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El amor en las buenas y en las peores por amber0714

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Notas del capitulo:

La continuación espero y les agrade cada día el suspenso crece jejeje dejen sus reviews que son lo que me motivan a continuar la historia por fis y Gracias por seguir hasta aquí

EN BUSCA DE VIVERES

Al pasar unas horas Souichi se sentía entumido de estar sentado y desesperado, Morinaga por su lado no había despertado por lo que prefirió que siguiera así. Matsuda-san por su parte se empezó a mover y tomo unas latas de comida y utilizando una vacía comenzó a hacer de comer pues por el susto que se habían llevado en la mañana no almorzaron y era malo para todos los presentes saltarse las comidas sin contar el hecho de que no comían los alimentos necesarios para estar bien nutridos.

Souichi se le quedo mirando durante todo el proceso, kanako había dejado ya de llorar y ayudaba a Matsuda en la preparación. Una vez terminado sirvió la comida y la repartió, el pelilargo no tenía hambre pero aun así tomo su porción.

-lo mejor es que despertemos a Morinaga-kun, no ha comido desde ayer y se ha exigido demasiado con todas estas cosas que han estado pasando. Si tomamos en cuenta su herida y el ataque de nervios del día anterior no tomará mucho tiempo en el que colapse y caiga enfermo. Decía Matsuda-san dejando de comer y mirando con lastima al chico que las estaba cuidando desde que se fueron a vivir con ellos.

Souichi lo miro unos momentos en silencio concordando con lo que decía la señora, estaba preocupado por la salud de Morinaga que últimamente iba de mal en peor. Se acercó al chico y le comenzó a hablar para despertarlo.

-Morinaga… despierta tienes que comer-

-Mmm… sempai-decía entre murmullos el más joven pero sin despertar.

-Despierta de una vez quieres… la comida ya estaba preparada- Souichi le molestaba que desde hace unos días le fuera más difícil el hacer que el peliazul despertará.

-Mmm…¿sempai que sucede?- Abriendo al fin los ojos miraba al joven ojimiel que estaba cerca de él arrodillado con comida en su mano.

-Toma… tienes que comer-Le entrego su plato de comida y Morinaga la recibió sin muchas ganas, se sentía mal y había perdido el apetito pero para no preocupar a los demás tomo la comida.

-Gracias… umh? Qué hora es?- Decía el peliazul al darse cuenta por fin que había estado dormido, no se dio cuenta en el momento en el que lo hizo. Se suponía que debía vigilar a los salvajes.

-No lo sé, pero han pasado han pasado como cinco o seis horas desde que paso todo el jaleo con los salvajes- Respondía Souichi, por la extraña pregunta, pues en el estado en el que estaban que más importaban las horas.

-seis horas eeh? El sol debe estar en el punto más alto en estos momentos- murmuraba para sí analizando la situación el ojiverde- Por favor no hagan el más mínimo ruido.

Sin más se levantó del suelo y pego la oreja a la puerta y cerro lo ojos tratando de concentrarse lo más posible en el sonido que pudiera provenir del exterior de esas cuatro paredes. Lo único que escucho fue la nada.

Se despegó de la puerta y miro hacía los que se encontraban mirándolo expectantes. – Sempai podría por favor ayudarme a buscar más barrotes de seguridad y una lámina, son materiales que nos sobraron cuando estábamos asegurando el departamento. Estoy seguro que los guarde aquí encima de los estantes. Sin más que decir se acercó a los estantes y comenzó a mirar encima de ellos poniéndose de puntillas. Souichi comprendió de inmediato para que quería estos artículos, lo más probable es que estuviera pensando en ir a cerrar la ventana rota y ver si algún barrote fue dañado.

Él estuvo atento al ruido que estuvieron haciendo los salvajes por más de dos horas pero aparte de los gruñidos y constantes golpes no pasó nada más, por lo que probablemente era seguro salir. No sabía cómo Morinaga había llegado a esa conclusión después de haber preguntado la hora, pero si era hacía quería decir que estaban contra reloj.

Cuando al fin dieron con ellos Souichi procedió a quitar los costales que atrancaban la puerta. Kanako de inmediato se abalanzo a los brazos de Matsuda-san

-Sempai alguien tiene que quedarse con ellas- Comento Morinaga viendo que Souichi se preparaba para salir.

-Morinaga… en estos momentos estoy bastante molesto así que te sugiero que no te pongas en plan de dar órdenes y si tanto quieres que alguien se quede por qué no lo haces tú. El trabajo de reparar la ventana se necesita de dos personas no me opondré a que te quedes pero si te a través a pedirme que yo lo haga te lo juro que te golpeare sin remordimiento alguno así que piensa lo que dirás a continuación- Dijo Souichi sin voltear a ver al ojiverde y continuaba con la mano en la perilla.

Morinaga suspiro y se resignó, Souichi era todo un caso y en estos momentos estaba hablando serio sin exaltarse lo que sugería que estaba bastante molesto, más tarde le preguntaría el porqué. Por otro lado Matsuda y Kanako miraron al pelilargo nunca lo había visto así, pues su típico enojo era el de gritar y hacer rabietas exageradas. El verlo serio hacía que tuvieran un poco de miedo de él. Era una nueva faceta que ellas nunca habían visto.

Sin más que decir ambos salieron al pasillo Morinaga llevaba los materiales de reparación al igual que algunas herramientas de trabajo, en su mano derecha sujetada fuertemente se encontraba la espada lista para la acción. Souichi iba al frente caminando cautelosamente con el bate en mano, sus pasos eran lentos pues no quería hacer ruido.

Una vez que llegaron a la habitación sellada Morinaga procedió a dejar todas las cosas que cargaba sobre el sillón que servía de barrera a excepción de su katana, le indico con su mano a Souichi que guardara silencio y este asintió. El peliazul se recargo sobre la puerta y se concentró espero durante un minuto y al no escuchar ruidos con señas le indico a Souichi que retiraran las cosas que bloqueaban la puerta.

Una vez terminado esto armándose de valor tomo la soga y quito el último obstáculo que obstruía la posibilidad de abrir la puerta. De manera cuidadosa abrió poco a poco la puerta, solo lo suficiente para ver las condiciones en las que se encontraba la ventana y considerar si era seguro entrar o volverla a sellar. Cuando al fin pudo visualizarla se dio cuenta que todos los barrotes se encontraban aún puestos por lo que era probable que ninguno de los salvajes hubiera podido colarse a la habitación.

Abrió la puerta lo suficiente para poder pasar y le hizo señas a Souichi indicándole que tomará las herramientas pero que lo esperará ahí. Souichi comprendió que Morinaga sabía lo que hacía así que no renegó y fue a hacer lo que se le pidió.

Morinaga se fue a cercando a la ventana mientras Souichi lo miraba desde la puerta abierta. Una vez que estuvo junto a la ventana, tratando de ser cuidadoso y no pisar ningún vidrio roto, pues se encontraba descalzo y podría ser peligroso. Miro hacia afuera del departamento y verifico varias veces dándose cuenta que no había ningún salvaje cerca. En cuanto al estado de la ventana era deplorable si hubiera seguido lo más probable es que no hubiera soportado mucho.

Los barrotes se encontraban doblados de tanto golpe al igual que llenos de sangre. Seguramente de tanto golpearlos se habían dañado y al ser insensibles al dolor continuaron hasta que se aburrieron y se alejaron.

Le indico a Souichi que se acercara este al igual que el peliazul tomaba cuidado de no pisar los vidrios y se fue a cercando hasta llegar al lado del peliazul. Morinaga trato por la fuerza sacar los barrotes que están incrustados en la pared, pero al parecer estas habían abandonado su cuerpo.

-Sempai, podría ayudarme a sacarlo por favor, trate de no tocar la sangre- Souichi observo como Morinaga inútilmente había tratado de sacar el barrote. Era obvio que no iba ser tan fácil después de todo ni los mismos salvajes habían podido hacerlo. Pero él era consciente de la fuerza de Morinaga la cual por alguna razón parecía no tenerla en estos momentos.

Sin analizar mucho la situación decidió ayudarlo pues perder el tiempo no era un lujo que se podían dar en estos momentos. Una vez que lo lograron pusieron la lámina en la ventana y la empezaron a atornillar contra la pared dejando sellada por completo la apertura. No habría forma de mirar hacía a fuera pero también sería imposible que entraran los salvajes.

Después tomo una sábana limpia y la coloco sobre la lámina eso mantendría sus olores dentro de la habitación al igual que ayudaría a conservar el calor ya que la lámina no ayudaría a conservar la habitación caliente al igual que los vidrios, sino todo lo contrario el frio se colaría a través de esta.

Continuaron con el trabajo hasta que los barrotes nuevos fueron puestos y asegurados. Terminando esto Morinaga fue retrocediendo hasta la cama y se dejó caer quedando sentado sobre está dándose cuenta que estaba temblando. Souichi se dio cuenta y se acercó rápidamente hasta él. –Te encuentras bien, te duele algo? El estado de salud de Morinaga lo tenía en constante alerta y en cierta forma asustado.

-Jejeje creo que solo es miedo… perdón pero al parecer quede traumatizado después del ataque en la tienda así que no puedo evitar temblar. Perdón por ser tan cobarde- Se disculpaba Morinaga, la sola idea de estar frente a otro salvaje le asustaba hasta la muerte.

-Y aun así sales a enfrentarte a ellos, aun con ese trauma quieres salir tú solo y hacerte cargo de las cosas. Yo no veo ningún signo de cobardía en tus acciones. Así que no pidas perdón por algo que no has hecho. Sin decir más levanto el rostro del ojiverde y lo beso. Esto tomo por sorpresa a Morinaga pero acepto el beso gustoso, abrazo a Souichi de la cintura y lo acerco hacía él. Souichi puso a una rodilla sobre la cama y el otro pie lo mantenía en el suelo tratando de no perder el equilibrio.

-Mmm… Aah… Morinaga-Profundizo más el beso metiendo su lengua en la cavidad del menor y le sujeto la cabeza del peliazul con ambas manos y acariciaba su cabello, alborotándolos mientras pasaba sus dedos a través de estos. El ojiverde acariciaba la espalda de Souichi de manera lenta de arriba hacia abajo disfrutando del beso

-Morinaga… Aah… Te amo- Dijo en un susurro mientras despegaba sus labios del ojiverde el cual tenía la respiración acelerada. Al escuchar esto Morinaga tomo a Souichi por los hombros y lo alejo bruscamente de él.

-Que...Qué fue lo que dijiste? Pregunto el peliazul desconcertado. Souichi ante el brusco movimiento y ante el evidente rechazo se sorprendió.

-Eeh? Dije que te amo- Volvió a repetir sin más. Se sorprendió por la reacción, el esperaba que el más joven estuviera feliz, pues antes sus constantes formas de demostrarle su amor estaba seguro que Morinaga se pondría feliz por el tratar de hacer lo mismo.

-Se puede saber a qué se debe el cambio tan repentino?- Pregunto Morinaga de forma seria y al parecer un poco enojado.

-Por… Por qué te enojas, siendo sincero creí que te alegrarías- Souichi le era más difícil saber que era lo que pensaba el ojiverde y sus continuos cambios de humor lo tenía al él también fuera de balance.

-Bueno me parece imposible que de la noche a la mañana me empieces a amar para ser precisos desde nuestra última conversación- Morinaga se levantó de la cama no quería estar cerca de Souichi y su lastima así que trato de poner distancia entre ellos.

-Pero que estás diciendo imbécil yo ya te había dicho con anterioridad que te amaba de donde sacas eso "de la noche a la mañana"- Souichi no comprendía que era lo que trataba de decir.

-Qué raro esta es la primera vez que yo lo escucho… y me lo dices después de que te hable sobre mí pasado. Yo no necesito de tu lastima Souichi, no tienes que forzarte a decir algo que no sientes. Prefiero tu odio a tu lastima.- Sin decir más se acercó a la puerta para salir de la habitación.

-Aah tienes razón- Morinaga se quedó congelado por lo que dijo. Así que después de todo si era lastima, era lo más obvio que más podría ser.- Tienes razón es la primera vez que lo escuchas después de todo las anteriores veces que lo dije estabas o inconsciente o dormido olvide eso.

Morinaga no comprendió lo que dijo por lo que volteo rápidamente la vista hacía Souichi tratando de buscar una mejor explicación.

-Las veces que te he mencionado que te amo fue después de que hicimos "eso" pero como en cuanto terminamos te quedaste dormido no lo escuchaste. Supongo que no sabrías de eso a menos que te lo dijera. Bueno en fin, no es de un día para otro. Tú crees que después de llevar tres años de relación, me convertiría en tu pareja nada más por que sí. Eres estúpido o que, creí que al menos sabrías que lo había hecho porque me gustabas- Ya no quería seguir con esa conversación tan vergonzosa, pero si se quedaba callado lo más probable era que Morinaga siguiera enojado con él y lo tratará igual que lo hizo al amanecer; brusco y frío y eso le dolía así que prefería aclarar la situación.

-Es verdad entonces sempai, en verdad me ama? Decía con los ojos húmedos a punto de llorar. Se acercó a Souichi y lo abrazo fuertemente.

-Cla… Claro que te amo, idiota. Morinaga ahora fue quien levanto el rostro de Souichi y lo beso tiernamente, mientras lágrimas corrían por su rostro. Souichi correspondió el beso y abrazo a Morinaga por la espalda

-Lo amo tanto Sempai-Souichi se despegó un poco del cuerpo de Morinaga y limpio su cara con sus manos de un forma tierna.

-Haz bajado mucho de peso y tu rostro está muy pálido, te sientes bien? Al parecer Morinaga emocionalmente se encontraba mejor, ese ya era un avance ya que siempre ha sido lo más difícil para Souichi de sobrellevar el estado de ánimo del menor. Pero en cuanto a su estado de salud no entendía porque no mejoraba. Había estado descansando estos días y la herida ya había cerrado por completo. No lograba sacar de su pecho ese sentimiento de miedo y pérdida.

-Todo está bien Sempai, supongo que es la preocupación que no me abandona, eso es todo- Tomo una de las manos de Souichi y la paso por su rostro. Aah eran tan cálidas, se sentía muy feliz el tener a Sempai a su lado como siempre. Tenemos que decirle a Matsuda-san que ya pueden salir mientras yo hare el aseo en el cuarto y pondré algún tipo de sellador en las ventanas para evitar que vuelva a suceder lo mismo, posiblemente al atardecer se vuelva a poner igual de caótico que en la noche, así que tenemos que apresurarnos.

-Encárgate de tu avisarles yo hare los arreglos a la habitación y las puertas-Souichi quería quitarle peso de encima a Morinaga así que se adelantó a hacerlo.

Morinaga sin discutir se dirigió a la alacena, toco la puerta y escucho como Matsuda y Kanako con esfuerzo retiraban los costales nuevamente para dejar la puerta desbloqueado. La abrieron y al ver a Morinaga en la puerta muy tranquilo estas salieron.

-Todo está bien por favor reúnanse en la mesa enseguida sempai estará con nosotros-

Una vez que Souichi terminó con los arreglos de la casa se fue a sentar en la mesa en la que se encontraban los tres esperando por él.

-Y bien? Porque dijiste la otra vez que sabias el motivo del comportamiento tan violento de los salvajes. Habla de una vez- Decía Souichi mirando a Morinaga bastante interesado. Como fue posible que dedujera tantas cosas si todo el tiempo se la paso en cama. Tenía curiosidad, debido a que el ojiverde estuvo lastimado y al borde de la muerte no le importo otra cosa que no fuera el bienestar del peliazul por lo que lo último que quería pensar era en los salvajes. Pero al parecer estaba equivocado al sacarlos de su mente, ya que debido al análisis que había realizado Morinaga había permitido salvarse en esta ocasión.

-Bueno me di cuenta esto después del comportamiento que tuvieron en la tienda… Cuando estaban en la calle actuaban como simios caminaban con las cuatro extremidades y andaban con calma una vez que se acercaron a la tienda y entraron a esta se empezaron a moverse más inquietos y violentos. Decía Morinaga narrando parte de lo sucedido durante el ataque que tuvo cuando buscaba provisiones.

-Sempai desde cuando empezó a hacer tanto frío?- Otra pregunta que parecía no tener nada que ver lo que estaban hablando pero aun así contesto.

-Cerca de una semana, tú todavía seguías inconsciente debido al analgésico que tomabas. Pero hace una semana que dejamos de abrir las ventanas debido a las bajas temperaturas, al parecer ya entro el invierno y tardara mucho en nevar-

-Maldición- Dijo Morinaga en forma de susurro pero fue lo suficientemente claro para ser escuchado por Souichi.

-Quieres dejarte de rodeos y explicar que está pasando-

-El hecho de que empiece a nevar son MUY MALAS NOTICIAS para nosotros y al mismo tiempo buenas. El Por qué? Es muy simple. Los salvajes tienen un comportamiento feroz, agresivo y violento debido al cambio de temperatura, lo cálido apacigua su forma de actuar mientras que el frío alimenta su agresividad. Esa es la razón por la que son más peligrosos durante la noche que durante el día y ahora que entramos a invierno y la temperatura bajará bastante incluso durante la mañana eso nos pone en problemas- Decía Morinaga tratando de ser claro.

Lo que explico dejo a Souichi impresionado y a las mujeres asustadas

-Por qué dices que es malo y bueno el hecho de que comience a nevar? Bueno el hecho de que se hagan más agresivos durante esta temporada me doy cuenta que es malo, pero hemos asegurado el departamento. Podemos durante la noche irnos a dormir a la alacena y problema resulto en cuanto a lo bueno. Yo no veo nada bueno en todo ese desastre- Souichi trataba de analizar el increíble descubrimiento que había hecho su compañero. Sin duda era difícil de percatarse de algo como eso y más si trataban de evitarlos a toda costa.

-Bueno es sumamente malo porque pronto tendremos que salir por más provisiones y la tienda de conveniencia desde el día del ataque ya estaba siendo rodeada por los salvajes, en estos momentos me imagino que es como un zoológico para ellos toda esa área. Por lo que tendremos que buscar otro lugar para abastecernos- Ante esto Souichi dio un pequeño salto sobre su asiento y Matsuda-san se puso una mano sobre su boca preocupada. Mientras la pequeña Kanako hacía todo el esfuerzo del mundo para no comenzar a llorar.

-Kanako-chan, ustedes no tendrán que salir del departamento de eso nos encargaremos Sempai y yo así que no te preocupes- Trataba de consolar a la niña que no tardaría en ponerse a llorar.

-Pero…Pero la última vez… snif…snif que saliste por comida resultaste herido Morinaga-san, y si ahora están más violentos no sabemos que les pueda pasar- Decía la pequeña que a pesar de todo lograba ver lo malo de la situación.

-Tienes razón pero es algo que debemos hacer las provisiones duraran a lo mucho una semana, en cuanto a las buenas noticias de que empiece a nevar. Es que los primeros días van a ser lluvias acompañadas de granizo y luego nevara. Bueno como esto es un conjunto departamental el contenedor de agua es bastante grande y el hecho de que nos allá durado durante tanto tiempo quiere decir que somos los únicos que seguimos viviendo aquí, pero la presión del agua ha comenzado a disminuir considerablemente. Me di cuenta de esto mientras me bañaba ayer en la mañana lo que significa que no nos queda mucha-Morinaga exponía otro de los problemas que tendrían que enfrentar.

-Antes de que empiece a llover subiré a la azotea y destapare cada uno de los contenedores para que se vuelvan a llenar con el agua de la lluvia y la nieve, también conectare las canaletas en un solo tuvo y lo dirigiré a la cisterna (depósito de agua) que se encuentra en el primer piso de los departamentos. Aunque no podremos bombearla hasta los contenedores que se encuentran en la azotea tendremos un lugar cercado donde conseguirla.-

-Ya que una vez que entre la temporada de sequias será un problema tener que buscarla en diferentes lugares- Souichi escuchaba con extrema atención a Morinaga tratando de ver que lo que dijera no fuera demasiado peligroso o buscar una alternativa más confiable, pero desgraciadamente no la había. Morinaga estaba enfrentando los problemas de forma realista y la solución que daba era la única salida paras sus problemas, no tenía otra opción más que aceptar lo dicho por el peliazul. No tendremos que preocuparnos por el hecho de que se evapore la que se encuentra en los contenedores porque el sol en estos momentos es muy débil su calor y no se evaporará así que también eso es favorable para nosotros.

-En cuanto a la salida de víveres se hará pasado mañana así que Sempai le pido que este mentalmente preparado para lo que viene porque es muy probable que encontremos un infierno en las calles- Tomo la mano de Souichi y la apretó este solo se quedó viendo a Morinaga analizando el plan que se había dado.

-Para lo que acabas de decir no podremos salir más adelante después de esta ocasión hasta que pase el invierno por lo que tendremos que traer lo más que podamos. Como planeas que logremos eso entre tú y yo.- Souichi miraba imposible que si lograban regresar con vida (eso era lo que suplicaba en su mente) pudieran traer lo suficiente para cubrir toda esa temporada sin contar que Morinaga cada día se veía más enfermo y no sabía que tanto se podría seguir presionando.

-Vamos a tomar un coche… crearemos una distracción para lograr acercarnos a uno de los carros que se encuentran en la calle, tenemos que llegar a un supermercado grande para podernos abastecer lo suficiente, además de que tengo planeado a pasar a una librería, a la universidad y a una ferretería. Son demasiadas cosas y ocupamos en que transportarlas. Le explicaba ahora solo mirando a Souichi que se había quedado con la boca abierta por lo que había sugerido el peliazul.

-Com…Comprendo lo del supermercado y la ferretería pero se puede saber para qué demonios quieres ir a una librería y a la maldita universidad acaso crees que nos vamos a ir de paseo o qué?

-Aah… sempai a la librería voy a ir a tomar libros de bioquímica y medicina los más que se puedan… en cuanto a la Universidad… necesito los materiales que se encuentran en el laboratorio para poder trabajar…Se quedó unos momentos en silencio.

-SEMPAI VOY A BUSCAR LA CURA PARA ESTE VIRUS-

Silencio total se había formado en la sala todos se quedaron viendo a Morinaga con los ojos abiertos y sus rostros mostrando completo asombro.


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