El detective Yagami Light aparco su automóvil, de la agencia de detectives de kanto, cerca de la entrada. Se bajo del vehículo y la primera imagen que llego a sus ojos fue la tan conocida banda policiaca amarilla alrededor del domicilio. Cerca, dos vehículos de la policía estaban estacionados y cubrían perfectamente la fachada de la casa lejos de la vista de curiosos vecinos que salían con sus batas puestas, algunos murmurando entre ellos la razón por la que habían acudido policías a la residencia de sus vecinos a las 3 de la mañana.
Light, se abrocho su gabardina color café para evitar el frio de la madrugada y se dispuso a entrara al recinto.
Algunos policías y peritos tomaban muestras en la entrada de la casa, light se puso sus guantes para así no dañar alguna posible evidencia contundente.
Honestamente, era su segundo caso después de graduarse con honores de la universidad de Tokio en criminalística y casos internos aun no estaba muy familiarizado con el protocolo estándar de la policía de Japón, tampoco sabia que hacia en ese lugar, o cual era la causa exacta para sacarlo de su departamento a tales horas con una simple llamada de su jefe:
-Necesito que te presentes en la residencia Ohara en los condominios Soul, es urgente.
-¿Se…Señor?-pregunto light desorientado por la repentina llamada de su jefe
-Es urgente Yagami, tal vez tus conocimientos puedan servir para este caso…- dijo su jefe con una voz poco alentador apara Light. Sonaba, y era increíble que lo pensara, asustado.
-Esta bien señor, iré hacia allá- dijo Light mas despabilado y quitándose el pijama mientras hablaba- Pero…Señor, puedo saber ¿de que se trata?
-…Cuando llegues te darás cuenta de los pormenores.- fue lo único que dijo su jefe antes de colgar la llamada.
Se suponía que no debía de estar en ese lugar, que parecía la escena de un simple robo o de un allanamiento. Nada que el departamento de policía podría realizar, el era de asuntos especiales. Casos fuera de lo común. No entendía en que podía aportar al caso.
-¿Detective Yagami?-le pregunto un agente de policía que parecía sobrepasaba los cuarenta.
-Si, soy yo.- le extendió la mano al policía y sintió el fuerte apretón del hombre, poco faltaba para que le torciera los dedos por la fuerza del agarre- hizo una mueca de dolor, pequeña, pero perceptible para el policía.
-Oh, discúlpeme, estoy un poco nervioso…- le dijo, y a decir verdad lucia pálido el hombre y sudoroso.
- Descuide, podría saber… ¿Qué es lo que paso aquí?- pregunto light mientras comenzaba a caminar por el recibidor y la sala de la casa.
-Pues…Es difícil de explicar-contesto el hombre mientras recibía unos papeles de otra policía igual de perturbada que el hombre.
-“Que rayos pasa aquí, parece que hubieran visto a un fantasma”-pensó para sus adentros Light ya extrañado por el comportamiento de todos sus compañeros- Al grano- fue lo único que dijo mientras se detenía serio frente al policía.
Este trago saliva por el rostro serio e inexpresivo de Light (tipo Kira cuando se enoja)- Je, no cabe duda de porque estas en ese departamento y tan joven.- Light no dijo nada sobre el “cumplido” recibido.
-Vera, hace una hora y media recibimos una llamada de este domicilio, era un muchacho que estaba muy asustado, apenas y podía articular palabras. Cuando la operadora pregunto que había pasado, este contesto “están muertos” y escucho gritos de alguien más. Inmediatamente la operadora rastreo el número hasta este domicilio.
Llegamos y nos encontramos con dos jóvenes adolescentes en el jardín completamente aterrados, uno de ellos llorando y hablando incoherencias. Cuando le pregunte que había pasado el apunto a la casa y dijo “sótano”, mi compañero y yo bajamos al sótano y…bueno- el hombre paso saliva sonoramente y el sudor en su frente se intensifico al recordar la escena.
-¿Y…?- le alentó Yagami a que continuara el relato, estaba expectante por saber la razón por la que se encontraba ahí
-Bueno…Es mejor que lo vea usted mismo-contesto el consternado policía mientras guiaba a light por la casa directo a las escaleras del sótano.
Light se dejo guiar, haciendo conjeturas de lo que había pasado. Quizá un intento de asalto que dejo alguna persona muerta, inclusive su mente cavilaba la posibilidad de que alguno de los jóvenes estuviera involucrado en el siniestro y efectuaran la llamada solo para “encubrirse”. Eran conjeturas muy apresuradas pero, la vida le había enseñado de la forma más dura que no todos eran lo que parecían ser y que el lobo s encontraba oculto en la piel de cordero la mayoría de las veces.
Bajaron las escaleras, demasiado lento a juicio de light, el policía se detuvo en la puerta que daba al sótano y exclamo con toda profesionalismo que tenia.
-Hasta aquí lo puedo acompañar, no podría resistir ver “eso” una vez mas- dijo, y a light le recorrió un augurio de mala muerte, se extraño pero no dijo nada. Asintió al policía y este lo rodeo silenciosamente y subió las escaleras y espero, arriba el equipo forense había llegado a la escena y el policía se disponía a informarlos de la situación.
Light poso su vista en la puerta, una gota de sudor recorrió su rostro y el corazón comenzó a bombearle frenéticamente, era obvio que el ahí adentro se había desatado un caos.
-El olor de la muerte- se dijo así mismo y un sentimiento muy familiar le asalto repentinamente, su sentido común le advertía que había peligro en esa habitación, no solo peligro. Literalmente, e incluso antes de abrir la puerta light podía sentir algo malo en ese lugar.
Se armo de valor, dio un suspiro resignado, casi como no queriendo abrir esa puerta, pero expectante a conocer que había ahí adentro. Poso su mano en el pomo de la puerta y la giro.
El chirrido de la puerta siendo abierta aturdió sus oídos por un momento. Una arcada le subió a la garganta y estuvo a punto de largarse a vomitar lo que aun no desayunaba.
El olor a carne podrida era tremendamente fuerte, como si la tumba de 100 años de una persona hubiera sido abierta, así apestaba el lugar. Light saco un pañuelo de su gabardina y se lo puso en la boca y nariz como protector. De repente su cuerpos e paralizo ante la escena que sus ojos presenciaban. Ahora estaba seguro e porque el estaba en ese lugar, pero no era grato saber el porque.
Justo en medio de la habitación estaba un cuerpo completamente desfigurado y en un gran estado de putrefacción, a juzgar por los gusanos que salían de su boca y “ojos” o las cuencas en donde alguna vez había ojo. El cuerpo estaba tendido en el piso, las piernas habían sido aparentemente perforadas por el propio peso muerto del cadáver y relucía parte del hueso de la rodilla zafado y atravesando una parte de estomago del cadáver.
Light trago seco, esa imagen estaba seguro lo perseguiría por algún tiempo, sin duda era una visión digna de algún filme de terror con el mejor presupuesto.
Se acerco un poco, aun incrédulo de lo que veía, el hedor se hizo mas potente mientras se acercaba al cadáver del pobre muchacho, apretó mas el trapo contra su nariz y se agacho a la altura del occiso. Era un caos, un asqueroso caos lleno de gusanos y líquidos corporales pudriéndose.
Sin duda seria una foto espantosa para el equipo forense.
Pero ese cadáver era solo el contraste de la imagen principal.
A unos pocos metros del cadáver se hallaba otro cuerpo cubierto con una sabana manchada de sangre y la misma regada alrededor del cuerpo, casi como si de una cama de sabanas rojas se tratara.
Light, no tan convencido de querer ver el otro cuerpo se acerco lentamente a la sabana. Tomo la sabana, aguatando la respiración y tiro de ella fuertemente como si con la rapidez de la acción el letargo se acortara considerablemente.
Eso que estaba ahí no se le podría llamar ser humano
Eso era
Una masa de carne al rojo vivo
Light no soporto mas y se largo a un rincón de la habitación a vomitar, era demasiado, lo que le habían echo a “esos” chicos era demasiado. El cuerpo, o lo que sea que estaba antes bajo las sabanas, estaba completamente despedazado, pero lo extraño era que no había piel, literalmente, como si antes de machacarlo lo hubieran despellejado. Y como si el horror no fuera demasiado para Yagami, cerca de donde se fue a vomitar un pedazo de músculos venas y arterias estaba justo a lado de donde se encontraba. Era una mano, l a “mano” del chico.
Respiro entrecortadamente aun no pudiéndose componer del shock, ¿Qué clase de monstruo podría cometer semejante horror? Le daba miedo conocer la respuesta. Durante sus años en la academia lo habían preparado para todo, había visto miles de imágenes de los escenarios más tórridos jamás efectuados. Las muertes de los asesinos más brutales, el mismo era testigo de lo que la demencia humana era capaz de realizar a sus semejantes. Pero nada comparado a eso que había presenciado.
El grito de horror lo saco de su letargo momentáneo, una de las forenses había gritado aterrada por la escena del sótano. No la culpaba, si el no hubiera sido quien era también se habría puesto a gritar histérico y tal vez salido corriendo, este caso ameritaba perder un poco de profesionalismo y recordar que después de todo eran humanos.
Se limpio con la manga los restos de vomito, sin impórtale que ensuciara la tela o que apestara a vomito, en esas circunstancias se permitía algo de descomposición en su aspecto por la situación.
Nuevamente se acerco al primer cuerpo, trago saliva al volver a posa su mirada en el, estaba seguro que, aunque lo viera muchas veces o casi diario causaría el mismo impacto en el.
-Dios…esto es espantoso-escucho decir a un compañero forense indeciso de entrar a realizar su trabajo o simplemente presenciar lo sub real de la situación-
-Pobrecitos…sean quien sean estoy segura que no se merecían eso- fue lo que una chica dijo, apenada y melancólica mientras abría el contenedor donde se encontraban los utensilios para realizar su trabajo
Light, quien se mantuvo callado ante lo que sus compañeros decían, no pudo estar más de acuerdo con la joven. Esos muchachos no merecían morir así, y el se encargaría de que el responsable pagara con la pena máxima el crimen que había cometido.
Se inclino nuevamente inspeccionando el cuerpo, pero no había nada.
Los forenses realizaban su trabajo, Light simplemente observaba expectante, como esperando que de un momento a otro el cadáver cobraría vida y les saltara enzima, suerte que eso no paso. Se quedo viendo la forma grotesca del rostro, la expresión de terror que poseía, no cavia duda que había sido una tremenda agonía la que había sufrido.
-¿Qué esta viendo? solo se queda ahí…que poco profesional- escucho decir a uno de los forenses, pero no le presto atención, de pronto algo había captado su atención, en la boca deformada del cuerpo
-¡Necesito una palilla!- les dijo a los forenses, que estaban algo sorprendidos por el repentino pedido. La chica le paso uno y light lo dirigió a la boca del occiso y le saco la lengua.
Los forenses se sorprendieron, la lengua estaba a la mitad, light trago duro y un miedo le recorrió el cuerpo. No solo la lengua estaba partida a la mitad, en un aparte de ella estaba, como si lo hubieran grabado con hierro caliente, un pentagrama y algunos símbolos extraños.
Rápidamente se dirigió al otro cuerpo y trato de buscar en esa cosa en donde se encontraba la boca. Cuando la encontró, en la parte mas baja, hizo lo mismo. Una exclamación de sorpresa se hizo presente. El mismo pentagrama se encontraba y la lengua había sido partida a la mitad.
Light dejo la escena, con el rostro mas frio que podía mostrara en ese momento se dirigió al policía que lo había recibido
-Quiero hablar con los testigos- le dijo, completamente serio, tanto que el policía vio un rostro demoniaco que asusto a mas de uno.
-Cla…Claro están en la parte de arriba- Light no espero a que le indicaran en que habitación se encontraban, se dirigió a las escaleras y las subió lo mas rápido que podía.
Quería respuestas, necesitaba saber que era exactamente lo que había sucedido antes en ese lugar. Necesitaba saber porque rayos estaba ese símbolo en ambos muchachos. El mismo que el llevaba tatuado en el pecho desde hace algunos años.