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Painful love por Jesica Black

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Capitulo XIII: Amores que frustran

 

                Dégel, acompañó a Kardia, con sus casi cinco meses de embarazo hasta la casa que solía habitar éste poco más de tres años atrás. Aún seguía manteniendo ese misticismo que la albergaba, ese aroma muy particular. Según le contó su hermano Milo, Miranda (madre de Milo) había abandonado el hogar hacía varios días y dado al poder que tenía Aeneas sobre la ciudad, era imposible que le quitaran la custodia del menor de los Antares, por lo que se fue con ‘el rabo entre las patas’ como se diría en la jerga popular. Dégel ingresó a la mansión pasmado por su grandeza, varios pasillos decoraban los costados de las salas, unas enormes escaleras con barrote enchapado en oro, mármol blanco y lustrado que decoraban los pisos.
El aroma de por si era maravilloso. Kardia le extendió la mano y ambos subieron hasta el último cuarto del pasillo, donde había una chapa dorada con el nombre del mayor de los Antares tallado a mano. Al abrir, se encontró con un cuarto de adolescente, empapelado de imágenes de autos, paisajes y mujer en bikini.
Inmediatamente el peliazul se puso encima de una silla y buscó la caja que se encontraba arriba del armario, mientras Dégel se sentaba en la cama acariciando su vientre observando todo allí, a simple vista la habitación lucía normal.

–¿Haz pensado al final si quieres vivir conmigo? –preguntó Kardia bajando una caja bastante pesada y repleta de juguetes, la apoya en el escritorio; Dégel se levanta.

–No quiero que mi hijo se eduque en un lugar donde cuya habitación de padres está repleta de látigos y juguetes sexuales –gruñó, Kardia sonrió de costado.

–Puedo sacarlos, es obvio ¿no? La casa ya no sería de solteros.

–¿Y qué hago con Camus, eh?

–Pues viviría con nosotros, creo que fui claro…. –Dégel se acerca y comienza a sacar los juguetes, mirando con extrema dulzura lo bien cuidado que estaban y que tuvieran el nombre de Kardia escrito con fibrón permanente.

–Aun así, creo que no es buena idea vivir contigo, al menos no por ahora.

–¡Te estoy ofreciendo una familia! ¿Qué más quieres? ¡Eres insufrible!

–¡Tú eres insufrible, Kardia!

–¡No, no, no! ¡Tú eres el insufrible, Dégel! –señaló, Kardia volvía a ser un pequeño en ese cuarto y se comportaba como tal a pesar de estar por cumplir los veintinueve años.

–Dejemos de pelear y pensemos en el bebé un momento ¿quieres? –El menor se acercó a la cama y se sentó, estaba comenzando a tener incomodidades–. Nunca antes estuve embarazado, comienzo a sentirme incómodo.

–Creo que es obvio ¿no? ¿Ya tienes cinco meses? Comienzas a estar gordo….e insoportable –Dégel le echa una gélida mirada que espantó a su pareja.

–Quería preguntarte algo…. –el mayor arquea una ceja–. Tú me haz dicho hace unos meses que yo te gustaba ¿cierto?

–Cierto.

–¿Ese ‘gustar’ podría….evolucionar? –Kardia estaba a punto de caminar hacia él cuando se detiene a mitad de paso–. Quiero decir, evolucionar a un ‘amar’….por ejemplo.

–¿Lo preguntas por el bebé?

–Por el bebé y por iniciar una vida juntos –mira el cuarto con tristeza–. Observo aquí mismo lo que era la vida de un niño bastante triste, que cuyo único interés era estar acá encerrado por horas, sin recibir el abrazo de una madre o el cariño de un padre. Pensé un poco que éste no es el destino que quiero para él o ella.

–Yo no estoy loco como mi papá, Dégel –resopló algo molesto y cruzó los brazos–. Después de un tiempo y ahora que está más tranquilo, me doy cuenta que el amor hizo a mi papá lo que es, tanto amor dirigido al lugar incorrecto.

–¿Amor dirigido al lugar incorrecto?

–Sí, así como el odio dirigido al lugar incorrecto. Papá quería odiar a Miranda y a mi madre, Angeline, y como no podía hacerlo, nos aborreció a Milo y a mí de diferente forma –bufó y se acercó para sentarse junto a él–. Su amor, amor como padre, amor de cualquier forma, lo dirigía a sus libros para dedicárselos a Krest….yo supongo que ese fue su grave error.

–Pero él ya ha muerto….–suspiró–. Bueno eso cre…

–¿Qué hacen aquí? –una tercera voz se asoma, ambos giran para ver a un muchacho allí, con el cabello negro que le llegaba hasta los hombros, lacio, sus ojos verdes traslucían entre sus hebras negras y su ropa le quedaba notoriamente grande. Dégel abrió los ojos de sorpresa, la voz era tan familiar.

–Lo siento, lo siento, vinimos por unas cosas…. –Kardia se levantó un momento–. Soy Kardia Antares, el hijo mayor de Aeneas, usted debe ser….

–Kristense…..–masculló, casi en un hilo de voz mientras sus ojos se dirigieron al muchacho más joven–. Un placer.

–Igual, sólo venimos por unas cosas y nos regresamos por donde llegamos…. ¿eh? –Kardia notó que Dégel le tomó de las ropas y al bajar la mirada observó que éste observba con absoluta intensidad a Kristense, como si estuviera viendo un fantasma.

–Lo siento entonces, pueden continuar –salió de allí de la misma forma que entró, en silencio. Dégel recién cuando lo vio fuera de su panorama pudo recuperar su aliento.

–¿Sucede algo?

–Krest….–murmuró–. Imposible, pero esa voz es indiscutible. Krest tenía una voz particular, además su tono, es claramente francés…..

–¿A qué te refieres? –preguntó y vio a Dégel salir del cuarto abriendo rápidamente la puerta y posicionándose en el pasillo.

Frère –gritó, Kristense se dio la vuelta.

–No conozco a ningún hermano… .–habló y huyó de allí, Dégel se tapó la boca y Kardia salió de su cuarto aun atontado.

–¿De qué hablas? ¿Qué significa eso….fre….bueno eso….?

–Significa hermano, eso quiere decir que él sabe francés…. –suspiró–. ¿Puede ser que Kristense sea Krest? ¿Quién es ese muchacho? ¿Hace cuánto que llegó? –preguntó mientras sostenía a Kardia de su camisa, el hombre no entendía absolutamente nada.

–Pues, según me dijo mi hermano lleva aquí unos pocos días….se llama Kristense y no habla demasiado, es el nuevo amante de papá, no me sorprende que tenga un amante varón, pues salió con tu hermano….

 

                Dégel quedó pensante, ¿ese sería? ¿Era posible? Tal vez estaba desvariando al saber que Krest probablemente ni siquiera era hijo de sus padres, pero que dos medios hermanos vivan en una familia como los Diamond haciéndose pasar por tío y sobrino era bastante particular.

 

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                Estaban ultimando los detalles para la feria y Milo como Camus se estaban probando los trajes que deberían usar. Kanon estaba feliz con su vestido negro, haciendo que más de la mitad del colegio se traumatice por el resto de su vida, inclusive Saga. Mientras que otros como Aioros, que le tocó un papel femenino; o las hadas buenas como Shaka, Afrodita y Mu no se exhibían tanto.
Milo salió del cuarto de baños, sentía que las calzas le estaban apretando sus zonas íntimas y el gorro realmente no le quedaba, estaba completamente de azul y se sentía un  imbécil. Cuando salió Camus todo se silenció, el vestido rosa le quedaba hermoso y hacía tono con el rojo de su cabello, pero no parecía muy feliz, tenía que usar un corset bastante ajustado que le dejaba casi sin respirar.

–¡Debo lucir como un idiota! –se quejó Milo, Afrodita le ayudó a acomodarse mejor la gorra.

–Deberías dejar de quejarte, hay gente que está en peores condiciones, mira a Camus –señaló el muchacho al pelirrojo, quien se esforzaba por respirar.

–Se ve precioso…. –Milo se acercó–. Serás una hermosa princesa.

–Vete a la mierda, Milo.

–¡Oye! Uno intenta ser delicado y tú ahí insultándome –ofendido le miró a los ojos pero no podía más que contemplarlo, aunque el joven se estaba poniendo tan rojo como su cabello.

–Déjame ayudarte con ésto –susurró Shaka mientras aflojaba el vestido–. ¿Mejor?

–Mejor.

–Realmente te ves como una zanahoria –habló DeathMask pero fue pisado fuertemente por Afrodita–. ¡Aaaay!

–Cállate tú, granjero.

–¡No soy un granjero! –Responde DeathMask a su amigo–. Soy uno que tiene ovejas para que coman las flores del reino.

–Bueno, atención todos…..mañana será el gran día y la mayoría de los puestos escolares ya están terminados –comunicó Aioros–. Deben decirles a sus padres que vengan y traigan amigos, así será todo un éxito el festival.

–No creo que papá venga –susurra decepcionado Milo–. Pero si esparcimos el rumor que estará el escritor Aeneas Antares, seguro viene el triple de gente.

–Entonces ¿tú te encargas de esparcir el rumor? –preguntó Aioria a Milo, este bufó.

–¿Por qué no le dan ese trabajo a los gemelitos? Son muy buenos haciendo que todo el mundo se entere de las cosas –les mira, ambos chicos le observaron.

–Tú tienes la culpa por divulgar esas imágenes de Camus, además, Camus nos perdonó porque sabes que no puedes dejar a dos niños traviesos con fotos comprometedoras muy de cerca –Kanon se abraza a Camus quien le mira.

–¿Cuándo los perdoné por eso?

–Debo admitir que las imágenes son reveladoras –murmura Saga.

–¡Bueno, bueno chicos! Ya dejen de hablar de las fotos sexualmente sugestivas de Camus y pasemos a la obra –Aioros comenzaba a cabrearse–. Bueno, el narrador será Ikki, dado que según él no quiere participar en esta mierda de teatro.

–¡A lo hecho pecho! –dijo Ikki, Shaka le da un golpe con el codo–. Aaaagh.

–Shaka, Mu y Dita serán las hadas buenas…. ¿recuerdan sus nombres? Flora es Shaka, Fauna es Mu y Dita es primavera.

–Jajajajajajajajajajajajajaa ¡Aaaay! –DeathMask que había comenzado a reírse por el nombre de Afrodita recibió nuevamente una pisada de parte de él.

–DeathMask es el pastor de ovejas….Milo el príncipe. Camus la bella durmiente, Kanon la bruja mala y Saga con Aioria los escoltas. Yo seré la mamá de la princesa y Aldebarán el papá. En caso que a Milo le pase algo, el remplazante será Shura y en caso que a Camus le pase algo, el remplazante será  Shaka, que como hada solo tendrá unas pequeñas líneas y ya….

–No me habían dicho que remplazaría a Camus… ¿cuándo discutimos eso? ¿Tienes algo que ver, Ikki?

–Ups, se me escapó tu nombre cuando elegíamos suplentes, lucirás muy bien con ese vestido, deberías usarlo cuando nos reunimos para estudiar –sonrió el muchacho, Shaka comenzó a correrlo por todo el lugar, aun con vestido, era bastante rápido.

–De acuerdo, entonces quedamos así, mañana mismo a las 8 nos reuniremos en nuestro salón, volveremos a repasar las líneas; nos cambiaremos y maquillaremos….–sonrió Aioros.

 

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                El día se preparó y el festival comenzó. Dégel llegó muy temprano para ver las instalaciones con Kardia. Aun contra las predicciones, Aeneas fue con su pareja a pasar el día allí, aunque Kristense apenas hablaba y no se había cruzado con el peliverde en toda la mañana. Todo estaba listo para la gran obra. Milo había ensayado durante toda la noche y se encontraba ya en el salón con una gran sonrisa. No tardaron nada en los ensayos y se dispusieron a bajar las escaleras.

–Milo, ten cuidado, tienes tus agujetas desatadas –murmuró Aioria mientras bajaba con su compañero Milo, quien ayudaba a cargar una caja.

–Tranquilo leoncito, no me pasará nada –susurró y dio un paso hacia atrás en las escaleras trastabillando y cayendo al menos siete escalones de cabeza.

–¡MILO! –gritó y corrió hacia él, no solamente se había lastimado el cuerpo e inclusive el brazo, sino también se le había caído la caja encima–. ¿Estás bien?

–Aaaagh, me duele el brazo, me duele…..–se quejó, todos inmediatamente fueron a socorrerlo.

–¡Milo! No puedes actuar así…–susurró Aioros ayudándolo.

–¡Claro que actuaré! Aunque tenga que arrastrarme por el escenario actua-…aaaagh….–se tomó nuevamente del brazo.

–Creo que estás lesionado, Milo–susurró Camus–. Tienes que ir a la enfermería.

–¡En media hora empieza el show! No iré a la enfermería aho-…..aaagh….–Camus niega con la cabeza.

–Tú irás a la enfermería. DeathMask, ayúdalo a ir, nosotros tenemos que seguir con ésto –habló Aioros–. Shura, ponte el traje de Milo, eres el nuevo príncipe.

–Espera ¿qué? –Shura, quien aún estaba con el libreto en la mano, se sorprendió al saber que sería al fin el remplazo de Milo.

–Te tocará hacer del príncipe…..vamos, vayan a cambiarse todos….

 

                Milo entre quejas fue arrastrado a la enfermería donde fue vendado, no haría la función y agradecía (ironía) a Aioria el que hubiese tenido que pedirle ayuda para cargar esa maldita caja o al menos le hubiera avisado antes sobre sus zapatillas.
Dégel tomó un lugar privilegiado entre la gente y Kardia se puso justo al lado, de vez en cuando le tocaba el vientre con cariño, cosa que su amigo agradecía. A Pocos metros se encontraban Aspros y Deuteros comiendo pochoclos y esperando el gran debut de sus hermanos. Sysifo ayudó junto a Dokoh con la decoración e iluminación, Sage también se encontraba allí junto a los demás profesores como Albafica de botánica o Asmita de religión. Las luces se apagaron rápidamente dejando ver solamente el escenario iluminado y salió de allí Aioros con peluca rubia y larga, un vestido con encaje color azul y un bulto en sus brazos. Justo al lado estaba Aldebarán, de traje y completamente colorado.

–Ejem…..–Ikki se aclaró la voz y comenzó a narrar la historia desde fuera del escenario–. Había una vez, una hermosa familia compuesta por la bella Reina, el rey y su recién nacida hija. La felicidad inundaba el hogar, tal así que decidieron hacer una fiesta para presentarla en sociedad.

–Gracias a todos por venir, estoy tan feliz de que todos vean la belleza que he dado a luz –muestra al bebe que solamente es un muñeco envuelto en mantas–. Mi pequeña princesa: Aurora –Milo se acomodó a un costado del escenario.

–S-si….e-estamos…fe-fe-felices….–Aldebaran se notaba nervioso y sudado, por lo que Aioros le dio dos palmadas en la espalda–. Miren quien vino, son las tres hadas….. –Shaka, Mu y Afrodita, vestidos completamente de amarillo con gorro oscuro y varitas mágicas.

–Oh, mi querida reina, somos las hadas madrinas: Flora, Fauna y Primavera. Hemos venido a usted a dejarle nuestro regalo a la princesa –murmuró Shaka–. Yo primero, le doy el don de la belleza, será más hermosa que cualquier otra flor –sacude la varita.

–Yo le daré una maravillosa voz….que cautivará a todos –habló Mu.

–Hm….que le daré yo….–se preguntó a si misma Afrodita. Dégel sonríe y las luces comienzan a apagarse y prenderse.

–JAJAJAJAJAJAJAJAJA…..–una risa diabólica suena que hace a todos padecer escalofríos–. Vaya, vaya, vaya….miren ¿qué tenemos aquí? Es una fiesta a la que NO FUI INVITADA –Kanon hacía tan excelente trabajo que hasta daba miedo, pasando entre toda la gente.

–Es condenadamente bueno, Kanon –susurró Milo para sus compañeros.

–Yo también quiero darle a esta mocosa un regalo….a ver déjame ver –saca su varita mágica una vez que llega junto a Aioros–. ¡Ya sé! Esta niña tendrá belleza y una hermosa voz, como bien dijeron estas haduchas. Pero al cumplir los quince, ella se pinchará con una espina de una flor….y morirá MUAJAJAJAJAJAJAJAJA…..–se escucha una explosión de los efectos de sonido que altera a todos y Kanon desaparece.

–Oh, no…mi pobre hija….–Aioros se agachó abrazando a la pequeña.

–Esperen, aún queda mi regalo –Afrodita se aclara la garganta–. Es verdad, a los quince años un una espina le pinchará, pero no morirá, la hará permanecer en un profundo sueño y sólo tendrá que ser despertada por el beso de un príncipe del que ella se enamorará y serán felices…. –todos comienzan a aplaudir.

–¡Agh! Había olvidado el detalle del beso –gruñó Milo y observó con odio a Shura, quien tragó de su propia saliva.

–Ikki….¡Ikki! Tus líneas –dijo Shaka en voz baja a Ikki mientras éste comía algo a un costado, al darse cuenta de ello volvió a tomar posesión del micrófono.

–Si bueno….la niña comenzó a crecer como toda jovencita, mientras el Rey le ordenó al ovejeto (risa del público) a comerse todas las flores con espinas del reino, la princesa se hizo una linda chica de quince años –inmediatamente entra a escena Camus, el cual deja impactado a todos allí con su caminar.

–Aaaah….tengo una vida maravillosa…realmente maravillosa…. ¿qué es eso? –se preguntó a si mismo cuando miró la rueca–. Es una rueca para tejer…. ¿y eso? –acerca su dedo al pinche y se lo clava suavemente para luego caer desmayado.

–¡Oh no! –Gritó Aioros entrando a la escena–. ¡Mi pobre hija! ¡Mi pobre, pobre hija! ¿Qué haremos ahora?

–Sólo esperar….–murmuró y ambos se fueron dejando a la chica en el suelo.

–Así pasó el tiempo –da vuelta a la página–. Y la princesa no despertaba. Hasta que un día, un joven príncipe apareció –Shura hace su entrada bastante tímido, seguido por Saga y Aioria, mientras que DeathMask custodiaba a Camus.

–¿Pero quién es esa bella princesa? –preguntó Shura con su melodiosa voz.

–¿Usted no sabe quién es? –Preguntó Deathmask–. Es la princesa de este reino quien está bajo el hechizo de una malvada bruja y sólo puede despertarla el beso de su único amor.

–Entonces, me veré forzado a besar esos dulces labios para poder despertarla –susurró acercándose, Saga miró a Milo de reojo mientras éste frustrado por la ira le observaba.

–Mi hermosa princesa…..–susurró.

                Lentamente fue acercándose, ante la mirada de todos allí y posó sus labios sobre los de Camus, quien esperaba a que terminara de besarle para abrir los ojos, pero pasaron unos segundos y continuaba allí. Fue cuando se escuchó el rechinar de los dientes de Milo, lo que hizo que Shura se aparte violentamente del joven y éste pudiera despiertarse.

–¡Oh! Joven príncipe……usted…..–Shura le toma de la mano y le invita a bailar.

–La princesa y el príncipe se enamoraron, y vivieron felices para siempre….

–Hasta que me encargue de ti –masculló Milo.

–Tranquilo, Milo, es sólo una obra –habló Aioros.

–¿No te molesta? TU novio besó a MI novio ¿y no te molesta? –preguntó, Aioros suspiró.

–Yo confió en Shura ¿tú no confías en Camus?

–¡Confió en Camus! En el que no confío es en Shura –gruñó.

 

                Dégel se levantó para aplaudir y vio no muy lejos a Kristense, sabía que apenas tuviera un momento a solas con él le preguntaría si realmente su nombre era Kristense o se llamaba Krest Diamond.

 

Continuará.

Notas finales:

Para todos ustedes mis chicuilines que siempre me alegran con sus hermosos reviews

 

saludos!!! :)


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