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El vídeo de la discordia por Kaoru Himura

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Sasuke se sentía idiota, debería haberlo sabido desde el principio... no debió descartarle tan pronto ya que él era el único lo suficientemente estúpido como para mandarle un vídeo donde salía masturbándose.

 

''Dobe...'', pensó con irritación.

 

Flashback

 

Después de la pelea con Sasuke durante el partido de baloncesto, Naruto regresó a su casa malhumorado. Tras ducharse y curarse las heridas, bajó a comer junto a su padre quien al ver los golpes en su cara, se acercó corriendo hasta él preocupado.

 

 - Naru, ¿qué te ha pasado? - le preguntó Minato alarmado.

 - No es nada, no te preocupes, papá – le contestó Naruto sentándose para comer – Ya me he curado los cortes – añadió al notar la mirada de preocupación de su padre.

 - ¿Te has vuelto a pelear con Sasuke? - le cuestionó adivinando lo que había ocurrido.

 - Él ha empezado – alzó la voz excusándose – Ha comenzado a meterse en mis jugadas, a quitarme el balón, a empujarme y ¡me ha tirado al suelo! - gritó - Es que no lo soporto, siempre se cree tan superior a los demás con esa sonrisa arrogante y esa actitud prepotente... es un estúpido.

 - Naruto, nada de eso es excusa para ir golpeándole, no puedes reaccionar siempre así cada vez que crees que te está provocando – le dijo Minato con tono serio.

 - No lo creo, sé que lo hace aposta para enfadarme – le rebatió enfurruñado.

 

Minato suspiró cansado ante la actitud tan cabezota que podía llegar a tener su hijo. Había sacado el carácter fuerte y explosivo de su madre.

 

 - De pequeños erais inseparables... me acuerdo que siempre ibais cogidos de la mano a todos los lados y llorabais cuando Mikoto y yo os separábamos a la hora de volver a casa – comentó melancólico – Pero un día cuando teníais diez años cambiasteis vuestra actitud de forma radical. ¿Qué os pasó?¿Por qué dejasteis de ser amigos? - quiso indagar en el motivo por el que ahora esos dos se llevaban tan mal.

 - Me voy a mi habitación, no tengo hambre – dijo Naruto levantándose de su asiento y caminando hacia el exterior de la cocina.

 - Naruto – le llamó su padre pero su hijo salió de allí sin hacerle caso.

 

El rubio se pasó el resto del día encerrado en su dormitorio, ni siquiera bajó a cenar aunque su padre le subió una bandeja con comida. Naruto no estaba de buen humor, por una parte estaba enfadado por todo lo ocurrido con el menor de los Uchiha y, por otra, la conversación con su padre le había puesto un poco melancólico. Pasada más de la medianoche, se encontraba tumbado en su cama con los ojos cerrados intentando conciliar el sueño cuando su móvil vibró atrayendo su atención. Estiró su mano para cogerlo de la mesita y lo desbloqueó para ver quién le había mandado un mensaje. Por el nombre del remitente supo que era de Ino.

 

''Como sé que hoy no estarás de buen humor, te envío esto para que te animes.'', leyó mentalmente el mensaje.

 

Naruto al principio no entendió a qué se refería hasta que recibió un segundo mensaje pero no era de texto, era una foto del escote de la chica en sujetador. Aunque no se viese su rostro sabía que se trataba de Ino. Sonrió ante aquella imagen y comenzó a teclear las letras en la pantalla táctil para contestarle.

 

''Gracias, me ha animado mucho, en concreto cierta parte de mi anatomía'', le respondió y a los pocos segundos recibió otro mensaje.

 

''¿Quieres que te siga animando?'', leyó que le decía y Naruto le contestó enseguida con un ''por supuesto'' recibiendo a los pocos segundos otra fotografía del torso de la chica pero esta vez sin sujetador. Su mano tapaba uno de sus pezones mientras que el resto de su brazo tapaba su otro seno.

 

''Enséñame cuánto te están animando mis fotos'', recibió en un nuevo mensaje.

 

Naruto sonrió ante aquellas palabras. Encendió la lámpara de su mesita que daba una luz muy suave y tenue, se quitó el pantalón que llevaba y se levantó un poco su camiseta blanca para enfocar con la cámara de su teléfono su dura entrepierna tapada por su ropa interior. Sacó una foto y se la envió a Ino junto a la frase: ''¿Te parece que estoy suficientemente animado?''.

 

''Naruto, quiero ver cómo te tocas, quiero ver cómo te corres'', le respondió rápidamente la chica dejando al rubio congelado. Aquello le había pillado por sorpresa y no sabía qué hacer. Ino y él habían jugado un par de veces a enviarse algunas fotos subidas de tono pero nunca habían llegado tan lejos y le dio un poco de vergüenza lo que le estaba pidiendo.

 

''No sé, Ino. No creo que sea una buena idea'', le envió en el siguiente mensaje y esperó a que ella le contestara.

 

''Venga, Naruto, así estrenas la cámara de tu móvil nuevo y vemos la calidad que tiene. Además... estoy muy caliente'', leyó en la pantalla de su teléfono imaginándose la voz de Ino con un tono sensual, acto seguido recibió otra foto pero ésta era mucho más explícita. En ella se veía parte de los muslos cerrados de la chica y en el centro su pubis desnudo mostrando un corto vello rubio con una mano acariciándose. Naruto sintió su miembro excitarse aún más y se levantó corriendo para echar el cerrojo de su dormitorio porque estaba a punto de acceder al pedido de Ino.

 

Volvió a la cama y le respondió con rapidez diciéndole que aceptaba y que esperase. Naruto se acomodó en la cama preparando la cámara de su teléfono para hacer un vídeo y pulsó el botón de grabar. Se bajó con lentitud su ropa interior dejando expuesto su miembro erecto, agarrándolo con firmeza y comenzó a acariciarse con su mano libre lentamente. El rubio movía su mano de arriba hacia abajo, rozando con sus dedos toda su longitud logrando que se endureciese cada vez más. Se pasó su pulgar por la punta ejerciendo una ligera presión sobre ella que le causó mucho placer y se llevó con él parte del líquido preseminal que le ayudó a lubricar un poco su miembro, permitiendo que su mano se deslizara mejor sobre él.

 

Fue aumentando el ritmo de sus caricias poco a poco, yendo cada vez más rápido y pasando sus dedos por sus testículos cuando llegaba a la base de su pene. Naruto se tenía que morder los labios para ahogar sus gemidos por el placer que se estaba proporcionando a sí mismo, sobre todo cuando, tras varios movimientos más sobre su miembro rozando su punta, terminó por correrse intensamente. Se mordió con tanta fuerza que se reabrió la herida que tenía por la pelea pero el placer camufló el dolor que sintió por ello.

 

Pulsó el botón de ''stop'' de su teléfono para detener la grabación y lo dejó a su lado en su cama mientras cogía un pañuelo de su mesita para limpiarse todo el semen que había soltado. Se pasó el pañuelo por su intimidad, que comenzaba a volver a la normalidad, hasta llegar a su abdomen quitando semen que había resbalado hasta su tatuaje. Se quedó mirándolo por unos instantes recordando el motivo por el que se lo hizo pero enseguida terminó de limpiarse, tirando el papel a la basura y subiéndose sus calzoncillos.

 

Cogió su móvil, abriendo el menú del vídeo para elegir la opción de enviárselo a alguien de su lista de contactos, vio el nombre de Ino y pulsó la pantalla. A los pocos minutos, el vídeo había sido enviado así que se tumbó en la cama apagando la luz de la mesita. Se sentía relajado tras su sesión de autoplacer pero al mismo tiempo se sentía un poco nervioso ya que era la primera vez que hacía ese tipo de locuras y no sabía cómo iba a reaccionar Ino, si le iba a gustar o si en el fondo solamente estaba bromeando y pensaría que era un pervertido por hacer algo como eso. Conforme los minutos iban pasando, sus nervios fueron aumentando tras no recibir ninguna respuesta por parte de Ino y se arrepintió en ese momento de haberse grabado mientras se masturbaba porque seguro que a la chica no le había gustado. De repente, sintió su móvil vibrar y se lanzó corriendo a por él leyendo al instante el mensaje que aparecía en su pantalla.

 

''Si tanto tardas en correrte, será bueno para mí cuando lo hagamos o... ¿es que te has echado para atrás y no me vas a dejar ver cómo te masturbas?'', le había escrito la chica. Naruto se quedó desconcertado, no entendía de qué hablaba. Le había enviado un vídeo de lo más explícito tan sólo hacía unos minutos antes.

 

''¿De qué hablas? Te lo he enviado ya'', le respondió en otro mensaje y la respuesta no tardó en llegar.

 

''¿Estás seguro? Porque yo no he recibido nada.'', leyó que le había escrito.

 

Aquello inquietó mucho al rubio. Si no se lo había enviado a Ino, entonces, ¿a quién acababa de mandarle un vídeo en el que se veía claramente cómo se daba placer? ¿Quién había recibido su vídeo? Naruto entró en pánico, alguno de sus amigos ahora tendría en su posesión algo tan íntimo y vergonzoso y seguramente para mañana lo tendrían todos sus compañeros. Revisó en su teléfono a quién le había mandado el vídeo por error y su cara se puso completamente blanca cuando leyó el nombre del destinatario... ''Idiota''. Así es cómo tenía nombrado a la persona que más detestaba... su rival y vecino, Sasuke Uchiha.

 

''¡¿Por qué demonios sigo teniendo el número de ese imbécil guardado?!'', pensó alterado. ''Mierda, ¿cómo puedo tener tan mala suerte? ¿Por qué precisamente a él? Sasuke es impredecible, no sé qué hará cuando lo vea... puede que se lo enseñe a todo el instituto, que me pegue una paliza o que me haga chantaje... Estoy muy jodido...'', pensó derrotado.

 

Tenía que contárselo a Ino, necesitaba contarle su desgracia a alguien y confiaba en ella, además, se había metido en ese lío por su culpa. Ahora pensaba que no debería haberse dejado convencer tan fácilmente, no debería haber caído en la tentación pero... era débil ante el sexo y aquello foto de la chica le había dejado fuera de combate. Pero no le mandaría ningún mensaje, no quería dejar evidencias de su conversación, era mejor llamarla. Así que, tras borrar el vídeo para librarse de cualquier prueba, marcó el número de la chica escuchando al instante su voz al otro lado de la línea.

 

 - ¿Naruto? - susurró Ino - ¿Qué pasa? ¿Por qué me llamas en vez de seguir mandándome mensajes? - preguntó preocupada.

 - La he liado y mucho, Ino – le contestó también en un susurro para no despertar a sus padres que seguramente estarían durmiendo ya.

 - ¿A qué te refieres? ¿Está relacionado con lo que te he pedido? - le cuestionó inquieta.

 - Se lo he mandado por error a... Sasuke – le respondió deprimido.

 

No se escuchó nada al otro lado del teléfono durante varios segundos hasta que Naruto oyó cómo la chica se desternillaba de la risa.

 

 - No tiene ninguna gracia – le comentó molesto.

 - Lo... siento – se disculpó entre risas – pero es que es muy gracioso que sea precisamente él quien lo haya recibido. Con lo mal que os lleváis.

 - Precisamente por eso. ¿Qué crees que pensará cuando lo vea? No tengo ni idea de cómo se lo va a tomar ni la manera en que se vengará... - le comentó nervioso.

 - ¿Se te veía la cara o algo con lo que pudiera identificarte? - le preguntó la joven.

 - No, pero eso no importa, tiene el mismo móvil desde que éramos críos, verá que se lo he mandado yo.

 - Quizás no tenga tu número de teléfono ya que no os lleváis bien, por cierto... ¿por qué tienes tú el suyo? - le preguntó con curiosidad.

 - Es una larga historia... no sé ni por qué no lo he borrado en todo este tiempo. Joder, qué embarazoso... me ha visto tocándome – se lamentó Naruto cambiando de tema.

 - Puede que aún no lo haya visto, es tarde y seguramente estará durmiendo – trató de animarle Ino - Ahora siento envidia de Sasuke, a mí también me hubiese gustado verlo. ¿Por qué no me lo mandas? Pero esta vez asegúrate de que me lo envías a mí – le recomendó con diversión.

 - Ya lo he borrado, no quiero tener pruebas de lo que hecho, sólo quiero olvidarme de todo – le informó molesto – Si no recibo ninguna llamada o mensaje amenazante del niño rico, será porque no lo habrá visto, por lo que mañana tendré que borrarlo de su teléfono antes de que lo vea – le dijo decidido.

 - Vas a necesitar mucha suerte, Sasuke no suele alejarse de su teléfono – le comentó su chica al otro lado – Tengo que irme, creo que mi padre viene hacia a mi habitación. Mañana hablamos en clase. Buenas noches y no te preocupes, seguro que Sasuke no te ha visto haciendo guarradas – le dijo con prisa y con tono jocoso antes de colgar.

 

Naruto apartó el móvil de su oído al escuchar los pitidos que indicaban que la llamada ya había finalizado y se quedó mirando la pantalla boquiabierto. Tras salir de su asombro, colgó también y dejó el teléfono en su mesita. No quiso apagarlo por si recibía alguna amenaza en mitad de la noche por parte del menor de los Uchiha, así sabría si había visto o no el vídeo.

 

A la mañana siguiente, Naruto llegó tarde a clase ya que no había podido apenas dormir y al final se le habían pegado las sábanas. Tenía unas ojeras enormes debido a la falta de sueño y su labio estaba hinchado, no sólo por la pelea sino por el mordisco que se dio para ahogar sus gemidos la noche anterior. Entró con cara de preocupación y tras disculparse con su profesor, se encaminó hacia su asiento centrando su mirada en Sasuke para ver su reacción y saber si había llegado a ver el archivo que le mandó pero sus ojos se tropezaron con el móvil del moreno y se percató que no era el que tenía desde hacía varios años, era uno totalmente nuevo. Naruto sintió que se había quitado un peso de encima ya que eso significaba que no habría recibido su vídeo, su mirada cambió a una de alivio pero, en cuanto se dio cuenta de que su compañero le estaba observando, la cambió a una de odio, la que siempre ponía cuando veía a Sasuke, y se sentó en su sitio.

 

A la hora del receso, Naruto se levantó rápidamente de su asiento para acercarse a Ino y arrastrarla fuera del aula con una gran sonrisa en la boca. Al llegar a un lugar apartado del patio, el rubio le contó feliz que Sasuke tenía un smartphone nuevo y que no había podido recibir su vídeo, aunque le preocupaba un poco que un desconocido lo tuviese en su poder pero como no se le veía la cara ni tendría su número de teléfono, no podría saber que se trataba de él.

 

 - Hay un problema con todo eso... - comenzó a relatar Ino con un poco de culpa por estar a punto de desilusionar a Naruto - ...aunque haya cambiado de móvil, Sasuke sigue manteniendo el mismo número.

 

La sonrisa que se dibujaba en el rostro del rubio se borró de golpe quedándose petrificado ante aquella noticia.

 

 - ¡¿Qué?! - soltó alarmado cuando pudo recuperar el habla – No puede ser... ¿Estás segura? ¿Cómo lo sabes? - la interrogó muy nervioso cogiéndola de los hombros.

 - Bueno... cuando vi que Sasuke se había cambiado de teléfono, quise averiguar su nuevo número así que... - relataba nerviosa - un día que estaba solo en los vestuarios, me colé dentro y mientras se duchaba... le cogí el móvil y comprobé que seguía teniendo el mismo número.

 - ¿Y por qué querías el número de ese niño rico? - le preguntó cabreado – Se supone que estamos saliendo, no deberías querer tener su número - le recriminó.

 - No te pongas celoso, sabes que no somos novios-novios, nos estamos conociendo... y siempre es bueno tener en tu lista de contactos al chico más popular del instituto – intentaba excusarse mientras veía el rostro de Naruto cada vez más enfurecido – Naruto...

 - No me digas que no me enfade porque...

 - No es eso – le interrumpió con rapidez – Sasuke está mirando su móvil – le señaló al chico que iba andando por el patio cerca de la fuente.

 

Naruto se giró hacia el lugar que señalaba la chica y abrió los ojos con terror cuando vio al moreno con su smartphone entre sus manos mirando concentrado la pantalla. Estaba tan nervioso y alterado, que sus piernas se movieron solas cuando fue tras él y no razonó cuando le arrebató el teléfono amenazándolo con tirarlo a la fuente. Al final no lo hizo, pero sí que por su culpa acabó hundido en el agua. En el preciso instante en que el aparato cayó en la fuente, Naruto se sintió aliviado al saber que Sasuke jamás le vería masturbarse.

 

Tras aquello, tuvieron una fuerte pelea en la que hablaron con sus puños y acabaron en el despacho del director, quien les impuso como castigo estar atados durante todo el tiempo que él considerase conveniente. A pesar de que Naruto estaba de malhumor por el castigo, se sentía realmente liberado al saber que estaba a salvo, pero esa sensación desapareció al día siguiente cuando Sasuke le informó que su smartphone funcionaba a la perfección y todos los datos estaban a salvo. De nuevo, Naruto se dejó llevar por el pánico cuando le volvió a quitar el móvil y, por suerte o por desgracia, sus retortijones le salvaron de tener que inventarse una excusa pero, tras la falsa alarma, no pudo hacer nada cuando el moreno le exigió que le devolviese el aparato.

 

''Conseguiré borrar el vídeo antes de que lo veas, maldito Uchiha'', pensó Naruto con determinación mientras se lo entregaba. Lo que él no sabía es que Sasuke lo había visto la noche en que se lo mandó por equivocación y que ahora trataba de averiguar quién era el autor.

 

Fin del flashback

 

A Sasuke se le dibujó una sonrisa siniestra mientras observaba a su rubio compañero atarse bien la toalla alrededor de su cintura, ya que se le había resbalado un poco permitiéndole ver su tatuaje.

 

''Si quieres jugar, dobe, jugaremos... pero con mis reglas'', pensó Sasuke sonriendo de forma maliciosa.

 

 


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