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:Sangre Hibrida: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

 

Jujujujju… aquí les traigo el capítulo 14, me divertí tanto revisando el capítulo XD.  

Bastante emocionada por lo que se avecina. Así que por favor lean y comenten si les gusto.

Sangre Hibrida

 

Capítulo 14: El Lindero de las Ilusiones

 

 

- ¿hasta cuándo pretendes estar montada sobre mí? – rugió un Kagami molesto y sudoroso.

 

Riko no le hizo caso y sin importar todo el cansancio que llevaba encima el dragón, de un salto bajo de su espalda cuando vio que habían llegado a tierra firme. El impulso del salto de la chica hizo que Kagami terminara con la cara estampada en la arena de la orilla.

 

Kagami estaba volando por sobre un lago muy grande, de una extensión tan larga que rodearlo tomaría unos dos o tres días de viaje, pero a vuelo solo es unas cuantas horas… y Riko le había parecido excelente idea usar eso como el comienzo de su entrenamiento, llevar la resistencia del pelirrojo hasta sus límites para poder fortalecer sus músculos y que aprendiera a controlarse bajo presión.

 

- wow… has volado más de quinientos kilómetros sin descanso, eso es bastante… por hoy – ve el horizonte que le ofrecía el lago con una sonrisa, Riko tenía una parte sádica que no le importaba explotar.

 

Por otro lado el dragón se quedó allí en el piso, sin camisa y con el pecho subiendo y bajando del esfuerzo que hacían sus pulmones.

 

- ca… cállate… estas… loca – La sonrisa de Riko no se quitó, demostrando su molestia mientras pisoteaba la enorme cabezota del pelirrojo y le hacía tragar arena.

 

- creo que ya va siendo hora de darle un descanso a Kagami – Koganei debió intervenir en pro del pobre pelirrojo antes de que la chica terminara con él.

 

- es como un molusco fuera del agua – decía Izuki, refiriéndose al cuerpo inerte de Kagami.

 

- oye no te aproveches de que Hyuuga no está para hacer esos horribles chistes – Tsuchida le regaño – por cierto… ¿Cuánto crees que tardaran esos dos? –

 

- no lo sé… pero apuesto cinco monedas de cobre a que terminan reconciliados – Koganei parecía emocionado ante aquella posibilidad.

 

- entro… cinco monedas a que lo hacen – e Izuki no quería quedarse atrás.

 

Terminando con una Riko molesta y sus nudillos tatuados en cráneo.

 

- deben llegar al atardecer o a más tardar mañana, Kiyoshi conoce a varias criaturas que tal vez no rastrearan a Kuroko, pero si a los Vampiros que se lo llevaron – mira al grupo que estaba ya cansado del viaje, pues llevaban ya un buen tiempo sin tomar un buen descanso – bien, Izuki, si tienes tanto tiempo para hacer chistes de mal gusto puedes ir con Furihata a recolectar cosas para la cena… - Shun obedeció algo lloroso mientras Furihata preguntaba por qué tenía que ser castigado con su senpai si no había dicho nada - los demás a montar el campamento, no falta casi nada para que anochezca… ahora Kagami… te toca hacer una nueva ronda… esta vez con Mitobe sobre tu espalda, pero debes sacar tu cola –

 

- ¡ya para!... ¡mujer diabólica! -     

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

Llevaban un largo rato en silencia, el de googles caminaba delante aun que era Kiyoshi quien se suponía que conocía el lugar, Hyuuga se volteaba de vez en cuando a mirarle para luego regresar su vista al frente, eso siguió así hasta que el hombre lobo se cansó.

 

- ¿pretendes ignorarme todo el camino… o vas a soltar lo que quieres decirme? – Kiyoshi lo detuvo bloqueando su caminar, el castaño era más grande y a pesar de que siempre andaba de buen humor y era alguien amable, que el capitán le ignoraran y le tratara como si no existiera le comenzaba a molestar…

 

- bueno si eres así de insistente me pones el trabajo más difícil – intento rodearlo pero el otro se movía a cualquier lado que Hyuuga quisiera ir, haciéndolo hartar - ¡maldición!... ¡¿Qué es lo que quieres de mí?! -

 

- al menos dime porque me tratas así – sujeto de los hombros al cazador, mirándole totalmente serio, no estaba de broma.

 

- ¿y aun no sabes por qué? – dio un suspiro de exasperación, quería de verdad actuar indiferente, como que no le importaba la presencia de ese bastardo de nuevo en el grupo, no podía mandarlo a volar, después de todo si no fuera por él, Seiren no existiría… – apareces, diciendo cosas estúpidas como “hagamos un grupo de cazadores como ninguno antes, donde humanos y criaturas no humanas puedan trabajar unidos”… fastidiándome a mí y a Riko hasta el cansancio, haciendo cosas estúpidas y peligrosas… - se quita las manos del mayor de encima, molesto de que siquiera le tocara, la tranquila y apática faceta que se había molestado en montar se estaba yendo por el caño - logras tu cometido y logras demostrarles a los demás que si era posible cooperar, luego de hacer que compartiéramos ese sueño… haciéndome dejar todo atrás… ¡te vas!... ¡ME DEJAS COMO SI NADA!... ¡NOS DEJAS! – había comenzado a gritar, haciendo que el más alto sintiera ahora culpabilidad.

 

- yo… lo siento Hyuuga –

 

- ¡un lo siento no arreglara nada! – Hyuuga no planeo eso, el prefería tragar un cactus antes de decirle todo eso a Kiyoshi, pero las tenía atoradas desde hace tanto que no pudo controlarse.

 

- creí que si tomaba algo de distancia, Riko y tu podían continuar con sus vidas como estaban, antes de mi… al menos el compromiso que pospusieron… - sintió un golpe duro y certero a su mejilla que lo hizo tambalear para luego ser zarandeado por la solapa de la camisa.

      

- ¡el compromiso entre Riko y yo ya no existe!… ¡idiota! – Los googles guindaban de su cuello y las lágrimas de frustración rodaron por sus mejillas, mientras que Kiyoshi no decía nada, torturándolo – hazte responsable, maldita sea -

 

- ¿fue por mi culpa? – Se atrevió a preguntar – ¿yo hice que te dejara? –

 

- ¡si!... ella me dejo por que no vio en mi alguien que la apoyaría por estar tras de los sueños de otros – finalmente lo soltó, sintiéndose tan solo un poco más ligero – me dijo que ella no podía casarse con alguien que no entendiera sus deberes y yo, simplemente acepte… maldición, y todo por tu culpa –

 

Riko y Hyuuga habían crecido juntos, se conocían de toda la vida, desde pequeños sus familias los comprometieron. A pesar de que sus familias fueron los responsables de su compromiso al principio ninguno de los dos se quejó, se querían desde pequeños, como hermanos, como compañeros que estuvieron de acuerdo el pasar sus vidas juntas. Al menos hasta que Kiyoshi entro en sus vidas.

 

Fue egoísta de su parte arrastrarlos a los dos a sus deseos y fue justamente cuando Kiyoshi noto que era el tercero en discordia que decidió irse por su cuenta, quería que Riko y Hyuuga fueran felices, aunque él no formara parte de esa ecuación… nunca pensó que eso solo los heriría.

 

Kiyoshi se quedó mirándolo con una expresión de culpabilidad y tristeza… lo vio cubrirse el rostro y desviar la mirada, ocultando su sonrojo. El castaño se dio cuenta de lo que el capitán quiso decir con esas palabras y se permitió sonreír tan solo un poco.

 

Se acercó al cazador lentamente y acaricio con su gran mano la cabellera negra, como si apaciguara a un niño pequeño, Hyuuga se vio sorprendido ante aquello mas no lo aparto. Por qué Kiyoshi era un ladrón y ya Hyuuga se había resignado… el sujeto se había metido en su vida a la fuerza sin importarle las consecuencias, eso le irrito… luego de dejar una marca profunda en él, se fue, sin dar ninguna explicación. Y eso no se lo perdono.

 

Llevo uno de sus dedos a la barbilla de Junpei y fue acercando su rostro al contrario, besando su mejilla con tranquilidad, luego la otra y luego la frente… el cazador no dijo nada, era Kiyoshi quien ahora lo consentía, después de que lo había tratado tan mal e incluso lo había golpeado… Hyuuga se preguntó por qué lo hacía… La yema de su pulgar paso por el labio inferior del cazador y ambos sabían que era inevitable lo que seguía a eso… Sus labios se fueron acercando lentamente, hasta que…

 

- hola, jijijiji – la voz infantil hace que ambos den un grito de susto muy poco masculino.

          

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

Cuando Furihata se cansó de buscar por los alrededores a Izuki, se sentó sobre el tronco de un árbol caído, no podía encontrar a su senpai y tampoco regresar sin los hongos que Riko le había pedido… ¿Cómo le hacía un hombre con una pierna lastimada para perderse tan fácil?

 

En esos momentos Furihata se sentía como un inútil, la mayoría de sus compañeros habían sido atacados por vampiros y si no fuera por Kiyoshi de seguro hubiera sido el siguiente. No había sido muy útil en ese entonces y ahora tampoco… no podía seguir así.

 

Se levantó y con fuerzas renovadas comenzó a caminar por donde asumía era el camino de retorno, pero solo veía troncos y maleza, Riko termino por tener razón ya se estaba haciendo de noche, no podía darse el lujo de perderse cuando el frio atacara y no se viera nada, debía encontrar a su senpai al menos, aunque no tuviera ni idea de donde estaba. 

 

- wow… que suerte – sus ojos brillaron de emoción cuando al frente en la base del árbol en donde se había sentado, se encontró los hongos que tanto hablaba el de ojo de águila, así que sin dudarlo ni un segundo comenzó a recolectarlos.

 

El sonido de las hojas siendo pisadas a sus espaldas hizo que encresparan sus nervios, miro hacia atrás y no logro ver nada. Tomando aire trato de calmarse y siguió con su faena, esta vez un poco más rápido… cuando se dispuso a agarrar más hongos, una bota negra con detalles en dorados aparece delante de él.

 

Era un sujeto cubierto con una capa negra y aun bajo toda esa vestimenta pudo ver claramente un par de ojos que le intimidaban, uno de un dorado tétrico y el otro de un rojo amenazante. A menos de un metro de distancia de él se encontraba un completo desconocido en un bosque repleto de criaturas peligrosas, ese sujeto podía ser un depredador y él su presa.

 

No lo vio llegar, tampoco hizo algún sonido que le advirtiera algo, solo estaba allí parado y viéndolo desde arriba con superioridad… daba realmente miedo a simple vista, y por instinto retrocedió como pudo.

 

Trago en seco desde el suelo, no sabía qué hacer en ese momento, algo muy dentro de él le decía que tenía que huir pero su cuerpo no quería reaccionar… por otro lado el otro sujeto no hacia ningún movimiento, solo le miraba con esa hipnotizante mirada, hasta que decidió dar la vuelta y comenzar a caminar.

 

Furihata no supo muy bien el por qué… pero decidió seguirlo.      

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

Izuki no supo cuando perdió de vista a Furihata, el como un senpai nada responsable había perdido al novato en menos de diez minutos. Se había desviado un segundo para ver como un escarabajo escalaba un árbol, no lo ocultaba, quería atraparlo, pero su pierna aún no se recuperaba del todo, de hecho aún tenía que andar con ese bastón improvisado. Cuando  se vio solo chasqueo con molestia, ahora como le explicaba a Riko que había perdido al chico.

 

- debí seguir a Furihata – refunfuño.

 

Miro hacia sus espaldas y decidió regresar por donde vino, era fácil para un cazador el rastrear y guiarse por los caminos en el bosque. Así que no tuvo problema para llegar al paso de donde partió, o eso creía… pues se sorprendió cuando vio que se encontraba de nuevo en el mismo sitio que antes.

 

Era como si los árboles se movieran, entonces Izuki rio mentalmente, porque eso no podía ser posible, que los árboles se muevan… ¿no es así?

 

Iba a dar media vuelta para regresar al sendero que conocía cuando lo sorprendió una figura de un enorme perro negro… cayó de espaldas al suelo y comenzó a alejarse. Era un cazador, casi que el enemigo natural de todos allí y para colmo estaba notoriamente lesionado.

 

El animal avanzo y el retrocedió cauteloso, la bestia era completamente negra como la noche y su tamaño podía compararse el de Kiyoshi… los lobos de ese tamaño solían ser Hombres lobos, pero eso era absurdo, el único por esos lugares era Kiyoshi y su pelaje era marrón, no podían ser el mismo.

 

Fue retrocediendo lentamente hasta toparse con la corteza del árbol. El animal le gruñía amenazadoramente y eso puso un poco nerviosos a Izuki, si algo sabia era que esas cosas olían el miedo y si él se asustaba solo lo haría atacarlo más rápido, sujeto su bastón y con mirada decidida lo enterró contra una de las patas de la bestia, sintió como pasaba la dura carne y el animal retrocedía, segundos que aprovecho Shun para salir corriendo de allí. 

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

     

 

- ¿y está bien dejarlos solos? – pregunto Kagami rascándose la nuca, mientras seguía a una Riko algo molesta. ¿Para qué había mandado a Izuki y Furihata a buscar la comida si se iban a tardar tanto?

 

- ¿te preocupan acaso? – pregunto en tono burlón y el más alto niega. – Te recuerdo que ellos te salvaron el trasero, no son tan débiles como parecen – le comenta la castaña mientras iba despejando el camino moviendo ramas.

 

- pues no lo parecen, tal vez no de Mitobe o de ese raro de Kiyoshi, pero los demás… en especial los novatos… son débiles, mi olfato no me engaña – ella le miro con ojos serios.

 

- así que tu olfato… es gracioso que lo digas ahora, Koganei también elogia su sentido del olfato – el pelirrojo alzo una ceja dubitativo – aunque el usa su nariz para oler cosas que huelen de verdad… la fuerza no se puede detectar con la nariz - 

 

- eso es lo que tú crees, aunque también me eh equivocado un par de veces – afirma mientras le seguía el paso a la chica.

 

- ya veo… hablas de Kuroko – Kagami desvió la mirada y Riko sabía que tenía razón.- menos mal que te topaste con él porque en realidad no entiendo cómo has sobrevivido hasta ahora – ignora un “oye” amenazante por parte de un ofendido Dragón – cambiando de tema… considerando que Kiyoshi es un Hombre Lobo y Mitobe un domador, es lógico que no te parezcan débiles –

 

- ¡¿en serio?!... ¿un domador? –

 

- ¿sabes qué son? -

 

- escuche hablar de ellos una vez – ella le mira de reojo, no creyéndole mucho – solo que es un poco sorprendente, nunca lo eh escuchado hablar –

 

- bueno… el en realidad no puede –

 

- ¡¿Qué?!... –

 

- y será mejor que no comentes nada de lo que te dije, porque te las veros feo conmigo –

 

- ¿pero cómo?... el domador usa su voz, sin voz no puede controlar a las creaturas –

 

- eso es un misterio también para nosotros, pero si te puedo dar un concejo seria no te metas con Mitobe, es alguien realmente peligroso cuando lo hacen enojar… y no necesita soltar una sola palabra para hacerte obedecer – ella voltea de nuevo hacia la ruta mostrándose bastante seria, no entendía muy bien porque Kagami ahora estaba tan conversador, pero si iban a pasar tanto tiempo juntos era mejor que supiera quienes lo acompañaban.

 

- ¿Qué le ocurrió?... ya sabes… para quedar mudo – Kagami no estaba seguro si estaba bien el preguntar algo como eso.

 

- eso… es algo aterrador –

 

Aterrador… aterrador

 

Aterrador… aterrador

 

- ¡¿Qué fue eso?! – el Dragón se pone pálido de sopetón.

 

- shhh… - le calla… el eco había seguido pero de manera lejana y ambos decidieron seguir el origen – Kagami no te separes… creo que viene de allá – apunta hacia un área oscura, pero cuando miro a su lado el pelirrojo ya no estaba - ¡ese Bakagami! – ¿Cómo se atrevía a dejarla hablando sola?

 

Termino sacando su pistola y cargándola, mientras avanzaba con cautela se decidió por adentrarse sola, después de todo estaban dentro del bosque y los sitios allí eran de por si peligrosos solo con estar en ellos, las plantas escuchaban, las criaturas atacaban a matar… ser precavida nunca estaba de más. 

 

Se quedó sorprendida al ver delante de ella un sombrero gris conocido, una gabardina combinada y unos mechones de cabellos celeste. Parpadea, eso no debía ser posible… ese no podía ser Kuroko, Kuroko estaba lejos de ellos, en el territorio de los vampiros.

 

- ¿Kuroko? – probo llamarle y cuando el cuerpo se voltio, ella pudo ver ese rostro serio formar una sonrisa extraña…

 

- Riko… Riko… Aida – era la voz de él, pero se escuchaba lejana y ausente, ese no podía ser más que una jugarreta del bosque… ¿no es así?

 

La imagen perturbadora de Kuroko tenía algo entre sus brazos, no había prestado suficiente atención, no al menos hasta que comenzó a moverse por sí solo. Las llamas comenzaron a rodearlos con más intensidad lo que la comenzó a asustar, el cuerpo del hechicero se derrumbó y ella aun sabiendo que ese no era Kuroko fue a ver qué ocurría. Alarmada en cuanto vio que la sangre era escupida a borbotones, formando un charco, y empapando sus botas.

 

- ¿Qué?... ¿Qué es esto? – miro sus manos llenas de sangre, se puso pálida y las manos le temblaban... ¿Qué era todo esto?... Los ojos celeste la miraban vacíos y sin vida - ¡Kuroko! –

 

- por… ta… dor – ya no era su voz, era una voz femenina que salía desde la garganta del chico.

 

Ella se levantó de sopetón, como si el cuerpo de Kuroko quemara… entonces el pequeño bulto comenzó a moverse de nuevo, el chico lo sujetaba a pesar que parecía estar inconsciente. Iba retrocediendo lentamente tenía que salir de allí, debía ser una trampa más del bosque.

 

Pero sus pasos se detuvieron en el momento en que unos quejidos salieron del pequeño bulto… ¿era acaso eso un…?

 

Hubo un crujido de las ramas sobre ella y luego vio a Kagami caer de sopetón al suelo justo frente a ella, empujando de bajo de el a un sujeto que ambos desconocían.

 

Entonces Riko observo su alrededor y se sorprendió de que todo estaba normal, sin llamas, sin sangre… sin Kuroko.

 

¿Qué era lo que había pasado?              

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

- ¡oye!... ¡detente! – Hyuuga gritaba con molestia mientras seguía el eco de una risa infantil por el bosque, mientras que Kiyoshi iba tras él. - ¿Cómo puede ser tan rápido alguien tan pequeño? -

 

- Hyuuga… déjalo, es una criatura que vive en el bosque – le dijo para que no le diera mucha importancia – si la seguimos perderemos el sendero… y necesitamos llegar a ese lugar antes del anochecer –

 

- ¡no me importa! – Rugió tomando más velocidad, pasando por debajo de troncos y esquivando ramas, ese pequeño animalito los había no solo interrumpido, si no jugado con ellos como si fuera un mosco a su alrededor – me las va a pagar –

 

- vamos Hyuuga… puede ser una ilusión en el mejor de los casos – sujeto del brazo al moreno para que se detuviera y lo acerca a su pecho – debemos continuar en el sendero… este lado del bosque es peligroso – Hyuuga gruñe al ver que habían perdido el rastro y termina por empujar al castaño.

 

Se quedan dándose la espalda por un buen rato. Kiyoshi le miro de soslayo y cuando atrapo a Hyuuga haciendo lo mismo ambos sonrieron sin ninguna razón aparente, sintiéndose algo tontos.

 

- ¡no!… no, no, no… ¡aléjate de mí bestia demente! – justo delante de ellos pasa un asustado Izuki como si fuera perseguido por un demonio. Cuando los ve a ambos se alivia y corre rápidamente detrás de Kiyoshi – allí… allí… es un Hombre lobo – señala temblando en la dirección de donde venía y ellos se miran entre si antes de ir a investigar.

 

 

 

- entonces… ¿Dónde está? – pregunta finalmente el castaño después de un rato buscando en el sitio y no ver nada. Incluso trata de olfatear el aire, el olor de otro Hombre Lobo era característico entre ellos, si hubiera uno cerca definitivamente Kiyoshi lo sabría – ¿seguro que no era el Bosque? –

 

- ¿Cómo que el Bosque? –

 

- este lado del lindero es peligroso, muestra visiones a los viajeros desprevenidos Izuki… algunos se atreven a decir que es sobre sus destinos y cosas absurdas como esas… pero la gente habla muchas tonterías – explica calmadamente, como si no hubiera de que preocuparse.

 

- ¡claro que no!... era real, muy real – apunto a un sitio donde la tierra parecía ser removida – estaba justo allí cuando lo lastime con mi bastón – ambos se miraron entre sí en duda.

 

- ¿cómo aquel animal demente?… – Hyuuga alzo una ceja con duda.

 

- de seguro fue un duende… las visiones que se tienen aquí son peligrosas, uno se puede perder en el camino y quedar atrapado para siempre –

 

- ¿¡para siempre!? – Izuki se puso pálido de tan solo pensarlo y Hyuuga suspiro mientras ayudaba al ojo de agila a levantarse.

 

- tenías que decirlo de esa forma –

 

- lo siento Izuki – se disculpó el grandote – prometo que no te perderás conmigo aquí, una vez que la encontremos regresaremos de inmediato –

 

- ¿la encontremos?... a quien te refieres –

 

- a la que hace que veamos ilusiones – hubo un silencio incomodo entre los tres.

 

- si es así entonces puedo ayudar – dijo el de ojos de águila.

 

Caminaron un buen rato en aparente silencio, aun a pesar de la cara de molesta del capitán, quien decide preguntar algo irritado.

 

- entonces… la de las ilusiones… es una mujer – oh… oh, Izuki conocía ese tono, Kiyoshi debía tener cuidado con lo que contestaba.

 

- sí, es una antigua amiga – sonrió, como si nada.

 

Shun envidiaba aquella pobre ingenuidad del grandote.

 

- Así que amiga… eh – tenía una vena en la frente, Izuki vio que fue mala idea estar entre ambos.

 

- oigan, paren un segundo – Izuki llama su atención, notando algo extraño. Sus ojos se agudizaron haciendo aparecer las pupilas que normalmente no se notaban por el tono negro se sus ojos – Riko y Kagami, están justo al frente -

 

- ¿Qué hacen ellos aquí?... no iban a esperar a la orilla del lago –

 

- hay alguien más… será mejor que se apresuren – parecía enfocar sus ojos, aun no se acostumbraba a ver desde tanta distancia.

  

- esperen aquí… ¿de acuerdo? – una vez dicho eso no le dio la oportunidad de refutar cuando ya estaba corriendo en la dirección en que Izuki les había indicado, solo necesito un salto para que el gran joven creciera en tamaño y el cabello castaño se extendiera por todo su cuerpo, un enorme lobo aterrizo en su lugar comenzando una carrera con una monstruosa velocidad.

 

- wow… no me canso de verlo transformarse – comento el de ojos de águila, ambos estaban sorprendidos de verlo tomar su forma animal.

 

- yo tampoco – sonrió de lado sin siquiera notarlo, pero Shun si lo hizo y le apunto con una idea en la cabeza más una sonrisa pícara.

 

- los amantes tuvieron una amorosa reconciliación –

 

- ya cállate Izuki… –

 

- ¿y al menos sí lo hicieron?... mira que hice una apuesta y –

 

- ¡que te calles! -         

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

Si llegaron aquí significa que el capítulo cumplió su cometido. Hablando en específico de este capítulo, aquí eh dejado bastantes pistas de lo que puede pasar en un futuro de la historia con los personajes que aparecieron como ilusiones. Todos los que vieron cosas es por que pasara, les invito a formar sus teorías de lo que podría pasarles a los personajes o quien podría salir más adelante.

 

Si no entienden algo pueden preguntar XD.

 

Finalmente decidí no poner los adelanto de los siguientes episodios, solo les diré que hay capitulo para el 11.  


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