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Hokoron Maal: Pequeño Enemigo por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Y como cada sabado, aqui seguimos publicando. 

 

¿A alguien le gustaria capitulo entre semana? Estaba segura seguia capitulo de rein, pero que mas da.

El olor que llegaba a Feyn era agradable.  Se sentía bien, estaba sobre algo esponjoso en un lugar fresco y que olía bien. Un ruido extraño le hizo gruñir, aun en sueños. Se trató de levantar, aunque solo termino sentado, sin abrir los ojos. Se estiro, sintiendo su cuerpo descansado, bostezo.

.- ¡AH!- exclamo, recodando que no había buscado un lugar para quedarse y abriendo los ojos.- ¿eh?- miro confundido alrededor. Estaba sobre una cama, enredado en las cobijas, en una habitación que no reconoció. La habitación era bonita, de color blanco y muebles de madera. Recordó que había sido sacado de la jaula y lo habían llevado a otro lado, se suponía que se iría después de ver televisión, tal parecía que se había quedado dormido, aunque no podía asegurar que se encontraba en el mismo lugar. Se levantó, mirando desconfiando la puerta cerrada. Escucho de nuevo el ruido extraño que lo había despertado. Se dirigió a la puerta, abriéndola despacio. El ruido no se detenía. Fuera había solo un pasillo amplio. Salió, aun despacio siguiendo el pasillo, que daba a la sala. Reconoció la sala en la que había estado por la noche. Había una mujer dándole la espalda. Tal parecía que la cosa que tenía hacia el ruido que lo había despertado. Ella se giró, como sintiendo su presencia.

.- ¿Quién eres? ¿Eres invitado de…?- la mujer, a vista joven, se había quedado muda la verlo. Su expresión amable y cautelosa había pasado a la sorpresa, sus ojos lo miraban con cierto temor y su boca había quedado abierta. La miro, confundido, avanzo un paso, ella retrocedió.  La puerta del lugar se abrió, y Zender entro, miro a la chica y luego hacia él.

.- es casi medio día, dormiste mucho.- se dirigió a él, ignorando a la chica.

.- tengo hambre.-

.- se-señor…- había un tono de alarma en la mujer.

.- él es Feyn, vivirá conmigo en adelante.-

.- ¿Qué?- dijeron ambos. La chica tenía una divertida expresión de perplejidad. Él estaba sorprendido. No recordaba haber decidido tal cosa.

.- ¿puedes preparar algo para comer?- la chica solo asintió nerviosamente antes de apagar el aparato ruidoso e irse a la cocina.- Feyn.- le hizo un gesto para que se sentara en el sofá.

.- ¿Qué es eso?- se acercó al objeto ruidoso, mirándolo con curiosidad.

.- es una aspiradora, sirve para limpiar.-

.- ¿Cómo una escoba?

.- algo así… ¿puedes venir?-

.- ah, si ya voy.- el lugar tenia tantas cosas tan interesantes que le costaba mucho mantener su atención en una sola cosa por más de dos minutos. Había pinturas en las paredes, muchas y variadas. También había jarrones y otras piezas de cerámica que le gustaban. Un ruido le hizo detenerse unos momentos y correr al balcón.-  ¿es un avión? ¡Un avión!- había visto aviones, pero de una distancia tan lejana que apenas y podía apreciarlos, por seguridad nunca les permitan acercarse. El enorme aparato se elevaba casi mágicamente muy por encima  de él, haciendo ese ruido que a él le resultaba más fuerte.

.- Feyn…-

.- voy.- entro de nuevo, sonriendo emocionado. El sonido burbujeante del extraño estanque donde Zender tenía sus peces también le gustaba. Los peces eran bonitos, de colores y tamaños distintos, nadaban tranquilamente de un lado a otro. Se acercó, observándolos alejarse cuando dejo su rostro muy cerca del cristal.

.- ¿puedes prestarme atención por unos momentos? Y por favor, deja de ver a mis peces como si fueran comida.-

.- pero lo son…-

.- Feyn…- con un suspiro fue a sentarse. Era mucho más entretenido ver que más cosas había en ese lugar.- ¿dormiste bien?

.- si, es muy cómoda esa cama, gracias por dejarme quedarme y darme comida.- Zender no le parecía una mala persona, después de todo lo había ayudado, y sabía que los humanos no eran buenos con ellos, por lo que había estado desconfiando de él, hasta que llego a ese lugar. La casa de Zender era genial, como una cueva de tesoros.

.-si, si…-

.- cierto… me tengo que ir.- interrumpió.

.- ¿irte?

.- sí, tengo que encontrar a mi hermano.-

.- oh, ¿Cuántos hermanos tienes?-

.- solo uno, es mayor que yo, pero es solo mi hermanastro, su padre murió.-

.- ¿y porque tienes que encontrarlo?-

.- lo convenceré de que regrese a casa. Él se fue, nadie sabe a dónde, pero las cosas no van muy bien sin él.-

.- ¿de qué se encargaba tu hermano?-

.- salía a los pueblos humanos, hacia exploraciones…-

.- y quieres buscarlo para que vuelva a hacer eso.-

.- sí, soy bueno rastreando cosas.-

.- ¿estás seguro de que puedes encontrarlo?

.- ¡por supuesto! Soy el mejor buscando.-

.- no me refiero a eso… ¿Cuánto tiempo paso antes de que te capturaran?- hizo una mueca. No le había gustado para nada haber sido cazado, ni encerrado en una jaula.

.- solo unas horas…- murmuro.

.- ¿y no volverá a pasar?- gruño. Tenía razón, él no era para nada bueno reconociendo trampas ni evadiendo cazadores, ni sabía emplear su fuerza para liberarse de las emboscadas.

.- ¡eso es solo porque no he aprendido a escapar!- Zender soltó una risa.

.- no lo dudo… pero, no me gustaría que fueras atrapado otra vez, tal vez no tengas tanta suerte la próxima ocasión.-

.- lo se…- hizo un gesto.

.-s-se-señor… la-la comida…-

.- si, ya vamos.-

.- ¡comida!- corrió a la cocina. La chica pego un gritito y se pegó al muro. Se sentó en una de las sillas, donde a había un plato con comida. Sin esperar se puso a comer. Tenía hambre, mucha hambre.-

.- Feyn, come más despacio.- Zender se había sentado frente a él. Con elegancia había tomado los cubiertos y se había puesto a comer.

.- quiero más.- Zender le hizo un gesto a la chica, quien aun con expresión de miedo, había tomado su plato y había vuelto a servirle. Con más calma volvió a comer.

.- de verdad que comes mucho.-

.- soy un dragón.- alcanzo a contestar, tratando de no ahogarse con la comida. Escucho sonar un teléfono, y Zender se levantó.  La chica lo miro casi con terror al quedarse solos.

.- oye… ¿estás bien?- pregunto, curioso. Ella no respondió.

.- Feyn… voy a salir ¿quieres venir?

.- ¿salir? Pero los humanos…- lo miro extrañado unos momentos sin entender.

.- tengo trabajo, iré a mis oficinas. Quédate conmigo en el camino y no pasara nada-

.- ¿de verdad?- se levantó. Le gustaban las ciudades que veía en la televisión de los pequeños pueblos a los que iban con poca frecuencia, había tantas cosas que ver. Zender sonrió.

.- si ¿vienes?-

.- si… ah, pero los zapatos…- había andado descalzo desde la noche anterior.

.- tienes razón… comprare unos de camino.-

.- ¡Gracias!- salió de la cocinas tras Zender, quien ya esperaba fuera el elevador. Cerró la puerta de la casa antes de que las puertas del elevador se abrieran.

.- ¿no te enfermaras por andar descalzo?-

.- oh, no… no enfermo por cosas así…. ¿Qué es esto?- habían entrado al elevador y noto el brillante tablero con botones. Presiono uno, que se ilumino con una luz verdosa.- aah- presiono otro, otro y otro.

.- deja de hacer eso.- Zender le tomo la mano, impidiendo que presionara más.- ahora ira a todos esos pisos.-

.- oh, para eso es… es divertido.- rio, tratando de presionar más y olvidando la desagradable sensación de la noche anterior.

.- para ya…- después de unos minutos de subir y bajar, llegaron de nuevo al estacionamiento, donde reconoció el auto de Zender.  El conductor esperaba para abrir la puerta. Le dirigió una mirada nerviosa cuando se acercó. Entro al auto, ansioso. Después de unos momentos habían salido a la calle. De nuevo se puso a ver la ciudad. Esta vez bajo el cristal, por lo que podía ver con claridad. Escucho a Zender decirle algo al conductor. Se detuvieron en una calle y el conductor bajo.

.- ¿Qué pasa?-

.- ira por tus zapatos.-

.- ¿Por qué no vamos nosotros?-

.- ¿no lo has notado?

.- ¿notar que?-

.- ellos te temen, causaríamos un escándalo si vamos nosotros.- recordó a la chica de la casa de Zender y al chofer y sus miradas de miedo y precaución.- además, aunque trabajen para mí, cualquier persona puede llamar a los cazadores, y yo no puedo hacer mucho, después de todo no es que pueda responder por ti.-

.-…- parpadeo, cayendo en la cuenta de que eso era verdad. Los humanos le tenían miedo, lo había olvidado al estar en la casa de Zender, donde se había distraído.- ¿Qué pasara si los llaman?-

.- creo que sabes eso.- el hombre regreso y le paso una caja a Zender antes de volver a entrar y arrancar el auto. Zender saco un par de zapatos deportivos que le paso a él. Sin decir nada se los puso. Le quedaron un poco grandes.

.-Zender, no quiero ser cazado otra vez.-

.- bueno, solo tienes que ser más cuidadoso cuando te vayas.-

.-umm.- miro la calle. Sabía que no podría ser más cuidadoso. Tampoco era buen cazador, y no sabía aun si encontraría a su hermano. Ahora que lo pensaba bien, había sido una mala idea haberse ido solo por su cuenta. No se dio cuenta en que momento el auto de había detenido, pero la puerta estaba abierta y Zender bajaba. Dudo unos momentos

.- ¿no vienes?- aun dudando se deslizo hasta alcanzar la puerta y bajar. Zender lo esperaba, mirando el edificio frente a ellos.

.- quédate a mi lado.- Zender avanzo, y él lo siguió. La puerta se abrió. Dentro había muchas personas, pero nadie les prestaba atención.- Feyn.- Zender se encontraba unos metros adelante, él se había entretenido mirando la lámpara en el techo.  Lo alcanzo en la entrada de otro elevador. Esta ocasión había más personas en él. Zender presiono un botón y él se quedó mirando sus zapatos nuevos. Después de subir uno momentos Zender bajo, haciéndole una seña para que lo siguiera. Las personas en ese piso eran pocas y había algunas puertas más aparte del elevador, en cuanto bajaron dos chicas comenzaron a hablar con Zender, dándole papeles y más papeles. Con un suspiro, pensó que eso no era divertido.

.- Feyn, ¿puedes esperar aquí unos momentos?- Zender lo había sentado en una silla...-vigílalo en lo que termino con esto.- se dirigió a una de las chicas y entro por una de las puertas. No supo cuento tiempo paso, para él fue largo.  La chica lo miraba con curiosidad de vez en cuando, pero no le dijo nada. Si sabía o no lo que era, ella tampoco hizo el menor gesto de saberlo. La otra chica había desparecido. Una de las puertas se abrió, y un chico salió de ella, e inmediatamente se había puesto a platicar con la chica. El elevador se abrió, bajaron dos personas y quedo vacío.  Espero unos momentos y luego corrió al elevador antes de que se cerrara. Con una sonrisa se puso a presionar botones. Zender le había dicho que iría a todos esos pisos, era tiempo de hacer algo de exploración.

Zender trato de cerrar el negocio que tenía lo más rápido que pudo. Apenas y había tardado media hora. Tratando de respirar con tranquilidad, cerró los ojos.

.- lo siento, me descuide solo un momento.- si, era obvio que no podía dejar a Feyn solo por más de dos minutos.- de verdad lo siento tanto.-

.- eso no me ayudara.-

.- ah….yo…-

.- descuida, no te culpo.- no había escándalos, por lo que no creía que Feyn se hubiera ido en su forma de dragón, pero eso no ayudaba mucho tampoco. Se dirigió al elevador, no se le ocurría otra cosa más que revisar piso por piso. Mientras bajaba a la recepción para preguntar si había salido, pensó en lo “divertido” que sería el ir por los 80 pisos del edificio.

.- disculpa…- se dirigió al guardia.- busco a un chico, cabello negro, delgado, trae una camisa blanca.-

.- no ha salido.- fue lo que dijo. Con un gesto se dio vuelta de regreso al ascensor, en donde espero, puesto que el indicador luminoso decía que estaba bajando. Cuando la puerta se abrió, un guardia de seguridad salió corriendo, pasándole por un lado. Lo siguió con la mirada hasta que llego a la puerta, donde hablo con el otro guardia, se armó un pequeño alboroto mientras hablaban por los comunicadores. Estaba a punto de ir a preguntar, cuando el sonido de alguien bajando rápidamente por la escalera lo detuvo. Feyn apareció por la puerta de la escalera, directo a él. Tras él se oían más pasos, Feyn no detuvo su carrera, trato de detenerse a unos pasos de donde estaba, pero aun así, el golpe que se dieron al chocar fue fuerte.  Se tambaleo unos momentos hacia atrás antes de caer. Feyn cayó a un lado.

.- Feyn.- murmuro, para sí. Todos parecían haberse detenido. Se levantó, mirando molesto a Feyn.

.- lo siento, lo siento.-

.- te pedí que esperaras…

.- tardaste.-

.- señor…- uno de los guardias se había acercado.- tenemos que… nosotros debemos…-

.- el viene conmigo. ¿Causo algún problema?-

.- rompí otra de las cosas como la que tire ayer.- suspiro. Las cosas no estaban saliendo precisamente como esperaba.

.- pagare, mande la nota a mi oficina.-

.- ese no es el problema, él…- señalo a Feyn.- él es…-

.- sé lo que es, y le dije que viene conmigo, si tiene algún problema con él, me encantaría discutirlo.-

.- p-pero…-

.- si va repórtalo hágalo, no me importa… no estoy rompiendo ninguna ley.- sonrió. Había pasado parte de la mañana buscando los documentos oficiales sobre dragones, tratando de encontrar un vacío legal que le permitiera tener un dragón a su cuidado.- Feyn, vamos.- paso por un lado del guardia. Feyn llego a su lado rápidamente.

.- de verdad lo siento…-

.- ahora no Feyn.- su molestia había desaparecido. Al ver los rostros de las personas en el lugar se le había ocurrido una ingeniosa idea.  Feyn hizo un gesto. Ya a medio camino, en el auto,  opto por dejar claro todo.- Feyn.- Feyn dejo de ver por la ventana.- ¿has decidido que hacer?-

.- umm… supongo que regresare a casa, sé que puedo encontrar a mi hermano, pero no creo que yo pueda estar solo.- lo vio suspirar.

.- ¿quieres volver?-

.- No, es aburrido. Estar en la ciudad es divertido, pero no tengo donde quedarme, y las personas saben lo que soy.-

.- eso es por tus ojos, son bastante llamativos, pero eso no importa… te hare una proposición.-

.- ¿proposición?-

.- puedes quedarte en mi casa.- Feyn sonrió con alegría.- te protegeré de los cazadores, a cambio de que me… ayudes en algunos negocios.-

.- ¡claro! ¿En qué tengo que ayudarte?- era obvio que la perspectiva de ayudarlo emocionaba a Feyn.

.- nada importante, bastara con que me acompañes a algunos lugares.-

.- ¿solo eso?-

.-ya veremos… entonces, ¿Qué dices?-

.- ¡si quiero! Ah, pero tengo que seguir buscando a mi hermano y… también debo… de vez en cuando volver a mi forma de dragón.-

.- lo de tu hermano, lo podemos hacer desde aquí, te ayudare. Lo otro bastara con ir a algún lugar alejado… por cierto, por seguridad no podrás aléjate mucho de mí, como el día de hoy.

.- ¿Por qué?-

.- si te llegan a llevar no poder saberlo si estar lejos.-

.-umm…- el gesto inconforme de Feyn le divirtió.-está bien.- murmuro.- él se reclino satisfecho. Sabía que tarde o temprano se darían cuenta de Feyn. Era imposible mantener oculto algo tan… llamativo como Feyn. Y si, las personas podían llamar a los cazadores, pero no podían obligarlo a dejarlo, en ningún lado decía que no se podía mantener un dragón inofensivo en casa. Además Feyn sería de gran ayuda. Él podía intimidar por sí solo, pero llevando a Feyn con él, no habría nadie que se le opusiera. Que Feyn fuera más como un gato travieso que un dragón era algo que los  demás no tenían por qué saber.

Notas finales:

De nuevo, si cambie el nombre de alguno fue por error. ¿Dudas, comentarios, sugerencias? 

Me gustaria saber que piensan de mis ocurrencias.

Espero pronto subir otros fic, solo espero que Honey termine de leer TODO lo que le mande o lo publicare asi.

 


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