La lluvia caía intensamente mientras observaba por la ventana; las calles eran mojadas rápidamente y las pocas personas que aun transitaban a esa hora de la noche corrían con la intención de llegar pronto a su destinó. El moreno suspiro pesadamente, todo en ese sitio era desagradable, y lo era aun mas sentirse hastiado de repetir siempre lo mismo; de pronto recordó la mirada de aquel chico a la vez que las palabras de aquel sujeto, rápidamente apretó el puño por un desconocido deseo o quizá uno muy conocido por el y muy fuerte; sentía ganas de repetir la acción de la que fue protagonista aquel día
Miro en dirección al cielo, al parecer aquella noche no pararía de llover; aun no entendía muchas cosas, como el misterio que rondaba al rededor de aquella persona, o el porque todos sus compañeros... o al menos la mayoría actuaban de un modo tan indignante; no pudo evitar fruncir el ceño y recordar las palabras que le dijo el ojiazul "la realidad es mucho peor a lo que ellos dicen, yo soy peor persona de lo que ellos creen que soy; por eso es mejor que les hagas caso y te mantengas alejado de mi" ¿qué significaba eso? Se preguntó de inmediato; quizá tratar de hallar algún motivo por el que dijera eso ahora mismo era un acto vano
Decidió no pensar mas he ir a acostarse, ya habría tiempo de averiguar y salir de todas sus dudas, por el momento debía ser paciente; al menos una cosa era clara para el; no todo es lo que parece y nadie tenía el derecho de juzgar a otra persona sin conocer sus motivos, estaba seguro que lo que dijo el ojiazul no era cierto ¿como podía ser peor persona de lo que otros decían que era? Lo que lo molestaba más era que el rubio mismo pensara de aquel modo; miro de lado aun sintiéndose molesto, trataba de dormir pero simplemente no podía
Se sentó sobre la cama y comenzó a hurgar en uno de los cajones de su mesa de noche hasta hallar lo que buscaba. Era una revista de una de las compañías del jefe de su papá, hasta ese día nunca le había llamado la atención, por lo que nunca la miraba; pero ahora... busco rápidamente en las hojas hasta que lo encontró, ahí estaba, un chico idéntico a su compañero; si bien recordaba ese chico se llamaba Yuui ¿que pretendía con ver esa foto? No lo sabía, quizá encontrar algo, una pista, una señal ¿de que? Eso también era desconocido para él
Aun así, una cosa era cierta, el chico de la foto y su nuevo compañero, a pesar de ser completamente iguales se veían completamente distintos; el de la foto desprendía un aura de tranquilidad, mientras que su compañero desprendía uno de de soledad, el de la foto lucia lleno de vida y feliz, su compañero lucia como si la vida no tuviera ningún sentido, no demostraba felicidad ni tristeza, o al menos no una muy fuerte, había algo en su mirada ¿qué era? Cerro el libro y lo guardo ¿porque se preocupaba tanto por una persona que acababa de conocer? No lo sabía, era inútil preguntarse siempre lo mismo... por alguna razón, ya quería que fuera mañana
Miro en dirección al escritorio para contemplar la ventana desde su cama, no pudo evitar preguntarse qué estaría haciendo ahora mismo su compañero ¿Estaría dormido ya? Esperando una respuesta que no llegaría, poco a poco cayo en el mundo del sueño, esperaba que este extraño presentimiento o incomodidad fuera algo efímero
...........
Las sensaciones de inseguridad no paraban de crecer, aún cuando cada día la rutina fuera la misma, sentía como su cuerpo comenzaba a tensarse y como sus manos empezaban a temblar; pronto llegaría la hora en que se repetiría todo aquello, no importaba cuantas veces lo halla vivido, la sensación, el miedo y el dolor siempre estaban presentes, y siempre sentía la misma impotencia de no poder hacer nada al respecto
-¿Fye?...- escucho la voz de su hermano entrando a la cocina, por lo que volteo la mirada y lo observó
-ya llegaste ¿como te fue?...- saludo amablemente mientras continuaba con lo que hacía
-me fue bien como siempre, pero estoy harto de todo esto; papá exige demasiado de mi; el trabajo, el estudio, no puedo con todo y sinceramente comienzo a sentirme hastiado...- respondió su hermano tomando asiento pesadamente en el pequeño comedor ubicado en el lugar
-¿y porque no se lo dices? El te quiere mucho, estoy seguro que si le dices como te sientes el buscara una solución
-¿quererme?...- que respondiera con aquella pregunta lo sorprendió un poco
A diferencia de el modo en que era tratado él, su padre siempre había demostrado otra actitud con su hermano gemelo, siempre le daba todo lo mejor y se encargaba de dar lo mejor de si para su hijo; el llegó a creer que Yuui podría libremente considerarlo el mejor padre... aun cuando sabía que quizá no lo hacía por el trato tan desigual que tenía con ambos
-¿crees que el no lo hace?...- preguntó dejando de momento lo que hacía
-la verdad no me importa si en verdad esa cosa tiene sentimientos; si no te quiere a ti, tampoco a mi, somos hermanos ¿no? Me parece muy absurda su manera de actuar. Yo se que la razón de mantenerme siempre ocupado no es por que piense en mi futuro, es por mantenerme lo mas alejado de ti y lo odio por eso y por todo lo que el hace...- concluyo buscando algo en su mochila
Fye solo lo observo por un momento, el sabía que su padre quería mucho a Yuui, y las diferencias que hacia con su persona y el no lograba que el no quiera a su hermano; la verdad si no tuviera la presencia de su gemelo en aquella casa todo sería aun mas duro; incluso si eran pocas las horas en las que hablaban, de algún modo la presencia de Yuui era lo único que le agradaba de ese lugar
-papá te quiere, eso es seguro
-la verdad no importa...- se apresuro a responder-- toma-- le extendió una pequeña cajita, por lo que Fye la recibió
-¿qué es?
-son chocolates, me los regalo un amigo porque a el se los dio su novia; a mi no me gustan, pero se que a ti si, por eso los traje
Fye observo el pequeño obsequio, sin duda su hermano siempre pensaba en él; era cálido y gentil, le hacía muy feliz que su gemelo haya corrido con mejor suerte que la suya y que su vida sea mejor; de algún modo saber que eran iguales hacía que el se reflejara en su hermano y disfrutara la vida que no tenía
-gracias...- habló de modo tranquilo disfrutando de ese cálido momento
-no agradezcas...- a pesar de aquella petición, Fye no podía evitar hacerlo...-- ¿sabes que es lo bueno de todo esto?-- lo escucho continuar, por lo que lo miro un poco confundido
-no
-lo bueno es que estoy ahorrando todo el dinero que llega a mis manos, el día menos pensado nos largamos de esta casa y de esta ciudad
Al escucharlo decir aquello no pudo evitar mirar de lado ¿largarse de aquel sitio? Veía ese sueño tan lejano de ser cumplido ¿que pasaría si en verdad fuera así? Si se iban y comenzaban una nueva vida ¿podría olvidar esta? ¿Podrían ser borrados todos sus temores? ¿Sus delitos? ¿Su pecado? Ahora mismo era el amante de su padre ¿podría existir un acto mas infame que ese? A pesar de que siempre se consolaba con escapar de ese lugar al cumplir los 18 años; en realidad por mas duro que fuera, sabía que su futuro era turbio, pero eso era algo que no podía decirle a su hermano, ocultar lo que en verdad pensaba era lo mejor que podía hacer, por lo menos podía fingir que creía en un mañana
-espero que ese día llegue pronto...- contesto al fin
-ya veras que si...- respondió su hermano de modo feliz; siempre se ponía contento al creer que el tenía una esperanza, le alegraba eso. miro en dirección al reloj; tal vez el futuro si podía verse después de todo, trataría de creer que en verdad podría llegar a el...
OoOOooOOooOooOooOOOooOooO
La luz entraba tenuemente por la ventana y podía escuchar la respiración acelerada de su progenitor que iba acompasada por el sonido que afuera hacía la lluvia. Trataba de meter el menor sonido posible, su padre se lo había prohibido; al menos esta vez tenía la ayuda de un pañuelo amarrado en su boca
Cerro los ojos he intento que su imaginación lo llevara lejos de aquel lugar, intentaba visualizar un paisaje bello, un bosque, una pradera, un lago; tal vez imaginarse el sonido del viento y de las hojas meciéndose con el lo harían olvidarse del dolor; pero aquellos intentos eran vanos ¿en verdad existiría una salida? Tras preguntarse eso, recordó nuevamente la imagen de aquel joven moreno; era la segunda vez que pensaba en el ¿porque? Contrario a lo que predijo, aquel joven no parecía ser como los demás, no lo juzgó malamente y no lo rechazó, quizá si era diferente a todos... hizo una leve psusa; por esa razón debía tener mas cuidado
Su padre cada vez era mas brusco, por lo cual lo sacó de todo pensamiento, era tonto y absurdo recordar a ese chico en un momento como ese ¿porque si pudo alejarse de la realidad al pensar en él? Se preguntó internamente, el haberlo hecho lo avergonzaba
.........0000000............
Un nuevo día había llegado , mientras el pelinegro se encontraba recargado en su pupitre, el sueño lo vencía ya que no había logrado dormir; probablemente habrían ojeras en su rostro; miraba de reojo al chico al lado suyo, al menos ese día no había llegado tan tarde a la escuela y no traía marcas nuevas que se pudieran ver ¿como saber que era lo que ocurría realmente? Era el hijo del señor Flowring, por lo que tal vez exageraba al preocuparse tanto por el, después de todo su padre era un buen hombre ¿no? Sin embargo analizar eso no lograba que desapareciera su interés y que se quedara tranquilo ¿por qué? Era inquietante no saber
La hora del recreo llegó, y como ya era una rutina el chico de ojos azules guardo sus cosas y salió, el espero tan solo cinco minutos antes de hacer lo mismo; al menos esta vez parecía que los murmullos aparecerían una vez que el saliera del salón; esas personas eran tan patéticas, hipócritas he ignorantes, no le agradaban en lo mas mínimo. Se dirigió a la azotea y como era de esperarse el rubio estaba ahí, traía el mismo cuaderno y tal parecía que trabajaba en el todos los días
-hola...- saludo y se sentó en ese lugar que al parecer había marcado como suyo
-hola...- saludo igualmente el mas bajo y continuo con su labor. Le era extraño ver al moreno ahí por tercera vez; sin embargo, no dijo nada y continúo con lo que hacía
Debes en cuando miraba en dirección a su compañero, se preguntaba porque no rehuía de él; fácilmente podría hacer amigos en esa escuela ¿acaso no se daba cuenta que el mantenerse cerca suyo lo alejaría de los demás? Sea como sea, ahí estaba, siempre mirando en la misma dirección; no entendía porque sentía tranquilidad cuando estaba cerca ¿cuanto tiempo pretendía seguir su misma rutina?
Fue un poco sorprendente el hecho de que el día siguiente ocurrió lo mismo, y al día siguiente a ese también, y al otro, y al otro; y así pasaron dos semanas en las cuales las únicas palabras que pronunciaban era un simple "hola" hasta que el ojiazul se animo a decir algo mas que eso; tenía una duda, y quería salir de ella
-¿puedo preguntarte algo?...- hablo de pronto, llamando la atención del moreno que se sorprendió al escucharlo; hasta ahora no eran muchas las palabras que lo había escuchado pronunciar
-claro, dime
-tu me preguntaste el porque venía aquí todos los días; quiero hacerte la misma pregunta
El ojirojo guardo silencio por un momento antes de responder ¿qué porque lo hacía? Nunca se había preguntado eso; tal vez por el interés de saber mas de él, aunque eso no se lo podía decir
-por la misma razón que tu, es un lugar tranquilo porque nadie excepto nosotros viene aquí, me gusta el silencio de este sitio...- respondió al fin el ojirojo sin moverse de su sitio, mirándolo fijamente cruzado de brazos
El rubio tan solo lo miro sin pronunciar mas palabras; aun su duda no estaba clara, pero su respuesta tampoco era poco convincente; ciertamente ese sitio era un lugar muy tranquilo, sin embargo si él estuviera en el lugar del moreno sin ninguna duda preferiría estar en el patio principal en lugar de aquella fría azotea. Trato de restarle importancia y continuar con lo que hacía en el cuaderno, hasta que esta vez fue el moreno el que comenzó a hablar
-yo también quiero hacerte una pregunta...- al escucharlo el mas bajo volteo la vista en dirección a él; por lo que el ojirojo continuo-- ¿que es lo que haces siempre en ese cuaderno? Todos los días te veo con el
El ojiazul se sobresalto por esa pregunta y cerro el cuaderno casi instintivamente...- nada...- fue la respuesta que dio
El moreno continuo mirándolo fijamente ¿acaso no podía decirlo? Quizá aun no confiaba en él, y eso no era de extrañar-- pues no parece que sea nada; pero si no quieres decirlo, no te obligare
El mas bajo lo miro por un momento; de algún modo se sintió tranquilo al escuchar aquello, le gustaba que el otro respetara su privacidad. No era que fuera algo malo lo que hacía en el, pero era su secreto
-gracias...- dijo para proseguir a abrir el cuaderno y continuar con lo que hacía
De momentos dirigía su vista en dirección al mas alto; no lo entendía, pero en este poco tiempo se había acostumbrado a verlo en ese lugar; era algo extraño, pero lo que sentía con él, nunca antes la había sentido con nadie; parecía que ese chico... desprendía una luz muy cálida