-¿Y de dónde saco Scott a esa Banda de mocosos tan raros?- Pensaba Vincent mirando la escenita desde la sombras -Bueno eso no importa, es hora de aclarar las cosas entre nosotros Scott-
Se decía a sí mismo el oji-purpura en sus pensamientos, al mismo tiempo que caminaba hacia la enorme casa. Ya estando en la puerta del lugar, Vincent se iba a disponer a tocarla, pero en eso escucho a los chicos hablar entre si y prefirió aguardar y espiar un poco, ya que podrían decir algo que él podría utilizar para abordar a Scott y hacerlo confesarse de nuevo, aunque no escucho nada de lo que esperaba, ya que los más jóvenes se dedicaron a curiosear por el sitio, la casa era realmente grande, siendo de dos niveles estando la sala y cocina en el primer nivel y múltiples habitaciones en el segundo.
-¡Wow! esta casa es enorme- Exclamo Mangle impresionada corriendo por la amplia sala y subir por las escaleras y volver a bajarlas como si fuera una niña chiquita
-Tiene que ser enorme, esta casa es una posada… o solía serlo al menos- Explico Scott con tranquilidad colocándose frente a la chimenea de la sala para encenderla
-También muy bonita, tienes una casa realmente cómoda Scotty- Comento ahora Chelsea tomándose la libertad de sentarse en uno de los muebles junto a los demás chicos
-Que me llamo…- Replico molesto, pero se detuvo llevándose una mano a la cara -Olvídalo, dime como sea…-
-Ya se me había olvidado lo amplia que era- Comento ahora Bombón mirando de reojo el sitio -Tenia mucho tiempo sin venir aquí-
-¿Cómo le haces para cuidar una tan grande?- Pregunto Fred curioso
-Es complicado, pero me las arreglo- Respondió el oji-café ya habiendo encendiendo la chimenea, para luego sentarse cerca de ellos y agrego notando una pequeña capa de polvo en la silla -Aun que veo le hace falta limpieza, tal vez debí a limpiar en lo que vigilaba a Bombón-
-¿Y por qué vives tu solo en una casa tan grande tu solo?- Volvió a preguntar el chico-oso por inercia, haciendo que el peli-celeste diera un pequeño sobresalto y el peli-negro se le quedara viendo con una cara de la más pura seriedad
-Acomódense donde quieran, hay camas y habitaciones de sobre aquí… Me voy a dormir - Fue todo lo que el oji-café mientras se ponía en pie y subía por las escaleras y desaparecía en una habitación ante la mirada de preocupación de los demás
-No debiste preguntar eso…- Dijo Bombón algo entristecido
-¿Porque?-
Volvió a preguntar el oso-chico de ojos azulados al mismo tiempo que él y las chicas no dejaban de mirar la habitación de Scott, sintiéndose bastante preocupados y un poco mal, por lo que el oji-verde procedió a contarles en voz baja y de manera muy discreta como la casa donde estaban ahora solía ser la posada y taberna principal del pueblo y era manejada por la familia de Scott, más específicamente por la madre, tíos y primos de este, mientras que el padre del oji-café era comerciante por lo que viajaba mucho y vendía en el local que lo traía de sus expediciones a otros países, pero hace un par de años el padre el Scott no volvió de un viaje, por lo que sus tíos decidieron ir a buscarlo pero tampoco volvieron, fue ahí que la madre del peli-negro fue la siguiente en salir en busca de su marido y hermanos dejando el negocio a cargo de su hijo y sobrinos, pero el trabajo se le hizo demasiado pesado al grupo de muchachos y decidieron también irse de casa, quedando únicamente Scott quien se vio obligado a cerrar el negocio al ser incapaz de llevarlo y desde entonces vive solo, todos se sintieron bastante mal tras escuchar esto, así optaron por irse a dormir temprano por ese día y no volver a tocar el tema, de manera que las Chelsea y Mangle compartieron una habitación, cosa que imitaron Fred y Bombón, quedando la habitación de Scott en medio de las de los chicos.
Y esa misma historia que Bombón le acababa de contar a sus compañeros, era la que repasaba en sus memorias el pálido oji-café recostado en su cama, tratando de rememorar la última vez supo algo de su madre, padre, o algún familiar, pero no volvió a saber de nadie en años, analizando eso, junto al hecho de que su presencia no era del todo bien vista en el pueblo por ser amigo de los curanderos y de que Vincent no le correspondió a sus sentimientos, cayó en cuenta de la realidad de su vida, de lo profundamente solitaria que era y un pensamiento triste comenzó a tomar forma en su mente, “Tal vez deba irme yo también de este sitio, al fin y al cabo no tengo a nada ni nadie que me ate aquí” y mientras pensaba esto fue quedándose dormido sin darse cuenta y hubiera dormido toda la noche, de no ser por un fuerte sonido de golpeteos en la puerta principal del local, haciendo que despertara al instante.
-¿Quién demonios puede ser a esta hora?- Pensó Scott adormilado levantándose de golpe de su cama para luego salir de la habitación y dirigirse rápidamente a la puerta principal y encontrarse con… -¡Vincent! ¡¿Qué haces aquí?!-
-Tenemos que hablar- Dicho secamente el aludido seriamente ante un sorprendido Scott -¿Me dejas pasar o qué?-
El peli-negro solo acato a bajar la mirada entristecido y permitirle el paso en su hogar y esperando que se quedara en la sala, pero para su sorpresa, Vincent se dirigió directamente a la alcoba de quien no le quedo de otra que seguirlo, mientras que en su mente imploraba por la situación no se pusiera peor, ya que la cara que traía Vincent solo le indicaba que estaba molesto, mientras que el oji-purpura pensaba en como comenzaría la conversación, ya que a él esas cosas sentimentales se la daban tan mal que lo más seguro es que fuera a cagarla a la primera frase que le saliera de la boca, el siempre más alguien de acciones que de palabras por lo que lo que iba a ocurrir sería un reto para él. Estando ya los dos en la habitación, Scott sentado en la cama con la mirada clavada en el piso de madera y Vincent de pie y con los brazos cruzados recostados contra una pared, mirando por el rabillo del ojo al más joven, se encontraban en el más incómodo de los silencios, por lo que el castaño se aclaró sutilmente la garganta para romper con el hielo que inundaba el sitio.
-Este sitio no ha cambiado casi nada- Comento Vincent tranquilamente sin perder la postura -Esos chicos que con los que te vi llegar ¿son más parientes tuyos?-
-¡Sí, lo son!- Reacciono Scott alarmado, saliendo al fin de su letargo
-Entiendo…y tu… ¿Volviste a recibir alguno carta de tu madre?-
-No, desde hace un año…- Respondió cabizbajo rememorando el largo tiempo que lleva sin saber de su familia, por lo que decidió agregar entristecido -Vincent, no creo que hallas venido a saber de mi vida familiar, si no de lo que paso en la tarde-
-…- El oji-purpura volteo a mirar al aun cabizbajo peli-negro, sorprendido de que fuera este quien tocara el tema
-Perdóname, no debí hacerlo, seguro debes estar furioso…-
-¿Por qué te gusto?- Interrumpió el peli-castaño seriamente, solo que ahora acercándose hasta estar frente al menor, quien los miraba sorprendido -No te quedes callado, se sinceró ¿Qué mierdas vez en mi?- Volvió a preguntar ahora empezando a enojarse por el silencio del otro
-Yo… la verdad, no se Vincent…- Susurro Scott entristecido desviando la mirada y abrazándose a si mismo
-¡No me salgas con esa mierda!- Exclamo el aludido ya notable enojado y asustando al más joven de los dos -O que, ahora me vas a decir alguna cursilería, como que te enamorado de mi desde niños o que fue amor a primera vista, ¡Esas no son más que estupideces de mocosos!-
Y mientras Vincent comenzaba a interrogar al muy asustado Scott, en las habitaciones contiguas de los chicos, que ya sea que ya estaban dormidos o apenas estaban entrando en el mundo de los sueños, se despabilaron al escuchar el escándalo que se generaba en la habitación del mayor.
-Aaah… ¿Qué son esos gritos?... ¿De dónde salen?- Dijo entre balbuceo Bombón, pero se despabilo al reconocer la voz que gritaba -Un momento, esa voz… ¿Ese es Vincent?-
-Creo que sí, está discutiendo con Scott- Respondió Fred en voz baja, con la oreja pegada a la pared quedaba a la habitación del peli-negro, ya que su cama estaba pegada a dicha pared -Esto parece que va a acabar muy mal, deberíamos algo…-
Comento el chico con atributos de osos, despegando su oído de la pared para analizar si sería mejor intervenir de una vez o esperar a ver qué pasa, mientras que, en el cuarto de las chicas, quienes también se despertaron, también se cuestionaban sobre lo que pasa en la habitación.
-Carajo, esos gritos no se oyen nada bien- Comento Mangle en voz baja abrazada a Chelsea, ya estas optaron por compartir cama
-Sí, suena como el otro sujeto le fuera apegar a Scotty- Susurro Chelsea preocupada -¿Deberíamos ir ayudarlo?-
-Mejor esperemos a ver qué pasa, y si se pone feo vamos por chicos y lo ayudamos-
Analizo Mangle preocupada, tanto por Scott como por sí misma y sus compañeros, no vaya a ser que la cosa no sea tan seria y por querer ayudar a Scotty ese otro tipo con el que discute descubran que vienen del bosque, poniéndolos en peligro a todos, pero mientras la lobita pensaba eso la discusión en seguía en el cuarto del peli-negro, que solo podía encogerse en hombros asustado mientras seguía recibiendo gritos del mayor.
-¡Anda! ¡Dime! ¡¿Por qué mierdas te enamoraste de alguien como yo?!- Exclamo Vincent tomando de los hombros que brusquedad al oji-café para sacudirlo y hacerlo responder
-¡CALLATE!- Grito finalmente Scott poniéndose en pie y apartando a alarmado oji-morado de un fuerte empujón, para agregar entre sollozos de rabia -¡Deja de gritarme como si fuera un error enamorarse de alguien como tú! ¡O acaso crees que me gustar sentirme así por alguien que no me apresta atención en la manera que yo deseo, que vive resentido y amargado con el mundo, y tan atrapado en el pasado que tiene que desquitar con todos los demás sus frustraciones!-
-Scott…- Balbuceo el castaño sorprendido
-¡TÚ NO TIENES UNA MÍNIMA IDEA DEL VALOR QUE TUVE QUE REUNIR PARA ROBARTE ESE BESO Y LUEGO SENTIR COMO EL ALMA SE ME HACÍA PEDAZOS, TODO PORQUE TU NO REACCIONABAS!- Grito furioso el aludido para luego agregar más calmadamente y dolido -Por qué… con eso comprendí que tu no me quieres… ni me amaras nunca en la manera en que yo te amo a ti- Dijo entre sollozos y lágrimas que fluían libremente, pero que inmediatamente se las seco con la manga de su camisa y seguido hablando con la firmeza de no llorar más -Y respondiendo a tu pregunta Vincent, me gustas por que se no eres esa mierda de persona que te crees, eres muy bueno en fondo Vincent, pero no eres capaz de verlo porque no te quieres a ti mismo, no lo haces desde lo de Mike y Jeremy-
-¿Y tú si me quieres a mí?- Pregunto en voz baja el oji-morado, si entiendo aun sorprendido de la respuesta del menor
-Sí, te quiero como no te imaginas, aunque eso te parezca mal a ti- Dijo esto último sintiéndose poco decepcionado, por lo que se dirigió a la puerta de la habitación para abrirla -Creo que es hora de que vayas-
-¡Claro que no!- Exclamo el peli-castaño con firmeza a la vez que cerrar la puerta y atrapa a Scott contra esta
-¿Qué crees que vas a…-
Scott estuvo a punto de reclamarle al oji-purpura su reciente acción, dispuesto a seguir discutiendo, pero de que pudiera terminara la frase, Vincent sujeto con violencia del cuello de la camisa, parecía que le iba propinar un golpe con su mano libre, pero en vez de eso le sujeto la cara a peli-negro, quien ya estaba notablemente nervioso, y mirando directamente a esos profundos y marrones orbes del otro, fue que le planto un beso directo en la boca, un beso bastante tosco e intenso, justo como el mismo Vincent, mientras que el pobre Scott, quien por un momento pensó que recibiría una paliza, esta petrificado por la sorpresa y sentía como el corazón a punto de explotar ante ese contacto, que se limitaba a ser un contacto de labios, él no podía creer que realmente el oji-morado lo estuviera con tanta pasión, por lo que llevo ambas manos al rostro del mayor para acariciarlo de manera sutil y empezar a corresponder a su manera, con un beso dulce y a la vez firme, con el que buscabas transmitirle al mayor todos esos sentimientos que, con el anterior beso robado, no pudo hacer tanto por su timidez como por la falta de reacción del otro, pero ahora el momento y no lo dejaría pasar. Vincent al sentir como el peli-negro le correspondía, soltó el agarre que tenía en su cuello y rostro de este, bajar ambas manos hasta su cintura y hacerlo apretar su cuerpo contra el de él, recargando más el peso de su cuerpo contra el del más joven, aumentado el calor entre ambos, para ese momento el oji-purpura estaba comenzando a perder el control y solo quería sentir de esa pequeña y suave boca que tiene Scott, por lo que haciendo presión con su boca hizo a su oji-castaño abrirla para adentrar su lengua, iniciando una pequeña lucha de lenguas que el castaño iba ganando sin problemas, mientras que Scotty solo se dejaba hacer y llevar este, perdido en las sensaciones y en el palpitar acelerado de su corazón, hasta que falta de aire los obligo a separar sus bocas, mas no la distancia entre ambos cuerpos, ambos jóvenes respiraban con dificultad y se miraron por breve tiempo hasta que Vincent volvió a acercar su rostro, pero para sorpresa de Scott no lo hizo para besarlo, sino para esconderlo en su cuello mientras estrechaba más el ya posesivo abrazo, cosa que el pelinegro correspondió tímidamente.
-Tienes razón… Yo no me quiero ni a mí mismo, es más, creo que nunca lo eh hecho y tal vez sea por eso que me obsesione con Jeremy cuando el solo me veía como amigo, y también es por eso no supe cómo reaccionar a tu afecto- Susurro el oji-morado en un tono tan bajo que solo podía escucharlo un muy sorprendido Scott que lo miraba con los ojos abiertos como platos -Escucha Scott, yo nunca pretendí lastimarte y lamento no haber visto antes lo mucho que me quieres… realmente lo siento- Dijo de forma sincera a la vez que agregaba con una leve sonrisa -Y te digo algo, te vez tan adorable cuando te armas valor de esa forma, jamás me habías gritado antes-
-Es que al fin lograste sacarme de quicio- Respondió tímidamente el oji-café sintiendo como se le subían los colores a la cara
-Scott, yo quiero aprender a querer y en el proceso quererte a ti- Murmullo un poco serio mientras se apartaba lo suficiente para mirar el sonrojado rostro del menor, sin querer él también se estaba sonrojado -¿Si te vuelves mi novio, me enseñarías como hacerlo? Scott-
-Claro que si- Respondió el aludido con sutil sonrisa al mismo tiempo que colocaba su cabeza en el pecho del mayor -Oye, Vincent…-
-Volvámonos novios ahora…-
-Pero si acabo de aceptar, ¿A qué te refieres con…- Pregunto Scott un poco confundido pero entonces fue empujado devuelta a la cama -Vincent pero que… ¡Wow!- Exclamo sorprendido a la vez que veía como el castaño se quitaba el abrigo y la camisa al mismo tiempo que se colocaba de rodillas sobre él
-¿Te gusta lo que ves?- Dijo divertido el oji-purpura notando como el peli-negro bajo él se lo comía con los ojos sin darse cuenta
-¡CLARO QUE SI!… ¡PERO QUE MIERDAS ESTOY PENSADO!- Pensó Scotty de manera inconscientemente, ya que ver al castaño desnudo de la cintura para arriba le resultaba realmente atractivo -Yo…yo…-
-Jejeje, parece que ya volvió el Scott tímido- Pensó Vincent divertido mientras esbozaba una sonrisa maliciosa -Yo también quiero verte Scott- Agrego mientras intentaba quitarle la comisa a su ahora novio
-Vincent, esperar, vamos demasiado rápido- Forcejo instintivamente evitando que le quitaran la camisa -Además, amor y sexo no son la misma cosa-
-Para mí sí lo son- Comento sin más haciendo un ligero puchero de disgusto al ver que el peli-oscuro no se dejaba desnudar, mientras sacaba de su pantalón la daga que siempre lleva consigo
-¿Qué vas hacer con eso?-
Pregunto Scott ya notablemente nervioso por las actitudes del otro, pero el mayor de los dos solo amplio aún más su sonrisa maliciosa y en un rápido de su muñeca corto sin ningún problema la camisa del oji-café, haciendo que este soltara un pequeño quejido de susto ante la idea de ser cortado, Vincent no pudo evitar soltar una risita pícara al ver lo quietecito y asustado que estaba el azabache, se relamía los labios viendo la pálida y esbelta figura de este, tan hermosa a su vista, que dejo el arma pulso-cortante a un lado y empezó a acariciar con las yemas de los dedos la anatomía de Scott, quien se relajó al ver que ya no usaba la daga y cerró los ojos para enfocarse en las nuevas sensaciones que percibía, descubriendo que era suave y cálida al tacto, subía y baja las manos lenta y tortuosamente, provocando que oji-marrón empezara a suspirar y jadear suavemente
-Te vez tan delicioso así Scotty- Dijo el castaño seductoramente recostándose al lado del aludido, esto para empezar a besarle de manera intensa, dejando un camino de chupetones y lamidas mientras iba bajando
-Uuh… Vin-Vin…- Gimió ahogadamente mientras sentía como el morado baja has llegar a su pecho, cuando…
-¡Hey! ¡Scott! ¿Todo bien hay adentro?- Llamo la voz joven de Bombón desde el otro lado de la habitación, poniendo en sobresalto al azabache e irritando al castaño, estaba preocupado por la discusión y el quejido que escucho hace rato
-¡BOMBON!- Grito Scott poniéndose rojo como un tomate, dándose cuenta de que los chicos pudieron haber escuchado la discusión y que ahora podrían escucharlo teniendo relaciones con Vincent, intento incorporarse pero este se lo impidió colocando aun mano en su pecho
-Deberías decirle algo, o entrara y te vera así- Susurro el oji-morado algo serio, pero luego agregar con una sonrisa traviesa al oído de su sonrojado novio -No es como que a mí me importe que me vean en pelotas, pero no quiero que nadie más te vea así, esta vista es solo para mí- Mientras decía esto comenzó a besar y chupar el pecho del menor
-¿Scott?- Volvió a llamar preocupado y además confundido
-Sera mejor digas algo creíble, porque no me voy detener- Murmuro Vincent continuando con su labor de besar y chupar el pecho del menor, quien además de excitado y sorprendido, así un esfuerzo sobre humano por no soltar algún sonido delator
-S-sí, todo bien Bo-Bombón- Hablo Scott con mucho dificultad tratando de no gemir -Vete a dormir… ¡AHORA!- Grito sonoramente al sentir como el mayor le empezaba a chupar uno de los rozados botones pellizcaba el otro con bastante fuerza
-…… De acuerdo Scott- Acepto el oji-verde no muy convencido, pero aun así se fue a la habitación de junto, no sin antes comentar una última cosa -Avísanos si necesitas algo-
-Jejeje… Eso es lo bueno de los niños estúpidos, se creen todo lo que les dicen-
Rio para sí mismo el castaño mientras le dedicaba una mirada llena de deseo a su pálida pareja, quien estaba aliviado de que el chico se fuera, pero a la vez estaba sumamente nervioso y con la cara imposiblemente caliente y roja, esto porque no contaba con que hubiera alguien despierto en el lugar y escucharon todo lo que ocurrió con Vincent, y escucharían cualquier otra cosa que pudiera pasar, por lo que meditando más detenidamente la situación intento separarse de su pareja, pero este solo se aferró más a su cuerpo y viendo sus intenciones de detenerse, subió de nuevo a cuello y comenzó a atacarlo entre besos intensos que dejaban pequeñas manchas moradas en pálida piel del azabache se colocaba una mano en la boca que evitar que se le escapara algún sonido vergonzoso y con la otra mano trataba de detener a su pareja, sin mucho existo, por lo que decidió recurrir a otra cosa.
-Vi-Vincent…- Jadeo Scott en voz baja tratan de controlarse lo suficiente para hablar con claridad -por favor… no hagamos ruido- Pidió susurrando y con una tan desesperada al mayor, acepto que si no podía detener al menos lo podrían hacer con más calma
-¡¿Que?! ¡¿Qué no haga ruido?!... Lo dices por los mocosos- Exclamo en un tono burlón y excitándose más al momento que vio como el menor le ponía esos ojitos de cachorro y se sonroja más, si es que eso era posible -Oh, por favor Scotty, ya deben estar dormidos y yo quiero oírte gritar mi nombre- Agrego acercados ahora al rostro de su pareja con su característica sonrisita maliciosa
-No Vincent, nos escu…- Pero no pudo seguir hablando, ya que su pareja comenzó a besarlo de manera apasionada
-Te sacare esos gritos a la fuerza si hace falta- Pronuncio lascivamente rompiendo el beso comenzar a comenzar a comerse el cuello de su Scotty, esperándose escuchar esos dulces gemidos del menor, pero se topó con que este permanecía con los labios fuertemente apretados y lo miraba con reproche -Veremos cuanto aguantas-
Pensó el oji-violeta divertido, aunque ligeramente molesto, ya que él quería disfrutar todo de su Scott eso incluía cualquier sonido de placer que saliera de la boca de este, por lo que decidió poner a prueba la determinación de este por mantenerse callado, acto seguido empezó a morder y chupar con glotonería su cuello, a la vez que con una mano se dedicó estimular uno de sus pezones y la otra mano llevo a su espalda y luego la bajo hasta meterla por debajo de sus pantalones y ropa interior, luego darse el gusto de acariciar superficialmente su entrada por ahora virgen y luego apretar con bastante fuerza uno de los glúteos del pobre azabache, quien hacia un esfuerzo sobre humano para no gemir o jadear de forma sonora apretando fuertemente los labios y los dientes, pero con cada acción de Vincent le era más complicado, esto porque, aunque el castaño las caricias y besuqueos del castaño fueran bruscas, casi rayado en violentas, a él le estaban encantando, le gustaban que lo dominara de esa forma y le hacían aumentar su lívido, al punto que sentía como su erección despertaba rápidamente dentro las únicas prendas que le quedaban, pero mantenía el control hasta donde fuera posible, cuando sintió que se le comenzarían a escapar los sonidos del placer, se llevó una mano a la boca en un intento desesperado por seguir callado, esto hizo a Vincent sorprenderse mucho, pero al mismo tiempo le aumentaba el morbo de seguir poniendo aprueba al muchacho.
-Vaya que eres determinado Scotty- Medito mentalmente Vincent deteniendo sus caricias a la vez que tomaba de nuevo su daga mientras una idea perversa se le venía a la cabeza-Veremos sigues callito después de esto-
-¡Espera! ¡¿Qué haces ahora?!- Exclamo Scott volvió a poner nervioso de ver al oji-purpura a jugando con el arma entre sus manos
-Solo me pongo más cómodo- Comento con un tono divertido mientras se llevaba su daga a las únicas prendas que le quedaban, sus pantalones y los desabrochaba con un rápido movimiento, dejando a las vita del menor su erección más que despierta y rojiza -Y veo que a ti también te hace falta-
Dijo esto notando como había un bulto bastante llamativo atrapado en las prendas del peli-negro que había vuelto a tomar una postura nervosa y quieta ante la presencia del arma, por lo que Vincent aprovecho para rasgar los pantalones de manera lenta y tortuosa, que solo aumentaba aún más los nervios del oji-marrón, al que se le cristalizaban los ojos de manera involuntaria y la idea de que lo lastimara, aunque fuera de forma accidental, lo dejaba mudo del pánico, eso no pasó desapercibido el oji-purpura, quien terminado de hacer pedazos los pantalones de su pareja descubriendo que también pene igual de duro y necesitado de atención como el suyo, por lo que, clavando el cuchillo a la pared para poder usarlo de nuevo de ser necesario, y colocándose sobre este comenzó masajear el miembro del azabache con una de sus manos y con otro lo sujetaba con firmeza lo besuqueaba y mordía con bastante fuerza en el cuello y de vez en cuando subía hasta sus labios para morderlos, buscando que al fin que su lindo Scotty hiciera ruido, este era demasiado firme como para dejar a Vincent ganara su pervertido juego, a pesar de los espasmos del placer que sentía en su miembro lo hacían arquear la espalda y que esos besos voraces le provocaban sensaciones tan deliciosas recorriendo todo y de que el propio oji-purpura lo incitaba con sus sonoros jadeos que denotaban que el con solo mirar también lo hacía excitarse, el oji-marrón siguió determinado y se así estuvo hasta que su novio paso de masturbar todo el tallo de su hombría estimular únicamente el glande, de masajeando de manera intensa y a la vez suave, eso fue el acabose para Scott, ya que en uno de esos apretones en su órgano, sintió como una corriente eléctrica atravesaba toda su columna vertebral, acompañado de la descarga del placer más grande que había sentido en lo que iba de la noche…
-¡HAa!- Grito ahogadamente el peli-negro al llegar al orgasmo y sintiendo como se corría en la mano de un muy feliz peli-purpura, para luego agregar entre jadeos -E-Eres un loco… Vin…Vincent-
-Jejeje, sí que sabes ser firme cuando te lo propones de verdad- Dijo divertido mientras se saboreaba su mano aun mancha del semen se Scott -Te corriste en mi mano y casi no hiciste nada de ruido-
-Vin-Vincent, no vuelvas a usar esa daga… me pone nervioso- Jadeo cansado el peli-negro entre respiraciones profundas
-No te preocupes, se usarla muy bien- Comento como si nada el castaño tomando nuevamente el arma -No te hare daño con ella, es solo un juguete-
-Vincent… por favor- Continúo incorporándose lo suficiente como para ser capaz de darle un beso suave y tierno en los labios al aludido
-Está bien Scott- Tras decir esto tiro el cuchillo a un lado de la habitación, donde ya pudiera alcanzarlo fácilmente, era imposible negarse a Scott cuando ponía esa mirada de cachorrito y lo besaba de esa forma tan dulce, pero no lo obedecería solo porque si -Pero lo con una condición-
-¿Cual?-
Y dedicándole una miranda seductora, Vincent se colocó de manera de pudiera quedar de rodillas sobre el pecho de su novio e hizo que este levantara lo suficiente como para quedar con su muy sonrojado rostro a la altura del sexo, comprendiendo al instante lo que el castaño quería a cambio de no volver a usar ese “juguete”.
-Ya sabes que hacer ¿o no lindura?- Comento lascivamente mientras acariciaba los negros cabellos del menor
-Sí-sí, lo sé-sé-
Tartamudeo Scott lleno de vergüenza, no su rostro no podía estar más caliente y ruborizado en ese momento, básicamente tenía la masculina de Vincent a centímetros de su boca, pero ya no había vuelta atrás, había que seguir adelante, no tanto por su novio que lo miraba como diciéndole “que esperas, empieza”, sino por sí mismo que, aunque no le quisiera admitirlo en ese momento, tenía un deseo y una curiosidad terrible por probar ese pedazo de carne, por lo que después de tragar en seco empezó y sujetando la base del miembro a lamerlo de arriba a debajo de manera lenta y pausada, saboreando es textura extraño y ese gusto un tanto salado que poseía, hizo este movimiento un durante un par de minutos para luego dirigir a la cabeza del pene del castaño y envolviéndola con sus boca para chuparlo como si se trata de una golosina, Vincent por su parte se limitaba a acariciar los cabellos disfrutar de las sensaciones manteniendo los ojos cerrados, hasta que sintió como empezaba sorber la glande, fue ahí que sintió como le temblaban las piernas y los espasmos de goce hicieron acto de presencia en su cuerpo
-¡Mmmm! ¡Lo haces también para ser la primera vez que lo haces!- Exclamo descarada y sonoramente mientras sonreía de satisfacción el oji-purpura
-Qui-quieres cerrar la puta boca- Reprocho en voz baja el azabache sacándose el miembro de la boca
-Y si mejor hago que se cierre la tuya Scotty-
Y antes de que el aludido pudiera decir algo, el oji-morado sujeto confirme la cabeza de este con ambas manos y en solo movimiento le hizo engullir la totalidad de su hombría, casi hasta sentir que tocaba la garganta de este, gozan de la sensación cálida y húmeda de la pequeña boca del azabache, Scott aun sorprendido por esa acción no pudo evitar dar algunas arcadas al sentir como por poco se estaba ahogando, no obstante, trato de aguantar como pudo, tomo una honda respiración e inicio por su cuenta el movimiento de vaivén con cabeza antes de lo hiciera el propio Vincent, ya que lo más probable es que terminara ahogándose si a oji-purpura hacer el movimiento. Scott engullía y devoraba el sexo de su pareja aun ritmo más que placentero, debió lo hacía de manera lenta, pero ejerciendo presión con sus labio y boca en general, que provocaban el castaño sujetara con más fuerza las hebras de su cabello y jadeara de manera sonora, además de que este ya podía sentir en sus piernas y espalda como el clímax que tanto anhelaba estaba al punto de alcanzarlo, cosa que ocurrí cuando el oji-café cambio de ritmo y empezó a sesionar con bastante presión, esa sensación basto para el excitado castaño dejara ir su semilla en la boca y parte del rostro de su campanero, quien no pudo hacer otra cosa que saborear aquella esencia que impregnaba su rostro.
-¡Maldita sea! ¡Eso fue increíble!- Pensó Vincent sentándose al lado el azabache mientras recuperaba el aliento -¿En serio? ¿Por qué mierdas no me fije en Scott antes?- Siguió pensando mientras seguía perdido en los espasmo del reciento orgasmo
-Esto… Sabe raro- Musito Scott cansado y ahora acostado, limpiándose el rostro de los residuos de semen de su compañero analizando el sabor del mismo
-Pues a mí sí me gusto de tu leche- Comento Vincent ya más relajado notando como ese comentario avergonzaba al más joven de los dos -¡Jajaja! Eres tan bueno y tan lindo Scotty-
Rio divertido colocándose encima del azabache, quien mantenía la mirada apartada con el rostro sonrosado por los comentarios del oji-purpura, quien aprovecho para atrapar su mentó con una mano y empezar a besarlo nuevamente de esa manera que salvaje característica de él, mientras que Scott solo se dejaba hacer y envolvía con sus brazos el cuello del mayor para profundizar más aquel contacto bucal, el oji-marrón en ese punto había aceptado la manera peculiarmente intensa de Vincent durante el acto sexual, sin embargo, nada lo preparo que lo que venía, sentir como el castaño iba bajando su otra mano por su pecho y abdomen, palpando con la textura suave de la piel de este con la yema de los dedos, haciendo soltar sutiles suspiros al peli-negro antes ese roce, pero sus suspiros se ahogaron en su garganta cuando sintió como aquella traviesa mano termino por llegar a su pequeño anillos de músculos y lo acariciaba superficialmente, Scott de manera inconsciente empezó a temblar por los nervios ya que sabía lo que Vincent intentaba hacer y aunque deseaba pasar al acto final al mismo tiempo sentía ese típico miedo de la primera vez, para el oji-purpura eso temblores de su pareja no pasaron desapercibidos, por lo que rompió el beso y aparto su mano de aquella virgen entrada.
-Scott, ¿tienes miedo?- Pregunto en voz baja en el oído de su novio y recibiendo como respuesta que este apartara la mirada nerviosamente -Escucha, si ese es el caso no tenemos que llegar hasta el final la primera vez, después de todo tendremos muchas oportunidades para divertimos- Continuo quitándose de encima de Scott dispuesto a dar por terminado esa noche, ya había sido bastante intenso hasta ese momento y lo último que necesitaba era que el peli-negro le temiera haciéndole daño de alguna forma
-Pero si quiero llegar al final- Susurro Scotty muy apenado pero decidido, y dejando a un lado sus tapujos tomo la mano de Vincent y la guio hasta su anillo entrada, sorprendiendo bastante a este último -Solo no seas brusco y por favor, se mas callado-
-Tratare, pero ya sabes como soy, así que no prometo nada-
Comento Vincent con un tono seductor en su voz mientras se volvía a colocar sobre el peli-negro y lo hacía separar un poco más sus piernas, así empezando a introducir el primero de sus dígitos en el interior de ese estrecho anillos de músculos, lo hacía lentamente y, a decir verdad, también de manera un tanto torpe, ya que Vincent también era un completo inexperto en estas cosas sexuales al igual que su pareja, pero siempre quiso experimentarlo con alguien y más o menos tenía una idea de que hacer y cómo hacerlo, para Scott esa invasión era incomoda, inclusive dolorosa, pero lo soportaba igualmente, no empezó sentir dolor realmente hasta que sintió el segundo dedo invadir su interior, y además acompañado de un movimiento de vaivén con el que el castaño buscaba dilatarlo lo mejor posible a su pareja, con ese solo movimiento el más joven de los dos comenzó a estremecer y gemir sutilmente conforme se fue acostumbrando y disfrutando, pero cuando empezaba a disfrutar de esas nuevas sensaciones, sintió el tercer digito invadir sus extrañar y ahora el movimiento de vaivén parecían embestidas que eran bastante incomodas, pero como ocurrió anteriormente el azabache se fue acostumbra, fue ahí que el oji-purpura, al escuchar gemir a su Scotty nuevamente que decidió que era hora de pasar el siguiente acto, por lo que dejo ese masaje para acomodarse mejor sobre su novio, quien por su parte rodeo el cuello de su pareja con sus brazos para acercarlo más a sí mismo, ambos quedando en la clásica posición del misionero.
-Parece que ya estás bien abierto para mí… ¿Estás listo?- Pregunto lascivamente el oji-morado rozando su miembro en el ano del oji-café
-Si-si…- Tartamudeo nerviosamente Scott y se aferró fuertemente al cuello del mayor tras el visto bueno comenzó a penetrarlo poco a poco
-¡Demonios! Sí que eres estrecho- Jadeo sonoramente Vincent entre cerrando los ojos tras a ver introducido solo la mitad de su órgano en ese pequeño agujero, sentía estamos en todo su ser con solo esa intrusión
-Tu-tu… eres muy grande… no aguanto, duele- Se quejó Scott empezando a hundir sus uñas en la espalda de su Vincent y a sollozar, el dolor le resultaba insoportable
-Hey no llores, si estas es la mejor parte-
Susurro el oji-purpura besando con ternura las mejillas del menor, degustando ese toque salado por las lágrimas, para luego dirigirse a la boca de este empezar a besarlo de manera apasionada, esto como método de distracción para poder hundir por completo su miembro en una sola estocada en las entrañas del azabache, quien lanzo un gemido de dolor que quedo ahogado por el beso que tenía con el mayor, antes de que pudiera protestar de cualquier manera el castaño comenzó a arremeter contra su entrada, lo hacía de forma calmada y lenta en esperando que el más joven se relajara y gozara como lo hacía él de ese vaivén que sostenían ambos cuerpos, recurrió a todo lo que por ahora sabia para calmar su llanto, besarlo, acariciarlo, chupar y devorarle el cuello y pecho, fue esto último lo que logro distraer a Scotty del dolor que sentía, esto porque la forma en que Vincent besuqueaba su cuello dejando pequeñas manchas amoratadas y rojizas en su piel, a la vez que con sus manos apretaba sus pezones esta dejarlos erectos, era de las sensaciones más deliciosas que había experimentado y más en esos momento en los que comenzaba a acostumbrase a las suaves envestidas de su pareja, por lo que empezó a gemir y a jadear, siempre tratando de hacerlo en una baja frecuencia ya que no olvidaba que había más gente en la casa y que los podrían escuchar. Estos suaves sonidos de goce fueron interpretados por el oji-morado como señal para aumentar el ritmo de sus embestidas, cosa que hizo sin dudarlo y además de hacerlo de manera más acelerada también busco imprimirles más profundidad a sus penetraciones, aumentado esos jadeos que el menor querían evitar que escaparan, hasta que dio con un pequeño bulto carne en el interior de su azabache, que al rozarlo libero al fin los sonoros gemidos del oji-café.
-¡AAH!- Grito Scott arañando la espalda del mayor -Mmmm… Vin..Vincent- Jadeo débilmente al sentir como acababa de golpear su próstata
-Jejeje… eso te encanto ¿verdad?- Rio Vincent divertido sin dejar de envestir a su novio -... ¿Quieres que te dé más fuerte?- Comento lujurioso lamiendo el cuello del menor
-Si… Po-por favor…- Apenas había acabado el azabache de hablar cuando sintió como el castaño empezó a azotar con fuerza el punto débil -¡VINCENT!- Dejo escapar otro grito del más puro
-¡ESO ES! ¡SIGUE GRITANDO MI NOMBRE!-
Grito Vincent eufórico e imposiblemente excitado al mismo tiempo que abrir más las piernas de su pareja para arremeter contra su entrada con más fuerza y más brusquedad, el castaño no podía evitar sentirse más loco de placer con cada remetida que hacía crujir ruidosamente la cama que parecía que se rompería en pedazos, para él mayor no había mejor concierto musical en ese momento, ya que con cada vaivén de sus caderas hacia gritar su nombre y gemir a todo volumen al más de los dos, eso más la vista de un Scotty cubierto de sudor, imposiblemente sonrosado, con la boca entre abierta por la que escapaba unos hilos de sabia y esos ojos marrones llorosos por el más puro placer, no solo le subía la lascivia al oji-purpura, si no tan bien su ego al saber que solo podía dejar a su azabache en ese estado, así como saber que el sería el único que disfrutaría de esa visión y esos deliciosos sonidos. Por su parte Scott no podía hacer otra cosa que aferrarse al cuerpo de su Vincent y dejarse llevar por el placer que invadía todo su ser que este le brindaba, su mente estaba en blanco, se había olvidado por completo de que debía bajar el volumen de su voz, se había olvidado de todo, solo quería concentrarse en esos deliciosos espasmos que recorrían toda su anatomía, con cada minuto que pasaba las sensaciones de goce que ambos jóvenes sentían se ternaron tan intensificar, esa era le señal del que el clímax estaba cerca.
-¡S-Scott! ¡Ya-ya no aguanto!- Trato hablar el oji-morado entre jadeos sin dejar de penetrar a Scott con más intensidad
-Yo-Yo igual-
Balbuceo el peli-negro abrazándose más a su pareja, si es que fuera posible, mientras que el oji-morado aferraba sus manos en las caderas del menor, enterrando las uñas en su piel para profundizar más sus envestidas, fue al cabo de un par de penetraciones más profundas que el más joven de los dos sintió como sus piernas empezaban a temblar y su espalda se arqueaba de forma involuntaria por la gran holeada de placer que inundaban todo su ser a las vez que manchaba el vientre de ambos con su semen y dejaba ir el gemido más hondo que había dado en toda la noche, Vincent por su parte, al sentir como el reciente orgasmos de Scott provocaba que sus entrañas se contrajeran dándole una sensación de presión tan intensa a la erección del castaño, que este también termino por correrse en el interior en el interior del azabache, llenándolo por completo de su esencia a la vez que sentía una descarga eléctrica atravesarle toda la espina dorsal, al momento no puedo evitar dejarse caer sobre el cuerpo de su pareja, se tomó su tiempo para recuperar sus fuerzas al igual que el oji-café, pero fue Vincent el que se reanimo primero.
-Te dije que te haría gritar mi nombre- Dicho triunfante el mayor de los dos ya habiendo recuperando su aliento, al mismo tiempo sacando su pene del interior de su pareja, mirando como blanca semilla salía de la maltratada del menor
-Eres tan idiota a veces…- Reprocho Scott acostado en la deshornada cama, tratando de recuperando el aliento
-¡Oh! ¿no me digas que no te gusto?- Pregunto jocoso ahora sentándose al lado del peli-negro, mientras le lanzaba una sonrisa picara
-No es eso, es solo que…- Trata de explicarse Scott, pero la verdad no podía contradecir a su ahora novio, por lo que sonrojado agrego -Bueno, la verdad si gusto, pero pudimos ser menos ruidosos-
-Bueno, esa es mi forma de “querer” a alguien Scotty- Comento ahora acomodándose para dormir a la vez que los cubría a ambos con la sabana de la cama -Ahora queda que me enseñes ha “querer” a tu manera ¿no?-
Dijo esto esperando ver la reacción del más joven, que consistió en un sonrojo más notable y una leve sonría sutilmente, ya que Scott siempre quiso al oji-morado más allá de lo carnal y estaba dispuesto a mostrarle como querer sentimentalmente, pero en ese momento al oji-café se le cruzo una pregunta por la cabeza que lo preocupo al momento.
-Oye Vincent, ¿crees que los demás nos hayan escuchado?- Cuestiono un poco preocupado y nervioso por la idea de que los escucharon, sobre todo hacia el final del acto sexual
-No creo, es ya muy tarde y seguro se durmieron hace rato-
Respondió Vincent a su ahora novio con un eje de tranquilidad impropio de él, mientras se acomodaba en la cama y rodeaba a Scott con uno de sus brazos para hacer que se acercara se colocara para dormir junto a él, pero en las habitaciones de los demás…
-... ¡Mierda! y yo creía haber escuchado aquella vez a Freddy y Night coger a medio bosque fue malo- Maldecía Fred en su mente con una mueca de fastidio y ligeramente sonrosado -Estos sujetos son iguales a ellos, o son peores-
-Genial… Otro recuerdo malo que reprimir…- Pensaba Bombón con una almohada en su rostro, la uso para intentar no escuchar nada de lo paso en el cuarto de a lado, también estaba sonrojado -Ahora Bombón, concéntrate e imagina que estas entro sitio, muy lejos de aquí y que no escuchaste nada-
Y mientras los muchachos intentaban olvidar o hacer de cuentas que no escucharon nada, las chicas por su parte…
-Sabía que fue buena idea seguir a Fred a este lugar- Pensaba Mangle con una sonrisa de oreja a oreja, sonrosada y una hemorragia nasal -Scotty y el otro tipo sí saben darse amor- Comento contenta abrazada a la chica-pájaro rubia
-Si… se quieren mucho…- Susurro Chelsea bastante sorprendida y con los ojos abiertos de par en par, sonrosada y con una gotita de sangre saliéndole de la nariz -Son bastante escandalosos también-
Susurro la oji-azul escondiéndose bajo las sabanas para intentar dormir, y para la tranquilidad de los demás que se encontraban en la casa, el resto de la noche paso sin mayores por menores que los mantuviera despiertos. Ya había amanecido hace un par de horas y en el frio y nevado bosque, y el joven curandero caminaba con dificultad entre la espesa cobertura de nieve, siendo seguido de cerca un el hombre-oso oji-oscuro que se abrazaba así mismo por lo gélido viento que resoplaba alrededor, mirando de reojo al rubio-opaco…
-¿De verdad no me puedes devolver mi abrigo?- Pregunto Golden abrazándose a si mismo mientras se acercaba por la espalda al oji-plata para agregar con reproche -Tengo mucho frio-
-Yo también tengo mucho frio- Respondió Springtrap secamente, acomodándose el abrigo del oso de manera que cubriera su cuello -¡Y no te devolveré un carajo, no mientras se me vean tus marcas!- Exclamo un tanto molesto recordando lo múltiples mordiscos y chupetones que adornaban su cuello
-Oh Spring, lo dices como si fuera algo malo… Esas son las marcas de que eres mi pareja- Comento el oso sintiéndose orgulloso de haber marcado a su ahora pareja para agregar con un tono divertido impropio de él -Además ya tienes cicatrices, un par mas no se notan-
-¡ESTAS SI SE NOTAN!-
Grito el curandero sin dejar de caminar, con la cara roja como tomate y sintiéndose completamente avergonzado por ese comentario, Golden solo esbozo una sutil sonrisa ante esa escena, ya que esa reacción del menor, así como su personalidad en si se le hizo adorable, además de que, aunque no lo demostrara, se sentía sumamente feliz y orgulloso de haber conseguido a Spring como pareja, sin embargo, una idea comenzó a rondarle por la cabeza desde que despertó y le hacía perder la sonrisa, y no se sentiría tranquilo hasta abordar con su oji-plata esa duda.
-Springtrap, hay algo que necesito saber- Comento el hombre-oso recuperando su actitud estoica de siempre
-Que no te voy a devolveré el abrigo- Reprocho el curandero molesto
-Eso ya me lo dejaste claro, lo que quiero saber es… ¿Que aras cuando encuentres a tu hermano?- Pregunto finalmente el mayor provocando que tanto el como el oji-plata detuvieron su paso, este último se sorprendió por la pregunta del oso rubio, pero se relajó y respondió
-Bien… Todo depende de cómo lo encuentre- Respondió el curandero con total sinceridad y bastante serio -Si por más que lo busco no hayo o lo encuentro muerto, lo enterrare y volveré al pueblo, aun me queda otro hermano pequeño que cuidar, Bombón-
-¿Y si está vivo?- Volvió a cuestionar Golden curioso
-¡Le daré la golpiza de su vida al imbécil que lo trajo sin decirme, o avisar, o decir algo a alguien!- Exclamo Springtrap volviéndose a enojar al acto -Ese maldito zorro es tan idiota que de seguro no pensó que Bombón y yo nos moriríamos de preocupación y vendríamos a buscar a Bonnie-
-¿Zorro?........ ¡MIERDA! ¡NO PUEDE SER! ¡ESTA HABLANDO DE FOXY! ¡Dioses como no me di cuenta antes!- Pensó el oji-negro sorprendido y terminando de atar los cabos sueltos en su mente, se reprochó a si mismo lo despistado que era en ciertas ocasiones, estuvo a punto de decirle a al curandero su descubrimiento, pero en eso otra pregunta abordo su mente, por lo que antes que nada decidió volver a preguntar -Springtrap… Independiente de como termine tu búsqueda ¿Tu volverías al pueblo y no volverías más aquí?-
Springtrap se sorprendió aún más ante esa pregunta del hombre-oso, quien lo miraba bastante serio y también un tanto preocupado por la respuesta que podría recibir, el curandero entiendo al momento la preocupación del que es ahora su pareja, y no quería que tuviera ese tipo de preocupaciones con respecto a él y su búsqueda, así que dando un pequeño suspiro busco mentalmente las palabras correctas para responderle al mayor, ya que para oji-plata era difícil abrirse sentimentalmente, pero ese momento lo ameritaba…
-Tengo que volver por mi hermanito Bombón, Golden, pero fuera de eso nada me ata realmente a ese lugar…- Respondió tranquilo al mismo tiempo que se acercaba lo suficiente para estar frente a frete con el oso -Así que, sin importar como acaben las cosas volvería a ese lugar, pero no nos quedaríamos en ese lugar…- Dijo mientras se abrazaba al pecho del mayor
-¿Spring?- Susurro el oji-oscuro un tanto sorprendido por la acción del menor a la vez que correspondía el abrazo
-…Además tú mismo lo dijiste, soy tu pareja, jamás te abandonaría y yo no me he sentido así de feliz y tranquilo con alguien en años, quiero vivir contigo por siempre, Goldie- Finalizo el chico con cicatrices dirigiéndole una sonrisa suave y una mirada llena de felicidad el mayor
-Springtrap, yo…- Iba a hablar el oso rubio hasta que noto como el rubio-opaco escondía su rostro en su pecho y parecía que quería empezar llorar, lo que pregunto preocupado -¿Estas bien?-
-No, no estoy bien… me siento fatal… Cómo es posible que hable de ser feliz y vivir contigo, cuando mi hermano Bonnie seguro a estas alturas ya está…- Explico sintiéndose miserable y llevándose una mano a la cara para intentar contener sus sollozos sin mucho éxito -Soy una mierda de persona…-
-Tú no eres mala persona, todo el mundo quiere ser feliz y nadie puede culparte por querer serlo también- Trato de consolarlo el oso sintiéndose mal de ver como su Spring al fin se había roto emocionalmente por la idea de que no volver a ver a su hermano y lloraba en silencio, Golden trato de pensar en algo que pudiera calmar a su oji-plata, cuando recordó una de esas raras costumbres humanas de las que le había hablado Foxy, así que rápidamente y decidido le dijo al menor -Sabes, alguien me comento una vez que ustedes los humanos se dan un obsequio cuando se vuelven pareja, ¿es eso cierto?-
-Sí, se dan un anillo la mayoría de las veces… ¿pero a qué viene eso?- Comento limpiándose las lágrimas con las palmas de sus manos a la vez que se calmaba
-Viene a que yo te amo y que nos volvimos pareja cuando nos apareamos a noche…- Hablo con firmeza mirando fijamente al joven curandero
-Carajo Golden, no lo digas de esa forma- Susurro el oji-plata volviéndose a sonrojar y llevándose una mano a la cara pero ahora por la vergüenza
-… Así que te voy a dar un obsequio, a tu hermano-
-………… ¡QUE!- Grito Spring sorprendido
-Se dónde está tu hermano… o eso creo-
CONTINUARA…