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:Sangre Hibrida: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Respondiendo a las preguntas más frecuentes que me hacen, si el fic está activo y se actualizara cada dos o tres semanas, la idea era que el viernes pasado ya estuviera publicado este capítulo, pero la universidad y el trabajo se encargaron de hacerme la vida de cuadritos, así que aquí estoy una semana después, un poco más fresca para darles la buena noticia de que aquí les va el capítulo XD.

 

 

Escuadrón Seiren

 

Anzuelo

 

Rumores o realidad

Sangre Híbrida

 

Capítulo 10: Dragón sin cadenas 

 

- ¡oye suéltanos!… - Hyuuga se sacudía mientras el soldado trataba de amordazarlo. 

 

- ¡Hyuuga planean a hacer algo con Kagami! – los habían alejado del dragón, arrastrándolos contra su voluntad a vaya saber qué lugar. Eran listos, acabarían con la amenaza mayor primero y luego irían por ellos. 

 

- ¡¿crees que no lo sé?!... maldición, tenemos que salir de aquí – pero era más fácil decirlo que hacerlo.

 

Los primeros en ser separados fueron Hyuuga, Mitobe e Izuki… el capitán se ahorro un quejido mientras trataba de poner resistencia, trataban de debilitarlos aún más alejando a los más fuertes. 

 

- llevenlos al cuarto rojo… serán los primeros en tener el honor – les dice Wakamatsu desde la entrada de las escaleras – y a ese lo atan y lo dejan intacto, yo me encargare de él personalmente – apunta al capitán del grupo, lo que hace a Hyuuga tragar seco. 

 

- ¡sí señor! - respondieron los soldados. 

 

Fueron forzados a empujones a seguir bajando a la parte más profunda del castillo, los guiaron por pasillos oscuros y húmedos, siendo el recorrido tan desagradable y silencioso que los hacía impacientar.

 

- Izuki… ¿Qué dices? – susurra una vez que nota a los guardias distraídos.

 

- el esposado esta…-

 

- y que no sea una estupidez –

 

- no tienes sentido del humor… - da un suspiro – está bien – sus ojos comienzan a analizar la situación, a pesar de la poca luz que las antorchas le dejaban, mirando a varias direcciones rápidamente, su mente calculaba las posibilidades a gran velocidad - son ocho guardias y nosotros tres, cada uno tiene una lanza, lo que no les ayuda con un pasillo tan estrecho como este… dos detrás de Mitobe y uno a su izquierda, tú también tienes tres, puedo encargarme de los dos a mi izquierda, solo necesito una espada –

 

- ¿crees que puedes conseguirla? -

 

- silencio – les advierte uno de los sujetos, harto de los susurros.

 

Izuki sonríe y asiente con la cabeza.

 

- ok,  ya sabes lo que tienes que hacer Mitobe – el sonido de las cadenas confirmó que Mitobe los escuchaba. Así que el capitán tomó aire, tomando confianza, podrían parecer extraños a primera vista, pero esos dos eran los más fuertes que tenía Seiren en ese momento… incluso más que el capitán Hyuuga.

 

- ¡que se callen les dije! – les amenazó. 

 

Como Hyuuga lo miró sin importarle sus gritos, el guardia sujeto la lanza y con ella lo empujo, apretándole el cuello – será mejor para ustedes que obedezcan, maldito cazador –

 

- lo siento, no soy de esos que obedecen – de una patada le tumba hasta el otro lado, haciendo que la cabeza del guardia golpeara contra la pared de piedra - ¡ahora! –

 

Mitobe fue el primero en reaccionar, usando sus propias cadenas comenzó a estrangular al guardia del frente hasta que este soltó su arma, los otros dos guardias se van contra el cazador. Uno cae inconsciente y Mitobe lo patea, no necesita un estorbo en esos momentos, otro trata de apuñalarlo y se confía cuando siente que el cuchillo atraviesa la carne, pero no hay gritos, solo se encuentra con la mirada oscura del cazador, tan helada que lo hace temblar… el último lo intenta atacar por atrás pero Mitobe lo detiene sujetando un barrote con su brazo libre y estampándolo contra el cráneo ajeno.

 

- ¿Qué clase de sujeto eres tú? – pero Mitobe no emite una sola palabra.

 

Izuki apenas recibe la señal da un codazo al hombre que tenía atrás, rompiéndole la nariz, aprovechando la distracción de los guardias con sigilo les roba la espada. El hecho de que fuera experto con la espada corta no significaba que no supiera como manejar una de tamaño regular…

 

- ¿crees que puedes contra dos? –

 

- solo póngame a prueba – lo último que llegan a ver es el brillo de las pupilas del cazador y la ágil espada ser ondeada. 

 

Hyuuga era el que más en desventaja estaba, es atrapado rápidamente por uno de los dos guardias, era un guerrero especializado en batalla a distancia, a diferencia de Mitobe con su fuerza sobrehumana e Izuki y su agilidad con toda arma que fuera punzante, el solo se podía jactar de una puntería más que decente. Sujetado por dos guardias lo hacía vulnerable, el tercero que había quedado libre le dio un golpe en el rostro que lo hizo escupir sangre…

 

- ja… ahora no tienes amiguitos fuertes que te ayuden ¿verdad? – Con eso siguió golpeándolo hasta tirar sus googles.

 

La risa del capitán sonó como un reto, a pesar de estar en una situación desventajosa. 

 

- jodete imbécil – escupió un poco de sangre – las chicas pegan más duro – y él conocía a una que lo hacía.

 

El hombre furioso suelta su lanza y se arremanga la camisa, le iba a dar una paliza. oportunidad que aprovecha Hyuuga, el arma aun no tocaba el suelo cuando de una patada la levanta, le da un cabezazo al guardia que lo había agarrado por la espalda, solo necesito un segundo para sujetar la lanza.

 

Ya habían tomado la ventaja…

    

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

- ¿adónde los llevas malnacido? – ruge por lo bajo, porque estaba en desventaja. Quedarse quieto era lo que podía hacer por esos momentos, ese sujeto es más poderoso de lo que aparenta y manejaba bien sus cartas.

 

- eso no debería preocuparte… después de todo ellos no tienen nada que ver contigo… ¿no es así? – Imayoshi puede ver la duda en los ojos del pelirrojo y sonríe.

 

- cierto – se suponía que era así, los demás carecían de importancia, se suponía que la única persona que debía proteger era Kuroko y eso hasta que el hechicero cumpliera su promesa de guiarlo a la Kiseki no Sedai. Los demás eran solo extraños con quien coincidió, nada más.

 

- ¿o prefieres hacer un trato por ellos? – Imayoshi observa su reacción y como el más alto no dice nada decide continuar – me ayudas a exterminar una plaga y te devolveré al escuadrón Seiren junto al brujo que estaban buscando –

 

- ¿ustedes tienen a Kuroko? –

 

- nada pisa estas tierras sin que yo lo sepa… - Kagami aprieta su puño, aguantándose las ganas de partirle la cara. – entonces que dices… ¿me haces un favor y te deshaces de mi problema y yo te devuelvo lo que te importa?... también ignoro la deuda y el hecho de que son cazadores – 

 

- ¿Cómo sé que cumplirás con tu parte? – el dragón parecía impaciente y era lógico, esos sujetos les tendieron una trampa y saben mucho más de lo que deberían.

 

- porque soy un hombre de palabra –

 

El pelinegro extiende su mano en son de paz y como símbolo de sellar un trato entre caballeros. Pero para Kagami no estaba todo resuelto, dudo unos segundos pero aun así le dio la mano… no quería saber nada más de ese sitio.          

   

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

- Imayoshi… ya nos encargamos de los cazadores – Wakamatsu encontró al moreno mirando por la ventana del castillo, observando las nubes que se aproximaban, supuso que se venía una tormenta – dicen que él viene para acá… ¿usted cree que un dragón tan joven pueda… ya sabe, con un miembro de la Kiseki? –

 

- no lo creo… un completo desconocido comparado con el poderoso Aomine Daiki no tiene oportunidad – se lleva una mano a la quijada y expande su sonrisa – pero hay algo en ese tal Kagami que no me deja tranquilo –

 

- ¿entonces por qué? –

 

- solo quiero comprobar una teoría – ni siquiera Wakamatsu puede entender lo que pasaba por la mente de ese sujeto.

 

- ¿y eso lo va a lograr? –

 

- los dragones son como perros rabiosos, si se siente amenazados en su territorio van a defenderlo… en especial de otros dragones -

 

- ¿por eso fue que permite que esa bestia merodee los alrededores? – a Wakamatsu no le agradaba la idea de otro dragón… sujeto su brazo lacerado y envuelto en gasa que ocultaba su informe, era un recordatorio de lo fuerte que era el dragón en batalla… Aomine era un asesino en masa que debería ser eliminado. Si no fuera porque Imayoshi era un experto mediador, Wakamatsu estaría muerto.   

 

 - mantén a tus amigos cerca, pero debes mantener a tus enemigos más cerca aún… lo que me recuerda ¿encontraron al brujo? – el rubio niega e Imayoshi suspira. Sí que era alguien escurridizo… - será mejor que lo encuentres antes de que otro lo haga…– 

 

- Susa fue con un grupo a los alrededores a buscarlo, no tardará en encontrarlo y apresarlo…pero, para que necesitas a un brujo cualquiera si podemos conseguir a un Dragón –  

 

- ¿en verdad crees que Aomine se someterá a nosotros tan fácilmente?… - no necesito pensarlo demasiado para saber la respuesta - necesito de él, todos nosotros necesitamos de él… y ese brujo me va a ayudar a manipularlo –

 

- ¿un brujo puede controlar a un dragón? – Imayoshi le miró con cara de comprensión, Wakamatsu era el más fiel de sus subordinados, pero ignoraba muchas cosas.

 

- ¿tienes alguna idea de donde salieron la Kiseki no Sedai en primer lugar? – afilo su mirada, todos sabían quiénes eran la Kiseki no Sedai, lo que habían causado a las criaturas como ellos, por lo que a Wakamatsu no le agradaba nada que tenga que ver con esos sujetos… Sujetos que se encargaron de arruinar la supremacía de los Vampiros, sujetos que salieron de la nada y destronaron a razas que habían regido por siglos… su desconocido origen era parte de lo que ellos eran. Imayoshi entendió esa reacción… muchas personas habían muerto por mantener esa información en secreto – te haré una pregunta más fácil… ¿tienes alguna idea de por qué los humanos detestan a las criaturas como nosotros? –

 

- porque somos diferentes a ellos – dice por inercia… nunca le importo entender a los seres humanos.

 

- más que diferentes… somos superiores, ellos ven en nosotros su extinción y les asusta ser esa raza que va a desaparecer, por eso nos atacan… ¿pero sabías que no todos los humanos piensan así?... sabías que existen humanos que ven nuestro potencial como algo admirable y se toman el trabajo y la paciencia para reconciliarnos –

 

- los hechiceros… - Wakamatsu recuerda haber leído alguna vez que si, en efecto existían humanos que controlaban magia y se encargaban de mermar la tensa relación de las razas de las criaturas del bosque y las que están fuera de él.

 

Los hechiceros representaban el puente entre los dos mundos y eran muy importantes. Así como escasos…

 

- ellos incluso incentivaron a la unión de los seres humanos y criaturas del bosque… claro que eso no agradó a muchos, tanto reyes humanos como a nuestros líderes, todos detestaban la idea de mezclar su sangre pura con la escoria… lo peor de todo era que los hechiceros tenían razón, los seres que se mezclaban con humanos hacían niños más fuertes, más hábiles, más poderosos… no podíamos permitir eso Wakamatsu, no podíamos permitir que los hechiceros tuvieran razón… y mientras más pasara el tiempo, esos niños podrían defenderse mejor de nosotros… después de años de conflictos nuestros altos líderes y los humanos coincidieron en una sola cosa, esa generación debía desaparecer -  

       

- la caza de híbridos – 

 

Era una época oscura en que los híbridos eran perseguidos por humanos y criaturas del bosque para ser asesinados. Una época sangrienta e irracional donde cualquiera que engendrara un híbrido o los escondiera eran masacrados.

 

- matábamos sin distinción… ¿te acuerdas de eso?... humanos, ninfas… hechiceros – ambos eran compañeros de armas, ambos creían en ese momentos que luchaban por un bien mayor.

 

– pero ya no existen híbridos… acabamos con todos en la caza –

 

- ¿estás seguro de eso? – corto con seriedad, su sonrisa se había borrado.

 

- se buscó por mucho tiempo por alguno, nunca se encontró rastros de que quedara alguno con vida –

 

- eres tan iluso… eran criaturas más poderosas que él promedia, créeme, alguno de seguro pudo sobrevivir… Wakamatsu existe un rumor que llegó a mis oídos hace muchos años cuando el grupo de la Kiseki no Sedai nació y fue el rumor más peligroso que pude escuchar en toda mi vida – 

 

- no… no puede –

 

- son híbridos… de alguna forma sobrevivieron a la cacería, sobrevivieron a su propio crecimiento y a las enfermedades que los atacan por llevar en su sangre esa rara genética… sobrevivieron a todo y están aquí para acabar con todos, con seres humanos, con elfos, centauros, ninfas, hechiceros, y sobre todo… con nosotros, las criaturas que le dieron la sentencia de persecución y muerte –

 

- y qué pasaría si Kagami no puede vencer a Aomine… entonces, si un dragón no puede con un híbrido que puede hacer un simple brujo –

 

- Wakamatsu, así como llegan problemas, con ellos llegan las soluciones y no nos damos cuenta… ¿cuántos miembros tenía la Kiseki no Sedai antes de separarse? –

 

- cinco –

 

- los principales… existía otro que no era muy reconocido, pero existía –

 

- ¿el hechicero fantasma?... eso solo es un rumor –

 

- mi querido Wakamatsu ¿Qué aprendimos sobre los rumores? – el otro calla, reflexionando las palabras - Wakamatsu, un hechicero viajaba con ellos, los mantenía a raya, al menos antes de que fueran una amenaza… - por primera vez abre sus ojos, dejando ver una pupilas rojas como la sangre – el hechicero fantasma es el sujeto más buscado entre las distintas criaturas, incluyendo a los humanos… quien tiene la llave de los Monstruos más poderosos de todos los tiempos, es el ser más poderoso de todos los tiempos… y por eso quiero que te asegures de conseguirlo –

           

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

- ¡aahhh!... ¿¡dónde está ese Kuroko cuando hace falta!? – sacudió y pateó los barrotes en vano. – siempre se desaparece en el momento más crucial –

 

- ¿crees que él nos puede sacar de aquí a pesar de que ni Kagami pudo? – Tsuchida y Koganei le preguntaron mientras se alejaban de donde ella estaba para que pudiera descargarse con la barra de metal y no con ninguno de ellos.

 

- bueno, no estoy tan segura, es más una corazonada que otra cosa… -

 

- ¿no estarás hablando de esa cosa absurda de la intuición femenina que justificas para darnos de tu comida? – el chico de cara de gato movía la mano en negación, burlándose de la castaña, pues era la chica menos femenina que haya conocido alguna vez, así que dudaba bastante que tuviera tal intuición. Tsuchida vio el dolor en un futuro cercano de Koganei, y no se equivocó.  

 

Furihata, Kawahara y Fukuda, que estaban en las celdas del frente de los otros tres, comprobaron que la jefa tenía mucha más fuerza de lo que dejaba de ver.

 

- oigan, ustedes… ¡dejen el escándalo o los callaré yo mismo! – uno de los guardias se aproximó a la celda y los ojos de Riko brillaron con malicia.

 

- vamos a salir de aquí… Tsuchida, Koganei… ya saben que hacer – 

 

Los tres novatos también se dieron cuenta de que la jefa era extremadamente lista, pues solo necesito de un escándalo y dos incautos para poder salir. 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

Hyuuga, Izuki y Mitobe iban subiendo las escaleras de manera rápida, en cuanto lograron dejar inconsciente a todos los guardias les fue más fácil, pues el camino era derecho para arriba. Grande fue sus sorpresa cuando iba a pasar la puerta que lo sacaría del sótano un barrote grueso de madera se va justo a su cabeza, dejándolo en blanco por unos segundos.

 

- ¡Hyuuga! – se alarmaron Izuki y Mitobe en cuanto lo vieron caer. 

 

Sus ojos se abrieron en grande cuando vio quien le había dado ese golpe. 

 

- veo que no es necesario que me preocupara por ti – dice de forma seria mientras sujetaba el barrote y aguantaba el dolor creciente en su cabeza.

 

- ya me conoces… - Riko sonríe presuntuosa, después de todo aun que ellos sabían que la joven era perfectamente capaz de arreglárselas por su cuenta era normal que siempre se preocupen el uno por el otro… claro que ninguno lo haría evidente.

 

Al parecer todo el grupo de cazadores habían logrado escapar con éxito, sanos y salvos, eso le dio un gran alivio al de googles. Aunque le preocupaba la cara de susto que tenían el trío de novatos…

 

- ¿Qué les ocurre chicos?- se adelantó Izuki.

 

- la jefa… es aterradora – apenas pronunció Furihata con miedo en la voz. Y sonrieron compresivos, los mayores sí que los entendían.  

 

- ahora nos toca encontrar a ese par y largarnos de aquí – Hyuuga hablaba con determinación, no le gustaba ese sitio y se irían de allí lo más pronto posible.

 

- ustedes vayan a buscar a Kuroko, deben encontrar a Kagami antes de que haga una idiotez – la castaña se adelantó al grupo y amarrándose a la cintura el arma que usó contra Hyuuga se fue en dirección contraria a la salida. 

 

- oye… ¿Qué crees que haces?... yo soy el capitán aquí – le recordó sujetándola del brazo.  

 

- tengo algo que arreglar con ese tipo – sus ojos eran fríos y decididos. 

 

A Riko le preocupo muchas cosas de su encuentro con Shoichi Imayoshi y no las iba a dejar pasar, le sacaría la verdad a porrazos si era necesario. La misión de Seiren e incluso su identidad eran secretas, que corrieran rumores falsos o verdaderos los ponían en peligro… su misión ya no sería secreta, habían también muchas posibilidades, un topo, espías… lo que fuera, golpearía tan fuerte a ese sujeto que le sacaría todo, incluyendo esa odiosa sonrisa de su cara.  

    

- pero no lo harás sola – el capitán se amarró sus armas con una sonrisa confiada, al igual que Izuki. – te vamos acompañar –

 

- no, necesitan encontrar a Kuroko – insistió.

 

- de eso nos encargamos Mitobe y yo – Koganei le regala una sonrisa gatuna mientras sujeta el brazo de un silencioso Mitobe. – mi olfato no falla. Y lo sabes – el silencioso Mitobe asiente en apoyo.

 

- ok, de acuerdo… ustedes dos vayan tras Kuroko, Tsuchida y los tres novatos vayan directo a los límites, no sabemos qué pueda suceder… nosotros tres nos encargaremos de Imayoshi y Kagami… esos sujetos no saben con quién se metieron –

 

             

-.-                                                                                                                        -.-

 

Imayoshi sonríe con algo de prepotencia… él tendría exactamente lo que quería, un enorme y maravilloso espectáculo. 

 

- veo que quieren una buena vista para el show – tuvo como respuesta una flecha, que detuvo con su mano fácilmente. – Ustedes humanos parecieran nunca aprender – suspiro, se vio decepcionado mientras estrujaba la flecha y la volvía nada.

 

- ¿Quién eres? – Reto Riko seguida de Hyuuga que tenía su ballesta apuntando a Imayoshi y Shun al otro lado empuñando su espada corta - ¿y qué hiciste con los humanos que vivían aquí? – 

 

- interesante… creí que un pueblo olvidado de humanos ingenuos no le importaría a nadie – su sonrisa desagradable apareció – los matamos, obviamente… no a todos claro, pero se nos estaba acabando los suministros y ustedes eran el reemplazo perfecto – dio un suspiro – no tienen por qué ser tan difícil - 

 

- pregunte qué es lo que eres – los tres estaban con la guardia arriba, ese sujeto era muy peligroso. Riko sacó de su bolsillo un arma singular, pequeña en comparación a la de sus compañeros, con un mango grueso y de punta doblada. Era un revólver, de punta ancha… Riko podía no ser muy buena con las espadas, las ballestas o mazos, pero eso no significaba que no supiera defenderse.

 

- al parecer no son como los últimos cazadores que estuvieron aquí – se quitó sus lentes y abrió sus ojos, dejando ver unos ojos rojos sangre… ensanchó su sonrisa y unos dientes sobresalen por la comisura de los labios, grandes y afilados.

 

- Vampiros – Riko retrocede y le quita el seguro a su arma, Hyuuga y Shun le disparan, no esperan una señal, los Vampiros no eran criaturas fáciles de vencer y mucho más maliciosas que cualquier otra, si querían salir con vida de allí debían ser los primeros en atacar.

 

- lamento de verdad que nuestro encuentro se tenga que posponer… – Unas alas color hueso salieron de su espalda, esqueléticas y de piel delgada, bloqueando el ataque – pero tengo que conseguir un dragón – se para al borde del balcón y sonríe mientras se deja caer al vacío. 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

El fuego comenzó a consumir las casas, los caminos y los árboles, pero nadie salía, no había pánico, ni gritos… el sitio parecía más desolado y terrorífico que antes.

 

Un dragón grande y de un majestuoso azul oscuro aterrizó en una torre, aún así el estruendo no alteró nada, ni la lluvia ni los truenos que llegaron junto a la bestia.   

 

“es una bestia de la que debemos deshacernos”

 

Maldición, maldición… maldición…

 

Su sangre comenzó a hervir a penas reconocerlo, era el mismo… más grande, más poderoso y más arrogante. Pero era la misma calaña de siempre.

 

- Aomine – su aliento sale tan caliente que se podía ver el vapor - ¡malnacido infeliz! – 

 

De su cuerpo comienza a salir vapor y su piel tostada se vuelve roja como si le hubieran echado agua hirviendo, comienza a crecer cada vez más y más alto… y mientras más grande menos parecía un humano… sus pupilas rasgadas como las de un reptil, y el color rubí de su iris perdía brillo. Las escamas comenzaron a aparecer, junto con la cola y las alas de aproximadamente seis metros cada una.

 

Era enorme, tan grande como el salón más grande de un enorme castillo, y tenía bastante presencia, tenía un tamaño más que decente para darle batalla a Aomine. 

 

Aomine no se quedaba atrás, se alzaba todo lo grande que era sobre la torre, intimidante y poderoso… sus garras largas y filosas se aferraban a la piedra gris con sus alas extensas, las alas de dragón eran muy parecidas a las de un murciélago, tenían tres gruesas venas que mantenían unida la piel que les permitía elevarse y planear por los cielos, sus extremidades eran más oscuras que el resto de su cuerpo y su mirada de reptil era aterradora. 

 

El Dragón de color rubí rompe el techo y escupe fuego, atacando al otro sin previo aviso. Así de rápido había comenzado la disputa entre ambos dragones. 

 

El fuego parece consumir al otro dragón, pero no es así, el fuego se disipa con tan solo un aletazo de las poderosas alas de Aomine… Kagami soltó un gutural rugido desde el fondo de su garganta en advertencia, ya no pensaba, actuaba por instintos, como la bestia que era. 

 

Este en cambio permanecía quieto, como si fuera una enorme gárgola, era un sujeto arrogante, incluso como un dragón.

 

El dragón rojo extendió sus alas tan alto como podía y se agazapaba, mostró los filosos dientes mientras que gruñía a su adversario, quería pelea, al invadir, al quemar y destruir el territorio ajeno… y a pesar de que estaba allí, el otro parecía algo tranquilo. Sin esperar mucho tiempo, Kagami también dio el siguiente golpe, con su aliento de fuego dio dos o tres veces contra él, como bombas que avivaba las llamas que los rodeaban, pero era inútil por que un dragón estaba hecho contra el fuego.

 

Aomine no regreso el ataque, simplemente extendió sus alas y la ráfaga de viento provocada terminó por disipar el fuego a su alrededor… parecía estar jugando con el más joven.

 

Por qué él era más poderoso y lo sabía, en el momento en que Aomine decidiera atacar el otro estaba perdido      

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

      

Escucha el rugido lastimero de una bestia y su corazón da un vuelco, voltea en la dirección dónde provenía y distinguió las luces a lo lejos…

 

- Kagami-kun -

 

Continuará…

 

Notas finales:

Me gusta mucho este fic, así que no creo que lo abandone en un buen rato, aviso que posiblemente, lo pase para wadpadd, es una posibilidad muy grande, pero también seguir actualizando aquí como siempre.

 

Cambiando de tema, ahora es que comienza lo bueno, la batalla entre Too y Seiren llego más pronto de lo pensado XD… ¿Qué conexión podrán tener Aomine y Kagami? ¿Por qué Kuroko busca a Aomine a pesar que odia a los de la Kiseki no Sedai?... estas preguntas tienen respuestas así que sigan leyendo.

 

Nos leemos, chau XD


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