Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Conociendo a papá por Kaoru Himura

[Reviews - 149]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 


Todos se habían quedado impresionados por la noticia, no esperaban que Naruto tuviese pareja, siempre habían sabido que sentía algo más que amistad por el último descendiente de los Uchiha, por lo que habían dado por sentado que aún era así, pero supusieron que era normal que el rubio pasase página si Sasuke se había dedicado a acostarse con cualquier mujer desde que volvió a la villa después de su viaje tras la guerra, sin darle una oportunidad.


 


Por su parte, Sasuke se había quedado petrificado, no podía apartar la mirada de ese sujeto que agarraba fuertemente a Naruto por la cintura.


 


''¿El dobe con novio? No puede ser... ¿y están viviendo juntos?'', pensó el moreno mientras sentía una pequeña punzada de dolor.


 


No fue consciente de cuándo su cuerpo se movió con vida propia pero, al segundo siguiente, tenía al rubio entre sus brazos alejándolo del invitado indeseado, al mismo tiempo que éste era golpeado en la parte trasera de su rodilla por la pelirroja, la cual tenía el shraingan activado.


 


Sasuke podía intuir cuál había sido el motivo por el que la pequeña se había cabreado tanto en el pasado haciendo que su sharingan despertase. Naruto se revolvió entre sus brazos hasta lograr soltarse y acercarse a Sôjirô para revisar si estaba bien.


 


 - ¡Kaoru! ¡¿Se puede saber por qué has hecho eso?! - la regañó Naruto.


 - ¡No me gusta! - gritó señalando al moreno de ojos azules - ¡No quiero que esté cerca de ti! ¡No te conviene!


 - ¡Ya hemos hablado de eso! ¡Discúlpate ahora mismo! - le ordenó.


 - ¡No quiero! ¡No pienso pedirle perdón! - se negó la pequeña.


 - ¡Deja de actuar como una niña mimada y caprichosa, no te he educado para que te comportes así!


 - ¡Naruto! - intervino Sasuke al ver cómo las palabras del rubio habían herido a su hija.


 - ¡Te odio! - gritó la pelirroja.


 


Y antes de que nadie pudiese detenerla, salió corriendo de la casa desapareciendo en la oscuridad de la noche. Naruto se había quedado paralizado, la pequeña jamás le había dicho tales palabras, las cuales le habían provocado un profundo dolor en su corazón. Los presentes observaron la pelea sin saber si debían intervenir o no y ninguno se atrevía a decir nada en esos momentos.


 


 - Iré a buscarla – informó Sasuke.


 - No, iré yo – se interpuso Bee en su camino.


 - De eso nada, soy su padre e iré yo – le desafió el moreno – además no creo que ella quiera hablar con vosotros en estos momentos, cree que es vuestra culpa de que ése esté aquí – señaló al hombre que estaba al lado de Naruto.


 


Killer Bee no pudo rebatirle sus argumentos así que se apartó de su camino y Sasuke salió en busca de la niña. Bee se aproximó a Naruto, que seguía inmóvil, para comprobar cómo se encontraba.


 


 - Me ha dicho que me odia – susurró muy dolido.


 - Sólo está enfadada, no lo decía en serio – le intentó reconfortar Bee.


 - Se ha cabreado en otras ocasiones por este tema y nunca me había dicho algo así – comentó el rubio.


 


Bee miró preocupado a Naruto y suspiró por lo que iba a decir.


 


 - En las anteriores ocasiones tú no le habías contestado de esa forma tampoco.


 


Naruto se sintió un poco culpable porque su amigo tenía razón, nunca había regañado a la pelirroja de esa forma o la había llamado mimada y caprichosa.


 


 - Pero se estaba comportando de esa manera – se intentó defender.


 - Lo sé, pero se te olvida que sigue siendo una niña, solamente tiene siete años – Bee hizo una breve pausa – os habéis dicho cosas por el calor de la pelea y estoy convencido de que cuando se calme, reflexionará sobre sus últimas palabras y se arrepentirá, tal y como tú te estás arrepintiendo ahora. Todo volverá a la normalidad pronto.


 - Eso espero... - dijo sin estar totalmente convencido.


 


Hubo unos segundos de silencio que fue interrumpido por otra voz.


 


 - Siento mucho haber ocasionado tantas molestias, quizás sea mejor que me vaya – se disculpó Sôjirô.


 - Pero si acabas de llegar, ¿cómo te vas a marchar ahora? - el rubio intentó razonar con él.


 - Nunca le he caído bien, no quiero que os peleéis por mi culpa.


 - No lo haremos, encontraremos una solución – dijo Naruto intentando esbozar una sonrisa.


 


 


Mientras tanto, Sasuke había seguido a Kaoru hasta el puente donde se reunía el equipo siete. La pelirroja se hallaba sentada en el suelo abrazando sus piernas con la cabeza apoyada en ellas. El ninja notaba cómo su cuerpo temblaba debido al llanto, estaba seguro que miles de lágrimas caían por sus mejillas aunque no pudiese ver su rostro.


 


Se sentó a su lado dudando si debía abrazarla o no. Al final pasó un brazo sobre sus hombros para reconfortarla pero fue sorprendido cuando la niña se echó sobre su pecho para llorar desconsoladamente. Poco a poco, Kaoru fue tranquilizándose hasta que sólo sollozaba ligeramente.


 


 - ¿Te encuentras mejor? - preguntó Sasuke.


 


El moreno sólo obtuvo un hipido como respuesta, así que esperó pacientemente a que la pelirroja se calmara completamente. Al cabo de unos minutos, la niña había dejado de sollozar y alzó su mirada llena de vergüenza hacia su padre.


 


 - Lo siento – susurró.


 - ¿Por qué?


 - Por haberte mojado la camiseta.


 - No te preocupes, ya se secará – respondió Sasuke dedicándole una de sus típicas sonrisas.


 


La pelirroja se separó del moreno y se sentó a su lado, apoyando su espalda en la barandilla del puente.


 


 - ¿Por qué querías juntarme con el dobe si ya tenía novio? - le cuestionó.


 - Porque sé que debéis estar juntos, además no es su novio – le contestó molesta – es lo que le gusta proclamar pero no es así.


 - Entonces, ¿no vivís juntos?


 - No, eso le gustaría – le respondió frunciendo el ceño.


 - ¿A qué te refieres? - preguntó Sasuke.


 - Ha estado rondando a Naru desde hace más de un año, intentando conquistarle pero nunca le ha hecho caso... hasta hace poco – murmuró molesta.


 


Sasuke fue encajando todas las piezas con la información que le estaba proporcionando la niña.


 


 - Por eso has venido ahora a Konoha a por mí – dijo un poco dolido.


 - No... bueno, sí... - la niña se llevó las manos a la cabeza desordenándose el pelo por la frustración – Es una de las razones pero no la única, en serio que quería conocerte – le miró a los ojos para demostrarle que decía la verdad.


 - ¿Y por qué no habías venido antes? - dudó el moreno.


 - Porque no sabía que tú eras mi padre. Naru siempre me había hablado de ti como su rival de la infancia, su compañero y su mejor amigo, pero no averigüé la verdad hasta hace más o menos un año – le relató.


 - Aún así has tenido mucho tiempo para buscarme – le recriminó.


 - Pero... ¡no era fácil! - estalló la pequeña - ¡Era mucho para asimilar! ¡Además Naru no quería que te buscase así que tenía que encontrar un momento adecuado y tampoco sabía cómo llegar a Konoha! ¡Tío Bee también me vigilaba y encima el estúpido de Sôjirô estaba consiguiendo que Naru te olvidase! - Kaoru se tapó la boca rápidamente con sus manos al darse cuenta de lo que se le había escapado.


 


Sasuke se quedó impresionado por esa declaración, no pensaba que Naruto pudiese sentir algo por él después del puñetazo que le había dado no hace mucho en la cocina de la casa de Shikamaru.


 


 - ¿Cómo has dicho?


 - Yo... esto... - balbuceaba Kaoru.


 - ¿Qué es eso de que Naruto se estaba olvidando de mí? ¿Cuándo empezó a recordarme? - preguntó confuso.


 


La pelirroja al ver que no había forma de evadir el tema, suspiró y decidió aclararle sus dudas.


 


 - Naru siempre te ha amado – explicó mirando al cielo- nunca me lo ha dicho pero yo lo notaba en su mirada y en la forma en la que hablaba de ti pero... también veía tristeza y dolor.


 


Kaoru conectó su mirada con la de su padre al decir las últimas palabras. El moreno sintió cierto desasosiego al intuir que la razón de ese dolor había sido la forma en la que se habían despedido años atrás.


 


 - Naru nunca ha tenido ninguna relación seria, siempre se ha centrado en cuidarme aunque creo que tenía amigas especiales como las que tú tienes, a Bee se le escapaban algunos comentarios cuando pensaba que no le escuchaba, pero... ese hombre ha conseguido meterse en nuestras vidas – soltó con rabia.


 - ¿Cómo conoció al dobe? - preguntó el mayor.


 - En un pueblo cercano a nuestra casa donde vamos a hacer las compras, tropezó con Naru e intentó invitarle a comer por las molestias pero Naru lo rechazó. Desde entonces, cada vez que íbamos al pueblo, se acercaba a nosotros y, poco a poco, se hizo su amigo, pero desde hace poco tiempo parece que los dos... - no pudo continuar – parecen más cercanos aunque sólo he visto roces de manos, dudo que se hayan besado – concluyó su explicación.


 - ¿Por qué no te gusta si parece que hace feliz al usuratonkachi? - cuestionó con una ligera punzada de celos.


 - Porque hay algo raro en él, tengo una extraña sensación... no sé explicarlo.


 


La niña sentía impotencia por no poder describir el sentimiento que experimentaba cuando Sôjirô estaba cerca de ella o de Naruto.


 


 - Además no me gusta cómo me mira a veces.


 - ¿A qué te refieres? - se exaltó el moreno - ¿Te mira con... deseo? - preguntó cabreado.


 - Mmm... no, no es eso, es como... si fuese un objeto o un trofeo – reflexionó – quizás es porque piensa que si me usa, conseguirá a Naru.


 


Al moreno no le gustó lo que escuchó. Cuando había visto a ese hombre, tampoco le había dado una buena impresión pero ahora confirmaba su corazonada, intuía que ocultaba algo pero no sabía qué era.


 


 - A mí tampoco me ha dado buenas vibraciones, creo que sus intenciones no son buenas – comentó de forma seria.


 


La niña le observó por unos momentos divertida con una pequeña sonrisa en su rostro.


 


 - No te niego que hay algo raro en ese idiota pero creo que lo que sentiste fueron celos – se burló.


 - ¿Celos? ¡Ja! ¿Por qué iba a sentir celos?


 - Porque amas a Naruto – contestó emocionada.


 - ¿Qué? Yo no amo al dobe – negó rotundamente el moreno.


 


Kaoru se levantó y se puso delante de Sasuke para encararle.


 


 - ¡Por supuesto que lo amas, teme! También lo puedo ver en tu mirada, además – hizo una breve pausa para cruzarse de brazos - por algo no has formado una familia y tienes amigas especiales, porque en el fondo sabes que le amas y no puedes estar con otra persona – razonó la pelirroja.


 - Si no lo he hecho es porque me gusta mi libertad y disfrutar de la vida – intentaba excusarse.


 - Puedes mentirte a ti mismo todo lo que quieras pero no me puedes mentir a mí – le dijo con una sonrisa muy parecida a la de su padre – siempre he oído que era tu sueño renacer tu clan, por lo que es muy sospechoso que no lo hayas hecho aún.


 - Sí que he cumplido mi sueño, tú eres la prueba de ello.


 - Pero si ni siquiera lo sabías hasta hace unos días – le replicó incrédula – por eso debéis estar juntos, os amáis y sé que os haríais felices, así que lucha por él y no dejes que te lo quiten – terminó de hablar con convicción.


 


Sasuke se sentía descubierto, una niña había podido ver a través de su máscara de indiferencia y libertinaje, se sintió derrotado y sólo pudo reírse por la situación.


 


 - A pesar de la educación que te ha dado el dobe, se nota que eres mi hija, eres más perspicaz de lo que pareces.


 


La pequeña puso una mueca de disgusto, no sabía si sentirse halagada u ofendida por las palabras de su padre.


 


 - Eres un teme – le sacó la lengua – entonces, ¿vas a luchar por Naru? - preguntó ilusionada.


 - Qué remedio – contestó con indiferencia – si no lo hago, no me vas a dejar en paz.


 - Así es, también se me ha pegado la testarudez de Naru.


 


Ambos se sonrieron con complicidad y se marcharon a casa a descansar, mañana debían empezar sus planes para separar a Naruto de Sôjirô.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).