Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

:Sangre Hibrida: por DionSan_95

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí les trigo el tercer capítulo, ya estaba hecho y se los dejo de una vez, espero lo disfruten.

 

 

Entrando a la boca del lobo

 

Un salvaje sin remedio

 

Es… ¡Kise! 

Sangre Hibrida

 

Capítulo 3: Invitados indeseados

 

 

- Riko, maldición si estabas allí pudiste hacer algo – refunfuño el chico levantando solo un poco sus googles.

 

Pero la joven castaña no le presto mucha atención, ignorando al de cabellos cortos. Otros tres jóvenes aparecieron tras ella, azules del susto llevado. Solo eran unos nuevos en el comienzo de su entrenamiento.

 

- ¿Qué les parece?... tu Fukuda – el mencionado se le erizo la piel.

 

- que… que el dragón, era en… enorme – dijo lo primero que se le paso por la mente, obviamente no le gusto a la peli corto.

 

- Kawahara – el siguiente se le pareció pensarlo mejor.

 

- la fuerza del dragón era impresionante – la chica se ofusco, chasqueando los dientes con poca paciencia, mirando al último en ser intrigado, este trago saliva y tembló como un perro pequeño.

 

- los dragones se supone que atacan para matar, pero este, no lo hizo – todos quedaron en un silencio sepulcral, notando ese punto de vista que casi nadie lo había hecho.

 

- tiene razón – el que fue atacado por el pelirrojo fue el primero en hablar. – además de como ayudo a su compañero. Eso no está en la naturaleza de un dragón – todos asintieron.

 

- es raro, nunca se han visto un dragón y un brujo trabajando juntos – apunto el de vista de halcón.

 

- esa es otra… el brujo tampoco es normal – guardo por fin la flauta en su bolsillo y se puso a inspeccionar el área.

 

- a que te refieres –

 

- a su magia, no es como la de un brujo, tiene un brillo oscuro, pero no necesariamente lo hace ser un brujo – agarra entre sus dedos la tierra, buscando rastros – un dragón que no actúa como uno, y un brujo que no pareciera serlo… esto suena tan emocionante, quiero ver con mis propios ojos lo que pueden hacer –

 

La chica comienza silbar en sus adentros mientras que los cuatros mayores allí comienza a temblar, que la castaña este de buen humor solo significaba peligro para ellos.     

      

 

-.-                                                                                                                             -.-

 

 

- ¿en dónde estamos? – el pelirrojo seguía al más bajo por la ruta del rio, Kuroko parecía querer encontrar algo. Después de todo fue el quien los llevo allí. Pero como las primeras diez veces este le ignoro por completo.

 

Kagami estaba comenzando a comprender muchos de los aspectos del misterioso hechicero. Primero, que parecía no tener expresiones algunas y cuando lo hacía eran demasiado sutiles, Segundo, era inesperadamente temperamental, tanto así que cuando le mencionaba su estatura o su confusión entre brujo y lo que sea que sea se ponía inesperadamente irritante, y cuando lo hacía podía ser demasiado mordaz, si las palabras fueran espadas a él ya le hubieran atravesado unas cien; tercero y más importante, era extremadamente listo, parecía conocer sus puntos débiles, puntos que ni el mismo sabía que tenía. En otras palabra debía tener cuidado porque a pesar de ser pequeño, era letal.

 

-… - escucho como el más pequeño exhalaba un suspiro, deteniéndose en lo que parecía una cascada. – Kagami-kun, no sé cómo salir de aquí – le dijo sin ninguna ápice de verse arrepentido.

 

- ¿¡pero qué dices!? ¡Si tú nos trajiste en primer lugar! – eso era ridículo.

 

- el hechizo solo nos llevó al primer sitio que se me vino a la mente… y aun que lo encuentre conocido, creo que nos perdimos – ni su voz ni su expresión parecían preocupadas lo que le molestaba al más alto.

 

- excelente, ahora nos va llevar más tiempo encontrar a esos idiotas – Kuroko se le quedo viendo cómo se sentaba frente del agua, tenía razón, debía encontrar la razón por la cual llegaron allí, el sitio le parecía muy conocido, pero no encontraba por qué.

 

- tal vez si puedo recordar cual es este lugar podamos ir en dirección al miembro de la generación más cercano de nuestra ubicación – se sienta a un lado del grandote y se pone a mirar el agua mientras pone sus dedos en su barbilla, concentrándose.

 

Kagami le mira a su lado y no puede dejar de notar los vendajes que el peli celeste tenía en su brazo.

 

- podemos ir primero a un pueblo y hacer que te revisen la herida – aconseja, no es que le preocupe, sería una molestia que se ande de moribundo.

 

- no es nada Kagami-kun – asegura, pero el pelirrojo no esta tan convencido.

 

- pero debes revisártelo, al menos lavar la herida – insistía.

 

- ya te dije que no es nada – pero este parece ser muy terco.

 

Sin previo aviso el pelirrojo le sujeto y le quito el vendaje, dejándole ver el corte. Sin consideración lo mete en el agua haciendo que Kuroko sintiera el ardor del agua fría. Kagami le iba a regañar por ser tan quejica y a restregarse en su triunfo cuando sintió como una mano se enterraba en su costilla, le soltó de sopetón mientras se cubría la zona herida, ese desgraciado pegaba duro.

 

- estoy bien – afirma, para comenzar a curarse el mismo con lo que parcia ser magia.

 

Kagami le mira con ojos rojos de furia, quería venganza y con toda la malo intención lo sujeto de la cabeza y la metió al rio y de la nada comienzan un juego con el agua como si fueran dos niños pequeños hundiendo al otro hasta estar empapados hasta la medula. No pararon hasta que Kuroko de un sopetón le dio un golpe con su cetro al más alto.

 

- hey ¡eso es trampa! – aulló por haber perdido.

 

Kuroko le iba a rebatir mordazmente cuando el agua anteriormente cristalina comienza a brillar… el hechicero creyó haber visto eso antes… ya recordaba ese lugar. Cuando hizo el hechizo no pensó en un sitio en concreto solo quería ir donde estuvieran a salvo ¿y que más a salvo podían estar que allí?

 

- hey Kuroko que sucede – las cosas sobrenaturales le ponían de los nervios, a pesar que él era un hombre que podía transformarse en una bestia del tamaño de una torre de vigilancia.

 

El agua comenzó a moverse y el temblor de la tierra le dieron ganas a Kagami de izar sus alas e irse, no fue hasta que el agua de la cascada se separaba dejando a la vista una cueva oscura y llena de matorrales.

 

- es la entrada al bosque prohibido – comento para tranquilizar los nervios del más alto.

 

- ¿¡el bosque prohibido!? – Le pregunto un tanto alterado. ¿Por qué ellos querrían entrar allí? el menor asintió mientras comenzaba a caminar – hey espérame –

 

No todos podían entrar al bosque prohibido, por eso el nombre. Kuroko se alegró de que la puerta se abriera por sí sola, pero lo que no previa era que el bosque prohibido ya no era como él lo recordaba, había cambiado mucho y ya no era un lugar seguro, desde que lo había dejado ya hace cuatro años…

 

Pero aun así el bosque no le negaría la entrada a la sangre mágica de Kuroko. Y en ese momento, cuando Kuroko entro a esas tierras lo sintieron, cinco seres notaron lo que ni siquiera las creaturas con los sentidas más desarrollados podían. Después de todo, habían esperado tanto tiempo por su regreso…

 

        

 

-.-                                                                                                                             -.-

 

 

 

- ¡Kise! ¿Que se supone que estás haciendo descansando aquí? – le dio una patada en un costado antes de que pudiera inventar alguna otra excusa.

 

No era alguien de mucha paciencia, por eso cuando el joven se desaparecía con alguna ninfa, doncella, o creatura femenina le molestaba de sobremanera, pues se suponía que el chico tenía un deber, no por ser alguien “especial” debía tener trato especial y se lo había advertido ya.

 

- Ka… Kasamatsu-sempai… eso duele – le recrimina con lágrimas falsas…

 

Las mujeres que estaban con Kise se veían decepcionadas por la partida del guapo joven, y molestas por que no era la primera vez que el susodicho Kasamatsu les arruinaba una reunión con el adonis del bosque. 

 

- y te va a doler más si no levantas tu trasero de allí y vienes a ayudar… la entrada se activó hace un par de horas – le dice serio, si los humanos llegaban a enterarse de su territorio sería un gran problema.

 

- ¿se activó… sola? – pregunto un tanto confundido.

 

- no se… pero debemos llegar antes que los demás – el más bajo fue el primero en ponerse en marcha. Ponerse a esperar a Kise no era lo suyo, después de todo el rubio lo alcanzaría rápidamente.

 

  

 

-.-                                                                                                                             -.-

 

 

 

Llevaban horas caminando y Kagami no entendía por qué no parecía que nada cambiaba. Cuando vio ese majestuoso espectáculo espero que al entrar en el territorio desconocido encontraría cosas que  solo existían en cuentos y mitos. Pero habían caminado por horas y no había visto nada fuera de lo común…

 

- Kuroko… ¿a dónde vamos? – repitió por tercera vez. Parecía niño pequeño que no podía esperar, afortunadamente el peli celeste era persona de paciencia.

 

- Kagami-kun debes tener paciencia –

 

- pero si no me has dicho nada – en eso tenía razón, solo le había arrastrado a ese sitio. Pero era muy extraño, porque las creaturas mágicas sabían mucho de ese lugar pero Kagami parecía desconocer todo lo relacionado a ello. Entonces se le vino a la mente que tal vez Kagami proviniera de un lugar tan lejano y protegido que no se enteraba de nada.

 

- Kagami-kun… ¿de dónde eres? – se detuvo y miro fijo al más alto. El pelirrojo palideció, no se lo esperaba. – Es obvio que tu origen está mucho más lejos de estas tierras…-

 

Kagami le miro con esa expresión casi que indescifrable y sonrió. Ya se había tardado.

 

- vengo desde muy lejos… no tengo ni idea de mi lugar de nacimiento, tampoco quienes fueron mis ancestros. No tengo idea de ello y no me importa… si a mí no me importa entonces no vale la pena que lo quieras saber – no solo el pelirrojo comenzó a conocer al peli celeste. Kuroko, que era aún más observador que el rustico joven, comenzó a entender cuando el más alto mentía u ocultaba algo, en este caso era la segunda ya que era demasiado transparente.

 

- pero debes al menos haber tenido a alguien que te cuidara –

 

- ya déjalo, eso no es de tu incumbencia… soy como un peregrino – comino pasando a un lado de él. Acariciando con una de sus manos la cabeza del más bajo.

 

No estaba molesto, bien había tenido un pasado muy duro, pero no era del todo malo, sin embargo no debía ser algo relevante para Kuroko, después de todo era un acompañante en su viaje, involucrarse mas con el no sería algo bueno. Por eso cosas como sus pasados eran temas que los comprometerían más de lo necesario.

 

- no lo entiendes Kagami-kun… tu eres un dragón y estos no son tan comunes como las demás especies de seres mágicos… fueron casados por largo tiempo hasta casi extinguirlos – el pelirrojo no tenía ni la menor idea de a lo que se estaba enfrentando cuando decidió salir de cualquiera que sea el lugar que lo tuvo a salvo por tanto tiempo o al menos eso pensaba Kuroko.

 

- eso lo se… Pero te diré algo que entendí muy pequeño – el peli celeste le miro y noto un deje de añoranza - y es que no hay un lugar seguro para seres como yo –

 

Recordaron lo que les ocurrió no hace mucho, una afirmación para el mayor que ellos jamás serian aceptados por los humanos ya que no tenían que hacer nada para que los mandaran a cazar. Su desdén por esos seres débiles pero de alta astucia no era un secreto.

 

Pero para Kuroko no era así, a pesar de que se había visto en problemas en muchos momentos por los cazadores no significaba que sintiera rencor, al contrario, tenía un cariño y aprecio a todos ellos… solo que las cosas no siempre salían bien y en muchos casos existían personas que no entendían su situación.

 

- por eso me hare más y más fuerte – ese era su paradigma.

 

Se hubiese ido airoso, si no fuera que al dar un paso en falso se cayó de boca al mohoso suelo. Kuroko ahogo una risilla de burla por el repentino suceso, casi como si hubiera una fuerza de la naturaleza que no estuviera de acuerdo con que el pelirrojo se eche ínfulas de grandeza.

 

Se alzó, húmedo con el lodo y molesto, para gracia de Kuroko.

 

- ni te atrevas – advirtió desde el piso y aunque a pesar de que a Kuroko no le era difícil evitar algo tan sencillo como la risa no pudo aguantarse. Por lo menos tuvo la delicadeza para voltearse y que no pareciera tan grosero… pero aun así hirió el orgullo de del dragón.

 

Trato de levantarse, mas impulsado por la sed de venganza contra el incauto brujo que por el hecho de que estaba empapado de lodo. Pero volvió de nuevo de bruces al piso. Después de un par de intentos se dio cuenta que su pie había quedado atorado en las raíces del condenado árbol. Bufo, de mal humor sujeto la raíz de la rama y la arranco salvajemente.

 

Kuroko estaba demasiado concentrado en burlarse para darse cuenta que el pelirrojo había cometido un garrafal error. Una vez dentro del bosque las plantas aun que parecían ser las mismas, no lo eran, la mayoría tenía un sentido de territorio o de agresividad alta, como las come moscas, que esperaban atractivas e inofensivas antes de atrapar a su presa de sopetón.

 

Al pelirrojo no le dio tiempo de quejarse cuando el piso comenzó a moverse y las raíces lo rodearon, no solo agarrándolo del pie, si no también de los brazos. Las múltiples raíces se levantaban del suelo como poseídas contra el agresor que era el dragón. Kagami comenzó a arrancar madera pero la planta era más rápida, trato de lanzarle fuego, pero el fango dentro de su boca le hacia el cometido más complicado. 

 

Saco sus alas, pero no pudo controlarlas porque las ramas se envolvían alrededor de él, no paso mucho tiempo hasta que el árbol los envolviera, tratando de atraparlo dentro de un capullo.

 

Era inaudito que una bestia como el quedara atrapada por una planta. Mientras luchaba pudo notar como una luz parpadeaba haciendo que el movimiento de la planta asesina se comenzara a mermar.

 

- Kagami-kun… ¡Sostente! – atrapo la mano que el menor le extendía. Suspiro con alivio, era una idiotez lo que hizo y en esos momentos se alegraba que el bajito estuviera con él. Con los movimientos de la planta era más sencillo utilizar la fuerza para salir.

 

Una vez fuera término sobre Kuroko, pues este era más débil y no podía con el peso del mayor.

 

- g… gracias – bajito y algo entrecortado por el susto, esperaba que lo escuchara por qué no lo repetiría de nuevo.

 

- Kagami-kun… eres idiota – se levantó sobre el – solo tu lastimarías a un pobre Olmo inofensivo –

 

- ¡inofensivo! – alza la voz sorprendido ¿ahora él tenía la culpa? – Ese pedazo de madera seca quería matarme – se sacudió, limpiándose la ropa y la boca, le iba a escupir fuego para que se quemara.

 

- tú lo lastimaste primero – acuso, aunque más bien podía ser culpa de el por no advertirle – los árboles son sagrados Kagami-kun, incluso los más peligroso – pero no cambiaría su punto de vista. – Si no fuera por mi hechizo te hubiera enterrado vivo –

 

- no necesitaba tu ayuda – se enfureció, él tenía un orgullo y el menor se encargaba de romperlo. Lo cual no le agradaba.

 

Tan atrapados estaban en esa discusión que no notaron que aún estaban dentro del área de ataque del árbol, agarro al primero que encontró que esta vez fue al pequeño hechicero. Lo alzo y sacudió antes de que pudiera reaccionar, haciendo que soltara su cetro, quedando en parte indefenso. El pelirrojo lo siguió, sin dudar en ir tras el a pesar de la recién discusión. Rasgo y rompió, pero no entendía por qué ese árbol era tan resistente. Inhalo, harto de ese condenado pedazo de madera, Kuroko abrió los ojos, eso no era bueno…

 

- no lo hagas Kagami-kun – advierte, pero no le haría caso. Llevo su puño al frente de la boca y lo abrió un poco dejando espacio para que pasara el aire. Suspiro y una llamarada salió fina y certera a las raíces. Sonrió ante su cometido de quemarlo hasta lo simientes, con el beneficio de que soltara al hechicero.

 

- de na… auch – no había terminado de acercársele para agarrar al cetro y estampárselo en el estómago, esta vez molesto de verdad. – ¿¡pero que te pasa!? –

- eres un idiota de verdad… no tenías que hacer eso – rugió. Él era un hechicero y se suponía que no debía consentir la violencia contras las cosas de la naturaleza – no lo vuelvas a hacer – advirtió, esta vez mas como amenaza.

 

- sí que lo tuyo no es ser agradecido –

 

Estaban a punto de entrar en otra pelea cuando unas pisadas de caballos comenzaron a rodearlos. Comenzaron a llegar como abejas a un panal, apuntándoles con espadas lanzas y flechas, no les quedo de otra que alzar las manos y rendirse. El mayor arrugo el entrecejo y Kuroko supo que esto era culpa del dragón si en primer lugar aprendiera a resolver los problemas por otros medios que no sea la violencia.

 

- ¿ustedes hicieron esto? – pregunto uno que se había adelantado, parecía ser el líder. Kagami se contrajo en forma de advertencia, batallaría si era necesario. – este es el territorio de los elfos… no aceptamos a extraños – Apunto su arma a la cabeza de Kagami, a este no le importo no era la primera vez en el día que le apuntaban a la cabeza. Gruño, mientras observaba la mirada de reto del hombre de cabello largo – y menos a asquerosos dragones –

 

- ya basta… él es nuevo y no sabe las reglas – se interpuso en su camino, intercediendo por él. Los elfos eran seres racionales si hablaba con ellos de seguro los dejarían ir.

 

- ¿¡de…de donde apareciste y quien eres!? – se sorprendió. No lo había notado hasta ahora.

 

Kuroko se sintió solo un poco ofendido de que el hombre no le recordara, pero dejo eso de lado, después le haría recordar.

 

- soy Tetsuya… -

 

- Kurokochii –

 

Todos los demás elfos vieron al nuevo integrante con molestia, como si fuera malo que estuviera allí, hace años que a él dejo de importarle la opinión de los miembros de su raza. Sorprendido aún más por los recién llegados allí.

 

No pudo evitar dejar salir una sonrisa cuando reconoció sus alborotados cabellos azul cielo y sus enormes ojos que solían no demostrar entusiasmo. Quería ir a abrazarlo, su emoción era palpable incluso para los demás…

 

Y eso a Kagami no le gusto.

 

 

Continuar…

Notas finales:

Bueno aquí me despido hasta el próximo capítulo, por favor dejar comentario de lo bueno, malo, aburrido o interesante… todo se vale. Especialmente que quieren ver que pasara con Kise y Kuroko. Si es que Kagami no los rostiza antes XD. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).