-Tsk… tengo que cambiarle las vendas…sal un momento-dijo el pelilargo desviando la vista de su hermana con el rostro sumamente rojo y avergonzado como nunca por el hecho de que su pequeña hermana lo encontrará a él atacando a Morinaga mientras dormía. Pero también sabía que era algo inevitable, el solo hecho de pensar que podía perderlo hacía que le entrara la necesidad de sentirlo, de saber que estaba ahí y que no era una ilusión.
-Está bien, pero recuerda que tienes que comer también tú-Decía la niña que ya no comento nada del beso que había visto, en primer lugar porque conocía su hermano y sabía que lo incomodaría si le seguía hablando del tema y segundo porque ya estaba enterada de la relación que llevaban juntos, tanto él como Morinaga eran muy fáciles de leer, era realmente transparentes en sus sentimientos por mucho que él lo negará o tratara de ocultar.
Una vez afuera el pelilargo comenzó con su labor aprovechando el hecho de que los analgésicos tenía efecto sobre el peliazul, con cuidado le retiro la venda que ya estaba bastante mojada por el sudor y manchada con un poco de sangre. Le limpio las heridas las cuales se encontraban sumamente rojas y algo hinchada la zona dañada, eso sin duda alguna dejaría grandes cicatrices-Perdóname por no poderte proteger-Le decía el pelilargo mientras acariciaba con la punta de sus dedos las cuatro grandes heridas en su espalda.
Después de eso le puso las nuevas vendas, terminado su labor le puso su pijama para que no estuviera desnudo y no se fuera a resfriar, le limpio nuevamente el sudor de la cara y le dio un pequeño beso en la frente. Tomo su plato y termino de comer lo que Morinaga había dejado, no iba a desperdiciar la comida y menos en estos tiempos, lo restante lo guardaría para recalentarlo nuevamente.
Así pasaron varios días Morinaga se la pasaba casi todo el tiempo dormido debido a los analgésicos, apenas y se mantenía unos minutos despierto para comer. Souichi en varias ocasiones le cambio de ropa y le lavaba el cuerpo con un paño. Hasta que en una ocasión Morinaga despertó por su cuenta propia a mitad de la madrugada, miro a un costado y pudo visualizar al pelilargo sentado en una silla y la cabeza apoyada en la cama mientras sostenía la mano del ojiverde entre sus manos. Morinaga se sorprendió y luego sonrió apretó la mano de souichi, con un poco de esfuerzo levanto la mano del durmiente, la acerco a sus labios y deposito un pequeño beso sobre ella.
Ante el movimiento Souichi despertó, encontrando a Morinaga besando su mano.
-Acabas de despertar y ya estás haciendo tonterías-le reprendía Souichi sin apartar la mano
-Jejeje… lo siento no me pude contener- le dedico una pequeña sonrisa y paso la mano de Souichi por su cara-Te amo, estoy tan feliz de tener la oportunidad de poner hacer este tipo de cosas nuevamente, no creo desaprovecharla cuando en verdad creí que iba a morir. Ante lo dicho Souichi se quedó sin habla, en cierta forma el peliazul pensaba igual que él, pero escucharlo decir que moriría por alguna razón se quedó congelado, nuevamente el miedo que había sentido el día que se manchó la mano con la sangre de Morinaga había regresado, solo que esta vez le hacía temblar todo el cuerpo.
Ante tal reacción Morinaga levanto la vista rápidamente al rostro de Souichi sus ojos encontraban ocultos bajo su pelo y su cuerpo estaba temblando-Porque no me hiciste caso, mira como terminaste, era obvio que si ibas solo algo te podría suceder.
Morinaga lo miro unos momentos y se dio cuenta que las lágrimas comenzaron a rodar por el rostro de su amado, mientras su cuerpo seguía temblando sin control, ante esto Morinaga jaló al peligris hacía el haciendo que este cayera en la cama.-Q..Qué estás haciendo… imbécil, te puedo lastimar-decía mientras trataba de levantarse, pero los brazos de morinaga que se habían apoderado de su espalda evitaron que lograra su objetivo.
-Perdóname por preocuparte de esa manera, pero era algo que se tenía que hacer sempai, la comida no nos iba a durar mucho ahora que kanako-chan y Matsuda-san van a vivir con nosotros, y perderlos alguno de ustedes por falta de alimento es un riesgo que no pienso correr, si tengo que poner mi vida al límite por su bienestar es algo que pienso hacer con mucho gusto, por eso no me arrepiento de lo que hice-Decía el peliazul mientras abrazaba con más fuerza a Souichi y hacía una mueca de dolor. Mientras que el peligris dejaba de temblar y se ponía serio por lo que dijo Morinaga.
-Acaso no te dio miedo, no pensaste en mí estando allá fuera, que piensas que va a pasar conmigo sino te tengo a mi lado-Decía sin titubeos pues le espantaba la sola idea de perderlo y que el peliazul no viera esto le hacía enfadar.
-Siendo sincero estaba aterrado cuando me atacaron, y lo único que me venía a la mente eras tú y el hecho de que quería verte una vez más supongo que gracias a eso pude regresar con vida, haré lo imposible, por permanecer a tu lado y protegerlos sempai, así que no te enojes por favor, en esta ocasión me toco mala suerte, pero estoy vivo y es lo que importa, no crees-Le comentaba mientras mantenía su agarre alrededor del cuerpo de su sempai-
Souichi se despegó de Morinaga y se acomodó a un lado de este, le miro a los ojos y se agacho para darle un beso, el cual fue correspondido de inmediato, aun cuando Morinaga no podía moverse le tomo de ambos brazos de Souichi y le beso con intensidad, lamió los labios del peligris pidiendo permiso para entrar en su boca, permiso que le fue concedido, metió la lengua en la boca de Souichi y este le correspondió moviendo su lengua junto con la Morinaga.
Nmm… aah Morinaga-decía entre el beso dejando salir pequeños suspiros y continuaba el beso, sin darse cuenta se posiciono encima del peliazul con las rodillas a ambos costados de su cadera y profundizaba el beso sin querer terminarlo. Morinaga descendió su boca hasta el cuello de su sempai dejando pequeñas marcas y mordidas en su recorrido.
-Mmn Mori…naga, aah nm detente - Le decía mientras se inclinaba hacía el cuerpo de Morinaga para facilitarle el trabajo. Morinaga haciendo oídos sordos metió una mano debajo de la camisa de Souichi y recorría su espalda mientras continuaba con su labor repartiendo besos a lo largo del cuello del peligris y le lamía mientras Souichi soltaba pequeños gemidos y suspiros, Morinaga se levantó un poco más cosa que provoco que soltara un quejido de dolor acción que devolvió la cordura pérdida al pelilargo, abriendo los ojos de golpe despego su cuerpo del de Morinaga,-Te encuentras bien? El peliazul asintió ante la pregunta y Souichi suspiro de alivio, cuando se dio cuenta de la posición en la que se encontraba su cara enrojeció de inmediato para luego tratar de bajarse de la cama, pero Morinaga lo tomo del brazo para evitar que se bajará, lo jalo nuevamente y lo beso de nueva cuenta de una forma desesperada y apasionada, se despegó un poco de él.
-Duerme conmigo por favor, estoy seguro que la cama es más cómoda que la silla-
-No, te puedo lastimar, además es de madruga es hora de que duermas y no andes haciendo cosas pervertidas-Decía mientras trataba de ocultar el hecho que él también había tenido una participación muy activa y sin contar el hecho de que él había comenzado el beso.
-Por favor prometo no hacer nada, solo quiero que duermas a mi lado, además estoy asustado quiero sentir tu calor, tu presencia- Decía sin vergüenza y mirando de forma necesitada al peligris que lo miraba de forma desconfiada.
-Está bien pero si intentas algo te dejo solo me escuchaste- le dijo para posicionarse a un lado de Morinaga y meterse dentro de las sábanas.
Morinaga asintió ante lo dicho por el pelilargo y se recorrió un poco para hacerle espacio, el dolor lo ataco ante este pequeño movimiento pero no lo demostró ya que sabía que si Souichi se daba cuenta saldría de la cama de inmediato para no molestar el descanso del peliazul. Después de que se acomodará le dio la espalda a Morinaga fingiendo que se iba a dormir.
-Sempai por favor no me dé la espalda, quiero ver su rostro, me hace pensar que está molesto conmigo, perdón por besarlo no creí que lo molestaría no lo volveré hacer así que perdóneme por favor-Decía morinaga con arrepentimiento en la voz
-Tks idiota no estoy enojado, es solo que me quiero dormir ya es tarde y mañana tengo que hacer varias cosas-Decía Souichi mientras se volteaba y quedaba de lado mirando a Morinaga
-Te amo, te amo demasiado-Decía Morinaga mientras de inclinaba un poco a pesar del dolor y le daba un beso en la frente, Souichi cerró los ojos disfrutando del contacto con los labios de su amado (claro que jamás lo diría en voz alta) y susurró un gracias antes de quedarse dormido.
Morinaga por su parte había pasado varios días durmiendo por lo que no tenía sueño se la pasó toda la noche viendo el rostro durmiente de su sempai, agradeciendo tenerlo en estos momentos a su lado disfrutando del calor de su cuerpo. Sin duda estaba dispuesto a dar su vida por él, y se sentía feliz que fuera él el que tuviera ese insoportable dolor y no su amado.
Ahora poniendo su rostro serio se puso a recordar su encuentro con los dos salvajes, tenía que encontrar la forma de pararlos, sin duda tarde o temprano tenían que volver a salir del departamento por más provisiones y el hecho de que merodearan la tienda le sería más difícil acercarse a ella tendría que buscar otra tienda para abastecerse y el problema era que sería una que se encontraba más lejos del departamento, el número de salvajes aumentaba y les dificultarían acercarse a cualquier lugar, lo raro que le pareció fue el comportamiento que tenían, pues mientras se acercaban a la tienda se miraban un poco más tranquilos que cuando entraron a la tienda, parecía que se volvían más salvajes poco a poco, no sabía el porqué de ese comportamiento tan errático pero tenía que encontrar la respuestas y ver una forma de defenderse su supervivencia dependía de eso.