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Hokoron Maal: Pequeño Enemigo por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Otra vez yo!!

Aqui les dejo otro capitulo un poco naaa,  no se. Digamos que solo es la transaccion a otras cosas, y aunque no me convence mucho, me agrado como resulto  y por fin aclaro algunas cosillas pendientes. y no, no va a terminar pronto, falta mucho aun. No por nada es el fic mas largo que tengo :) Aun quedan sopresicillas por ahi.

Aprovecho para agradecer a Geri Haratari por el apoyo con mis fics.

Y a Honey tambien (porque luego se enoja) que me aguanto las niñerias con la escena nueva que intente XD

Slayer miro de reojo a Rein, quien se había mantenido en silencio desde que subieran al auto. Había sido divertido poner a Rein en un dilema por su vida, pero no debía distraerse mucho si quería que las cosas resultaran bien. Tenía una idea acerca de lo que podían hacer, aunque a él no le agradaba. Entraron en otra zona habitada.

.- ahí hay una estación.- señalo Rein. Él ya lo suponía, pues había visto algunos tramos de vías en el camino. Siguió de largo, alejándose.- la estación…-

.- no dejare el auto robado donde puedan reconocernos, caminaremos de regreso a la estación y nos largaremos.- Rein solo asintió, mientras giraba para ver la estación alejarse.

.- ¿A dónde iremos?- el tono resignado de Rein le hizo sonreír. Al parecer ya se había hecho a la idea de que irían juntos.

.- no lo sé…- pensó unos momentos. Tenía que pensar en el lugar al que irían antes de ir a la estación.- un lugar no pequeño, donde se pueda conseguir todo, que los demás no indaguen sobre nosotros y sobre todo donde no esperarías encontrar un dragón.- Rein puso un gesto de concentración unos momentos, mientras detenía el auto.

.- ¿Moscú?-

.- ¿Moscú?-

.- es grande, y los dragones usualmente aparecen en lugares con bosques o montañas… ah.- pareció asustado por unos momentos.

.- no es una mala idea…. De hecho, me agrada.-

.- ¿en serio?

.-si, te diré lo que haremos cuando subamos al tren.-  una ciudad grande no era un lugar que un dragón frecuentara, era como entregarse envuelto para regalo, pero tampoco era imposible y ocultarse en un lugar al que técnicamente no debería ir era un excelente plan.  Recogió las cosas, pasándoselas a Rein. Pasaba del mediodía y había muchas personas transitando por las calles. Miro al cielo, notándolo nublado, sin importarle mucho se colocó unos lentes de sol que había comprado antes. Rein lo miro extrañado.- ¿nunca habías visto unos de estos o qué?-

.- no, ¡sí!, pero… te vez algo… extraño.-

.- pues llamare menos la atención que si no me los pongo, hablando de llamar la atención…- le arrojo el abrigo que había dejado en el asiento. Rein apenas lo atrapo con el montón de bolsas que traía.- ponte eso, estamos en Rusia.- Rein solo traía una camisa de tela gruesa y manga larga, no lo suficientemente abrigador para el frio que hacía.- ¿también encuentras joyas?- preguntó mientras le hacía una seña para que lo siguiera.

.- ¿eh?-

.- de tu madre… supongo que no sientes el frio como un humano, si no, no te hubieras quitado eso. La nieve y los lugares fríos les gustan a los dragones blancos…- pensó unos momentos. Rein no dijo nada.- ¿entonces encuentras joyas también?-

.- no.- musito.

.- es una lástima, sería una habilidad útil.- suspiro. La gente no les ponía atención y eso lo tenía tranquilo.

.- ¿tú lo haces?-

.- ¿encontrar joyas? No, para nada. Yo me especializo en otras cosas.- por la expresión de Rein supo que no quería saber más.- aunque me da mucha curiosidad como vivió tu madre tanto tiempo sin que nadie la encontrara.-

.- p-pues… nunca me lo dijo… siempre asumí que las cosas eran así. No sabía que… que se ocultaba de otros dragones también.- Rein había bajado la voz. Sin el tono nervioso y el tartamudeo que le había oído su voz era suave, tranquila y tenía un cierto tono monótono.

.-  pero si te conto mucho sobre dragones.-

.- si.-

.- también te enseño el idioma… creo  que quería que lo tuvieras presente.-

.- tal  vez.- respondió distraídamente. Llegaron a la estación. Se acercó a ver los itinerarios con Rein tras él. El próximo tren a Moscú salía en poco más de una hora. Suspiro. Busco en el bolso donde traía el dinero de Rein y le extendió un montón de billetes.

.- ten, compra tú los boletos.- gruño. Quería evitar el contacto humano a lo menos posible. Rein tomo torpemente el dinero y se dirigió a la taquilla. Su atención se centró en el vendedor, de expresión aburrida, que ni siquiera le dirigió una mirada a Rein. La estación era pequeña y descuidada, había pocas personas ahí. Dejo las cosas en uno de los bancos mientras se sentaba en otro y sacaba una bolsa de galletas. Rein regreso con los boletos.

.- ¿Qué es lo que… pasara después?-

.- este no es el lugar para hablar de eso.-

.- pero…-

.- espera a que subamos al tren.- Rein se sentó, sin decir nada más. Desde que habían bajado del auto Rein había estado muy callado y distraído, en un silencio diferente al que normalmente estaba.- hey ¿Qué te pasa?-

.-n-nada.-

.- si no quieres venir, sabes perfectamente…-

.- ¡si quiero!... y-yo…. N-no es e-eso…- un tren se detuvo, entre un estruendoso sonido metálico y el silbido de la máquina. Algunas personas bajaron de él, todas parecían normales. Comenzaba a pensar que las cosas no eran tan serias si no lo buscaban. La máquina se apagó con un sonido silbante.

.- Rein…-

.- n-nunca he… ido a otro lado… siempre…- su voz se apagó.

.- ¿estas llorando?-

.- ¡No!...- sin embargo, Rein tenía los labios apretados.- s-solo… esto es… demasiado y no se… t-t-tengo miedo.- el también apretó los labios,  conteniéndose. Lo último que le faltaba era que Rein se pusiera a llorar en medio de la estación, y lidiar con lágrimas no era algo que soportara.

.-… supongo que es normal.  Bueno, has vivido ahí siempre y ahora tienes que ocultarte y… arg no puedo creer que esté haciendo esto. Solo haces lo necesario para seguir viviendo, no tienes que estar lamentándote todo el tiempo, nunca ha ayudado a nadie. O actúas o esperas a morir, es todo.- Rein parpadeo, dirigió su mirada a las bolsas y tomo una botella de agua. Lo miro unos momentos más, tratando de calmarse. Consolar gente no era parte de él.

.- tu nombre…

.- ¿Qué tiene mi nombre?-

.-…t-te va bien.- Rein daba vueltas a la botella. Parecía mucho más tranquilo.

.- se supone que tu nombre debe indicar lo que eres o lo que esperan que seas.- Su nombre era algo de lo que estaba orgulloso y le trataba de hacer honor. En cualquier idioma significaba asesino.- el tuyo es un fiasco.-

.- lo puso mi madre…-

.- poco discreto si quería ocultarse. Aunque conservar un nombre en su idioma…- Rein significaba Rugido, y por más que veía a Rein no veía nada parecido a eso. Dejo que la conversación terminara, después de todo aun tendrían mucho tiempo para hablar.

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 Sentado en el viejo asiento del tren, miro aburrido por la ventana opaca. Frente a él Rein también veía por la ventana, con la mirada perdida. Negar que hubiera estado esperando algo mucho más emocionante cuando inicio toda esa huida seria mentir.

.- los transportes humanos son tan lentos.- murmuro. Rein lo miro, sin decir nada.  Prefería, y por mucho, volar y lo único que se lo había impedido eran dos cosas: la primera, dudaba que Rein soportara el viaje que harían, volando a mucha altura y gran velocidad; y la segunda, y principal, su orgullo no le permitía llevar Rein como si él fuera un vil animal de carga.- hey.- Rein volvió a míralo.- ¿Por qué me salvaste ese día?-

.- ¿ah?... estabas herido y…-

.- eso ya me lo dijiste, pero no cualquiera ayuda a un dragón herido y que casi le deja sin brazo sin un buen motivo, para empezar ¿Qué hacías en un lugar tan lejos de los humanos?- Rein parpadeo, y volvió a mirar por la ventana.

.- no esta tan lejos, y es área de recreación… a mi madre le gustaba mucho ese lugar…yo… fui allá por… ese día era... ese día se cumplían dos años de que…- sus labios se tensaron unos momentos, suspiro.- fui solo a recordarla.-

.- uhm entonces era eso.-

.- iba regresando cuando te vi… ella… e-ella me había dicho que si podía, a-ayudara a… me pidió que si alguna vez veía a un dragón en problemas lo ayudara.-

.- esa es una mejor explicación, pero eso también es bastante tonto de tu parte.-

.- ¿eh?

.- ¿no habías pensado en que te meterías en problemas si ayudabas a cualquier dragón? No es que me queje.- se estiro en asiento.

.- yo... Eh… no. Pensé que…-

.- ¿Qué todos serian buenos?- Rein asintió. El soltó una carcajada.-  supongo que ni siquiera tu madre pensó en la posibilidad de que dragones oscuros llegaran tan al norte.-

.- t-tu… antes dijiste que no regresarías a… de donde vengas….-

.- si, no volveré a mi casa.-

.- ¿por…?

.- porque no quiero regresar de momento.- Rein lo miro fijamente.- ah, cierto. Tus ojos, será mejor que los mantengas así y no los cambies.-

.-  ¿cambiarlos? No sabía que mis ojos fueran diferentes.-

.- eso si es interesante… ¿ni siquiera con tu madre cambiaron?-

.- no. Ella me lo hubiera dicho.-

.- sería bueno saber en qué situaciones cambian, para evitarlas.-

.- p-pues no es que pueda ver mis ojos.-

.- ¿eso es una broma?- sonrió. Rein desvió la mirada.- como sea, no seas tan descuidado en adelante.-

.- lo intentare.- la voz temblorosa de Rein no ayudo a sus palabras. Tal vez debería considerar seriamente ayudarle un poco con su defensa… pensándolo mejor, no, eso acabaría con su diversión. Bostezo, mientras cerraba los ojos. Había dormido poco los últimos días y el sueño le estaba cobrando en esos momentos de aburrimiento. El traqueteo del tren era como un arrullo, dormir un poco no le haría mal.

 Cuando despertó casi oscurecía, el tren estaba detenido, y el asiento frente a él estaba vacío. Estaba por levantarse cuando la figura de Rein apareció por el pasillo vacío.

.- ¿Dónde te metiste?

.- ¡ah! Yo… fui al baño.- Rein había pegado un brinco cuando lo escucho. El vagón estaba vacío.

.- ¿Dónde estamos?-

.- es la última estación antes de Moscú… llegaremos pronto.-  como si lo hubieran escuchado el tren se puso en movimiento perezosamente. Él se estiro, bostezando, para luego levantarse y caminar a la dirección de donde venía Rein.

.- ¿Qué te pasa ahora?- cuando regreso Rein tenía una expresión mezcla de sorpresa y angustia.

.- he estado pensando en mi madre…-

.- ¿Y?

.- recordé algo… ella me dijo que si alguna vez estaba en problemas fuera a ese lugar… a donde te conté.-

.- ¿no crees que es muy tarde para eso?-

.- si… pero…-

.- entonces olvídalo.- se dejó caer sobre el asiento.

.-n-no… ella lo dijo por algo… quiero regresar.-

.- no.-

.- i-iré solo.-

.- no llegaras ni a la anterior estación.-

.- quiero  volver.- miro a Rein. Por primera vez le veía una expresión decidida. Por la ventana aparecieron las primeras casas de Moscú. Suspiro.

.- mira, niño, es una estupidez regresar allá, pero.- interrumpió al ver que Rein abría la boca.- veo que no dejaras de insistir, no iras tú, si es la única manera de que dejes ese tema, iré yo.-

.- pero…-

.- si no es un invento para intentar escapar, entonces no te importara.- Rein no dijo nada.- solo dime exactamente el lugar.- ambos se miraron seriamente unos momentos. Rein suspiro antes de darle las indicaciones. Mientras terminaba habían llegado a Moscú.  Dándole igual lo demás se alejó de la estación.  Si haría lo que Rein había dicho era solo por el hecho de que creía incapaz a Rein de regresar por su cuenta, y si lo hacia sus planes se arruinarían.  Entro a la habitación del hotel en el que había entrado. No era un hotel de lujo, pero de algo servía.

.- ah… yo…-

.- si sales de aquí te arrepentirás.- dejo las cosas y volvió a salir, cerrando la puerta. Subió por escaleras hasta llegar a la azotea. No era el edificio más grande, y dudo unos momentos. Convertirse en ese lugar era peligroso, un error y la buena suerte que tenia se acabaría.  Tomo impulso, y mientras corría al vacío comenzó a transformarse. Cuando salto, sus alas ya lo estaban elevando, cuidadosamente, en una recta hacia al cielo nublado. Dio un par de giros antes de tomar una dirección. Regresar a Sarátov le tomaría poco tiempo.

 

Había pasado muy alto por Sarátov.  Recordaba haber estado dirigiéndose al norte, pero no lograba ubicar el lugar en donde había caído la primera vez.

.-… siguiendo el camino, hay un lago…-  no veía el camino, pero si el lago. Todo bajo él estaba tranquilo. Tal vez había trampas, pero no estaba cerca de ellas. Su piel oscura ayudaba a volar libremente por el cielo negro de la noche. Vio el reflejo del lago, y con cuidado comenzó a bajar. El  lugar era un lugar turístico común y corriente, tal vez en verano. El lago estaba congelado, y el lugar estaba vacío. Volvió a su forma humana, buscando algo.  Sabía que había sido una tontería, en ese lugar no había nada. Gruño. Tendría que conversar con Rein seriamente sobre lo que harían después.  Estaba por girar cuando su atención se fijó en un árbol. Camino hacia el lugar donde se encontraba, medio oculto entre los demás.  Era un árbol común, igual a los cientos del bosque donde estaba, de no  ser por el grabado. Tallado hacía mucho tiempo en la corteza, el nombre de Rein aún era legible. Bajo el un corazón igualmente tallado…-

.- eso no es un corazón.- murmuro. La punta del dibujo estaba alargada hacia abajo, mucho, como una flecha. Sonrió. Tal vez Rein no mentía. Comenzó a escarbar justo donde señalaba la flecha. Cavo un pequeño hueco, hasta que su mano dio con algo que no era tierra.  Una correa de tela salió de la tierra, jalo de ella hasta que libero un bolso de lona.- que carajos hay aquí ¿piedras?- el bolso estaba repleto y pesaba. Con un jalón retiro el listón que lo cerraba.

.-… ella siempre me cuido.- sonrió.

.- así que al final si había un plan de emergencia.- comenzó a reír.-  si es así, jamás volveré a dudar…- cerro el bolso. Regresar seria ya tan fácil como respirar.

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 El ruido despertó a Rein. Se había quedado dormido en algún momento de la noche, esperando. La habitación estaba oscura.

.- ¿Slayer?-

.- ¿Quién más seria? Vamos, levántate- la luz se encendió, cegándolo unos momentos. Slayer estaba en la pequeña mesa de madera que había en el hotel. Se dirigió torpemente hacia él.

.- ¿Qué paso?- Slayer sonrió. Se quedó congelado unos momentos. La sonrisa de Slayer le daba más miedo que sus amenazas

.- ¿Qué paso?... encontré algo, tienes suerte de que fuera así.-

.- ¿eh?- como respuesta le mostro un bolso, sucio y lleno. Lo abrió antes de déjalo caer en la mesa.  Un ruido sordo. Jadeo, sorprendido cuando el contenido se esparció por la mesa.

.- con esto no tendría ningún problema en encargarme de ti.- sobre la mesa había un montón de joyas. Todas brillando en la luz opaca del foco. Grandes, pequeñas, de muchos colores.- encontré el tesoro de tu madre.-  Slayer seguía sonriendo. Él no supo que pensar.- no me las quedare si es lo que piensas.- con dificultad aparto la mirada de las joyas. Slayer ahora estaba serio. No tenía idea de que expresión estaba poniendo para que le dijera eso, recordó vagamente que él se había quedado su dinero.- esto lo hizo tu madre para ti, así que es tuyo.-

.- pero tu… se supone que…-

.- ¿Qué somos malos? ¿Robamos, matamos y hacemos todo tipo de cosas no muy buenas? Si, lo hago, pero también te dije que podía ser buena persona.-

.- no eres humano.-

.- es solo una expresión.- Rein se dio cuenta que estaba hablando de más. Poner a prueba el carácter de Slayer era como jugar con cerillos rodeado de gasolina.

.- l-lo siento… e-entonces… ¿hay muchos?- señalo el bolso.

.- está lleno… creo que si los vendes puedes vivir toda tu vida sin hacer nada.-

.- ¿no sería raro si lo vendo todo de pronto?-

.- me alegra saber qué piensas un poco.- ignoro la burla, mirando de nuevo la mesa.

.- no sabía que ella… que…-

.- ¿te cuido tanto? No hay muchos dragones que merezcan reconocimientos, pero tu madre sí que lo hace. No cualquier dragón muestra tal nivel de afecto. Ella pudo dejarte en cualquier pueblo humano para que vivieras entre ellos, en el mejor de los casos. Eligio cuidarte aun sabiendo los riesgos.-

.- lo sé.-

 .- seguro murió por no transformarse… no creo que enfermara.- no respondió. Slayer tenía una idea correcta de lo que había pasado.

.- es… sabes, siempre estuve con ella… la casa… no es lo mismo cuando estoy solo. Se siente… frio. Estar solo no me gusta. Nunca tuve amigos muy cercanos, era peligroso. Trate de vivir por mi cuenta, pero no es lo mismo… no es lo mismo. Cuando te vi caer, el mismo día… pensé… pensé que era una clase de señal...-

.- niño tonto… ¿no te he estado repitiendo todo el maldito viaje que me quedare, aunque sea por un motivo egoísta? Así que deja esas cosas cursis y mejor planeamos lo que haremos a partir de ahora.- lo miro sorprendido unos momentos. Finalmente sonrió, feliz, mientas asentía. Había pasado mucho desde la última vez que había sonreído de verdad. Slayer resoplo. Tal vez Slayer solo quería un lugar donde vivir y una vida sencilla, pero ¿acaso el no buscaba lo mismo? Tal vez diera miedo y se burlara mucho de él, pero al menos tendría algo de compañía.

Notas finales:

¿comentarios, dudas, sugerencias? un comentario no les cuesta mucho ;)

En el proximo capitulo tendremos mas de mi querido dragon travieso.


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