Al día siguiente Cedric se encontraba mirando como aquel chico dormía placidamente y se deleitó en aquellos labios que hace apenas unas horas había degustado salvajemente mientras daba sus últimas embestidas, las cuales hicieron que soltara toda su leche en el interior de aquel culo que ahora era suyo y de nadie más o eso es lo que pensó mientras escribía su nota de despedida para después depositarla en la cama con cuidado.
- Fue un placer hacerte mío y será un completo placer volver a tenerte Harry Evans - pensó Cedric antes de irse mientras en su boca se dibujaba una siniestra sonrisa que auguraba mucha diversión en un futuro cercano
Mientras tanto en otro lugar del mundo mágico había una bonita mansión de estilo rural y en esa mansión vivía cierto semental el cual vestía pantalón vaquero y una camisa blanca que casaban perfectamente con su musculoso cuerpo, además de su pelo rubio y unos penetrantes ojos azules como el mar, los cuales tenían una inquietante expresión de furia que parecía augurar el fin del mundo.
- ¡Encuentralo ya! - gritó desesperado antes de colgar - te voy a encontrar sea como sea y te voy a hacer.., mi esclavo sexual - pensó mientras se deleitaba en sus más pervertidos pensamientos
Mientras tanto la cama en la que se encontraba Harry estaba bañada por unos rayos de sol que emanaban del hechizo que hizo Cedric, despertandole de la manera más natural posible. Cuando despertó vio que delante suya había una ingeniosa y perfecta maquinaria, la cual estaba terminando de hacer un más que delicioso desayuno continental a la vez que Harry encontraba la nota que le dejó Cedric.
- Siento haberme ido así de rápido sin poder hacerte gozar otra vez, pero tenía que hacer algo importante, te dejo tus materiale escolares para que puedas disfrutar del maravilloso desayuno continental antes de que vayas a clase - leyó atentamente Harry unos minutos después mientras desayunaba - pd: fue un placer metertela en ese agujerito que tienes y solo por eso algún día te daré una más que agrdable sorpresa, ya nos veremos - siguió leyendo
- Siempre tuyo Cedric Archibald Diggory - terminaron de leer los dos a la vez en distintos tiempos a la vez que en distintos sitios y empezó el intro
(¯`•._.• Esclavo sexual •._.•´¯)
Dos días después había una espesa niebla en las calles de Londres, pero eso no impidió que el imprudente joven que iba de investigador la otra noche se armara de valor para salir a la calle y dirigirse hacia el periódico para el que trabajaba. Era tan espesa la niebla que al salir se vió sumergido en una tetrico ambiente que le dió miedo, pues sentió que le seguía una misteriosa sombra.
- No sé por que, pero lo siento, siento que alguien me observa.. desde alguna parte - pensó mientras caminaba con cautela al sentir que alguien le observaba através de la espesa niebla ¿Hay alguien ahí? - preguntó asustado al ver una misteriosa - no te tengo miedo - dijo aterrado para que se fuera sin obtener resultado alguno, ya que aparecieron más
En ese momento quiso correr pero la niebla era tan espesa que su cuerpo se paralizó del miedo y lo único que pudo hacer es alejarse de aquellas siniestras figuras que se le acercaban, acorralándole contra una pared como si fuera un animalito en peligro de extinción que lo único que quiere es sobrevivir.
- ¡No! - se oyó su grito provocando que las pocas personas que pasaban cerca se aterraran de solo oírlo
Mientras tanto Harry seguía sin saber nada de Cedric, pero eso ahora no le importaba, ya que acababa de tener un desagradable encuentro con cierto rubio de mirada gélida, el cual provocaba que le hirbiera la sangre cada vez que lo veía.
- Ey Harry, ¿qu tal? - le saludó amistosamente Fred desde atrás de él nada más verle - eeoo, Harry
- Shh, ¿no ves como está? - le riñó su hermano gemelo para que no siguiera hablando - ¿estás bien? - le preguntó a Harry nada más llegar junto a él, haciéndole ver su preocupación
- Si, es solo que me lo he vuelto a encontrar, ya sabéis de quien os hablo, el muy.. - les explicó Harry lo más calmadamente posible puesto que de solo hablar de él le volvía a hervir la sangre de la ira que le entraba
- Draco - dijeron los gemelos la vez - cuéntanos ¿que pasó? - dijo George intrigadamente preocupado
- Ey chicos, acabo de.. - oyeron que decía una voz familiar detrás de los gemelos - ¿que es lo que pasa?, ¿Fred?, ¿George? - le preguntó sus hermanos preocupado al ver que no contestaban a la vez que se acercaba cada vez más y entonces lo comprendió - ¿estás bien Harry? - dijo dirigiéndose hacia su amigo, el cual era la fuente del mar de preocupaciones
- No es nada, no te preocupes, ¿como estás tu?- inventó Harry para evitar que el negativo ambiente fuera a más
En ese momento el joven periodista empezó a despertarse y al abrir los ojos vió que estaba en una habitación que no conocía y que estaba repleta de lujosos muebles de madera estilo clásico, los cuales tenían un magnífico color caoba que dejaba ver todos los detalles de la beta original y casaba perfectamente con esa elegante pared color beige anaranjado, la cual tenía decoraciones de marfil que imitaban perfectmente a la piedra.
- ¿Donde estoy? ¿que lugar es este?, Dios mío, tengo que salir de aquí - pensó preocupado al ver que se hallaba en una elegante habitación, lo cual significaba que era la víctima de un más que pervertido millonario - que raro - pensó unos segundos después l intentar abrir la puerta y ver que estaba abierta
Así que salió sigilosamente de ahí y empezó a caminar en busca de la salida, pero a medida que caminaba fue comprobando que no era tan fácil salir de ahí, pues la casa iba cambiando la ubicación de los pasillos a su antojo provocando que acabara entrando sin querer en un lujoso despacho, el cual comprendió que debía de ser del dueño de la casa.
- Mierda, tengo que salir de aquí - se dijo mientras se dirigía otra vez a la puerta sin saber que ahí le esperaba su misterioso captor - tú - dijo al reconocerle tras chocar con él
- Mmm.., no sabía que ya era hora de repetir - dijo aquel tipo con una sonrisa que derretía a culquiera, pues estaba hecha de aquella boca que daban ganas de explorar en un más que apasionado beso
- ¿Que quieres de mi? - preguntó el chico mientras retrocedía adentrandose cada vez más en aquel despacho
- No, no, ¿que quieres tu?, por que el que estés aquí significa algo Alex Ayaoi - respondió aquel hombre mientras se acercaba a él como si fuera un depredador que se acerca a su presa
- Esa voz.. - pensó Alex al oir la suave voz de aquel hombre, la cual pretendía entrarle por los oídos para adormecer sus sentidos con deseos de placer y pasión - ¿como sabes quien soy? - preguntó alarmado por el simple hecho de que aquel hombre le conociera
- Simplemente lo sé, al igual que sabía que serías mi escalvo sexual y mirate, estás aquí - siguió diciendo mientras terminaba de acercarse a él hasta acorralarle contra la pared - shh.., te va a gustar mi amor, yo sé que te va a gustar.. - le susurró sensualmente al oído antes de empezar a repartirle pequeños besos
Mientras tanto Cedric iba por otro camino, un camino secreto que solo él conocía y llevaba directo a la sala de los menesteres, lugar en el que se reuniría con Draco para presentarse mutuamente a sus esclavos sexuales.
- Llegas tarde - le saludó Draco fríamente nada más verle llegar para dejar ver su enfado por la tardanza de su amigo
- Si, lo sé, estaba en clase terminando unos preparativos sin que me viera el profe, ya sabes, por eso tardé en excusarme para salir - le explicó su amigo Cedric
- Y bien, ¿donde está tu esclavo sexual? - preguntó Draco con impaciencia pues tenía ganas de empezar
- Ah eso.. - respondió Cedric con una maligna sonrisa mientras chasqueaba los dedos provocando que Draco se intrigara aún más
En ese momento Harry se había despedido de sus amigos y se dirigía`por los pasillos de Hogwarts en busca de un lugar tranquilo en el cual pudiera pensar, cuando de repente sintió que le ardía levemente el cuello, como si tuviera algo que le molestara e irritara en cada parte de su cuello y entonces pum, apareció un extraño humo color lila que le transportó a algún lugar desconocido.
- ¿Donde estoy? - pensó Harry asustado al ver que no estaba en el pasillo - no puede ser.. esto es..- pensó inmediatamente al reconocer aquel elegante lugar mientras que con la vista buscaba al culpable de que estuviera ahí
- Tú - dijeron Harry y Draco a la vez al reconocerse
- Tengo el placer de presentarte a.., mi esclavo sexual - dijo Cedric con una sonrisa maligna a modo de presentación justo al final del capítulo