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El vídeo de la discordia por Kaoru Himura

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Notas del capitulo:

NOTA IMPORTANTE: Estaré de viaje hasta final de mes, por lo que no sé si podré actualizar o no con seguridad, aunque lo intentaré. Lo dejo avisado para que si veis que no subo ningún capítulo, no os asustéis ni penséis que no voy a continuarlo. Sólo os pido paciencia si no logro actualizar la historia.

 

El despertador sonó con fuerza en la habitación de un adolescente rubio de ojos azules y éste gruñó bajo las sábanas porque su plácido sueño había sido interrumpido. Sacó una mano del interior de la colcha y tanteó por la mesita hasta que consiguió apagar la alarma sin siquiera abrir los ojos. En lugar de desperezarse y comenzar a prepararse para ir a clase, se volvió a acurrucar en el interior de la cama tapándose mejor y volvió a sumirse en el mundo de los sueños... aunque no por mucho tiempo.

 

A los diez minutos, Minato entró en el cuarto de Naruto para despertarle como cada vez que a su hijo se le pegaban las sábanas. Tras acercarse a la ventana y descorrer la cortina para dejar entrar la luz, el adulto se aproximó a la cama y destapó al rubio terminando de despertarlo al quitarle su fuente de calor.

 

 - El desayuno está listo. Dúchate rápido para que puedas tomártelo antes de que se te haga más tarde y no tengas tiempo de hacerlo – le informó Minato antes de salir de la habitación.

 

A regañadientes, Naruto salió de la cama y de su dormitorio para meterse en el baño que había al final del pasillo y comenzar así su rutina diaria. Tras ducharse y vestirse con el uniforme escolar, bajó a desayunar junto a su padre. Cuando se sintió saciado, se despidió de Minato y salió de casa subiéndose en su bicicleta para ir a clase en ella, así llegaría antes. Al pasar frente a la casa de los Uchiha, vio a los hermanos dirigirse hacia el coche del mayor de los dos y cuando la mirada de Sasuke se cruzó con la suya, le regaló una sonrisa cómplice recibiendo otra similar por parte del moreno.

 

 - Buenos días, Naruto – saludó Itachi al darse cuenta de la presencia del adolescente.

 - Buenos días – le respondió y siguió su camino pedaleando lo más rápido que pudo.

 

Había tratado de sonar normal para ocultar la enorme vergüenza que sentía en ese instante. Desde que Sasuke le había contado que Itachi había visto su vídeo, se sentía avergonzado cada vez que se cruzaba con él pese a que éste no tenía ni idea de la verdadera identidad del chico que aparecía. Naruto siempre intentaba disimular, no quería levantar ninguna sospecha si empezaba a actuar raro delante de él o que lo malinterpretase y creyese que era incapaz de mirarle a los ojos porque le gustaba, pero se le hacía realmente difícil fingir que no se moría de vergüenza. Sólo esperaba que esa sensación pasara pronto y llegase el momento en que lo recordase como una anécdota divertida y reírse de ello junto a Sasuke.

 

A los pocos minutos, atravesó el portón del instituto con la bici y pedaleó hasta el aparcamiento de bicicletas, donde dejó la suya bien asegurada con una cadena para que nadie pudiera robársela, aunque las posibilidades de que eso ocurriera eran casi nulas. No era frecuente que los estudiantes robaran, por lo que no se daba ese tipo de problemas en el centro. Abandonó la zona y prácticamente corrió para refugiarse del frío al interior del edificio, donde se acercó a su zapatero y se cambió el calzado. Caminó por los pasillos saludando a algunos compañeros por el trayecto hasta llegar a su aula. Cruzó la puerta y se dirigió a su pupitre, pero en lugar de tomar asiento, se detuvo con la mirada perdida y abstraído por los recuerdos que acudieron a su mente.

 

Flashback

 

El lunes había llegado y con ello, la vuelta de Sasuke a clase tras su expulsión. A diferencia de lo que alguien podría pensar, el moreno había estado deseando que ese día llegase, sobre todo desde que Naruto había aparecido en su casa el sábado y habían hecho las paces. Ansiaba volver a verle ya que mientras estuviese castigado, el único lugar en el que podía pasar tiempo con él era en clase. Al menos, ahora que se había reconciliado, el rubio regresaría a su antiguo sitio y él volvería a tenerlo a su lado, disfrutando de su cercanía y compañía. O eso creía.

 

Nada más entrar al aula, sintió que alguien se le echaba encima abrazándolo y tirándolo al suelo en el proceso. Por un instante, creyó que se trataba de Naruto pero descartó esa posibilidad. Dudaba que su vecino actuase de esa manera pese a que habían solucionado los problemas que tenían y ahora estaban en buenos términos, por lo que, cuando se recompuso de la caída, abrió los ojos para fijarse en la persona que se había abalanzado sobre él con tanta energía viendo una cabellera de color blanca que reconoció al instante.

 

 - ¡Sasu-chan! ¡Por fin estás de vuelta! – gritaba Suigetsu aferrándose con más fuerza al cuerpo del otro adolescente mientras éste trataba de apartarlo.

 - ¡Suigetsu, suéltale! – le quitó Karin las palabras de la boca a Sasuke mientras corría hacia ellos.

 

Cuando llegó hasta donde estaban, la pelirroja se puso por detrás de Suigetsu, pasó su brazo por el cuello de éste y lo apartó de Sasuke. Al verse liberado, el moreno se puso en pie sacudiéndose la ropa y después se fijó en sus compañeros. Karin tenía atrapado al adolescente de dientes afilados y lo estaba ahogando con su brazo mientras le advertía con voz de ultratumba que no volviera a tocar a Sasuke. La chica no lo soltó hasta que Suigetsu le prometió casi sin respiración que no lo haría y en cuanto lo dejó libre, se acercó corriendo a Sasuke para engancharse de su brazo y pegarse a su cuerpo mientras Jûgo ayudaba a Suigetsu a incorporarse un poco y éste tosía con los brazos apoyados en el suelo intentando recuperar el aire perdido.

 

 - ¡Apártate de Sasuke-kun! – hizo aparición la última persona que faltaba del cuarteto que solía saludar al Uchiha cuando llegaba a clase.

 

Sakura se acercó a Karin y trató de separarla de Sasuke, pero en el intento, la chica acabó chocando su cuerpo contra el del moreno lo cual provocó que se sonrojara sin poder evitarlo. Karin se percató de aquello y soltó de inmediato a Sasuke para empezar a discutir con Sakura por tomar ventaja de la situación para acariciar el cuerpo del chico. Mientras ellas discutían, el moreno aprovechó para alejarse de ellas y caminar hacia su mesa para ver a Naruto, pero cuando sus ojos buscaron al rubio en el asiento de al lado, no lo encontró sino que vio a Shikamaru en su lugar. Eso le desconcertó, no entendía por qué seguía ocupando el lugar de su vecino, por lo que buscó con la mirada al rubio para ir a preguntarle qué ocurría allí.

 

Lo encontró en su sitio nuevo observándolo con una mirada que no supo descifrar. Su rostro mostraba seriedad pero juraría que notó cierta molestia o enfado en sus azules ojos, lo cual lo desconcertó. No estaba seguro de si había visto mal o no, pero si Naruto estaba molesto, no lograba entender el motivo, estaba convencido de que esa vez él no había hecho nada para ganarse el cabreo del rubio. Al final, no pudo aproximarse hasta él porque el profesor que les tocaba a esa hora llegó para comenzar las clases.

 

Lo que no sabía Sasuke era que, de forma indirecta, sí era el causante de su malhumor o más bien de sus celos. A Naruto no le había gustado ver cómo esos tres invadían tanto el espacio personal de Sasuke. Estaba acostumbrado a verlos alrededor del moreno pero ahora le molestaba mucho más de lo habitual, quizás era porque antes se negaba sus sentimientos pero ahora que estaban juntos, no soportaba la manera y la frecuencia con la que se pegaban a su, en teoría, novio. Se habían reconciliado pero tampoco habían profundizado demasiado en el tema por lo que no habían definido nada de su relación.

 

Fin del flashback

 

Finalmente, Naruto tomó asiento recordando que, en la primera ocasión que tuvo, Sasuke le preguntó por qué no había vuelto a sentarse a su lado y él le respondió con una sonrisa que no tenía de qué preocuparse, que no se había echado atrás en cuanto a la reconciliación, era solamente que consideraba que tener algo de espacio para ellos mismos y no estar pegados tanto tiempo al día les vendría bien y sería bueno en su relación, ya que se veían casi todos los días y vivían prácticamente al lado del otro. También le dijo que no quería volver más loco a Iruka. Sasuke quiso que volviera a su lado pero pensó que quizás Naruto tenía razón, que podría ser bueno para ellos, así que decidió darle una oportunidad a todo ese asunto del asiento.

 

Naruto se distrajo cuando notó que alguien cruzaba la puerta del aula, pero su mente volvió a viajar al mundo de los recuerdos cuando vio que se trataba de Ino y rememoró cómo le había dado la noticia de su reconciliación con Sasuke. No fue un momento tranquilo.

 

Flashback

 

A la hora del recreo, Naruto se levantó como el resto de alumnos para ir a almorzar y sacó el bento preparado por su padre de la mochila mientras sus amigos salían de clase informándole que irían pillando un sitio bajo el árbol de siempre, excepto Ino y Shikamaru, que se encontraban cerca de él. El rubio supuso que como Sasuke había vuelto a clase, ellos estaban haciendo guardia por si el moreno se acercaba. Su sospecha fue confirmada cuando vio que Sasuke caminaba hacia él y los otros dos se interpusieron en su camino para evitar que llegara hasta él, consiguiendo que el moreno frunciera el ceño molesto.

 

 - Chicos, no hay ninguna necesidad de que actuéis como mis guardaespaldas. Os lo he estado diciendo durante toda la semana – les dijo Naruto colocando su mano izquierda sobre el hombre de Shikamaru y la derecha sobre el hombre de Ino separándolos para dejar vía libre – además, Sasuke y yo hemos arreglado nuestras diferencias y hemos hecho las paces – les puso al corriente.

 

La cara de Ino era de completa sorpresa mientras que en la de Shikamaru no había ni un ápice aunque sí estaba algo sorprendido por la noticia además de sentir curiosidad sobre qué había pasado para que eso ocurriese y cómo se había dado esa situación, la única respuesta que conocía era el cuándo. Estaba claro que todo había ocurrido en el fin de semana.

 

 - ¿Qué? – pronunció todavía sorprendida la chica – ¿Por qué? – se giró mosqueada encarando a su amigo.

 - Hemos hablado y me explicó la verdad – le contestó.

 - ¿Cómo puedes fiarte de su palabra tras lo ocurrido? – le preguntó malhumorada mirando con desconfianza a Sasuke.

 - Porque me demostró de una manera muy... – hizo una pausa sin saber muy bien cómo calificarlo sin entrar en detalles – especial y personal que nunca mintió sobre sus sentimientos y que se arrepentía mucho de todo lo relacionado con Suigetsu.

 

Naruto trataba de no mencionar nada sobre su vídeo porque Shikamaru era el único de ellos cuatro que no tenía ni idea de su existencia y prefería mantenerlo de esa manera a pesar de que fuera uno de sus mejores amigos. Había ciertas cosas que era mejor mantenerlas en secreto.

 

 - ¿Estás seguro de que dice la verdad? – le preguntó no muy convencida.

 - Sí – le contestó con rotundidad – confía en mí – añadió al verla algo disconforme todavía con su explicación.

 

Ino mantuvo su semblante serio, se giró sin pronunciar palabra alguna y con un paso, se puso frente a Sasuke. Le agarró de la corbata y tiró de ella para acercar el rostro de Sasuke al suyo de forma intimidante.

 

 - Como le vuelvas a hacer daño, por mínimo que sea, te juro que te las verás conmigo – le advirtió muy seria.

 - Me parece justo – le contestó sincero Sasuke – pero no va a pasar porque le amo y mi única meta es hacerle feliz – dijo eso último tanto para Ino como para Shikamaru, ya que éste le había dicho que sólo le causaba sufrimiento a Naruto y que él nunca sería feliz a su lado.

 

Ino pareció complacida con esa respuesta y dejó libre la corbata del chico, aunque antes le soltó un ''te estaré vigilando'' que sacó una sonrisa tanto a Sasuke como a Naruto, por lo protectora que podía llegar a ser la rubia. A veces parecía una mamá gallina protegiendo a su polluelo.

 

Fin del flashback

 

Mientras Naruto saludaba a su amiga, quien se había dado cuenta de que la estaba mirando, pensó que eso había pasado hacía dos semanas y que ese día tuvieron suerte de que la clase se vaciase y nadie hubiese llegado a ver o escuchar lo que había pasado ahí dentro. Ni a Sasuke ni a él les apetecía ser el centro de atención otra vez y que cuchichearan sobre ellos, y menos si era sobre algo que no incumbencia de nada como lo era su vida privada. Otro movimiento, esta vez en la puerta del fondo, captó su interés. Al centrar su mirada en esa dirección, pudo ver que su vecino era acosado como cada mañana por los tres de siempre mientras trataba de llegar hasta su pupitre.

 

Una rabia conocida se fue apoderando del cuerpo de Naruto. Los celos acudían de nuevo y es que el adolescente estaba harto de la forma en que esos tres acosaban a su novio. Ahora entendía un poco mejor a Sasuke y, en cierto modo, que no se hubiese podido controlar cuando le daban sus ataques de celos, aunque eso seguía sin justificar lo que hizo. Naruto no aguantó más cuando vio que Sakura fingía que Karin la empujaba con fuerza para chocar contra Sasuke abrazándolo. Decidió poner fin a ese asunto de una vez por todas en ese mismo instante.

 

Se levantó decidido de la silla y caminó a pasos agigantados hasta donde estaban los tres acosadores formando un corrillo y discutiendo entre ellos. Agarró a la chica de pelo rosa del brazo apartándola de Sasuke y, antes de que alguno pudiera siquiera pestañear, tiró de la corbata del moreno para juntar sus labios en un intenso beso que dejó a toda la clase boquiabierta.

 

El primero en sorprenderse fue el propio Sasuke, quien creía que Naruto aún no quería hacer pública su relación para no ser el centro de atención, y no se equivocaba, era sólo que la paciencia del rubio había alcanzado su límite y no iba seguir permitiendo que continuaran tocando a su novio a su antojo. Los demás, y en especial Sakura, Karin y Suigetsu, debían empezar a conocer cuál era su sitio y dónde estaba sus límites en cuanto a Sasuke.

 

Suigetsu comenzó a protestar en cuanto pudo salir de esa enorme impresión, se quejaba a Sasuke sobre que le había quitado a su rubito sexy, y a Naruto le decía lo mismo sobre Sasuke, pero de repente, dejó sus lamentos a un lado cuando se lo pensó mejor y creyó que aquello era una enorme ventaja para él porque podía tener a los dos al mismo tiempo, así que empezó a insistirles que podían hacer un trío, aunque Sasuke y Naruto le ignoraron y continuaron con lo suyo. Por otra parte, las dos chicas pusieron el grito en el cielo cuando lograron reaccionar y se dedicaron a gritarle al rubio que dejara de besar a Sasuke, hasta que ambos chicos terminaron el beso, aunque eso tampoco las calmó y continuaron echándole la bronca a Naruto por atreverse a besar al Uchiha.

 

 - Voy a dejar muy claro una cosa y espero que os entre bien en la cabeza – alzó la voz para que todos pudieran escucharle por encima del alboroto que estaban formando Suigetsu, Karin y Sakura – Sasuke es mi novio – recalcó el ''mi'' – y solamente yo puedo tocarle, así que más os vale mantener vuestras manos bien lejos de él.

 

Esa declaración dejó mudos a todos los presentes aunque no por mucho tiempo, ya que Sakura y Karin volvieron a montar follón quejándose esa vez a Sasuke y reclamándole que desmintiese las palabras del rubio. Sasuke, quien tenía sus ojos fijos sobre Naruto y una sonrisilla satisfactoria dibujada en la boca al darse cuenta de que Naruto también tenía un lado celoso y posesivo, ladeó la cabeza para mirar a las chicas ante sus reclamos.

 

 - Ya le habéis oído. Me parece que lo ha dejado bastante claro – les respondió silenciándolas al instante – Lo que ha dicho también se le aplica a él. Más vale que nadie se atreva a poner un dedo encima de este rubio si no quiere vérselas conmigo – alzó la voz al mismo tiempo que le señalaba, en una clara advertencia para las personas que aún iban tras Naruto.

 

Después de aquello, Sasuke caminó junto a su pareja hasta el sitio de éste y le hizo compañía hasta que Iruka entró en clase. La mañana pasó entre murmullos y cuchicheos por parte de gran parte de alumnos y luego de otros estudiantes de distintos cursos, parecía que los cotilleos viajaban a la velocidad de la luz porque al final del día, prácticamente todas las personas que habían acudido a clase ese día ya sabían que Naruto le había plantado un beso a Sasuke para dejar claro que eran pareja.

 

Al mediodía, las clases finalizaron y los estudiantes se dirigieron felices a sus casas. Entre ellos, estaban Sasuke y Naruto, quienes caminaban juntos mientras las personas que pasaban a su lado no podían evitar quedarse mirando. Los dos adolescentes notaban cómo les escudriñaban o cotilleaban sobre ellos, pero les ignoraron ya que sabían de antemano que algo así pasaría cuando la gente se enterara sobre su relación, aunque era cierto que la escenita montada por el rubio había añadido más leña al fuego. Tras unos pocos minutos, llegaron a la calle donde vivían y cuando estuvieron cerca de la residencia Uchiha, se detuvieron.

 

 - Recuerda que a partir de las cinco estaré solo en casa – le mencionó Sasuke de forma pícara sacando una sonrisa divertida a Naruto.

 - Lo sé, llevas todo el día repitiéndomelo – bromeó.

 - Es para que no se te olvide. Hay que aprovechar los pocos momentos en que coinciden los horarios de trabajo de mis padres con las salidas de Itachi, por lo menos hasta que se termine mi castigo.

 - En cuanto vea a tu hermano salir, vendré a hacerte una visita, ¿de acuerdo?

 - Estoy deseando que llegue ese momento.

 

Sasuke miró a su alrededor para comprobar que no había nadie cerca y depositó un suave y corto beso sobre los labios de Naruto.

 

 - Hasta luego – le susurró.

 

Naruto se despidió del moreno y tras verle entrar en su hogar, reanudó el paso hasta la suya. Horas más tarde, ambos se encontraban en el salón de la casa de Sasuke tirados en el suelo, charlando animadamente.

 

 - No me esperaba que proclamaras tu amor por mí de forma tan directa delante de todos nuestros compañeros, dobe – se burlaba Sasuke.

 - No parecía molestarte, tu boca no quería separarse de la mía. Además, la sonrisilla que se te ha dibujado en la cara después te ha delatado, teme – contraatacó Naruto.

 - No era la manera en la que me imaginaba dejando claro que ninguno tenía posibilidades contigo, pero ha sido una muy efectiva y placentera.

 - La verdad es que pese a ser la comidilla de todos, ha merecido la pena, sobre todo al ver las caras desencajadas de Sakura y Karin cuando has confirmado mis palabras.

 

Ambos se echaron a reír sin poder evitarlo al recordar ese momento. Cuando se tranquilizaron, algo en la vitrina del salón llamó la atención de Naruto, quien se levantó y fue hasta el mueble fijándose en el objeto de su interés. Abrió la puerta acristalada, cogió lo que buscaba, siendo observado por un extrañado y curioso Sasuke, y se giró hacia el susodicho con una amplia sonrisa mostrándole una botella de sake.

 

 - ¿Alguna vez has bebido sake? – le preguntó Naruto acercándose a él.

 - No – le contestó levantándose para ir hacia el rubio.

 - Yo tampoco. ¿Qué te parece si probamos un poco ahora? - le preguntó sin dejar de sonreír y extendiendo sus brazos para mostrarle mejor la botella al moreno.

 - No vamos a probar nada. Deja eso en su sitio – le advirtió tratando de quitarle el sake a Naruto pero éste fue más rápido y se llevó los brazos tras la espalda alejándose de Sasuke.

 - Oh, venga ya, no seas aguafiestas. Sólo un sorbito, ¿sí? - le preguntó con cara de niño bueno.

 - He dicho que no – se volvió a negar – esa botella es de mi padre, como se entere que la hemos cogido, nos va a matar. Es un regalo muy caro de un cliente importante.

 

Sasuke trataba de quitarle la botella a Naruto sin mucho éxito. El rubio era escurridizo, cada vez que parecía que ya le tenía atrapado, se escabullía ágilmente poniendo distancia entre ambos.

 

 - No sabía que te habías vuelto un cobarde en estos años, teme – le picó Naruto – ahora eres un gatito asustadizo que huye con el rabo entre las piernas.

 - No lo soy – le contestó con su ego malherido.

 - Pues entonces demuéstramelo, a no ser que tengas miedo – le retó enseñándole la botella de sake.

 - Yo no tengo miedo a nada – le contestó sacando su lado orgulloso.

 

Sasuke salió del salón perdiéndose de la vista de Naruto, pero a los pocos segundos regresó con dos cuencos pequeños de porcelana para servir el sake y los puso en la mesita frente al sofá mientras tomaba asiento en éste.

 

 - Trae esa botella – le ordenó a Naruto y éste obedeció con una amplia sonrisa en la boca por haber conseguido su objetivo.

 

El moreno le quitó la botella de las manos en cuanto el rubio se sentó a su lado, llenó los cuencos y le pasó uno a Naruto mientras él se quedaba con el otro. Sasuke se bebió de un tirón el sake servido, siendo imitado por Naruto. Puso cara de póker aunque sentía arder toda su garganta y pensaba que no le gustaba mucho el sabor mientras el rubio puso cara de que era demasiado fuerte tras tragar la bebida alcohólica, pero pronto cambió esa mueca por una sonrisa.

 

 - Otro – dijo Naruto entregándole su cuenco a Sasuke para que lo rellenara.

 - No, ya te he demostrado que no me daba miedo probarlo.

 - Otro más no va a suponer mucha diferencia, gatito asustadizo – volvió a picarle.

 - De acuerdo, pero éste es el último, ¿entendido?

 - Claro, claro – asintió el rubio con un movimiento de cabeza también.

 

Sasuke volvió a llenar los pequeños cuencos y se tragaron el contenido de nuevo. Antes de que su novio pudiera reaccionar, Naruto se sirvió una tercera vez.

 

 - Naruto – alzó la voz molesto.

 

El moreno le arrebató la botella e intentó hacer lo mismo con el cuenco pero el rubio lo protegió con su brazo libre y se tragó el sake. Sasuke fue hasta la vitrina quejándose cabreado por la jugarreta que le acababa de hacer Naruto y guardó la botella para evitar que éste siguiera bebiendo. Cuando se giró, tenía al causante de su enfado frente él, quien se abalanzó sobre él y le besó pasándole parte del sake que aún tenía en la boca. Sasuke se tragó el líquido mientras correspondía el beso.

 

 - De tu boca sabe mejor – le coqueteó Naruto tras romper el beso.

 

El otro adolescente no pudo resistirse ante tal sensualidad y unió de nuevo sus labios en un beso mucho más fogoso. A la vez que se devoraban la boca mutuamente, Sasuke atrajo aún más el cuerpo del rubio hacia el suyo y lo condujo hasta el sillón, donde le dejó caer con él encima. Como no estaban acostumbrados, el efecto del alcohol estaba haciendo aparición mucho más rápido de lo normal, logrando que se desinhibieran y desataran su pasión con mucha más facilidad.

 

Las prendas que llevaban encima salieron volando por la estancia sin que apenas se percataran de que se estaban desnudando con impaciencia hasta que ambos se quedaron en ropa interior. Las manos de ambos viajaron por el cuerpo del otro, acariciándose sin pudor y rozando sus ardientes pieles sin dejar de explorar sus bocas con sus lenguas. Una de las manos de Sasuke llegó hasta la entrepierna de Naruto y la masajeó por encima sacándole un pequeño jadeo ahogado por sus besos. Se excitó mucho más con ese sensual sonido y quiso escuchar muchos más, quería darle mucho más placer al rubio y sentirle más, pero esa fina prenda que estaba tocando se interponía en su camino, así que sus dedos fueron hasta el elástico de los bóxers para bajarlos y poder tocar el húmedo y duro miembro de Naruto. Pero antes de hacerlo, se detuvo y se separó levemente para mirar a los ojos de su pareja, quien emitió un quejido de disconformidad por la interrupción.

 

 - Naruto, ¿estás seguro de querer continuar? - le preguntó sabiendo que si seguían así, no habría vuelta atrás. Ambos sentían en sus entrañas que aquello no se quedaría en unas simples caricias, sino que irían mucho más lejos.

 - Sí, estoy completamente seguro – le contestó rodeándole el cuello con sus brazos a la vez que elevaba su cadera para juntarla con la de Sasuke chocando sus duras entrepiernas y besándole con pasión.

 - De acuerdo, pero no quiero hacerlo aquí. Mejor nos vamos a mi habitación para estar más cómodos – le dijo cuando sus labios se separaron.

 

Sasuke se quitó de encima del rubio con mucho esfuerzo ya que quería seguir sintiendo sus cuerpos pegados, y ayudó a Naruto a ponerse de pie. No quiso perder más tiempo al ver a su rubio en aquel estado tan provocativo y recogió la ropa que había quedado tirada por el suelo, para después coger de la mano a Naruto y arrastrarlo hasta el piso de arriba.

Notas finales:

NOTA IMPORTANTE: Estaré de viaje hasta final de mes, por lo que no sé si podré actualizar o no con seguridad, aunque lo intentaré. Lo dejo avisado para que si veis que no subo ningún capítulo, no os asustéis ni penséis que no voy a continuarlo. Sólo os pido paciencia si no logro actualizar la historia.


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