Una sombra corría veloz entre los árboles, de cuando en cuando miraba a sus espaldas, para luego mirar al frente; se detuvo un momento para analizar la situación cuando un kunai salió desde un arbusto dando en su pecho
- Sí que eres len…
No pudo seguir hablando cuando sintió una espada atravesando su cuerpo, para sorpresa de su enemigo, miles de cuervos salieron volando alejándose a una leve distancia. A salvo, trata de recuperar el aliento pero siente al frio en su cuello
- Te atrape
- Bien hecho -luego de sonreír- sal ya Itaru, esta vez tu hermano gano
- No es justo
Un pequeño azabache salió de la copa del árbol, para luego saltar al suelo como su padre y su hermano
- Ya te tenia papá -haciendo un puchero
- Lo sé, pero lo malo fue que te confiaste, ¿Qué es lo que se debe hacer primero?
- Eso lo se… déjame pensarlo
- Atacar y luego inmovilizar -respondió el rubio
- ¡Minato! - haciendo otro puchero
- Está bien -viendo al rubio- deja que tu hermano conteste
- Si -respondió el menor
- Itaru, ¿Por qué se debe atacar e inmovilizar? -el menor cruzo los brazos
- Eso se hace cuando… cuando… cuando se requiere hacerlo confesar o sacarle información
- Exacto, los dos aprenden rápido. Pero aun así debes prestar atención, Itaru.
- Si papá -respondieron los dos
Itachi sonrió a sus mellizos, como el, ambos eran un prodigio solo que Itaru tenía un poco de la personalidad de Naruto pero era serio como él; Minato en cambio, a la vista de muchos, podría decirse que era un clon perfecto de su abuelo tanto física como en la personalidad: sincero, simpático, agradable y con más control en sus emociones.
- Bueno, es hora de irnos -hablo el mayor empezando a caminar
- Cierto, ya casi es hora, ¿estas nervioso papá? - Itaru caminando junto a él
- Claro que no -respondió Minato- a papá nada lo asusta -sonrió
De nuevo una sonrisa se dibujó en los labios del mayor, al mismo tiempo que los tomaba de las manos. No tuvieron mucho que caminar hasta que divisaron las tiendas de campaña y sus habitantes, quienes al verlos, les sonrieron a los recién llegados.
Finalmente llegaron a su tienda, donde Naruto estaba vuelto loco, de aquí allá
- Ya volvimos papi - anunciaron los pequeños
Al escucharlos, Naruto sonrió pero luego frunció el ceño
- ¿Por qué tardaron tanto, tienen idea de que hora es?
- Naru… -se acercó Itachi
- Tu no digas nada y váyanse a bañar, ¡ya!
- Señor, si señor
Los pequeños se pararon y saludaron como soldados, para luego salir corriendo riéndose y antes de que Naruto los regañara
- Amor, tranquilo -Itachi lo abraza por la espalda- llegaremos a tiempo
- Siempre tan tranquilo -suspiro el rubio para apoyar su cabeza en el pecho del azabache
- Pero a si me amas -besando su cuello- ¿te bañaras conmigo?
- Itachi -sonrojado y el mayor ríe- ¿y cómo les fue?
- Bien, ambos avanzan rápido, solo que Itaru es impulsivo como tu
- Oye -Itachi ríe de nuevo
- Es la verdad, pero lo compensa con su inteligencia
- ¿Y Minato?
- Todo un estratega, su sigilo lo ayuda a ser así
- Papá era así, aunque con ayuda de sus sellos y kunais
- Lo sé, por eso el apodo del Relámpago Amarillo de Konoha -riendo- creo que de seguir así, Minato será el Relámpago Amarillo de los Nómadas
- ¿Eso es una broma? -sonriendo
- ¿Te lo pareció?
La pareja se sonríe, para luego darse un beso, el cual fue interrumpido por las risitas de Itaru y Minato, quienes ya habían terminado de bañarse. Mientras tanto, la aldea seguía preparándose para una fiesta, pues pronto elegirían a un nuevo líder. Lejos de ahí, más preciso en Konoha
- Cinco años… cinco años y no han podido dar con ellos, ¿Cómo es posible? –hablaba un hombre moreno- ustedes tienen al clan Aburame y sus insectos, a los Inuzuka con sus perros…
- Pues ustedes no los han encontrado tampoco, Raikage-sama -respondió una rubia
- ¿Entonces que sugiere Tsunade? -la mujer suspiro
- La verdad -viendo a la ventana- sería mejor dejar de buscarlos, como usted dijo -encarándolo- cinco años ni en las otras aldeas los han visto. Odio admitirlo, pero teniendo a Itachi con ellos quien en el pasado fue un capitán ANBU, nos llevan varios pasos adelante
A solo suspiro, odiaba tener que darle la razón a Tsunade. Durante cinco años, sus aldeas se unieron para buscar a los ninjas renegados y los niños; incluso las otras naciones también cooperaban en la búsqueda, pero no había resultados.
Yamato por su parte, seguía detrás de Iruka, esperando a que el castaño diera un paso en falso y lo llevara hacia los desertores pero también perdía su tiempo. El Umino actuaba con normalidad, recibiendo en secreto, cartas de parte de Naruto las cuales las recibía con ayuda de Teuchi, quien también se las había ingeniado para esconderlas sin que las descubrieran.
Y en una de esas salidas de Iruka dentro de la aldea, mientras compraba comida para su despensa
- ¿Acaso no te aburres Yamato? -hablando al aire- y no finjas que no me oyes
- Mientras no confieses tu participación, estaré detrás de ti
- Vaya, entonces te seguiré teniendo detrás de mí -suspiro- bueno, mientras no me estorbes, está bien. Si me disculpas
Yamato frunció el ceño, realmente se fastidiaba que Iruka no confesara que él había ayudado en el escape de Itachi y los demás. Incluso el resto de los jounin le decían que más parecía que lo seguía por otro asunto. Ya que todos se habían convencido que el Umino no tuvo participación. De nuevo iba a seguirlo cuando
- Yo que tu hace mucho que hubiera seguido con mi vida
- El gran Kakashi, ¿en serio sigues creyéndole esa historia?
- ¿Por qué no?, después de todo… Itachi es un contrincante difícil
Acto seguido, el Hatake comenzó a recordar su primera pelea con el Uchiha, realmente fue una suerte que saliera vivo. De vuelta en la aldea Nómada, una ceremonia estaba a punto de empezar, todos sus habitantes estaban emocionados, cuando su líder apareció
- Queridos hermanos y hermanas -comenzó Koga- hoy es un día de gran jubilo, porque todos estuvimos de acuerdo -sonriendo- como saben, el tiempo no deja de correr y por ese motivo… no poder seguir siendo su líder. Pero sé que a quien todos elegimos como mi sucesor, hará mejores cosas de las que hice. Sin más, les presento a nuestro nuevo líder -despojándose de su abrigo*- Uchiha Itachi
El azabache se acercó a Koga, quien le extendió el abrigo al cual Itachi reverencio antes de tomarlo; luego lo alzo al aire para que todos lo vieran y finalmente ponérselo. Al hacerlo, las personas aplaudieron, en especial su familia: el Uchiha vio como sus mellizos le sonreían llenos de orgullo, al igual que Naruto para luego guiñarle el ojo y alzar su pulgar. Itachi dio un paso al frente
- Mis hermanos y hermanas, ustedes nos acogieron a mis amigos, a mi familia y a mí, pese a ser desertores de nuestra aldea natal pero en mi caso, ser un criminal rango S -suspiro- aun así, como muestra de mi gratitud, les prometo que seré un líder digno de su elección. Cualquier cosa, estoy a su disposición -todos aplaudieron
- Les presento -hablo Kaede- a nuestro nidaime Arukukage
Itachi dio un paso al frente ante los aplausos de los aldeanos, esa noche fue una gran celebración