Mientras que en otro lugar del gran colegio, cierto pelirrojo estaba preocupado por la desaparición de su amigo, así que empezó a buscarle, llamándole a voces cada vez que tenía la ocasión y sobre todo cuando sus pulmones se lo permitían, cuando de repente se encontró con sus incestuosos hermanos gemelos, los cuales iban agarrados de la mano y parecían tramar alguna nueva maldad. Pero eso poco le importaba, pues ya los conocía muy bien.
- Fred George, menos mal que os encuentro - dijo aliviado de encontrarles - un momento, ¿a donde vais? - preguntó con curiosidad al verles cogidos de la mano
- ¿Nosotros? - preguntó George asombradamente indignado - no, a ningún sitio, ¿por que? - siguió Fred mientras solataba la mano de su hermano para evitar ser descubiertos por su hermnito
- Ya.. - respondió Ron irónicamente - eh.. ¿por casualidad no habréis visto a Harry por ahi? - les preguntó como quien no quiere la cosa
- ¿A Harry? - preguntó Fred mientras miraba a su gemelo como preguntándole - no, ¿por que? - No, por nada - inventó Ron - bueno, será mejor que cada uno vaya lo suyo y yo os deje on lo vuestro, aunque ya sabéis.., lo que se haga en Hogwarts no significa que no se pueda saber afuera - les soltó a sus travisos hermanos con una sonrisa maligna
- Lo mismo va para ti hermanito, lo mismo va para ti - masculló Fred en el mismo tono y cogió a su hermano de la mano - venga vamos, la noche es joven y nuestros cuerpos se mueren de placer - le usurró a su gemelo mientras le llevaba escaleras arriba para ya sabéis que
Mientras tanto en algún lugar del mundo mágico había un intrépido e imprudente joven investigador de pelo rubio y ojos verdes, que había descubierto una puerta falsa en la sombría pared. Era una entrada secreta a un oscuro pasadizo, el cual estaba débilmente iluminado por unas antorchas, las cuales le incitaban a seguir adelante.
Así que llevado por su instinto el joven investigador siguió con cierto temor aquel oscuro camino hasta que vio las sombras de dos siniestras figuras proyectadas en la pared.
- Mierda, tengo que irme de aquí antes de que me vean - pensó aterrado al ver como las sombras se acercaban hacia donde estaba él - tengo que esconderme rápido, piensa piensa piensa - siguió pensando con temor de ser descubierto por aquellas sombras y sin querer accionó la alarma, así que salió corriendo
- ¡Muerte al intruso! - gritarón los encapuchados y se dirigieron hacia donde él se hallaba mostrando que llevaban en su rostro una máscara en forma de calavera y empezó el intro
(¯`•._.• La trampa •._.•´¯)
En ese momento el profesor Snape se hallaba en su despacho y se disponía a estructurar su siguiente clase de forma que pudiese torturar un poco a sus endebles alumnos, pues creía que era el mejor método para educarles. Cuando de repente, fue interrumpido por cierto fantasma burlón, el cual era odiado hasta por el mismísimo profesor Snape, pues siempre sabía lo que decir para ser hiriente.
- ¡Snivelus! - gritó el fantasma alrmándolo a la vez que provocando que se enfadara como siempre - digo profesor Snape...
- ¿Que es lo que quieres Peeves? - le preguntó Snape irritado, pues aquel no era el momento, además de que no lo aguantaba y eso le provocaba dolor de cabeza
- Perdóneme, pero pensé que debía informarle de que hay una fiesta en la torre Gryffindor mi señor - anunció Peeves esbozando una maligna sonrisa al ver la reacción del siniestro profesor
Mientras tanto el joven investigador pudo infiltrarse sin ser visto gracias a que pudo hacerse con uno de esos siniestros trajes que convertían a cualquiera en una inquietante sombra que se mueve deprisa entre silenciosos pasillos hasta llegar a donde pueda escuchar lo que no puede ser oido. Y eso es lo que hizo.
- ¿Que querrán estas personas? - se preguntó mentalmente desde su escondite sin saber que alguien se acercaba por detrás suya para después taparle la boca con una mano
- Shh.., tu y yo sabemos que no deberías estar aquí, así que será mejor que cooperes - le susurró aquel tipo mientras se apretaba contra él haciéndole sentir algo duro en la raja del culo
- Dios mío, este tipo pretende violarme - pensó alarmado el intrépido aventurero
En ese momento llegó el encapuchado que faltaba y se sentó en el asiento que debía ser del jefe, por lo tanto eso es lo que era y con su llegada se daba por iniciada la siniestra reunión.
- Os he reunido hoy aquí, por que me han informado de que ya falta poco para que termine la construcción del templo - informó el jefe desde la oscuridad de su capucha - tras varios largos años de dura espera, al fin ha llegado el momento de empezar con los preparativos - siguió diciendo con solemnidad
Mientras tanto el intrépido espía era llevado por aquel tipo a un tipo de armario para poder darle una más que intensa lección por haberse infiltrado para enterarse de cosas que no iban con él. Cosa que iba a saber pronto, pues aquel hombre si sabía como tratar a los espías o en este caso lo que creía que era voyeur.
- Te voy a enseñar lo que le pasa a los intrusos - le dijo aquel tipo con una fingida voz grave la cual se parecía a la de Christian Meier y empezó a acariciarle y a frotarse contra él
- No por favor, me iré y no diré nada de lo que he visto, se lo juro, pero no me haga nada - rogó aquel chico asustado
- Mirate, pero si solo eres un chiquillo - dijo aquel hombre de brazos fuertes y porte viril - y a mi me gustan los chiquillos - le suurró al oido provocando que sintiera aún más miedo antes de empezar a besarle en el cuello
- No, porfavor, déjeme - dijo aquel chico con lágrimas en los ojos al ver que aquel hombre pseaba la lengua por su cuello - ¡suélteme! - gritó mientras conseguía empujar a su agresor
En ese momento recibió una fuerte bofetada que lo tiró al suelo de forma que parecía una mujer en apuros de estilo sexual. Lo cual parecía excitar a ese hombre lo suficiente como para no controlar su erección, pues en su mente retorcida le encantaba poseer a los chicos que parecían ser frágiles y de cierta forma.. "violables".
- Muy bien, tu lo has querido - respondió aquel hombre antes de abalanzarse sobre él para apresarlo con su cuerpo para seguir con sus besos - no, no me ruegues, a mi no me importa que llores o implores, voy a hacerte mío lo quieras o no, así que será mejor que cooperes - le susurró con una voz normal y neutra, la cual reflejaba su deseo tal y como lo haría un poeta
Así que no tuvo más remedio que dejarse hacer por aquel hombre, el cual siguió con sus tormentosos y sensuales besos y caricias hasta que rindió, pues eso era lo que aquel hombre quería, que se rindiera a sus deseos para convertirlo en su esclavo sexual y satisfacerse al oirle gemir su nombre. Mientras tanto en la otra habitación, los siniestros encapuchados continuaban con su reunión sin sospechar que a unos pasos, cierto espía estaba siendo bien follado.
- Solo hay un problema mi señor, aún no lo hemos encontrado, mi señor - informó uno de los otros encapuchados
- No te preocupes, lo tengo planeado, este es el año de la reapertura del colegio de magia - dijo el jefe de la secta
- ¿Se refiere a Hogwarts?, es que ¿todo este tiempo ha estado allí? - le preguntó el mismo encapuchado sin obtener respuesta alguna
- Tan solo te puedo decir que ahí encontraremos lo que buscamos, antes de que salga la cuarta y última luna llena estará todo hecho y nada ni nadie podrá detenernos, ¡lo juro! - dijo y al final puso su mano en el centro en señal de juramento
- ¡Lo juro! - dijeron los demás a la vez provocando que se oyese un estruendoso trueno
En ese mismo momento en el colegio Hogwarts, el profesor Snape acababa de llegar a la torre Gryffindor y empezó a castigar a diestro y siniestro al ver la salvaje fiesta que habían montado sin sospechar que había más que eso. Pues hacía tan solo veinte minutos que algunos habían subido al dormitorio para hacer su propia fiesta privada.
- Ahm.. - gimió George al sentir que la dureza de su hermano intentaba entrar en su culo
- Shh.., ¿no querrás que nos oigan? - le susurró su hermano mientras le tapaba la boca para que no gritara - mierda, no entra - mintió Fred mientras apartaba su pene fingiendo resbalarse
- Entonces finjamos que lo has hecho - respondió George con una pícara sonrisa la cual auguraba una buena noche de sexo fingido
Mientras tanto Harry se encontraba ante una puerta doble, la cual abrió de par en par y nada más entrar vió que estaba en una elegante y oscura biblioteca llena de libros o eso podía deducir él al ver que cerca había una estantería con unos cuantos libros.
- ¿Que lugar es este?, tengo que salir de aquí - pensó Harry asustado al ver que le rodeaba siniestro halo de tranquilidad y oscuridad
Así que se dirigió a la puerta para salir de ahí, pero esta se cerró impidiendole salir antes de desaparecer por completo, lo que provocó que Harry se quedara de piedra y se asustara aún más.
- Creo que no debí venir aquí - pensó aterrado al ver que no podía salir de ahí y en ese momento oyó un ruido - hola, ¿hay alguien ahí? - preguntó asustado de saber que no sabía nada, pues nada se podía ver o intuir en aquel lugar
- Te estaba esperando Harry Evans - dijo Cedric mientras aparecía desde detrás de la estantería
Entonces chascó los dedos provocando que se encendieran las luces a la vez que salía una enorme sofá mientras se ocultaban las estanterías convirtiendose así en una sale más amplia y sotisficada.
- ¡Bienvenido a la sala de los menesteres! - exclamó dándole la bienvenida magistralmente terminando así el capítulo