Taiga acariciaba su vientre dulcemente, en verdad que todo lo que había pasado últimamente parecía un sueño, uno del que esperaba no fuera a despertar nunca, pero era tan hermoso saber que estaba ahí, pensar que tenía cinco meses y pequeño perezoso, no le dio ni una seña de su presencia en su vientre, porque al parecer al pequeño le encantaba dormir “como a papa” – pensó, mientras sonreía, “esperen dormir, ¡oh Diablos!” el bebé no tenía absolutamente nada, tendría mucho trabajo por delante, el cuarto del bebe, la ropa, biberones, definitivamente se estaba estresando.
Oye ¿Por qué esa cara Tigre? – dijo Daiki entrando a la habitación
Yo este- se sentía tonto – nosotros no tenemos nada preparado y será un gasto grande, ya que nos tomó de sorpresa y no se…
Calla si- dijo el moreno mientras ponía un dedo en la boca del pelirrojo – A pesar de que no nos llevamos muy bien tu hermano y yo, ellos ya dijeron que nos ayudaran con las compras, pues su bebe nace varios meses después y Alex ya viene tomo un vuelo a Japón, dijo que no se perdería un segundo mas de tu embarazo y recuerda que tienes un montón de bobos amigos con los cuales contar.
Al tigre se le llenaron los ojos de lágrimas y se abrazó a su esposo-
Bien ahora a comer- dijo Daiki, sorprendiendo un poco al pelirrojo
Pero yo no- trago saliva; tenía hambre, claro, pero no se acostumbraba al hecho de que tenía que engordar; ante su posible negativa el moreno frunció el seño
Taiga no se pero ni pienses que vas seguir con esa tonta dieta – molesto- a ver dime si acaso escuche mal, cuanto dijo Midorima que tenías subir antes de tu próxima revisión
El pelirrojo suspiro derrotado- Por lo menos – se mordió el labio – cinco kilos
Asi es, o es que acaso quieres poner a nuestro hijo y a ti en riesgo
No quiero- poso los brazos alrededor de su vientre- yo quiero que nazca sano y bien – tomo la bandeja de comida y comenzó a comerla con aprensión, la cual iba desapareciendo con cada bocado, pues realmente estaba muy hambriento.
Daiki miro con amor a Taiga y sin decir nada beso la frente del chic con dedicación y ternura. Taiga un poco sorprendido alzo la vista para quedar frente a esos hermoso ojos azules- Eres tan hermosos Tigre - sosteniendo su rostro – Gracias por hacerme el hombre mas feliz del mundo – devorando la boca de Taiga, mientras acariciaba el pequeño bulto en el vientre de este.
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Taiga estaba muy molesto, era la quinta vez que tenia que cambiar sus pantalones, ninguno le cerraba y no quería ir con pantalones deportivos a la consulta medica, se sento en la cama acariciando un pequeño vientre que por su tamaño parecía que estaba de cuatro meses no en el sexto; pero igual sus pantalones ya no le cerraban.
¡Taiga estas listo! – escucho gritara a Daiki desde el piso de abajo. Al parecer si había encontrado tiempo libre en la estación. La ventaja de ser el jefe; pero igual que ropa iba a ponerse – Taiga porque no estas listo aun
No quiero ir – sin darse la cara a su esposo
Daiki vio el cuarto, había ropa por todos lados, suspiro y dijo – No me digas que te volviste un pesado cono Ryota, en cuanto la ropa que combina y la que no.
Taiga se rio divertido, se acostó en la cama dejando a la vista la pequeña pero notable pancita – No ess eso, solo que no me queda ningún pantalón, las camisas todavía puedo usarlas un poco mas.
Ya veo, parece que Alex sabia que esto pasaría – dijo mostrándole una gran bolsa de regalo – paso por la estación y me lo dio.
Taiga tomo el gran paquete y al abrirla, era ropa, hecha para alguien en estado, tomo un pantalón gris, el cual tenia un alinea elástica en la cintura, haciendo que su vientre tuviera la comodidad de respirar con tranquilidad y dado lo larga que era la camisa que usaba, no parecía un pantalón con elástico, le gustaba como se veía tanto que no podía dejar de verse en el espejo
Alex era la mejor
De repente sintió a Daiki abrazándolo- Tan sexy, por suerte tu medico es Shintaro, si no moriría de celos – besando el cuello del pelirrojo
Ni tanto igual te da celos – dándose la vuelta, quedando frente a frente – Vámonos a lo mejor a tu hijo se le quita la pereza y se mueve un poco para saber que será – Aomine sonrio, tomo la mano de su esposo y salieron a la consulta
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En el consultorio
Bien Taiga recuéstate, baja un poco tu pantalón y arriba la camisa- el pelirrojo asi lo hizo dejando expuesta su barriguita, mientras Daiki ponía su típica cara de ¡MIO!
Midorima puso gel en el vientre del Kagami, y poco después comenzó a pasar el aparato del ultrasonido para ver al bebe.
Y hay estaba se podía ver sus manitas, piernitas, todo estaba en su lugar- A Taiga se le salieron las lágrimas mientras apretaba fuertemente la mano de su esposo.
Su corazón se escucha en perfecto estado, su peso es correcto y – moviendo el aparato sobre el descubierto vientre – a ver si se deja ver – silencio
Parece que el tigre y la pantera tendrá una gatita, felicidades es una niña – dijo con su normal seriedad
Ahora las lagrimas caian sin control pero nadie mas y nadie menos que de Daiki
Tendremos una princesa amor – beso los suaves labios del pelirrojo.
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Los ilusionados padres caminaban de las manos por el distrito comercial, ahora que sabia que era niña debían comprar ropa adecuada para ella
Sabe he estado pensando se que las niñas también pueden jugar al básquet, pero preferiría que aprendiera algo menos rudo – dijo Taiga, con recelo esperando la negativa de su esposo, porque al fin, para este el básquet era todo en su vida, pero no obtuvo una respuesta, solo sintió como fue jalado a través de la calle hasta una tienda de ballet, acaso Daiki esta pensando enserio.
Te voy a decir el secreto mas grande que tengo, ni siquiera Sastsuki sabe sobre esto- suspiro mientras Taiga lo miraba preocupado – Yo estudie toda la primaria ballet, era algo que me gustaba era algo muy competitivo y exigente, pero como debes de imaginar se supones que los chicos no bailan y menos ballet lo deje al entrar a la secundaria, pero talvez nuestra princesa podría deleitarnos con varios recitales
Ok. De todas las cosas que se puno imaginar, definitivamente no creía lo que había escuchado, pero aun asi no podía burlarse del aquel hombre, “al fin se miraba tan tierno en este momento”
Taiga le sonrio a un muy sonrojado Daiki- creo que será perfecto – el moreno le sonrió de igual manera y poso una mano sobre el vientre opuesto – Que dices princesa, seras la bailarina de papa – Y ante el asombro de ambos sintieron las primera patada de su bebe, al parecer la beba se moría por bailar.