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El Descontrol De Un Vampiro por Vzk

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Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen son de sus debidos creadores.

 

Al siguiente día Zero se estaba despertando poco a poco buscando su camisa.

–¿Dónde la deje?

–¿Buscas tu camisa? –Pregunto el castaño abrazándole de la cintura mientras dio un beso en el hombro de aquel–

–¡¿Q-que haces aquí?!

–Es mi habitación, ¿Acaso creíste que era Yuuki?

–¡No! ¡Claro que no!

Aquel se levanto rápidamente colocándose toda su ropa como pudo pero se detuvo al abrochar su pantalón mirándose a un espejo de cuerpo completo que estaba en una de las esquinas de aquella habitación.

–E-estas marcas –Comenzó a tocarse–

–Así es, será mejor que te las cubras bien si no quieres que alguien te las vea.

–Tsk…Lo que paso fue un error me deje llevar…

–¿Eso crees?

–Sí. No puedo estar cercas tuyo...Es increíble que haya pasado esto…Me decías que era una basura...Un nivel E, alguien que no valía ni para proteger a Yuuki y ahora tienes sexo con migo y yo me deje llevar como si jamás me hubieras lastimado moralmente.

–¿Entonces qué aras?, sigues sin creerme, después de todo lo que te mostré tanto en la cama y mis palabras simplemente me haces creer que no valieron para ti.

–No valieron Kuran. –Lo mira fijamente–

–¿Por qué?...

–Dame las razones suficientes para olvidar lo que me hiciste antes de decir que te gustaba…

–No las tengo, porque  eso no se olvida se supera…

–No puedo superarlo…

–Quisiera poder borrarlos pero no puedo…No usaría mi poder para borrarte la memoria…

–Quisiera no haberte conocido.

–¿Crees que yo no?, lo normal ahorita seria seguir fingiendo estar enamorado de Yuuki, sé que no soy perfecto, cometo errores, no por ser un vampiro signifique que no los cometa.

–Entonces esto fue un grave error.

–No lo fue.

–Sí, yo quería a Yuuki, yo peleaba por ella y tenias que llegar y decirme esas estúpidas cosas.

–No fueron estúpidas…

–¡Claro que sí! Y muy estúpidas.

–Me acabas de decir que la “querías” y que “pelabas” por ella…Esas palabras fueron porque ya es pasado, ¿O me equivoco?

–N-no dije eso.

–Lo dijiste.

–No es verdad.

–Si es verdad, eso quiere decir claramente que ahora me quieres a mí, porque siempre fue así.

–¡No siempre fue así! Cállate ojala te mueras.

 –¿Si me muriera como reaccionarias?

–Eres un idiota.

–También te amo.

–¡No dije que te amaba!

–Cada quien tiene su modo de expresarse.

–No te tomas enserio lo que te digo.

–No tengo una razón.

–Agh¡ Como me sacas de quicio.

 –Esa no es mi intención –Sonríe burlonamente–

–¡Deja de sonreír! ¡Tú no eres así!

–Está bien, pero soy así porque estoy con tigo

–Entonces dependes de mí, si no fuera así me hubieras dejado.

–Sí.

–¡No seas tan!….Tchi.

–Las personas cambian su actitud cuando están frente a la persona que aman, eso me dijo Juuri de niño.

–¿Y eso me debe importar?

–Claro que sí, no entiendo porque sigues poniendo una barrera entre nosotros de esa manera tan cruel.

–Porque así me criaron.

–Nada volverá a ser igual desde que tuvimos sexo el día de la fiesta, ¿lo sabes verdad?

–Para ti puede que no sea lo mismo pero para mí da igual.

El peli plata tomo su camisa colocándosela rápidamente para después tomar su corbata, chaleco y saco saliendo del lugar.

Así transcurrió una semana sin que Zero y Kaname tuvieran contacto tanto físicas como verbales aun que el castaño cada vez que le veía le dedicaba una mirada tierna  en la cual también le aclaraba que era de su propiedad y que él solo lo podía tocar, Zero al sentir aquellas miradas le recorría un sudor frio pero trato de ocultarlo ya que su orgullo era más que los sentimiento en esos momentos.

Ya era de noche, una noche fresca en donde no hay ni frio ni calor, Ichiru se encontraba caminando por el jardín de aquella academia dirección a la fuente pero algo le detuvo momentáneamente lo que le hizo retroceder para ver quién era la persona que se encontraba sentada en el césped.

–Hanabusa?

–He?... –Aquel se limpio las lagrimas–

–¿Por qué lloras?

–¡N-no estaba llorando!

–Si claro cómo no, ¿Acaso Kuran te hizo llorar?

–¡No! Tonto…

–Ju perdón señor gruñón.

–Solo vete.

–Pues de hecho lo aria pero no, hablando de eso, me sorprende que no estés con el barbie.

–¿Barbie?

–Si hablo de Akatsuki Kain.

–No le digas así.

–Ho pues entonces princeso pero creo que todos los de la clase nocturna se creen eso.

–Tampoco princeso.

–¿Por qué te molesta?, ¿Acaso a ti te dicen así?

–¡NO DIJE ESO!

–Ya, ya tranquilo

Ichiru se le acerco acorralándolo con un brazo recargado sobre el árbol por encima de la cabeza de Aidou mientras metía mano en su bolsillo para así  esbozar una sonrisa como si de su pareja se tratase lo que provoco que Aidou quisiera retroceder mirándole extrañado.

–¿Q-que pasa?

–Entonces dime… ¿Por qué estabas llorando?

Aquel le limpio unas cuantas lágrimas logrando que el rubio se sonrojara y mirara a otro lado.

–N-no te concierne.

–Pero me interesa saber la razón.

–No te diré.

Aidou alzo su brazo para así apartarlo pero Ichiru tomo del mismo para así tomar el labio superior del contrario entre sus dientes mientras jalaba de este a no poder más soltándolo.

–Entonces…Dime.

–¡¡Q-que c-crees q-que haces?!!

–No respondiste mi pregunta.

–¡Ni tú la mía!

–Te mordí el labio. ¿Quieres que lo haga de nuevo?

–No lo dije pa…

Aquellas palabras fueron interrumpidas pues Ichiru procedió a volver a hacer lo mismo con su labio inferior pero esta vez finalizo besando la barbilla de aquel mirándole picaronamente.

–¿Te gusta? Puedo repetirlo toda la noche en mi habitación.

 –¿P-p-pero que acabas de hacer?, por supuesto que no quiero que lo repitas y menos en tu habitación –Aquel se sonrojo como tomate–

–¿En la tuya está bien?

–¡I-ichiru!

–¿Qué?

–Deja de morderme…

–Hum… Si te preguntas algo como: ¿Qué le pasa? ¿El no es así o sí?, ¿Qué le paso al ichiru tranquilo y amigable?... Podría decírtelas si me acompañas a mi habitación.

–¡No seas tonto! Ja además, no podría dejarme llevar por uno de tu clase siendo de sangre noble.

Aidou se cruzo de brazos mientras una nariz de pinocho le crecía por aquellas palabras, Ichiru solo lo miro con una ceja alzada para después tomarlo entre la cadera y sus glúteos para cargarlo en uno de sus hombros  y dar paso en dirección a su habitación, alarmada menté el rubio comenzó a pegarle en la espalda lo que para Ichiru le era más divertido todo pues aquellos alardes sonaban como una mujer  reclamándole a su pareja que le bajara, él sabía de antemano que Zero y Yuuki estaban de guardia en el edificio de la clase nocturna y el director había salido con Yagari para arreglar unos asuntos por lo que paso tranquilamente por todo el dormitorio del día hasta llegar a su habitación abrir de ella y cerrarla para después sentar a Aidou en un mueble pequeño que tenia ahí para acercárse dejando las piernas del rubio entre su cadera y sonreírle, el contrario quedo perplejo, no podía ni hablar solo le miraba y parpadeaba.

–¿Te sorprendí?

–¡Pues claro que sí!, déjame bajarme.

–¿Qué tal si primero me dices el  problema por el cual estabas llorando?

–N-no era nada, ya te dije.

–Mala respuesta.

Y si que era mala respuesta, Ichiru deslizo su derecha hasta el glúteo de Aidou tocándole como si fuera de su propiedad.

–Esto es como un interrogatorio, si respondes mal, te are algo, si respondes bien pues…también.

–Mgh… ¡Q-que! ¡No!

–Entonces comencemos, joven Hanabusa dígame la razón por la cual estaba llorando, solo tiene tres segundos. Uno…

–NO, déjate de juegos.

–Dos…

–Jum…

–Tres…. ¿Acaso será que este interrogatorio te gusta?

Aquel quito rápidamente el saco del rubio.

–¡Deja de quitarme la ropa sin permiso!

–Siguiente pre...

Aquellas palabras fueron detenidas por las manos de Aidou.

–Solo fue porque me acorde de algo, y me sentí solo, fue solo eso ahora si déjame o yo…

–¿O qué?

–Ho yo….Yo…. No se pero déjame salir de aquí.

–Aburrido, invéntate otras palabras que no sean “Déjame” “Déjame salir” “¿Qué haces?”

–¡No es gracioso Ichiru!

–Para mí sí lo es Ha-na-bu-sa.

–Kgh…

–Sostuve el sentimiento de quererte tener desde que entre a esta academia pero se desbordo y ahora no puedo seguirme reprimiendo –Sonrió como niño pequeño– Se mi pareja y ágamos el amor dulcemente.

–¡¡¿?!!.....

–Aquí me tienes amándote y tu estas aquí, no puedo dejarte ir si no me das una respuesta.

–¡Pero si ni me hiciste una pregunta!

–¿Acaso tengo que decirte un sermón y después pedirte ser mi amante?

–¡NO! ¡ESTAS LOCO!

–Te gusto admítelo.

–Si… ¡Que digo no!

–¿Entonces le dirías que si a Kain?, podemos hacer trió.

–¡NO! ¡NO!, ¡¿QUE TE PASA?! ¡ESO NO! ¡EL ES MI PRIMO!

–Entonces se mío rubia

–No me digas rubia.

–Te are el amor.

–¡No lo digas solo hazlo! –Puso una cara de verdadera vergüenza–

–Hui….Esa actitud me gusta pero, ¿crees que puedas satisfacerme?...Después de todo soy un cazador y tu solo un sangre noble.

–¡C-claro que puedo!, Si no fuera así no estuvieras duro apenas me tocaras.

–Tienes razón –Lo tomo del brazo para sentarlo en la cama– Entonces arréglalo.

–¡¿Qué?! N-n-n-no haré eso.

–¿No sabes cómo hacerlo?

–¡No lo preguntes como si tú fueras experto en esas cosas!

–Um, tal vez.

–N-no lo haré…

–Entonces yo lo haré.

Aquel  lo tiro a la cama poniéndose por completo sobre el cuerpo del rubio besándole.

                                      Al siguiente día.

La clase nocturna estaba saliendo de sus dormitorios para dirigirse a sus clases como ya era de costumbre las alumnas del día les esperaban para observarles, Kain salió alado de Aidou un poco extrañado pues aquel se agarraba la cadera y se quejaba por cada paso que daba, solo pensó en que pudo haberse caído de la cama o lo pusieron a limpiar el piso pero aun así quería preguntarle.

–¿Qué te paso?, te agarras tanto la cadera que parece como si un elefante se te hubiera echado en sima.

–¡No es nada!, nada, nada, q-que cosas dices Akatsuki soy el mismo de siempre.

–Hm si claro entonces apúrate o te dejaremos atrás –Aquel le pego en la cadera por detrás para así avanzar–

–¡Itte! Estúpido Akatsuki…

Así pasaron las clases de aquellos durante la noche, Zero se encontraba paseando por la guardia nocturna sobre lo que parecía parte de un jardín aun que se detuvo un poco al ver una rosa blanca la cual resaltaba entre las que se encontraban marchitas, era hermosa y se sentía aquella atmosfera  de vida y frescura lo cual le dibujo una bella sonrisa que al momento le trajo el recuerdo de aquel rostro cálido de Kaname hasta que una voz le interrumpió el momento.

–De nuevo perdido en tus pensamientos Zero kun.

Aquella voz la reconocería fácilmente tratándose de aquella mujer de sangre pura llamada Shizuka Hio, aquel esbelto cabello largo y sedoso tal como el de una dama de su clase resaltaba en aquella bella noche, su abanico lo movía entre su diestra mientras miraba tranquila pero divertida al cazador acercándose con aquellos pasos elegantes comúnmente de ella procediendo a dejar su abanico y tocarle los hombros con las yemas de sus dedos.

–Zero kun… Deberías recibirme mejor, al menos responderme a la hora que trato de entablar una conversación contigo.

–No tenemos nada de que hablar.

–Frio como siempre… Jum… Ojala fuera Kuran kun para que me recibieras mejor…

–No sé de que hablas. –Aquel se movió para que no pudiera tocarle–

–Se que ustedes tienen más que una posible rivalidad por la chiquilla de Yuuki….

–Tsk…. Eso no sería posible.

–Zero kun te conozco posiblemente más que tus padres difuntos…

El peli plata no dudo en sacar su Bloody Rose en menos de un segundo para ponerla contra la cabeza de aquella mujer.

–No metas a mis padres en esto. –Unos mechones cubrían aquel rostro–

–¿Sera?... Aun te sigue molestando que los mencione –Sonríe para si– No me da miedo que me apuntes con tu juguetito…

–Eres una basura. –Aquel retiro su arma–

–Búscate mejores insultos.

–Deja de dirigirme la palabra, no puedo verte ni en pintura, no puedo ver a la persona que asesino a mis padres….

–Pensé que al mencionártelo podrías haber madurado pero veo que simplemente no fue como yo lo espere.

–Ja…. No soy igual a Ichiru.

–No esperaba que lo fueras, he sabido desde que eras pequeño que te volverías frio por lo de tus padres, no me sorprende que ni a la chiquilla le dejaras romper aquel muro que impones para reprimir tus sentimientos y lo que posiblemente te vuelve todavía un humano…

–Esas estupideces y sermones puedes decírselas a alguien más.

–Te defiendes de esa manera cuando alguien tiene la razón, por lo que he salido victoriosa en esta conversación.

–¿Victoriosa?

–Sería una pena si alguien le contara la verdad a Kuran kun –Sonrío con sutileza–

–¿?... Seguiré con mis rodas. –Aquel dio media vuelta comenzando a caminar–

–Jajá… –Aquella risa sonó traviesamente mientras colocaba su abanico a la mitad de su rostro cubriéndole la boca lo que hizo que el peli plata se detuviera–

–¿?...

–Bien… Sigue con tus rondas hablare con Kuran kun esta noche.

–¿Sobre qué?

–Ya sabes…. No te hagas el tonto Zero kun, las palabras que te dije anteriormente…Sobre la verdad…

–¿Qué clase de verdad?

–Lo que tú sabes perfectamente.

Aquella se acerco susurrándole una que otra cosa a Zero lo cual hizo que aquel dejara ambas manos caer de lado a lado mientras abría sus ojos de par en par y una lágrima caía.

Notas finales:

Gracias por leer ¡


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