22/ Agosto.
El primer día de clases en la escuela preparatoria y eso a Sanji le traía un muy buen humor, por fin comenzaría a cursar su ultimo año y después estudiar la licenciatura en gastronomía, sentía tan cercas el poder cumplir uno de sus mas grandes sueños.
Por otro lado, para el peli verde no era de la misma opinión que el rubio, tenia que volver a la monotonía de levantarse muy temprano y tener una actitud de "matadito", Zoro podía parecer un desobligado y un perezoso pero la realidad no era así, asistía desde hace bastante tiempo a practicas de kendo pero no podía asistir a torneos si llevaba pésimas calificaciones, esto era una condición que había puesto la escuela al tener un alto prestigio.
Como si ambos tuvieran sincronizados, salieron a la misma hora de sus respectivas casas y se fueron juntos hacia la preparatoria lo cual era favorable para el peli verde pues tenía una pésima orientación, eso el rubio lo sabía aun que Zoro no lo admitiera, ¿Como lo supo?
---- Dos semanas atrás... ----
-Oe... Marimo -decía el rubio desde la cocina mientras preparaba el desayuno, pues desde ese día habían llegado a un acuerdo entre los dos, Zoro cortaría el césped cada que se necesitara de ambos patios delanteros y regaría el mismo cada dos días, Sanji prepararía las tres comidas del día para ambos todos los días y acepto tal trato ya que así no sentía que correría el riesgo de que la casa del vecino se quemara y por ende la suya también al estar pegadas ya que entre casas no había algún espacio; un día salió humo negro de la casa del peli verde por que intentaba cocinar y eso fue solo un pequeño susto, no quería pasar por otro de nuevo y además como futuro chef estaba gustoso por eso, cocinar era su pasión -- me llevaras más tarde al centro comercial, necesito ingredientes y casi no conozco la cuidad... - daba vuelta a unas tortillas españolas el joven cocinero.
- ¿Ha?, el tren te llevara rápido, no es tan complicado...puedes ir sin mi - decía el peli verde desde el sofá de la sala mientras miraba la t.v.
- He dicho que me llevaras y fin de la discusión maldito musgo, además son ingredientes para los dos y así que me ayudaras a cargar - el rubio terminó de preparar el desayuno y llevó todo a la mesa (cubiertos, platos servidos, jugo y demás).
- tch... ya que - rodo los ojos y había chasqueado la lengua, eso de ir de compras no le agradaba del todo pero debía admitir que su vecino tenía razón.
Después de desayunar, ambos jóvenes se diriguieron al tren que estaba a 6 cuadras de sus casas, pero el peliverde dio vuelta errónea lo cual no debieron hacer pues el tren estaba todo derecho, el rubio sabía eso ya que tomaba el tren a casi diario para ir al trabajo.
- ¡¿A donde carajos vas?! el tren no esta en esa dirección - ¿Como alguien se podía equivocar de ruta en línea recta?, ahora el cocinero conocía a la persona que si era capaz de eso.
- ¡Las malditas calles se mueven!... ¡No es mi culpa.- emitió un gruñido.
- ¡Esa es la excusa mas estúpida que jamás había escuchado!, ¿Por que mierdas no me digiste desde un principio que no me llevarías por que no sabes llegar? - el rubio estaba mas que molesto.
- ¡¿Que?!, ¡No es ninguna estúpida excusa!, ¡Claro que se llegar! -emitió otro gruñido, estaba igual de molesto, claro que "sabía llegar" por así decirlo pues conocía las estaciones del tren y en cual bajar así como también conocía nombres de calles, pero a veces confundía el lado correcto hacía cual ir, como un niño pequeño que llega a confundir el norte con el sur, izquierda con derecha y así.
- ¡Eres un estúpido marimo! ¡Ni siquiera sabes donde esta el tren!.
Discutieron por casi todo el día, Sanji pidió informes a un locatario de la zona y solo así habían llegado al centro comercial, si no fuera por él de seguro estarían perdidos y no hubieran echo las compras de la semana.
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22/ Agosto.
Llegaron 5 minutos antes de que la campana de la escuela sonara, Zoro se había sentado en la ultima fila en el ultimo asiento ya que decía que de esa manera podía tomarse ratos de "relajación", por otro lado, Sanji no era de la misma opinión pero para su mala suerte ya estaban todos los asientos ocupados para cuando llegaron y solo los asientos de hasta atrás estaban desocupados, aun que por fortuna, si así se le puede decir, había un lugar vacío delante del peli verde y que aun que no fuera casi nada de diferencia por un lugar pero lo prefería a que los profesores pensaran que era de los típicos que querían estar alejados por el poco interés que tenían por estudiar, así tal como Zoro.
Las clases pasaron con tranquilidad y sin que los profesores dejaran tarea, tal vez ese dia llovería, bueno es un decir, es una en un millón que un profesor no dejara una tarea en el primer día, bueno mejor para todos. Pasadas las primeras clases, la hora del almuerzo llego.
- ¡Zoro!... - un chiquillo entro al aula del mencionado, tenía una sonrisa de oreja a oreja, una pequeña pero visible cicatriz se encontraba bajo su ojo izquierdo, a leguas se notaba que era un joven hiperactivo; se acerco al peli verde - ¡vayamos a la cafetería!... -le jalaba del brazo, mas que una propuesta parecía una orden.
- ¡Oh! Luffy... no iré a la cafetería, traigo mi propia comida - desde ese día Zoro llevaría su comida y todo por el trato que tenía con el rubio, mostró su desayuno al pequeño hiperectivo.
- ¡Who! Eso se ve delicioso...- babeaba, Luffy amaba por de sobre manera la comida y principalmente la carne, si entrara a un concurso de comida sería de seguro el que ganaría; estiro con rapidez el brazo y robo un trozo de costilla agridulce, al probarlo le brillaron los ojos - esto es demasiado rico.
- ¡¿Que?!...¡Joder! Luffy ¡No hagas eso!
- ¿Ha? Zoro no seas egoísta- hacia un puchero el peli negro.- debes compartir algo tan delicioso - de nuevo le brillaban los ojos y babeaba.
Sanji se mantuvo observando toda la escena y para que negarlo, se sentía curioso por saber que diría el monillo por su comida y de forma indirecta había sido un halago.
- No es necesario todo eso... - el rubio intervino en la conversación para mostrar su propio almuerzo y compartirlo con el peli negro - solo por esta vez.
- ¿En serio?, se ve igual de delicioso...
- Eso es por que cocino él el desayuno de ambos -decía sin mucho interés el peli verde.
- ¿Ha? ¿Desde cuando viven juntos? Oh! Por cierto soy Monkey D Luffy - se presento ante el nuevo estudiante.
- Soy Sanji y no vivo con el cabeza de musgo, somos solo vecinos...- decía con el mismo poco interés que el otro.
- ¡Oh! Que bien... Ahora tendremos deliciosa comida ¡shishishi! - reía ligero y daba por echo que él también tendría un desayuno como el de su amigo todos los días.
- ¿Pero que carajos?, ¡No des algo por echo estúpido! ¡Ni una mierda te traeré comida! -si su intuición no le fallaba y por la cara que ponía el monillo, algo le decía a Sanji que Luffy era de un apetito insaciable.
- ¿Ha? ¡Por favor Sanji!...- de repente ya estaba colgado del brazo del mencionado- tu comida es rica - hacia un puchero para tratar de convencer al joven cocinero el cual al parecer estaba surtiendo efecto, así era el menor, tenía ese poder de convencimiento, por eso Luffy tenia tantos amigos.
Sanji suspiro derrotado - de acuerdo... ¡Pero! tendrás que aportar para los ingredientes.
- ¡Genial! ¡Claro!... ¡Woho!, bueno me voy a la cafetería, tengo que ver a mi hermano, ¡Nos vemos! -sale disparado.
- No sabes lo que acabas de hacer - niega Zoro con la cabeza.
- Que mas da, sere chef y me dedicaré a alimentar a todo el que tenga hambre.
- Como quieras...- ignoraba al rubio para comenzar a comer.
- Oe! Marimo... ¿Por que nunca me dijiste que tu prima estudiaba aquí?
- ¿Prima? - Zoro ante esa pregunta inevitablemente miraba de nuevo al rubio, enarco una ceja. - ¿Que parte de "vivo solo" no entiendes?, no tengo ningún familiar en esta escuela... -de repente estaba hablando solo pues Sanji había salido disparado hacia la chica de la cual se refería, se estaba portando como todo un acosador, giraba el rubio al rededor de la chica y tenía una cara de estúpido enamorado - mierda...- decía entre dientes.
- Buenos días hermosa dama, es un gran privilegio tener a tan bella damicela en esta aula y... - fue interrumpido por el peli verde pues de la nada le había jalado de la muñeca para salir del aula. - ¡¿Pero que mierdas te sucede marimo?! ¿Que no vez que...
- No hables con ella - decía con total seriedad el peli verde, ¿Por qué? ¿Celos o algo parecido? Para nada o eso decía él.
- ¡Suéltame joder! - no le soltó, pero por lo menos se habían detenido.
- Monet no es de confianza, será mejor que te andes concuidado - Zoro desconfiaba de la chica y es que desde hace un tiempo había obtenido cierta información de ella y no eran nada buenas sus acciones, incluso intuía que era peor de lo que su mente pudiera imaginar.
- ¡¿Ha?! ¿Que estupideces dices?, ¡No hables así de una dama!... Te debería partir el culo por decir tal atrocidad -el rubio se soltó con brusquedad del peli verde.
- ¡joder! Si así lo quieres ¡bien!, pero no digas que no te lo advertí... - se fue echo una furia, quería hacer algo bueno por el rubio y ¿Que recibió? Solo insultos y hasta una amenaza, si Sanji quería acercarse a Monet ¿Por que debería interferir?, si se metía en problemas ese sería problema del cocinero, pero aun asi se sentía inquieto, algo no iba bien en él.
----- En otro lado de la escuela----
- Joven amo - la chica peli verde hablaba por celular a quien parecía ser su jefe - lo encontré... ¿Empleamos el siguiente paso? - ensanchó una maligna sonrisa y se relamió los labios.
-fufufu... Espera, solo siguelo de cercas, pronto llevaremos a cabo la siguiente faceta, muy bien echo Monet - dicho eso el jefe de la peliverde, termina la llamada.
- Seguir a Kuroashi... será una labor sencilla, tiene un punto debil - se dice así misma la chica para luego regresar a su aula que momentos atrás había dejado para hacer la dichosa llamada.
--------- En otro lugar de la cuidad -----
- Al fin tengo la llave... - decía un rubio bastante alto que llevaba un peculiar abrigo de plumas rosas, sonrío con amplitud.- esta vez no hay quien te salve Kuroashi Sanji.
- Eres un maldito enfermo Doflamingo... - un hombre peli negro con una cicatriz que le cruzaba la cara y que fumaba un puro era quien hablaba.
- ¿Mmh?... Croco-chan no te pongas celoso, solo será mi diversión pasajera, mi total atención esta en ti...- abrazaba por la espalda al mencionado aquel hombre rubio.
- ¡Maldito bastardo! No me interesa... solo quiero mi pago - intentaba soltarse del agarre del rubio pero este tenía bien sujeto a Crocodile.
- Ten paciencia, muy pronto tendremos lo que tanto hemos estado buscado...
Doflamingo no tenía buenas intenciones con Sanji, ¿Que es lo que exactamente quería del joven cocinero?, quien sabe pero algo era seguro, la tormenta del rubio menor volvería a susitarce y eso no era nada agradable, tal vez el infierno que alguna vez vivió sería esta vez aun peor, en definitiva, el cocinero estaba maldecido y por culpa de sus padres de lo cual él ni sabia.
"No existe el infierno como la gente cuenta, afirmo con mi vida que el infierno esta aquí donde ahora vivimos"