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El vídeo de la discordia por Kaoru Himura

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Los adultos siguieron saludándose y hablando entre ellos sin percatarse de las diferentes reacciones que tuvieron sus adolescentes hijos al verse. Sasuke seguía mirando a Naruto con una pequeña sonrisa traviesa mientras el rubio había dejado caer su brazo al darse cuenta de que se había delatado a sí mismo y ahora observaba al menor de los Uchiha con desconfianza y un poco nervioso. Tras unos segundos, Naruto sintió que alguien se había acercado hasta él y notaba su presencia a su lado sacándole de aquella tensa batalla de miradas que mantenía con Sasuke. Levantó su cabeza para observar el sonriente rostro del primogénito de los Uchiha.

 

 - Hola, Naruto – le saludó Itachi – Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos. ¿Qué tal estás?

 - Bien – fue su breve respuesta – Y, ¿tú? - añadió tras unos segundos de silencio en los que pensó que no debía ser descortés y tenía que preguntarle lo mismo.

 - La universidad va bien y en mi tiempo libre me gusta dedicarme a mi pasatiempo favorito – le contestó sin borrar su sonrisa.

 - ¿Cuál es tu pasatiempo favorito? - le cuestionó Naruto curioso al ver que Itachi no iba a añadir nada más.

 

Sasuke observaba la interacción entre Itachi y Naruto con recelo, tenía ganas de apartar al rubio del pervertido de su hermano pero se contuvo porque sabía que iba a ser sospechoso si hiciese algo como aquello. Su atención se centró en su hermano mayor cuando escuchó su respuesta.

 

 - Molestar a mi tonto hermanito – respondió Itachi acercándose a Sasuke mientras ensanchaba la sonrisa de su boca y revolvía el pelo de su hermano.

 

El joven miró con mala cara a Itachi y apartó su mano sin ningún tipo de delicadeza.

 

 - Imbécil – le insultó a la vez que se peinaba su pelo con sus manos, tratando de arreglar su peinado.

 - Yo también te quiero, Sasu-chan.

 

Itachi atrapó a Sasuke entre sus brazos y acercó sus labios a la mejilla de su hermano pequeño con la intención de plantarle un beso pero el adolescente se revolvía mientras empujaba la cara de Itachi para evitar que sus labios hicieran contacto con su piel. Naruto veía perplejo la escena ante él pero su mirada cambió a una divertida y comenzó a reírse llamando la atención de ambos hermanos. La actitud de Itachi había conseguido que Naruto se relajase y desapareciera su nerviosismo.

 

 - Itachi, había olvidado lo divertido que eras – le comentó entre risas mientras el susodicho lo miraba feliz y Sasuke los observaba molesto.

 

De repente, los dos hermanos se separaron soltando un quejido cuando sintieron un par de collejas en sus nucas. Se giraron protestando por el golpe cuando se toparon con la amenazante mirada de su madre.

 

 - Dejad de hacer el payaso y comportaos – les regañó y ambos asintieron asustados. Cuando Mikoto se ponía seria daba miedo – Vayamos al comedor, la cena ya está lista – se dirigió a sus invitados con una sonrisa y salió del salón indicándoles el camino a seguir pese a que no era la primera vez que la familia Namikaze-Uzumaki había estado en aquella casa.

 

Naruto salió detrás de sus padres, quienes habían seguido a Mikoto y a Fugaku, y dejó a Sasuke e Itachi solos en el salón. A los pocos segundos, los hermanos emprendieron su camino hacia el comedor. Ambos entraron por la puerta casi al mismo tiempo, justo para ver cómo los demás se sentaban alrededor de la mesa. Fugaku presidía la mesa mientras que su esposa, Kushina y Minato tomaron asiento en unos de los laterales dejando así a Naruto en el lado opuesto. El rubio había decidido sentarse en un extremo dejando dos sillas vacías entre su sitio y la silla donde estaba Fugaku.

 

Sasuke se quedó unos segundos analizando a su compañero rubio, segundos que Itachi aprovechó para acercarse a la silla vacía al lado de Naruto pero, antes de que alcanzase su objetivo, Sasuke se adelantó y se sentó en ella dedicándola una sonrisa de triunfo a su hermano mayor. Itachi le miró confuso por un momento para después mirarle con molestia al imaginarse que Sasuke querría incordiar a Naruto durante la cena.

 

 - Recuerda lo que te dije, no la líes. Esta cena es importante para mamá – le advirtió Itachi en un susurro mientras se sentaba al lado de su hermano.

 

Sasuke no le replicó, se limitó a poner una mueca de ofensa en su rostro como si aquel comentario fuese una grave injuria contra su persona.

 

 - Espero que os guste lo que he preparado para cenar, he estado gran parte de la tarde cocinando así que espero que haya merecido la pena – dijo Mikoto levantándose de su asiento mientras tomaba una copa con vino y la alzaba para brindar sonriendo a Kushina y a Minato – Por la familia.

 - Por la familia – repitieron todos imitando el gesto de la señora Uchiha excepto los dos adolescentes, quienes solamente alzaron sus vasos llenos de agua sin pronunciar ni una palabra.

 - Bien, empecemos a comer – dio por iniciada la velada Mikoto mientras volvía a sentarse en su silla.

 

Todos comenzaron a servirse comida en sus platos, estaban deseando hincarle el diente a toda esa estupenda comida. Naruto fue a tomar el cucharón para servirse un poco de sopa pero Sasuke le interceptó antes de hacerlo colocando su mano sobre la de Naruto. Éste le miró molesto pero se inquietó cuando sintió el meñique del moreno acariciar la tostada piel de su mano con suavidad, dibujando círculos sobre ella. Sasuke le miró entretenido levantando un lado de la comisura de sus labios en una pequeña sonrisa divertida. Se quedaron unos instantes en aquella posición pero un carraspeo por parte de Itachi los sacó de aquel estado.

 

 - Los demás también queremos tomar sopa – comentó el mayor con un tono de advertencia dirigido a su hermano.

 

Sasuke apartó la mirada de Naruto y observó que todos les contemplaban confusos y en alerta pensando que los chicos iban a comenzar a pelearse. Pero sus pronósticos no se cumplieron pues Sasuke retiró su mano de la del rubio y dejó que se sirviera su ración de comida sin mediar palabra.

 

''Debo ser más discreto si no quiero volver a atraer la atención de los demás sobre nosotros'', reflexionó Sasuke sirviéndose otro de los manjares que había cocinado su madre.

 

Mientras Kushina y Minato felicitaban a la cocinera por aquella deliciosa comida, Itachi aprovechó para aproximarse a su hermano y hablarle en susurros.

 

 - ¿A qué ha venido eso? - le preguntó desconfiado.

 - No sé a lo que te refieres – le contestó haciéndose el desentendido mientras comía con tranquilidad.

 - Ya, y yo nací ayer – le soltó sarcástico – No te hagas el tonto, sabes perfectamente de lo que hablo. He visto cómo rozabas la mano de Naruto con tu dedo y parecía que lo disfrutabas. ¿Me he perdido algo? - le preguntó analizando la actitud de su hermano - ¿Acaso te gusta?

 

Sasuke casi se atraganta con un trozo de carne al escuchar a su hermano decir aquello. Tosió con fuerza e Itachi acudió en su ayuda dándole unos golpes en la espalda hasta que se le pasó. El adolescente tenía los ojos llenos de lágrimas por el esfuerzo que hizo para no ahogarse.

 

 - Cariño, ¿estás bien? - le preguntó su madre preocupada y él asintió con la cabeza – Bebe un poco de agua – le aconsejó mientras le llenaba su vaso hasta arriba y se lo pasaba

 

Su hijo pequeño le obedeció, cogió el vaso y se bebió todo el contenido que había en él, siendo observado por todos con preocupación.

 

 - Es un niño pequeño, si no le parto los filetes en trozos muy pequeños, es incapaz de masticarlos bien y tragárselos – se burló Itachi tratando de aligerar el ambiente y que la noche no se arruinase.

 

Y lo consiguió ya que los adultos comenzaron a reírse de forma animada, incluso Naruto se unió a las risas. Sasuke miró a su hermano con enojo tras dejar su vaso vacío sobre la mesa por avergonzarle de aquella manera delante de Naruto aunque eso no se lo diría.

 

 - Idiota – le insultó Sasuke entre dientes para que sus padres no se enterasen pero sólo consiguió que Itachi le mirara con diversión.

 

El mayor iba a seguir con su interrogatorio ya que los adultos estaban charlando entre ellos pero Kushina le preguntó por sus estudios deteniendo su plan y tuvo que responderle. Sasuke suspiró aliviado al librarse de las preguntas de su hermano y siguió comiendo con tranquilidad mirando de vez en cuando a su rubio acompañante.

 

Los adultos continuaron con sus amenas conversaciones mientras se iban terminando toda la comida que había sobre la mesa sin prestar atención a los dos adolescentes. Naruto intentaba cenar con tranquilidad ignorando la intensa mirada del moreno que estaba a su lado, mientras que éste no apartaba sus ojos de él y se dedicaba a colocar su mano en la rodilla del otro chico por debajo de la mesa haciéndole saltar en su asiento cada vez que lo hacía. La mano del moreno sobre aquella parte de su cuerpo ponía nervioso a Naruto, sobre todo cuando Sasuke la subía acariciando su muslo aunque el rubio la apartaba con disimulo pero con fuerza antes de que subiese demasiado.

 

Cuando llegó el momento de tomar el postre, a Sasuke se le ocurrió una idea para molestar y desquiciar aún más a su compañero de clase. Se inclinó ligeramente sobre él con disimulo y le habló cerca de su oído.

 

 - ¿Acaso no querías que disfrutara viendo el fruto del arduo trabajo que mis labios y mi lengua hicieron sobre tu cuello? Eres un chico malo, usuratonkashi – le susurró de forma juguetona.

 

Naruto se estremeció tanto por el tono empleado por Sasuke como por su cálido aliento sobre su piel. Su cercanía le alteraba, demasiado para su gusto y en especial en cierta zona sensible de su cuerpo al recordar sus labios sobre su piel. Se concentró para que su entrepierna no reaccionase más de lo que había reaccionado y terminase de ponerse dura. No quería que se le formase un bulto en su pantalón.

 

Sasuke se percató del estado alterado en que había dejado al rubio pero continuó con la segunda parte de su plan. El moreno tiró con disimulo su cuchara hacia donde estaba Naruto, agachándose y metiéndose bajo el mantel, que lo cubrió de la vista de los demás excepto del rubio. Éste se puso muy nervioso cuando vio el rostro de Sasuke entre sus piernas sonriéndole de forma traviesa y su mano viajaba hacia arriba en dirección a su entrepierna. Aquello no ayudaba para nada en su esfuerzo de no excitarse.

 

Se puso de pie con tanta fuerza y rapidez para alejarse del moreno que volcó la silla en la que había estado sentado llamando la atención de todos los presentes, quienes se quedaron en silencio mirándole preocupados. Sasuke, aún debajo de la mesa, ensanchó su sonrisa al haber tenido éxito con su idea, aunque no esperaba que Naruto se apartase tan rápido de él. Salió con su cuchara en la mano y su familia le miró con recelo.

 

 - ¿Estás bien, Naru? - le preguntó Kushina preocupada.

 - Sí, no te preocupes, mamá – le contestó observando cómo Sasuke se sentaba en su sitio con tranquilidad como si no hubiese pasado nada y comprobaba aliviado que no se le notaba ningún bulto en los pantalones – Me he dado un pequeño susto al sentir algo rozarme el pie – añadió sin delatar a su compañero pero no porque no quisiera meterle en líos, sino por él mismo, no quería pasar vergüenza contándoles lo que se había imaginado al ver a Sasuke entre sus piernas.

 

El nivel de sospecha por parte de los parientes de Sasuke bajó de forma considerable al escuchar la respuesta del rubio, ni siquiera Fugaku siguió sospechando ya que lo único que veía en Naruto era nervios debido al susto, aunque había que tener en cuenta que se había tomado unas cuantas copas de vino y su poder de detectar mentiras había mermado bastante. Naruto observó cómo volvían a sus charlas ignorándole y se le ocurrió que ése podía ser un buen momento para excusarse y buscar el móvil de Sasuke. Había estado pensando en cómo podía escabullirse sin levantar sospechas, en especial en Sasuke, pero no había dado con el momento idóneo y ahora se le presentaba éste, así que no lo iba a desperdiciar.

 

 - Si me disculpáis, tengo que ir al aseo – se excusó y salió de allí tratando de no salir corriendo para no centrar de nuevo la atención sobre él aunque unos ojos negros no se apartaron de su cuerpo mientras salía del comedor y cerraba la puerta tras él.

 

Naruto se perdió por el pasillo asegurándose de que nadie le seguía antes de cambiar de dirección y subir las escaleras hacia el piso superior. Al llegar, se detuvo para tranquilizarse y cuando lo consiguió, observó las diferentes puertas cerradas. Supuso que la más alejada al otro lado del pasillo debía ser la habitación principal, así que se aproximó a la primera que estaba más cerca de él para comprobar si era la de Sasuke. Abrió la puerta con lentitud tratando de hacer el menor ruido posible aunque fuese difícil que le escuchasen abajo con las risas que salían de allí.

 

Se asomó en el interior de la habitación y dedujo que debía de tratarse de la habitación de Sasuke por la decoración tan austera. Contento por haber acertado a la primera, se adentró feliz dejando la puerta entreabierta para poder escuchar si alguien subía por las escaleras. No encendió la luz para que no le descubriesen pero podía ver gracias a la luz de las farolas de la calle que se colaba por la ventana.

 

Comenzó a revisar la mesita de Sasuke en busca de su teléfono abriendo los cajones al ver que no estaba en la superficie de ésta. No lo encontró ahí así que se acercó hasta la mesa de estudio y la inspeccionó de arriba a abajo pero tampoco había señal del smartphone. Giró sobre sí mismo poco a poco observando la habitación y pensando dónde podía haber puesto Sasuke el aparato. Sus ojos se toparon con la mochila del moreno, se aproximó a ella esperanzado y se agachó para revisar su interior. Pronto esa esperanza que había sentido se esfumó al no hallar el teléfono así que lanzó la mochila con frustración lejos de él y cayó al suelo cerca de la cama.

 

Se puso de pie pensativo y decidió acercarse al armario para mirar dentro de él. Aunque dudaba que Sasuke lo hubiese guardado ahí dentro, debía cerciorarse. Abrió todos los cajones, levantando cada prenda que veía pero nada, el móvil no aparecía por ningún lado. Se llevó las manos a su cabello y se lo revolvió malhumorado. El último lugar que le quedaba por inspeccionar era el baño de Sasuke, así que fue hasta allí, encendió la luz y de nuevo, realizó su tarea de mirar cada rincón de la estancia sin éxito ninguno.

 

Apagó la luz del baño y salió de allí deprimido al darse cuenta de que seguramente Sasuke lo llevaba encima y que había desperdiciado todo ese tiempo, esa cena no había tenido ningún lado positivo, excepto por la deliciosa comida.

 

Caminó por la habitación maldiciendo sin fijarse por dónde pisaba cuando se tropezó con la mochila que había lanzado y cayó bocabajo sobre la cama de Sasuke. Se estaba incorporando quejándose por su mala suerte cuando se paralizó al escuchar una voz que provenía de la puerta.

 

 - Vaya, sí que te ha gustado tenerme entre tus piernas que has subido corriendo hasta mi habitación para proponerme que continuemos – soltó Sasuke juguetón al ver la posición en la que se encontraba el rubio.

 

Naruto se había quedado apoyado sobre sus extremidades con su trasero sobresaliendo hacia afuera casi como si fuese una clara invitación a realizar ciertas actividades placenteras. El rubio volteó lentamente su cabeza para observar nervioso a Sasuke pero sus ojos se abrieron asustados y su corazón empezó a latir con rapidez cuando vio cómo éste le sonreía de forma lujuriosa mientras cerraba la puerta echando el cerrojo.

 

 - Por fin puedo tomarme el postre – dijo con deseo mientras se acercaba al inmóvil Naruto.

 


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