Estuve toda la noche despierto, mis parpados me rogaban un descanso y mis ojos ardían por el continuo uso de mi celular, que había sido la única distracción que tuve para combatir la intranquilidad que sentía...Digo, me acabo de mudar,dormir en esta cama es extraño para mi, aun no se que voy a hacer cuando tenga que ir al colegio y ahora, para colmo, no podía dejar de pensar en el par de ojos oscuros con el que me tope ayer...Detuve todo pensamiento para quedarme en silencio hasta que escuché el gentil canto de los pájaros...ya era de mañana.
-"Creo que va a ser mejor que duerma un poco,después de todo no dormí en todo el viaje y fue bastante largo"-Fue todo lo que pude pensar,porque al instante de cerrar mis ojos me inducí en el sueño,bueno,ese era mi plan...
-NARUTO!-Uno de esos gritos que solo Iruka me puede dar para luego ver como entró, dando una patada a la puerta, con una expresión que daba miedo...adiós a mi idea de dormir...
-Iru...Iruk...a?-Llegue a decir a medida que me sentaba en la cama (aun con los ojos cerrados).
-Naruto!, hasta que hora piensas seguir durmiendo!?-Se aproximó a mi armario para empezar a sacar remeras y pantalones a toda velocidad y dejarme un par a los pies de la cama.
-Heey! Los acomode ayer!,me costo mucho-ttebayo!-
Iruka se detuvo un segundo al escuchar aquella palabra con la que acostumbraba terminar algunas frases, seguramente recordó cuando era un niño, ya que solía decirlo todo el tiempo. Sonrió cariñosamente y en un tono un poco mas tranquilo dijo:
-Naru, te había dicho que hoy me acompañarías a el colegio...-(Pues si, Iruka había conseguido un empleo como maestro y yo había olvidado completamente que hoy tendría que quedarme esperándolo hasta que terminara su jornada para que me acompañe a comprar el uniforme del nuevo instituto al cual asistiría...)
-Perdón, perdón me cambio y salimos-
-Naruto estas bien? Desde ayer que estas muy pensativo,se que todo esto de la mudanza es difícil y...-
-Iruka-sensei estoy bien! Estoy muy bien-ttebayo!-Que Iruka se preocupase así me hacia sentir genial, tenia una familia ahora, y se sentía genial, pero es verdad que estuve mas pensativo estos días y ahora me doy cuenta que un problema grande se me aproxima: el estudio...el instituto, no conozco a nadie, y en mi anterior escuela nunca tuve amigos, todos me ignoraban así que me comportaba ridículamente para llamar la atención, pero solo conseguí que la gente se burlase de mi. Pero ahora no seria así, me esforzaría en todo lo que hiciera a partir de ahora, no le causaría problemas a nadie mas.
-
Esperé en la puerta de la escuela un buen rato, pero las clases de Iruka aun no terminaban, así que decidí caminar un poco por los alrededores. La escuela en donde Iruka trabajaba no estaba lejos de nuestra casa, de echo estaba a dos cuadras, las cuales caminé intentando ver todos los detalles, en la esquina de la cuadra de la casa había un pequeño muelle que daba a un lago que no había visto antes, me senté en el borde y me dedique a observar el agua pasar. A medida que los minutos pasaban el cielo empezó a ocultarse dando lugar a el atardecer, pintado de unas nubes rosas y un amarillo brillante que me hizo recordar a alguien...alguien que conocía de antes...una figura vino a mi mente, era un chico, pero no podía verle el rostro...quien era?...recuerdo tener un amigo, un mejor amigo, aquel al que le tenia el mismo afecto que a un hermano, si eso, el era mi hermano, o al menos eso era para mi...recuerdo que cuando el orfanato cerro se lo llevaron con mis demás amigos, Iruka intento adoptarlo, pero fue muy tarde y no volví a saber mas de el...en donde estará ahora?...
.
Decidí ir volviendo a la escuela,pero cuando estaba doblando la esquina,algo me hizo caer a un lado del camino.
-Discúlpame...pero si te caíste en las rosas!-
Miré mis brazos para confirmar que efectivamente,tenia pequeños tajos que habían sido causados por las espinas de las rosas que me rodeaban. Levanté la vista para encontrarme con una mano y el rostro sonriente de un muchacho detrás, tomé la mano y tomando impulso me pare al lado de mi accidental agresor y pude verlo mucho mejor. Era un chico de aproximadamente mi misma edad, tenia la piel extremadamente pálida,los ojos y el pelo negros y una sonrisa un tanto peculiar.
-Ven, sígueme- No tuve tiempo de decir nada, de un momento a otro estaba siendo arrastrado por un desconocido hasta el almacén en el que el día anterior había comprado la cena.
-Espérame aquí, no me tardo-Dijo para luego desaparecer y volver al cabo de unos minutos con un desinfectante, algo de algodón y unas vendas.
-Hey, no hace falta de enserio...-
-Shhhhhh, cállate y déjame ayudarte- no parecía una sugerencia sino una orden, no dije nada, ese chico parecía del tipo de personas insistentes y tampoco me vendría mal curar mis heridas, que me estaban empezando a arder por el desinfectante que el chico me ponía con ayuda de un algodón, para después vendarme los brazos.
-Soy Sai por cierto, lamento mucho lo de recién, no te vi-Dijo mientras mostraba una de esas sonrisas suyas...
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