- Sea lo que sea yo también voy - dijo Harry mientras los Weasley le miraban asombrados
- ¿Que dices?, pero si solo vamos al supermercado a comprar, por eso no te dijimos nada - se inventó rápidamente Fred
- Ya veo.., en ese caso ya va siendo hora de que sepáis la verdad, ¿no querida? - dijo el señor Weasley mientras miraba a su esposa en complicidad - la verdad es que Harry no es un muchacho corriente y por eso tiene que acompañarnos - explicó mientras con un gesto invitaba a Harry provocando que Fred entendiera de que iba la cosa- Ronald ve tu primero para que Harry aprenda
- Mira Harry, primero cojes "la ceniza flu" - explicó la señora Weasley mientras Ron cogía un puñado de ceniza mágica - y tienes que decir con mucha claridad a donde quieres ir - siguió explicando mientras Ron gritaba unas palabras y tiraba la ceniza al suelo provocando una explosión de fuego púrpura que hizo que desapareciera
- Muy bien Harry, tu turno, ponte en posición - le dijo el señor Weasley
Así que no tuvo más remedio que meterse en aquella chimenea y agarrar un buen puñado de aquel polvo extraño, el cual comenzaba a hacer que le picara la nariz.
- Ca.. callejón Dyagón - gritó Harry por culpa de su alergia al polvo tirando las cenizas lo más rápido posible - ah.. - gritó mientras era teletransportado a una velocidad vertiginosa como si estuviera en una lavadora ultra rápida que provocaba que se marease - ¿donde estoy? - se preguntó asustado al ver que estaba en una tetrica tienda oscura que le dio miedo y entonces su cara se desformó dando paso al intro
(¯`•._.• Callejón Diagón •._.•´¯)
Al salir de la chimenea vió que se hallaba en un extraño lugar, el cual tenía una pinta tan tétrica que no podía ser el callejón Diagón, sobre todo por que no tenía pinta de callejón y no había nadie esperándole en aquel lugar.
- ¿Donde estoy? - se preguntó asustado al ver que estaba en una tétrica tienda llena de articulos que parecían sacados de películas de terror mientras se sentía observado por alguno de esos artículos o por alguien que estaba en aquella tienda - ¿hay alguien ahí? - preguntó sin obtener respuesta alguna
Así que salió de ahí y empezó a caminar por una tétrica calle llena de gente siniestra en busca de los Weasley. Mientras tanto en otro punto del callejón Diagon, Cedric Diggory estaba comprando lo que iba a necesitar para el nuevo curso cuando de repente tuvo una extraña sensación de angustia, la cual no había sentido desde hace mucho y se vió impulsado a buscar su origen, pues presentía que ese era su destino.
- Dios mío esto está lleno de gente rara - pensó Harry asustado mientras caminaba entre magos y brujas que vestían de negro y tenían un aspecto lúgubre, el cual se debía a sus verrugas y otras imperfecciones - tengo que salir de aquí
- ¿Que es esto que estoy sintiendo? - se preguntó mentalmente Cedric mientras andaba guiado por un fuerte instinto que parecía llevarle a ninguna parte
- ¿Que es esta sensación que tengo? - pensó Harry al sentir que le invadía una extraña sensación de paz la cual se mezclaba con la sensación de miedo provocando que se confundiera aún más
- Siento como si algo me esparara a la vuelta de esa esquina - pensó Cedric mientras se dirigía a la esquina a la vez que Harry pasaba por debajo de un cartel que decía... "Callejón Knockturn"
- ¿Que es esto, donde estoy? - pensó Harry al verse en una calle más transitada
- No puede ser, esto es... - dijeron los dos a la vez al reconocer distintas cosas - ay.. - dijo Harry chocar con alguien - tu.. - dijjo al hacer lo mismo justo en la esquina que debía doblar para encontrarse con Harry
Aquí estoy cachondo otra vez, así que ya sabes lo que te voy a hacer..
- Lo siento - se disculpó instintivamente Harry al chocar con lo que parecía ser un guapísimo y elegante chico de cabello rubio platino y ojos azules como el hielo
- Mira lo que me has hecho hacer - dijo aquel chico ofendido mientras se limpiaba la mancha del resfrescante zumo helado de calabaza y menta - mi camisa nueva con lo que ha costado - se quejó aquel chico mientras seguía intentando limpiar aquella horrible mancha
- Yo..., eh.., perdón, no fue mi intención - se disculpaba Harry avergonzado mientras intentaba averiguar donde estaba y por que había tanta gente
- No, no me toques - dijo aquel chico mientras se echaba para atrás para intentar salvar lo que quedaba de camisa de un posible patoso
- Harry, gracias a Merlín que estás bien - dijo Gorge detras suya aliviado de encontrarle
- ¿Pasa algo? - preguntó Ronald preocupdo al ver la cara del rubio
- Vaya vaya si es el mismísimo Draco Malfoy en persona, ¿quien te ha manchado la camisa? - se burlo Fred
- Lo que faltaba, el incestuoso Freddy Weasley tan impertinente como siempre ¿o he de llamarte Fredderick? - se defendió Draco - espero que no te toque en la misma casa que yo, si no te vas a arrepentir - le dijo a Harry antes de irse provocando que este se asustara
Mientras tanto en uno de los callejones que había alrededor del gran callejón Diagon, había una tienda llena de cabezas cortadas y otras cosas referentes a la magia oscura y en esa tienda había una pasadizo secreto por el cual iba una siniestra figura encapuchada, la cul se dirigía a una habitación secreta en la que había varios encapuchados sentados alrededor de una mesa decorada con velas y un elegante mantel rojo sangre.
- Llegó la hora - les dijo en un tono misterioso nada más cerrar la puerta y se sentó en el centro - llegó la hora de empezar de nuevo, de renacer la logia como el ave fénix renace de sus cenizas - dijo mostrando que en su cara llevaba una siniestra calavera la cual hacía de máscara
En ese momento en el callejón Diagon, los gemelos y Ron llevaban a Harry a la tienda Flourish & Blott´s para que se reuniera con la señora Weasley, la cual estaba contenta de verle sano y salvo.
- Será mejor que lo llevéis a que compra la varita, yo me encargo de los libros y de decirle a papá que se encargue del resto - dijo mientras sacaba su magofono, el cual tenía pinta de antiguo
- Ven Harry, mamá se ocupe de esto, tú te tienes que encargar de lo más importante - dijo Fred y lo sacó de allí
- ¿Adonde me llevais? - preguntó Harry preocupado y entonces vio un cartél que decía "Olivander´s" - ¿una varita, para que quiero yo una varita? - se preguntó Harry en voz alta
- Eres mago ¿no? - le preguntó retoricamente George
- Pues los magos necesitan una varita - terminó de decir Fred - buena suerte Harry - dijeron los dos a la vez y le hicieron entrar solo
Olivander´s era una pequeña pero elegante tienda de la cual emanaba una cierta magia que te atraía hacia el interior a base de curiosidad, o eso pensó Harry nada más entrar por la puerta de aquel misterioso lugar. El cual estaba repleto de minusculas cajitas las cuales parecían ser parte de la decoración de la tienda.
- Hola, ¿ahí alguien ahí? - preguntó Harry al ver que no había nadie
- Ya sabía yo que tendría alguna otra visita - dijo un misterioso y agradable anciano mientras aparecía desde las estanterías de atrás - ¿quien eres tu? - le preguntó - va no importa, lo importante es buscarte una varita mm.. a ver.., el tono de piel, los ojos.. mm, ¿que tal esta? - añadió y se fue a buscar una varita tras examinarle - ¡vamos agitala! - le dijo al ver que no hacía nada
- Ah.. ok - dijo Harry y la agitó provocando que una pequeña lámpara se rompiera en mil pedazos
- ¡No!, esa no, esa definitivamente no es, aver.. - dijo el dependiente frustrado y se puso a sacar varitas hasta que Harry probó tres varitas totalmente diferentes - que cliente más difícil, ¿cual será la varita adecuada? - pensó aquel anciano sin saber cual sería la adecuada para probar definitivamente
Entonces Harry miró a su alrededor para no aburrirse y en ese momento se sintió atraido por una misteriosa varita, la cual estaba expuesta en una pequeña vitrina, así que se acercó sin fijarse en la placa dorada que había fuera y sin saber que aquel anciano le estaba observando en ilencio y cuando tocó la vitrina la varita, esta empezó a emitir una débil luz.
- ¿Es posible? - se preguntó aquel anciano y se dirigió a la vitrina para sacarla de su elegante prisión de cristal
- Perdón, yo no me fije en lo que estaba.., yo solo.. - intentó disculparse Harry, pero en ese momento el anciano le dió la varita, la cual comenzó a brillar en cuanto Harry la tocó
- Curioso, muy curioso - se dijo aquel anciano al ver la reacción de la varita, la cual había elegido a su dueño
- Esto.., ¿que es curioso? - le preguntó Harry con curiosidd ante la reacción del anciano
- Nada nada y no tienes por que pagarme, esta es gratis - se excusó aquel anciano para que se fuera - se dice que cada varita escoge a su mago, pero creo que esta a reconocido a su dueño.., ¿puede ser verdad? - pensó en voz alta y miró hacia la placa de la vitrina, en la cual ponía "Varita de.. Henry James Potter Evans"
Estoy cachondo te voy a tras tras
Varios días después, Ginny tenía su primer día de clase en un internado para brujas que se preparaban para ir a un instituto de magia. Así que el señor Weasley y sus hijos y llevaron a Harry a la estación King Cross para coger el tren del instituto, el cual se hallaba en el andén 9 & 3/4 y a ese andén solo se podía llegar de una forma.
- Venga Harry, tú primero - le dijo el señor Weasley mientras este se ponía delante de aquella inmensa columna hecha a base de ladrillos y cemento
- Recuerda esta, solo tienes que ponerte entre los andenes 9 y 10 y correr con decisión para atravesar el muro, venga sin miedo - recordó que le dijo la señora Weasley - ah.. - gritó dentro de su mente para darse valor mientras corría y sin darse cuenta había llegado - ¿esto es? - se preguntó maravillado al ver el magnífico tren
- Venga Harry o si no vamos a perder el tren - le dijo Fred mientras lo apartaba para que pudieran pasar los demás
Así que uno a uno fueron llegando y caminaron entre la multitud de magos hasta que llegó el momento de la triste separación y se subieron al tren para viajar rumbro al mejor instituto de magi de la zona mientras que el señor Weasley se quedaba en el andén para despedirse.
- Adiós Mary Poppins, ¡vuelve pronto! - se oyó que decía una voz mientras el señor Weasley se despedía enérgicamente cuando salió el tren
- Uy perdón, lo siento, pero tenemos problemas técnicos y no podemos seguir la emisión, así que les narraré el final - informó el autor del fic - así que el señor Weasley solo pudo despedirse mientras con tristeza veía como el tren se alejaba rumbo al instituto Hogwarts, fin - narró al final del capítulo