los representantes). Comenzamos las negociaciones.

Resumiendo: conseguimos nuestro objeto, accedieron a dejarnos usar lo que quisiéramos y llevar aparatos electrónicos, siempre y cuando no afectara nuestro desempeño, obviamente. No planeabamos que esto afectara en nada nuestra educación.

Cuando salimos, todos estaban expectantes, pero cuando Key sonrió comenzaron a hacer jolgorio.

Al día siguiente el instituto por fin tenía vida, ahora si había jóvenes allí. De pronto nos convertimos en los más populares y admirados. Nosotros, chicos de 2do y 3ro, logramos cambiar las cosas, y pasaríamos a la historia del Instituto.

Key se convirtió en el rey y la diva, ya que su pasión por la moda iba más allá de todo.

Después de eso el instituto se volvió más popular, todos querían estudiar allí, y el director no podría estar más feliz, con la matrícula creciendo. Entraron a trabajar nuevos profesores, muy apuestos, por cierto. Ya no eran sólo los viejos amargados con feos y anticuados trajes.

Ahora si la felicidad era completa, lo tenía todo y lo compartía con mis mejores amigos.  Al grupo se le unieron dos chicas más, las cuales son dos barras de dulce andantes: Lee Sunny y Choi Sulli.

Jung Jessica, hija de uno de los socios de mi padre (Jung Yunho) y mejor amiga de la infancia también entró al instituto. Y formamos algo así como una familia, pero como Key no estaba Yoonah fue nuestra madre sustituta mientras Key llegaba.

Entonces... ¿por que digo que podría decirce que soy feliz? Porque 1 año más tarde conocí a mi perdición... Choi Seunghyun. Iba en un año superior.

Cabe mencionar que al poco tiempo me enamoré perdidamente de el, era perfecto... tan varonil, hermoso, voz profunda y atrayente, carismático, con esa mirada enigmática, su sonrisa que podía derretir el hielo, y ni hablar de su cuerpo. Pero el lamentablemente no me veía de esa forma, todo lo contrario, me fastidiaba... y eso me partía el corazón.

Pasaba el tiempo y nuestra relación no mejoraba. Me sentía un imbécil porque no podía defenderme, cuando se trataba de el no podía reaccionar. Taemin era siempre quien me ayudaba.

Cada vez que estaba cerca de el siempre coqueteaba con alguien, después me veía, me guiñaba un ojo y sonreía. Claro que sabía que era sólo para fastidiarme, y me dolía mucho, porque aunque me prometí odiarlo, no podía... jamás podría. 
Cuando los papeles se invertian y era yo quien coqueteaba, se enfurecia y me humillaba allí mismo.

Un día decidí hacerle frente. Sabía que cuando tenía práctica de fútbol era el último en salir de los vestidores, y aproveché. 

-Seunghyun- lo llame entrando a los vestidores, el estaba recogiendo sus cosas para irse.

-Oh... si es la nenita llorona ¿que haces aquí? ¿viniste por más?- dijo sonriendo y me enfureci.

-No, vengo a pedirte de la forma más civilizada que me dejes en paz- el cambió su expresión y se acercó mucho a mí- o si no...

-O si no ¿que?- podía sentir su respiración chocar contra mi rostro, estaba demasiado cerca. Me volví gelatina.

-O... s-si... no...- no podía articular palabras, tenía su mirada penetrante clavada en la mía. Después la baje un poco llegando a sus labios, oh dios... sonrió ladino.

-No lo haré, no importa lo que hagas- dijo en susurros posando ambas manos en mi cintura, me estremeci y casi caigo al suelo. Mi cuerpo reaccionaba a cada acción de Seung. Comenzó a deslizar sus manos hacia arriba, pasando por mi pecho, cuello, hasta terminar a ambos lados de mi rostro. Su tacto era tan suave y delicado, sentía como mi piel hormigueaba y cosquilleaba, mi estómago se llenaba de mariposas, mis mecanoreceptores se volvían más sensibles y sentía puntadas en mi entrepierna. Todo eso con simples caricias- ¿sabes por que?- comenzó a rozar sus labios con los míos y me mordió ligeramente el inferior, emiti pequeños gemidos. Negué- porque...- su voz ahora era ronca y llena de excitación- porque... eres mi juguete favorito.

Del chico alegre y lleno de confianza, quedó un chico inseguro y sufriendo por amor. Pero... cuando se trata de esto... ninguna regla aplica. No importa cuanto intentes convencerte; si te enamoras... estas perdido.

 

Notas finales:

:)


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