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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

Aqui el segundo capitulo, muchas gracias a los que comentaron. Este capitulo se citua durante la busqueda de mutantes, no tiene demasiada acción aunque si algunas revelaciones más.

Espero que les guste, y como siempre, nada de esto es mio.

Enjoy!

 

JUNTANDO A LOS X-MEN





Habían ido a los laboratorios donde conocieron a Henry McCoy, otro mutante, con el cual Charles rápidamente se sintió fascinado. A Erik le daba gracia lo fácil que Charles se fascinaba con el mutante, parecía un niño que conocía una juguetería nueva. Era muy divertido verlo observar con ojos ilusionados, abusar del “groovy” y sacar conclusiones e ideas con presura. Erik a veces se sentía inundado por ese entusiasmo, contagiándose de él, y pensando por momentos que Charles era sumamente asombroso.



Erik miraba a Charles con ilusión, parecía ser la primera persona en la que podía confiar. El primer alfa que no se comportaba como un idiota a su alrededor. Era una pena que Charles no fuera su alfa, y que en cambio fuera Shaw que siempre había sido un desgraciado que solo experimento con él. Aunque eso era cosa del pasado, ahora Erik no necesitaba un alfa, había aprendido y se veía y comportaba como uno. Se negaba a necesitar a alguien y deseaba matar a Sebastian, para borrar por completo ese capitulo de su vida. Se negaba a ser un omega, un cromosoma distinto no iba a definir su vida.

Con ese pensamiento en mente, decidió que por más que Charles le agradara, tenía que encontrar a Shaw por su cuenta para poder matarlo. Fue allí cuando decidió tomar la información e irse solo para encontrarlo, pero claro, fue abordado por Charles, recibió un discurso de compañerismo, y se sorprendió cuando sintió un deje de tristeza ante la idea de dejar al telepata. Extrañamente esos ojos azules que le miraban tan fijamente le removieron algo en su interior, y decidió quedarse, convenciéndose de que la ayuda externa no vendría mal.

Así se lo hizo saber a Charles, aprovechando cuando este tenía una cita con el director de la división especial. Pudo ver el brillo en los ojos del menor cuando se entero que se quedaría, y rápidamente sintió la sensación de Charles en su cabeza, y aprovecho para informarle lo que pensaba.


Durante un segundo Charles pensó que quizás Erik se quedaba por que lo reconocía como su pareja, por eso entro a su cabeza, pero se desilusiono al saber que no era así. Pero bueno, por lo menos Erik se quedaba, aunque claro, dejo más que en claro su condición: si una nueva raza estaba por ser descubierta, tenía que ser por los de su misma especie. Se negaba a trabajar con homosapiens, no quería ayudar a encontrar y destruir a los suyos. Era consciente de que los humanos les temerían y querrían deshacerse de ellos. No iban a quedarse pasivos ante su natural destrucción.

Así le informo Xavier al director, y este no se vio muy satisfecho, pero el telepata no tuvo miedo de mostrar su lado dominante para dejar en claro que eso no estaba en discusión. No era solo por que Erik tenía muy buenos motivos, sino también por que quería que su omega este cómodo y empezara a confiar en él, y mostrarle que lo apoyaba era importante.

Charles se sintió aliviado ante esa respuesta, por más que le dijo a Erik que era libre de elegir, no se sentía en condiciones de dejarlo marchar. Era su omega, y debía tenerlo a su lado, hasta entender por que no le reconocía, y cuando lo entendiera, lograr que le reconozca. Debían estar juntos... si Erik se iba, él iba a encontrar la forma de que sus caminos volvieran a chocarse una y otra vez hasta que estuvieran para siempre unidos.

**

-¡TU ESTAS DEMENTE CHARLES!-el profesor suspiro, y se miro al espejo mientras acomodaba su cabello. La voz chillona de Raven era muy molesta cuando gritaba, aunque claro, como todo un caballero se negaba a decirlo. Miro a través del espejo a su hermana, y le regalo una sonrisa, intentando calmarla.

-Calma, querida, se lo que estoy haciendo-dijo con su tono confiado, mientras comenzaba a acomodar su traje.

-¡Dudo mucho que sepas lo que haces! ¡Irte así! ¡¿Con él?! Por dios, no puedes irte así como así con un hombre que es tu omega, y que no te reconoce. Querrás saltarle encima ni bien estés solo ¡¿y que pasara si él coquetea con alguien?! ¡Esto no va a acabar bien, Charles, no lo has pensado lo suficiente!-Xavier prefirió apartar el pensamiento de Erik coqueteando con alguien más, y se giró para mirar de frente a la rubia. Su postura era relajada, y puso las manos en sus bolsillos delanteros para lucir más relajado aun.

-Raven, hermana, no me subestimes. Se lo que estoy haciendo, soy consciente de mi autocontrol, y Erik no coqueteara con nadie. No te preocupes...-vio que los labios rojizos se abrían para protestar pero le hizo un gesto con la mano para que lo dejara terminar de hablar-Como tu dijiste, Erik no me reconoce... necesito pasar tiempo a su lado, no solo por que sino me siento desesperado, sino también por que necesito lograr que el sienta nuestro vinculo. Se que lo hará, Raven, él es mi pareja.

-¡No lo sabes! No estas seguro, tu mismo dijiste que él ya tiene una pareja-contraataco su hermana y Charles suspiro y termino de colocarse el abrigo, antes de tomar las llaves del auto. No quería escuchar esas cosas, no quería dudas, él no podía equivocarse: él era Charles Xavier.

-No se por que te conté todo eso, Raven, no debí hacerlo. Es privado-respondió aun tranquilo, acercándose a su hermana y acariciándole el cabello-Cuídate, ten cuidado con lo que haces-advirtió como al descuido, era consciente de que su hermana sentía atracción por el alfa Hank, y ella era una beta a la que Charles siempre vería como muy pequeña para enamorarse.

-Por que soy tu hermana y mejor amiga, y por que con un poco de alcohol no puedes esconderme nada-ella le sonrió con cariño, y deposito un sonoro beso en su mejilla. Sus ojos le miraron con insistencia, y sus siguientes palabras sonaron más serias, más sabias-Cuídate Charles, tu debes cuidarte... no quiero que te equivoques y termines con el corazón roto, toma esto con calma ¿si? Contrólate-le advirtió y luego le abrazo por el cuello con fuerza-Mucha suerte, y trae a muchos contigo-le sonrió de oreja a oreja antes de retirarse, con ese caminar suyo tan característico.

** 

Tras unas horas en el auto, Charles realmente dudo que eso fuera una buena idea. El olor de Erik estaba concentrado, y se vio obligado a abrir un poco la ventanilla para que circulara el aire. Erik miraba el mapa con concentración, antes de cerrarlo y mirar a Charles-Falta poco, ¿dijiste que este mutante sabía volar?-comento con curiosidad, para así volver a escuchar lo entusiasmado que Charles se ponía al respecto.

Aunque claro, el menor ahora estaba pensando en como lograr no saltarle encima. Odiaba cuando Raven tenía razón. Asintió distraído y se quedo callado, sintió la mirada intensa de Erik clavada en él, y suspiro, sabía que él no era callado y le encantaba hablar al respecto-En realidad su mutación le permite desafiar las leyes de la gravedad, puede flotar o hacer flotar los objetos a su alrededor. Es sumamente groovy...-comenzó a contarle todas sus teorías, y aprovecho eso para distraerse. Erik había encendido un cigarrillo y aunque no le agradaba que su vehículo se viera inundado por el olor, agradecía cualquier aroma que le distrajera.

Durante ese tiempo Erik no parecía notar nada entre ellos, cosa que le frustraba más. Estaba bien que solo eran unos días, pero los omegas y alfas se reconocían con la primera mirada ¿por que Erik no? Sabía que debía ser paciente, pero le costaba mantener sus manos apartadas del polaco, le tocaba con cualquier excusa, aunque fuera solo un roce. Por suerte Erik no sospechaba nada. Lo que más le asustaba era proyectar, dejarle ver a su “amigo” como a veces sus pensamientos divagaban en lo bien que se debería sentir delinear sus músculos con la lengua, bajar por la linea entre sus abdominales, mientras sus dedos jugaban con su entrada... que seguramente se empapaba rápidamente con ese liquido viscoso y de aroma exquisito.

Había olido antes el aroma a lubricación de un omega, pero seguramente el aroma de Erik debía ser insuperable, le encantaba imaginárselo gimoteando y escurriendo por su entrada, rogando por ser penetrado. Debía verse hermoso, tan masculino, tan alfa, seguramente tenía un enorme pene, todo un macho... y viéndose loco de deseo, escurriendo, desesperándose....

Sacudió la cabeza y acomodo su cabello hacía atrás. Agradeció mentalmente ver el cartel de la ciudad y que en cinco minutos hubieran encontrado la casa de la mujer. Aunque, por más que hablaron con ella no hubo suerte y tuvieron que marcharse.

Charles estaba cansado para manejar de regreso, así que sugirió que se quedaran en un hotel, donde exigió dos habitaciones apartes. No podía compartir con Erik, se volvería loco. El alemán se rió y comento que no sabía que él fuera tan reservado, aunque al parecer también agradecía la soledad.

**

En el siguiente viaje Charles se entretuvo mirando como Erik jugaba con la moneda entre sus dedos, conocía la historia, por que conocía muchas partes de su vida. Sabía que no era algo descuidado, guardaba esa moneda por algo en particular... y aunque le molestaba la idea, al mismo tiempo también ardía por deseos de venganza por aquel que toco a su omega. Sabía que tenía que aprender a manejar esos impulsos, él no era violento, no le agradaba la venganza y mucho menos aprobaba los planes del mayor sobre querer matar a Shaw.

Tuvo que codear a Erik cuando la azafata les paso al lado, la moneda dejo moverse y quedo en la mano de su amigo inanimada. Erik le sonrío socarrón y Charles le regalo una sonrisa con sus rojos labios.

El viaje no fue largo, pero Charles no pudo evitar quedarse dormido. Cuando despertó estaba apoyado en el hombro de Erik, quien de nuevo estaba jugando con la moneda. No supo en que momento termino contra él, pero al parecer al alemán no le había molestado por que estaba relajado, y no le había apartado. Aprovecho el momento para olfatear a Erik, dejándose embriagar por su aroma. Se restregó contra él, hasta que su nariz termino tocando la piel ajena... 

Y allí sintió a Erik temblar, abrió los ojos para mirarle y noto que estaba apretando los labios, en un rictus de incomodidad. Suspiro y se aparto sin ganas-Lo siento, mi amigo, parece que estaba más cansado de lo que pensaba-comento acomodándose el cabello y la ropa, para quedar tan impecable como siempre.

Erik le miro de reojo, y se encogió de hombros-No importa, lo supuse, Charles-se quedo quieto, aunque al poco tiempo llevo la mano al lugar donde sintió el tacto de Xavier. Había temblado sin poder controlarse, era consciente de que Charles le había estado olfateando, y eso en vez de ofenderle había logrado que se humedeciera un poco. Cosa que le molesto bastante, él no era un omega, no tenía por que tener esas reacciones.

Cuando bajaron del avión se retiro un momento, yendo al baño del aeropuerto, hurgo sus bolsillos hasta extraer una cajetilla la cual abrió con cuidado. Un montón de pastillas perfectamente blancas estaban casi rebalsando del tarrito, tomo una y la trago antes de beber un poco de agua de una botella que había comprado. Cerro los ojos cuando la carga de hormonas ingreso en su cuerpo, hacía más de tres años que estaba tomando supresores... sabía que solo debía tomarlos durante el celo, pero cinco años de atrás, cuando apenas dejaba de tomarlas, el celo le pegaba con demasiada fuerza, y no quería pasarlo, así que las tomaba diario. 

El problema es que parecían estar perdiendo su efecto, ya que aun sentía la humedad entre sus glúteos, producto del suave roce con Charles. Se mordió el labio, sabiendo que las hormonas tardarían en hacerle efecto. Miro el baño con atención, por suerte estaba en hermosas condiciones... todo impecable. Se lavo las manos minuciosamente y se metió en el cubículo, con cuidado de no tocar nada con su mano derecha. Una vez dentro del cubículo se bajo los pantalones hasta mitad de muslo y llevo su diestra hasta su entrada, la acaricio, sintiéndola húmeda, y lentamente introdujo su dedo sintiendo su glándula palpitar y hacer que se humedezca más. 

Se vio obligado a acallar un gemido, mientras sumaba otro dedo en su entrada y comenzaba a moverlos con ganas. Llevaba tiempo sin hacer eso, y estaba jodidamente apretado, sus dedos le abrían deliciosamente, y con su otra mano comenzó a acariciarse su hombría, que en cuestión de segundos se había puesto completamente dura.

Lo hizo rápido, casi como un tramite, no quería pensar demasiado... y que alguna imagen de Shaw le arruine el día, disfrutando pero a la vez sin dejarse hacerlo, se estremeció y su simiente baño la puerta del cubículo mientras sentía su entrada contraerse contra sus dedos. Suspiro de alivio, pensando que estando más relajado, habiéndose liberado y con la pastilla, no tendría problemas por mucho tiempo.

Limpió, se acomodo la ropa, se refresco y salio en busca de Charles. El menor miraba un mapa antes de sonreirle y comentar que había conseguido un taxy. Los ojos, increíblemente azules de Xavier le miraron preocupados-¿Te encuentras bien, Erik? Estas sonrojado.-Charles se acerco y le toco la mejilla que estaba acalorada-¿Tienes fiebre?

Erik le miro atento y casi suspira de alivio al notar que no hubo ninguna reacción en su cuerpo. Volvía a sentirse un alfa. Sonrió y negó con la cabeza-Solo calor, no te preocupes...-bebió más agua para refrescarse y luego se dirigió al taxy.

Esa vez tampoco tuvieron suerte, y en la noche estaba lo suficientemente relajado para jugar una partida de ajedrez con Charles, que con el tiempo se volvió toda una rutina entre ellos.


**


En el bar, estaban bebiendo más de la cuenta, Erik sonreía de esa manera tan suya... como un tiburón que mostraba todos sus dientes y Charles no podía evitar morderse los dientes disimuladamente, conteniéndose las ganas de besarlo. La música, el alcohol, las chicas bailando... todo formaba un ambiente sumamente erótico. Charles no podía evitar inclinarse hacía Erik para susurrarle algo, o moverse buscando rosarle, inclinarse sobre él para servirse más champagne. Erik miraba atento a las chicas, cosa que a Charles comenzaba a molestarle. Cuando la chica que buscaban bailo sobre ellos, Charles se estiro para colocarle una buena suma de dinero entre la ropa.

Charles coqueteo con ella, sin la menor vergüenza, y cuando consiguió que los llevara a solas, noto que Erik le miraba fijamente y se sintió ligeramente culpable... antes de que Erik se riera y alzara las cejas insinuante. Eso lo molesto bastante, hubiera preferido sentirse culpable por haberle puesto celoso a que le incitara a continuar.

Se dirigieron hacía la habitación, y se acostaron en la misma cama, uno al lado del otro. Una nueva champagne les acompañaba, Charles no podía evitar pensar que le gustaba bastante la ecuación de cama+champagne+Erik, pero que ciertamente prefería que fuera de otra forma. La chica les miro demostrar sus habilidades y luego sonriendo juguetona, les enseño sus “atributos”, dos hermosas alas de mariposa. Charles sonrió emocionado y miro a Erik que miraba fijamente a la chica, sintió una punzada de celos, y de nuevo odio que Raven tuviera razón.


**

En una nueva búsqueda, se les hizo tarde para buscar alojamiento, y a pesar de haber mucha insistencia por parte de Charles, no consiguieron dos habitaciones. Charles parecía muy obsesionando con el hecho de que necesitaban DOS habitaciones, cosa que a Erik le llamaba la atención ¿por que tanto misterio? Solo era una noche. Cuando lo vio regresar abatido y sin éxito, alzó una ceja-Amigo, si tanto te molesta, dormiré en el auto-su voz era sarcástica, aunque el ofrecimiento era real. Charles le miro fijamente, sus ojos azules le estudiaron, antes de que en la rojiza boca se formara una sonrisa sincera.

-Erik, amigo, lo que menos me molesta es compartir habitación contigo-no, claro que no, lo que le molestaba era la idea de no poder contenerse. Pero se convenció así mismo de que tenía suficiente fuerza de voluntad, no haría nada que molestara a Erík.

Juntos, en la habitación, jugaron la típica partida de ajedrez mientras divagaban sobre todo lo que tenían que hacer. Charles prefería mirar el tablero que a su amigo, no quería más distracciones, ya era mucho saber que ese aroma le acompañaría toda la noche.

-Jaque mate-concluyo Erik, y Charles suspiro antes de sonreirle-Felicidades amigo, te ganas un whisky-comento, mientras pedían servicio a la habitación, junto con algo de comer. Erik le sonrió-¿Y si perdía me dabas un whisky como consuelo?-pregunto divertido, luego se levanto, se masajeó los hombros, que estaban tenso por la mala postura, y se estiro. Charles no le quitaba los ojos de encima mientras hablaba por teléfono, sus ojos se clavaron en la porción de piel de su abdomen que se había expuesto al levantarse un poco la remera. Miro el ombligo y los cobrizos rizos que iniciaban debajo de este. Se relamió los labios y se obligo a desviar la mirada, antes de colgar el teléfono. 

-Voy a ducharme-anuncio el polaco, y sin pudor alguno se retiro su remera, dejandole ver a Charles la musculosa espalda, pues se había dado vuelta a recoger una toalla. Charles le contemplo, pensando que Erik parecía más un alfa que él mismo, y extrañamente a Charles le encantaba... adoraba los músculos de Erik, era mucho mas atractivo que el típico omega de facciones suaves y cuerpo delicado. Erik era un hombre de verdad.

Solo con los pantalones Erik se fue a la ducha, y Xavier se vio obligado a contenerse para no seguirle y mirarlo desnudo. Se conformo con tomar la abandonada prenda y llevarla hacía su nariz, olfateo sobre todo la zona del cuello, donde el aroma se intensificaba. Charles sintió un tirón en su pene, joder... moría por masturbarse con ese aroma.

No pensó demasiado en las consecuencias, pensó en hacerlo rápido... se sentía un maldito abusivo, pero el aroma de Erik ya comenzaba a volverle loco y si no se calmaba iba a violarlo. No quiso despojarse de la ropa, simplemente desprendió su elegante pantalón, y metió la mano entre su bóxer. Con la otra sujetaba la prenda cerca de su nariz, mientras comenzaba a acariciarse. Oh, sería tan hermoso enterrar su nariz en el cuello ajeno mientras le follaba, sentir ese aroma embriagarle, mientras se hundía dentro suyo. Sentir a Erik gemir, apretarle con sus piernas, clavarle las uñas... La mano se acelero sin piedad, tocando los puntos justos para darle el mayor placer. No estaba cómodo, pero no era la idea, solo quería descargarse rápido.



En el baño, Erik sintió un cosquilleo en el estomago. Un aroma le lleno, afrodisíaco, haciendo que se endurezca un poco, por puro deseo. Supo que si no hubiera tomado el supresor, estaría empapado en su entrada... El cosquilleo aumento, ardiendo en su vientre, y sintió su entrada palpitar. Se pego a la pared de mosaicos, apoyando su espalda, mientras comenzaba a acariciarse sin remedio. Que delicioso aroma, era tan... gimoteo y comenzó a acariciar su pene con una mano, masturbándose con rapidez, sintiendo que necesitaba pronta liberación. 


Charles estaba igual, en la cama. Los dos se masturbaban ansiosos, separados por las paredes. Charles gimió al sentir que el aroma de Erik se intensificaba, y se toco con más fuerza, hasta que finalmente eyaculo en su mano, bañándola de semen. El mayor en el baño experimento algo muy similar, una fuerte correntada le obligo a acelerarse, acariciándose con deseo. Estaba agitado, y no tardo en eyacular contra los azulejos, gimiendo muy bajo y luego apoyándose en la pared para no caer.

Sintió un liquido empapar su entrada y abrió los ojos de golpe, mientras llevaba su mano a constatar. Y si, estaba húmedo. Frunció el ceño ¿Pero que diablos...? ¡Estaba tomando los supresores diarios! ¡¿Por que carajos se estaba mojando?!

Se enjuago con bronca, sintiéndose impotente. Y salio de prisa del baño, con la toalla en la cintura. Ni bien abrió la puerta, y el vapor se disperso, sintió ese aroma afrodisíaco llenarle de nuevo, con más intensidad. Recorrió la habitación con la mirada, hasta detenerse en Charles, que estaba acostado en la cama, relajado, pero extrañamente colorado. Su boca más roja de lo normal.

Erik le miro un momento con interés, ¿acaso ese aroma venía de Charles...? No pudo formular respuesta, ya que el servicio a la habitación llamo a la puerta, y les dejo la comida y la bebida que Charles había pedido. El camarero había entrado y había arrugado la nariz inmediatamente. El cuarto olía demasiado a Alfa, y al ver a Erik con la toalla en la cintura, y su cuerpo musculado, inmediatamente se lo atribuyo. Luego le dirigió una mirada a Charles, sonrosado en la cama, pequeño en comparación al otro... e intuyo que ese era su omega. Les dejo la comida, y se retiro, no sin antes de que Charles le extendiera la propina. Cuando el ingles se acerco a él, se rió por lo bajo al escuchar que el chico se quedaba confundido al notar que era él quien emanaba ese aroma dominante.

El chico se retiro confuso, y Charles se rió por lo bajo, ganándose una mirada curiosa de Erik-¿Que pasa?-Charles, se giro para mirarle, y le recorrió disimuladamente con los ojos. Con su suerte, Erik ahora se paseaba semi desnudo en la habitación. Menos mal que se pajeo, por que la imagen de ese cuerpo semi desnudo era demasiado hermosa.

-Nada, darling, solamente el mesero pensando tonteras-le sonrió coqueto, mientras acomodaba el carrito con los platos-No es que no te veas encantador así, Erik, pero creo que necesitas cambiarte para comer-Erik sintió una vibración ante el cumplido, pero no se inmuto demasiado, simplemente se limito a obedecer la suave orden.

Minutos después, ambos comían y bebían un costoso Whisky, cortesía de Charles. La comida rápidamente desapareció, y ambos continuaron bebiendo relajados, sentados cada uno en su cama. Erik jugaba con su moneda, mientras mantenían una apasionada conversación sobre mutaciones. Charles amaba escuchar a Erik, se notaba apasionado, y le enorgullecía que su pareja fuera un mutante tan inteligente y con ideales de hermandad. Aunque claro, desaprobaba la idea de exterminio de la raza humana, pero a pesar de todo, no podía dejar de escucharlo con fascinación. Entendía de Erik el odio a los humanos, aunque esperaba que al pasar tiempo juntos, esos rencores pasados pudieran olvidarse.

Finalmente se durmieron, y entre la mezcla de aromas, y sus instintos calmados por estar cerca, ambos descansaron mucho mejor de lo que esperaban. Al día siguiente rebosaban de energía y de buen humor.


**

El viaje en carretera finalmente tuvo dos grandes éxitos, según Charles:


Primero, había conseguido un buen grupo: Sean, Alex, Angel y Darwin. Y aunque muchos otros no se hubieran unido, ahora sabían que no estaban solos, y quizás en un futuro se plantearan acercarse.

Y segundo, pero no menos importante, él y Erik habían formado un vinculo. Quizás no era como el quisiera, romántico y pasional, pero aunque sea ya tenía su amistad, lo cual era mucho viniendo de ese hombre que al parecer desconfiaba de todos. El rey del metal parecía cómodo en su compañía, lo cual era un gran avance, y al parecer disfrutaba muchísimo de sus citas nocturnas, donde compartían alguna bebida, un juego de ajedrez y una apasionada charla.

Charles sabía que alfas y omegas estaban predestinados, pero no por eso solían llevarse bien o congeniar, estaba feliz de que su pareja fuera tan perfecta para él. Erik era atractivo, culto, inteligente, gracioso, fuerte...

Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar unos ruidos golpeando la puerta de su, por ahora, habitación en la central de la CIA, de la secreta división X. Se sorprendió al ver a Erik en frente, y de inmediato dibujo una sonrisa.

-Buenas noches Charles, ¿te parece si esta noche yo invito la bebida y uso las fichas blancas?-Charles dibujo una sonrisa, al ver la sonrisa ladina de Erik. Sintió su corazón latir más rápido, casi como si fuera una quinceañera, y asintió, haciéndole lugar para entrar. 

-Claro mi amigo, me has alegrado la noche. Ponte cómodo-indico, sin poder dejar de sonreír.


Erik le buscaba para tener su compañía, ese era un gran, gran avance... significaba que el instinto del mayor comenzaba a indicarle que necesitaba a Charles cerca. Todo iba de maravillas, lento, pero genial. 

Notas finales:

Rewies? Realmente me hace falta saber lo que opinan. Besos.


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