Capítulo 6 Ejecución
Atardecía cuando Neji decidió salir de su estudio después de atender algunos asuntos, escribir cartas, cuadrar cuentas, había varias diligencias antes de que el compromiso entre su prima y Sasuke se anunciara formalmente en sociedad. De hecho ya se planeaba una fiesta para dentro de dos semanas en la que se haría el anuncio oficial. Camino hacia el balcón desde donde algunas veces antes ya se había colocado para observar, más específicamente para observarlo, pues desde ese punto podía ver claramente el patio entre las caballerizas y la entrada de los sirvientes a la mansión. Pensó en lo que le había dicho “su amigo” temprano ese día he imaginaba que en verdad sería satisfactorio verlo de rodillas frente a él suplicando piedad.
Pero tenía que encontrar otra forma, no se rendiría fácil y aunque seguramente a Sasuke le había costado mucho tiempo y esfuerzo el conseguir quebrar a su sirviente, él carecía de paciencia. Sabía que el dolor físico no lo ayudaría en ese tema pues el muchacho tenía una gran resistencia a él. En varias ocasiones lo había visto entrenar su cuerpo y en verdad parecía un adicto al dolor, aunque por su reacción el día anterior sabía que no lo era. No esa no sería la manera correcta tenía que encontrar… y entonces ahí estaba la respuesta la chica castaña que corría al encuentro de su amigo.
-¡Shikamaru!- gritó entrando al estudio.
-Disculpe señor Shikamaru está atendiendo otros asuntos pero enseguida iré por él.
-Apresúrate lo quiero aquí en 5 minutos.- habló a la chica rubia, no conocía su nombre sin embargo le parecía haberla visto siendo el pañuelo de lágrimas de su prima alguna vez. Espero un par de minutos regocijándose en los detalles de su nuevo plan cuando lo vio entrar.
-¿Me llamaba señor?
-Pasa.
-Sí señor.
-Quiero que me traigas a la chica cocinera de ayer.
-Disculpe señor hay muchas cocineras dando servicio a la mansión.
-No te hagas el tonto Shikamaru sabes bien a quien me refiero. Y si no me la traes tú te aseguro que bajaré yo por ella y no te aseguro que te guste la manera en que la traiga.
-Sí señor.- respondió resignado.
-Y una cosa más asegúrate de que Lee llegue hasta aquí un minuto después que ella.
-¿Señor?
-Quiero hablar con los dos del incidente de ayer para que no vuelva a pasar. Fue algo tan engorroso que no deseo se repita por el bien de todos.
-Claro señor.- dijo pensativo al salir el caporal del lugar, no le gustaba aquello para nada pero tenía que seguir ordenes sólo le quedaba advertirles a sus amigos que fueran con cuidado.
Cuando llegó la cocinera al estudio Neji jugaba con una fusta en la mano moviendo algunos papeles de un lugar a otro.
-Adelante pasa por favor.- pidió al ver a la chica nerviosa parada en el marco.
-¿En qué puedo ayudarle señor?- preguntó ansiosa caminando lentamente hasta llegar frente al enorme escritorio.
-Arruinaste mi traje ¿lo sabias? ¿Cómo piensas pagarlo? Cuestionó levantándose de su silla para caminar lentamente alrededor del mueble hasta colocarse junto a ella.
-Lo siento señor, no fue mi intención yo…
-¡Basta! Tus manos sobre el escritorio.
-¿Señor?
-No me hagas esperar.- la chica obedeció bajando la mirada y él tomándola bruscamente desde atrás acomodo para que inclinara su cuerpo. De inmediato comenzó a fustigarla golpeando su trasero, la chica saltó por la sorpresa quejándose enseguida por el dolor. Dio un par de Azotes más antes de escuchar la ansiada voz del pelinegro interrumpiéndolo.
-¿Me llama…… ba?
-Me alegra que llegarás
-¡¿Qué significa esto?!
Sólo Lee se atrevía a hablarle de esa manera
-Simplemente quería dejarte en claro como tanto los objetos como las personas todo al interior de esta hacienda me pertenecen.- dijo serio golpeando una vez más el trasero de la chica. –Y si quiero castigarlos o divertirme- afirmó levantando el vestido de la cocinera tomándola de la cintura y acercando sus caderas.
-No te atrevas.- habló Lee dando un paso al frente.
-¿También hoy vas a tomar su lugar?
-¿Qué?
-Es la única forma en que la ayudaras- afirmo asiéndola del cabello levantando su rostro que ya mostraba algunas lágrimas.
-Sí- dijo el azabache con temor pero sin duda alguna al ver la cara de su amiga.
-Bien. Ahora lárgate- murmuro al oído de la castaña empujándola lejos. Ten ten ignoro el maltrato y miro preocupada los ojos negros que le volvieron una mirada tranquilizadora, lo cual enervo los nervios del castaño.
-¡Lárgate de una buena vez!- la chica salió corriendo y por fin quedaron solos al interior de la habitación, los firmes ojos de Lee retándolo como siempre.
–Las manos sobre el escritorio.- Lee obedeció mientras él se dirigía a cerrar la puerta al girarse nuevamente vio a su presa en la pose requerida observo un momento la línea de su cuello, los hombros, brazos y espalda sin duda era un joven delgado pero fuerte, las duras jornadas de trabajo le habían dado una firme figura, los músculos marcados ligeramente sobre la ropa, y si miraba hacia aquel redondo y dulce trasero. Camino hasta él con la fusta en mano acariciándolo con ella recorriéndolo hasta que descargo el primer golpe sobre él.
No le sorprendió la estoicidad con la que recibió los golpes siguientes, tardo una decena de los mismos para que el muchacho comenzara a gemir, comenzó a dividir su tarea entre acariciar y apretar los deliciosos glúteos para luego azotarlos, con su respiración acelerada bajó los pantalones
de su sirviente quien tembló notablemente ante el cambio de su situación.
-Detente.- pidió al sentir nuevamente las manos del marques acariciando su desnudez su corazón se estremeció, ahora que eran obvias las intenciones de aquel sujeto, por un momento deseó que hubiera malentendido todo que solamente deseara golpearlo, él podría con eso, el castigo físico no le era desconocido pero ahora… Percibió los labios del otro sobre su oreja.
-Obedecerás cada uno de mis mandatos, aceptaras cada una de las órdenes recibidas o tendré a tu amiguita nuevamente en este lugar ¿entendiste?
-Mnh Sí señor.- sollozó al sentir como sus piernas eran separadas y un par de dígitos apenas ensalivados se internaban en él.
-Vaya que estas estrecho.- murmuró sintiendo como aquel orificio lo apretaba, girando estirando ensanchándolo poco a poco. No podía soportarlo más asi que retiro sus dedos y con una mano en su cintura y otra en su miembro se acomodó para penetrarlo lo más fuerte posible, pues aquella entrada no lo dejo llegar hasta el final, sólo la mitad de su pene había entrado y tanto el grito de dolor de Lee como sus roncos gemidos de placer inundaban la habitación.
-Por favor, por fa….- su cabeza cayó al frente apretando los ojos tratando de contener las lágrimas.
-¡Delicioso! Mmnh Lee…- gimió internándose completamente en él, iniciando el movimiento que sus caderas ansiaban.
-Ammnh no por favor para aaaaamnhg
-Dios Lee sí… Ammmnh
-AMNNH deten… por fav….por….
Las suplicas continuaron hasta que se corrió en su interior sintiendo el más delicioso orgasmo que jamás había experimentado, al soltarlo el azabache cayó al suelo, cabello cubría sus ojos pero podía ver los surcos que las lágrimas habían dejado en sus mejillas.
-Regresa a tus labores. Te llamaré nuevamente cuando te necesite.- Y fue lo último que le dijo antes de verlo salir.
Continuara ……………..
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