Rein trato de respirar con normalidad, aun con la mano de Slayer cubriendo su boca y sujetándolo para que no corriera. Nadie en la calle parecía haber advertido que había sido arrastrado a ese callejón. Sentía que todo su cuerpo temblaba, como si estuviera hecho de gelatina, o tal vez era que había comido y dormido poco últimamente.
.-Slayer.-su pensamiento fue como un suspiro aliviado, con una oleada de alivio que le invadió. Slayer estaba bien, estaba allí…. Estaba… el muy maldito no se había ido, y seguía allí. Dio unos manotazos a la mano de Slayer que le impedía moverse. El alivio y emoción que había sentido al encontrarse de nuevo con Slayer había desparecido siendo remplazado por una irritación al pensar en todo lo que se había preocupado para que Slayer estuviera como si nada.
.- quédate quieto.- murmuro Slayer, soltándolo.
.- ¿Qué estás haciendo?- susurro furiosamente.
.- ¿eh?- Slayer le miro perplejo.- ¿Qué demonios te pasa?-
.- eso quiero saber yo.-
.- ¿ah?-
.- ¿Qué estás haciendo aquí?-
.- vigilando.-
.- ¡eso no me dice nada!-
.- baja la voz, nos encontraran si gritas y tus ojos están brillando.- frunció el ceño, aun molesto. Haberse molestado con Kest había sido fácil, molestarse con Slayer probablemente le valiera un par de buenos golpes o amenazas, pero no podía quedarse así.
.- no me importa.-dijo, pero bajo la voz.
.- ¿Qué no te importa? ¿Qué rayos pasa por tu cabeza? Harás que todo el maldito esfuerzo que he hecho sea en vano, torpe.-
.- yo no soy torpe.-
.- claro. ¿Qué haces aquí?- pregunto de nuevo.
.- no te importa.-
.- Rein… ¿te das cuenta de que estás hablando conmigo?-
.- claro que lo hago. No hablaría así con nadie más en este momento. Estoy muy molesto.-
.- ¿molesto? ¿Por qué te he salvado?-
.- porque-te-has-ido-sin-decirme-nada.- soltó, acompañando cada palabra con un manotazo. Slayer solo lo miro con un marcado gesto de aturdimiento. Seguro que estaba sorprendido de la forma en que le hablaba, aunque Rein en ese momento no lo pensó.
.- he estado vigilando…-
.- yo me he preocupado por ti todo este tiempo. ¡Pensé que te habías ido y me habías dejado solo… así!-
.- eh… yo…-
.- y tú solo andabas por ahí. Incluso Kest salió a buscarte.- con esas palabras Slayer salió de su aturdimiento.
.- pero si todo esto lo ha causado tu noviecito. De no haber el salido en dos ocasiones como dragón no hubiera llamado la atención de los cazadores.- Rein resoplo, dando la vuelta y dando un par de pasos hacia la calle.- ¿Qué crees que estás haciendo?- la mano de Slayer le volvió a arrastrar al callejón.
.- me voy a casa.- trato de soltar su mano, jalando.
.- ¿y qué piensas hacer con los cazadores? Tus ojos son demasiado llamativos.- soltó otro resoplido, molesto. Acababa de darse cuenta que él no tenía mucho que temer antes, cuando sus ojos eran normales, puesto que no lo buscaban a él.
.- ah…- arrugo la nariz. Slayer le miro unos momentos y luego soltó una risa.- ¿Qué es tan divertido?-Refunfuño.
.- te vez gracioso cuando estas molesto.-
.- ¡no se supone que tengas que decir eso!- exclamo, sintiéndose derrotado. Era la segunda vez que le decían que era divertido verlo molesto. No se suponía que fuera así.
.- pero es la verdad. Con tu expresión así, pareces todo menos molesto.-
.- ¿y bien? ¿Tienes algún plan para salir de aquí?-
.- para tu gran suerte, sí.No vendría acá sin tener un plan.- Slayer le paso unas gafas oscuras.
.- ¿eso es todo? Yo pude haber pensado en eso.-
.- pero no lo hiciste. Están solo de rutina, no están buscando nada en especial, así que podemos irnos.-
.- ah, ¿ahora vendrás conmigo?-
.-seguro que te metes en un problema si te dejo andar solo en la ciudad así.- solo le miro mal antes de ponerse las gafas y salir. Slayer le siguió, también con unas gafas. A penas piso la plaza, se dirigió a un taxi que estaba bajando personas. Le dio la dirección al tiempo que Slayer también subía. El chofer les miro extrañado, pero no hizo comentarios. El trayecto fue corto, y en silencio pues Slayer nunca le respondía cuando le hablaba en presencia de humanos y él no tenia muchas ganas de hablar con él en esos momentos. A penas llegaron a su casa, le dio al chofer un par de billetes, sin esperar el cambio. Solo quería bajar y seguir enfurruñado.
.- yo pude haber hecho esto.- le dijo Slayer, refiriéndose a haberse movido en un taxi.
.- pero lo hice yo, y sin meterme en problemas.- respondió, abriendo la puerta y quitándose las gafas, arrojándolas a cualquier lado.
.- sí, claro.- le respondió sarcásticamente. Resoplo, afilando la mirada cuando Slayer se dejó caer en un sofá cómodamente.- ¿Qué demonios ha estado haciendo tu novio?- exclamo al ver las condiciones de la casa. No había limpiado en varios días, y Kest había hecho su mejor intento por limpiar, un intento no muy bueno.
.- ¿y entonces eso es todo? ¿Volverás solo así?-
.- ¿Qué? ¿Querías que dijera algo?- soltó una mezcla entre un gruñido y un grito como respuesta, arrojándole a la cara la mochila que siempre llevaba al trabajo. No se detuvo a ver si había acertado, solo se dirigió pisando fuerte a su habitación, la cual cerro con un portazo. A lo que veía Kest no estaba en la casa, pues ya habría hecho notar su presencia.
.- idiota.- murmuro, dejándose caer en la cama. Por supuesto que no esperaba que Slayer se disculpara o se comportara diferente, pero al menos había esperado una explicación de lo que había pasado.
.- hey tú, pequeño intento de dragón ¿Qué demonios te pasa?- la puerta se abrió, dejando pasar a un molesto Slayer. Por un momento se arrepintió de haberse comportado de esa manera con él. Seguro que Slayer no dejaba las cosas así.
.- n-nada…-
.- ¿nada? ¿Solo eso dirás?- pudo percibir el tono de amenaza en las palabras de Slayer. Pero él seguía molesto ¿no? Él no había hecho nada malo.
.- sí. Tú has sido el culpable…-
.- ¿Qué se supone que he hecho ahora?- gruño.
.- ¡te fuiste sin decir nada!-
.- ¿Cómo porque tendría que decirte algo?- se levantó, encarando a Slayer.
.-sal de aquí.- levanto el brazo, señalado la puerta.
.- ¿ah?- Slayer acentuó su gesto de molestia.- esto está pasando de ser divertido a ser una verdadera molestia.-
.- pues largo. Estas en mi habitación.-
.- ¿Qué demonios te ha estado enseñando tu noviecito ese?-
.- ¡no es mi novio! Deja de decirlo.-
.- ¿entonces qué demonios te pasa? ¿Por qué estás tan molesto? Incluso les di un tiempo a solas a ti y a tu…- cubrió su rostro en un gesto desesperado. Era demasiado que Slayer no comprendiera que pasaba.
.- no tengo nada con Kest.- gruño.
.- ¿Y?-
.-yo no quería estar a solas con él ¡pensé que ya no ibas a volver! Pensé que te había pasado algo…Creí que me habías dejado… ¡y solo andabas por ahí!-
.- o-oye, no tienes por qué llorar.-
.- no estoy llorando.- aun así tallo sus ojos, no muy seguro de si lloraba o no.- ha pasado mucho tiempo desde que vivimos juntos, y esperaba que al menos confiaras en mi para decirme esas cosas.- murmuro, ahora más calmado.
.- entonces… ¿tu estuviste preocupado por mí?-
.- ¡claro que sí! solo desapareciste por la noche, y ya no supe nada de ti por una semana.-
.- te dije que ese imbécil llamo la atención. Nunca me equivoco, así que estuve vigilando hasta que aparecieron los cazadores. Esperaba ver que movimientos hacían para determinar si era seguro seguir aquí o no.-
.- ¿y no pudiste decirme eso?- pregunto en tono molesto.
.- dormías, y no me gusta hablar con ese.-
.- ¡solo estas buscando escusas!- acuso, pues le resultaba completamente ilógico lo que le decía. Bien había podido regresar un momento o dejar una maldita nota.
.- deja de hablarme así.-
.- aún sigo enfadado, y yo tengo la razón.-
.- no tengo porque decirte todo lo que hago, maldición. Deja de armar tanto escándalo por esto, no es para tanto.- respiro, en un intento de calmarse. La cabeza había comenzado a dolerle. Era muy posible que estuviera haciendo un escándalo, pero se había preocupado demasiado como para dejarlo pasar simplemente.
.- me gustaría dormir. Me duele la cabeza.- respondió, dando vuelta. Una vez que pensaba las cosas claramente era más fácil calmarse, y por consecuente agotarse.Slayer le miró fijamente, como queriendo seguir discutiendo, lo vio escudriñar su rostro, el cual por la mañana se veía cansado y con ojeras cuando se vio en el espejo. Lo vio asentir, y salir de la habitación.
.- pero esto aún no termina, Rein.- cuando se acostó, no pudo evitar suspirar, sonriendo. Estaba realmente muy cansado y no tardo en quedarse dormido.
No supo cuando tiempo paso, pero no debía de ser mucho, pues aun había luz solar en la ventana. Slayer estaba cerrándola. Seguro había despertado al oírlo moverse por la habitación.
.- ¿Qué pasa?- pregunto, frotándose los ojos.
.- cazadores han estado recorriendo las calles de la ciudad. Los he seguido por todos lados. ¿A dónde fue el idiota?-
.- no sé. Creo que iba a tratar de encontrarte otra vez.-
.- espero que no sea tan idiota como para venir ahora.- Slayer se sentó en la orilla de la cama. Sacudió la cabeza.- te ves realmente mal.-
.- umm.-
.- l-l-la… lamento…. Lamento haber… me ido.- no le miro.
.- ¿Qué?- pregunto, pues de verdad que no había entendido nada.
.- maldición Rein. Trato de disculparme…-
.- ¿disculparte?...oh… tú…- esbozó una gran sonrisa.
.- no hagas eso.- gruño Slayer. Comenzó a reír, feliz.- ¡Rein!-
.- te has disculpado.- impulsivamente se arrojó en un abrazo a Slayer. Ahora que había pasado el enojo y había descansado un poco, estaba realmente feliz de que estuviera ahí, de que no le hubiera dejado.
.- Rein ¡¿Qué estás haciendo?!- el solo reía, sin detenerse. - ¡Rein!- Slayer le aparto del abrazo sujetándole de los hombros. En la posición que quedo, le fue realmente fácil solo inclinarse hacia adelante y besarle. Su efusivo despertar había terminado en eso. Cuando sus labios se juntaron, incluso el quedo sorprendido por su acción. Slayer no lo aparto.
Regresar a la casa se sentía realmente bien. No recordaba haberse sentido tan bien cuando regresaba a la aldea después de una misión. De no ser por el leve olor a madera quemada, característico de los dragones rojos y perceptible solo a otros dragones,todo sería perfecto. Tenía mucha suerte de que el idiota de Kest no estuviera ahí.
Rein se había quedado dormido bastante rápido, tan rápido que incluso pensó que era un engaño para ya no seguir discutiendo. Solo porque ya había visto dormir a Rein un montón de veces sabía que de verdad se había quedado dormido. Por el aspecto cansado que había visto en Rein, no era para menos. Se había sorprendido mucho al encontrarlo en la calle, justo donde el vigilaba. Los cazadores siempre estaban pendientes de cualquier actividad que hicieran los dragones, y era muy tonto pensar que nadie los había visto volar la ciudad. No se había equivocado, pues habían llegado a la ciudad unos días atrás, no se preocupó por eso, pero él era precavido y más valía saber si los conocían o si solo estaban tras un rumor. Haberse ido sin decirle a nadie lo que haría era otra cosa.
Había escuchado la “breve conversación” que habían tenido Rein y Kest en la puerta de su casa, y lo que había pasado después. Y si, se había molestado. Porque… era algo que aún no sabía del todo. Sabía que Rein no podía irse de su lado, o bueno, si podía… el caso es que nunca había pensado alejarse de Rein. Que Rein siquiera lo considerara le enfurecía. Que se dejara besar le enfurecía más. Y entonces cayo en cuenta que Rein si podía hacerlo, que de hecho Rein podía hacer lo que quisiera y como se llevaba muy bien con Kest, era probable que quisiera tener algo mas con él… y él no iba a quedarse a verlo. Decir que se había sentido importante con el hecho de que Rein se preocupara por él era poco.Había sido gratificante que Rein hablara con el sin tartamudear, al menos hasta que se puso a reclamarle de todo.
El sonido de un auto le llamo la atención. Había pasado toda la semana escuchando ruidos similares al seguir a los cazadores. Al asomarse por la ventana comprobó que no se equivocaba, el típico patrullaje que habían hecho en toda la semana se repetía ahora en esa zona. Se levantó a comprobar que todo estuviera bien, cerró algunas ventanas y volvió a la habitación de Rein. La única ventana de la habitación estaba abierta, así que la cerró. Rein despertó con el sonido que hizo.
.- ¿Qué pasa?- le pregunto, frotándose los ojos y sentándose en la cama. Lo miro adormilado.
.- cazadores han estado recorriendo las calles de la ciudad. Los he seguido por todos lados. ¿A dónde fue el idiota?- pregunto, al recordar que no estaba en casa.
.- no sé. Creo que iba a tratar de encontrarte otra vez.-
.- espero que no sea tan idiota como para venir ahora.- Slayer se sentó en la orilla de la cama. Sacudió la cabeza.- te ves realmente mal.- Rein tenía unas marcadas ojeras, se veía más delgado y más pálido.
.- umm.- Ahora que sabía que Rein no tenía nada con Kest podía descartar algunas explicaciones del porqué del estado de Rein. Y al recordar la reacción de Rein al verlo de nuevo, era obvio que Rein se había preocupado de verdad por él.
.- l-l-la… lamento…. Lamento haber… me ido.- no le miro.
.- ¿Qué?-
.- maldición Rein. Trato de disculparme…- soltó, molesto.
.- ¿disculparte?...oh… tú…- Rein sonrió. Una sonrisa amplia.
.- no hagas eso.- gruño Slayer, tratando de no molestarse. Rein comenzó a reír.- ¡Rein!- exclamo.
.- te has disculpado.- se sorprendió cuando Rein se arrojó hacía él, atrapándolo en un abrazo.
.- Rein ¡¿Qué estás haciendo?!- profirió cuando Rein no lo soltó y siguió riendo. Se sentía extraño estar así, había pasado mucho desde que había permitido que alguien le abrazara.- ¡Rein!- le aparto de si sujetándole de los hombros. Lo que paso después fue una verdadera sorpresa. Rein seguía sonriendo cuando se inclinó hacia él y le beso. Estuvo a punto de darle un empujón y darle una buena regañada, pero la sensación era… indescriptible. Se sentía bien. Quería a Rein para él. Rein era suyo, sí. Y no permitiría que nadie interviniera. Tomo el rostro de Rein, intensificando el contacto, y solo entonces, Rein pareció caer en la cuenta de que lo hacían. De un ágil movimiento se apartó de él, mientras sus mejillas enrojecían.
.-l-lo s-siento. Y-y-y- yo n-n-no…- sonrió al escuchar el tartamudeo. Le hizo solo una seña para que se acercara. Rein negó exageradamente con la cabeza.
.- ¿ahora tienes miedo?- Rein volvió a negar.- ¿recuerdas que hace unos momentos dije que tu comportamiento no quedaría así?- los ojos de Rein se abrieron sorprendidos. Se levantó lentamente, Rein dio algunos pasos hacia atrás.
.- n-n-no e-era mi i-intención.-
.- ¿seguro?- avanzo hacia él, hasta que Rein choco con el muro. Sus ojos se movían hacia todos lados, buscando una inexistente ruta de escape.- Rein… ¿te iras con Kest?- pregunto, mirándole a los ojos. Rein le sostuvo la mirada, la cual perdió todo temor.
.- n-no.- sonrió, acortando todo espacio entre sus cuerpos.
.- entonces, serás completamente responsable de lo que pase.-
.- ¿¡eh!? ¿A qué…?- Rein no termino de hablar, pues le había besado de nuevo. Con Rein acorralado, ahora él tenía el control de la situación. Nunca había estado con alguien de su mismo sexo, pero siendo en su mayoría individuos de sexo masculino los que salían de las aldeas, y siendo que algunas misiones duraban meses, más de una vez había escuchado hablar a otros sobre situaciones así.
Rein no se negó cuando sus manos comenzaron a desnudarle y a tocar de más. No había miedo en la mirada de Rein.
.- aunque me lo ruegues después, jamás te dejare ir.- murmuro, ocasionándole un notorio escalofrió a Rein. Sonrió perversamente al pensar en la sorpresa que se llevaría el imbécil cuando volviera. Porque para cuando él regresara, Rein ahora si sería completamente suyo.