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Memory of Colors por Shana A

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Notas del capitulo:

Tengo hambre ;A; !! ah... y hay nuevo capi, disfrutenlo XD

Las palabras del otro significaban un gran misterio para mí, ¿Descendiente de la familia Scarlet?, mi apellido es Houjo, incluso el origen de ambos apellidos era diferente.

– ¿Scarlet? – dije aun dudoso de esto.

– No es de extrañar que no lo creas, después de todo tu apellido, Houjo, tiene un origen diferente, pero este mundo está lleno de mezclas, obviamente no eres un descendiente de la rama superior de la familia, pero tu poder es el suficiente como para haber llegado aquí.

– Scarlet… ¿Te refieres a Crime Scarlet?...

–… ¿Dónde has oído ese nombre?

–…Hace poco, antes de venir… una criatura me dijo que yo era de Crime Scarlet por mis ojos – señale mis ojos, aunque no sabía de color eran ahora.

– Eso significa que pudiste activar tu poder, pero aun eres inestable, tus ojos son rosa en este momento, están de su color natural, pero cuando aquella criatura te vio, lo más probable es que tu iris era color rojos escarlata y tu esclerótica color negro, esta característica es señal clara de los que son descendiente de la familia Scarlet.

– Así es como tenía los ojos mi otro yo… así que yo soy descendiente de la familia Scarlet… ¿Entonces que es Crime Scarlet? ¿Por qué me llamo así y no solo Scarlet?

– Crime Scarlet si bien está conformado por miembros descendiente de la familia se encarga de otros asuntos… Crime viene de crimen, Crimen Escarlata, nosotros nos encargamos de matar a aquellos que son nuestros enemigos.

Sus palabras salieron tan naturalmente como si estuviera hablando del clima, no era algo para sorprenderse aquí, pero ya había reconocido a esta persona, su voz ya estaba tan tranquila y neutral como de costumbre, su aura amenazante cambio a su usual aura fría, me daba cierta tristeza que sea esta persona quien me dice todo esto.

–…Eso suena muy cruel… incluso si tú lo dices Aoi… suena cruel… hablas tan fácilmente de matar a otros… aun si son tus enemigos… tomar la vida de un ser tan fácilmente…no creo que sea lo correcto…

Él se quitó la capucha, dejando ver su rostro, Aoi seguía con su expresión tan imperturbable de siempre.

– Aun si te parece cruel o incorrecto, esa es la realidad aquí, después de todo… lo notaste cuando viniste, dijiste que una criatura te identifico como uno de los miembros de Crime Scarlet… ¿Cómo sobreviviste? Debió atacarte eso es seguro.

–… ¿Eh?... Pero si tú fuiste quien me salvo – comente algo confundido – ¿No recuerdas? Ese ciempiés esquelético estaba a punto de aplastarme con su cola, pero se detuvo al verte allí, le dijiste: Lárgate, así esa criatura se fue rápido, aunque antes de irse te llamo: Líder Azul… por eso vine a este castillo, una niña me encontró mientras vagaba, me reconoció también como uno de Crime Scarlet, al parecer buscaba al líder azul para entregarle un mensaje… pero bueno eso fue una trampa, incluso yo lo supuse… aunque ella está muerta… Kazehaya la mato justo en el momento que revelo la niña su naturaleza malvada…

Mire a uno de los encapuchados, hasta ahora solo había reconocido a cuatro personas, Aoi, Kazehaya, Sachi y Marshall, aunque aún me falta descubrir quiénes son los otros dos.

–…Efectivamente yo la mate… detecte su presencia como la de un enemigo – explico Kazehaya con un tono neutral, tranquilo  y suave – No te mate a ti… porque como te dije, te detecte como un miembro más de Crime Scarlet… lo siento, te ataque cuando no debía.

–…No en parte fue mi culpa también, solo estabas cumpliendo con tu… con lo que se te fue ordenado, debo suponer, matar a todos sus enemigos…

No supe cómo estas palabras salieron de mi boca, aun si he visto como es este mundo, se me hace tan difícil aun creer que la única solución para vivir aquí sea matar.

– Así que eso fue lo que paso… pero debo decir que estas mal en un punto… Yo no fui a rescatarte, supe que estabas aquí porque Kaze me lo dijo, fue estúpido dar tu nombre pero por esta vez ha servido.

Las palabras de Aoi me causaron confusión, estaba seguro que era él quien me rescato, no pudo haber sido otra persona – Pero yo te vi…

– No dudo de tu palabra, pero el hecho es que yo no estaba allí cuando paso eso… Déjame hacerte una pregunta, ¿Qué fue lo que pensaste antes de que yo apareciera?

Al escuchar aquella pregunta escondí mis manos detrás de la espalda, jugando algo nervioso con mis dedos, no podía decirle que estaba pensando en verlo, eso sería vergonzoso y patético, especialmente porque habían más personas, me daba vergüenza decirlo frente a ellos.

– Contesta – pidió Aoi aun manteniéndose tranquilo.

–… ¿No podemos hablar en privado?... Es decir aun no sé quiénes son ellos dos – dije mirando a los que no reconocía – Además seguro por lo que digo Sachi y Marshall se burlaran…

– Uhh uhh esto me suena a romance en tiempos de desesperación – sonaba alegre y entusiasmada Sachi.

– Si es amor gay como dice la gata idiota yo me voy – dijo simple Marshall. Aoi dio una mirada rápida hacia todos ellos – Ahh… pero tú te vienes conmigo que si no me aburro.

Marshall saco a Sachi de allí jalándole de su brazo, casi arrastrándola para poder salir, pues ella no quería irse, parecía que hacia un berrinche para poder quedarse, pero esto no servía.

– Vamos – sonó la voz de uno de los encapuchados, del chico, este se dirigía a Kaze mientras acariciaba su cabello, Kaze asintió, dejando que el otro tome su mano para irse junto a él.

– Buena suerte – me dijo la otra persona encapuchada, la chica, quien paso cerca de mí antes de salir de allí.

Al final solo quedamos Aoi y yo en el gran salón, el cual lucía más grande y algo aterrador ahora sin la presencia del resto.

– Ahora puedes responder, ¿Qué era lo que pensabas?

–… En ti – susurre desviando un poco la mirada, me sentía nervioso y no en vano, no sé cuál podría ser su reacción.

– ¿En mí? – incluso él no parecía creerlo, Aoi arqueo una ceja, quizás en señal de duda.

– Sí… en ti… pensé que en quería verte, recordé la primera vez que me salvaste… entonces pensé… Quiero verlo… aunque sentía que me dirías idiota por pensar algo así – finalmente termine por decirle la verdad sin rodeos, sin saber porque jugaba de manera nerviosa con mis dedos.

– Eres un idiota.

– Allí esta, sabía que me dirías idiota – suspire.

– No digo que fueras un idiota por pensar esas cosas – explico con su usual tono frio.

– ¿Entonces por qué me llamas idiota? – pregunte sin entender.

– Es porque no tenías idea de tu poder, tienes suerte de que ese sea, de lo contrario estarías muerte, eres un imprudente e idiota.

– ¿Mi poder? – trate de centrar el tema en esto, sabía que era un imprudente y un idiota.

– Creo que está claro, posees la habilidad de crear ilusiones, lo que no estoy seguro es si es una habilidad óptica o si es una habilidad mental.

–…No… no entiendo mucho…

– Dijiste que pensaste en mí, en querer que te salvara, y aparecí justo como durante la primera vez que te atacaron, esa imagen de mí fue una ilusión creada por ti, pudo haber sido una ilusión de tipo mental, esto consiste en meterte en los pensamientos del otro para crear la ilusión, también pudo haber sido un engaño óptico, esto se produce al ver al oponente a los ojos.

La forma en la que lo explico fue simple, así que pude entenderle, me puse a recordar un poco que fue exactamente lo que paso – Pero… yo no vi a los ojos de la criatura… estaba demasiado ocupado con mis pensamientos.

– En ese caso tienes una habilidad mental, una habilidad para crear ilusiones con tu mente.

–…Suena genial cuando tú lo dices…

– Es un poder bastante conveniente, dependiendo de cómo se desarrolle puede hacer mucho más que solo crear ilusiones.

– Más que crear ilusiones… ¿Te refieres a esa cosa de la telepatía?, es decir eso también es producto de la mente, ¿Cierto?

– Es probable, depende de cómo te orientes puede a llegar a tener varias habilidades, ya que tu magia es de tipo mental, puedes llegar a hacer ilusiones, hablar con el pensamiento con otras personas, mover objetos con el pensamiento, imponer tus órdenes a otra persona controlando su mente… Creo que también se podría utilizar para borrar recuerdos.

– Son muchas habilidades…

– Creo que incluso pueden ser más, no puedo decirlas todas, ya que solo esas son las que sé, después de todo no es mi tipo de magia.

– No es tu tipo de magia… pero aun así sabes mucho.

– La magia de tipo mental no es muy común… pero que la tengas tú… es un poco decepcionante…

–…Tratare de no sentirme ofendido – dije con cierta molestia – ¿Por qué es un poco decepcionante? – pregunte cruzándome de brazos.

– Porque eres un idiota.

– ¡Esa no es una respuesta!

– Aunque de cierta manera es una ventaja ya que eres también un desentiende de la familia Scarlet.

– Por favor decídete si soy una decepción o una ventaja – pedí con irritación, quizás no tenga experiencia en todo este asunto, quizás ni siquiera sé lo que sucede, no sé nada de la verdad, pero aun así me gustaría que dejara de tratar como a un idiota, aunque quizás lo sea al pensar que Aoi me trataría diferente solo por tener un poder poco común.

– Si lo veo desde el cargo que ocupo, eres una ventaja.

– ¿El cargo que ocupas?... ¿El líder azul?...

– Exactamente… Además de eso soy el actual líder de Crime Scarlet.

– Lo que te convierte básicamente en quien tiene las responsabilidades – susurre con cierta tristeza, no me gusta saber que Aoi está involucrado de manera tan seria con este lugar.

– Exacto, sería una ventaja desarrollar tu poder para poder usarlo… Pero si tengo que hablar como la persona que soy, si tengo que hablar como Fujimoto Aoi, diría que no quisiera que tuvieras ese poder, que regresaras y te olvidaras de todo.

–… ¿Por qué? – susurre viéndolo con sorpresa – Yo te podría ser de ayuda – dije sin darme cuenta. Es cierto, si llego a desarrollar mi poder podría llegar a ser una gran ventaja para él, pero si dice cosas como esas, cosas como que si tuviera que elegir como persona elegiría no involucrarme, me hacen sentir extraño, ¿está tratando de protegerme? No puedo entenderlo del todo.

– Es cierto, podrías ser de gran ayuda, pero no quiero que te involucres, no sabes la verdad de este mundo, no sabes el precio que tenemos que pagar aquellos somos conscientes de la verdad.

No conozco este mundo, no sé la verdad, no sé lo que sufren ellos. Asesinar o ser asesinado, está la regla que hasta ahora he visto y escuchado, es demasiado cruel, pero incluso yo he experimentado y darme cuenta que esta es una de las realidades de las cuales no estaba consiente; matar está mal, esa es la realidad del mundo donde estuve viviendo hasta hace poco, aquellos que mataban eran criminales, personas malas, que solo merecen castigo por sus acciones, pero aquí es algo tan común, que llega a ser aterrador.

El castillo empezó a temblar, con movimientos bruscos y constantes, parecía que la estructura se iba a caer en cualquier momento, incluso me caí al piso por las fuertes sacudidas.

– Que molesto – mire hacia donde estaba Aoi, él estaba tranquilo, como si esto fuera algo común para él – Levántate – estiro su mano hacia mí, la tome aun temblando, no sabía si era miedo o si era por el movimiento, pero deje de sentir las sacudidas cuando nuestras manos se tocaron, su agarre firme me daba confianza, me hacía protegido.

– ¿Qué está pasando? – me atreví a preguntar, estaba de pie, aun sosteniendo la mano de Aoi.

– Estamos bajo ataque, nadie es tan estúpido como atacar este lugar con un ataque directo.

– Pero está pasando…

– Lo más probable es que sea ese ser, el ciempiés.

– ¿Acaso es tan fuerte como para provocar esto? – no podía creer que ese ser tuviera tan poder.

– No, seguramente trajo refuerzo… debe tener un puesto moderadamente alto en alguna otra legión.

–…Puesto en otra legión – dije empezando a divagar, como si aquellas palabras quisieran evocar un recuerdo – ¡Ya sé! Esa cosa dijo antes que era uno de los generales de la Legión Amarilla.

– Pues entonces en la Legión Amarilla están peor de lo que creía para tener ese tipo de generales, quizás debería ir yo mismo, puesto que antes fue mi imagen la que lo hizo temblar y huir.

– Pero si dices que trajo refuerzos… Es demasiado peligroso que vayas solo – me opuse con firmeza, apreté su mano un poco más, ahora con ambas manos.

Su mirada azul claro se clavó en la mía, aquella mirada no transmitía miedo ni autoridad, era un sentimiento más agradable, un sentimiento de confianza, que confiara en él, un sentimiento de protección, como si pudiera a él entregarle mi vida sin dudar, aquella mirada azul claro me tenía hechizado, por un momento me olvide de todo, solo quería seguir viéndole.

– Creo que interrumpo – se escuchó una voz alegre que me saco de aquel trance, era la mujer encapuchada.

– Mi indicación fue de que se fueran – dijo con simpleza Aoi, ahora mirando a la joven.

– Lo sé, lo sé, pero eso es mientras hablabas con él, ahora estamos bajo ataque – explico aun conservando su tono alegre.

– ¿Acaso quieres ser tu quien se encargue esta vez?

– Solo si me das el permiso para hacerlo.

– En ese caso puedes hacerte cargo, no es necesario que tomes testigos, ya sabemos a que legión pertenecen.

– Como ordene, líder~

La joven salió, seguramente para dirigirse afuera, no creo que ella vaya a encargarse de todos los seres sola, aunque supongo que podría hacerlo si fuera un pequeño grupo; me acerque a la ventana para ver a los seres que causaban aquellas sacudidas al castillo, muy por el contrario a lo que esperaba, mi reacción al ver al grupo fue solo quedarme paralizado, con la vista fija en las criaturas de distintas especies, había muchos tipos, de los que podría distinguir eran Elfos, Hadas, Ninfas, Centauros, Minotauros, Gárgolas, también habían seres que tenían orejas y cola de distintos animales, como son: de gato, de perro, de zorro, el resto de criaturas no pude reconocerlas por mi poco conocimiento.

– En total hay cincuenta – la voz de Aoi me hizo regresar a la realidad.

– Cin-cincuenta… Esa chica… Esa chica va pelear acompañada de un grupo de la legión azul… ¿Cierto?...

– No es necesario.

– ¡Pero son cincuenta! Nadie sería capaz de pelear solo contra tantos.

– Obviamente no la dejaría ir  en contra de un grupo tan numeroso, pero estos que vez de aquí, son de un bajo nivel, será fácil para ella.

– ¿Bajo nivel? ¡Están haciendo retumbar el castillo!

– Tranquilízate, te estas exaltando mucho.

– ¡Estoy tranquilo! – fue allí cuando me di cuenta que no lo estaba, inhale y exhale varias veces para poder calmarme – Lo siento…

– No tienes porque, es algo normal reaccionar así.

– Es que… decir que son de bajo nivel cuando el castillo esta así…

– Es por eso mismo que dije que son de bajo nivel, estamos en el primer piso, solo pueden hacerlo temblar, si fueran más fuertes ya hubieran entrado, además este castillo fue construido durante el régimen del primer Líder Azul, está muy bien construido.

–…Pero mandar a una sola persona…puede ser arriesgado, podrían hacer un ataque en conjunto o tener algún plan o estrategia.

– No lo tienen.

– ¿Por qué estás tan seguro?

– Ese grupo está muy mal organizado, se puede ver a simple vista, además ha pasado poco tiempo desde que se alejó de ti para reunir ese grupo de gente, lo más seguro es que reunió a seres fáciles de convencer, creyó que un ataque en grupo serviría aun si no tenían una estrategia planeada.

Lo que dijo Aoi tenía mucho sentido, pero aun así me sentía inseguro sobre esto, era un grupo numeroso, no creía que ella sola podría contra todos ellos.

Me asome con cierto nerviosismo a la ventana, viendo a través de esta, la joven había salido, estaba parada sin compañía alguna mientras el grupo avanzaba cada vez más, parecía como si ella esperara a que se acercaran para hacer algo. Un muro hecho de fuego se levantó entre la joven y el grupo de criaturas, quemando en el proceso a los que iban en el frente, esto hizo retroceder a los demás, alcance a ver como algunos huyeron de allí.

– ¡Es solo uno! ¡Podemos contra él! – se escuchó la voz firme del ciempiés.

– ¡Como te atreves! – grito la joven – ¡Soy una chica!

– ¡Una hembra! ¡No es nada contra nosotros! – declaro una de las voces del grupo, no supe de quien exactamente por la multitud.

Un par de seres aparecieron chorros de agua, apuntando directamente al muro de fuego, lograron una abertura de este, no era muy grande como para que pasara  el ciempiés, pero las criaturas pequeñas podían pasar sin problema.

– No son tan tontos como creí – se escuchó como la joven se burlaba, sus manos se dirigieron a su capucha, la cual se bajó, dejando ver su larga cabellera marrón claro; verla desde atrás me dio una idea sobre quien se trataba.

– ¡Ataquen! – se escuchó el grito de una de las criaturas, varias de ellas lanzaron diferentes ataques, algunos levantaban pedazos de tierra o roca para tirarlo, lanzaban fuego de sus manos o boca, otros usaban armas de larga distancia, pude llegar a ver una ballesta y un arco y flechas, el grupo que abrió camino usaron nuevamente los chorros de agua, el resto utilizaba armas de corta distancia, como espadas, dagas, cuchillas; algo curioso que notaba era que no utilizaban armas de fuego.

La joven saco dos espadas de las fundas que estaban oculta bajo su capa, esquivo todos los ataques que le lanzaron sin dificultad alguna con movimientos llenos de gracia, su cabellera marrón claro bailaba en el viento, se podía aprecia su figura delgada y bien proporcionada, parecía danzar en medio del campo de batalla, a paso veloz pero fino se acercó hacia las criaturas, su rostro mostraba serenidad, una ligera sonrisa surcaba sus labios, su mirada color rojo escarlata transmitía cierta diversión y melancolía mezcladas, mientras sus manos manipulaban las espadas que degollaban a las criaturas que no podían hacer nada para evitar su muerte.

– Maldita – gruño el ciempiés, que era el único que quedaba en medio de los cadáveres de sus compañeros caídos, ninguno se salvó, incluso aquellos que intentaron huir fueron asesinados.

– Tú has venido aquí a perturbar a la Legión Azul, estas violando la regla del Pacto de Paz que fue firmado entre todas las legiones, le será informado al líder de la legión a la que perteneces sobre tu falta para que él o ella tomen medidas correspondientes al caso… pero… ya que incluso has tenido la osadía de reunir un grupo débil con el cual querías derrotarnos, te matare junto a tus compañeros – anuncio ella con voz llena de firmeza y severidad.

– ¡Espera! Matar a alguien de otra legión esta contra el Pacto de Paz, estas rompiendo las reglas, serás castigada – amenazo el ciempiés, se le podía notar su nerviosismos y miedo a morir.

– Estoy preparada para asumir las consecuencias – a pesar de las palabras del otro, ella permaneció firme.

– ¡Te matarán también!

– No lo harán – Aoi fue quien hablo, estaba parado junto a mí – No lo harán, porque fui yo quien dio la orden para que mataran al grupo, cualquier problema que quiera discutir tu líder, lo tendrá que discutir conmigo – sentencio con una voz llena de firmeza y frialdad – Tú has venido aquí con la ilusa idea de derrotar a la Legión Azul, has perturbado la paz de otra legión, eso es una grave falta contra el Pacto de Paz, no hay excepción a esta regla, no importa quien seas, por lo tanto el castigo por tal pecado que has cometido tú, es la muerte.

Antes de que el ciempiés pudiera refutar fue congelado completamente, no estoy seguro de quien fue, pero si tuviera que adivinar, diría que fue Aoi; la figura de hielo se rompió segundos después en millones de pequeñas partículas de escarcha, dando fin a la vida de ese ser.

La joven regreso al salón, nuestras miradas se cruzaron, ella sonrió alegre y se encogió de hombros.

– Hola – saludo con voz tranquila, sus ojos aún seguían de color escarlata, aunque como los conocía, eran color marrón claro.

– Hola, Daniela – salude con una ligera sonrisa. La ropa de la otra, aun si era color negro, se podía observar que estaba manchada de la sangre de aquellos seres, su sangre a pesar de lo que hubiera imaginado es color rojo.

– Kaito – Aoi me llamo, por lo cual me voltee a verlo – Es hora de que regreses, luego hablaremos sobre el tema – indico con voz tranquila.

– Esta bien – asentí, incluso yo quería irme, me empezaba a sentir extraño luego de ver la escena de matanza, pero no era porque me daba asco o miedo, era más bien que esta me parecía indiferente lo que me hacía sentir extraño. Recordé un detalle importante – Aoi – llame al otro con voz tímida – Olvide algo… ¿Cómo regreso?

Ambos me vieron en silencio durante unos segundos, seguramente parezco tonto preguntando como regreso, cuando fui yo quien vino aquí; la risa de Daniela se escuchó con fuerza, mientras me señalaba.

– No sabes cómo volver – decía aun riéndose – No puedo creerlo, ¿En serio nos vemos todos así de tontos la primera vez? – pregunto con diversión a Aoi.

– Sí… pero él se ve más tonto – respondió aun con tono tranquilo, ella solo se rio aún más al escuchar su respuesta, mis mejillas se sentían un poco calientes por la situación, seguro estaba sonrojado.

– Entendí para ti soy un tonto, pero podrías evitar esos comentarios, al menos ahora – pedí con cierta molestia.

– No quiero – fue su simple respuesta, típico de él, solo hace lo que quiere – Daniela, por favor llévale de vuelta, yo iré a hablar con el líder de la Legión Amarillo.

– No te preocupes, yo me hago cargo – asintió alegre mientras hacia un saludo estilo militar – Vamos Kaito, es mejor regresar ahora… Por cierto Aoi, ¿está bien si le damos una habitación?

– Sí, desde ahora estará bajo el cargo de la Legión Azul – informo, su mirada color azul claro me miraba fijamente, esto me puso nervioso por lo que desvié la mirada, solo alcance a escuchar sus pasos cuando se fue.

– Daniela… ¿A qué te refieres con darme una habitación? – pregunte con cierta curiosidad.

– Es cierto tú no sabes nada… pero bueno, vayamos primero a escogerte una habitación, en el otro lado te explicare todo.

Ella empezó a caminar hacia las escaleras, yo solo la seguí sin decir otra palabra, nos detuvimos frente a la puerta, ella susurro algo que no logre comprender, abrió la puerta para poder bajar por las escaleras. Ambos bajamos a la planta inferior, pensé que sería un sótano pero en lugar de eso, era un largo corredor con varias puertas.

– Esta es la mía – señalo alegre una de las tantas puertas, no encontraba diferencia con las demás – La decoré – me hizo notar el pequeño detalle de una pegatina en forma de estrella color dorado en el picaporte.

– Ohh… es muy linda – sonreí alegre – Entonces a esto se refería con una habitación…

– Sí, todos los de Crime Scarlet tenemos una habitación aquí – explico alegre – La de allá es la de Kaze – señalo otra puerta, tampoco encontré una diferencia con la de las demás – La de al lado es la de… Bueno, de la persona que aún no reconoces.

– ¿Luis? – intente adivinar.

– Bravo, bravo – dio pequeños aplausos alegre – ¿Cómo lo supiste?

– Tú estás aquí, así que pensé que él también – me encogí de hombros para ya no darle importancia al tema, a decir verdad lo que le dije no es del todo cierto, primero pensé que era Luis por como actuó con Kaze en el gran salón, además el tono de su voz se me hizo familiar, luego el hecho de que Daniela estuviera aquí me ayudo a  comprobar que era él.

– Que listo. Allí está la habitación de Sachi, frente a ella la de Marshall, la de Aoi es la del fondo… Así que elige la tuya.

–…Son tantas que no sé cuál elegir – me encogí de hombros.

– No te preocupes, todas son iguales, si quieres luego ya personalizas la tuya – explico alegre.

– Esta bien – fue lo único que respondí, dirigí mi mirada a las puertas – Esa – señale una que estaba a dos puertas a la derecha de la que dijo que era la de Aoi.

– Bien, entonces entremos.

Me tomo de la muñeca para llevarme hasta allí, hizo que pusiera mi mano en la perilla y la girara, al abrir la puerta vi que era una habitación sencilla pero iba de acuerdo a la decoración antigua que acompañaba el castillo.

– Es más elegante de lo que esperaba – comente con cierta diversión.

– Pues acostúmbrate, ahora es tuya – me dio una llave dorada – No la pierdas, será problemático si lo haces – soltó un suspiro.

– La cuidare – asentí tranquilo – Por cierto… ¿Qué tiene que ver tener una habitación con volver?

– Ya te dije que te explicaría todo en el otro lado, así que ve a dormir – indico señalando la cama.

– ¿Por qué tengo que dormir?

– Solo hazlo – sonrió alegre – Cuando despiertes estarás en el otro lado.

–…Entonces ese lugar es…

– Solo duerme, yo iré a mi habitación a dormir – indico alegre para salir de la habitación, seguro iba a la suya propia, pero aquello que dijo sobre dormir me causaba inquietud, podría ser que todo el mundo que conocí sea tan solo un sueño, de ser así despertar significaría estar en este horrible mundo donde es necesario matar para sobrevivir, ese mundo tan solo sería un dulce sueño que nos mantiene alejados de la realidad. Me senté sobre la cama, aun con la teoría del sueño en mi cabeza, me recosté sobre la cama mientras miraba al techo, la cama era realmente suave, cerré los ojos para poder dormir.

El sonido de la alarma me despertó, perezosamente mi mano se movió de manera mecánica buscando el origen del ruido para apagarlo, tantee un par de veces antes de aplastar el botón para detener la alarma. Abrí un poco mis ojos, me sentía muy cansado, al darme cuenta un poco mejor de donde estaba, me di cuenta de que era mi cuarto, me levante de la cama con rapidez, causando que casi me caiga, fui directo hacia la puerta para abrirla, era el mismo corredor de siempre, estaba de vuelta, de nuevo había regresado a este posible sueño que hasta ahora pensaba era real.

Notas finales:

Continuara continuara continuara continuara la proxima semana C:

El hambre me afecta, matare a todos, ok no -w-


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