El regreso a su apartamento se hizo rápido pues por pensar en tantas cosas dentro de su cabeza, ni se dio cuenta de la hora en la que estaba volviendo. Discutió mucho con su padre, su madre se mantenía alejada, tratando de calmarlo y hablar más decentemente, pero no lo pudo conseguir. Su padre estaba demasiado cerrado a la idea de que su hijo saliera con otro hombre, que terminó por amenazarlo de la peor manera.
Con Takano-san…
Su padre le dijo explícitamente: “Si sigues con la idea de salir con ese hombre, entonces me encargaré de separarlos por mi propia cuenta. No me importa qué métodos utilizar o a quién pasar por encima, lo haré”
Estas palabras lo asustaron. Conociendo como era su padre, era probable que incluso lastimara al azabache.
Las puertas del ascensor se abrieron justo en el momento menos indicado, y Ritsu sintió más ganas de llorar de las que tenía antes al ver a la persona en cuestión, parada al frente de su departamento. Este a su vez le dio una mirada de reproche.
-Oye…- Mencionó
Ritsu caminó lo más pronto posible, sacando sus llaves torpemente para intentar abrir la puerta, encerrarse, tirarse en la cama, llorar y pensar en lo que haría de ahora en más. Pero, antes de que lo hiciera, fue detenido por los brazos del mayor, que le sostuvo sus manos por encima de la cabeza, haciendo que lo mirara fijamente.
-¡Onodera!- Alzó más la voz al ver que no le prestaba atención.
-¡¿Q-Qué quieres?!- Respondió algo alterado el castaño.- ¡Suéltame por favor! Necesito terminar de editar un manuscrito.-
-Primero explícame ¡¿Por qué me dejaste y te fuiste sin decir nada?! ¿No sabes lo preocupado que estaba?!-
Ritsu se ruborizó tras escucharlo. ¿Se preocupaba por él?....Si era así, entonces solo aumentaban los motivos para no involucrarlo en una pelea de familia. No quería causarle problemas a Takano-san, menos que salga herido. Definitivamente tenía que resolver las cosas por él mismo. Solo.
-¡¿Ha?! Discúlpame, pero ¡¿Por qué he de darte explicaciones?!-
-¡¿A dónde fuiste?!-
-¡Suéltame!- forcejeaba.- ¡Ta-Takano-san! –
-Respóndeme.-
Se quedó en silencio por unos momentos haciendo que el mayor se preocupara aún más. Entonces lo vio, sus ojos estaban ocultos por su flequillo pero notaba lo rojo e hinchado que estaban esas esmeraldas.
-Onodera…¿Estuviste llorando?- Le preguntó muy angustiado.
Al escucharlo, Ritsu se puso muy nervioso, a tal punto que en ese mismo instante quería arrojarse a sus brazos y revelarle todo lo que había pasado y así superarlo juntos…pero claro está, si él lo decía su padre haría algo que no quería ni imaginar.
Así fue como alzó la vista e intentando actuar como siempre dijo:
-¿Llorando? Claro que no jajajaja, es solo que como no he dormido mucho últimamente, están un poco irritados.-
-No mientas.-
-¡¿Qué?! En primer lugar ¡¿para qué voy a mentirte?!- Con todas sus fuerzas y enojo acumulado por ese día, logró zafarse del agarre de su jefe apartándolo bruscamente de él.- Ahora si me permites, tengo trabajo por hacer.- Terminó entrando a su departamento lo más velozmente posible.
-¡Onodera!- Takano intentó detenerlo, pero fue inútil, Ritsu le había puesto seguro, y por más que golpeara, no recibía respuesta.-¡Maldición!- Maldijo el no poder hacer nada, pues de hecho sabía que le ocurría algo, pero ¿Qué?
Con toda su frustración se ahorró sus gritos para la mañana siguiente y entró a su condominio. Sí o sí, tenía que saber las razones del por qué Ritsu se comportaba de esa manera.
Lástima que no se esperaba lo que vendría después…
La mañana siguiente, Ritsu se levantó más temprano de lo usual. Quería a toda costa no encontrarse con Takano, el cual estaba seguro le haría un interrogatorio furtivo cuando se vieran, y Ritsu, no estaba preparado para enfrentarlo aun…menos con lo que iba a hacer.
Fue entrando a la editorial y se puso a esperar el ascensor. Cuando llegó, estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta que se estrelló con alguien cuando entraba en la máquina.
Los papeles que cargaban ambos chicos salieron volando por todo el ascensor mientras que las puertas se cerraban con ellos dos a dentro.
-¡Lo siento!- Se disculparon al mismo tiempo mientras recogían sus documentos respectivos.- ¡Estaba tan distraído qué no lo vi!.- repitieron. En ese instante ambos se quedaron en silencio y se vieron cara a acara para comenzar a reír por la particularidad del momento. Era algo tan gracioso que ambos dijeran lo mismo…
-No, me disculpo primero.- Comenzó Ritsu dándole la mano para que se parara. El otro aceptó su acto.
-También me disculpo.- Dijo algo apenado.
El chico le parecía algo familiar. ¡Ha! Claro, lo había visto algunas veces en la editorial. Él era el chico de los encargos por así decirlo.
-Hola, mi nombre es Ritsu Onodera.- Se presentó.
-Ah, el mío es Misaki Takahashi, mucho gusto Onodera-san.- Le dio una sonrisa cálida.
- Es un placer Takahashi-san.- Se dieron la mano.- ¿Estás haciendo un encargo?- Preguntó al ver las hojas que llevaba.-
-Sí, voy a casa de un autor a dejarle esto.-
-Vaya, debes estar ocupado entonces.-
-Sí, algo, pero es mi mangaka favorito así que no es ninguna molestia.-
-¿Autor de qué manga?- preguntó siguiendo la amena conversación que se desenvolvía. Eso por extraño que parezca le parecía reconfortante.
-De The Kan, es Ijuuin-sensei.-
-He oído que es uno de los autores que más vende en Murakawa.-
-Pues sí jajajaja.- Correspondió.-¿Y usted Onodera-san?-
-Yo estoy en la sección de mangas shoujo.-
-¡¿Enserio?! Wooo amo leer mangas de esa temática también.-
Así siguieron con su pequeña conversación hasta que cada quien tuvo que irse a su propio piso de trabajo.
Triste realidad para el castaño, pues recordó uno de los motivos para llegar temprano. Siguió de largo por un gran pasillo hasta detenerse en la puerta del presidente y director general de Murakawa: Ryuichiro Isaka
Golpeo la puerta…
-Pase-
Escuchó y obedeció.
Isaka estaba totalmente diferente a lo usual, estaba más serio que nunca, junto a su secretario Asahina que estaba a un lado de él.
-Te estaba esperando.- Dijo.- Ahora cuéntame lo qué me dijiste ayer por teléfono.-
Ritsu tomó una bocanada de aire y con algo de dificultad le contó absolutamente todo. No sabía si era correcto el decirle, pero Isaka era por así decirlo la única persona con la que podía contar en ese momento.
-Ya entiendo…-Soltó terminado el relato.- ¿Y qué piensas hacer?-
Esa era la pregunta que menos quería escuchar. Lo había pensado, y parecía la decisión correcta, al menos eso creía.
-Isaka-san…necesito su ayuda.-
El de ojos ceniza ya se esperaba esa proposición. Pero hubiera querido no haber llegado a ese punto. Si bien era amigo del padre de Ritsu, le parecía algo absurdo el comportamiento que tenía hacia su hijo. Es por esto que le ayudaría. Sea como sea.
-Dila, sea cual sea la consecuencia, yo me haré responsable.- Finalizó.
-Bien entonces yo…- Comenzó el ojiverde. ¿Se arrepentiría de lo que iba a decir? Era muy probable.
Takano estaba impaciente, y sus compañeros lo notaban pero no querían preguntar por qué se encontraba así; y es que en la mayor parte de la mañana no había visto para nada a Ritsu, y por esto, en su mente se hacía un lío de cuestionamientos sobre lo que le sucedía.
Se encontraba revisando un story board cuando lo vio hablado con Asahina en la entrada.
“¿Qué estarán diciendo?” Se preguntaba mientras movía los dedos de ambas manos en su escritorio.
Poco a poco lo vio acercarse a su asiento.
-¡Hey!- Lo llamó haciéndolo erizar.- ¿Qué crees que haces?-
- ¿He? No sé a qué te refieres.- dijo irritado por la pregunta. El azabache molesto se acercó a él y se inclinó a su oído (Haciéndolo sonrojar) para preguntarle mejor.
-Esta mañana no estabas en tu departamento ¿En dónde estabas?- interrogó más serio y con un tono de voz más grueso.
-E-Eso no te in-interesa.-
-¿Ah no? Pues yo….- No terminó de decirlo porque fue interrumpido por alguien del departamento de ventas llamándolo para una reunión.- Mierda…- dijo- Continuamos después.- Se separó a regañadientes y se marchó del lugar.
Ritsu a su vez se sintió aliviado…
-Riit-chan- lo llamó cierto pelinegro.- ¿Te sucede algo?- preguntó con notoria angustia.
-S-Sí, no te preocupes Kisa-san, es solo falta de sueño.-
Que mal, tenía que disimular de mejor manera o todo se descubriría por si solo antes de que pudiera resolverlo.
-No te sobre esfuerces.- Le recomendó con una pequeña sonrisa.
Si supieran su problema…Pero ocultó su malestar y correspondió al asunto.
-Humm-asintió.- Lo haré.-
La reunión aun no terminaba, y de seguro eso fue una muy buena noticia para Ritsu que se apresuró por salir de su departamento de trabajo y bajar al living. Pero de nuevo se encontró con cierta personita…
-Ha…Onodera-san.- Mencionó Misaki saliendo del ascensor. Al parecer también se marchaba a su casa.
-Takahashi-san…Hola es bueno verte de nuevo.- Lo vio. Se veía algo decaído; ahora que lo pensaba, cuando se vieron esa mañana él estaba así. Pero decidió no hacer preguntas. Al igual que él mismo, Misaki podría estar ocultando un secreto que no quisiera que supiera nadie.
-¿yendo a casa?- Dijo Misaki.
-Sí, aunque primero voy por algo de comer.-
-Ya, es que hace hambre ¿no? Jajaja-
-Sí.- Afirmó. Ese chico tenía algo que le parecía especial en cierto sentido, a pesar de no conocerlo adecuadamente.- ¿Quieres acompañarme?- Tal vez por esto es que lo invitó a pesar de querer estar solo.
Paralelamente, Misaki sentía lo mismo, y pudo ser por eso que aceptó.
Se sentaron en una mesa desocupada al fondo del lugar cerca una ventana que daba vista a la avenida principal justo en la entrada del tranvía. Perfecto para tomar sus trenes de regreso a sus respectivos hogares.
Ambos castaños pidieron lo mismo de comer.
-¿Y cómo te fue en la casa de Ijuuin-sensei? –preguntó el castaño mayor probando algo de su plato.
-Pues bien.- Comentó algo sonrojado haciendo que le pique la curiosidad a Ritsu. Pero cuando iba a preguntar el móvil del segundo castaño suena. Fue así como divisó una gran expresión de tristeza en el rostro de su nuevo amigo.- Hola…¿Usagi-san?-
“¿Usagi?” Se preguntó el editor.
-No…estoy cenando ahora. Si quieres algo, solo calienta lo que hay en el refrigerador y…¡¿Qué?! ¡No te atrevas Baka! .- Alzó la voz haciendo que todos los clientes lo escucharan.- Ha no lo siento…- Se disculpó para luego volver a la llamada.- Tonto, mira lo que me haces hacer…¿He? Con un amigo ¿Por?....Agh! ¡No es así!...Haaaa ¡Olvidalo!- Terminó colgando y apagando su celular.
El otro ojiverde lo miraba curioso.
-Ah yo, me disculpo por lo que acaba de presenciar.-
-N-No hay problema.- Aunque se lo veía enojado, en sus ojos denotaba algo de tristeza mezclada con una pequeña luz.- Pero ¿Quién era? Por lo que pude notar ¿Era tu pareja?-
Bueno, estaba seguro de que a una novia no se le trataba así, sin embargo no conocía del todo ese tipo de relaciones así que todo era posible.
Y por la respuesta en su rostro era seguro que si no era una novia era la persona que le gustaba, pues Misaki estaba muy rojo.
-Ha…No y-yo…no es como si fuera…en realidad yo solo vivo con esa persona y…¡No es nada en especial enserio! -
-Ok entonces jajaja.- Le daba risa la reacción algo infantil del menor.
-No es nada serio de veras…incluso creo que soy una molestia.- El cambio de tono del menor lo sorprendió. Su mirada era seria y melancólica, como si fuera a perder algo muy valioso para él. Lo intuía porque ese mismo sentimiento lo tenía en ese instante.
-¿Por qué dices eso?- El ambiente se tornó algo tenso, y Misaki desviaba la mirada nervioso y deprimido en cierta forma. Y es que había una situación en especial que le sucedía también al otro oji esmeralda, algo de igual forma complicado que lo de Ritsu.
-Disculpa ¿Te puedo hacer una pregunta? – Inició a medida que el otro asentía.- Bien pues…Hipotéticamente hablando…¡Hipotéticamente! – Enfatizó la palabra.- ¿Qué harías si estuvieras viviendo con alguien por varios años, tienes una relación algo…mmm….”especial” y que amas a esa persona; de un momento a otro decides decírselo a tu hermano…y este te hace ver el punto que menos querías ver?¿Qué harías si comenzaras a ser solo un estorbo en la vida de esa persona, que de hecho es famosa? ¡¿Estaría bien alejarse o quedarse?!....- Lo último lo dijo tan exasperado, como si lo único que quisiera saber era la respuesta.- Ah!! Pero ¡ES HIPOTETICAMENTE!-
Ritsu lo miraba sorprendido y casi lamentándolo. ¿Esa sería la situación de Misaki? Tenía mucho que pensar…
-Pues…no lo sé a ciencia cierta pero…Si lo amas, digo…si lo amo tanto como me haces saber, yo creo que haría lo mejor para él, creo.-
Ni él mismo lo sabía. Ya que estaba en la misma situación.
-¿Y…Y si esa persona fu-fuera de tu mismo s-sexo?- tartamudeo.- ¡HIPOTETICAMENTE!-
El otro casi escupe el zumo de naranja que se había llevado a la boca por la pregunta.
-cofcofcof …Ha bien yo…-Se puso demasiado rojo al recordar a Takano-san…- Puede que sea la misma opción….digo yo jajajaja ¡Pero claro! Hipotéticamente.-
-Mmmmm perdón por preguntar algo tan extraño.-
-N-No importa.- Dio una risilla avergonzada y jugó con sus dedos debajo de la mesa. Bueno ¿Por qué no hacer lo mismo que el otro?- Amm, ahora ¿Puedo ser yo quien te pregunte algo?-
-P-Por supuesto…- Afirmó.
Esbozó un suspiro largo para poder coordinar bien lo que iba a decir….Tenía tantas dudas que quería compartirlas con alguien de confianza. Si bien se repetía que apenas conocía a ese chico, la relación corta que tenían era algo un tanto peculiar, pero de manera positiva. Él lo comprendía de alguna manera…y esperaba que Misaki hiciera lo mismo.
-¿Qué-Qué harías si…¡Hipotéticamente!...Tú fueras amenazado por tu padre para alejarte de la persona que estas ena-enamoraro- Se ruborizó. Si bien no lo confesaba, no quisiera decir que no lo sintiera de esa forma. Siguió- pero tú no quieres hacerlo, sin embargo temes que algo le pase a esa persona, más aun por tu culpa? Va la misma pregunta ¿Y si fuera hombre también?…¿Lo dejarías o lucharías por eso?...Ha pero no olvides que es hipotéticamente hablando jajajaja.-
Casi se arrepentía de haberlo dicho sino fuera porque sintió la mano de Misaki en la suya, que ya estaban en la mesa jugando con una pajilla. Lo miró entendiendo.
-Es difícil ¿no?-
Ritsu lo miro con ternura.
-Lo es. Para ambos ¿verdad?- Definitivamente ambos congeniaron en un punto en común. Pero la situación, a pesar de estar compartida no se resuelve en nada.
Solo eran dos chicos en contra de una fuerza mayor que les obligaba a seguir sus propias reglas…¿Eran débiles ante los problemas que cada uno tenía? O ¿Eran fuertes por tratar de resolverlos por si mismos?
Sea cual sea la respuesta….La decisión de cada uno se verá repercutida en el futuro, uno lleno de dolor y sufrimiento…¿Cuál será este futuro?