¿¡QUE HIZO QUE!?- preguntó alarmado Taemin. No le daba crédito a lo que escuchaban sus oídos-¿¡COMO PUDISTE PERMITIRLO!?. Lo sabía, sabía que no ibas a poder manejarlo y que todo se saldría de control- Teamin bufaba, estaba molesto con la rubia que tenía la cabeza de lado aceptando el regaño.
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Cuando llegó la hora del descanso, y todos estaban recogiendo para salir, Gwiboon podía sentir la atenta mirada de Minho sobre ella. Recogió sus cosas en tiempo record y podría decirse que se teletransporto a la puerta, pues no quería tener que lidiar con el moreno.
En un abrir y cerrar de ojos Minho perdió de vista a la rubia. Salió hacia el pasillo pero no la vio. Quería hablar con ella, lo necesitaba.
Gwiboon entró al baño de chicas, sacó su celular y llamó a Taemin para reunirse en su lugar secreto; un pequeño parque que se encontraba al final del campus, casi nadie sabía de su existencia y por lo tanto siempre estaba en solitario. Gwiboon salió del baño cual agente encubierto, todos la veían raro pero a ella no le importaba, sólo quería no ser descubierta por Minho, si no... estaba perdida.
Taemin ya estaba allí, preguntándose por que la rubia tardaba, hasta que la vio llegar. Ambos se acostaron en la hierva, ya que les encantaba y Gwiboon comenzó a contarle lo que sucedió ayer.
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-Lo siento baby, pero no pude evitarlo. No tenía el control de mi cuerpo en ese momento- Gwiboon sabía que había fallado.
-¿¡El control de tu cuerpo!?- preguntó sarcástico- JÁ. Por dios Key, esa no es excusa- de pronto al castaño empezaron a golpearlo en la cara los recuerdos de su sesión de besos y caricias en el baño. Se sonrojo y después miro a la rubia que estaba deprimida. Suspiró...
-Perdón... no debí decirte eso- se acercó a ella y la atrajo a su pecho abrazandola aún acostados. La rubia se restrego un poco y afianzó el abrazo-¿que piensas hacer ahora?.
-No lo sé, pero no puedo estar cerca de el.
-Creo que no deberías seguir con esto. Ese beso lo cambió la situación en muchas formas- Gwiboon levantó la cabeza para mirar a Taemin, este se encogió de hombros.
-No, no me rendiré así de fácil. No es como si ese beso me haya afectado tanto. Sólo es... ¡ES CULPA DE MINHO! Porque... porque... ¡NADIE SE LE PUEDE RESISTIR! Y yo no soy la excepción ¿ok?- Tanto que había soñado con ese momento y había resultado casi... casi perfecto. Se safo del abrazo para sentarse y cruzar los brazos haciendo un puchero- no soy de piedra...
-Eso lo sé, y es por esa misma razón es que me preocupa todo esto- Tae la imito sentándose- Key... tienes la habilidad de meterte en problemas de proporciones épicas con sólo parpadear- La rubia lo miró entre enfadada y ofendida.
-¡EXAGERAS!- Tae alzó un ceja.
-¿Recuerdas la vez que fui a pasar vacaciones contigo a Europa y por una de tus brillantes ideas casi nos levantan una orden de restriccion?.
-¿No superas las cosas, verdad?- Negó- No soy la primera persona que se esconde en un camerino para tratar de conseguir un autógrafo de su artista favorito- Sé defendió. Taemin puso una expresión burlesca.
-¿Y cuantas personas forman una escena de histeria y acoso total cuando lo ven entrar, abalanzandose sobre el para quitarle la ropa y casi violarlo provocando que se encierre en el baño para protegerse y casi perder su presentación?- se quedó pensativo- de hecho... no quiso salir hasta que le juraron por todo lo jurable que estábamos a más de 200 mts de distancia- empezó a reírse con ganas y Gwiboon se puso roja de coraje. Lo empujó en venganza, pero igual en el suelo seguía riéndose y dando vueltas.
-Créeme que no soy la primera, y tampoco la última. Hay quienes hacen cosas peores- Taemin rodó los ojos y frunció el ceño.
-Lo que lograste fue que tu padrastro no nos consiguiera más entradas V.I.P.
-Ok... si... ya entendí. Pero concentremonos en el ahora- Tae se volvió a sentar.
-Se exactamente como terminará esto. También se que diga lo que diga no cambiaras tu posición- Se puso de pie y extendió su mano para ayudar a Gwiboon a parase- y también me veré envuelto así no tenga nada que ver- ella ya de pie lo miró y sonrió pícara.
-Y si estás consciente de todo... ¿por que no terminas de resignarte?- Tae la fulminó con la mirada.
-Mejor volvamos a clase. Ah...- se voltio a verla- cuando vengas a mi como cachorrito arrepentido, sabes lo que sucederá.
-Es probable, pero al menos tendré la consciencia tranquila sabiendo que hice todo lo posible para obtener el amor de mi amado- hizo una pose de victoria, Taemin la agarró por un brazo y se la llevó a rastras.
(•.~)
Ya dentro del instituto ambos se despidieron y tomaron caminos distintos. Como siempre Gwiboon/Key se dirigió al baño para verificar su aspecto.
Cuando estaba por entrar escuchó una voz muy conocida en el pasillo que estaba doblando a la izquierda y se acercó a oír/chismosear la conversación.
Minho estaba recargado en un casillero dándose golpes en la cabeza contra este.
-¡Arrrrg! No se que me pasa. Desde ayer no me la puedo sacar de la cabeza y cada vez que la veo quiero ir corriendo a abrazarla, besarla... y quiero que solo me vea y sonría a mi- Onew escuchaba atento todo lo que decía su amigo.
-Amigo...-puso una mano en su hombro- no tengo tanta experiencia en esto, pero con base en lo que me han enseñado los dramas y películas románticas...-apretó más su hombro- creo que estas enamorado- sonrió amplió.
Minho se safo del agarre y lo miro alarmado.
-¿¡Qué!? No no no no no... es sólo atracción física, es imposible que esté enamorado con sólo un día de conocerla.
-Eso no tiene nada que ver, Minho. Mi madre me contó que se enamoró a primera vista de mi papá- dijo orgulloso, el anhelaba una relación como la de sus padres.
La cabeza de Minho era un caos total, ya que no sabía interpretar lo que sentía. Nunca nadie lo guió sobre cómo hacerlo, pues no se crió en el ambiente más amoroso. Por ello nunca le prestó atención al tema y lo dejó en el olvido. Tampoco creía mucho en ese tipo de amores.
-Absolutamente no estoy enamorado de Gwiboon, es sólo atracción física- reafirmó lo dicho. Onew se encogió de hombros. Sabía que su amigo era muy inteligente, pero cuando entraba en territorio emocional era... era... bueno... algo despistado.
-Como quieras, sólo espero que no te arrepientas. Bye... me voy a clase- se despidió y marchó.
Gwiboon como siempre estaba en el momento y lugar adecuado, oyendo todo. Por un momento quiso echarse a llorar por sus sentimientos heridos nuevamente. Minho era un total idiota, no cabía la menor duda, pero esta vez no se permitiría así misma llorar, esta vez le daría a su querido amor una cucharada de su propio chocolate.
No entendía por que esta vez actuaba diferente. Le dolía en el alma, pero en vez de llorar como una magdalena le daría una lección al sexy, bello, sexy, hermoso y SEEEEEXYYY moreno.
Sonrió maliciosa y empezó a planificar su pequeña venganza, sería fácil ya que Minho se la puso en bandeja de plata.
-Yo mismo me doy miedo. Ya veo por que dicen que hay que cuidarse de las mujeres- XD.
Entro en el salón con una gran sonrisa y aires de diva totalmente elevados. El moreno ya estaba ahí. Lo miro y a este le brillaron los ojos de la emoción.
Se dirigió directamente al puesto de Seungri, se paró al frente y este la miró.
-Acepto tu invitación al baile- lo dijo alto para que TODOS escucharan. Cuando giró para irse pudo notar que todos tenían la mandíbula por el suelo, incluyendo a Seungri que no se lo creía.
Se sentó como si nada, haciendo caso omiso.
Minho no lo creía, ¿acaso la rubia jugaba con el?. Se paró furioso dispuesto a reclamarle.
-Bien chicos, hoy tenemos examen sorpresa- la profesora llegó y rápidamente todos reaccionaron ante los dicho con suspiros y negación.
Gwiboon retó a Minho con la mirada, este apretó los puños y se tragó lo que tenía que decir.
El examen terminó y todos tenían caras de noqueados, obviamente casi nadie estudió.
-Unni vamos rápido, nos toca clase de educación física y al profesor no le gusta que nadie llegue tarde- la rubia se alarmó.
-Oh oh...- miró a Sunny y la agarró por los hombros- no tengo el uniforme de educación física y no hay forma que consiga uno en 5 minutos. Oh dios... el profesor se molestará y tendré una falta en mi perfecto historial.
-Pero Unni... es tu segundo día aquí. No importa, tengo un uniforme extra y te lo prestaré.
Ya en los vestidos chicas Gwiboon se sentía incómoda, tantos cuerpos femeninos con poco ropa, mojados y sudados, nunca se había enfrentado a algo igual. Pero aquí a nadie parecía importarle su existencia, todo lo contrario al vestidor de chicos, ahí lo molestaban y acosaban.
Sunny llevo a Gwiboon a su casillero, lo abrió y saco su uniforme.
-Toma Unni- se lo extendió- aunque... creo que te quedará algo ajustado- Gwiboon lo tomó y examinó, claramente no era su talla, pero era lo único que había- Bien... cambiemonos.
Sunny empezó a desnudarse ahí mismo y Gwiboon se sonrojo. Vio a todos los lados y hacian lo mismo. "Tengo cuerpo de chica, no hay por que estar nervioso", empezó a quitarse la ropa también.
Ya estando el braguitas sintió la mirada de Sunny detallandola.
-¡Por Dios, Unni! Tu cuerpo es increíble. Dime tu régimen de dieta y ejercicio para tenerlo así- las demás chicas lo notaron y también le dieron cumplidos sobre su increíble figura.
Ya casi todos los chicos estaban en el gimnasio, calentando y hablando con lo demás.
-Seungri tiene mucha suerte, irá al baile con la chica- dijo un chico a otro.
Minho cada vez que oía algo parecido quería... asesinar a alguien, para que negarlo.
-Oh... shit.
-Dios... eso debería ser ilegal.
-La imagen más sexy que he visto en mi vida.
Ese tipo de comentarios se oía por parte de los chicos.
Gwiboon venía entrando al gimnasio con el uniforme que consistía en un pequeño short azul marino de elástico, una camisa blanca del mismo material con el logo del Instituto, unos tenis y medias blancas.
Todo esto sumado al hecho que era unas tallas más pequeña que la suya. Se le ajustaba a todo el cuerpo realzando sus formas.
Cuando Minho la vio inmediatamente su cuerpo reaccionó, y su imaginación comenzó a maquinar miles de castigos que podría aplicarle a la rubia por tal atrevimiento. Después vio a los demás chicos y todos tenían la misma idea.
No lo resistió y se acercó a zancadas a la rubia para tomarla de un brazo y llevársela a la habitación donde guardaban todos los equipos deportivos.
Entraron. Minho cerró la puerta con seguro, prendió la luz y empotró a Gwiboon contra la pared, poniendose esté al frente y extremadamente cerca de ella.
-¿Que crees que haces?- preguntó el.
-No te entiendo- le respondió poniendo sus manos en el fuerte pecho de Minho para frenar su avance; cosa inútil por la diferencia de fuerza.
-¿Por que sales con ese atuendo tan minimalista? ¿acaso te gusta llamar la atención de todos los demás? ¿eres esa clase de chica?- Gwiboon ofendida quiso darle una cachedata, pero Minho la detuvo.
-Uso esto porque no tengo otra cosa. No me dio tiempo de comprar un uniforme de mi talla- lo miró enfadada- ya no te daré más explicaciones, no eres quien para hacerlo... así que por favor déjame ir.
-No quiero. He tratado de hablar todo el día contigo y me has evitado.
-¿De que quieres hablar, ah?- le preguntó burlona.
-Pues... de lo que pasó ayer en el parque.
-¿hablas de esto?- Gwiboon se puso de puntitas para quedar a la altura de Minho. Se acercó a su rostro y unió sus labios con los de el. Inició un beso suave y delicioso. Puso sus brazos al rededor de su cuello atrayendolo más.
Minho llevo su mano derecha al montón de Gwiboon, se inclinó un poco para mas acceso y profundizó el beso.
Las sensaciones que provocaba en su cuerpo eran maravillosas, fuertes y a la vez sublimes. El quería más, y esta vez obtendría un poco más... no importandole el hecho de estar en el almacén del gimnasio y ser descubiertos en cualquier momento.
Gwiboon corto el beso por la falta de aire, iba a decir algo pero no pudo. Minho la giró bruscamente poniendola de espalda contra si, puso su cabello suelto a un lado y atacó la parte del cuello que quedó descubierto con besos húmedos, ella se arqueo por el contacto haciendo que su trasero chocara contra la pelvis de Minho sacandole un jadeo.
Minho llevo ambas manos al abdomen de Gwiboon y lo acarició por encima de la camisa, mientras que sus labios subían a la oreja de la rubia y mordia suavemente su lóbulo.
-Me encantas... y con ese uniforme puesto haces que quiera castigarte- dijo con voz ronca.
Inició otro beso desde esa posición algo incómoda. Se pegó más a ella restregandose contra su cuerpo.
La temperatura comenzó a subir en el lugar. El moreno fue bajando hasta la altura de sus caderas, puso ambas manos en el borde de su camisa, lo agarró y fue subiendola al momento que dejaba besos. Minho estaba extasiado, sentir la suave y hermosa piel de Gwiboon era lo máximo. Cuando llegó a los omoplatos la rubia se giró bruscamente, salto sobre el y enrollo sus piernas en la cintura, enredo sus dedos en cabello chocolate y lo beso salvajemente haciendolo gemir. Mordió, sorbio, lamio, chupo hasta hacerlos poner de un rojo intenso.
De pronto paro toda acción, se bajó aprovechando el despiste de Minho, acomodo su ropa y lo miró.
-Lo siento Minho, pero sólo es atracción física- se fue dejandolo confundido y ¿dolido? Esas palabras lo hirieron profundamente.
Salió detrás de ella queriendo detenerla para hablar, pero ya se había ido. Dio un golpe a la primera pared que vio para liberar toda su frustración; grave error, golpeó tan fuerte que se lesionó. Pero en ese momento no sentía dolor.
Cuando cruzó al pasillo principal para llegar al gimnasio vio a Gwiboon recargada en una pared muy agitada. Esta noto su existencia y miró su mano sangrante.
-¡Por Dios Minho! ¿que ocurrió?- preguntó corriendo hacia el para examinar el daño. Minho desvío la mira.
-Nada- respondió seco.
-Vamos... te llevaré a la enfermería.
Ambos se dirigieron allí. Cuando entraron la doctora encargada examinó la muñeca y la mano, por suerte no había huesos rotos, así que limpió las heridas, vendo, le dio un analgésico e indicó reposo hasta mañana. La enfermera salió un momento dejándolos sólos.
-Minho... yo... lo siento- dijo Gwiboon arrepentida a un lado de la camilla donde este estaba sentado.
-No tienes por que, esto fue mi culpa- de pronto se creó un silencio incómodo, hasta que Gwiboon lo rompió.
-No pude agradecerte por haberme ayudado ayer. Muchas gracias, te debo una- sonrió. Este la vio y palmeo un el lugar a su lado para que esta tomara asiento. Así lo hizo.
-¿Quieres hacer algo cuando salgamos?- preguntó el.
-No creo que sea lo más prudente en tu condición.
-Ahmmm... y... ¿quieres ir a mi casa?- dijo nervioso, cosa que no entendía, pues no era la primera vez que invitaba a una chica a su departamento.
-Ok... pero sólo lo haré para asegurarme que llegaste bien- este sonrió, su departamento era un lugar tranquilo donde podría hablar todo lo que quisiera con la rubia.