Hacer que Indra se fije en mí
Era un pequeño escrito que Sai tenía en su habitación, después de haber conocido a su ángel de negra mirada, el pelinegro se propuso a conquistarlo pese a las palabras de los demás. Aun recordaba las palabras de su papi
- Indra me gusta, por eso quiero salir con él
- Sai, esas cosas se dicen cuando eres mayor, hoy solo eres un niño, tal vez -suspiro- es un juego para ti
- Pero no lo es, de verdad quiero a Indra
- Hagamos esto Sai, primero reflexiona en lo que dijiste, si te das cuenta que en realidad solo lo quieres como amigo, ya no te molestare. Y si ocurre lo contrario, te apoyare
- ¿De verdad?
- Sí, pero tú también tienes que prometerlo
- Está bien papi.
Después de esa platica, Gaara hizo lo posible por distraer a Sai, incluso Danzo le ayudaba, ya que él también pensó que su nieto solo estaba ilusionado. No negaba que Indra era lindo, pero el que Sai estuviera “enamorado” del doncelito no lo veía con buenos ojos.
Un día, cuando Lars llego a la mansión para su chequeo
- ¡Lars! -bajando las escaleras con una sonrisa
- Hola campeón, oye cuidado
El rubio solo sonrió, pues Sai tenía la costumbre de recibirlo con un efusivo abrazo en sus piernas. Para Sai, Lars era su papá temporal y su abuelo su papá adoptivo. En eso bajo Gaara
- Hola Lars
- Hola Gaara, ¿Cómo estás?
- Bien… dime…
- ¿Si? -con una sonrisa
- Olvídalo, ¿listo Sai?
- Si papi
- Bien, vayamos al estudio
Lars inicio los exámenes de Sai, el pelinegro obedecía las indicaciones de su médico. Nunca lloraba con cada inyección o muestra de sangre que el rubio le tomaba, sin embargo, cuando por accidente el maletín de Lars cayó al suelo, todas sus cosas se desperdigaron y entre ellas había unas fotos.
- Lo siento -dijo el rubio levantando sus cosas
- Está bien, te ayudo -sonrió Gaara
Ninguno noto que Sai había recogido una foto donde Indra aparecía: en ella, el castaño lamia un cono de helado que intercambiaba con ¿Riku?, eso hizo que el pelinegro rompiera la foto llamando la atención de Lars y Gaara
- ¡Sai!, ¡¿Por qué hiciste eso?!
Pero el niño no respondió, salió corriendo hasta su habitación, dejando a los adultos sorprendidos y extrañados
- Lars, lo siento
- Está bien, lo bueno es que tengo una copia, ¿pero qué es lo que le pasa?
- Bueno…
Gaara le conto lo contó lo sucedido en la reunión, Lars pudo entenderlo, así que tomo la foto rota y la guardo en su portafolios
- Lars, ¿Qué piensas?
- Bueno, Gaara, recuerda que desde bebés, Sai siempre buscaba estar con Indra. Así que, creo que si es amor de verdad
- Pero aun es un niño y creo que…
- ¿Indra no siente lo mismo?, es cierto, pero es porque el aún es un niño, sin contar que Madara-ojisan y mis primos siempre lo cuidan
- ¿Qué hare?
- Bueno, por el momento no le digas nada, déjalo que reflexione
- Gracias
Lars asintió y se retiró, en su habitación, Sai no paraba de golpear las almohadas porque aún tenía la imagen en su cabeza: Indra y Riku mirando a la cámara, pero ambos intercambiaban sus helados, es decir, el castaño lengüeteaba el del peli plata y viceversa. Si fuera con Sora no habría problema, Ashura o con algunos de sus hermanos o sus padres, era pasable incluso si se tratara de Lars. Pero no, era Riku… ese entrometido que siempre aparecía cuando Sai quería acercarse a Indra.
Pero esta vez, Sai no se dejaría ganar, así que de inmediato fue con su abuelo
- ¿Sai? -al oír un portazo
- Abuelo, ¿Cómo lo hizo?, ¿Qué hizo papá para enamorar a papi?
- Hijo, primero cálmate y dime a que viene esa pregunta
- Veras -apretando sus puños- hoy vi una imagen desagradable
- ¿Te refieres a esta? -mostrando la foto rota
- ¿Cómo?
- Gaara se la pidió a Lars para restaurársela, ya que la rompiste, ¿puedo saber porque?
- Porque… no quiero ver a Indra con alguien que no sea yo, que nadie lo toque o se le acerque.
- Suenas como Lars con Shizuka
- Porque… así como el desea terminar su vida con ella, yo quiero lo mismo
- Sai, ¿te das cuenta de lo que dices?
- Sé que soy un niño, pero -cerrando sus ojos- amo a Indra
Danzo se sorprendió al ver a su nieto llorar, eso le recordó a su hijo cuando conoció a Gaara. El moreno se puso de pie para hincarse frente al niño y abrazarlo para dejar que se desahogara. Una vez que el pelinegro se calmo
- Sai, ¿estás seguro de lo que sientes por ese niño?
- Si, además de Sora-kun, sus padres y hermanos, quiero que Indra solo me mire a mi
- Sai, eso es egoísta aunque comprensivo, pero es bueno que de una vez te prepares por si Indra-san no se fija en ti como quieres
- Sé que lo hará
- Bien, ¿quieres saber cómo tu papá enamoro a tu papi?
- Si
- Bien -suspiro- no sé cómo lo hizo, pero Sai investigo a Gaara
- ¿Lo investigo?
- Si, obtuvo sus horarios de escuela, a donde paseaba, que le gustaba y que no. Colores, flores y comidas favoritas; gracias a eso, le enviaba las cosas que le gustaban. Incluso tuvo el detalle de dejarle cartas en su casillero
- Ya veo… pero, ¿Cómo podría yo? -en eso sonrió- ¡Lars! -Danzo lo ve sorprendido- él puede decirme todo eso de Indra
- Hijo…
- Solo tengo que preguntarle y…
- Puedes meterlo en problemas
- ¿Por qué?, son primos
- No dudo que Lars pueda contarte algunas cosas de Indra, pero, ¿Qué pasara si a Madara-san no le agrada? No olvides que los Uchiha son posesivos y muy celosos de los que aman, tú mismo lo viste con Lars
- Si, recuerdo como dejo al enfermero solo porque “accidentalmente” toco a Shizuka-san donde no debía
- Pues bueno, si Lars actuó así, imagínate a Madara-san y no solo a él, también a su hermano mayor, Deidara, que aunque es doncel, dicen que es como un demonio cuando se enojan
Sai bajo su mirada, tenía que darle la razón a su abuelo, pues recordó que entre Tougu y dos enfermeros, tuvieron que separar al rubio del pobre infeliz que se atrevió a tocar su propiedad. Pero también recordó los rumores de que Madara puso en coma a dos sujetos que coquetaban descaradamente con Minato, se necesitaron de cinco hombres para detenerlo.
- No importa, le pediré ayuda a Lars. Pero también, quiero que lo cubras por si
- Está bien -suspiro Danzo- le pediré a Lars que te ayude, pero no seas evidente por si sospechan de él
- Sí, no quiero perder a mi mejor amigo
- Pensé que Lars es tu “papá temporal”
- Lo es, pero desde hoy, es mi mejor amigo