Daiki acababa de despertar con un llanto que hacía de despertador. Vio el lugar a su lado en la ama, vacío, Taiga seguramente ya se había levantado y conociéndolo estaba en la cocina porque él debía ir con Rintaro.
Bostezando – Ya voy escandaloso- camino hasta la habitación de al lado y hay estaba moviendo sus piernecitas y manitas, Daiki miro al pequeño, lo tomo en brazos y sonrió. Rintaro tenía 5 meses de piel morena, pero el electrizante cabello rojo de su Tigre. Reviso al niño y vio que estaba empapado en orines, suspiro cansado y puso al niño en el cambiador, sonrió al pensar en la primera vez que había cambiado el pañal de su gatita, pobre niña, ahora era todo un experto y en cuestión de dos minutos Rinta estaba listo, salió con el pequeñín en brazos de la habitación rumbo a la cocina, si no dentro de poco comenzaría a llorar de hambre.
Comenzó a atravesar el pasillo de la gran casa, jamás pensó que sus suegros después del nacimiento de Aiko, les regalaran semejante (casi mansión) casa, pero era obvio lo que sucedería con los años. Se detuvo en una de las puertas de ese largo pasillo -Vamos Aiko es hora de levantarse y dile al imbécil de tu novio, que espero que Seujiro esté listo para las cuentas- dijo sin entrar a la habitación, sonriendo cuando escucho a su hija gritar- Levántate tonto, papa está despierto ya
Siguió caminado a pocos paso estaba el cuarto de Takumi su hijo de cabellos azul y ojos rojos, el cual lo encontró al pie de la puerta impidiéndole el paso a su moreno padre- Maldición papa, no se puede dormir en esta casa- dijo el joven de 17 años con unas prominentes ojeras.
No. Y menos cuando sé que no dormiste por estar con Toshi – pateando la puerta, escuchando como el pequeño peli verde daba un grito del susto
Hola Toshiro- sonrió – Sabes tu padre vendrá hoy también, así que creo que antes que comiences a engordar más deberían decirle a Shintaro y Takao que serán abuelos, además no querrás casarte pareciendo unos de los pasteles de Atsushi – dijo con gracia – verdad Rintaro – el niño al escucha su nombre sonrió feliz, Daiki antes que su hijo le contestara algo salió de aquella habitación mientras escuchaba
Te lo dije estoy gordo – lloraba Toshiro – Eres un mentiroso
No amor, yo te veo precioso.
Daiki soltó una carcajada, la cual desapareció cuando llego a la habitación de los problemas
Sora y Satoru los caprichosos gemelos de 15 años
Entro al cuarto de Sora, un pelirrojo idéntico a Taiga pero con ojos azules; el cual para su no sorpresa estaba saliendo por la ventana de su habitación- Lo siento papa, Kira me llevara a pasear – Dijo con gracia mientras se tiraba de esta
El moreno se acercó rápidamente a la ventana solo para mirar que hay estaba el baboso gigante peli celeste atrapar a su niño en brazos, apretó el puño y grito – Lo quiero en la casa a las 6
Los chicos gritaron ¡SI!, mientras se iban en el auto del mayor – Maldito como odiaba al hijo de Tetsuya
Bien ahora Satoru, toco la puerta que conectaba el cuarto de los gemelos, porque aunque dormían separados desde muy pequeños, el vínculo gemelar seguía firme – Oye Satoru; Noa
Esta con mama haciendo el desayuno – dijo desde el otro lado dela puerta
Satoru era igual a su hermano doncel, solo que un poco más alto, además de ser varón –Sabes que Himuro se molestara cuando sepa porque Noa viene tanto a dormir aquí
Mama dijo que hablaría hoy con el- dijo sin preocupaciones
Porque a su hijo era asi, ahhh, pero como iba a decirle Tatsuya mi hijo de 15 años, le quito la inocencia a tu hijo de 17, no definitivamente no veía como, solo esperaba no estar presente cuando Taiga hablara con su hermano, dejando eso de lado siguió con su siguiente hijo, uno que lo llenaba de orgullo, pero al mismo tiempo de no estaba seguro que era ese sentimiento. Él era estúpido simplemente.
Karma había sido diferente a cualquiera de sus hijos, era más incontrolable que los demás, el niño era un genio literalmente, a diferencia de todos sus hermanos, no le aficiono ningún deporte o disicplina física, el chico amaba estudiar, por favor Karma iba a la universidad y sus notas eran por encima del promedio, incluso su libido sexual era demasiado para us edad. Se acercó a tocar la puerta pero decidió esperar al escuchar al retoño de Makoto y Kyoshi gritar
No me importa una mierda Karma, quiero pastel de chocolate – grito el pelo castaño
Bien Yue le diré a mama que te prepare uno- dijo con pesadez
¡NO! Quiero uno de los que hace el papa de Kira – dijo molesto (Taiga es excelente cocinero pero los postres de Murasakibara, no hay competencia)
¡Ah! No jodas son las 7 de la mañana y tengo examen a en 4 horas.
El pelo castaño empezó a sollozar
Entonces Daiki supo que era hora de intervenir, abrió la puerta de golpe
¡Karma! – grito el moreno
El alto chico se levantó rápidamente de la impresión que le había dado su padre, abrió la boca para decir algo pero
No trates de contestarme, ve caminando, en bicicleta, el bus no me interesa, ve por el pastel o tengo que recordarte a que niño genio se le olvido el condón- molesto
Karma no supo y tampoco tenía nada que decir
Se acercó a su novio y lo beso suavemente – Baja a desayunar yo traigo tu pastel- tomando su chaqueta, para salir rápidamente de la habitación
Gracias Daiki san – sollozando todavía
No te preocupes hijo, Karma es estúpido pero te ama a ti y a mi nieto – dijo poniendo su mano sobre el pequeño pero notable vientre de 4 meses, a lo que joven doncel l dedico una linda sonrisa, “Maldición” le chico era tan dulce, cuando no estaba enojado y sacaba esa boca sucia que había heredado de su madre, él y Rintaro se despidieron de Yue, por suerte todavía tenía a su angelita Kotomi su niña de 10 años y claro ni hablar de su adorado Rintaro su bebe doncel, era hora de ir a buscar a su adorado tigre en la cocina.
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Al entrar en la cocina diviso la tierna imagen con la que llevaba viviendo más de 20 años, Taiga seguía teniendo un jodido buen cuerpo, la edad solo lo había vuelto más sexy a su parecer, ni aunque hace poco había dado a luz al último de sus retoños, si el ultimo debido a su edad el embarazo de Rintaro había sido de alto riesgo, tanto que el pequeño con esfuerzo llego a los 7 meses y medio de gestación. Nunca había sentido tanto miedo en su vida, casi pierde a su amado y a su hijo, el pelirrojo perdió la matriz, así que no podían tener más bebes, aunque al mismo tiempo era bueno porque dentro de pocos meses recibirían a su primer nieto.
Puso a Rinta en su silla de bebes y se acercó a Taiga abrazándolo por la espalda –buenos días amor
El Tigre sonrio- Hola amor, lamento no haberte despertado pero debemos cuidar a Toshi y Yue, además la fiesta es hoy y quería tener todo listo.
Claro amor – beso el cuello – Ya pase despertando a los niños, aunque Sora
Se fue con Kira- término la oración
SI -dijo con pesadez
En eso comenzaban a bajar su hijos y su parejas .
Buenos días Daiki san – hablo Noa el hijo de Himuro
Oye Noa, ve a traer a Satoru de seguro se volvió a dormir- a lo que el chico sonrió y se fue escaleras arriba
Papi, Papi – entraba sonriendo la pequeña Kotomi – Ryuchiro vendrá ala fiesta
Daiki frunció el ceño al escuchar ese nombre Ryuchiro Kasamatsu el hijo mayor de Ryota – Enserio Cariño – “Maldito niño” con una vena resaltada en su frente
Taiga lo vio divertido t le susurro al odio – Solo tiene 12 cálmate
Quito la cara molesto, le valía que tuviera 5 si era posible ese renacuajo le quería robar a su princesa. Sin más decidió sentarse en la mesa. Taiga ya había servido el desayuno poco a poco sus hijos comenzaron a bajar y acomodándose respectivamente según sus edades, claro empezando con Aiko, lástima que esta sería la última vez que desayunarían así ojala Sora no se hubiera ido con su novio, y como arte de magia Karma aparecía en la puerta con su hermano y su cuñado
Entonces porque regresaste – dijo el moreno cortante
Moo Daikichin san, Sora chin recordó que su hermana se casa hoy y después se va de luna de miel y que deberíamos pasar todos juntos como familia – dijo el peli celeste
Sora asintió con la cabeza – Bien siéntense es hora de comer
Y asi una parte de su vida terminaba y otra empezaba, aun no entendía porque después de haber tomado tanto tiempo el que pudieran concebir, en este momento tenía más hijos de los que podían controlar, aunque era su familia, la amaba y jamás los cambiaría por nada, sonrío al ver a sus hijos a puntos de ser padres, a su hija a punto de casarse y los otros que comenzaban a descubrir el amor en verdad que hijo de tigre nace rayado, porque es exactamente todo lo que descubrió con su tigre la dicha de enamorarse, el compromiso del matrimonio y la felicidad de ser padre.