Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El cielo está en tus ojos por Zeny

[Reviews - 182]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disclaimer: Naruto no me pertenece.

Capítulo 6

0-0-0-0-0

Las tres mujeres respiraron con satisfacción. El vapor del agua caliente las rodeaba y se alzaba hacia el cielo estrellado que se cernía sobre sus cabezas.  Combinado con el agua, creaban un ambiente fresco y cálido a la vez.

No había manera de negar que un baño en las aguas termales después de un intenso entrenamiento era la mejor forma de culminar el día.

_ ¡Y después iremos al casino!

_ Tsunade-sama…

Las dos discípulas contemplaron a su maestra con un gotica en la cabeza. ¿Cómo harían para convencer a la mujer de que no gastara todo el dinero que tenían en apuestas? En sus mentes parecía una misión imposible.

_ Pero primero tenemos que ir a algún bar.

Se va a emborrachar otra vez. Pensaron las más jóvenes, y tuvieron que contener las dos un suspiro.

Recostaron la cabeza contra el borde de la terma y no intercambiaron palabras por un buen rato. El silencio relajó a Sakura y la llevó a recordar los días pasados; se acordó de sus compañeros de equipo y se preguntó cómo les estaría yendo. Este era solo la segunda vez que salía de viaje dejándolos atrás para entrenar con su maestra. No era sorprendente el que los extrañara.

_ El cumpleaños de Naruto es en una semana, ¿no?

La pregunta interrumpió los pensamientos de la pelirrosada, y esta abrió un solo ojo.

_ Sí. Por eso le dejé su regalo antes de irme.

Tsunade bufó una risa.

_ No creo que tenga la paciencia para soportar no abrirlo antes de tiempo. – Sakura gruñó una afirmación, como si concordara con lo que la rubia había dicho – Hmm, me pregunto qué podría regalarle…

_Tsunade-sama, ¿cuándo partiremos? – preguntó Shizune después de unos segundos.

_ Mañana mismo. No podemos permanecer mucho tiempo aquí.

Sakura parpadeó, algo incrédula. ¡Acaban de llegar!

_ Eh, ¿por qué?

_ En esta aldea vive un comerciante con el que tengo un par de deudas.

Una gotica resbaló por sobre la cien de la estudiante más joven. Su maestra nunca iba a cambiar.

 

0-0-0-0-0-0

... Piérdete y déjame en paz.

Piérdete.

¿Cuántas veces en su vida había escuchado eso? ¿Cuántas veces le habían mirado con desprecio y escupido esas palabras a la cara? Más de las que podía contar. Más de las que quería acordarse. Los últimos años de su vida le habían hecho olvidar aquella oscuridad de su infancia casi completamente.

Casi.

No había sido fácil dejar atrás todo aquello, pero de alguna forma lo había logrado. Había sido reconocido por todos, y había cumplido así parte de su sueño. Eso había sido suficiente por el momento.

¡Naruto-ni-chan!

Los niños se acercaban a él. Los adultos le sonreír y lo saludaban cuando pasaba por las calles. Y Naruto contestaba con su entusiasmo de siempre, correspondiendo los saludos  y mostrando una agradable sonrisa.

Una parte de él recordaba aquellos días en los que lo echaban de las tiendas cuando quería comprar algo, o cuando le gritaban insultos al hacer una de sus jugarretas.

“¡Vete de aquí, demonio!”

“¡Deberías desaparecer!”

Estaba acostumbrado a ese tipo de cosas. Al rechazo de todos, al odio inentendible que había llenado sus años más jóvenes.

La voz de Sasuke retumbó en su mente, un eco que se extendió hasta despertar esas dolorosas memorias con una fuerza más punzante de la que había tenido en realidad.

Piérdete.

Sasuke no había querido ni que lo tocara.

“Déjame en paz”

“No quiero volver a verte en mi vida”

...

...

¿Qué...?

¿Que lo dejara en paz...?

¿Por qué?

 Naruto no se había movido de donde estaba, y sus ojos solo habían estado fijos en el símbolo Uchiha que había flotado frente a él, haciéndose más pequeño hasta desaparecer.

Apretó los puños. Los dientes le rechinaron y la tensión se desplazó hacia los músculos de sus hombros y brazos.

 

_ …

Pero ¡¿qué demonios le pasaba a ese mocoso!?!

¿Quién se creía para decir aquello sin darle ninguna explicación?!

Era más cambiante que...que... ¡que la luna con todas sus fases!

_Ah, no, él a mí no me conoce todavía. – gruñó entre dientes.

Estaba tan cabreado que no entendía.

¿Qué le pasaba a Sasuke?

Trató de hacer memoria, pero no recordó nada relevante. ¿Era por haberlo molestado tanto en el almuerzo?

¿Por haberse metido en su casa sin pedir permiso?

...Tenía que admitir que había sido muy osado de su parte, pero él no pensaba mucho las cosas para hacerlas.

Pero no podía ser eso. Sasuke no se enojó ni lo echó de su casa. ¡Incluso lo había invitado a comer! –– y cocinaba delicioso el mocoso.

¿Qué había sucedido para que de repente cambiara tan drásticamente?

¿Después de haberlo invitado a almorzar?

¿Después de haberle sonreído de aquella manera el día anterior?

Lanzó al suelo sin siquiera mirar uno de esos kunais especiales, y su cuerpo desapareció en un instante.

Lo esperaría en su casa, y tendrían una larga, larga conversación.

Su jutsu de teletransportación lo hizo aparecer en la sala de la casa. Miró a los lados. Las luces estaban apagadas, y no sentía ninguna presencia en el lugar. Sasuke todavía no estaba ahí.

Oh, pero llegaría en cualquier momento, lo sabía. Y cuando entrara, iba a tener que darle una muy buena explicación.

 

0-0-0-0-0-0

Azotó la puerta.

Tiró las bolsas en la mesa del comedor.

Estampó su puño contra la pared más cercana.

_ ¡Aghh! - rugió enfadado.

No quería pensar. No quería recordar. Quería estar cansado para poder dormir y olvidar toda la sarta de estupideces que había estado sintiendo esos últimos días.

Se sentía ridículo. ¡¿Por qué se sentía ridículo?!

¿Por qué había pensado que la actitud de ese...de ese imbécil había sido un trato especial? ¡¿Por qué!?

Su ingenuidad lo había llevado a caer presa de un engaño que había creado él mismo.

_ ¡Maldición!

Golpeó la pared de nuevo. Quería destruir algo en ese momento. Romper algo. Golpear algo.

Oh, qué idiota había sido. Ingenuo, tonto. Tan abierta había estado su mente para aceptar una distracción como esa.

Furiosamente recordó su objetivo. Matar a Itachi. Matar a Itachi.

Tengo que matar a Itachi y vengar mi clan. Lo restauraré a su gloria anterior.

Soy un vengador.

"Oh, pues, yo…quería verte."

"...estaba preocupado por si te había dado algún resfriado o algo, hehe, lo de anoche fue algo así como mi responsabilidad"

Escondió su rostro en el antebrazo recostado sobre la pared.

Diablos...

"Wuooh, ¡sabes cocinar! ¡Eso es genial!"

¿Por qué se dejó llevar?

¿Qué tenía Naruto-qué tenía ese idiota, ese imbécil descerebrado que lo hacía olvidarse de todo lo que representaba su razón de existir?

"...Eres tan gracioso, Sasuke...Me la he pasado bien."

_...Te odio. - el susurro quedó amortiguado en su brazo.

Pero no sonaba muy convencido. Y de eso ni siquiera quería darse cuenta. Por lo que le constaba, a partir de ahora, odiaba a Naruto. Naruto era un estorbo.

Un estorbo que lo desviaba del camino que tenía que recorrer, un camino trazado con la sangre derramada por un traidor.

"Sasuke."

Cansado.

Tan cansado. Las piernas le fallaron, y casi se cae de rodillas, pero se sostuvo de la pared.

Había entrenado toda la tarde, y las emociones fuertes drenaban la energía de su cuerpo. Su cuerpo le reclamó un lugar suave donde recostarse y olvidarse de todo.

Quería dejar de sentir ese nudo en el pecho, esa sensación de estarse ahogando, de haber perdido algo precioso.

Qué idiota, qué idiota, qué idiota...

Se repitió a sí mismo una y otra vez mientras avanzaba lentamente hacia su cuarto.

En la oscuridad de la estancia, se guiaba por la costumbre de conocer perfectamente ese lugar.

Se pasó la mano por el rostro en un ademán agotado. Sus hombros se doblaron cuando de sus labios escapó un suspiro muerto.

Diablos...

Quería darse una ducha en ese momento. La ilusión del agua caliente bañando su cuerpo lo distrajo por unos segundos. Abrió la puerta, y su habitación estaba en penumbras. Siempre apagaba todas las luces al salir del apartamento.

Deslizó su mano a la pared  que quedaba de lado a la puerta, con los ojos cerrados.

Volvió a suspirar.

Iba a dirigirse a su closet pero no avanzó ni un paso.

...Porque Naruto estaba ahí, en su cuarto, sentado en su cama, como si hubiera estado esperándolo todo ese tiempo.

Sus ojos estaban enfadados.

0-0-0-0-0-0

 

Una sonrisa cínica colgó de los labios de rubio.

_Crees que soy la clase de persona que se queda como si nada cuando le dicen algo como "Piérdete", Sasuke?

_Lárgate.

Naruto estrechó los ojos.

_Estás muy molesto. ¿Qué sucedió?

_Vete de mi casa.

_¿Te pasó algo hoy después de que me fui?

_ Ve.Te.

_...O...

El rubio se levantó de la cama y se acercó lentamente. Sasuke no retrocedió, y no alzó la mirada cuando estuvieron a menos de un paso de distancia.

_...estás enfadado conmigo, ¿hm? - murmuró muy cerca, a su altura.

Sasuke siguió sin dirigirle la mirada, y eso no hizo más que desesperarlo y enojarlo más de lo que ya estaba.

Con algo de brusquedad agarró la mandíbula del chico y lo obligó a verlo.

_Te dije que tenías que mirarme, Sasuke.

El ceño de Sasuke estaba fruncido, su mirada contrariada, conteniendo todo que lo que sentía en las bóvedas oscuras de sus ojos.

_Dime qué demonios te sucede, mocoso. Porque no he hecho nada para que me trates así... ¿O sí?

Examinó inquisitivamente sus ojos en la penumbra de la habitación. Cómo era posible que a pesar de todo pudiese distinguir el color de esos ojos de la tenue oscuridad que los rodeaba, era un misterio maravilloso para Naruto.

Los labios de Sasuke estaban apretados en una línea recta.

Una patada en la mandíbula lo hizo caer al suelo.

El Uzumaki levantó sus ojos a los otros, a la vez que se sobaba el golpe. Oh, maldito chiquillo. Golpea bien.

_Con que estamos con esas ahora, eh, Sasuke? - se puso de pie.

Sasuke debió pensar que Naruto intentaría golpearlo hasta que le dijera todo lo que quería oír, pero eso no fue lo que sucedió.

Lo que sucedió, de hecho, tomó a Sasuke bastante desprevenido.

Naruto lo apresó con sus brazos y entonces ya no estaban en su habitación, ni en su casa, ni en ningún edificio.

El agua templada rodeó todo su cuerpo. Desorientado, casi no tuvo tiempo de tomar aire cuando todo su cuerpo, sujetado en un agarre de hierro por Naruto fue sumergido en el agua.

_¿Qué haces!? - gritó con voz estrangulada, y tosió varias veces.

_Parece que el agua te refresca la cabeza, eso es bueno. – hablaba con cinismo.

No tuvo tiempo de protestar, porque Naruto volvió a sumergirlo. Oh, pero no se podría clasificar como tortura. Porque cuando Naruto lo hundía, él se hundía también.

Sus cuerpo estaban unidos forzadamente por el rubio, los brazos de Sasuke atrapados bajo los de Naruto. Solo podía mover sus piernas y su cabeza para tratar de soltarse.

_ ¡Agh! – el pelinegro respiró agitadamente, sacudiendo la cabeza de un lado a otro. Naruto inhaló también, y lo miró con calma. –  ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿Ahora vas a torturarme para que te diga lo que quieres!? ¡Déjame en paz, imbécil!

_Si tú te ahogas yo me ahogaré también. Así que realmente no es una tortura. - una sonrisa triste curvó los labios del rubio.

_ ¡No tengo que decirte nada! ¡No te quiero cerca de mí! ¡Déjame en paz, idiota!

_¿Por qué estás tan enojado?

En comparación  con Sasuke, Naruto sonaba extrañamente calmado.

En vez de responder, el pelinegro intentó zafarse otra vez, pataleando y tratando de escurrirse del agarre del rubio. Gruñía de impotencia e ira.

_¿Por qué no me dejas tranquilo?!

_ ¿Por qué quieres que me aleje de ti? ¿Qué te hice, Sasuke? - preguntó casi en un ruego –  No sé qué te he hecho para que te pongas así, de verdad. Todo lo que he intentado hacer este tiempo, es...tratar de ser tu amigo.

_ ¡Déjame en paz! - y su cólera volvió a la lucha, ignorando lo que acababa de decir el rubio.

Naruto rodó los ojos, y se zambulleron otra vez.

Varios segundos estuvieron bajo del agua, Sasuke emergió primero, libre del agarre del rubio.

Respiró profunda y trabajosamente, y por primera vez desde que esa locura había comenzado, se dio cuenta de que estaban en el lago.

Y que ya era de noche. Y que el lago seguía viéndose hermoso.

Naruto salió del agua. Sasuke rápidamente se puso de pie sobre la superficie cristalina, y caminó hacia el muelle con decisión, los jadeos por recuperar el ritmo normal de su respiración aún estaban presentes.

El corazón le palpitaba histérico. Quería salir de ahí. Quería alejarse de ese lugar que le traía tantos recuerdos diferentes, hermosos y amargos.

_ No voy a dejarte ir hasta que me des una razón para hacerlo.

Naruto lo cargó como un saco de papas  hasta el muelle y lo tiró con fuerza medida de espaldas a la madera. Sasuke chasqueó la lengua ante el dolor que recibió su baja espalda, pero su concentración pronto se enfocó completamente en esos ojos.

No, no puedo mirarlo. No.

Esos ojos tan azules.

_Dios, Sasuke, ¡me estás volviendo loco! - el rubio lo sujetó de las muñecas, la desesperación palpable en sus palabras y en su rostro.

_... ¡Suéltame! - protestó.

Fue lo único que se le ocurrió decir al tener a Naruto prácticamente encima de él.

_¿Qué diablos te pasa?  ¡Si hasta hace unas horas todo estaba bien! Creía que estábamos bien! ¿Qué pasó, qué hice?!

_...

_ ¡Lo único que he tratado de hacer es llevarme bien contigo!

_ ¿Por qué te quieres llevar bien conmigo, eh!? ¡¿Qué te hice yo para que merezca tu maldita atención?! ¡Déjame en paz, no necesito tu amistad!

El rubio apretó los párpados.

_Primero que todo, ¡me tiraste una puerta en la cara!

_ ¡¿Y eso qué?! – le gritó de vuelta.

_ ¡Pues que eso fue lo que hiciste para llamar mi atención! Eres tan... - tosió, y sacudió la cabeza - Eres tan orgulloso, tan confiado de ti mismo. ¡Esa actitud tuya me provoca!

_ ... - Sasuke se quedó callado, la parte de su mente que estaba curiosa por lo que iba a decir el rubio, tomó momentáneamente el control de su ser.

_ Me hace querer quitarte la sonrisita esa altanera que siempre tienes, ¡sacarte de quicio! ¡Y me gustó empezar a conocerte! Creí que podía ser tu amigo, porque...porque... - suspiró con un aire derrotado, y bajó la cabeza un poco, tanto que su frente casi rozaba con el pecho de Sasuke.

Después de unos segundos alzó su rostro y sus ojos conectaron.

_...Yo...también perdí a mis padres...el mismo día en que nací...

Los ojos de Sasuke se abrieron desmesuradamente.

_ Mi madre era la jinchuriki del Kyuubi...y un hombre enmascarado se lo arrancó...después de que me dio a luz...

_... - entreabrió los labios, absorto en los ojos azules, las palabras penetraron sus oídos como el eco de una campana.

_ El Kyubi destruyó la aldea...y fue todo culpa de ese hombre...Mis padres...me salvaron de ser asesinado también por el Kyubi, y se sacrificaron para poder sellarlo en mí.

_... -  ¿Entonces Naruto…?

_ Yo…crecí solo, sin nadie que me cuidara o me prestara atención. Los aldeanos me odiaban y despreciaban…Yo…quise incluso matarlos a todos…Sasuke…

El pelinegro lo miró sin parpadear. El rostro dolido de Naruto era algo tan nuevo para él. Nunca se hubiera imaginado…Naruto… de seguro…había sufrido tanto…

_Es porque…conozco como tú…El dolor de estar solo y no tener a nadie…que quiero ser tu amigo.

Ambos se perdieron en las pupilas del otro por largos segundos. El silencio que los envolvía parecía una manta moldeada a sus cuerpos mojados. Las gotas de agua escurrían de la ropa y el cabello de Naruto, para caer sobre la de Sasuke. La respiración de los dos era casi imperceptible y calmada.

Se sentía como la calma tras la tormenta.

_...Suéltame.

_ ¿Eh? – Naruto parpadeó, sin entender.

_Me voy a resfriar si no me cambio de ropa.

_Ehh…Está bien. – torpemente, Naruto se levantó. Su mirada no dejó a Sasuke, quien se puso de pie con calma.

El rubio sintió un calorcito en el pecho al ver los ojos negros. Tan serenos como siempre, como antes. Incluso, algo diferentes, pero carentes del tormento que antes los había ensuciado.

_...Yo nunca…he tenido ningún amigo.

El rubio escuchó atentamente.

_Tú…eres lo más cercano a eso que he tenido alguna vez. – dijo algo resignado, con la mirada baja, en un suspiro tranquilo.

Poco a poco una sonrisa, iluminada y feliz se formó en el rostro de Naruto.

_Hehehe, ¿entonces soy tu primer amigo?

Oh, qué mal. Un tinte rojo pobló las pálidas mejillas del pelinegro.

_Tsk, cállate. – se dio la vuelta y emprendió el camino de vuelta a su casa. Con el corazón diferente. Con su cuerpo sintiéndose más ligero que antes.

Sintió la presencia de Naruto a su lado en un instante, casi da un salto en el lugar cuando éste lo tomó de la mano y le sonrió con confianza.

_Podemos ir más rápido.

A un breve sentimiento de vértigo, le siguió la calidez de su habitación, que fue iluminada de golpe cuando Naruto prendió la luz.

El rubio le sonrió.

Sasuke frunció el ceño con un tic en la ceja.

_¿Cómo demonios haces para teletransportarte de esa manera?

Naruto se rió entre dientes y se inclinó hasta que su cara estuvo a pocos centímetros de la del pelinegro. ¡Maldita costumbre que tenía ese idiota de acercársele tanto!

_Si te lo digo, tienes que invitarme a cenar-tebayo. – dijo con picardía, y Sasuke bufó, pasando de él hasta llegar a su closet.

Trataba de ignorar el hecho de que Naruto no pensaba irse y que, por tanto, iba a tener que bañarse otra vez con Naruto en su casa…y que probablemente, Naruto se bañaría ahí también.

_ Ni lo sueñes, idiota.

_Oooh, entonces nunca sabrás como es que puedo entrar a tu casa cuando quiero, hehe.

_Hn. – Sasuke entró en el baño que estaba conectado con su habitación y cerró la puerta. Pudo escuchar los pasos pausados del rubio, y se preguntó si se pondría a revisar su casa como la otra vez. Qué entrometido.

A Sasuke no le importó nada de eso en ese momento.

 Se recostó sobre la pared de azulejos blancos y cerró los ojos. El chorro de agua caliente le relajó, como si le estuviera librando de algún veneno que su cuerpo había absorbido. Cerró los ojos y rememoró todo lo que había sucedido, las acciones impulsivas e irracionales de Naruto, el inesperado desenlace de toda aquella discusión.

El vapor que comenzó a flotar dentro del cuarto de baño no pudo ocultar la curva fina que formaron sus labios. No había comparación en el pasado cercano para el calor que llenaba su pecho en ese momento, la ligera sensación de euforia que contenía en su interior, el cosquilleo agradable que sentía en su estómago.

Sonreía. Estaba quizás feliz de saber que Naruto y él compartían un vínculo especial.

0-0-0-0-0-0

.

.

.

Notas finales:

A/N: ¿Ven? Al final se solucionó xD Y fue para bien, hehe.


¿Qué les pareció este capítulo?  : 3


¡Gracias por sus reviews, nos leemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).