Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Segunda oportunidad por Anashi

[Reviews - 63]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, gracias por apoyarme siempre <3

Natsu Dragneel POV 

 

Esto tenía que ser una broma. Una broma de muy mal gusto. Era imposible que fuera cierto. Hacía tres años, Gray, el chico del cual me enamoré y fue obligado a casarse con tan solo dieciocho años, había sufrido un accidente que le había ocasionado que todos sus recuerdos se fueran. Y si no era una broma... ¿Por qué nadie me avisó?
 
De vez en cuando me llegaban cartas de mi tío donde me explicaba un poco todas las novedades de la familia y yo sabía que Gray era casi considerado parte de nuestra familia, porque a parte de haber sido mi novio durante dos años, mi primo pequeño, Sting, iba a la misma clase que él y eran muy buenos amigos... Así que, ¿Por qué no me avisó? ¿Tenía miedo de que volviera a Fiore, dejando mis estudios por Gray o algo así? ¿O habían perdido el contacto con él después de que Gray se... casara con aquel hombre? 
 
— Qué... ¿Qué le sucedió a Gray? ¿Qué clase de accidente tuvo para... Acabar así? — Pregunté, con algo de miedo en mi voz. Sus padres se miraron con nerviosismo y luego negaron con la cabeza.
 
—  Durante un viaje de negocios de Lyon... Ultear llamó por teléfono a Gray varias veces y no le contestó... Ultear, preocupada, fue a ver qué le ocurría y se lo encontró inconsciente. — Me comenzó a explicar su madre, con algo de tristeza. — Le llevamos al hospital, y estuvo en ese estado durante dos días. Y cuando se despertó... él... Había olvidado dónde vivía o quién era. No recordaba ni su nombre. — Acabó, con una sonrisa algo triste y yo me extrañé. ¿Una perdida de consciencia ocasionaba perder los recuerdos? Eso no tenía ni pies ni cabeza, pero les dejé continuar. Esta vez fue Silver quien habló.
 
—  Le hicieron varias pruebas para saber qué estaba mal en él, pero nada pareció funcionar. No ha sido capaz de recuperar sus recuerdos, lo único que sabe y conoce es por lo que le hemos estado contando durante estos tres años, no ha sido capaz de recordar nada por sí mismo. Es bastante horrible, pero supongo que nos hemos acostumbrado ya. — Me comentó con un suspiro y yo solo pude agachar mi mirada. Tenía que haber algo más ahí. Tenía que haberlo. Pero sabía que ellos no me lo iban a contar. Por eso nunca había confiado en ellos. La madre de Gray puso una sonrisa rara, que casi me pareció maliciosa y comenzó a hablar una vez más. 
 
— La verdad es que ahora es bastante más feliz que antes. Por fin ha aceptado a Lyon como su esposo y ahora por fin le ama, como tuvo que ser desde el principio. — Murmuró y yo me enfadé. ¿Desde el principio qué? ¿Desde el principio quería que de pronto Gray se enamorara de ese tal Lyon? ¡Qué tontería! 
 
— Bueno, señora Fullbuster, usted no puede obligar a alguien a amar a quien acaba de conocer, como usted hizo con su hijo. — Saltó de pronto la voz de Mira en mi espalda mientras colocaba lo que los padres de Gray habían pedido. Me había puesto de pronto nervioso, y es que no pude evitar recordar a la Mira de Secundaria porque estaba realmente enfadada, y eso no era una buena señal. 
 
— Oh, Mira... ¿Aún trabajando de dependienta? ¿Y tus hermanos qué? ¿Una trabajando con animales y otro siendo un animal directamente? — Preguntó Mika con  una sonrisa superior y vi a Mira con intención de contestarle, pero esta vez fui yo quien salté.
 
— No se atreva a insultar a ninguno de los tres. — Amenacé seriamente. Silver simplemente sonrió antes de colocar una mano en mi cabello. 
 
— ¡Bueno, Mika, será mejor irnos! — Dijo con una gran sonrisa, haciendo que su esposa resoplara y se pusiera de pie, saliendo de allí. Luego, cuando Silver se puso de pie yo también lo hice y fue en ese momento cuando Silver se acercó a mi, colocando una mano en mi hombro, acercándose a mi oído. — Natsu, procura no meterte en los asuntos ajenos. Y con esto no me refiero a Mira-chan. Ella me da igual. Pero... No te acerques mucho a Gray, ahora que por fin lleva una relación cordial con su esposo. Estás advertido. — Me amenazó, saliendo luego con una gran sonrisa. Me dejó con la palabra en la boca. Los padres de Gray nunca cambiarían. Siempre serían así de injustos con su hijo, con tal de mantener su imagen.  
 
— Siento haberme metido, Natsu, pero me da tanta rabia que hablen del accidente de Gray como algo positivo...— Me susurró, con una mirada triste y yo la abracé. 
 
— Gracias por defender a Gray, Mira. — Le agradecí con una sonrisa y ella me devolvió el abrazo con una sonrisa.
 
— Te has puesto muy fuerte, Salamander... — Me llamó por mi apodo de Secundaria, haciéndome sonrojar. Casi todos teníamos un apodo y el mío era el que me pusieron en mi equipo de Volley ball, porque decían que era tan fuerte como un dragón enfadado. Sonreí tristemente, recordando los últimos partidos con mi equipo y con Gray animándome en la grada. Y todo eso... él... Lo había perdido. Me separé de ella y le miré algo entristecido. 
 
— Mira, ¿Cómo fueron los dos primeros años de matrimonio de Gray? — Curioseé, algo preocupado. Ella volvió a sonreír algo entristecida.
 
— No muy buenos. Creo... Que nunca le vi sonreír ni una sola vez de verdad. Sonreía,  pero de la misma forma que cuando estaba con sus padres. Sonreía sin ánimo, Natsu. Sin ganas de vivir. Algo sucedió... Algo muy gordo sucedió allí, y lo que lo remató fue aquel accidente.— Me explicó, haciéndome temblar de odio y culpabilidad. 
 
— Mira, yo...—
 
— La verdad es que no sé mucho más, pero toma este número, seguro que te sabe decir mucho más de Gray. — Me comentó, sonriéndome y guiñando un ojo y yo le sonreí, antes de cogerlo y guardarlo, para después despedirme de ella.
 
 
Pasé el resto del día bastante desanimado, pero a la vez, sin parar de trabajar, buscando trabajo en un montón de sitios y sabía que de algún lugar me tendrían que llamar seguro. Llegué hasta mi casa y me cambié los pantalones, poniéndome los de pijama y en ese momento vi como caía el número que me había dado Mira.
 
Al momento decidí coger el numero de teléfono y llamarle de manera nerviosa. Quería respuestas y las quería ahora. Sonaron tres pitidos y  por fin alguien lo cogió. 
 
— Hola, Sting Eucliffe al habla. — 
 
...Mierda.
 
...Era mi primo pequeño, Sting...
 
...La persona que más me odiaba en este mundo. 

Notas finales:

Bueno, espero que os haya gustado :)

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).