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Hokoron Maal: Pequeño Enemigo por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Bueno, como es sabado les dejo el siguiente capitulo.

Quiero agradecer a las personas que han comentado, me han hecho la semana, en verdad. espero que les siga gustando este fic.

El frio viento de la noche poco le importaba, se encontraba furioso y el sentirse tonto debido al confiar en un humano no ayudaba.

.-Feyn…- podía ver como Jens retrocedía un poco. Cualquier ser viviente con el suficiente sentido de supervivencia lo haría.  Zender permaneció en su lugar.

.- Feyn, cálmate.- la voz de Zender llego clara a él.

.- ¿calmarme?-

.- no puedo hablar contigo si estas por convertirte en dragón, algo que por cierto no considero muy inteligente.-

.- ¿ah? No soy yo el que quiere que vengan los cazadores.-  siseo.  Le importo poco lo demás. Con un movimiento veloz retrocedió mientras dejaba por fin que su cuerpo cambiara.  Podía ser pequeño, pero aún era un dragón y eso significaba que por más pequeño que fuera aún era grande para cualquier humano. Cuando extendió sus alas, estas rozaron los autos a sus lados. Escucho que Zender grito algo, pero no le importó. Dando algunos pasos hacia delante agito sus alas y se elevó rápidamente entre los edificios. Evito impactarse contra los muros, tenía mucha suerte que fuera de noche, pues su piel oscura se confundía fácilmente con la noche.  De algún modo termino a las orillas de una pequeña montaña, sabía que no estaba muy lejos de la ciudad pero no quería arriesgarse a sufrir un incidente como la última vez que había volado, se quedaría a pensar que haría a continuación,  buscar a su hermano tal vez.  No durmió en la noche, ni el día siguiente; pasó tres noches sin dormir,  moviéndose poco. La mañana del cuarto día, cuando veía el amanecer, comenzó a sentir sueño.  En algún momento se quedó dormido, el olor a humano fue lo que despertó, demasiado cerca. Se movió, nervioso. Cuando distinguió las voces supo que no eran cazadores y no se movió más. Espero hasta que estuvo seguro de que no había nadie más, y por la noche decidió ir a otro lugar.

Había bajado a buscar comida, cuando los sintió. No era igual que la última vez, sonidos claros que delataban la presencia de personas en el lugar. Esta vez, tenues susurros y silencio, cuando el viento cambio de dirección supo que eran humanos, y el sigilo que había le indico que eran cazadores, y demasiado cerca como para ocultarse, por lo que opto por hacer lo que no esperaba: salió volando rápidamente. Como esperaba, los gritos y los sonidos de movimientos rápidos no se hicieron esperar. Esta ocasión voló erráticamente, evitando ser un blanco fácil. Resoplo al ver que en realidad había más humanos de los que había pensado. Y no solo eso, de hecho la situación era mucho peor que la vez anterior, al parecer no había pasado tan desapercibido como esperaba. Los humanos lo seguían, y por más que trababa de perderse entre la oscuridad había elegido la peor noche de luna llena y despejada para tratar de huir.

En un  acto desesperado,  se dirigió de regreso a la ciudad. Tampoco quería pelear, no pensaba intentar algo nuevo y terminar peor.  Cada pocos minutos, lograba ver bajo el un nuevo grupo de personas siguiéndolo. Tal parecía que estaban completamente decididos a cazarlo.  Cuando la ciudad se hizo visible, aumento su velocidad. Entrando en la ciudad podía perderlos, a riesgo de aumentar sus perseguidores y empeorar su situación, aun así era un riesgo bajo.

 Un golpe en su ala le hizo perder estabilidad. El dolor consecuente le hizo perder altura, hasta que termino cayendo a unos metros de una carretera. Trato desesperadamente de levantarse, pero el dolor de su ala le impedía mucho movimiento. Dolía mucho, aún tenía la larga y grande flecha metálica atravesando su piel.  Un sonido lastimero salió de su garganta cuando trato de moverse de nuevo, no podía avanzar sin mover sus alas. Para cuando llegaron los cazadores, había avanzado poco, y cuando se vio rodeado, solo se quedó quieto mientras era capturado, por segunda ocasión. No era prudente tratar de huir si estaba lastimado, solo conseguiría lastimarse mucho más. Al  menos esa ocasión había  tardado cuatro días sin ser atrapado. Todo un nuevo record.

 

 

Jens miro la calma con la que zen regresaba al auto. El aun no podía apartar la  vista del punto donde Feyn se había perdido en la oscuridad. A su alrededor escuchaba las voces asombradas y asustadas de las personas que habían visto el pequeño espectáculo

.- Jens.- la voz autoritaria de Zender le hizo volver a la realidad. Con paso rápido llego al auto y subió a conducir. A Zender no le gustaba mucho conducir a pesar de que lo hacía bien, prefería que alguien más lo llevara y por eso tenía su propio chofer: Zender solo manejaba cuando era estrictamente necesario.  Condujo hasta salir a la calle, y como Zender no le dijo nada, se dirigió al complejo de departamentos donde vivía. Cuando vio que más gente se reunía alrededor del estacionamiento entendió que Zender quería evitar el escándanlo o verse involucrado más de la cuenta.

.- odio tener que decirlo… pero…-

.- si lo odias tanto no lo digas.-  Zender miraba por la  ventana. Conocía lo suficiente a su amigo para saber que no estaba tan calmado como se veía. Probablemente estaba enojado, muy enojado.   Condujo en silencio hasta entrar al estacionamiento del edificio, Zender bajo apenas detuvo el auto, y lo alcanzo antes de que la puerta del elevador se cerrara. Cuando llegaron al piso de Zender, suspiro.

.- eso… fue realmente espeluznante.- murmuro, dejándose caer en el sofá.- te dije que tomaras más enserio a Feyn.-

.- ¿ahora vas a sermonearme?

.- necesito desahogar mi impresión.- sonrió burlonamente.- y de cierta manera tu causaste esto.-

.- ¿entonces me reclamaras hasta cansarte?-

.- pues no es mala idea, pero…- su teléfono vibro en su pantalón antes de que el tono se escuchara.  Suspiro cuando vio quien llamaba.- dame un momento.- no se levantó de su lugar pero Zender camino hasta el  ventanal.- ¿si?

.- ¿no vas a venir? Te hemos esperado- reprimió un suspiro. Había conseguido salir con una chica que era completamente su tipo, y a la cual le había costado mucho convencer para salir de fiesta, y ahora…

.- lo siento, no podré ir, tengo que encárgame de un asunto muy urgente.- casi llora internamente, conocía lo suficiente para saber que era del tipo de chica que no volvería a salir con alguien que la planto.  Antes de que ella reclamara más y terminara cediendo, colgó la llamada y apago el teléfono.

.- ¿terminaste ya?-

.- de verdad que me deberás una muy  grande, zen.- gruño. Sabía que el “¿reclamaras hasta cansarte?” de Zender no solo era retorico, le había dado una instrucción ya.- ¿Por qué siempre tengo que limpiar tu m…?-

.- solo apresúrate.-

.- ya, ya. Solo porque también estoy preocupado por Feyn.-  saco otro  teléfono del pantalón y comenzó con su trabajo. El jamás mezclaba su  trabajo con su vida personal. Paso la siguiente media hora llamando a toda persona que se le ocurría, e incluso había tomado la computadora de Zender.- necesitamos una donación de…-

.- hazlo. Lo que sea.-

.- bien.- paso otro rato pegado a la computadora o al teléfono. Cuando tuvo un breve momento de descanso, se levantó para estirarse.  Zender seguía recargado en el ventanal.- no creo que vuelva hoy… no tarda en amanecer.-

.- umm.-

.- deberías ir a descansar. Un baño y un rato de sueño.- apoyo un brazo en el hombro de Zender.- te hará bien descansar, me quedare por aquí hasta que amanezca y luego tengo mucho trabajo.-

.- Jens... gracias.-

.- nada de eso. Cancele una cita con una chica increíble por ti, de verdad que tienes que encontrar una buena forma de remunerar esto… ahora largo antes de que me arrepienta.- Zender sonrió y paso a su lado cuando se dirigió a las habitaciones. No era que Zender fuera débil ni nada por el estilo, pero solía perder el control cuando las cosas con su obsesión se salían de control, aunque esto era totalmente diferente y por eso también sabia la situación de su amigo, no estaban hablando de cualquier obra de arte u objeto material, era una persona… o bueno, algo similar, que había convivido con el e incluso él le había tomado cierto cariño a Feyn.  Siguió con su trabajo hasta que estuvo convencido de que no había nada más que pudiera hacer de momento. Se recostó en el sofá, cerrando los ojos y durmió un rato. El sonido del elevador lo despertó. La sala ya estaba completamente iluminada. Se levantó, estirándose. Dormir en un sofá nunca había sido su actividad favorita.

.-  señor Jens.- la chica morena que se encargaba del departamento de Zender había llegado. Eran cerca de las siete de la mañana.- ¿durmió aquí?-

.- ah, sí una larga historia. Zen está durmiendo, no lo despiertes pero prepárale algo de comer  cuando este despierto.-

.- ¿está bien?-

.- sí, pero oblígalo a comer si es necesario.- tomo sus cosas mientras hablaba y se dirigió a la puerta.- por cierto Feyn no está. Procura no preguntarle nada a zen.- la chica puso una expresión sorprendida.

 .- ¿el… él se fue?-

.- si, algo así… me iré ya.- el elevador se abrió y el entro dejando a la chica sola en la sala.

 

 

Feyn abrió los ojos, con lentitud. No necesitaba saber dónde estaba, puesto que el dolor le hacía recordar  claramente el día anterior. Después de haber caído se vio rodeado y sin oportunidad de huir, termino encadenado al suelo antes de quedar inconsciente. Cuando despertó estaba en otra jaula, igual de grande que la anterior pero con barras más gruesas, y podía sentir movimiento, por lo que dedujo que iba en un camión. Las historias que Zender le contara sobre lo que les pasaba a los dragones que eran capturados le llegaron a la mente. Sacudió la cabeza, no tenía sentido aterrarse más de lo que estaba.  Un movimiento a su derecha le hizo notar que no estaba solo. Dos cazadores más estaban ahí, vigilando. El movimiento se detuvo, y uno de los cazadores se dio la vuelta.  Alcanzo a ver cómo le apuntaban antes de que el sonido de un estallido suave resonara en el espacio reducido del camión. Sintió un pinchazo, y gruño de dolor.  Unos momentos más el sueño lo invadió, y todo comenzó a volverse oscuro.

 

Cuando despertó de nuevo, estaba en  otro lugar, mucho más amplio, el ruido y el movimiento habían desaparecido. Ahora se encontraba rodeado de cajas y mesas.  La flecha había desparecido de su ala, pero aun dolía, y tardaría unos cuantos días en sanar completamente. Se repitió un montón de veces que tenía que calmarse. No supo cuánto tiempo paso hasta que logro calmarse un poco.  Recodo poco a poco lo que su hermano siempre le decía cuando pasaban un rato juntos. Clases privadas sobre qué hacer si algún día lo atraparan.

.- primero conoce tu entorno.- el recuerdo de la voz de su hermano logro calmarlo por completo. Conocer, si podía hacer eso.  El lugar olía a químico,  escuchaba un sonido ronroneante, que dedujo seria algún sistema de ventilación. Sintió también la corriente de aire… y se sintió feliz. Que hubiera una corriente de aire significaba que había una salida por la cual escapaba ese aire.

.-planea tu escape.- Giro la cabeza, tratando de ver si no era una puerta lo que hacía que existiera esa corriente.  No había ninguna. Una vez que pudiera moverse sin dolor, trataría de escapar.

 

 

Cuando llego a la oficina de Zender, era obvio el malhumor que tenía.  Y lo peor era que no podía burlarse. Llevaba cuatro días sin tener noticias de Feyn. Quería pensar que Feyn se había marchado sin problemas a cualquier otro lugar y ese era el motivo de que no hubiera noticia alguna.

.- hey… ¿sigues trabajando?- pregunto a modo de saludo.

.- solo lo atrasado.-

.- no hay noticias de…-

.- tú deberías saberlo mejor, se supone que te encargas de eso.-

.-y lo hago, créeme. He hecho todo lo que podía, y si sigues tratando de desquitarte conmigo, te golpeare hasta que te disculpes.-

.- bien.-

.- nada de bien. Esto pasa por tu culpa.-

.- no te cansas de repetirlo.-

.- no. Si hubieras dejado tu manía de controlar todo sin consultarle a nadie ese incidente jamás habría pasado. Te dije que Feyn no era una mascota.-

.- lo subestime, sí. ¿Eso querías escuchar?

.- si, si lo encontramos al menos espero que hayas aprendido de tus errores.-

.- es extraño que tú me digas que hacer.- sonrió.

.- pero si siempre lo hago. Sinceramente no sé qué harías sin mí.-

.- descansar de incordios pesados.-

.- ¡hey! Ten algo más de…-  su teléfono sonó. Zender sonrió burlonamente cuando contesto. Tardo unos momentos en entender lo que le decían…- zen ¡lo encontré! Encontré a Feyn.-

.- ¿Dónde?- Zender se había puesto de pie.

.- espera.- dijo mientras seguía la conversación en el teléfono, para luego correr a la computadora. Colgó mientras acedia a su correo electrónico.- uno de mis contactos se enteró por uno de sus empleados que hubo una cacería ayer, justo a las afueras de Berlín.-

.- ¿Feyn?

.- no es posible saberlo hasta verlo. Nadie más lo ha visto en su forma de dragón.-

.- yo sí. ¿Dónde está?-

.- aun no lo sabe. Llamare a toda persona que pueda decírmelo.-

.- apresúrate. No deberíamos perder más tiempo.-

.- lo sé. Por una vez coincidimos totalmente en algo. Dame unos momentos.- mientras hacia lo que acababa de decir, sonrió al ver a Zender tan interesado. Esperaba que todo lo que estaba pasando le diera una buena lección bien merecida a su amigo. Se concentró por completo en las llamadas, encontrar a Feyn era más importante que burlarse de zen, no conocía mucho de cómo se manejaban los centros de cazadores,  pero ser un dragón en uno de ellos supuso sería tan malo como ser rodeado de tiburones.

 

 

  Feyn se sentía mucho mejor ahora que estaba calmado y comenzaba a pensar como escapar. Tal vez podría intentar algo siendo humano, la última vez habría podrido abrir la puerta con solo sacar la mano, que el pánico  pusiera al máximo su instinto de supervivencia y eso mismo le impidiera tomar una forma más débil era otra cosa.  En esos momentos podría intentarlo, pero sería igual de doloroso, por lo que se limitaría a seguir observando. Podía oler que había más humanos fuera del lugar donde estaba, y escuchaba tenuemente sus voces.  Gruño. Su hermano jamás le había dicho como escapar de un lugar lleno de cazadores, dudaba que él se hubiera encontrado en una situación como la suya.

Tenía hambre, mucha. No había comido desde que saliera de la ciudad, y lo último que había comido era un paquete de palomitas de maíz. De cualquier modo, no pensaba comer nada de lo que dieran en ese lugar, había visto muchas películas de terror y suspenso en casa de Zender para saber que no tenía que hacerlo, al menos hasta que estuviera tan hambriento que su instinto le hiciera comer inconscientemente. Bien, tal vez basarse en un montón de películas hechas por humanos no fuera la mejor estrategia pero era lo único que tenía. Y cuando saliera de ese lugar, tendría una historia mucho mejor que la mejor que tenía su hermano. Durmió con esos pensamientos alentadores hasta que el ruido de la puerta abriéndose le despertó.

  Entraron cuatro personas, dos de ellas iban armadas y con el atuendo de cazador. Las otras dos iban con batas blancas y cubre bocas.  Alarmado, retrocedió lo más lejos posible de la puerta de la jaula. Había sido muy ingenuo al pensar que tenía el tiempo suficiente para sanar y escapar….

.- tranquilo, no dolerá… mucho.- gruño al cazador que había hecho el comentario.

.- deja en paz al dragón Ulrik, yo mismo te golpeare si haces un comentario parecido.-

.- ya, no tienes que molestarte… has estado más irritable desde lo de Rusia.- ignoro la conversación de los cazadores y se concentró en las otras dos personas. De las cajas habían comenzado a sacar varios instrumentos metálicos y recipientes de metal. Todos los instrumentos metálicos le parecían letales, y no quería averiguar que uso tenían. Cualquier cosa que planearan hacer no sería buena para él, eso sí lo sabía.  Pensó en que patético seria terminar así, herido y sin posibilidades de escapar, sin nadie que supiera donde estaba o como terminaría.  Si, su situación estaba para llorar. Al menos pensó nada mas podía empeorar.

.- ¿Qué más necesitan?- esa frase le hizo prestar atención de nuevo.

.- solo unas cuantas cosas más.-

.- ¿tienen el calmante?-

.- claro.-

.-entonces ya podemos comenzar.- la voz femenina había provenido de una de las personas de bata blanca.  La otra persona de blanco se giró, con una llave grande, mientras se acercaba, las armas de los cazadores le apuntaron.  Si así seria, entonces no lo pondría fácil… no caería sin llevarse a alguien más.

Notas finales:

* errores en el texto son sin querer. 

¿y que tal? al parecer Rein no es el unico que se mete en problemas XD. ¿Como se solucionara este malentendido?

Hasta la proxima semana!!


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