Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Conociendo a papá por Kaoru Himura

[Reviews - 149]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 


Padre e hija llegaron a casa encontrándose con el rostro preocupado de Naruto en el salón. Naruto y Kaoru se miraron por unos segundos para después desviar sus miradas creándose un incómodo silencio que fue interrumpido por la voz de Sasuke.


 


 - Os dejaré a solas para que habléis – y salió de allí.


 


La niña mantenía la cabeza agachada evitando mirar al rubio mientras éste también eludía todo contacto visual.


 


 - Lo siento - susurró Kaoru – no te odio, jamás podría hacerlo – dijo alzando su mirada hasta los ojos de Naruto.


 


El ninja se acercó a la pelirroja y la atrajo entre sus brazos fuertemente. Ella correspondió al abrazo y hundió su cabeza en el pecho del mayor. Estuvieron así durante minutos hasta que Naruto se separó levemente sin romper el abrazo.


 


 - Yo también siento la forma en la que te hablé, no debería haberte gritado ni haberte dicho esas cosas. Sé cómo te sientes acerca de Sô y debería haber sido más comprensivo.


 - Aunque no me caiga bien, no debí haberle golpeado, estuvo fuera de lugar – reconoció la pequeña.


 


El rubio sonrió por la disculpa implícita de la niña, sabía que era tan cabezota como él y Sasuke y no daría su brazo a torcer, eso sería lo más cercano a una disculpa sobre su comportamiento hacia Sôjirô que obtendría de ella, así que lo aceptó y volvió a envolverla entre sus brazos.


 


 


Pasaron varios días después de esa noche en los que Kaoru y Sasuke habían comenzado su plan para separar a Naruto de su pretendiente. Al principio no había sido fácil, Sôjirô siempre andaba pegado al rubio por lo que la niña decidió que necesitaban ayuda a pesar de que el moreno se negaba y aseguraba que él podía solo, hasta que cambió de opinión de repente.


 


Flashback


 


Sasuke se hallaba dando vueltas por el salón aguantando sus ganas de salir a la entrada de su casa donde Naruto se estaba despidiendo de su amigo.


 


Fuera del domicilio, Naruto y Sôjirô estaban uno frente al otro conversando de forma amena y apacible.


 


 - Siento mucho que tengas que quedarte en un hostal pero ésta es la casa de Sasuke y no le gusta tener invitados – se disculpó el portador del Kyûbi.


 - Pero a ti sí te deja – comentó su acompañante con un deje de tristeza y celos.


 - Tiene que aguantarme quiera o no, si Kao está aquí, yo también. No pienso separarme de ella – confirmó con una sonrisa.


 - Lo entiendo, no te preocupes. Será mejor que me marche ya, mañana nos vemos.


 


El moreno de ojos azules acercó su rostro al del rubio con la intención de besarle pero Naruto volteó ligeramente su cara consiguiendo que los labios del otro hombre chocaran con su mejilla.


 


 - Buenas noches, Sôjirô – esbozó un sonrisa para relajar el ambiente.


 - Que descanses, Naruto – se despidió decepcionado marchándose de allí.


 


Esa despedida fue observada por unos ojos negros que parecían arder en llamas. Sasuke había sucumbido a la tentación y se había asomado por una ventana para espiarles. Desde su posición, parecía que Naruto y Sôjirô sí se habían besado en la boca despertando los celos del Uchiha, que internamente juraba que mataría al otro hombre por osar probar los apetitosos labios de su dobe.


 


Fin del Flashback


 


 


Tras ese momento, Sasuke decidió que haría cualquier cosa para alejar a ese idiota de su usuratonkachi, incluso si significaba pisotear su orgullo aceptando la ayuda de sus compañeros. Con su colaboración habían llevado a cabo diversos planes como que Kakashi se llevase a Sôjirô lejos de Naruto con la excusa de que le iba a enseñar la villa mientras Sasuke y Kaoru pasaban el día junto con el rubio. Otra de las tácticas era que sus amigos evitaran que Sôjirô lograse sentarse al lado de Naruto cuando salían todos juntos a comer, quedando siempre Sasuke sentado junto al rubio.


 


 - Hasta ahora hemos evitado que ése pase demasiado tiempo cerca de Naru, pero aún necesitamos que pases más tiempo a solas con él para poder hablar y conectar – reflexionaba la pelirroja – es un fastidio que tío Bee se negara a ayudarnos... aunque al menos no nos impide llevar a cabo nuestras tácticas.


 - Sabiendo que me odia, eso es mucho viniendo de él – comentó Sasuke.


 


Ambos se encontraban en el salón de su casa confabulando nuevas artimañas mientras Naruto se tomaba un relajante baño.


 


 - Supongo que tienes razón. Siempre hablaba mal de ti y criticaba tu forma de ser – le informaba la pequeña – aunque no eres como tío Bee te describía... O sólo muestras algunas de tus facetas a ciertas personas o has cambiado.


 - Puede que un poco de ambas – comentó tras varios segundos de silencio.


 


La pelirroja apoyó su cabeza en el hombro del mayor, cerrando sus ojos cansada.


 


 - ¿Alguna idea de cómo pasar más tiempo a solas con Naru? - preguntó.


 - Tengo una y creo que le hará ilusión al dobe.


 - ¿Cuál?


 - Pelear – fue la simple respuesta del moreno.


 - ¿Pelear? Así sólo conseguirás que se enfade y se aleje de ti – desaprobó su idea frunciendo el ceño y mirando a Sasuke.


 - El usuratonkachi siempre ha deseado enfrentarse en serio a mí, así que entrenaremos juntos y obtendrá lo que siempre ha querido – dijo con su sonrisa de superioridad.


 - Espero que tengas razón, teme - fue lo último que dijo antes de quedarse dormida.


 


Al día siguiente, Sasuke había convencido a Naruto para que entrenasen juntos mientras Kaoru distraía e impedía que Sôjirô estuviese cerca del rubio con la ayuda de sus aliados y amigos.


 


 - Voy a vencerte, bastardo – dijo Naruto con una gran sonrisa en la boca y una mirada desafiante.


 - Eso quisieras, gatito asustadizo – le provocó el moreno.


 


Ambos se pusieron en posición de combate, analizando detenidamente los movimientos de su contrincante. Al segundo siguiente, los dos habían desaparecido, chocando sus puños en el aire.


 


 - ¿Eso es todo lo que sabes hacer? - le incitaba el Uchiha.


 - Esto es sólo el calentamiento, teme.


 


Acto seguido, el rubio activó el chakra de Kurama, creó varios clones lanzándole cada uno un rasen shuriken a Sasuke. Éste activó su sharingan y el rinnegan protegiéndose con el susanoo.


 


 - Por fin esto se pone interesante – se emocionó el moreno.


 


Durante horas, ambos pelearon entre sí usando todas los jutsus que sabían. Con cada golpe que se daban, más felices y llenos se sentían, fortaleciendo ese lazo que los unía y que nadie jamás lograría romper. Cuando por fin ambos cayeron agotados al suelo, decidieron que ya era hora de volver a casa para tomarse una buena ducha y descansar, emprendiendo su camino hacia su hogar.


 


Continuaron su rutina de entrenamiento cada día, donde se esforzaban al máximo para vencer al otro pero sin dejar su complicidad y sus bromas de lado. En una de esas tardes, ambos acabaron exhaustos tirados en el suelo uno junto al otro.


 


 - Como he ganado, me tienes que invitar a ramen – canturreaba feliz el rubio.


 - He ganado yo, usuratonkachi, por lo que tú deberías invitarme a comer – le rebatió el moreno.


 - De eso nada, te he dado una paliza, así que quiero mi premio.


 - La paliza te la he dado yo a ti, mírate, si ni siquiera puedes moverte – le picó Sasuke.


 - ¡Claro que puedo moverme! - gritó ofendido.


 


Naruto intentó levantarse, tropezando al instante y cayendo sobre Sasuke. Ambos se miraron sorprendidos por la cercanía de sus rostros y el calor que desprendían sus cuerpos, sonrojándose inmediatamente. Naruto intentó apartarse pero sus fuerzas le traicionaron y no pudo conseguirlo. El moreno aprovechó ese momento para estrechar el cuerpo del rubio entre sus brazos y pegarlo aún más a él.


 


 - Suéltame, teme – dijo muy nervioso.


 - No me apetece, estoy muy a gusto así – susurró erizando la piel de Naruto.


 


El rubio se removió inquieto entre los brazos de Sasuke, se sentía incómodo en esa situación ya que su cuerpo empezaba a reaccionar ante el suave roce de los dedos de Sasuke sobre su rostro. Poco a poco comenzó a relajarse, cerró sus ojos y apoyó su cabeza en el pecho del moreno, escuchando cómo su corazón latía tan rápido como el suyo propio. No supo cuánto tiempo estuvieron en esa posición ni tampoco le importaba, quería estar así todo el tiempo posible, pero su deseo no fue concedido cuando Sasuke alzó su rostro con sus manos para juntar sus labios en un dulce beso.


 


Naruto se dejó llevar y continuaron besándose sin forzar ni profundizar, sólo sus labios tocándose suavemente, disfrutando del lento roce entre ellos. Poco a poco se fueron separando abriendo los ojos y perdiéndose en la mirada del otro. Ninguno habló, Sasuke por miedo a decir algo que pudiera estropear el avance que había conseguido y Naruto porque no sabía qué decir o cómo sentirse, tenía demasiadas emociones en su interior en ese instante.


 


 - Será mejor que volvamos, ya es de noche y seguro que Kao ya está en casa durmiendo – Naruto fue el primero en romper el silencio.


 - Sí – fue la escueta respuesta de Sasuke.


 


Ambos se levantaron, comenzando a caminar uno al lado del otro de vuelta a casa. Por primera vez en su vida, Sasuke no soportaba el silencio y necesitaba oír la voz de su dobe, sacando un tema cualquiera para empezar una conversación.


 


 - Por un momento pensé que utilizarías tu estúpido oiroke no jutsu, aunque no te hubiese servido de nada, sabes que nunca me ha afectado – se burló.


 


Naruto no dijo nada por unos segundos desorientando al moreno, pues éste creía que su amigo le gritaría molesto que su técnica no era estúpida y que hubiese podido hacerle caer por fin.


 


 - ¿Ocurre algo? - preguntó curioso.


 - No, nada... sólo que ya no uso ese jutsu. – le respondió de forma seria.


 - Eso es extraño, es una de tus técnicas favoritas, ¿por qué ya no la utilizas? – le cuestionó confuso.


 - He madurado – fue su respuesta tras unos segundos de mutismo.


 


El resto del camino lo hicieron en completo silencio. Al llegar a casa, Naruto fue directamente a ducharse y cuando terminó, se fue a dormir con Kaoru, dejando aún más confuso y preocupado a Sasuke. Éste, después de ducharse también, decidió salir a cenar fuera porque no le apetecía cocinar para él sólo.


 


Al salir de su casa, se encontró con Sôjirô que tenía cara de pocos amigos.


 


 - Lárgate, no eres bienvenido – le soltó Sasuke.


 - Sé lo que habéis estado haciendo, os habéis aliado para mantenerme lejos de Naruto mientras tú te aprovechabas para acercarte a él.


 - Sí, ¿y qué? - le retó el moreno.


 - Que quizás ya no te interesará tanto hacerlo cuando sepas que Naruto siempre ha sabido la identidad de la madre de la niña – comentó con una sonrisa malévola.


 - No me cuentas nada nuevo, el dobe ya me lo dijo – le respondió con indiferencia mientras reanudaba su camino.


 - ¿Y si te dijera que yo también sé quién es la madre de la niña y que Naruto te ha estado engañando todo este tiempo?


 


Sasuke se paró, se dio media vuelta y se aproximó al otro hombre.


 


 - ¿De qué mierda estás hablando? - preguntó irritado.


 


Sôjirô amplió su sonrisa de satisfacción al ver que había logrado llamar la atención del ninja y le había provocado.


 


 - Digo que Naruto es la madre de Kaoru – dijo dejando paralizado a Sasuke.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).