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Tardes tranquilas por Eza-chan

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Notas del capitulo:

¡Kuroko no basket no es mío!

Tengo 5 comentarios :,) Justo mi número favorito.

¡Soy feliz!

Notas: Sinceramente yo me imaginé a Kuroko con cabello un poco más corto y overol... pero ustedes pueden imaginarlo como quieran.

Me vuelve loca que lo llamen "Kagami-san" (loca bueno).

Hay un punto en que Riko llama a Hyuuga... Hyuuga jaja, a pesar de que ahora es "Kiyoshi" pues igual a veces Riko se pasa el apellido por donde no le da el sol y le dice al caitán como se le da la gana.

Furihata es un pequeño bebé bonito lleno de arcoiris y unicornios, he dicho.

Para ser sincero, Kagami le inspiraba a Furihata un poquito de miedo. Pero el hombre era entregado, apasionado y siempre estaba dispuesto a hacer algo “heroico” y estúpido.

La personalidad de Kagami era… curiosa, no que creyera que nadie podría amarlo, pero era sorprendente. Tal vez y solo era su pequeño Kouki envidioso el que no podía creer que Kagami Taiga, alguien de la misma edad que él, estuviera casado, porque sabía perfectamente que el capitán y el teniente estaban casados y eso no le había generado ningún conflicto interno.

Cómo se las arregló el hombre, al que él presenció correr de un cachorro de pug y que (sin quererlo) hizo llorar a una mujer que había ayudado a salir de un edificio por uno de esos comentarios tremendamente honestos (y poco educados) que hacía, para casarse. Mientras tanto él casi podía escuchar música de hadas y flores en el ambiente cada vez que pensaba en la palabra “Matrimonio”.

Y entonces observó (al igual que sus compañeros) al Kagami (¡Casado!) acercándose a paso tranquilo hacia donde ellos estaban… solo.

-Lo siento, ¿esperaron mucho?- Cuestionó Kagami con porte despreocupado.

-Así que al final tu esposo no pudo venir-Exclamó la jefa. Kagami lucía confundido.

-Pero si él está…- Movió lentamente la cabeza hacia su derecha, siendo seguido por todos los presentes. -¡Ah, Tetsuya!-

-¡Cómo puedes no darte cuenta de que tu pareja desaparece, Bakagami!- Gritó Riko. Furihata tenía miedo. El pelirrojo, ignorando el ataque a su persona, regresó sobre sus pasos, entrando por un callejón cercano y porque todos estaban sinceramente preocupados (Furihata jamás admitiría que tal vez era que solo eran metiches) fueron detrás de él.

Hasta que frente a ellos apareció un sujeto de cabello azul hincado acariciando un gato atigrado.

-Tetsuya- Exclamó Kagami con voz tenebrosa. El hombre se giró a observar al gigante (probablemente desde su posición hincada Kagami lucía aún más alto) pero a pesar de la obvia ira en el pelirrojo, el ojiazul no lució ni un poco asustado, no como Kouki se sentía al menos.

-Taiga, es un gato- Explicó con voz tranquila y fue entonces que Kagami apartó la mirada del hombre hincado y se concentró en el animal.

-¡Aléjate de esa cosa!- Exigió arreglándoselas para alzar al peliazul (aunque básicamente acababa de obligarlo a ponerse de pie, Kagami lo había hecho de una forma tan amable y delicada que parecía hasta… romántico. Furihata realmente no sabía que estaba pensando). –Esas cosas tienen toxico Gandhi-

-¿Qué?- Dijo Furihata y estaba seguro de que su pregunta tuvo eco. El esposo de Kagami lo observó en silencio durante unos segundos y finalmente hablo.

-Se llama Toxoplasma Gondii, Taiga- Las risas no se dejaron esperar.

-L-lo que sea- Murmuró Kagami y eso que veía Kouki era un ¿¡Sonrojo!?

-Está bien ya no acariciaré gatos- Y eso fue suficiente para que el pelirrojo olvidara la metida de pata que acababa de hacer.

El esposo de Kagami finalmente los miró.  Era un sujeto bajo (Aunque todos eran bajos en comparación a Kagami, el peliazul era más bajo que todos los presentes), tenía una piel muy blanca y ojos azules que combinaban con su cabello.

Una muy imperceptible sonrisa se formó en su rostro y con imperceptible, Furihata quería decir que tuvo que entrecerrar los ojos para notarla.

-Hola soy Kagami Tetsuya, mucho gusto-

-Hola soy Aida Riko, él es el capitán, el teniente, el que hace horribles juegos de palabras sin chiste, el maestro de nada, Mitobe y los tres novatos-

-¡Sólo dijiste el nombre de Mitobe!-

-Corrígeme si me equivoco, pero, ¿Estás…?- Todas las miradas siguieron el camino forjado por los ojos de la jefa hasta concentrarse en ese pequeño bulto en el abdomen bajo del otro.

-Ah, sí- Un pequeño momento de silencio fue seguido de histeria colectiva.

-¡Kagami va a ser papá!-

-¿¡Por qué lucen tan preocupados!?- Gritó Kagami en respuesta. Tetsuya solo suspiró.

No estaba seguro de qué pensar sobre los compañeros de trabajo de Taiga, parecían agradables y entusiastas y Taiga lucía honestamente relajado frente a ellos. Cuando se volvían a ver al final de la jornada laboral su esposo siempre le hacía pequeños comentarios, fue así que supo que la jefa Aida Riko era una mujer poderosa, fuerte y dulce a su manera, el capitán era gruñón, pero realmente se esforzaba en su trabajo, además de que estaba casado con el teniente (Kiyoshi) quien Taiga aun no decidía si era listo y distraído a partes iguales o solo era tonto, y que juntos tenían una hija de cinco años. También sabía que Izuki-san hacia chistes horriblemente malos, pero siempre era bueno planificando la acción a seguir cuando estaban llevando a cabo una operación de rescate y la jefa no estaba cerca, Koganei-san y Mitobe-san eran muy buenos amigos… e iba a permitir que Taiga siguiera pensando que solo eran amigos… por un tiempo, hasta mañana. Tsuchida-san siempre estaba ahí cuando se requerían manos extras. Furihata-san se ponía nervioso, pero pensaba las cosas detenidamente, lo que lo llevaba a no cometer errores. Fukuda-san siempre estaba dispuesto a ayudar, tareas grandes o pequeñas, no importaban él siempre ayudaría y Kawahara-san podía ser un tanto pesimista y dramático pero al final nunca se daba por vencido. (Podía ser que Tetsuya hubiera embellecido un poco lo dicho por Taiga, porque en sí el hombre no era bueno con las palabras, pero ¿no estaba él para eso?, ¿para entender la falta de elocuencia de Taiga?)

A Tetsuya le sorprendió que quisieran conocerlo.

-¿Desde cuándo se conocen?- Cuestionó Kiyoshi-san.

-Eres un metiche, no hay duda-

-Oh~ pero Junpei…-

-Desde preparatoria-

-¿En serio?, eso es mucho tiempo-

-No tanto- Agregó Taiga.

-Tenía muchas ganas de saber qué clase de persona podía haberse casado con Kagami…- Y entonces soltó una pequeña risilla. –No, eso sonó como si no pudiera creer que Kagami esté casado, es solo que Kagami es muy entusiasta y siempre quiere salvarlos a todos y a veces se emociona demasiado cuando logramos detener un incendio no importa si fue grande o pequeño o si al final solo fuimos el apoyo en un accidente, él siempre es muy entusiasta... así que quería saber qué tipo de personalidad lograba funcionar junto con la de Kagami- Él suspiró, mientras Taiga lucía pensativo, para comenzar a mirarlo con detenimiento.

-Pues supongo que sí eres raro- Exclamó Taiga y él decidió que era el momento perfecto para picarle las costillas. El hombre se dobló contra la mesa.

-Kagami-kun eres cruel-

-Lo llamo por su apellido- Susurraron los otros tres novatos con un toque de pánico.

-Maldito Tetsuya-

-Sólo por eso tendrás que comprarme una malteada de vainilla-

-De todas formas siempre la compro-

-¿Mh?-

-Nada- Koganei-san alzó la mano como si se encontrara en una clase y quisiera participar. (Probablemente habían pasado años desde que el hombre había estado en alguna clase, pero bueno)

-Yo quiero saber si Kagami es bueno con los quehaceres domésticos, ¿se ha quemado muchas veces mientras cocina?- Todos parecieron entusiasmarse con la pregunta, parecían creer que Taiga era muy torpe. Sonrió.

-No, Taiga es bueno cocinando. De hecho es una buena esposa-

-Tet-su-ya- Murmuró Taiga de manera sombría nuevamente teniendo como fondo las risas de sus compañeros.

-Pero lo eres Taiga- Y su esposo se quedó sin buenas respuestas que dar (Porque simplemente no había forma de replicar).

-¡Ah!, Esposagami-

-Cállate, Izuki-

-¿Cómo le van a poner a su bebé?- Preguntó la jefa de forma sorpresiva y con brillo en los ojos, además de una voz muy dulce que Tetsuya jamás pensó en relacionar con la mujer, no por la forma en que Taiga la describía. Volteo a ver a su esposo.

-Bueno…- Comenzó el pelirrojo.

-No hemos pensado mucho en eso-

-Ni siquiera sabemos qué es- La mujer rio suavemente, mientras asentía.

-Cierto, calculo que tienes como 16 semanas-

-¿Cómo supiste jefa?- Agregó Taiga, afirmando de forma indirecta, la información proporcionada por la mujer.

-¿Mhm?, me base en mis conocimientos adquiridos con el capitán-

-Oye…- Trató de agregar el hombre, pero fue interrumpido.

-Junto con Kiyoshi tienen a Haru-chan, ellos podrían darles consejos sobre bebés, también el capitán tiene muchos libros de nombres, puede prestarles, para ayudarlos a decidir-

-No son tantos- Trató de defenderse el de lentes.

-La verdad es que sí son muchos, incluso Haru-chan lo ha dicho- Agregó Kiyoshi-san. Admiraba la capacidad del capitán para que, sin voltear a ver a su pareja, pudiera estirar su mejilla con una precisión envidiable. – ¡Ay, ay, Junpei eso duele!-

-Le daré unos cuantos a Kagami otro día- Agregó después el pelinegro.

-Muchas gracias- Exclamaron al unísono.

No estaba seguro del porqué de su nerviosismo, es decir… sólo era el esposo de Kagami. Tal vez tenía que ver con el hecho de que nunca había estado tan cerca de una persona em… emb… espe-rando. Lo único que quería era ver su vientre, pero  eso le parecía descortés (además de que tendría que convertirse en contorsionista para tener una buena visión) así que trataba de verlo a los ojos, pero ¿y si eso molestaba a Kagami?

La conversación había cambiado del tema del nombre del bebé a esa mujer que Kagami hizo llorar. Furi no estaba seguro de cómo había pasado, probablemente se perdió la transición cuando estaba tratando de suprimir su instinto de buscar por el bultito en el abdomen del peliazul.

-Sí, Taiga no tiene tacto-

-¡Sí lo tengo!-

-No, no lo tienes- Kagami entrecerró los ojos acercándose mucho a su pareja mientras colocaba una mano entre el cabello del otro. Furihata sinceramente creía que la intención de su compañero era ¿aplastar la cabeza de su esposo? Pero si se miraba de cierto ángulo, con los ojos un poco entrecerrados y teniendo en mente cada momento culmen de cada comedia romántica que había visto en su joven vida, podía distorsionar la imagen ante él y pensar que era Kagami apunto de besar a su esposo.

Los chiflidos no tardaron en hacerse escuchar.

-Trata de controlarte un poco, tigre- Comentó Tsuchida y Kagami se apartó de inmediato de la comprometedora situación sonrojándose un poco y fue capaz de observar como con movimientos lentos y discretos el esposo del pelirrojo entrelazaba sus manos por debajo de la mesa, mientras compartían pequeñas sonrisas de medio lado y miradas de reojo.

Tal vez… y solo tal vez Kouki se sintió un poquito solo.

Y de repente… soltó algo muy extraño.

-¡Kagami le tiene miedo a los perros!- ¿En serio?, de todo lo que pudo haber dicho, ni siquiera tenía que ver con el tema principal. Pero no pudo detenerse. –Se-se asustó con un cachorro de pug-

-¡Ah!- Fue el único sonido que Kagami se permitió hacer. Pero la mirada asesina que seguro Kagami le daría fue olvidada cuando una sonrisa pequeña (aunque un poco más grande que la primera que presenció) apareció en el rostro del esposo de su compañero.

-Una vez lo vi asustarse con un cachorro de poodle- Agregó con esa tranquila voz suya y él no pudo evitar reírse ante la imagen de un gigante de 1.90 m siendo intimidado por un pequeño cachorrito peludo (ayudaba a formar la imagen mental el haber visto el ataque de pánico que sufrió el hombre cuando fue atacado-no-realmente-atacado por el pug). Kagami se apresuró de inmediato a taparle la boca con ambas manos.

-No les cuentes esas cosas- El capitán colocó una mano en el hombro del peliazul.

-Por favor Kagami-san, cuento contigo para que nos cuentes más cosas vergonzosas de nuestro bombero novato- Agregó sonriente.

-La cosa más rara probablemente fue eso de la “novatada”-

-Oh, sí, bajar a ese gato del árbol-

-¡Le rasguñó toda la cara a Fukuda!-

-No se rían, aún se me nota un poco- Las risas se volvieron más intensas.

-Aunque lo llamen novatada, tendrán que volver a hacerlo- Exclamó Riko sonriente y con voz amable.

-Pero jefa…-

-¿Tienen alguna queja?-

-No, señora-

-¿Recuerdan la primera vez de Furihata usando la manguera?- (E Izuki decidió que iba a dejar pasar esa broma, porque era demasiado subida de tono, no era su especialidad y había un bebé presente)

-Me mojé todo- (otro albur que Izuki dejó ir). Las mejillas comenzaban a dolerles después de mantener las sonrisas por tanto tiempo.

-Aún me sorprende la capacidad del capitán para siempre estar gritando- Susurraron entre sí los novatos. Kagami dio unos pequeños asentimientos de cabeza mientras tenía una pequeña conversación de miradas con Tetsuya, como si le dijera “Es sorprendente, en serio”.

-¿Eh?- Medio exclamó, medio gruñó el de lentes comenzando a ser rodeado por un aura sombría y asesina. -¿Algún problema?- Kiyoshi soltó una de las risas más histéricas que se había permitido jamás mientras rodeaba los hombros de su pareja acercándolo un poco a él.

-Y eso que no lo vieron cuando se fracturo el brazo-

-¡Cierto, cierto!- Interfirió Koganei en la conversación. -Su brazo estaba en un ángulo completamente equivocado y aun así no dejaba de gritarnos órdenes-

-Puede que sufra de una fractura de cordura-

-Izuki, cállate-

-¿Riko recuerdas el día en que Haruka iba a nacer?- La mujer, que había estado tomándole a su bebida, a duras penas logró evitar un desastre de líquido y finalmente soltó una risa histérica,  mientras movía la mano atrayendo la atención de todos, lista para continuar con la anécdota iniciada por Izuki.

-Kiyoshi me llamó con la voz más seria que le había escuchado diciéndome que había olvidado subir al auto las cosas del bebé y que se dio cuenta a mitad del camino al hospital y que no quería decirle a Hyuuga porque en definitiva lo mataría- El de lentes suspiró.

-Y pensar que actuaste tan serio y centrado. Vas y olvidas la maleta- Dijo con tono resignado, ni siquiera se molestó en explotar.

-¡Pero Junpei estaba muy nervioso!- Un nuevo suspiró apareció y el ceño fruncido se relajó mientras una discreta sonrisa aparecía.

-Lo sé- Y las miradas que se dedicaron hicieron a todos cuestionarse si debían dejarles la mesa para ellos solos.

-Muchas gracias por haber aceptado venir hoy- Exclamó Kiyoshi, mientras los demás se encontraban pagando. De alguna forma se las habían arreglado para terminar solos.

-Sabe, más que curiosidad hacia mi persona, a mí me parece que Kiyoshi-san quería saber si podía aprobarme o no como el esposo de Taiga. Como un hermano mayor o un padre que entrega a su hija- La expresión que el castaño había mantenido, haciéndolo lucir un poco más maduro y serio, desapareció de golpe, regresando su sonrisa despreocupada.

-Kagami-san dices cosas extrañas- Él asintió.

-Eso es porque soy una persona rara- Ante tal respuesta pareció crear un toque de sorpresa en el otro.

-No pude haber imaginado a alguien mejor para estar con nuestro bombero novato-

-Gracias Kiyoshi-san- Y ese fue el momento que Taiga eligió para llegar.

-Felicidades por el bebé Kagami- Agregó el castaño.

-Oh, gracias-

-Pero, pensé que serías de los que presume sobre cosas como estás-

-No… es que…- Y el pelirrojo comenzó a sonrojarse, cosa que generó ternura en su esposo.

-Probablemente no estaba seguro si se le permitía presumir de esto con ustedes- Agregó Tetsuya como explicación.

-¿Eh?- Se permitió exclamar el más alto.

-Idiota, claro que puedes presumir- Se dejó escuchar la voz del capitán, profunda y fuerte.

-Lo que Junpei dijo. Tienes que presumirnos de inmediato si es niño o niña, la primera vez que se mueva, el nombre que le van a poner. Todo eso. Porque somos compañeros y eso nos vuelve prácticamente familia- De alguna forma ahora todos estaban presentes, sonriendo en acuerdo ante lo dicho por el teniente.  –Eso también es algo que los otros novatos deben tener presente- Un pequeño escalofrío recorrió a los más jóvenes, mientras discretas pero emocionadas sonrisas aparecían en sus rostros. –Y por supuesto Kagami-san también es parte de la familia- Agregó pasando un brazo por los hombros del bajito hombre y atrayéndolo un poco hacia sí.

-Idiota, no seas tan brusco-

-Junpei, dame más crédito, jamás lastimaría a Kagami-san- Dijo con voz un tanto melosa.

No pudo haber pedido mejores compañeros para la persona que amaba.

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer y a mi gente bella que comentó, doble gracias.

Les dije que iba a olvidar decir algo en capítulo anterior. Esta cosa va a ser una especie de serie de One-shots (exceptó los primeros dos capítulos que se continuaban entre ellos... que igual si los juntas son un One-shot jeje).

Van a ser en el mismo universo, con los mismos personajes, pero cada capítulo va a terminar en lo suyo... ya me perdí.

Pero bueno, de nuevo muchas gracias por darle un tiempo a este fic

Nos leemos en el siguiente capitulo ;)


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