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El deseo de Key por Miickii

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Notas del capitulo:

NUEVO CAPIIIIIIIII.

Este cap es laaaargo, tanto que puede salir un fic de el.

Lo resumí de manera que pudiesen entender todo.

También quiero decirles que no se tomen nada de lo que dice aquí como cierto, todo salió de mi linda imaginación. Pero si hay ciertas cositas que son históricamente ciertas.

¡LEEEEEEEEEAAAAAANNNNN! 

Esta historia comienza en la cima del monte Olimpo, donde el concilio de los dioses estaba reunido en el palacio de cristal.

Desde la creación de la humanidad: seres mortales semejantes a ellos, a quienes sólo otorgaron el don de la inteligencia/sabiduría para que pudiesen sobrevivir en la tierra. Esta se veía amenazada por ellos, que sólo abusaban de su nobleza y los frutos que les regalaba, recibiendo a cambio sólo maltratos.

Le entregaron la más linda de las creaciones y la estaban destruyendo.

Muchos de los dioses estaban molestos con los humanos, y proponían que fuesen destruidos por tal atrevimiento, mientras que otros abogaban por ellos y pedían que se les diese una oportunidad.

Zeus, el dios superior, escuchaba atento las quejas y exigencias de todos sus hermanos.

-Propongo que les enviemos una plaga para que arrase con todo su sustento y mueran de hambre y sed- habló Hades desde su lugar.

-Yo puedo desatar la furia de los mares sobre ellos y de esa forma morirán ahogados- dijo Poseidón quien estaba a la diestra de Zeus.

-O podrían destruirse entre ellos- propuso Ares con una sonrisa traviesa.

Atenea y Afrodita  estaban horrorizadas por todo lo que se estaba hablando allí. Ambas miraron suplicantes a Zeus, y este con una señal de su mano calló a todos los presentes.

-No destruiremos a los humanos- todos lo miraron entre alarmados y confundidos, excepto las diosas de la sabiduría y el amor- pero sus actos tampoco quedarán impunes- los presentes comenzaron a hablar por lo bajo con el que tenían al lado, sin entender a que se refería Zeus.

-¿Que propones?- le preguntó su esposa, Hera.

Zeus se levantó de su trono y los miró a todos.

 

Así crearon a los cuatro guardianes elementales: deidades inferiores a ellos y de su semejanza.

Fueron creados a partir de un elemento específico, y a cada uno se le otorgó el control absoluto de ese elemento:

Minsuk, el primer guardián en ser creado; Poseidón le otorgó el control del agua.

Sooman, el segundo guardián en ser creado; Hestia y Hefestos le otorgaron el control del fuego.

Kahi, la tercera guardiana en ser creada; Gea le otorgó el control de la tierra y la naturaleza.

Boa, la cuarta guardiana en ser creada; Kirth le entregó el control del viento.

Los otros dioses le regalaron dotes, entre los cuales estaban: 
Belleza y encanto, otorgados por Afrodita. 
Sabiduría, astucia, justicia y nobleza, otorgados por Atenea.
Amor, compasión y perdón, otorgados por Heros.

Dones de elemento menores, como por ejemplo: 
Apolo le entregó a Boa el don de controlar la luz. 
Artemisa a Minsuk el control lunar de las mareas y el poder convertir el agua en hielo.
Kirth y Poseidón les entregaron a Boa y Minsuk el control de los vientos marítimos.
Zeus a Kahi el control de la electricidad y Gea la voluntad de los suelos. 
Hestia a Sooman el control de los fénix, y la capacidad de invocarlos. Este poseía el control del elemento más peligroso y destructivo.
Hefestos les otorgó a todos la capacidad de crear vida a partir de su elemento, y el poder transformar la materia.
Heros les dio alas para que pudiesen volar.

Cuando ya lo seres estaban completos, Zeus se acercó a cada uno de ellos y les dio el aliento de la vida.

Los guardianes abrieron los ojos e inhalaron aire por primera vez. No sé les dijo nada, ellos sabían su misión, así que bajaron a la tierra. Después de allí no se les permitió volver al Olimpo. 

Zeus, como dios sabio, sabía que por más fuertes que fuesen las deidades elementales, ellas estaban sujetas a su elemento, lo que a la vez las limitaban y hacían débiles, ante cualquier tipo de mal superior que pudiesen enfrentar.

Quizás nunca lo daba a demostrar, pero el quería a los humanos.

Zeus, además de ser el dios del rayo,tenía el absoluto control del quinto elemento; el más poderoso de los cinco, más puro que el aire y más brillante que la luz. Espacio.

Podía crear las cosas más hermosas e inimaginables de la nada, mientras que los otros dioses necesitaban materia, para crear materia.

Decidió crear al quinto guardián, o guardianes, mejor dicho.

Dos pequeños seres, totalmente hermosos, de piel tan perfecta como la porcelana, ojos turquesa como el océano y cabellos plateados como la luna. Los nombró Jina y Zitao.

Les entregó el control del tiempo (heredado por su padre Cronos), el espacio y la vida.

Consciente de los poderosos que eran los pequeños hermanos, decidió volverlos inmateriales y encerrarlos en el espacio-tiempo, donde estarían seguros y nadie pudiese encontrarlos. Tampoco les permitió volver a Olimpo. 

Los guardianes llegaron a la tierra, y cada uno se estableció en su elemento. No se dejaban ver por ningún mortal.

Boa construyó su palacio en las nuves, hecho de marfil, oro, oro blanco y cristal.

Creó a los Pegasos: criaturas con cuerpo de caballo, generalmente blanco y crin de colores, que poseían grandes alas las cuales le permitían volar. Vivían en los establos del palacio.

Cada vez que un ser humano cometía una infracción contra este elemento, era llevado ante Boa por un Pegaso.

Como castigo lo convertía en Silfide: hada del viento con poderes menores y alas de color blanco-transparente-brillante.

Las Selfides ayudaban a la reina a proteger su elemento. Su población conforme pasaba el tiempo iba creciendo considerablemente y ya no podían vivir en el palacio, así que construyeron hermosas ciudades de marfil y cristal en las nubes, quedándose en el palacio sólo las hadas de mayor jerarquía.

Los Pegasos se convirtieron en los protectores de estas hadas y en su símbolo

Kahi construyó su palacio de diamantes en un bosque, el cual encantó para que los mortales no pudiesen encontrarlo.

Creo a los duendes y elfos: criaturas hermosas, inocentes y adorables de aspecto humano, ligadas a las naturaleza. Y a los unicornios: criaturas con cuerpo de caballo, de piel y crin blanca, con un hermoso cuerno en su frente el cual tenía el poder de sanar.

También creo todo tipo del criaturas fantásticas como pixies, que eran pequeñas hadas ligadas a una flor específica, y a los nomos, duendes de menor tamaño quienes protegían la flora. 
Otorgó a los animales que vivían en ese bosque el poder convertirse en humanos.

El bosque era un lugar realmente hermoso, donde todo era más brillante, vivido y fantástico. Siempre se oían las dulces risas de las criaturas que lo habitaban y el canto de los árboles.

Los arrollos, lagos y ríos eran más cristalinos y su agua más dulces; en ellos habitaban las ninfas de agua, creadas por el rey Minsuk.

En ese hermoso bosque todo era felicidad, las criaturas adoraban a su reina. Habitaban pequeñas casas de esmeraldas que la naturaleza les otorgaba.

Cuando un humano cometía una infracción contra este elemento, era llevado ante reina, y como castigo era convertido en Driade: ninfa o hada de la naturaleza, que tenían alas de distintos colores dependiendo al tipo hada de la naturaleza que era.

Las Driades junto con las otras criaturas, se convirtieron en las nuevas protectoras de la naturaleza. El unicornio era su símbolo.

Minsuk construyó su palacio de zafiros, diamante y coral, en lo profundo del océano atlántico.

También poseía el control de los ríos, lagos, arroyos, estanques y la lluvia.

Creó a las sirenas: criaturas mitad humano mitad pez de belleza hipnotizante que vivían en los mares. Y a algunos animales les otorgó el don del conocimiento.

Construyeron una hermosa cuidad de corales y perlas, a la cual llamaron Atlántida.

Cuando un humano cometía una infracción contra este elemento era llevado ante Minsuk y como castigo era convertido en Náyade: ninfa o hada que habita los ríos, lagos, etc. O en Oceánide: ninfa o hada del océano.

Los Oceánides eran seres que podían vivir tanto en el agua como en la tierra. Cuando entraban al agua sus piernas se convertían en cola, y cuando salían regresaban sus piernas y aparecían sus alas.

Los Náyades no tenían esta habilidad, cuando entraban al agua seguían teniendo sus piernas, y cuando salían aparecían sus alas. Vivían tanto en agua como en tierra.

Las sirenas sólo podían vivir en agua.

Las Oceánides y Náyades se identificaban por el color de sus hadas y las marcas de su piel.

La sirena era su símbolo.

Sooman construyó su palacio de rubíes en los volcanes, resguardado por los fénix.

A los humanos que cometían infracciones contra este elemento se le convertian en Salamandras: hadas o ninfa del fuego que poseían alas de color rojo, naranja y amarillo.

Como muy poco humanos abusaban de este elemento, su población no era grande, pero poseían un gran poder. Vivían en el palacio o en grandes villas de rubíes que construyeron a los alrededores.

Su símbolo era el fénix.

Los cuatros reinos formaron sus civilizaciones y leyes con las cuales se regían. Tenía como a la realeza sólo a los guardianes elementales, ya que estos no habían formado familias.

[N/A: ser creado y ser el hijo de un dios o guardián elemental, son cosas muy diferente. Los dioses o guardianes concebian a sus hijos. Es importante esta aclaración]

Así fueron pasando los años y los reinos fueron creciendo llenándose de habitantes. Las hadas se enamoraban de otras hadas o criaturas, se casaban y formaban familias.

Tenían total libertad de visitar los otros reinos, también podían vivir en estos y enamorarse de hadas de distintos elementos.

Habían ciertas restricciones para las hadas del agua y el fuego, ya que cuando se encontraban en los reinos contrarios sus poderes se limitaban considerablemente y esto creaba cierta rivalidad entre ellos.

Sooman era un excelente reí, pero también poseía un carácter muy volátil. Era impredecible y de cuidado, justo como su elemento.

 

También se establecieron restricciones que prohibían el contacto de las hadas con el mundo de los humanos, a menos que este fuera estrictamente necesario.

Por un tiempo todo entre ambos mundos (mágico y normal) estuvo tranquilo. Los humanos aprendieron a vivir en paz con la tierra, y las hadas ya no tenían que abandonar sus reinos para proteger sus elementos.

Algunas curiosas salían a investigar el mundo de los humanos y lograban hacerse amigos de ellos, a escondidas de los dioses, pero estos nunca castigaban esta desobediencia y terminaron por levantar la restricción. En algunos caso se enamoraban y pedían a los reyes que los convirtieran en hadas para así poder casarse.

Los humanos se convirtieron en almas puras y buenas que vivían en paz entre si y con todo su alrededor, ganándose la gracia de las hadas, quienes les ayudaban cuando lo necesitaban. 

Los dioses estaban complacidos, ahora todo era como debía ser.

A Prometeo, hijo de los dioses Hestia y Hefestos, le gustaba ir contra la voluntad de Zeus, y bajaba a la tierra a pasar tiempo en el mundo de los humanos.

Se hizo amigo de ellos ya que les agradaban esas criaturas de buen corazón. Les dio la idea de otorgar sacrificios a los dioses, para así poder ganar su benevolencia.

Los dioses aceptaban los sacrificios, pero no hacían caso a las peticiones de los humanos. Esto enfureció a Prometeo, quien convenció a los humanos para que sólo le dieran los huesos de sacrificio y ellos se quedaran con la carne.

Pero si en mal no puede existir el bien.

La ira de de los dioses se despertó con eso y decidieron castigar a los humanos quitandoles el fuego, prohibiendole terminante a Sooman, guardián de este elemento, ayudarlos.

Prometeo como siempre fue en contra de la palabra de Zeus, y tomó un poco del fuego del Olimpo para entregarselos a los humanos... grave error.

Zeus pidió a Hefestos que modelara en arcilla la figura de una hermosa joven y le diera vida, a Afrodita que le otorgara sensualidad y encanto, a Atenea que la adornara con atravios, y a Hermes que senbrara en su ánimo la mentira. La llamaron Pandora.

Prometeo le advirtió a su "hermana" que no aceptara ningún obsequio de los dioses, ya que si lo hacía la humanidad sufriría.

Pandora no hizo caso a las palabras de Prometeo y aceptó una hermosa caja, dándose cuenta muy tarde de las verdaderas intenciones de los dioses.

La caja fue abierta en la tierra y la maldad se desató en todas las formas posibles: enfermedades, desastres naturales, plagas, odio y guerras.

La humanidad poco a poco se fue consumiendo, y los dioses no hacían nada evitarlo.

Los guardianes elementales decidieron ir contra las palabras de sus creadores y ayudar a los humanos.

Los cuatro reyes formaron sus ejércitos y juntos pelearon contra los demonios que amenazaban la tierra. Fue una dura guerra que duró 50 años, donde muchos humanos y hadas murieron.

En la última batalla los guardianes tenían la desventaja, ya que estaban peleando contra el ejército de Hades y Ares. 

[N/A: los guardianes eran débiles antes las armas forjadas por los dioses o por ellos y sus hechizos, los cuales podían matarlos]

Sooman acudió a la ayuda de Boa, quien estaba tendida en el piso de uno de los salones de cristal de su palacio, casi agonizante; un soldado de Hades se infiltró en el palacio y la atacó a traición. Uno de los Pegasos se quedó luchando contra el soldado mientras que otro fue por busca de ayuda. Todo el ejército del aire estaba peleando en la tierra.

Sooman relevó al Pegaso que estaba luchando. Otro soldado entró al salón e intentó atacar a Sooman por la espalda, pero la reina Boa se percató de eso y lo atacó con un rayo de luz, asesinandolo.

Sooman con su espada de fuego atravesado el pecho del soldado con el que estaba luchando dejándolo gravemente herido. Cuando iba a dar la estocada final, el soldado le pidió clemencia a Sooman, y este se la otorgó. 
El rey le dio la espalda para ir a atender a Boa. Con su último aliento el soldado recitó un hechizo, para esconder su alma en la sombra de Sooman y así librarse de la muerte.

Boa fue llevada al reino de Kahi para ser curada por los Unicornios.

Los guardianes no lograron destruir todo el mal, ya que no eran lo suficientemente fuertes para pelear contra los ejércitos de Hades y Ares.

La humanidad quedó corrompida y el mal se implantó en ella y el planeta. Los dioses se retiraron para no volver a aparecer.

Los guardianes y sus súbditos ya no podían seguir viviendo en la tierra, así que decidieron que debían partir de allí. La mayorías de sus pueblos perecieron en esa guerra sin sentido, capricho de los dioses.

Los cuatro reyes se encontraban reunidos en el castillo de diamantes de la reina Kahi, discutiendo sobre cuál sería el siguiente paso.

-No podemos seguir viviendo en la tierra, pero si abandonamos nuestros elementos, moriremos. No tenemos opción- habló Minsuk, mirando las expresiones preocupadas en los rostros de los tres reyes.

-¡NO!- gritó Sooman- Tiene que haber otra forma, si seguimos aquí nuestros pueblos sufrirán. El mal ha logrado implantarse en todo.

-¿Y que haremos?- le enfrentó Minsuk- no se nos permite la entrada en el Olimpo- ambos reyes se miraban desafiantes. Los dos tenían la razón, pero no tenían opciones.

Jina y Zitao observaban y escuchaban todo desde su prisión y decidieron ir contra la orden de Zeus.

Zitao en la forma de un hermoso niño decidió aparecer reflejado en el piso del salón comedor donde estaban reunidos los reyes, ganándose su atención. Los reyes miraban atónitos la escena, no entendían como apareció ese reflejo.

Zitao les sonrió y saludó con su pequeña manita, comenzó a caminar y les indicó a los reyes que lo siguieran.

Los reyes se observaron las caras, como buscando una explicación, pero decidieron seguirlo.

Llegaron al salón de los espejos, donde el pequeño desapareció, y en el gran espejo que tenían los reyes al frente, aparecieron reflejados dos jóvenes; una chica y un chico, de cabellos plateados, ojos azules, piel totalmente blanca y extrañas vestimentas.

Los dos chicos le sonreían a los reyes. Estos estaban atónitos, pues no sabían quienes eran esos seres.

-¿Quienes son ustedes?- preguntó Minsuk acercándose un poco al espejo.

Los hermanos tomaron sus manos. Ellos sabían que no podían revelar su identidad, ya que si llegaba a saberse habría muchos seres que harían hasta lo imposible por tratar de controlar sus poderes. Sólo Zeus conocía su existencia.

-Estamos aquí para ayudarlos en lo que quieren- habló Jina.

-Ayudaremos a transportar sus reinos a un lugar seguro- dijo Zitao.

-¿Pe-pero como?- preguntó Kahi totalmente confundida- nosotros somos los guardianes elementales y no tememos el poder para hacerlo. ¿Que les hace pensar que ustedes tienen ese poder?.

-Lo tenemos- respondieron los dos al unísono.

-No caeremos en su engaño- dijo Sooman enfadado- de seguro es un engaño de los dioses- le advirtió a los demás reyes.

-Yo les creo- todos dirigieron su atención a Boa.

-¿Que?- le preguntó Sooman- ¿estas loca?. Son sólo dos reflejos en el espejo- dijo señalando a los hermanos.

-Igual no tenemos nada que perder, sea un engaño o no, si nos quedamos aquí, igual moriremos- Boa tenía razón.

Los reyes se quedaron estáticos en sus posiciones, pensando en lo que dijo la reina del viento y en cuanta razón tenía.

Los reyes decidieron aceptar la ayuda de los extraños. Les pidieron algún tipo de explicación pero estos no respondieron.

Jina y Zitao volvieron a su elemento, el espacio-tiempo. Cerraron sus ojos y juntaron las manos. Lograron mover a los reinos a otra dimensión, donde crearon un lugar semejante a la tierra.

Cuando ya estaba hecho dijeron a los guardianes que podrían visitar la tierra cuando quisieran, abriendo un portal con un simple hechizo de transportación que ellos le otorgaron. No dijeron nada más, ambos hermanos volvieron a desaparecer, y desde momento no los volvieron a ver. 

Así los humanos y al planeta quedaron a su suerte. Los siglos pasaron y la humanidad fue evolucionado, quedando todos los eventos pasados como leyendas, historias y cuentos infantiles. 

Los cuatro reinos lograron resurgir, y volvían a ser felices como antes. Los reyes no dieron el hechizo de transportación a sus súbditos, ya que tenían miedo de que algo les pasase en ese lugar que ya no era su hogar. 

Todos los reinos estaban más que felices, pues por fin unos de los reyes decidía contraer matrimonio y ese se convirtió en el mayor evento de todos los tiempos.

El rey Minsuk se enamoró de una hermosa Oceánide y ambos se casaron en una hermosa catedral construida especialmente para la boda, hecha de zafiros, perlas y diamantes en la superficie del océano atlántico.

Hadas de todos los elementos acudieron al evento, que fue realmente hermoso y conmovedor.

Ahora el reino de agua tenía a su reina, la cual se ganó el respeto, cariño y admiración de todos sus súbditos.

El primer príncipe en nacer Joonmyun, quien heredó el control de las aguas. Todo el reino estaba encantado con el precioso bebé.

Dos años después nació en príncipe Xiumin, quien heredó el control del hielo. 
Los reyes y el reino amaban a los príncipes, quienes desde pequeños mostraron todas las cualidades que poseía su padre. 

La reina Kahi fue la segunda en casarse. Lo hizo con un Driade mitad unicornio.

[N/A: los unicornios y fénix podían transformarse en humanos, los pegasos no.]

El primer príncipe en nacer fue Luhan, quien heredó la telequinesis. El segundo en nacer fue Yixing, quien heredó el poder de la sanación. El tercero en nacer fue Kyungsoo, quien heredó el control de la tierra. El cuarto en nacer fue Jongdae, quien heredó el control de la electricidad.  La quinta y última en nacer fue la princesa Sooyoung, quien heredó el control de la naturaleza.

Con el nacimiento de los príncipes el palacio de diamantes ya no era el lugar pacífico que solía ser, pero todos en el reino amaban a esas hermosas criaturas. 

Boa fue la tercera en casarse. Se enamoró de un Selfide, quien le salvó la vida en la guerra de los 50 años muchas veces.

Esta fue la más emotivas de todas, ya que nunca se esperaron el momento en que su hermosa, dulce e inocente Boa contrajera matrimonio.

El primer príncipe en nacer fue Sehun, quien heredó el control del viento. El segundo príncipe en nacer fue Jongin, quien extrañamente heredero la teletransportacion.

El príncipe Jongin podía teletransportase a cualquier lugar que le diese la gana, mientras que los demás volaban para hacerlo.

Sehun y Jongin eran príncipes ejemplares. 

Los cuatro reinos querían y respetaban a los nueve príncipes, y deseaban que algún dia se convirtieran en dignos soberanos al igual que sus padres. 

El rey Sooman se casó con una Salamandra mitad fénix, pero este no lo hizo por amor, sólo fue porque necesitaba procrear herederos. Fue una boda oculta de la cual nadie se enteró.

El primer príncipe en nacer fue Yifan, quien heredó el control del fuego y el poder volar sin alas. El segundo fue Chanyeol, quien heredó también el control del fuego y la parte fénix de su madre; poseía alas de fénix a diferencia de las demás hadas.

Para el reino del fuego fue una sorpresa total que su rey se hubiese casado y procreado herederos, pero todos los aceptaban y estaban felices con la nueva familia real.

Años después, el rey Sooman ya no era mismo, había cambiado drásticamente su personalidad. No era el rey sabio y justo que su pueblo conocía.

Cada vez que dormía, tenía el mismo sueño: "se encontraba sentado sentado en un trono que no era el suyo, delante de el habían seres que estaban totalmente cubiertos por túnicas negras y en su rostro no se veía más que sus brillantes ojos rojos. A su lado había una sombra con la figura de un hombre quien constantemente le susurraba cosas al oído".

De esta forma el ser oculto en la sombra de Sooman fue corrompiendo su alma en sus sueños, lanzándole encantamientos para que este cayera en su juego.

El rey Sooman se volvió prácticamente de la magia oscura bajo la tutoría de su nuevo maestro; el ser de las sombras.

El ser malvado dijo a Sooman que no tenía que conformarse con sólo poseer en control del fuego, que podía dominar los demás elementos y así convertirse en el ser más poderoso, teniendo a todo y todos bajo su control. El rey accedió.

Sooman encantó a varias salamandras y fénix para que lo sirvieran en su nueva faceta de "rey malvado" XD.

Engañó a su hijo mayor Yifan, para que siguiera sus pasos.

Para poder cumplir su cometido necesita hacer un hechizo utilizando sangre real pura. Así que su primer objetivo era secuestrar a un príncipe de cada elemento quien todavía conservara su pureza. 

Minsuk no podían estar más orgulloso de sus hijos. Joonmyun ya tenía 20 años y Xiumin 18.

Para el cumpleaños número 20 del príncipe mayor asistieron todas las familias reales y las hadas de mayor jerarquía.

Todas las jóvenes hadas del reino andaban detrás de Joonmyun. El era algo así como una celebridad quien era acosado constantemente por sus fanáticos. Y en la fiesta de cumpleaños no fue la excepción. El príncipe estaba agobiado y sólo quería escapar de ese mar de hormonas, así que espero una distracción para escapar del gran salón donde se celebraba la fiesta.

Siempre que se celebraba una fiesta en el palacio de zafiros, este subía a la superficie para que las hadas de todos los elementos pudiesen asistir.

En su escape chocó accidentalmente con un chico. Ambos se disculparon y mirando directamente a los ojos. Suho sonrió.

Desde esa vez no podía pensar en otra cosa que no fuera en el príncipe del reino tierra con el hermoso hoyuelo.

Suho comenzó a cortejar al príncipe Lay. Esto enfurecia a su hermana menor Sooyoung quien también estaba enamorada de Suho, así que armó un engaño para separarlos y ella se logró quedar con el príncipe Suho.

Los príncipes Chen y Xiumin también se enamoraron, y aunque tuvieron trabas, siempre las superaban y su amor creció. Fueron los primeros en casarse, y se mudaron a un nuevo palacio en las montañas de cuarzo del reino tierra.

Suho se casó con Sooyoung, aunque este no la amaba. Como legítimos herederos al trono del reino de agua, ambos vivían allí. 

Los príncipes Sehun y Luhan se enamoraron y casaron. Vivían en el reino del aire. Jongin y Kyungsoo también se casaron, pero vivían en el reino tierra  en un palacio de esmeraldas en las praderas. 

Suho y Sooyoung tuvieron un bebé, al cual llamaron Minho, quien heredero los poderes de su padre únicamente.

Sehun y Luhan también tuvieron un bebé, al cual llamaron Hansol quien heredó los poderes de su padre. Años después nació otro príncipe, a cuál llamaron Baekhyun, este heredó el control de la luz como su abuela Boa, y el control de las criaturas terrestres, convirtiendose en un ser de ambos elementos.

Pasaron los años y los nuevos príncipes crecían.

Minho y Changmin (un hada Oceánide nacido en una familia de jerarquía) eran amigos muy cercanos, podría decirse que parecían hermanos ya que eran inseparables. Max siempre protegía y ayudaba a su príncipe, y viceversa.

Un día estaban los dos en las cascadas de las montañas de cuarzo del reino tierra. Minho como siempre alardeaba de lo increíble que era con las ninfas Náyade, y Max siempre observaba callado la escena porque el no era de ese tipo de chico.

De pronto escuchan un grito proveniente del cielo, y cuando Minho alza la vista ve un cuerpo que esta cayendo desde lo alto. Como el héroe que es, hace aparecer sus increíbles alas y rescata al ser en apuros. Lo lleva a un sitio seguro en las montañas.

-¿Estas bien?- le preguntó al hermoso chico de cabello negro que no dejaba de temblar en sus brazos.

-S-si. Estaba jugando con mi hermano Baekhyun. Me lanzó un ataque e hirió una de mis alas, provocando que cayera- el chico tenía la mirada en otro sitio, tratándose de recuperar.

-Ya estás a salvo- Hansol observó a Minho y se quedó hipnotizado con su belleza.

Baekhyun y Changmin llegaron al mismo tiempo a donde se encontraba estos.

-¡¿Estas loco?!- preguntó Hansol a su hermano menor- ¡casi me matas!.

-Lo siento...- se disculpó Baek- aún no controlo bien mis poderes.

Llevaron a Hansol al palacio de sus tíos Chen y Xiumin para atenderlo.

Desde ese día Minho y Hansol pasaban todo su tiempo juntos, ambos se gustaban, pero ninguno daba el primer paso.

Minho reunió todo el valor que poseía, y decidió declararsele. Lo hizo en el punto más alto del reino del viento, donde se podían observar las cuatro lunas.

Estaban más que enamorados y se comprometieron en matrimonio. 

Sooman decidió ejecutar el primer paso de su plan.

Dijo a dos de sus discípulos que se infiltraran en el palacio de marfil y secuestraran a los hijos de Sehun y Luhan.

Los llevaron al reino del fuego y los encerraron en una mazmorra del palacio de rubíes custodiadas por dos fénix.

El Pegaso guardián de los príncipes Hansol y Baekhyun, sabía que se encontraban en problemas y que fueron llevados al reino de fuego. No podía dar aviso a la familia real, ya que sabía que eso desataria una guerra, así que decidió  avisar al príncipe Minho, prometido del príncipe Hansol.

[N/A: los Pegasos tenían vínculos con las hadas a las cuales protegían, permitiéndoles saber cuando estaban en peligro]

Minho, sin importarle nada, decidió y ir en el rescate de los príncipes juntos con el Pegaso y Max.

El Pegaso guió a Minho y Max donde se encontraban los raptados. Minho no lo pensó dos veces y atacó, olvidando que se encontraba en el reino de fuego y que allí sus poderes se debilitaban por ser del elemento agua.

Max y Pegaso lo ayudaron, pero fue gravemente herido. Lograron derrotar a los fénix y abrieron la muertas de la mazmorra donde se encontraban los príncipes inconscientes.

De pronto apareció la figura de un hombre totalmente negro y agarró a Baekhyun, le lanzó un ataque a Minho, y desapareció junto con el príncipe de la luz.

-¡MINHO!- gritó Max corriendo a su lado. Examinó la herida y supo que sólo le quedaban instantes de vida.

-Ma...max... amigo- dijo Minho con su último aliento- necesito que hagas el hechizo de transportación que nos enseñó el abuelo y abras el portal.

-Pe-pero Minho, tu...

-¡Hazlo!- ordenó el principe- y por favor cuida a Hansol hasta mi regreso. Dile que lo amo, y que esto no es un adiós.

Max llorando hizo lo que su amigo le dijo y Minho recitó algo. Una pequeña luz en forma de Lucero emanó de el, y murió.

Max y el Pegaso salieron de allí llevándose a Hansol y al cuerpo de Minho.

Estos eventos destrozaron a todos, en especial a las familias reales y a los padres de los príncipes.

Se inició una guerra. El primer reino en atacar fue el de aire, intentando rescatar a Baekhyun, pero nunca lo encontraron. Los reino de agua y tierra también se le unieron.

Los reyes del agua y tierra murieron en la guerra. Decidieron dejar de batallar y todo quedó en una tensa calma.

Al príncipe Baekhyun se le creyó muerto, ya que nunca lo pudieron encontrar, pero aún así no perdieron las esperanzas.

Suho y Sooyoung subieron al trono del reino de agua, y Lay subió al trono de su reino.

Los años pasaron y muchas de las Salamadras y fénix huyeron de su reino refugiandose en otro.

La región del fuego sucumbió en la maldad. Los príncipes Yifan y Chanyeol pedían explicaciones a su padre, pero este siempre los engañaba con mentiras, y los príncipes creían ciegamente en su padre. 

El rumor de que el príncipe Minho haya podido reencarnar comenzó a esparcirse por toda la tierra de las hadas, llegando a los oídos de Sooman.

Mandó a Yifan a la tierra dándole como misión encontrar a Minho y llevarlo ante el.

Suho, Sooyoung y Hansol también decidieron ir a la tierra a buscarlo.

Max decidió ir en busca de su amigo por separado. 

La reina Boa visitó la tierra, y se dio  cuenta de que ya nada era como la recordaba. Sólo existían pocas almas puras de las que alguna vez poblaron la tierra en su totalidad.

Encargó a algunas de sus hadas, protegerlos, ya que representaban las joyas más valiosas, raras y hermosas que la humanidad poseía. 

-¿Estas segura de esto?- preguntó Zitao a su hermana.

-No, pero debemos intentarlo.

Los hermanos lograron abrir un portal desde su presión al mundo material, por donde dejaron escapar una pequeña estrella fugaz.

-Si lo logra... ¿crees que encontrará el camino de regreso?- volvió a preguntar Zitao observando a la pequeña estrella alejarse.

-Podrá hacer lo que sea. 

*~*~*EL PRESENTE*~*~*

El ascensor llegó al piso abriendo sus puertas. El chico le indicó a Taemin que saliera y este lo hizo.

Estaba que se moría de los nervios, y la sonrisa del chico no ayudaba en nada.

-Entra- le indicó a Taemin con su sonrisa super espectacular. Entró.

Taemin no quitaba la vista del piso, se sentía incapaz de hacerlo.

-Taemin- le llamó el chico- tengo que decirte algo de suma importancia- Taemin se puso más nervioso aún. ¿y si se le declaraba? Se sentía incapaz de respirar- ¿puedo confiar en ti?- no se lo pensó dos veces y asintió.

-Verás... es sobre tu amigo Kibum- Taemin lo miró totalmente extrañado.

-Si. Se que te sonará extraño, pero se que Kibum pidió un deseo y se convirtió en chica.

-¿Que?- preguntó tranquilamente Taemin- jajajaja. No se de que hablas. Jajajaja- el chico bufó.

-Taemin, yo lo sé, y puedo demostrarlo.

-¿En serio?-pregunto burlón- ¿como los harás?.

-Sólo no te asustes- le advirtió el chico con tono de preocupación.

De pronto una cortina de brillo azul envolvió al chico. Taemin no entendía absolutamente nada. Cuando se disipó, Tae quedó atónito con lo que vio.

El chico tenía dos hermosas alas de color azul y extrañas marcas en su piel del mismo color.

-¿Chang...min?- fue lo único que pudo articular.

-Si- afirmó- se que esto es imposible de creer, pero soy un Oceánide; un hada del océano.

-Tu.... tu... pero... es que... estabas... y ella... y el... después... ¿tu eres... uno de ellos?- esto era demasiado para Taemin, Max también era un hada. Creyó que estaba en su sueño, pero no sabía por que no estaba gritando asustado por todo el lugar; cierto... con Key ya se había acostumbrado.

-Escucha Taemin, esto te lo explicaré en otro momento- dijo Max acercándose a el- por ahora es crucial que alejes a Minho de Kibum. El se ha enamorado de ella... o de ¿el?. El punto es que eso no puede ser posible.

-¿Por qué?. Se que Kibum hará muy feliz a Minho.

-Minho... el...- no podía contarle la verdad a Taemin- el... ya... mmmmm... tiene... a...- Tae ya se estaba frustrando porque no entendía nada de lo que decía ese ser- sólo no es posible, ¿bien?.

-Oye... no se a lo que te refieres y no me importa. Kibum está inmensamente enamorado de Minho, y no lo privaré de su felicidad. Él es el ser humano más puro y bueno que he conocido, es capaz de hacer lo que sea por cualquiera sin esperar nada a cambio, y todos los que lo amamos lo hemos protegido de que nunca salga lastimado, y lo seguiré haciendo. Tampoco me importa si eres un hada, o la sirenita, o el rey triton, no dejaré que le hagas daño- dijo Taemin realmente enfadado apuntandolo con su dedo índice.

Dio media vuelta, y se dispuso a salir de ese lugar sin mirar atrás.

-Adiós, sirenita.

-Espera- dijo Max triste viendo hacia la puerta.

Notas finales:

 

Bueno... ya saben el por que de todo.

Ahora si se le puso la cosa difícil al MinKey <(*O*)>. 
Amo a Tae

Espero que les haya gustado y entendido todo.

Gracias por leer....... 사랑해요.

키스 & 포옹/XOXO a mis lecturas fieles.


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