Sangre Hibrida
Capítulo 8: El plan B
¿Cómo sentirse cómodo si había un enorme perro de dos metros y medio mirándolo como su cena? O al menos eso creía el pelirrojo, que ahora solo quería rostizar al perro gigante que los venía siguiendo desde que Kuroko lo encontró.
- aléjate pulgoso – Kagami lo espanta, echándolo con un gesto en la mano. El pobre lobo entiende aquello como una invitación y no una orden, así que mueve con entusiasmo su cola y ladra de forma amistosa.
- Kagami-kun ya baja de allí… no te va hacer nada – Kuroko le llama desde la base del árbol, pero el aludido se hace oídos sordos.
Kagami aun así no bajaba y no iba a bajar, porque en realidad no confiaba en esa cosa peluda y tampoco le gustaba esa sonrisa que tenía el chico, parecía disfrutar de alguna forma de su sufrimiento.
- ¿Qué acaso le tienes miedo? – el de googles se rio descaradamente cosa que lo hizo merecedor de una fruta dura que daba el árbol justo en su cabeza.
- no es miedo… solo no me agradan esas cosas – dijo, refiriéndose al pobre lobo que solo quería jugar con él.
- no le llames así, sabes, es tan solo un cachorro y debe tener nombre – le regaño Riko, mientras le daba un abrazo al enorme perro que la lamio amigable.
- ¡¿cachorro?!... ¡esa cosa es gigante! –
- y Kuroko-kun ¿Cómo se llama? – pregunto la amante de los perros, ignorando las quejas de Kagami.
Kuroko la miro con su cara seria, algo sorprendido. En realidad al principio quiso correr pues eso era lo sensato después del primer encuentro que tuvieron con ese grupo y tampoco es que de la noche a la mañana eran los amigos del alma. Pero se encargaron de curar sus heridas abiertas y de darle el antídoto del veneno que Midorima introdujo en Kagami, así que si les debían esos favores y como en realidad tampoco habían hecho algo excepcionalmente peligroso para ellos, por los momentos estaban en una silenciosa y autoproclamada paz…
- no le he puesto nombre –
- ¿he?... en serio… hay que ponerle uno – la castaña era la más emocionada de todos – vamos chicos, díganme un buen nombre para el nuevo miembro –
- un momento… nos vamos a quedar con el lobo –
- ¿qué tal peludo? – ofreció un castaño mientras veía como el enorme animal jugaba con un tronco que Mitobe se encargaba de lanzar.
- no, mide dos metros… a una bestia así no se le puede llamar peludo, Furihata –
- oigan… no creen que se parece a alguien – todos miraron a la dirección en que apuntaba Koganei. Observaron como el lobo le pone a los pies el tronco a Kuroko quien le acaricia la frente y es allí que lo notan… sus ojos son exactamente iguales. Todos asienten en afirmaron, ¿Por qué no lo habían notado hasta ahora? Mitobe mueve la cabeza… y Shinji le da la razón – cierto, cierto… ¿Por qué no se llama Nigou? –
Kagami veía la escena con una gota en la cabeza, aun sin entender esa extraña conexión telepática que tenían esos dos. Lo peor del asunto es que iban a llamar al perro igual a Tetsuya.
- me gusta – pero Kuroko fue quien lo sorprendió más.
El lobo ladro de manera amistosa y meneo la cola, eso irrito a Kagami. No pudiendo creer que ahora tenía que molestarse en viajar con un saco enorme de pulgas.
-.- -.-
- no es necesario, yo puedo curarme solo – estaba siendo lo más cortes que podía, por su naturaleza no era del que gritaba muy seguido. Pero también decía las cosas cuando le molestaban de forma clara.
Algo que Kagami no lograba muy bien.
- ¡¡que me sueltes!! – entre los tres más fuertes forcejeaban para detener al pelirrojo, que a pesar de que se encontraba bastante abatido parecía no desistir.
- sí que eres pesado, trataste de huir a pesar de que te envenenaron – Hyuuga sujetaba una jeringa para dormirlo, mientras Mitobe, que era el más grande allí sujetaba al menor… sin embargo Kagami era aun así muy fuerte.
Kuroko pensó lo peor, eran cazadores, se encargaban de atrapar a las creaturas mágicas como si fueran animales… pero no pudo hacer nada más, pues lo habían dado un golpe en el estómago que lo dejo sin aire en el piso.
- denle el antídoto, se sacudió demasiado, de seguro el veneno recorrió la mayoría de su torrente sanguíneo – la castaña miro ahora a un Kuroko taciturno, agradeciendo que su fas pudiera tapar sus nervios a esa chica a quien jamás había visto. – ¿te negaras a que te tratemos ahora? – sonreía, pero el peli celeste veía como un aura aterradora la rodeaba, y estaba seguro que no era idea suya.
- por supuesto que no –
-.- -.-
- ya déjennos de seguir – Kagami se voltea furioso, mientras observa como los humanos allí simplemente le pasaban de largo.
- lo dice el que la cole le persigue –
- ¿eh? – alzo una ceja, sin entender.
- Izuki, ya cállate –
- tranquilo, tigre… una vez que lleguemos al aldea de humanos establecido dentro del bosque cada quien sigue su camino – Koganei le palmea el hombro muy amistosamente, el más alto se preguntaba de donde saco tal confianza, pero lo último dicho le llamo la atención.
- ¿aldea de humanos? –
- exacto, Kuroko-kun nos guiara allá como pago de salvar tu trasero, así que se mas agradecido – Riko sonrió… de una forma muy relajada. – Podemos llegar juntos al sitio como gente pacífica o volveré a doparte para que te quedes quieto con eso – Kagami chasque los dientes y puso mala cara, dejando a los demás ser, no quería volver a probar a la chica. En cambio se puso detrás del hechicero y con una voz muy baja le pregunto.
- Kuroko… tú has estado aquí antes ¿sabías de ese sitio? –
- sí, Kagami-kun… ese sitio existe, una vez que nos encontremos allí seguiremos a las montañas y nos separaremos de ellos –
- ¿y si no funciona? – el menor le miro a los ojos, como si la respuesta fuera demasiado obvia para mencionarla. Discretamente volvió su mirada al frente, vigilando que su conversación no fuera escuchada.
- entonces Kagami-kun se tendrá que hacer cargo – el pelirrojo tardo un poco en entender pero aun así asintió, haciendo un acuerdo mutuo de cuidarse las espaldas.
- hey, Riko… ¿Qué pretendes hacer ahora?... no sabemos si ese lugar existe – Hyuuga se apresura a seguirla y apartarla del grupo. Esa chica tenía la costumbre de no comentarle las cosas que planeaba hacer. – Se supone que debemos sacar al brujo del bosque y ahora nos estamos adentrando más, esto no era parte del plan –
- es el plan b – dice ella con simpleza.
- plan b… ¡plan b!... ¡no hay plan b! – le reclama lo más bajo que puede para que el resto del grupo no se enterara de que conversaban.
- si lo hay… debemos acercarnos a Kuroko de manera poco amenazante, que nos tenga confianza – mira al par que estaban frente a ella, que cuchicheaban al igual que ellos – Kagami-kun es algo que no planeábamos, debemos actuar con mucha cautela… convencerlo de que venga con nosotros no será suficiente… debemos separarlos –
Había ocasiones en las que no tenía la más mínima idea de que pasaba por la mente de Riko, como esa, pero algo era seguro, la chica era de las que conseguían lo que querían, sin importar el método que tuviera que usar. Por eso no es bueno estar entre ella y su meta, mucho menos arruinar sus planes…
El chillido del lobo le llamo la atención
- ¿Qué ocurre Nigou? – Kuroko le llamo preocupado. El lobo comenzó a olfatear al otro lado del sendero, sabía que el canino había ubicado algo peligroso, pero al parecer él no era el único que pasaba desapercibido por los demás. Nigou le empajaba hacia la dirección insistentemente, no podría ignorarlo por mucho tiempo. – bien será rápido entonces –
Sin proponérselo en realidad, se va en dirección donde el perro le guía, sin ser notado por los demás.
- OY… quiero preguntarles algo – la voz ruda y algo grosera del más alto les llamo la atención a la pareja – dijiste que algo malo pasaría si encuentran a Kuroko… entonces sabes que quieren ellos con Kuroko – de repente su cara se puso roja y su tono de voz cambia a uno más bajo – por favor –
- ¿no estás muy amable? –
- je… te preocupa Kuroko – le pica por lo bajo la castaña, lo peor del asunto es que no sabía cómo desmentir algo así.
- cl…¡claro que no!... si eso es así es mucho más fácil, si todos vienen tras Kuroko… solo tendré que mantenerlo a mi lado y podre derrotarlos uno por uno – se rasca la mejilla buscando la forma de aclarar aquello – pero… ustedes quieren alejarlo de los de la generación de los milagros y sin él no tendré ninguna oportunidad de enfrentarme a ellos, así que quiero la verdad – les miro serio.
A Riko le parecía bastante gracioso como el pelirrojo se seguía negando de lo que en realidad era bastante obvio.
- es algo más idiota de lo que pensé – soltó Hyuuga.
- como quieras chico, pero no digas que no te lo advertimos antes – el de ojos verdes le mira confundido ¿acaso ella? – te diré lo que sabemos… supongo que ya estas enterado de que Kuroko estuvo dentro de la generación de los milagros – el más alto asintió, poniendo toda su atención – hace cuatro años, cuando se separaron los miembros se volvieron más peligrosos causando desastres por todos lados sin el más mínimo control – Kagami cerro su puño con fuerza, al parecer estaba bastante consiente de aquello – pero por alguna razón de un tiempo para acá pararon sus actividades… eso llamo la atención de muchos grupos de caza que ya los tenían en su lista. Se dicen que quieren hacer un golpe sorpresa, cargar fuerzas o algo así… el punto es que no es un comportamiento normal –
- poco después se corrió el rumor de un brujo inusual había logrado parar a uno de los más poderosos… se dice que él puede tanto detener como impulsar en niveles inimaginables a los miembros de ese grupo… no sabemos que intenciones pueda tener Kuroko, pero debemos mantenerlo lejos de ellos, a toda costa –
Ya con eso Kagami estaba seguro, ellos no se irían una vez lleguen a la aldea.
- ¿y por qué creen que es Kuroko? –
- vamos Kagami… es un hechicero, pero su magia es negra… es peligroso y ni lo conoces bien… ¿Cómo sabes que no te utiliza para llegar a sus compañeros? – Kagami arruga el entrecejo, está bastante molesto, en realidad prefería que Izuki hablara en rimas.
Chasquea los dientes, bastante confundido y molesto.
- ¡NO!... ustedes quieren esto… buscan dividirnos porque no quieren que sigamos… - su precio comenzó a alterarse y el clima fresco comenzó a calentarse, el dragón estaba comenzando a molestarse de verdad.
Riko supuso que esto terminaría así, Hyuuga no entendía cuál era el cometido de hacer al dragón molestar, pero no pregunto, sujeto su ballesta con bastante fuerza y la apunto al pelirrojo.
- veras… no podemos dejarte hacer lo que tú quieras, esto no se trata que un niño caprichoso quiera demostrar su valía, el destino de muchas personas dependen de nosotros y tú solo estas en el medio… lo sentimos Kagami-kun. Pero debemos detenerte – los otros restantes se pusieron en posición de ataque.
Kagami sonrió con bastante retador. Kuroko tuvo todo el tiempo razón y ahora él se encargaría de ellos como él le había permitido… un segundo.
- ¿y Kuroko? – de repente su furia se trasladó hacia otro lado cuando se dio cuenta de que el hechicero no había comentado absolutamente nada de eso, es como si no estuviera.
Todos miraron a sus espaldas, ya era costumbre que cuando no lo veían el chico estaba tras sus espaldas todo el tiempo, siendo ignorado, como de costumbre. Pero en vez de eso había un espacio vacío.
- ¿eh?... no está –
-.- -.-
El llanto de una niña y los ladridos del lobo le llevaron a un precipicio. Donde la pequeña estaba colgada de una rama muy frágil, sujetándose con todas sus fuerzas mientras pedía ayuda.
- señor – el peli azul la mira y rápidamente observa su alrededor. Era una caída de unos quince metros o más sobre filosas piedras y si tenías suerte de seguro la marea te azotaría hasta ahogarte. Tenía las de perder de seguro.
- quédate allí… te voy a ayudar – pero Kuroko siempre tenía las de perder y eso jamás lo desanimaba. Con rapidez se deceso del sombrero y su túnica quedándose con sus pantalones y su camisón, dejo su bastón a un lado, en esos momentos la magia no podía ayudarlo.
Una vez listo se arriesgó a poner un pie en la base de la rama, comprobando que podía soportar su peso comenzó a avanzar lentamente hasta llegar donde asustada niña. Su cara no mostraba el temor que en realidad sentía, lo cual era bueno pues la niña estaba bastante intimidada de por sí, estuvo cerca de llegar donde la niña cuando un paso en falso hace que la rama haga un sonido nada bueno… al parecer no era lo suficiente delgado para seguir avanzando.
- ¡aaahhh! –
- cálmate por favor – le dijo sin titubear, rápidamente le extiende la mano – no puedo llegar hasta ti, así que tienes que alcanzarme… vamos solo estira el brazo – la niña asiente varias veces con lágrimas en los ojos.
Intento estirarse lo más que puede y sus dedos se rozan, pero no se alcanza. Kuroko decide hacerlo más osado, la pequeña tiene miedo de moverse, así que se agacha, apoyando su peso en la punta para alcanzarla. Al nuevo intento ninguno de los dos espero que la rama cediera.
- te tengo – abrió sus ojos rosados y vio con asombro que el chico la tenía en sus brazos. Kuroko suspiro de alivio, ya la primera parte estaba lista, ahora debían ir a tierra antes de que la rama se rompa.
Un crack lo altero, no, de eso si no podía escapar.
- ¡Kuroko! – un pelirrojo molesto salía de los árboles, no sabía que era peor, haberlo encontrado después de su huida o verlo en esa situación - ¿¡que carajos?!
Le siguieron los demás chicos y Riko llamándolo son sorpresa, nada contentos.
- ¿¡pero qué haces allí!? –
- rápido Hyuuga una soga, debemos atar el tronco hasta que logremos sacar a Kuroko y a la niña de allí –
Entre Tsuchida y Mitobe mantenían el tronco estable e Izuki estaba listo para bajar por ambos cuando la rama finalmente cedió. Kuroko no dio mucho tiempo para pensar, de un solo empujón lanzo a la niña, haciendo que Izuki la atrapara.
Todos los demás se quedaron estáticos, el hechicero de quien no muchos confiaban acababa de dar la vida por una simple niña que acaba de conocer…
Kagami vio la escena y sin preverlo se vio así mismo lanzándose de un clavado. Pensó que ese enano estaba muy equivocado si pensaba que lo dejaría ir así tan fácilmente, después de estar metido en ese problema hasta el cuello.
- ¿pero que está intentando Bakagami? Si aún no puede volar –
Los chicos se asomaban para ver si los podían ver subir, pero parecía que se hubieran desaparecido, estuvieron así al menos un minuto.
- Riko, tú crees que lo logren… - pregunto Izuki quien trataba de calmar a la niña.
- no lo sé – confiesa sin despegar la mirada del precipicio.
- deben lograrlo, digo, Kagami es muy grande y aterrador… no puede morir por una simple caída – Koganei recordaba con vivido miedo lo que era el pelirrojo y quería creer en sus propias palabras. Todos querían creer en sus palabras.
- claro que saldrán de esta – anima Hyuuga – son demasiado estúpidos para dejarse vencer así – el moreno era experto en levantar el ánimo, pero en ese momento parecía un trabajo imposible.
- juro que si salen de esta Kuroko se ganara una llave mía… ¿cómo puede hacer eso sin pedir la más mínima ayuda? – Las lágrimas comenzaron a salir sin poder detenerlas – y ese manganzón idiota –
- hey a quien llamas así – todos callan en cuanto escuchan la voz a sus espaldas.
Kuroko es tirado al piso con bastante brusquedad, dejando ver a un pelirrojo bastante molesto. Muchos se intimidarían, pero no el peli azul.
- ¿en que se supone que estabas pensando? – gruñe con clara intención de regañarlo.
- en que Kagami-kun jamás me dejaría caer del precipicio –
La respuesta tan seria y confiada hizo al otro sonrojarse hasta las orejas. No sabía que era peor, que el chico supiera incluso antes que el que lo salvaría o que lo dijera así no más sin el más mínimo sentido de la vergüenza. Pero antes que pudiera decir algo más el hechicero es tacleado y revolcado en el piso, terminando de boca al piso y con las piernas siendo dobladas de forma muy dolorosa.
- más te vale no volver hacer nada como eso de nuevo… cielos, estar con Kagami mucho tiempo hace que se te pegue lo idiota – Riko presionaba con una fuerza que no era propia de una dama hasta que Kuroko comenzó a pedir ayuda ahora sí.
- k… Kagami-kun… ayuda, por… favor –
Pero esta vez Kagami no iría en su ayuda… ya sabía que Riko cumplía las promesas que hacía.
-.- -.-
- lo lamento, lo lamento de verdad… que mi hermanita les haya causado tantos problemas… de verdad lo siento y muchas gracias por rescatarla – un chico castaño se inclinaba una y otra vez pidiendo disculpas por su hermanita a los chicos que la trajeron con bien a casa.
- no es nada, de verdad… lo importante es que ella está bien… además fue un placer – Riko se agacha a la altura de la niña de ojos rosas y mirada soñadora, le sonríe con amabilidad y ella en su lugar hace un puchero.
- no hablo con copas b – ignorando la furia que crece en la chica ya que Hyuuga la detiene a tiempo, va hacia el peli azul y le abraza cosa que le sorprende… normalmente a él no le notan demasiado – gracias por salvarme Tetsu-kun, como agradecimiento seré tu esposa cuando grande – ella le sonríe y a todos le parece lo más adorable.
- claro – sonríe y le acaricia la liza cabellera rosa.
- vamos Mo-chan, debemos llegar a la cena, muchas gracias y los siento de nuevo – con eso ultimo ambos se van dentro de la aldea, la pequeña despidiéndose del chico con una mano hasta que ya no lo puede ver.
- valla eso fue bastante emocionante… pero creo que hasta aquí llegamos nosotros – comienza Hyuuga. Era cierto ya habían llegado a la aldea, ya debían apartarse.
- ¿de qué hablas Hyuuga? –
- ¿eh? –
- no viste lo que hizo Kuroko, no creo que ninguno de los dos puedan viajar sin una supervisión pertinente… lo siento chicos pero nuestra misión no ha terminado, ustedes no van a ir a ningún lado sin nosotros, aún tenemos que cuidar de que ninguno de la Kiseki se lleve a este tonto… ¿Qué dicen chicos? – Hyuuga queda atónito, este era su plan desde un principio, quedarse con ellos a la fuerza, algo nada sutil en realdad.
Todos asienten a lo dicho por la única chica del grupo, al parecer el único que no tenía la menor idea de lo que iba a pasar era el de googles.
- ¿¡que!? NO, CLARO QUE NO –
- de que hablas Kagami-kun a mí me parece una buena idea, que será de ti cuando yo no esté – le dice en tono supuestamente preocupado.
- mira quien habla… yo no fui quien estuvo a punto de caer de un precipicio –
- exacto Kagami-kun, tú te lanzaste, eso es peor… necesitas vigilancia – no callo aun cuando el más alto le sujeto de la cabeza, apretándole con fuerza.
- ¿estás buscando morir pronto no? –
Los otros dos se sumieron en una discusión inútil, pero en realidad ya estaba decidido, el grupo de cazadores irían con ellos. Porque en realidad pudieron dejar morir al hechicero y no tendrían de que preocuparse sin embargo eso no fue lo que terminaron por hacer… Kuroko les daría un voto de confianza.
-.- -.-
- Dai-chan… Dai-chan, despierta de una buena vez – el mencionado abre sus ojos de un azul profundo, mirándola con una cara amenazadora, pero ella ya estaba acostumbrada. La niña se levanta una vez que el recién despertado se sienta, y de pronto su cuerpo se transforma, ya no es una pequeña niña, sus piernas se alargan, al igual que sus brazos y su cabellos, su rostro se vuelve más esbelto y sus pecho crecen – no puedo creer que casi muero buscándote – su voz ya no tan infantil regaña al joven y este le ignora, al menos hasta que olfatea mejor el ambiente.
- Satsuki deja ya de…vainilla… ¿de dónde? – Se ve tan solo un poco sorprendido, pero en realidad no debería – él está aquí – no había ni comenzado la búsqueda cuando su objetivo venia solo hacia él, casi como si deseara encontrase de nuevo.
- si Tetsu-kun me salvo… tal como en ese entonces – ella sonríe y se sonroja sola. Él otro bufa con algo de molestia, detestaba cuando la chica se ponía así de rosa, era empalagoso y desagradable. – pero sabes… no está solo, vino con un grupo grande de cazadores, creo que quiere atraparte Dai-chan incluso le acompaña un dragón y parece ser… ¡Dai-chan, ponte ropa! Nadie quiere ver tus vergüenzas – la chica le arroja un pantalón a la cara, estaba tan distraída pensando en Kuroko que no había notado que el desvergonzado moreno no tenía nada con que cubrirse.
- ¿un dragón?... jeje… no importa si viene con un ejército, el único que puede vencerme soy yo… por lo tanto, el único que puede tener a Tetsu soy yo – con su mirada filosa mira desde la distancia el pueblo, siente como el viento le sopla en la cara y lo olisquea con insistencia notando un liguero olor a vainilla en el ambiente, entonces es cierto que el hechicero esta allí, no le importa los demás.
Kuroko seria suyo, porque conocía al peli azul mejor que nadie más.
Continuara…