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Esclavo de Tu Amor por Arizt Knith

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Notas del capitulo:

Bien lamentó la tardanza ùvú tuve unos pequeños inconvenientes pero aquí esta el capítulo de hoy.

 

Disfrutenlo!! 

 

(***)

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Esclavo de tu amor

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Capítulo 3: A Lonely Angel

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(***)

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A diferencia de Kardia el sí decidió llevarle a la casona, de por si a esas horas de la noche nadie le vería y su madre no tenía por qué decirle algo. No supo ni como rayos había hecho para abrir la puerta y llegar hasta su alcoba, que por suerte era la más alejada de las demás, mientras cargaba al menor entre sus brazos; quien parecía seguir bajo los efectos de la droga. Con mucho cuidado le fue depositando en la cama. Sonrió levemente al verle dormir tan plácidamente.

Eres mío… ーMurmuro en la soledad de su habitación mientras se subía encima del de hebras color miel; sus manos se fueron directo al pecho del chico y sus labios atacaron los ajenos provocando que el menor se removiera un poco- Vamos… despierta… -Murmuro en su oído. Su mano diestra fue acariciando el costado del otro mientras que sus labios empezaron a marcar un camino de besos por el cuello y hombros.

– Aghmm~ -El pelirrojo tuvo que detener sus caricias y besos para levantarse y verle mejor; quería verle despertar y admirar aquella expresión en su rostro cuando le viese.

Desde el filo de la cama pudo observar con fascinación aquel cuerpo que se removía en su cama, y como sus párpados se fueron abriendo de a poco para acostumbrarse a la poca luz que había. Se sentía cansado, su cuerpo dolía a horrores además de sentirse caliente, como si tuviera fiebre.

– Me alegro que te encuentres bien –Sus ojos se abrieron por completo al escuchar a alguien hablarle. Khian tan solo soltó una risilla al ver la expresión de susto que tenía el menor, quien se corrió al otro extremo de la cama.

– ¿Quién demonios eres? – Chillo molesto. El pelirrojo tan solo negó con la cabeza y fue hacia donde el, pero el de ojos aguamarina se levantó de un brinco de la cama dispuesto a escapar de aquel loco desconocido, pero no contó con que el otro le atrapara rápidamente por la cintura. La mirada del menor lucia más fría de lo normal, eran como dos enormes témpanos. Se dio la vuelta y le pego un manotazo.

¡No me toques, idiota! -Su rostro estaba rojo de la furia y vergüenza, ¿cómo se atrevía aquel tipo a tocarle con tal desfachatez?

... Eso no dolió, pero definitivamente dejara marca -Se dio el lujo de tomar por la cintura al de cabello color miel, sujetándolo con fuerza mientras recargaba el mentón en uno de sus hombros.

¿Que no entiendes? ¡No me toques! -Chillo aún más molesto, pero su molestia aumento al recordar su situación – ¡No pienso ser tu maldito esclavo! ーEl de hebras rojizas tan solo le vio fijamente, el pequeño de mirada aguamarina sintió aquella mirada le calaba hasta el alma.

– Bien, bien... -Su rostro cambio, ya no lucia para nada "feliz" se le veía más tosco, su mirada carmesí se asemejaba a las llamas intensas del infierno, era penetrante y escalofriante a gran medida- Lamento informarle que usted no es mi esclavo sino mucho más que eso...

El mayor jalo la cadena que tenía el otro enganchada al collar que llevaba – ¿Pero qué carajo? -No estaba para nada contento. Muy amenazante podía lucir el otro pero no pensaba dejarse intimidar, no sin antes darle pelea- ¡Suéltame maldito estúpido! El que hayas pagado una asquerosa cantidad de dinero por mí, no te haré mi dueño. ¡No soy tuyo! Agh... -Soltó un pequeño quejido, aquello le había dolió un poco- Maldito... –El mayor le tomo con fuerza el mentón del otro obligándole a ver sus orbes carmesí cual flama viviente.

No quiero tratarte de esta forma ¡No me obligues a hacerlo! -Se acercó al otro solo para darle un leve beso en la mejilla- No confundas mi piedad y mi lastima con confianza, porque si das un paso en falso haré de tu vida un infierno

Tuvo que morderse el labio inferior para no decir nada, pues por un momento si logro sentir miedo. Es más, todo su cuerpo tembló ante aquella aura intimidante que el pelirrojo irradiaba ー... Aun así... Es un maldito... ¿Porque me hace esto? ¡Usted bien podría tener a alguien mejor! ¿Porque justamente me tuvo que escoger a mí? Además, ¡no quiero cumplir ninguno de sus caprichos extraños!

Pff... Créeme aun no sabes nada sobre mí y tampoco lo harás! -Comenzó a avanzar, con cada paso hacia adelante obligaba al otro a retroceder, haciendo así que este se golpeara contra la pared tras su espalda y volver a hablar- Y si, pude elegir a alguien mejor y menos costoso, pero... Considero que esta es y será mi primera y última obra buena para enmendar tanta crueldad... Aunque con esa actitud tuya, dudo mucho que pueda seguir siendo tan piadoso. -Los labios del pelirrojo rozaban con suavidad el lóbulo de la oreja ajena. El menor dio un pequeño respingo al sentir como su espalda chocaba contra la pared. Aquel hombre estaba dándole miedo, tanto así que no podía evitar temblar y dejar a un lado su careta. No quería mostrarse débil, no ante alguien como él.

N..no... Agh~ -Un pequeño jadeo se escapó de sus labios, avergonzándose por haber caído tan bajo y sentir tales cosas por los besos y caricias del pelirrojo- N...no... Por favor...

Puedes rogar, pero no olvides... Te estoy haciendo un favor y muy pronto comenzare a cobrártelo, es tu actitud la que va a moderar que tan caro te saldrá. -Los labios del pelirrojo se entre abrieron para así morder con levedad el cuello terso y delicado del menor.

Agh... -Sus palabras murieron con aquellos jadeos que intentaba retener. El pequeño de ojos aguamarina apoyo ambas manos sobre el pecho del otro en un baño intento de apartarle, pero no podía. Por más que le empujase el otro solo terminaba aprisionándolo más y mordiendo una y otra vez su cuello, de seguir así quedaría con varias marcas- Agh... N-no... Y...ya... Aghmmm~

Serás una buena compañía, tengo altas expectativas, espero claro, que no las derrumbes porque sería una lástima... -El pelirrojo tomo ambas muñecas del menor y las llevo hacia arriba de su cabeza, apoyándolas contra el muro- Entiende y comprende... Eres MIO y si no lo comprendes voy a hacértelo entender. -los mordiscos en el cuello del otro ascendían hasta su nuca y luego descendían hasta la clavícula, volviéndolo loco, provocando que soltara un quejido, vaya para lo que le faltaba.

Pero aquella molestia fue desapareciendo a medida que los mordiscos aumentaban, llenando su cuerpo con una extraña sensación. Era como un terrible escalofrío que recorría cada célula de su cuerpo, tan así, que de su boca solo salían extraños sonidos.

No... ¡No! Yo no... Aaghmm jamás... Mhg lo... Aaghmm... Seré... -El solo quería ser libre antes de caer preso en la trampa de aquel hombre- Mhgg jamás... Aahh j-jamás lo... S-seré -La mano libre trazo un recorrido maestro sobre la piel del torso desnudo del otro hasta su entrepierna semi-erecta, la cual agarró de lleno apretando y masajeando de forma experta arrebatando sonoros gemidos de los finos labios de su adquisición.

Valora a quien tienes por amo ahora, ¿o es que hubieras preferido a un viejo pederasta? Vamos… ¡responde! ー¿Cómo demonios quería que le respondiera? Si le estaba tocando de una manera tan atrevida que le hacía delirar de... De placer. Por mucho que lo odiara aquel tipo sabía exactamente donde tocarle.

ー Ambgg... Y-yo... -Los largos flecos color miel cubrieron gran parte de su mirada, el joven mantenía entre abiertos sus labios de los cuales sonidos lujuriosos se escapaban mientras la temperatura en su cuerpo aumentaba- Mhgg n-no... N-ninguno... Yo... Aaghh N-no... No...

¿No?... ¿Acaso no viste que tipo de persona estaba a punto de ganar? ¿Esta es tu forma de pagar el centenar de billetes que tire por ti? -con la mano apretó los testículos del menor, haciéndolo llegar a un orgasmo sin eyaculación, pero igual de sublime. El menor tan solo bajo la mirada avergonzado y mordiendo con fuerza su labio inferior, nunca en sus dieciséis años de vida había experimentado algo como aquello. Khian tan solo sonrió perverso ante aquella escena, nuevamente su mano ascendió hasta la cintura del otro para apresarle, sus labios volvieron a atacar el cuello ajeno mientras juntaba su cuerpo y movía muy lentamente su pelvis contra la del menor. Quería llegar más allá, quería distorsionar más de aquel frío rostro por uno lleno de placer, pero se contenía, sabía que primero debía prepararle. Y por ende, lo disfrutaría. Torturaría aquel cuerpo virgen, hasta hacerlo delirar, hasta hacerlo enloquecer.

Por otro lado Arizt sentía que moría por las caricias de aquel desconocido. Su rostro se encontraba ladeado en dirección contraria del mayor, sus dientes ejercían gran fuera sobre su labio inferior para no soltar más sonidos extraños. Pero su cuerpo temblaba, sentía como los vellos de su nuca se erizaban y el calor se intensificaba. Nuevamente Khian sonrío y lo fue conduciendo hasta la cama donde le acostó con el encima. El de hebras miel aún era preso de sus muñecas, aun se preguntaba cómo era que aquel podía ejercer tanta fuerza con una sola mano. Ambas miradas, fuego contra hielo, rubíes contra turquesas, se debatieron. Eso le gustaba, pues si bien adoraba la sumisión en sus presas también adoraba ver aquella mirada orgullosa, de alguien que no se rendiría, no sin antes dar pelea.

Me gusta eso de tiー Murmuro. Arizt solo le miraba con los ojos rojos de la furia y por mas fuerzas que hacia al contener aquellas lagrimas que amenazaban con escapársele.

Pero el pelirrojo solo sonrió orgulloso mientras acomodaba las rodillas a los costados de la cama y aprisionaba la cintura del más joven, arrastrando la pelvis con nula inocencia sobre las caderas del menor, sonriendo claramente como este seguía con aquella erección. Su mirada era llorosa, sus pálidas mejillas ahora estaban teñidas en carmín. Se sentía humillado, se sentía traicionado por sí mismo al disfrutar de la atención.

El de hebras color miel soltó un fuerte gemido al sentir como el pelirrojo había introducido su mano bajo el pantalón blanco de seda para acariciarle, su cuerpo tembló, las lágrimas rodaron por sus mejillas. ーN-no... Aghhh... P-por... F-favor... ーPero Khian no le escuchaba, el tan solo seguía estimulando aquel miembro; con sus dedos índice y pulgar apretaba la punta de aquel miembro sintiendo algo de líquido pre-seminal. Cada vez los gemidos fueron llenando la habitación del escorpión menor.

Suéltame... Por favor... Aghm... S-Suéltame... ー A este punto ya no le importaba rogar, tan solo deseaba ser libre de aquel hombre. Quería ser libre de sus toques, de sus besos, de su voz, de esa mirada que equivalía a poderosas llamas. Él era eso, ese pelirrojo era fuego. Era fuego, era pasión, quemaba. Sus toques quemaban y te hacían perder la cordura, te hacían pedir por más, y era por eso que él se negaba, no quería perder.

Mientras tanto Khian relamió sus labios, con la mirada recorrió aquel pecho blanquecino que subía y bajaba agitado. Sonrío. ー¿Porque me pides que me detenga? Si es más que obvio que lo estas disfrutandoー Y antes de darle tiempo para replicar, los labios del mayor atraparon los del menor, sus manos empezaron a recorrer aquel cuerpo y lo fueron acomodando hasta el centro de la cama, donde tuvo más libertad de acostarse sobre él. Ambas manos volvieron a aprisionar las muñecas del de orbes aguamarina, poniéndolas a cada lado de su cabeza. Mordía. Labia. Besaba. A pesar de que el joven se resistía.

Los ojos de joven de cabellos miel se abrieron por completo al sentir algo duro tocarle. Unos segundos después, un sonoro jadeo se escapó de sus labios en medio de aquel beso. Los rubíes de Khian brillaron con malicia. Sus dientes volvieron a encajarse en el blanco cuello, que para ahora a las marcas de mordidas eran más notorias, mientras movía lento sus caderas, debía admitir que estaba algo excitado, pero más lo estaba el otro joven con el que arremetía aun por encima de la ropa.

Mhg~ ... Aghnnn... Mhgnm... Aaghh… ー Los rayos de luna se colaban por la habitación, la noche aún era joven y tenía muchísimo tiempo para jugar con aquella muñeca que se compró. Pero por el momento sólo jugaría con él, poco a poco le iría torturando, o mejor dicho, "preparando" para cuando el momento llegase tomarle por completo.

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(***)

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Mientras tanto Milo aún se encontraba en aquel lugar, en todo ese tiempo lo único que había pasado haciendo era caminar y nada más. No hubo nada que le llamase la atención, aunque por el contrario era el que llamaba la atención con sus rizos dorados y aquellos zafiros por ojos. Muchos se preguntaban ¿quién era aquel hombre? Las miradas de ellos sólo le hacían sentir incomodo, era verdad que adoraba llamar la atención ¡pero ni para tanto! A veces sentía que esas personas lo desnudaban con la mirada, y eso le producía terribles escalofríos.

Agh, menos mal que traigo esta cosa puesta ー Dijo refiriéndose al antifaz negro que llevaba. Los largos y ondulados cabellos del muchacho se movieron un poco por la brisa, esa noche hacia más frío que en otras. Se felicitó mentalmente por haber llevado su chaqueta de pana.

¿Acaso eres estúpido? ー Se escuchó a alguien gritar, seguido de el sonido de algo quebrándose. Los zafiros del escorpión se abrieron por completo al notar como alguien lanzaba con gran furia a un joven contra el suelo. Y largos cadejos de cabello carmesí se esparcieron por el suelo y sus vestiduras blancas se llenaron de tierra y cuanta suciedad.

No supo porque pero trago seco, todo cuando aquella persona fue levantando su rostro de apoco. Su piel era blanca, la cual contrastaba perfectamente con su cabellera carmesí y aquellos ojos como los rubíes. Tenía rasgos finos más que los de una mujer. Los ojos de aquel joven se encontraron con los de Milo, el pelirrojo sintió aquella mirada tal cual zafiro, le quemo. Por un momento sintió que el otro podía ver más allá de él.

Eres un estúpido, un maldito inservible, un inútil, ¿cuándo aprenderás a hacer algo bien? ーNuevamente era aquella voz, y la presencia de un hombre robusto y de piel morena se hizo presente y arruino el momento. Aquel tipo era un mercenario, sus cabellos eran cortos y oscuros al igual que sus ojos, mientras que su rostro lo tenía rojo por ingerir tanto alcohol. Los ojos de él se encontraron con el joven que seguía tirado en el suelo.

El muchacho de cabellera rojiza cerró sus bellos ojos y apretó con fuerza sus puños hasta ponerlos más pálidos y lastimarse las palmas con sus uñas. Se sentía más que humillado, se sentía vacío. ¿Qué mal había hecho el para estar en tal lugar? ¿Qué mal había hecho para ser tratado peor que un animal y más como un objeto? ーMaldita ... Es-escoria... L-levántate

Milo noto como aquel hombre a penas y se podía mantener de pie. No supo porque pero al ver como aquel tipo tomaba por la fuerza al pelirrojo algo en su ser le impulso a intervenir. No sabía que era, y lo último que supo fue que su puño derecho había impactado contra el rostro de aquel hombre, el cual ahora se encontraba tumbado en el suelo. Las orbes azules de Milo se encontraron nuevamente con los rubíes del pelirrojo quien le miraba con sorpresa.

Tu... ー La voz del pelirrojo apenas y había soñado como un murmullo. El más joven seguía sin saber que hacer o decir, por otro lado Milo tan solo le tomo del brazo y se lo llevo de ahí. Nadie se dio cuenta de la huida de los jóvenes y ninguno de los dos supo porque lo habían hecho. Milo se preguntaba porque había intervenido y le traía consigo, mientas que Camus se preguntaba por qué le seguía.

Al encontrarse ya en una distancia prudente ambos Milo se dio el lujo de detenerse a soltar al otro y dar un respiro. Sus piernas y pecho dolían por el esfuerzo que había hecho, al menos ya se encontraba muy lejos de aquel lugar. Por otro lado, el pelirrojo se encontraba en la misma situación que Milo. Se sentía cansado, además de que su rodilla izquierda dolía pues se había lastimado cuando aquel bruto de Zarg, le había tirado.

¿Estás bien? ーLa voz grave del heleno provocó que un escalofrío recorriera la espina dorsal del joven. Milo ya se encontraba más recuperado, y mantenía la mirada fija en el joven, quien lucía aun cansado y con un leve rubor en sus mejillas.

Si... Lo estoy... ーLa fría brisa de la noche volvió a hacerse presente, moviendo con gracia los cabellos de ambos, mientras que la luna daba de lleno en el más joven quien lucía como un ángel ante los ojos del griego. Pero monóxido evitar notar que en aquellos rubíes que tenía por ojos, una sones de soledad se escondía. A pesar de su belleza, de aquella grácil perfección en cada parte del pelirrojo había algo más. Había tristeza, había desolación

"¿Que tanto habrá sufrido?" ーPensó para sí mismo. ーQuiero que vengas conmigo ーExclamo sin titubear y con los brazos cruzados sobre el pechoー

¿Disculpa? ー No entendía a qué se refería el otro con eso, ¿acaso estaba pensando que él era...? De solo pensarlo el enojo volvió a él.

No me mal interpretesー Volvió a hablar en cuanto noto la molestia en el rostro ajeno. Él no tenía ninguna mala intención para con el pelirrojo, tan solo se le hacía injusto que tratasen así a una persona. Tal vez él había tenido la idea de venir aquí por mera curiosidad, pues solo había escuchado algunos comentarios y nada más. Pero jamás pensó que una acción como esa pasara como si nada ante las autoridades, ¿acaso eran ciegos o estúpidos por no darse cuenta de la venta de personas?

¿Cuáles son tus intenciones? ー A Milo solo se le hizo algo de gracia al ver el porte serio en aquel joven, debía admitir que a pesar de lo que había estado pasando, aun poseía una chispa de coraje en su mirar. Mientras que el pelirrojo alzo una de sus cejas sin entender "el chiste"ー

Tan solo quiero ayudarte ー Respondió el griego.

¿Ayudar? ¿Porque?ー Ok, aquello ya se le estaba saliendo de las manos, pensó el heleno al ver el rostro serio y escéptico del menor.

¡Demonios! ¡Porque no es correcto! ー Grito ya exasperado por la actitud del otro, quien se sorprendió un poco y relajo sus facciones. Tal vez fuera tonto, pero la forma en la que el rubio le había respondido fue más que suficiente para creer en sus palabras.

No, no lo es. No es correcto el que una persona sea tratada como un animal, como un simple objeto al que le pones precio para venderle al mejor postor ーA medida que hablaba, su mirada se había más opaca y con sus manos se empezó frotar los brazos, pues el frío había empezado a hacer mella en él y Milo lo noto. El griego solo negó con la cabeza y se fue sacando su chaqueta para colocarla sobre el otro quien le vio sorprendido por esa acción.

Sé que te ha de ser difícil de creerme, y aún más con esta mascara puesta ー El de largas hebras rojizas tan solo negó con la cabeza

Antifaz ー Le corrigió.

¿Que? ー Pregunto al no entenderle.

ー No es una máscara. Es un antifaz pues solo cubre la mitad de tu rostro; mientras que las máscaras lo cubren todo ーMilo solo rodó los ojos ante aquella breve explicación entre la diferencia de un antifaz y mascara.

Bien, antifaz... No mascara, entendido ー Bufo molesto como un niño pequeño, provocando que el otro soltara una pequeña risa ー T-te... Te reíste

Así es, ¿Es que acaso nunca habías visto a una persona reír? ー El rubio tan solo hizo una mueca de desagrado por la respuesta que el otro le dio, mientras le miraba fijo y con una tenue sonrisa en sus labios

 Si, lo he hecho ー Respondió. ーLo que no sabía, era si tú también lo hacías ー La voz del griego había soñado tan suave y seria a la vez, se dejó sin palabras al joven, quien sólo busco cubrirse más con la chaqueta y sorprenderse por aquel olor que esta despedida, suponiendo que aquel olor era la colonia favorita del otro.

 ... ー El galo tan solo bajo la mirada cohibido, Milo se dio cuenta de que el otro observaba con gran detenimiento el suelo, como si este fuera la cosa más genial del planeta.

ー Ven, lo mejor será que nos vayamos de aquí antes de que alguien se dé cuenta lo que le paso o el viejo ese recobre el sentidoーSuspiro cansado y buscando el celular en el bolsillo de su pantalón. Todo lo que había vivido hoy era toda una odisea y solo quería llegar ya fuera a su casa o a su departamento y dormir por los siguientes cincuenta años.

ー Amm... ー El de largas hebras rojizas pestañeo confundido y sin saber que decir o hacer mientras miraba al otro hablar por teléfono con un tal "Shura" pidiéndole o más bien, "rogándole" para que viniera atraerle. Por las facciones y tono de voz que el otro usaba, imagino que la otra persona detrás de la línea debía de estarle dando alguna clase de sermón. Pues Milo no hacía más que asentir con la cabeza y hacer algunas muecas que le provocaron gracia.

ー Bien, ya alguien vendrá por ... ¿Qué sucede? ー Le pregunto después de cortar la llamada y guardar su celular. El menor lucia desanimado, ¿acaso quería regresar a ese lugar? Y de ser así, ¿porque?

ー Camus... ー Murmuro, y al ver que el otro no entendía volvió a hablar ーMe llamo Camus... Y, agradezco lo que estás haciendo por mi ー

Los zafiros de Milo brillaron con gran entusiasmo al ver como Camus le sonreía. Era una sonrisa pequeña pero perfecta, al menos para él. Aún seguía preguntándose mentalmente como era posible querido aquello ocurriera en una sola noche, pero al menos daba gracias de haber conocido y salvado a aquel pelirrojo. Para el griego, Camus resultaba ser un ángel, uno cuya mirada era triste. Pero el mismo se encargaría de cambiar la vida de aquel joven.

Milo Skórpio ー Se presentó mientras extendía su mano derecha, la cual fue tomada por la del otro.

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(***)

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Mientras tanto un automóvil negro se iba deteniendo a las afueras de la mansión Skórpio. Inmediatamente de este salió un hombre de hebras cortas y negruzcas, su porte era serio, su piel pálida la cual contrastaba con el traje negro que siempre llevaba. Shura, era su nombre. Apenas un joven de veinticinco años que había emigrado a aquella tierra, donde había logrado tener la suerte de conseguir un trabajo como chofer del gran Aeneas.

El joven rápidamente abrió la puerta de atrás, dando paso a que un hombre de un metro ochenta, piel ligeramente morena, cabellos largos y rizados como el oro, además de unos afilados ojos zafiros y que lucía un traje muy color negro y marca Armani, saliera. Aquel hombre tenía un porte que exigía respeto y admiración, dejando que a sus rizos de movían de acuerdo a su andar atractivo que le caracterizaba.

Muchísimas gracias, Shuraー El mencionado tan solo asintió e hizo una leve reverencia a su jefe, quien sonreía ameno mientras se arreglaba bien el saco de su traje.

Que tenga una feliz noche, señor Skórpioー El rubio sonrío galante y se despidió del otro con otra sonrisa del español, quien volvió de nuevo al carro para ir a traer a cierto rubio. Tan solo esperaba y rezaba a los dioses habidos y por haber, que Milo no se haya metido en algún lío.

Mientras tanto el señor Aeneas Skórpio, era recibido por una de las tantas sirvientas que trabajaban ahí. La joven era una morena de cabellos castaños largos hasta la cintura, ojos almendrados y tierna sonrisa, mientras usaba el típico uniforme de sirviendo. La peli castaña saludo al rubio mientras tomaba su saco y portafolio para poner el primero sobre el perchero y lo para irlo a dejar a la oficina del rubio. – Gracias Sheila, como siempre tan eficiente – 

La joven tan solo volvió a sonreírle y a negar con la cabeza – No tiene por qué agradecerme Skórpio-sama, y si me disculpa me retirare que tenga una feliz noche – Acto seguido la joven desapareció por los pasillos de la enorme casona. Aeneas soltó un suspiro cansado mientras se aflojaba el nudo de la corbata y se iba a sentar al sofá de curo negro que había en la estancia apenas iluminaba por una lámpara. Otro suspiro se escapó de sus labios, era alrededor de la una de la madrugada y la casa estaba sumergida en un enorme silencio. Una pequeña mueca se formó en sus labios mientras tapaba sus ojos con el dorso de su mano.

Era alguien rico, alguien muy reconocido. Era respetado y todos obedecían sus órdenes. Y a pesar de ser un gran magnate, un poderoso hombre reconoció en todo el mundo; le gustaba ser amable con sus empleados. Él había sido alguien que empezó así, trabajando para otros y en más de una ocasión había recibido un horrible trato por sus jefes al ser "un simple extranjero" y por eso mismo sus empleados le eran leales y atentos. Tenía tres maravillosos hijos, que aunque no pasara tanto tiempo con ellos aun así les quería por igual. Los cuidaba, los consentía; aun al mayor quien era el que más canas le sacaba.

Pero era su hijo mayor, aquel muchacho bromista y de la sonrisa eterna o no tan eterna pues ya casi ni le veía sonreír. Siempre solo o con su pandilla, porque sí. Aunque no hablaran mucho él estaba atento a las cosas que sus hijos hacían, aun el menor que parecía todo un corderito manso sabía que era todo lo contrario.

– Si tan solo tú estuvieras aquí… – Murmuro a la nada. Su mirada zafiro lucia melancólica y en su cuello aun descansaba aquel collar. Era de plata fina y con un pequeño dije en forma de copo de nieve con pequeñas incrustaciones de diamante y zafiro. Un hermoso regalo sin duda, uno bello, uno lleno de tantos recuerdos. Tan valioso, tan importante. Recordándole día a día, amándole siempre. Porque a pesar de estar casado con aquella mujer, su corazón seguía perteneciéndole a aquel muchacho que había conocido hacia algunos años.

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(***)

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Bien esto ha sido todo por el capítulo de hoy y me disculpo por haberme tardado bastante, pero tuve varios problemitas. El más grande fue escribir todo esto en mi celular, además de que se me cansa un poco la vista u.u Pero me he esforzado bastante y espero que les haya gustado.

Dentro de dos días publicare el cuarto capítulo, que gracias a Dios ya lo empecé xD y sé que lo terminare a tiempo! uvú9

Aclaraciones: Muchas personitas ya han de saber quiénes son Arizt y Khian. Pero para quienes no lo sepan, Arizt es mi Oc (solo que en este fic Arizt está en su versión masculina) mientras que Khian es el Oc de… xD de Khian (?) mi compañero de rol, amigo, cherada, compadre, mi pequeño escorpioncito, mi niño de las manzanas, el Gran y Poderoso Khian-sama! Quien también hace acto de presencia en otro fic el cual se titula "Una Nueva Oportunidad Para Cuidar de Ti" y que también es un fic yaoi de Saint Seiya.

En fin, espero que esto haya resolvió sus dudas.

Nos vemos hasta el próximo capítulo!

Notas finales:

Bueno... Eso ya sido todo por el capítulo de hoy y lamento mucho la tardanza. Nuevamente déjenme decirles que agradezco los reviews que han dejado y me alegro que les este gustando! 

Nos vemos en el siguiente capítulo!! ;3


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