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Conociendo a papá por Kaoru Himura

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Después de terminar su charla en el puente, Sasuke y Kaoru se acercaron a la torre del Hokage para hablar con él. El moreno entró sin avisar en el despacho interrumpiendo una conversación de Kakashi con Shikamaru, Temari, Gaara y Kankurô. Al oír cómo alguien irrumpía en la sala, todos se giraron para ver de quién se trataba. Temari se levantó de su asiento al reconocer a la niña y se acercó a ella.


 - Hola, Kaoru – saludó alegremente Temari – veo que lograste encontrar a la persona que buscabas – dijo con una sonrisa – Felicidades, Sasuke, ya nos hemos enterado de tu reciente paternidad – se burló mirando al susodicho.


 - Me extraña que no haya ocurrido antes, con las orgi... -Kankurô no puedo terminar su frase porque una capa de arena le rodeaba la boca.


 


Gaara le había silenciado al ver cómo el Uchiha estaba dispuesto a atacar a su hermano y también porque creyó que no era adecuado que la niña escuchase sobre la vida nocturna de su padre.


 - Kankurô, no es momento para eso – comentó serio Gaara.


 - Veo que las noticias vuelan – dijo Sasuke mirando molesto a Shikamaru mientras que éste permaneció con su mirada de aburrimiento.


 - Sasuke, no puedes entrar en mi despacho sin avisar cada vez que te dé la gana – regañó el Hokage al moreno.


 - He venido a decirte que me voy a tomar unos días libres – informó Sasuke ignorando el comentario de Kakashi – y necesito que envíes a alguien a mi casa para arreglar un contratiempo que hubo en mi cocina anoche – añadió mirando a la niña.


 


Mientras hablaban, Kaoru se había acercado hasta donde Gaara y Kankurô estaban sentados, tocando con curiosidad la arena que aún seguía alrededor de la boca del ninja.


 - Es como la de Shukaku – susurró la pequeña.


 


Ambos hermanos pudieron escucharla sorprendiéndose, Gaara decidió no decir nada y Kankurô, aunque quisiera, no podía. La niña se giró para observar al Kazekage curiosa, centrándose en su tatuaje y extendiendo su mano para acariciarlo con la yema de sus dedos.


 


 - Es más suave de lo que parece – dijo divertida.


 


Gaara no reaccionó, solamente se quedó observando a la niña.


 


 - No me gusta tu corte de pelo – comentó con una mueca de disgusto – Naru me dijo que lo tenías en punta y despeinado.


 


La conversación entre los adultos se detuvo al oír el nombre del rubio y miraron a la pelirroja sorprendidos, pero antes de que ninguno pudiese decir alguna palabra, Sasuke habló.


 


 - Conoce al dobe.


 - Pero, ¿cómo..? - inquirió el Hokage.


 - Ya os lo explicaré, antes debo ir con ella a comprarle ropa – dijo con fastidio.


 - Yo puedo acompañarla, así podrás contarles lo que sepas de Naruto – se ofreció Temari – ¿qué te parece tener una tarde de chicas, Kaoru? - le preguntó.


 


La pelirroja se separó de los hermanos Sabaku no y la observó con cara de no saber de qué le estaba hablando.


 


 - Temari irá contigo a comprarte la ropa necesaria para los días que te quedes en la villa – le informó el moreno.


 


La niña asintió con la cabeza, caminó hacia la rubia y ambas salieron del despacho mientras se despedían de los demás. Cuando Sasuke se cercioró que se habían alejado lo suficiente, se dirigió al resto de hombres que había en la estancia.


 


 - Vive con el usuratonkachi y el pulpo, no sé desde cuándo exactamente pero me dio a entender que desde hace bastante tiempo. No sé por qué ni cómo se conocieron, es difícil sacarle información a esa cría – comentó frustrado.


 - Una simple niña puede con el gran Sasuke Uchiha – se burló Shikamaru.


 - Después de todo ella también es una Uchiha aunque a veces no lo parezca – dijo malhumorado.


 - ¿A qué te refieres? - interrogó Kakashi.


 - Se le han pegado algunas de las manías y tonterías del dobe.


 


Todos se echaron a reír al imaginarse a la pequeña con la actitud de Naruto, excepto Gaara que sólo esbozó una sonrisa.


 


 - ¿Y qué te ha hecho cambiar de idea? Ayer creíste que era una broma – preguntó Kakashi.


 - Y yo empezaba a dudar si no era hija de Gaara – comentó Shikamaru.


 


El mencionado observó de forma feroz a su cuñado y Shikamaru sintió cómo le quería matar con la mirada arrepintiéndose al instante de su comentario.


 


 - Yo no soy un irresponsable – aclaró tajantemente el pelirrojo.


 - ¿Insinúas que yo lo soy, mapache? - preguntó enfadado Sasuke.


 - Sí – contestaron todos al unísono.


 


El moreno si irritó más de lo que estaba pero decidió ignorar el tema y contestar a la pregunta de Kakashi, pues quería salir pronto de allí.


 


 - Activó el sharingan accidentalmente y siendo que soy el último Uchiha, no hay dudas de que es hija mía.


 - Lo raro es que no tengas más – pudo por fin hablar Kankurô – tu fama de mujeriego te precede, amigo.


 


Sasuke fulminó con la mirada al hermano del Kazekage e hizo un ruido de fastidio. Shikamaru se quedó pensativo mirando los gestos de molestia del moreno y suspiró.


 


 - No tienes ni idea de quién es la madre, ¿cierto? - preguntó el ninja.


 - Tsk... No, no lo sé – contestó con enfado – y cada vez que saco el tema de su madre, de alguna forma u otra, consigue evadir mis preguntas. No entiendo por qué, pero sé que esconde algo. Ni siquiera ha venido con ella, ha hecho todo el viaje hasta aquí sola y sin equipaje, es una insensata – se desahogó por primera vez.


 - Es la primera vez que te oigo decir más de dos palabras seguidas, Uchiha – dijo con burla Kankurô.


 - Cállate, imbécil – insultó Sasuke.


 - Te ayudaremos a averiguarlo – intervino Gaara antes de que empezasen una pelea.


 


El moreno accedió a regañadientes porque realmente necesitaba conocer la identidad de la madre de la pelirroja.


 


 - Por su edad, tuvo que ser alguna chica con la que estuviste hace unos ocho o nueve años, ¿me equivoco? - cuestionó Shikamaru.


 - Ocho años – afirmó Sasuke.


 - Bien, entonces sólo tienes que pensar con qué mujeres tuviste relaciones sexuales durante esa época – reflexionó Shikamaru.


 


Sasuke cerró sus ojos para concentrarse, pero a medida que iban pasando los minutos, se sentía más y más irritado.


 


 - Esto es una pérdida de tiempo – dijo malhumorado, dirigiéndose a la puerta, pero antes de llegar una ráfaga de arena se lo impidió.


 - No te acuerdas de las chicas con las que te acostaste durante ese tiempo, ¿verdad? - dijo Kakashi dando en el clavo.


 - Pues no, ¿acaso es mi culpa que todas quieran llevarme a la cama? - intentó esquivar la acusación.


 - No, pero sí es tu culpa aceptar sus proposiciones sin ni siquiera aprenderte sus nombres – rebatió el Kazekage.


 


El Uchiha se quedó callado por un momento sin saber qué contestarle.


 


 - Mi objetivo era renacer mi clan – afirmó Sasuke


 - Pues ya lo has conseguido pero, ¿no hubiese sido mejor haber elegido a una mujer para hacerlo en vez de ir de cama en cama? - intervino Kakashi.


 - Los métodos que use para hacerlo no es asunto vuestro – sentenció el moreno.


 


Todos los ninjas se sumieron en un tenso silencio, mirándose mutuamente, algunos con enfado, otros con decepción y uno de forma serena. Shikamaru suspiró derrotado y cerró los ojos apoyándose mejor en el respaldo de su asiento.


 


 - Tienes razón, es tu vida y puedes hacer lo que quieras, pero en algún momento tendrás que aceptar las consecuencias de tus actos y da la casualidad de que ese momento ya ha llegado – dijo seriamente el ninja – al menos intenta recordar si alguna tenía algún parecido físico con tu hija – añadió Shikamaru.


 - La única que me viene a la cabeza es Karin, es una con las que más veces estuve, pero no está en la villa para preguntarle y no he sabido nada de ella desde hace un par de años – respondió el moreno.


 - ¿Nunca te mencionó o te insinuó que pudo tener un bebé tuyo? - cuestionó Kakashi.


 - No, jamás lo hizo, pero sí que se fue a los pocos meses de haber mantenido relaciones y no la volví a ver hasta casi dos años después.


 - En ese tiempo pudo haber dado a luz y al volver para darte la noticia, se enteró de tu vida de casanova y prefirió hacerte daño al no decirte que habías logrado uno de tus sueños – teorizó Kankurô.


 - Es posible... no lo sé – suspiró derrotado Sasuke llevándose una mano a su cabello para echárselo hacia atrás.


 


Antes de que ninguno volviese a hablar, alguien tocó a la puerta del despacho pidiendo permiso para entrar, el Hokage accedió y Temari entró acompañada de la pelirroja. La rubia se sentó agotada en uno de los asientos libres dejando varias bolsas con ropa a su lado mientras que la pequeña se acercó a su padre para saludarle.


 


 - ¿Estás bien, Temari? - preguntó Shikamaru preocupado por su esposa.


 - Tiene demasiada energía – dijo refiriéndose a Kaoru – se ha negado en rotundo a que le comprase faldas, se iba a la sección de niños y todo lo elegía de colores oscuros o neutros – comentó sacando algunas prendas de las bolsas para mostrárselas a los presentes.


 


''Al menos el dobe no le ha inculcado su pésimo gusto para vestir, algo tenía que heredar de mí'' pensó con su típica sonrisa de superioridad.


 


Sasuke observó que ya estaba anocheciendo, ninguno se había dado cuenta que había pasado tanto tiempo mientras hablaban. Se acercó hasta las bolsas para recogerlas y caminar hacia la puerta. Se detuvo frente a ella para girar y mirar a Kakashi.


 


 - Espero que mañana esté reparada mi cocina – le dijo para después posar su mirada sobre su hija – vámonos, cenaremos fuera antes de ir a casa – ni él mismo se había percatado que no había dicho 'mi casa'.


 - Quiero ramen – declaró la pequeña.


 - ¡No! ¡Ya he tenido suficiente de esa bazofia al mediodía! ¡No vamos a comerlo de nuevo! - gritaba mientras iban saliendo de la oficina.


 - ¡No sé que es bazofia pero seguro que el ramen no lo es! - se escuchaba por el pasillo.


 


Los otros ninjas observaron divertidos la escena, pensando que parecían llevarse bien y recordándoles a las peleas de Naruto y Sasuke.


 


 


Mientras tanto en un bosque no muy lejano de Konoha, dos figuras saltaban rápidamente de rama en rama. Ambos estaban exhaustos por el largo recorrido que llevaban y la velocidad a la que iban.


 


 - Debemos parar a descansar, es peligroso seguir este ritmo – dijo una voz grave.


 - No, nos lleva mucha ventaja, tenemos que atraparla antes de que llegue – contestó otra voz masculina.


 - Pero no nos servirá de nada si desfallecemos por el camino, debemos parar a recuperar fuerzas, además está a punto de anochecer – comentó la primera voz.


 


La otra persona no respondió, sólo se mordió los labios en claro signo de impotencia.


 


 - También estoy preocupado por ella, pero no hemos descansado desde que salimos de casa – volvió a hablar el primer individuo – Y seguramente ya habrá llegado a Konoha – intentó tranquilizarle.


 - ¡Mierda! -gritó su acompañante deteniéndose en una de las ramas y apoyándose en el tronco – está bien, Bee, buscaremos refugio y dormiremos unas pocas horas.


 - Me alegra que hayas recapacitado, Naruto – respondió su amigo – venga, bajemos de aquí.


 


Después de encontrar un lugar para pasar la noche, encendieron una fogata y se acostaron alrededor de ella.


 


''Más te vale estar bien, Kao. Te espera una buena regañina cuando te encuentre'', pensó preocupado y enfadado Naruto.


 


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