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El vídeo de la discordia por Kaoru Himura

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Notas del capitulo:

Nota importante: Mi viaje se ha alargado dos semanas más, por lo que, aunque intentaré actualizar algún día que pueda de la semana que viene, no lo puedo asegurar. Las responsabilidades van primero, lo siento.

 

Nada más cruzar el umbral, Sasuke lanzó la ropa que llevaba en la mano al suelo de la habitación sin fijarse dónde, y atacó feroz los labios de Naruto. Tenía hambre del rubio, quería lamerlo, saborearlo, beber cada gota que derramara su cuerpo, quería devorarlo y así se lo demostraba con su propio cuerpo, con la forma en que le besaba y le tocaba. Pero Naruto no se quedaba atrás, él también tenía esas ansias por probar cada rincón de Sasuke, de degustar el sabor del moreno, de marcar ese níveo cuerpo con su lengua y de fundirse en uno solo.

 

Sasuke abandonó los labios de Naruto para centrarse en su cuello mientras sus manos acariciaron la ancha espalda que fueron bajando hasta llegar al borde de los boxers, apartó el elástico que se interponía en su camino y coló sus manos en el interior estrujando esos deliciosos glúteos. Al mismo tiempo, Naruto mordía y lamía el blanco hombro de Sasuke mientras sus manos palpaban los pectorales del chico e iban en dirección sur. En su descenso, el rubio se encontró con dos pequeños y rosados montes a los que rozó con las palmas de sus manos, pero no se entretuvo en atenderlos sino que sus manos continuaron viajando hacia abajo, pasando por el vientre del moreno hasta llegar a la ropa interior de éste. Naruto jugueteó con la prenda impacientando al miembro de Sasuke, quien se endurecía y sacudía con desesperación por ser mimado por las fuertes manos del rubio, pero éste le hizo sufrir más por la espera. Fue bajando lentamente el calzoncillo rozando los muslos del moreno con las yemas de sus dedos y notó que la piel del chico se erizaba cuando pasó sus pulgares por las ingles de éste a la vez que dejaba libre su longitud. Naruto dejó caer la prenda dejando completamente desnudo a Sasuke.

 

 - Naruto – gimió Sasuke con la voz ronca y con el cuerpo temblando de placer.

 

Sasuke imitó al otro adolescente y le quitó la única ropa que llevaba, dejándolo en condiciones similares. Cuando sus entrepiernas se rozaron, los dos sintieron que un escalofrío les recorría toda la espina dorsal. El placer que habían sentido había sido muy intenso, tanto que querían seguir experimentándolo, así que ambos apartaron su ropa interior con los pies para que no les molestara y volvieron a mover sus pelvis para juntar de nuevo sus entrepiernas mientras seguían exploraban el cuerpo del otro.

 

Naruto abandonó los muslos del moreno y fue ascendiendo y moviendo sus manos hasta alcanzar el prieto trasero de Sasuke, mientras éste manoseaba los glúteos del rubio y aprovechaba para atraerle y pegar más sus miembros. Volvieron a unir sus labios en un ardiente y húmedo beso pero, de repente, ambos lo interrumpieron al quedarse paralizados con los ojos abiertos de par en par. Poco a poco, fueron separando sus bocas mirándose fijamente entre alarmados y sorprendidos.

 

 - ¿Qué haces? – logró articular Naruto en apenas un hilo de voz.

 - Eso debería preguntarte yo a ti – le respondió Sasuke con cierta molestia.

 

Ambos estaban en ese estado porque habían tenido exactamente la misma idea y los dos habían colado uno de sus dedos en la entrada del otro al mismo tiempo.

 

 - Te estaba preparando – soltó Naruto malhumorado.

 - Al que hay que preparar es a ti y es lo que estaba haciendo – dijo Sasuke mosqueado hundiendo un poco más su dedo en el trasero del rubio, que se sobresaltó por no esperárselo.

 - Ni lo sueñes, ni de coña voy a estar abajo – afirmó imitando el movimiento del otro a la vez que con su mano libre sacaba el travieso dedo de Sasuke de su interior.

 - Pues vas a tener que estarlo porque yo no pienso dejar que me metas nada – le advirtió el moreno cada vez más irritado al mismo tiempo que sacaba aquel dedo que se había atrevido a colarse entre sus nalgas.

 

Los dos adolescentes se separaron molestos y comenzaron a discutir por quién iba a perder su virginidad anal.

 

 - Sigue soñando, teme, mi trasero va a seguir siendo virgen.

 - Es el mío el que no va a ser profanado. Ahora deja de una vez que te prepare para que no te duela, dobe.

 

Sasuke se abalanzó sobre él para sujetarle y darle la vuelta pero Naruto se lo impidió y ambos acabaron forcejeando con las manos entrelazadas.

 

 - Sé que tengo un culo irresistible pero vas a tener que dejarlo en paz, no quiero nada raro dentro de él – decía Naruto mientras hacía fuerza en sus brazos empujando a Sasuke.

 - ¿Llamas raro a esta maravilla del mundo? – soltó con prepotencia señalando su miembro con la mirada, ganándose un bufido por parte del rubio.

 - No es nada comparado con este regalo de los dioses – le rebatió el rubio haciendo un movimiento de cadera para referirse a su virilidad.

 

Ambos se fulminaron con los ojos durante unos segundos hasta que desviaron su mirada hacia la entrepierna del otro a la vez que trataban de desacreditar las palabras del contrario buscando defectos en el miembro del otro, pero cuando los vieron tan despiertos y duros pese a esa pequeña discusión, se les atragantaron las palabras por el deseo que les invadió y se vieron incapaces de decir mentiras, de soltar algún fallo porque para ellos no tenían ninguno y solamente querían tocarlos.

 

 - Lo echaremos a suertes – dijo Sasuke cuando recuperó la capacidad de hablar.

 - ¿Qué? – soltó Naruto todavía un poco absorto.

 - Como ninguno de los dos va a ceder, mejor nos lo jugamos a piedra, papel o tijeras y el que pierda será el pasivo – sugirió el moreno sabiendo que tenía todas las de ganar porque conocía la manía del rubio.

 - Sí, me parece buena idea – accedió ajeno al plan oculto de Sasuke – Vas a perder, teme.

 - Te veo demasiado confiado para alguien que va a terminar mordiendo la almohada – se burló.

 - Al mejor de cuatro. ¿Listo? – dijo Naruto al mismo tiempo que soltaba a Sasuke para prepararse y éste asentía una vez listo – Piedra, papel, tijeras.

 

Naruto frunció el ceño cuando vio que Sasuke ganaba la primera ronda.

 

 - Sólo ha sido la suerte del principiante, teme, pero se te acaba a partir de ahora.

 - No es suerte del principiante porque ya he jugado otras veces, es simplemente que soy mejor que tú – se burló.

 - Ya veremos.

 

De nuevo, pronunciaron ''piedra, papel, tijeras'' a la vez y después mostraron sus manos con la opción que habían elegido. Estaba claro que el rubio había vuelto a perder esa ronda cuando la piedra de Sasuke machaba las tijeras que había sacado él.

 

 - ¿Decías? – se jactó Sasuke con una sonrisa de autosuficiencia – Si gano la siguiente, tu trasero dejará de ser virgen hoy – dijo tratando de picar al rubio.

 - E-Eso ya lo veremos – le respondió tratando de sonar seguro.

 

La sonrisa de Sasuke se borró al instante al notar el temblor en su voz.

 

 - Naruto...

 - Piedra, papel, tijera – le interrumpió Naruto.

 

Sasuke vio que la cara del rubio perdía su color natural al darse cuenta de que había perdido, y no sólo eso, también notó su mirada asustada y cómo le comenzó a temblar la mano extendida, lo cual le desconcertó. Pensó que quizás tan sólo eran los nervios de la primera vez.

 

 - ¡Otra ronda más! – chilló Naruto con voz aguda antes de que Sasuke pudiera preguntarle qué le pasaba.

 - De acuerdo, pero ésta es la definitiva – contestó por inercia.

 

Ambos se prepararon de nuevo y tras pronunciar las tres palabras mágicas, mostraron sus manos dando por ganador a Sasuke, quien miró preocupado cómo el cuerpo de Naruto temblaba y su erección comenzaba a desaparecer. Entendió de inmediato que su novio no estaba nervioso por ser su primera vez, sino que no estaba preparado para que le penetraran, parecía tener mucho miedo a la idea, así que decidió que perdería aposta para que Naruto no tuviera que pasar por esa situación en ese instante, pese a que para él también era su primera vez y estaba un poco asustado, pero a diferencia del rubio, creía poder soportar mejor lo que venía a continuación. Había investigado un poco el tema del sexo entre dos chicos cuando comenzó a salir con él y era posible que estar mejor informado le ayudaba a manejar mejor la situación.

 

 - Naruto, venga, prepárate – le avisó al verle tan absorto – Piedra, papel, tijeras.

 

Naruto sintió que un peso enorme se le quitaba de encima cuando vio que había ganado y su cuerpo dejó de temblar. Aun sabiendo que el rubio sacaría tijeras, Sasuke eligió papel para darle la victoria en esa ocasión.

 

 - La suerte se te está acabando, teme – dijo Naruto más animado.

 - Ya veremos – fingió estar molesto para no levantar sospechas pero una pequeña sonrisa se le escapó al ver que su rubio volvía a su carácter habitual.

 

Tras dos tiradas más, se decidió el ganador de aquel juego y fue Naruto, quien empezó a dar saltos de alegría.

 

 - ¡He ganado! ¡He ganado! – gritaba feliz.

 - Sí, sí, has ganado – dijo Sasuke caminando hacia el armario y abriéndolo.

 - ¿Qué haces? – le preguntó Naruto curioso al verle rebuscar por el fondo.

 - Coger lo que necesitamos – le respondió enseñándole un pequeño bote de lubricante y un paquete de condones que había cogido del interior del armario.

 - ¿Por qué tenías eso guardado? ¿Acaso lo de hoy lo tenías planeado?

 - No. Lo compré hace semanas para estar preparados cuando llegase el momento – le contestó ligeramente cohibido.

 - Siempre tan precavido, teme – comentó Naruto con una cálida sonrisa antes de atraer a su novio y besarle con mucho amor.

 

Entre besos y caricias, Naruto condujo a Sasuke hasta la cama para continuar lo que habían dejado a medias por su discusión y lo tumbó con delicadeza sin soltar ni un momento sus labios. Sasuke dejó a un lado del colchón lo que llevaba en la mano para atender el miembro de su pareja y que volviera a ponerse tan duro como había estado minutos atrás. El rubio dio un respingo cuando la mano del moreno se cernió alrededor de su longitud y se movió de arriba a abajo proporcionándole un intenso placer.

 

Sasuke estaba fascinado con los jadeos que se le escapaban a Naruto y se sintió pleno al saber que él era el causante, por lo que aumentó la velocidad de sus movimientos notando que, con cada uno de ellos, el miembro entre sus manos iba creciendo hasta estar completamente erecto de nuevo. Por su parte, Naruto no perdió el tiempo y, tras impregnar sus dedos con lubricante, introdujo un dedo en el interior de Sasuke mientras le masturbaba con la mano libre.

 

El moreno se tensó un poco cuando el segundo dedo le invadió, era una sensación diferente y extraña pero no por ello mala. Sin embargo, con el tercer dedo, su cara se contrajo en una mueca de dolor, aunque era algo que esperaba por lo que había leído así que trató de relajarse y centrarse en las caricias que le regalaba Naruto en su entrepierna. El rubio sacó sus dedos cuando creyó que Sasuke estaba suficientemente dilatado y detuvo las caricias que éste le estaba dando para evitar correrse antes de tiempo. Cogió la caja de preservativos y sacó uno, rasgó el plástico que lo envolvía y se lo colocó ante la atenta mirada de Sasuke. Tras terminar, alzó un poco las caderas del moreno, le separó las piernas colocándolas en torno a su cintura y acercó la punta de su miembro hasta aquel agujero embadurnado de lubricante.

 

 - Si te duele mucho, me lo dices y paro de inmediato. ¿Preparado? – le preguntó Naruto.

 - Sí.

 

Con mucho cuidado, el rubio fue metiendo poco a poco su longitud en la estrecha cavidad de Sasuke, pero se asustó cuando le escuchó gruñir y vio que tenía los ojos fuertemente cerrados y apretaba los dientes. El dolor que Sasuke sentía era mayor del esperado, él sabía que al principio era así pero no se imaginaba que fuese tanto.

 

 - Ya la saco – dijo Naruto alarmado – seguro que he hecho algo mal, quizás debería haber estado más rato dilatándote...

 - Ni se... te ocurra – le interrumpió con la voz entrecortada mientras cerraba sus piernas alrededor de la cintura del otro chico impidiendo que siguiese con su idea.

 - Pero...

 - Es normal... sólo dame tiempo... para acostumbrarme.

 - De acuerdo – accedió por la insistencia del otro aunque seguía sin estar muy seguro.

 - El dolor... pasará – trató de calmarle.

 

Naruto se inclinó hacia delante para besar a Sasuke con la intención de distraerle mientras seguía hundiéndose en él, pero al notar que no era suficiente, decidió darle más placer pellizcando uno de sus pezones con los dedos a la vez que volvía a masturbarle. Una vez que su miembro llegó hasta el fondo, siguió atendiendo con sus manos y su lengua el cuerpo de Sasuke pero sin mover sus caderas hasta que el adolescente se familiarizase a tener algo de tal grosor dentro de él, pese a las terribles ganas que tenía de hacerlo. Su miembro le clamaba continuar por el inmenso placer que sentía pero sabía que su tormento no era nada comparado al de Sasuke.

 

 - Prueba a... moverte – murmuró Sasuke.

 

El rubio le obedeció sacando su miembro con lentitud para volver a meterlo a la misma velocidad, aunque más rápido que la primera vez y empezando así un lento vaivén con sus caderas. Sasuke seguía sufriendo por el dolor pero no tanto como al principio, ahora podía soportarlo mejor, parecía que con cada estocada del rubio se adaptaba más, también los mimos de Naruto sobre su entrepierna y sus pezones le ayudaban mucho a distraerse y no prestar tanta atención al dolor. En cambio, para Naruto, todo lo que sentía era gozo. Para él, estar unido a Sasuke de esa manera era una de las mejores experiencias que había tenido y de las más placenteras también, por eso no quería que acabase pronto. Poco a poco, el dolor que sentía el moreno fue desapareciendo hasta quedarse en una leve molestia, y comenzó a disfrutar.

 

De repente, Naruto, sin darse cuenta, cambió ligeramente el ángulo con el que hundía su miembro en Sasuke, golpeando una zona en el interior de éste que logró que por fin el placer le dominase por completo. El moreno no supo cómo describir esa maravillosa sensación que le había recorrido de pies a cabeza y que incluso había conseguido endurecer aún más su longitud, pero quería volver a sentirla.

 

 - Dobe... hazlo otra vez... dame en el mismo... sitio – le exigió Sasuke.

 - No sé dónde... he dado pero... lo intentaré – le contestó Naruto con la respiración entrecortada.

 

Embistió varias veces intentando encontrar ese punto tan sensible de Sasuke sin mucho éxito, hasta que, al quinto intento, lo logró y sacó un ronco grito al chico bajo su cuerpo. Memorizó dónde estaba y siguió golpeando una y otra vez sin parar mientras Sasuke apretaba el agarre de las piernas sobre su cintura y le demandaba que fuese más rápido. En un par de embistes más, Sasuke se corrió con fuerza salpicando todo su viente y el de Naruto y manchando la mano del rubio con su blanca esencia. Tras el orgasmo del moreno, Naruto estaba a punto de explotar también. Ver esa erótica imagen y sentir cómo los músculos del interior de Sasuke le apretaban de una manera tan exquisita le volvieron loco, tanto que alcanzó su límite.

 

 - No aguanto más – gimió Naruto al mismo tiempo que llegaba al clímax y llenaba el preservativo que llevaba puesto.

 

Notar que su interior se calentaba debido al semen de Naruto fue una sensación nueva y extraña para Sasuke pero que no le desagradó en absoluto, todo lo contrario, no le importaría volver a sentirla. El rubio dejó caer su cuerpo tembloroso sobre el de su novio con cuidado y apoyó la cabeza sobre su pecho escuchando los arrítmicos latidos de su corazón, estaba agotado y sólo quería descansar pero no podía hacerlo ahora, así que con lentitud, volvió a incorporarse mientras salía de Sasuke y se sentaba a un lado del adolescente.

 

 - ¿Estás bien? – le preguntó a Sasuke cuando abrió los ojos al no sentir su peso sobre él.

 - Sí – le contestó con la respiración descompasada.

 - ¿Te ha dolido mucho? – le preguntó temeroso.

 - Al principio, pero era un dolor que podía soportar, no te preocupes. Después ha sido... increíble – le tranquilizó con una tierna sonrisa y Naruto se la devolvió.

 

El rubio se levantó desconcertando a Sasuke.

 

 - ¿Dónde vas? – le preguntó mientras lo seguía con la vista y le veía caminar desnudo por la habitación mientras se quitaba el condón y le hacía un nudo.

 - Ahora vuelvo – le respondió perdiéndose en el baño que había dentro de la habitación.

 

Sasuke oyó el agua correr, lo cual le extrañó y trató de levantarse para ir a mirar qué hacía su novio, pero un pinchazo en su trasero se lo impidió. Se le había olvidado que esa parte de su cuerpo iba a estar resentida durante unos días debido a la intensa actividad física realizada, según lo que había leído. Fue moviéndose con mucha cautela hasta sacar las piernas fuera de la cama, pero antes de intentar apoyarlas en el suelo y ponerse de pie, Naruto se asomó por la puerta y al verle, se aproximó a él con rapidez.

 

 - No te muevas – le dijo Naruto antes de que hiciera otro movimiento.

 - ¿Qué haces ahí dentro? – le preguntó Sasuke desconfiado.

 - Estaba mojando una toalla con agua caliente para limpiarnos un poco – le informó enseñándole la toalla mojada – había pensado en preparar un baño pero he supuesto que debes estar tan cansado como yo, además no debe ser fácil para ti moverte ahora – seguía con su explicación mientras le ayudaba a tumbarse de nuevo.

 - ¿Cómo lo sabes?

 - Investigué un poco para cuando llegara este momento. Leí que solía doler mucho, tanto que hasta cuesta caminar después – dijo lo último en un susurro como si estuviese contando una historia de terror y fue entonces cuando Sasuke se dio cuenta de que ése era el motivo por el que su novio estaba tan aterrorizado con la idea de ser el pasivo.

 - No te voy a negar que duele, pero no tanto como te imaginas. Además, merece la pena, te lo aseguro. Un poco de dolor por el inmenso placer que sientes después es un precio justo a pagar – le contaba tratando de ayudarle a superar ese miedo por el bien de ambos, así podrían cambiarse los roles la siguiente vez.

 - Eso parecía por los gritos y gemidos salvajes que has soltado – bromeó Naruto mientras pasaba la toalla por las piernas del chico.

 - Los tuyos eran más fuertes – le siguió la broma – creo que todo el vecindario se ha enterado de lo que hacíamos por tu culpa.

 

Naruto se echó a reír mientras seguía limpiando a Sasuke. Tras quitarle los restos de lubricante de toda su parte baja y el semen de su vientre, dobló la toalla y comenzó a limpiarse a sí mismo bajo la mirada de su pareja.

 

 - ¿Por qué te lo hiciste en esa zona? – le preguntó curioso cuando le vio pasarse la toalla por el tatuaje de serpientes que formaban un nudo celta.

 - Bueno... supongo que una de las razones fue que no quería que llegaras a verlo. Al ver el dibujo cuando pasé cerca del salón de tatuajes, pensé inmediatamente en ti y sentí la necesidad de tatuármelo. Pese a que siempre me decía que no sentía nada por ti, muy en el fondo sabía que era mentira y esa parte de mí fue más fuerte y quiso algo que nos conectara, que nos mantuviera unidos y me recordara a ti. Pero tampoco podía dejar que lo descubrieses y supieses que aún eras importante para mí, así que pensé que esta zona sería perfecta porque no podrías verla a no ser que me vieras desnudo, algo que no iba a dejar que ocurriera. Además, lo hice sin el permiso de mis padres, así que tampoco podía dejar que ellos lo vieran – le relató riéndose al final.

 - ¿Y cómo conseguiste que te lo tatuaran sin su permiso?

 - No se lo vayas a decir a nadie pero... falsifiqué la firma de mi padre – le confesó rascándose la mejilla sintiéndose un poco culpable por ello.

 

Escuchó que a Sasuke se le escapaba una carcajada y le miró curioso.

 

 - ¿Por qué te ríes? – le preguntó un poco desconcertado.

 - Tenemos más en común de lo que creemos. Yo también falsifiqué la firma para hacerme este tatuaje – le confesó al ver que el rubio le miraba sin entender – aunque yo usé la de mi madre, no quise utilizar la de mi padre por si acaso lo descubría.

 - Elegimos las personas que hubiesen sido más benevolentes con nosotros si se hubieran enterado que habíamos falsificado sus firmas con el fin de tatuarnos.

 

Ambos se echaron a reír sin poder evitarlo y se miraron con complicidad al darse cuenta de lo mucho que significaban el uno para el otro y los riesgos que estaban dispuestos a correr por ese amor que sentían por el contrario.

 

 - Ven aquí, hazme un poco de compañía – le dijo Sasuke a Naruto dando palmadas en la parte vacía del colchón.

 - No hace falta que me lo digas dos veces – le contestó el rubio.

 

El chico de ojos azules tiró la toalla al suelo y gateó hasta tumbarse al lado de la persona que amaba, cogió la sábana y los tapó para no pasar frío. Naruto atrapó entre sus brazos a Sasuke y lo atrajo hacia él en un protector abrazo, le miró a esos profundos pozos negros y se perdió en ellos.

 

 - Te quiero – le soltó de improviso sacando una sonrisilla arrogante a Sasuke.

 - Lo sé, dobe.

 - Ésa no es la respuesta que debías darme. Eres un teme – le dijo con falsa molestia que Sasuke supo remediar con un suave beso.

 - Yo también te quiero, usuratonkachi.

 

Ambos se sonrieron con calidez y cerraron los ojos dispuestos a dormir, pero de repente, Naruto los abrió alarmado y salió del acogedor refugio y buscó su móvil entre la ropa tirada por el suelo para mirar la hora en él. Sasuke se reclinó ligeramente hacia delante para poder verle mejor.

 

 - ¿A qué hora llegan tus padres e Itachi? – le preguntó Naruto antes de que el moreno pudiera abrir la boca.

 - Mi madre tenía turno doble, mi padre iba a quedarse hasta bien entrada la madrugada en la oficina por un caso e Itachi iba a venir después de cenar, así que tenemos tiempo de sobra hasta que lleguen. Aún hay sol en la calle – dijo observando la ventana durante unos segundos antes de centrarse de nuevo en Naruto y más concretamente, en el aparato que tenía en sus manos – ¿Qué has hecho con el vídeo que te mandé? – le preguntó curioso mientras veía al rubio caminar hacia la mesita y dejar el móvil sobre ella.

 - Todavía lo tengo, aunque si quieres lo puedo borrar.

 - ¿No te gusta?

 - Sí me gusta, cada vez que lo veo me enamoro más de ti y me excito al mismo tiempo – confesó riéndose – pero sé lo peligroso que es conservarlo, puede darte problemas si alguien lo viera por accidente.

 - Es tu elección, ya te dije que puedes hacer con él lo que quisieras – le dijo sincero.

 

Naruto miró dubitativo el aparato durante unos instantes. Le gustaba verlo cuando estaba a solas en su cuarto, pero no quería arriesgarse a que un día alguien le robara el móvil o lo dejara olvidado en clase y alguien viera a Sasuke de esa manera, podían difundirlo por las redes sociales lo cual marcaría a su novio de una forma negativa, aunque otro motivo era que tampoco quería que alguno de los acosadores se deleitara con su novio. La respuesta parecía bastante clara, le gustaba ese vídeo, pero sólo era eso, un vídeo, él podía disfrutar de Sasuke en vivo y en directo cuando quisiera, así que lo borró en ese mismo momento.

 

 - Listo. Ya no hay rastro de lo que hiciste – le informó a Sasuke – ya en el único sitio que estará será en mi cabeza.

 - Bien, ahora vuelve a la cama – le ordenó Sasuke volviendo a tumbarse.

 - Como usted ordene, Uchiha-sama – bromeó el rubio dejando el teléfono en la mesita y tumbándose de nuevo al lado de su novio.

 - No suena mal. Quizás te obligue a llamarme así a partir de ahora cuando estemos solos – le dijo con tono pícaro.

 - Creo que he creado un monstruo del sexo – dijo carcajeándose y siendo acompañado por Sasuke.

 

Se besaron de nuevo antes de acurrucarse uno junto al otro para descansar al fin.

Notas finales:

Nota importante: Mi viaje se ha alargado dos semanas más, por lo que, aunque intentaré actualizar algún día que pueda de la semana que viene, no lo puedo asegurar. Las responsabilidades van primero, lo siento.


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