Capítulo 12 Complicaciones
Empujó la puerta fuertemente abriéndola de par en par haciendo el mayor ruido posible notó como el marqués se separó del mozo enderezándose más que molesto, parecía estar a punto de matar a cualquiera que fuera el intruso pero cuando sus miradas se encontraron la furia tuvo que contenerse, lo cual lo hizo sonreír un poco internamente. El castaño camino despacio hasta el pie de la cama donde tomo una bata y cubriéndose con ella camino hasta él.
-¿Señor en qué puedo servirle? Cuestiono colocándose frente a él.
El pelirrojo desvió la mirada del sujeto que obviamente trataba de obstaculizar la vista entre él y el muchacho en la cama, observo la escena con una impaciencia irregular en él, el pecho del mozo casi colgaba fuera de un lado de la cama, su cabello revuelto se pegaba en partes a su frente debido al sudor, pero lo que fijo su atención fueron las caderas del sirviente con las piernas semi abiertas podía ver el semen cayendo desde su entrada manchando las sabanas, al mismo tiempo su pene ya flácido había manchado parte de su vientre. El duque suspiro profundamente antes de mirar nuevamente los ojos lilas.
-Lo quiero en diez minutos en mi habitación.
-¿Qué?
-No me hagas repetirlo.
-Señor si lo que busca es una concubina puedo enviarle a las mejores para su elección.
-¡Diez minutos! Y que se asee antes.- afirmó dándose la vuelta.
De no haber sido por su título Neji lo hubiera atravesado con su espada en ese momento ¿Cómo se atrevía si quiera a pensarlo? Pero claro era el hermano del rey y tenía que mantenerlo contento, el muy maldito. Claro que vio la mirada que le dirigió a Lee desnudo en su lecho, por el momento no podía hacer mucho al respecto pero ya se las pagaría.
-El duque solicita tus servicios.- dijo acercándose mientras lo miraba con rencor.
-¿Señor?- habló el pelinegro enderezándose lentamente debido al dolor que en ese momento cubría su cuerpo.
-Será mejor que no lo hagas esperar.- Afirmó el marques levantándolo viendo claramente el gesto de sufrimiento reprimido por parte de su sirviente. –Apresúrate ve a aseársete. Ordeno mientras lo encaminaba hasta el cuarto de aseo llevándole una toalla hasta el tazón de agua.
Observó como Lee le obedecía algo inseguro.
-No lo entiendo señor.
-Es obvio para qué te requiere a estas horas en su alcoba ¿no crees?- le dijo entregándole las ropas que acababa de levantar.
-Pero señor yo no….
-¡Cállate! lo mejor será que hagas todo por mantener feliz a nuestro invitado ¿entendiste?
-Sí señor.- declaró bajando la mirada mientras ataba las cintas de su pantalón.
-Ah pero no olvides quien es tu dueño.- murmuro besándolo fuertemente mientras acariciaba su pecho todavía desnudo -¿entendiste?- preguntó mordiendo sus labio inferior hasta hacerlo sangrar.
-Mnnh sí señor.- aseguró enredado aún en los labios del otro.
Apresúrate.- ordenó alejándose rápidamente.
Miraba por la ventana de la habitación impaciente mientras llevaba la copa de vino hasta su boca, había pedido una botella de licor que se había servido en el banquete no pensó que tan dulce sabor le dejaría un sabor tan amargo en ese momento. Había dejado la puerta abierta así que lo vio entrar callado, la sonrisa que había conocido había desaparecido. Las formalidades le parecieron absurdas en ese momento.
-Desnúdate y recuéstate.- ordenó señalando la dirección de la cama con un movimiento de cabeza. El chico obedeció sin objeciones y él apresuro el vino por su garganta, dejando la copa de lado camino hasta trabar la puerta de la alcoba, para después dirigirse hasta donde yacía el pelinegro quien observaba un punto fijo en el techo, mientras respiraba fuerte parecía que estuviera ¿enojado? No tenía sentido, sólo estaba ahí para cumplir con su trabajo. Acaricio suavemente la piel canela subiendo desde el esculpido abdomen hasta llegar a su pecho deteniéndose a pellizcar el pezón izquierdo, notando como se movía inquieto. Inclino sus rostro llegando a esos labios que permanecían sellados como evitando cualquier clase de expresión. Extraño comportamiento para alguien de su profesión, normalmente alguien con tal trabajo suele gritar a cada cliente que es el mejor amante de la historia.
Subió a la cama sintiendo como el beso era lentamente correspondido, y por dios los leves gemidos del mozo lo estaban poniendo duro, sonaba casi como si lo estuvieran obligando, rayos si no fuera por lo que había visto así lo creería. Sus labios recorrieron el camino inverso a sus manos bajando por el cuello, hombros saboreando la piel de la tetilla derecha sintiendo como se endurecía en sus labios.
-No, no, no.- escuchó cómo murmuraba levemente cuando su boca llego hasta ese miembro que iniciaba a erguirse, lo besó, lo lamió y lo acarició antes de meterlo completamente a su boca.
-Dioooos amnh ¿por …qué?- gimió Lee de manera casi inaudible mientras colocaba sus manos sobre los hombros del pelirrojo sin empujarlo por completo.
Podía verlo agitarse sobre su cama haciéndolo asimismo endurecerse metió un par de dedos sobre el orificio que lo recibiría, esperaba no tener que prepararlo demasiado ya que se estaba calentando por segundos.
-Me ven….go.- apenas alcanzo a decir viendo como el Duque se enderezaba.
La manera en que el mozo se estremeció al llegar al orgasmo parecía que lo hacía por primera vez.
-Ya no aguanto.- habló sobre sus labios colocando las piernas del cuidador de caballos sobre sus caderas penetrándolo lentamente mientras el otro seguía con los residuos de su orgasmo.
-Dios mmnh Dios…. Gimió al sentir como el hombre de ojos aqua permanecía quieto en su interior. …l se aferraba a la espalda del pelirrojo.
-¿Puedo mo..ver..me?- no sabía porque lo trataba así, después de todo seguramente estaba acostumbrado al sexo fuerte.
-Mnh ammnh Siií- murmuro aun sintiendo el dolor de la sesión anterior con el castaño pero pensando en el placer que acababa de sentir gracias el ser frente a él, cierto algunas veces se había corrido en manos del marques pero nada como aquello, sintió al Duque moverse despacio acelerando poco a poco mientras devoraba sus labios y piel.
-¡Dioooooooooos!- gimió llegando al final por segunda vez.
-MMNH SI!.- cayó rendido sobre él tras unos segundos salió despacio y se recostó junto a él. –Recuérdame tu nombre.
-Me llamó Lee …señor.
-Buen trabajo Lee.- suspiró colocando su mano derecha sobre el fuerte abdomen durmiéndose casi al instante.
Continuara………….
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