Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

:Sangre Hibrida: por DionSan_95

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

buenas a todo el mucno y felices carnavales... se suponia que lo pusiera ayer pero se me olvido Xb. sin embargo aqui les tengo lo que me pidieron, el segundo capitulo... espero que les guste.

 

un pasado confuso

un hechicero dificil

y... cazadores??!!

 

Sangre Hibrida

 

Capítulo 2: Trato entre un Dragón y un Brujo

 

 

Estaba sentado de rodillas en frente de la anciana, junto a sus hermanos. Sus ojos rojos e infantiles miraban de un lado a otro, observando a los que eran como él. Sonrió emocionado cuando esta se le acerco, eso significaba que tenía la primera predicción de la temporada para él. Lo cual no ocurría todos los días… escucha como sus hermanos murmuran sorprendidos por ser tan joven y ser el primero en recibir la predicción de la anciana… ve a su hermano mayor, el que sí es de sangre y observa como sus ojos azules oscuros ruedan aburridos. Siempre dándole sobre valor a las cosas cuando se trataba del pelirrojo, el consentido del clan.

 

- Kagami, pero mira cuanto has crecido – la anciana lo hace poner de pie para observarlo. Había viajado muchas veces pero siempre se sorprendía de los nuevos miembros, cada vez más fuertes – oh adorable niño – le sujeto las redonda mejillas - te tengo una sorpresa, que ocurrirá dentro de muchos años… escucha con atención – como si en ese instante hubiera entrado en una ilusión, escucho las palabras de la anciana en su mente, haciendo que se le grabaran como eco– serás el sobreviviente que llevara nuestra sangre con honor, el buscar venganza te llevara por caminos vertiginosos, pero valdrá la pena… porque conocerás a alguien muy importante… - de repente las imágenes cambian y deja de ser el día soleado que recuerda. Hay luz, pero era intensa y el calor solo significaba fuego, demasiado. Hay gente gritando pero por más que quería soltarse para ayudarles no podía, ella no lo dejaba, ya estaba más grande pero ella era bastante fuerte, sus uñas comenzaron a clavarse aún tenía mucho que decirle – no dejes que te arrebaten a esa persona… tú y ella serán los que le darán pie a la siguiente generaciones - comenzaba a escupir sangre, sentía como las manos le temblaban. Sabía que buscaba decirle algo importante, pero él era aún muy joven para entenderlo. Ya no era el mismo día ni la misma predicción, pero su mente las mesclaba entre un dolor de añoranza y tristeza – un… brujo… debes encontrarlo… el té guiara…–

 

 

 

- ¡aahh! – se despertó sudando e hiperventilando… como odiaba ese sueño.

 

Se sentó tratando de olvidarse de su propio pasado, incorporándose en sí, abstraído por los acontecimientos de su mente y un incómodo despertar. Hasta que noto que le faltaba algo. Miro a su alrededor y maldijo al no verlo, se paró de la raíz de tronco que era su cama improvisada y comenzó a olfatear en todas direcciones.

 

- ¡no otra vez! – encontró su aroma, no estaba muy lejos de allí. Siguió la dirección del tenue olor de su ahora hechicero. No habían hecho contrato alguno, pero le estaba comenzando a molestar que intentara huir todo el tiempo de él.

 

Tener sangre de dragón tenía sus ventajas, las cuales Kagami estaba acostumbrado a usar. Primero su olfato, que lograba reconocer un aroma a kilómetros de distancia, así que tenía que huir a otro continente antes de poder perder el rastro de ese chico. Segundo estaba sus habilidades físicas, más rápido que un humano normal, más fuerte que diez humanos juntos, estaba especialmente orgulloso de sus piernas, que incluso eran más fuerte que el promedio de los de su especie. No tardo mucho cuando lo localizo, pese a que su acompañante tenía un sutil olor lo encontró caminando desprevenido hacia la orilla del lago. Sonrió travieso.

 

Kuroko estaba harto, llevaban dos días y no era que hubieran compartido mucho, pero cada vez que peleaban más seguido. Sus personalidades solo chocaban entre sí, al peli azul le parecía divertido molestar al mayor, pero él tenía una misión que cumplir y no necesitaba entrometer al fortachón para esto. Sin embargo le estresaba que cuando quería irse el de cabello rojo le evitaba el avance.

 

Allí estaba, recogiendo agua cuando de sorpresa callo en sus dos pies el pelirrojo carcelero.

 

Kagami espero un grito, ojos impactados, pero nada, ni siquiera se inmuto. Debió esperarlo de Kuroko.

 

- hola Kagami-kun –

 

- ¿Qué te dije sobre intentar escapar? – rugió mientras se le acercaba amenazador.

 

- no estoy intentando escapar, necesito seguir mi camino y Kagami-kun no me deja – se quejó, dejando en claro que la culpa no era de él si no del dragón testarudo

 

El pelirrojo le reto con la mirada y este le devuelve sin vacilar, pero sin furia. Era un buen hechicero, pero si se interponen en su camino era peligroso. Y el más alto buscaba verlo molesto.

 

Kagami no soportaría otra insolencia. Kuroko sintió como algo lo envolvía de los pies, fue rápido y efectivo, el chico detestaba que el más grande usara eso contra él. Sus partes de dragón le jodían bastante.

 

- rayos, eres un malagradecido, después de que te salve de que te colgaran o lo que sea que le hagan a los que usan magia negra– dijo eso mientras llevaba al más bajo entre su cola.

 

- Kagami-kun ya te dije que yo podía salir solo, no te debo ningún favor - Miro de soslayo hacia atrás y vio como en leve fruncimiento en ese rostro calmo se notaba más que antes, esos dos días conviviendo le había hecho notar algunos cambios de expresiones y cuando se molestaba era un pequeño peligroso

 

- No importa, me ayudaras a encontrar a los de Kiseki no Sedai… quieras o no –  dictamino.

 

Parpadeo un par de veces antes de entender sus palabras, no negaría que le agarro fuera de base la frase.

 

- ¿Qué quieres con ellos? – Dijo apenas audible.

 

-  eso no es tu problema, tu trabajo es llevarme a ellos y punto – Kuroko se mordió el labio, para evitar soltar algo indebido, pues es el más alto quien tenía la ventaja, por los momentos.

 

Esto debía ser el destino, pensó mientras se liberaba del agarre de la cola de Kagami.

 

- Kagami-kun entonces me quiere usar para encontrarlos… por que los hechiceros como yo conocen a las creaturas mágicas ¿no es así? – no pregunto, verifico. Siempre era así, los cazadores los eliminaban, si no tenían tanta suerte los usaban como brújulas para sus objetivos. Así que se sintió ofendido ante lo dicho por el más grande.

 

Kagami se quedó impresionado por la facilidad en que el chico se deshacía de sus ataduras. Miro al de cabellera celeste, que ahora parecía aún más molesto que antes, no era la persona más sutil del mundo, pero le gustaban las cosas claras y si necesitaba de él y este no colaboraba sencillamente lo obligaba, eras más grande y más fuerte.

 

- qué bueno que lo entiendas – el sarcasmo era obvio.

 

- te seré honesto Kagami-kun… eso es imposible – se quedó con ojos en blanco por lo directo - si tu misión es acabar con la Kiseki no Sedai desiste de ello… porque serás aplastado de diferentes maneras– Kagami le creció la vena con cada palabra, él le estaba buscando pelea.

 

- para ser tan pequeño y débil tienes una boca de cuidado ¿no?... –

 

- veras Kagami-kun… tu no los conoces como yo – advirtió.

 

Antes de poder entender lo que el menor trataba de decirle sus sentidos se alteraron de manera sorprendente… de repente sentía muchos olores y escuchaba chirridos tan fuertes que le hacían doler la cabeza.

 

 

Sonrió mientras separa su silbato especial de sus labios. Cuando hacían sus rondas jamás espero encontrar a dos seres tan extraños y únicos juntos, una buena adquisición.

 

- vallan tras ellos – los hombres tras ella asintieron a sus órdenes. Llendo tras los incautos.

 

 

Kuroko se acercó, por primera vez preocupado por el pelirrojo. No le dio tiempo de preguntar cuando la presencia de cuatro personas los alarmaron… sus ojos los siguieron uno a uno mirando los trajes y los sellos que llevaban en sus hombros el menor pudo reconocerlos.

 

- cazadores –

 

- ¿así que sabes de nosotros?... – el primero en hablar se acomoda sus googles con gracia mientras veía a sus siguientes objetivos.

 

- un brujo conoce de brujería y… - el que le siguió en llegada fue callado por el primero con un sape.

 

- ¡no comiences! –

 

- Mitobe dice que no peleen o Riko los va a golpear – un tercero asiente mientras el cuarto parecía traducir los gestos.

 

El peli celeste mira al pelirrojo que parecía sufrir por algo que él no notaba. Y ahora la presencia de esos peligrosos hombres era un verdadero problema.

 

Para Kagami era como si metieran un hierro al rojo vivo en el interior de su oído y lo sacaran por el otro, el sonido le taladraba el cerebro y con mucho dolor intento levantarse, pero le era inútil apenas notando a las personas que los seguían.

 

- Mitobe ahora – a la orden del chico el alto joven de cabellera ocre saco un arco y comenzó a apuntar hacia ellos.

 

Kuroko doblo sus labios en forma de disgusto… conocía las mañas de los cazadores. No eran como aquellos que cazaban a animales por comercio o por alimentarse, no, ellos eran de los que cazaban creaturas como ellos, fuera de lo que se creía lo “normal”… si llegaban a atraparlos tenían dos destinos seguros, puede que la muerte y la separación de sus miembros para el mercado negro. De Kagami podían sacar mucho, las escamas, dientes, ojos, orejas, uñas, sus sistema digestivo y corazón eran bastantes raros de conseguir, en definitiva un dragón era una mina de oro. En cuanto a él, un pequeño hechicero, la muerte sería un final muy piadoso para lo que les hacen a ellos.   

 

Pero estaban equivocados si creían que él no pondría resistencia.

 

La flecha fue mandada rápido y eficaz, parecía haber dado en su objetivo pues el menor no se movió ni un centímetro, sin embargo no fue así. Hyuuga entorno los ojos, no lo había visto hacer un solo movimiento, como era posible que la flecha le haya atravesado sin hacerle ningún daño. Todos observaron ese echo y el líder sonrió levanto una mano con dos dedos a lo alto y parecieron entender ese código secreto. Todos desaparecieron, solo quedo Hyuuga mirándolos a los dos con una sonrisa de superioridad, a Kuroko no le dio buena espina.

 

Un sistema de poleas se movió ruidosamente y dejo ver tres grandes arpones que apuntaban a su dirección, encerrándolos en esa área, no los habían subestimado, ellos habían preparado una trampa de la que ninguno de los dos pudiera salir, lo supo cuando una malla tapaba el tope de los árboles, para que ni Kagami pudiera escapar volando.

 

- Riko tenía razón… esto será una cacería interesante –

 

Kuroko sujeto con fuerza su cetro en cuanto escucho algo parecido a un gatillo, puede desaparecer de su vista cuando quiera, pero eso significaba dejar atrás al pelirrojo y eso no lo permitiría, por más odioso y mandón que fuera, el no podía hacer algo tan vil como eso. Las tres se activaron al mismo tiempo hacia ellos, tan rápido que se escuchaba el sonido de como rompían el viento.

 

Una luz negra se emano del cetro, protegiéndolos a ambos en un campo de energía que provenía del pequeño peli celeste, repeliéndolas rápidamente… el de cabello negro corto, silbo solo algo impresionado, pero aún les faltaba mucho. Les alzo una tercer dedo y de repente los arpones comenzaron a rotar a su alrededor lanzando repetidas flechas contra ellos…

 

Para cuando Kagami pudo recobrar un poco su conciencia se dio cuenta que estaba siendo protegido por el brujo, quien con bastante esfuerzo luchaba por alejar las flechas que por más que pasaba el tiempo se volvían más rápidas y en mayor cantidad. El pelirrojo no entendía por qué lo hacía, el menor no le debía nada, por más que le insistía que le había salvado la vida, el entendía que podía arréglaselas por sí solo ¿entonces por qué tomarse la molestia de defenderlo?

 

Con sus ojos pudo notar un pequeñísimo punto ciego después de un rato, como si el efecto de sus trucos se fueran desvaneciendo gradualmente. Apunto rápidamente y soltó la flecha…

 

Sintió el metal atravesar su brazo, haciéndolo soltar su arma mágica, dejándolo indefensos a los dos.

 

- basta de juegos… terminen con los dos – Sin la defensa del brujo estaban perdidos.

 

Los tres apuntaron de forma simultáneas y lanzaron sus flechas, ese era el ataque final. Pero tampoco llego. Kagami estaba furioso y de un salto se puso entre Kuroko y las flechas, desplegando sus alas y su cola, la última era tan dura que con una sola agitada las rompió en dos, dejándolas inutilizables…

 

Allí venia el verdadero problema, el dragón.

 

Con agresividad y aprovechando su ventaja fue hacia cada uno de los arpones que eran manejados por los tipos extraños y uno por uno fue destrozándolos de distintas maneras, el primero lo quemo hasta lo cimientos. El de ojo de agila se salvó de un pelo al saltar de allí. El segundo su cola de nuevo destrozaba el metal hasta doblarlo como papel, el tercero con sus garras agarro la flecha que el castaño le envió con pavor, doblándola y tirándola. Sujeto con sus manos al chico por la solapa de la camisa dejándolo guindar de la copa del árbol.

 

El más pequeño lloro y pataleo pidiéndole que lo soltara, para el pelirrojo esa distancia era irrisoria, pero para los frágiles huesos de un humano, eso era otra cosa.

 

Hyuuga chasqueo los dientes con molestia, que su compañero fuera atrapado no estaba en sus planes. Los otros dos lo miraron con preocupación, preguntándole que hacían, pero el peli negro no tenía la menor idea. Algo que le habían enseñado del cazar criaturas eran las leyes absolutas para sobrevivir, leyes que se convirtieron en reglas imposibles de romper y si pasaba podrían estar seguros que no habría otra salida. La primera era que si un compañero era atrapado, entre uno y muchos, la decisión era fácil.

 

Kagami vio en los ojos de ese joven miedo, mucho miedo, algo de él se removió. Recordándole su ruda infancia y cuanto miedo sintió el en esos días, suspiro molesto, pero eso no era una excusa, ellos fueron lo que los atacaron primero.

 

- Ka… Kagami-kun – la llamada lo saco de su trance, se había olvidado del principal motivo porque había arrancado en ira. Bajo del árbol con una agilidad impresionante, con el chico aun gritando en brazos, para llegar a donde estaba Kuroko, quien sangraba con la herida en su brazo derecho.

 

- hey ¿¡estás bien!? – exigió saber. Solo recibe un asentimiento en respuesta, mientras mira como el menor trata de sacarse del brazo la flecha sin éxito. Kagami reacciona casi por instinto, tirando al chico al piso y poniendo un pie sobre el para que no escapara – quédate allí – amenazo con sus ojos rojos, así que la víctima no dijo nada. Se haría el muerto si era necesario.

 

- ¿Qué haces Kagami-kun? – el menor no recibió respuestas. Solo sintió como tomaba su brazo herido entre sus grandes manos y rompía la flecha para que pudiera salir por el lado más delgado y no abriera más la herida. Kuroko observo en silencio como el más alto rasgaba de su propia capa y hacia un torniquete improvisado al chico. No solo al peli celeste le sorprendió esa actitud tan amable viniendo de un dragón.

 

- devuélvanoslo – en todo ese tiempo los tres restantes se acercaron a los dos, con toda la intención de rescatar a su amigo. Hyuuga quien parecía ser el líder los amenazaba con un arpón especial que solo él sabia utilizar. Mitobe era el que estaba más cerca del menor, mientras que el de cabellos lisos apuntaba al brujo. Kagami se los lanzo de mala manera, después de todo ya no le servía.

 

Todos miraron como un molesto pelirrojo se envolvía en un aura asesina, no dejaría que se salieran con la suya impunes, si podía luchar libremente sin restricciones ellos estaban perdidos. Fue cuando de nuevo regreso el sonido a sus oídos, en el momento menos oportuno, haciendo que el grupo de los chicos iniciaran un contrataque.

 

- Riko – solo sabía de una persona que tuviera el instrumento para aturdir a un dragón.

 

Izuki fue el primero en notar que el de ojos celestes recupero su cetro y con puntería asombrosa dejo salir su flecha. Pero el menor fue más rápido, de nuevo una luz oscura salió del cetro, formando una sombra que los envolvió a los dos. Desapareciéndolos de la vista de los cazadores.                                

 

 

-.-                                                                                                                             -.-

 

 

Kagami solo vio negro por un tiempo, hasta que sus pupilas volvieron a detectar la luz, una muy luminosa.

 

Cuando abrió sus ojos pudo ver una tez pálida y unos orbes que se podían mesclar fácilmente con el cielo, cabellos algo desordenados y una expresión de póker. Se sentó y Kuroko a su lado, ambos en un silencio para nada incómodo, no necesitaban palabras, ambos estaban a salvo y agradecidos uno con el otro, pero demasiado orgullosos como para admitirlo.

 

- así quee… - se rasco la mejilla, algo nervioso de como comenzar la conversación, ya no sería un testarudo, sabía que no ganaría nada con el menor – conoces a la Kiseki no Sedai – Kuroko asintió con una mueca parecida a una sonrisa, verdad que ese tema aun no había quedado zancado.

 

- los conocí – respondió cortante, pero no altanero, esperando a que Kagami siguiera con la conversación.

 

- ¿eres su amigo?... por esos crees que no los podre vencer y no quieres que los busque… déjame decirte que – Kagami se estaba molestando él solo para cuando fue cortado de nuevo por las directas palabra de Kuroko.

 

- no Kagami-kun, es lo contrario… quiero que los derrotes, pero te fui sincero cuando te dije que era imposible, ellos son muy fuertes… con tus habilidades actuales te será imposible – justo cuando creía que por fin se podían llevar bien el menor le salía con su bocaza mordaz.

 

- pues no me importa… los venceré y seré el mejor – el menor sonrió, algo en la emoción del pelirrojo lo animaba a él también.

 

- como veo que eres bastante testarudo te ayudare… solo no eres lo suficientemente bueno, pero si cubro tus espaldas podrás hacerles frente, seré como tu sombra – inquirió serio, Kagami vio su determinación, de seguro había algo allí escondido tras esas palabra de aliento.

 

- de acuerdo… - accedió – has lo que quieras.

 

- hare mi mejor esfuerzo –

 

Con eso entrelazaron sus manos, sellando un pacto que aunque no lo sabían, los mantendría unidos por mucho tiempo, ese era el inicio para una aventura que los haría cruzar caminos que ningún otro a cruzado.

 

 

Continuara…

Notas finales:

animo a que se acerquen a ver el fic y comenten, sin compromiso XD

 

espero que les haya gustado, a mi me encanto... tratare de ser puntual con las fechas pero no aseguro nada... todo depende si es que tengo los capitulos listo. hasta los momentos el tercero vendra dentro de dos semanas. ahora si hasta luego XD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).