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Hokoron Maal: Pequeño Enemigo por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Pues aqui les dejo el siguiente capitulo. 

Rein no había tenido muchos momentos incomodos en su vida, pero que Slayer lo encontrara besándose con Kest en la sala fue el peor. Nadie había dicho nada, Slayer solo los había mirado y luego había pasado y se había ido a las habitaciones. Escucho la puerta cerrarse.

.- Micah…- dio un paso atrás, separándose de Kest.

.- ah… yo…-

.- no tienes que decirme nada ahora. Pero piénsalo.-

.- ¿p-pensar?-

.- si quieres venir conmigo o no, por favor, piénsalo.- Kest volvió a salir. Se quedó unos momentos  parado en la entrada, sin comprender del todo que acababa de pasar. Lentamente se dirigió a su habitación, dejando sus cosas de camino. Encendió su televisión y se sentó en la cama, aun sin prestar mucha atención a lo que hacía. Después de un rato se acostó boca abajo, hundiendo la cara en su almohada.

Descontando el hecho de que técnicamente se había besado con un chico, aún tenía que pensar varias cosas. Sentía el estómago revuelto y la cabeza como si estuviera sumergido en una alberca, ajeno a todo lo que pasaba fuera de su mente. Tenía que poner las cosas en orden. Slayer no le daba miedo, ya no, eso lo tenía muy claro. Le causaba solo nerviosismo estar con él, y una gran admiración, añadiéndole una gran carga de gratitud, pero le era muy difícil hablar con él, y siempre terminaba haciendo torpezas a casusa de eso, pues no sabía si estaba molesto o no y no quería empeorar su humor. De Kest… se sentía cómodo con Kest, a pesar de que había intentado secuestrarlo y le había causado dolorosas heridas y una aún más dolorosa sanación, podía hablar tranquilamente con él y reír incluso, pero no sentía que lo conociera lo suficiente, a pesar de saber más cosas de él que de Slayer.

.- Rein.- la puerta se abrió, pero no se movió, se limitó a hacer un sonido gutural como respuesta. Había reconocido la voz de Slayer.- ¿te has enfermado otra vez?-

.- no.-

.- ¿y cómo hasta cuando piensas estar así?-

.- no se.-

.- ¿no lo sabes?- pudo percibir el tono irritado de Slayer.

.- no.-

.- ¿y donde se metió ese imbécil?-

.- salió.-

.- Rein…- gruño.

.- mmm.-

.- la cena aún no está lista.-

.- no tengo hambre.- escucho los pasos que Slayer dio hacia su cama antes de ser bruscamente jalado, haciendo que cayera al piso con un sonido sordo. Eso basto para sacarlo del ensimismamiento que había tenido toda la tarde.

.- ¡deja de hacer el vago y muévete!- se levantó, con rapidez, notando por primera vez lo que había estado haciendo. Slayer tenía una expresión molesta, muy molesta en el rostro, y casi podía jurar que tenía un tic en el ojo.

.- ¡l-l-lo siento! Hare algo rápido.- salió con cuidado de la habitación, pues al caer la pierna le había dolido. En la cocina comenzó a sacar todo rápidamente, pues era tarde en realidad y por la reacción de Slayer no pensaba hacer algo que tardara mucho en hacerse.  Por primera vez se preguntó dónde se había metido Kest.

.- vas a amputarte un dedo si no prestas atención.- pego un brinco al oír la voz de Slayer a un lado de él, pues no lo había escuchado entrar. 

.- s-si.- respondió, sujetando con más firmeza los vegetales  que cortaba. Slayer lo miro, evaluándolo con la mirada.

.- ¿ya has terminado con ese show?-

.- s-sí. l- lo siento.- Slayer suspiro.

.- concéntrate solo en una cosa.-

.- l-lo hare.-

.- dame eso, no confió en ti y no pienso seguir atendiendo tus heridas.- Slayer le quito el cuchillo, mientras le daba un empujón. Asintió mientras se ponía a hacer los otros preparativos para lo que hacía.- ¿Qué harás?-

.- s-sopa con…-

.- no hablo de la cena.-  lo miro, extrañado, sin entender de que le hablaba.

.- ah… mmm.- desvió la mirada cuando entendió de que estaba hablando. No podía pensar con claridad si Slayer lo miraba fijamente. Y, para ser precisos,  aun no sabía qué hacer, a pesar de que había pasado toda la tarde intentando buscar una respuesta, aún no había llegado a ninguna conclusión cuando Slayer había ido por él. Cambio el peso de su cuerpo a la pierna herida, e hizo un gesto de dolor.

.- ¿te lastimaste?- por supuesto, él no se había lastimado pero tampoco diría que había sido Slayer el culpable de ese dolor.- ah… sí. Pensé que si no te importaba mucho salir a pesar de eso, un poco de dolor no te haría mal para levantarte.-

.- p-pues m-me duele.-

.- pasara en unas horas.- suspiro. Esperar una disculpa de Slayer era ridículo. Siguió revolviendo la sopa, que ahora ya comenzaba a oler bien.

.- ¿Kest?- pregunto.

.- si tu no lo sabes que sales con él, yo no tengo por qué saberlo. Pon más atención, te lo he dicho.-

.- yo no s…-

.- Micah, regrese.-

.- hablando de dolores.- murmuro Slayer. La puerta se cerró antes de que Kest apareciera en la cocina.

.- ¿aún no está la cena?-

.- es obvio que no, no estaríamos aquí de no ser así.-

.- ¿Qué haces aquí?-

.- intentando que tu torpe novio salga completo de la cocina.- Slayer salió, dejándolo confundido.

.- Micah ¿Qué haces?-

.- ¿eh? Ah, sopa. Se me hizo un poco tarde para la cena.- escucho el resoplido de Slayer desde la sala.

.- ¿necesitas ayuda?-

.- no, está bien ya he terminado.- volteo a mirar la sopa en la estufa. Ya estaba casi lista, pues con la ayuda de Slayer había ahorrado mucho tiempo.

.- oh, bueno. Te ayudare entonces a servir.- Kest se giró y comenzó a sacar platos y otras cosas.  Lo observo unos momentos, sin que él lo notara. Slayer pensaba que ellos… que ellos estaban saliendo… pero él nunca había mencionado nada ni había recibido alguna confesión de Kest ¿o sí? y además ¿Qué pensaba él de Kest?  ¿Y de Slayer? Pensaba que prefería seguir en su antigua casa sin ningún problema. 

Después de servir su cena, los tres estaban en la mesa. Ninguno había dicho nada desde que se sentaran. A pesar del silencio, que incluso podía parecerle incomodo, Rein estaba a gusto pues había más tranquilidad esa noche que en las últimas semanas.

.- ah, Kest… ¿a d-donde fuiste?- Kest lo miro a penas hablo.

.- necesitaba un par de cosas. El maldito frio de este lugar es una pesadilla, y ya que me he recuperado, necesito fuego.- parpadeo, sin entender.

.- espero que tu idiotez haya sanado también y no llamaras la atención.-

.- no lo hice.-

 .- ¿hacer que?- pregunto, pues seguía sin entender lo que hablaban.

.- se ha trasformado.-

.- oh…- exclamo al entender de que iba la conversación. No dijo nada más, pues no quería iniciar una discusión. Para su sorpresa termino primero que los dragones, pues ellos siempre comían mucho más y más rápido que él. Después de dejar el plato en el fregadero,  fue a su habitación. Aún tenía muchas cosas que pensar.

 Esa noche durmió poco, pues despertaba a cada rato. Cuando amaneció,  a penas y había dormido un par de horas seguidas. Fue a la cocina para preparar el desayuno.

.- solo prepara para dos.- pego un brinco al escuchar la voz de Kest desde el sofá.

.-  ¿eh?-

.- el otro ha salido por la noche y no ha regresado.

.- ¿Slayer salió?-

.- si, por la madrugada.- Kest no sonaba preocupado. El sintió un malestar en el estómago. Slayer no se iría solo así ¿o sí? pensó en la conversación que había tenido antes con Kest, sobre irse con él, y era muy probable que Slayer también la escuchara. Preparo sin ánimos el desayuno, la misma cantidad que siempre hacia.- Micah ¿estás bien?-

.- si.-

.- no tienes por qué preocuparte por él, puede cuidarse solo.-

.- si, lo se.-

.- entonces no te preocupes.-  era más fácil decirlo que hacerlo. Comió lo que le quedaba del desayuno y guardo lo que sobro en un recipiente antes de ir a su trabajo. A pesar de estar distraído toda la mañana logro no causar ningún desastre, y cuando salió regreso rápido a la casa. Slayer no estaba.

.- ¿Kest?-

.- ¿Qué pasa?-

.- Slayer ¿regreso?-

.- no.-

.- ¿le pudo haber pasado algo?-

.- claro que no. Creo seria notorio si hubiera algún problema.-  asintió,  sin creer mucho en lo que le decía.- vamos, Micah, es un dragón. Estará bien.- pero Slayer no volvió ese día, ni al día siguiente, ni el siguiente. Kest había insistido en que Slayer estaba bien, incluso una noche salió a intentar localizarlo.

.- ¿y bien?- pregunto en cuanto se abrió la puerta y Kest paso por ella.

.- lo he rastreado por horas, perdí su rastro en un bosque. Pero tampoco hay indicios de que hubiera una pelea, de ningún tipo.-

.- ¿pelea?- 

.- si hubiera una pelea con un dragón o con cazadores habría marcas y rastros notorios incluso para un humano. No había nada de eso, así que…-

.- ah.- se dirigió  a la cocina, mas por costumbre que por que tuviera hambre. Últimamente no tenía mucha.

Había pasado ya una semana desde que Slayer se fuera. A pesar de haber mantenido sus actividades normalmente su estado de humor  no era muy bueno. Había pasado de la preocupación de los primeros días, a una extraña depresión al pensar que Slayer se había marchado de esa forma, sin decirle nada. Ni siquiera había pensado en lo que Kest le había dicho sobre ir con él, pero parecía que Slayer había tomado la decisión por él-

.- Micah, necesito hablar contigo.- aún era temprano para ir al trabajo, pero él ya tenía todo listo.

.- claro.-murmuro.

.- mira… sé que esto es un poco difícil, pero… creo que tienes que aceptar que… tal vez no vuelva, y no puedes mantenerte así.-

.- ¿así?

 .- a penas y comes. Además tampoco estas durmiendo.- miro a Kest. Lo que decía era verdad,  por el tono con el que le hablaba sabía que estaba preocupado por él. La última semana había sido peor incluso que la primera vez que Slayer se había marchado.

.- lo siento.-

.-  no te disculpes, lo entiendo. Preferiría que intentaras comer.-

.- lo hare.-

.- y Micah… no vas a estar solo.- sintió ganas de llorar. Se giró a tomar sus cosas, en un intento por no hacerlo.- ¿has pensado en lo que te dije?-

.- un poco…-

.- ¿y bien?-

.- aun no lo sé.-  quiso añadir que de hecho, no tenía otra opción ahora, pero si lo había era seguro que lloraría, y no pensaba llorar. Kest había pasado la semana tratando de animarlo, le decía que todo estaba bien, y nunca se burló de él. Incluso la vez que había salido a buscar a Slayer había sido solo para intentar calmarlo. Kest era muy amable, y sabía que estaría bien con él.

.- está bien.- Kest le extendió un plato con el desayuno.- pero come algo.- solo al ver la preocupación en los ojos verdes de Kest tomo el plato y se sentó en una silla. Kest suspiro complacido al verlo comer.

.- Kest… gracias.-

.-  quiero estar contigo, lo he dicho. Y aun quiero estarlo, yo me hare cargo de ti, así que no tienes que preocuparte, así que piénsalo de nuevo ¿quieres?-

.- si…-

.-se te hará tarde, anda.- apretó los labios mientras se levantaba.

.- iré a buscar de nuevo hoy, así que trabaja bien.- Kest le sonrió antes de que saliera.  Eso solo lo animo un poco, paso otra mañana intentando no cometer demasiados errores en su trabajo. Tenía suerte que su puesto no era importante como para que notaran lo distraído que estaba. Por primera vez también pensaba en dejar su trabajo, pues no tenía mucho ánimo para mantenerse saliendo y realizando cosas normales como si nada hubiera pasado. Regreso incluso en taxi ese día, ni siquiera quería caminar.

.- ¿Kest?- llamo en un murmullo apenas audible. No hubo respuesta, por lo que dedujo que Kest aún no volvía. El silencio de la casa se sentía demasiado opresivo para su gusto, le hacía recordar además aquellos primeros días después de que su madre muriera y se quedara solo en la casa.  Era como volver a perder a perder a alguien importante para él. Después de dejar sus cosas se encerró en su habitación, encendiendo su televisor a un volumen más alto del necesario. Se acurruco en la cama, cubriéndose con una de sus cobijas. En algún momento se debió de haber quedado dormido, pues su cuerpo parecía haber llegado a su límite.

.- ¿Micah?-  bostezo mientras se sentaba. La luz estaba encendida, y el televisor tenía un volumen normal.  Kest estaba de pie, a un lado de la cama.- ¿estás bien?-

.-…si.- se froto los ojos.- ¿Qué paso?- pregunto, sentándose.

.-quiero que comas primero. Ya ha pasado la hora de la cena, pero tampoco habías dormido, así que decidí que, como ya estabas durmiendo, la comida seria después.-

.- no tengo hambre.-

.- eso has dicho últimamente.- Kest le pasó un plato con algo que parecía ensalada con algún tipo de pasta.- pero aun así tienes que comer, o te obligare. Estaba también por volver hacer que durmieras, pero me has adelantado.- Kest le dirigió una sonrisa. Algo dudoso tomo la cuchara que estaba en el plato y se la llevo a la boca. No tenía mal sabor, aunque si una consistencia rara.- eso está mucho mejor.-

.- umm.- 

.-  Micah…- Kest le hablo después de que comiera un par de cucharadas más.- sabes que no puedo hacer mucho siendo de día, lo he hecho lo mejor que puedo en esta apariencia, pero no puedo encontrar más rastro después del bosque.-

.- ¿se fue?-

.- no lo sé. También hay muchos rastros por la ciudad, pero no puedo seguir todos.- agacho la mirada, entristecido.- Micah, no. No tienes que ponerte así. Sé que le tienes mucho aprecio por haberte ayudado en varias ocasiones, pero…-

.- ¿pero?-

.- tal vez sea tiempo de seguir.-

.- ¿de seguir?-

.- no sé si se ha ido, pero yo me he quedado, yo cuidare de ti ahora.- Kest se sentó a su lado, en la cama.- aun  puedo esperar, y buscar más días si  así lo quieres.- se quedó quieto cuando le acaricio el cabello.- hasta que estés seguro.- aun con su mano en su cabello, lo atrajo hacia él, rozando sus labios de nuevo.

.- pero… yo…-

.- no tienes que decir nada aun… ¿quieres algo más?- Kest señalo el plato, que había vaciado.

.- no.-

.- entonces trata de dormir otra vez.- le dijo, tomando las cosas antes de salir y cerrar la puerta.  A pesar de lo todo lo que Kest había y hacia hecho por él, sentía que no hacia lo correcto. Su lógica le decía que Slayer se había ido, pero no podía negarse que aun esperaba que Slayer volviera. De nuevo durmió poco, aunque por la mañana se sentía más descansado, producto de la tarde anterior de sueño que había tenido. Kest lo había obligado a comer algo también antes de que saliera al trabajo.

Kest tenía razón, no podía quedarse esperando. Tal vez debería hacer caso de las palabras de Kest y marcharse a otro lugar, pues si iba a estar con Kest como acompañante no podía estar en un lugar tan frio.  Podría hablar con él cuando regresara, aunque aún no quería irse. Tal vez unos días más bastaran, pues tampoco era de las personas que se quedaban mucho tiempo tristes, y se sentía más animado.

 Cuando salió del trabajo, respiro profundamente el aire helado de las calles. Tenía mucho tiempo que no caminaba, y era probable que no volviera a hacerlo en una ciudad nevada, así que en lugar de tomar un taxi o un autobús, se puso a caminar de regreso.  Caminar por las calles le hizo sentir muchísimo mejor, incluso se entretuvo observando las tiendas. Se detenía también en cada parque al que llegaba.  Cuando llego al centro de la ciudad, se puso también a observar todo a su alrededor. Sería mucho problema para él dejar las ciudades frías del norte, pero al menos podría intentarlo, así como había intentado vivir con Slayer. Si las cosas no iban bien, siempre podría volver solo a algún lugar más frio. Se preguntó también como irían al sur, pues si no había salido de Rusia antes era por la falta de documentos para viajar y a la negativa de Slayer de llevarlo encima.

Pensando en Slayer también recordaba que no debía confiarse mucho en los demás. Tal vez por eso, y porque Kest había intentado llevárselo una vez, era que no podía confiar mucho en el  aun. Tal vez se estaría ofreciendo el mismo para ir a donde Kest quisiera llevarlo sin necesidad de pelear. Sacudió la cabeza. No tenía que pensar esas cosas, Kest se había preocupado por el esos últimos días como para agradecérselo de esa manera.

Tal vez por ir concentrado en el camino, o por que recordaba a Slayer en esos momentos fue que pudo notar que algo no andaba bien en la plaza central. No había ninguna pelea, ni nada que llamara mucho la atención. Solo personas caminando por la plaza. Gruesos abrigos de piel color negro, pesadas botas militares y otras prendas de color negro…  era fácil para todos saber que había cazadores en la plaza. Se quedó petrificado en la calle. No veía armas, pero era ingenuo de su parte asumir que no llevaban alguna encima. Si había cazadores ahí… no, no… Kest había dicho que no había pasado nada… entonces…

Respirando agitadamente se giró, no era seguro que lo buscaran, pero no pensaba acercarse de todas maneras. Seguramente algunas personas habían visto a los dragones y llamado a los cazadores. Esperaba que solo fuera eso. Apenas había dado dos pasos, cuando vio a dos cazadores más venir por la calle por la calle que iba a usar. Si, su mala suerte aún no se iba. Tal vez podría pasar desapercibido, así que volvió a girar, buscando un camino libre o el más libre que viera para poder pasar.  Camino por la calle rápidamente.

Solo podía pensar en salir lo más rápido de ahí, así que cuando se vio bruscamente jalado del brazo, intento gritar, pero antes de que pudiera emitir sonido alguno, una mano había cubierto su boca, y había terminado por ser adentrado a un callejón. Su cuerpo fue apretado contra otro, mientras respiraba agitadamente.

.- maldición, Rein ¿no puedes quedarte a salvo?- la voz, el tono, el olor. Su pulso se aceleró más, pero ahora no por miedo.

.- Slayer.- 

Notas finales:

*Errores en el texto son sin querer. Si le cambie el nombre a algun personaje, tambien :P

 

¿A que kest es mas tierno de lo que pensaban? :3

No tengo escusa para el corto momento de drama que hice, pero juro que estoy trabjando en ello y me esfuerzo para que en los fics siguientes esto vaya cambiando ^^, por el momento espero que les haya gustado el capitulo y me dejen saber si les gusta o sus opiniones en un comentario. 

Hasta la proxima!!


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