Caminaba rumbo a su instituto mientras contemplaba cada uno de sus pasos por tener la vista en dirección al el suelo, las gotas de lluvia empezaban a caer, pero aquello poco o nada le importaba, su mente se encontraba sumergida en sus pensamientos
Hoy era un día más y como siempre tenía muchas inseguridades; a veces se sentía arto de que su vida fuese tan rutinaria, y más al tener ese tipo de rutina; sin embargo sentía que hoy sería un poco diferente, tenía un extraño presentimiento… y más con lo ocurrido con el chico de ojos rojos la tarde anterior…
“ no quiero que nuestro grupo se desintegre, no quiero que formemos grupo con esas personas” ¿Por qué había dicho algo así? No lo entendía, su intención era otra, pero parecía que su boca soltó palabras que él no pensaba en ese momento… pero quizá sentía; el moreno pareció sorprenderse un poco, pero antes de que pudiera dar su punto de vista el rectifico…— no, bueno, es decir, no me siento seguro de esto… si tu quieres puedes unirte a ellos, es entendible pero yo… yo no puedo— con lo último bajo la mirada
Kurogane lo observo en silencio por un momento, eso lo ponía un poco inquieto, pero no encontraba más palabras para decir, ni el modo de hacerlo; así que en silenció trato de retirarse, cuando dela nada una mano morena agarrándolo del brazo lo detuvo
-ya te lo dije, sin intentan algo en tu contra se las verán con migo, no tienes porque dudar de mí, no te he dado motivos…- le dijo el más alto, por lo que él no supo identificar si lo decía para calmarlo, o por que de algún modo lo había ofendido
-no quise… — no sabía cómo formular la oración correcta, y sus nervios comenzaban a traicionarlo— olvídalo, ya dijimos que si ¿verdad? No podemos rectificar- dijo al fin esperando haber hecho lo correcto
Después de todo, entendía muy bien que no podía darle más problemas a Kurogane, ese chico ya bastante hacía con defenderle las veces que podía y con alejarse de los demás solo para hacerle compañía. Así que, aún si esto fuera una trampa, era un precio muy barato a todo lo que Kurogane hacía por él; además si en verdad al moreno le gustaba esa chica como él pensaba, no podía ponerse de obstáculo solo por mero capricho, eso bajo ningún punto de vista estaba bien
-entiendo que desconfíes, yo también lo hago…- comenzó a hablar su compañero, por lo que lo miro...— pero pienso que esta es una excelente oportunidad para que puedas relacionarte con otras personas, tal vez si ellos te conocen de cerca empiecen a ver que no eres el tipo de persona que ellos creen, pienso que quizá podrías limpiar tu imagen…- concluyo
Tras escuchar aquello el más bajo se soltó del agarre de un modo muy calmado; entendía las palabras del chico de ojos rojos, pero limpiar su imagen o llevarse bien con sus compañeros era lo que menos deseaba en el mundo; las razones eran muchas, pero no podía explicarlas y menos a él; pero tampoco podía empecinarse en decirle que no y causarle más conflicto. Así que hizo lo que mejor sabía hacer, mintió
-quizá tengas razón, hare el intento para que así sea…- respondió fingiendo estar de acuerdo, por lo que el más alto asintió de modo afirmativo dándole su apoyo. Después de aquello ambos se despidieron
No tenía dudas de que Kurogane a pesar de su caracter fuerte era amable, alguien que se preocupe así por otro sin duda lo es; su presencia siempre le traía tranquilidad, le agradaba su compañía, como si en verdad fuese su mejor amigo, así como lo comento con Yuui; quizá se sentía así por simple admiración... pero le comenzaba a asustar la idea de que fuera algo más
Paró en seco y dirigió su vista al cielo, este se mostraba nublado con la clara señal de que quizá no pararía de llover; eso era malo para él, pues tendría que quedarse en el aula a la hora del descanso; suspiro pesadamente y continuo su camino
Desde que era un niño solo tenía la esperanza de que su siglo vital no fuera muy amplio, siempre imaginaba el día en el que todo terminaría. Y hoy, con 15 años de existencia, aun pensaba del mismo modo; no entendía porque el destino se empeñaba en mantenerlo vivo, como si fuera un capricho… y ahora esto
¿Llevarse bien con sus compañeros? Ese no era plan; seguir permitiéndose acercarse más a Kurogane tampoco lo era. Tenía que solucionar esto, tenía que encontrar el modo de sacar al chico moreno de su vida, de alejarse de él; por su propio bien, y también por el bien del mismo Kurogane
Volvió a parar al momento de llegar al lugar donde vio por primera vez al moreno; desde que lo conoció el era la única persona a parte de su hermano que le inspiraba confianza… la verdad era que no quería alejarse de ese compañero; si fuera una persona como las demás no le importaría sentir aquello que comenzaba a crecer, pero poniendo los pies firmes en su realidad entendía a la perfección de que aquello no era lo correcto
Llegó al aula y toco la puerta, como para todos ya era una costumbre verlo llegar tarde no hubo objeción para dejarlo entrar, al menos en este caso nunca recibía ningún tipo de castigo, quizá eso era lo único bueno que tenían todos sus días
Camino en silencio hasta su pupitre, y vio en dirección al chico que lo observaba detenidamente, todos los días tenía la misma mirada, todos los días lo interrogaba con los ojos; eso lo hacía sentir muy culpable. Si en verdad ese chico le inspiraba confianza ¿Por qué no se abría a él y le contaba al menos una parte de su historia? Tal vez en realidad la confianza que decía tenerle no era muy grande, o simplemente lo dominaba el miedo, tenía miedo de que al saber la verdad, Kurogane terminara alejándose
Era gracioso, el estaba pensando en comenzar alejarse de él y al mismo tiempo temía de que él contrario hiciera lo mismo ¿se podía ser más egoísta? …
Muchas veces quería que al abrir los ojos cada mañana su vida comenzara de cero; deseaba que llegara el día en el que despertara y viera que en realidad lo vivido hasta ahora solo se trataba de una cruel pesadilla, de una falsa realidad... Sin proponerselo su mente se sumergío en su propio mundo
-parece que no parara de llover…- escucho de pronto la voz de su compañero, por lo que vio a su alrededor; el resto de estudiantes caminaba de un lado a otro, algunos murmuraban y otros empezaban a salir del salón, al parecer estuvo distraído todo el primer periodo porque ya era la hora del descanso— ¿ocurre algo? Has estado muy distraído desde que llegaste— continuo el moreno
-no, lo que pasa es que me dio insomnio anoche y no pude dormir bien…- respondió dirigiendo su vista a la ventana— la lluvia no parara al menos por el resto de la mañana- continuó tratando de aparentar tranquilidad
El moreno se le quedo mirando al escucharlo ¿Qué le ocurría? Había estado muy raro desde la tarde de ayer. Bueno, siempre era raro; pero desde ayer lo había estado un poco más ¿acaso había algo que lo inquietaba? Quería preguntarle directamente; sin embargo…
-hola chicos…- ambos escucharon la voz de su nueva compañera de grupo y al parecer no venía sola, estaba con el resto de integrantes — aprovechando la presencia de ambos y la lluvia, pensamos que esta era una buena oportunidad para hablar del trabajo— continuo tomando asiento en uno del los lugares aledaños al igual que los demás, de modo que el grupo formo un circulo
Kurogane vio que Fye pareció inquietarse un poco y lo mismo paso con él, no sabía la razón, pero le era molesto que esas personas interfirieran en el horario que pasaba solo al lado del chico ojiazul, desde que lo conoció hasta hoy, ellos siempre estaban solos a la hora del descanso ¿Por qué le molestaba que ese día fuera la excepción? — bien…- comenzó de nuevo la chica— me preguntaba que como no falta mucho para la fiesta cultural y ya que el profesor nos dijo que preparáramos algo especial para ese día ¿Por qué no formamos grupo también para ello? Después de todo, mientras más convivamos más confianza tendremos entre nosotros y de ese modo las cosas nos saldrán mucho mejor…- concluyo feliz
El resto de integrantes parecían estar conforme con ello, ya que ninguno puso objeción alguna a esa petición; sin embargo eso no inspiraba confianza en el ojiazul que de inmediato volteo la vista en dirección al moreno, este mantenía su vista en la chica… y de nuevo empezó a sentir aquella extraña sensación
-y ¿qué piensan que deberíamos a hacer?...- empezó a hablar el ojiazul, por lo que de inmediato capto la atención de sus compañeros; aquello lo inquieto un poco— bueno, si no quieren que yo participe está bien, me mantendré en silencio— continuo algo apenado
El moreno miro la escena en silenció, su plan de lograr que se socialice estaba funcionando, pero no se sentía seguro si ese era el deseo de Fye; podía sentir el nerviosismo que ahora mismo tenía el más bajo
-no…- hablo esta vez uno de los chicos del resto del grupo— claro que tu también tienes que participar, ahora mismo los siete somos un grupo, así que siéntete seguro en dar tu opinión…- al decir lo último le regalo una sonrisa, por lo que el ojiazul asintió
-a todo esto no nos hemos presentado…- hablo esta vez otro de los integrantes, un chico de cabellera azulada y gafas de sol— Fye ya nos conoce, pero supongo que Kurogane no— continuo viendo en dirección al moreno— mi nombre es Shougo mucho gusto— se presento
-el mío es Souma…- hablo esta vez la chica
-yo soy Yukito…- dijo un chico de lentes, piel albina y cabello ceniza
-yo soy Touya…- se presento un joven moreno, alto, de ojos y cabello café
-y yo soy Taichi…- hablo esta vez el último de los integrantes, un joven algo gordito de piel clara, cabello castaño y ojos marrones
Kurogane los miro a todos después de escuchar su presentación, algo en su interior le decía que podía confiar en esas personas, después de todo, ahora que los veía bien, no parecía que tuvieran malas intenciones. El rubio por su parte los observo también, nunca lo había notado, pero ese grupo parecía amigable, hasta ahora nunca había hablado con ellos, a pesar de estar siete años compartiendo el mismo salón… por lo que prácticamente, hasta ahora empezaría a conocerlos
El resto del recreo lo pasaron hablando, a veces del proyecto, otras veces de cosas sin sentido; jugaban y bromeaban entre ellos y se podía sentir lo que llamaban la esencia de la juventud, una experiencia nueva para el chico de ojos azules, a pesar de que solo se la pasaba como espectador, sin participar de todo aquello al igual que Kurogane, podía sentir que era gratificante estar así, rodeado de gente; quizá eso era lo que se sentía cuando se tenía amigos
¿Amigos? Se preguntó a sí mismo antes de volver a la realidad; no podía pensar en ellos como amigos, debía empezar a entender que esta situación solo era pasajera, eran integrantes del mismo grupo nada más, no había nada detrás de eso... aún cuando sentirse parte de aquella diverción en verdad fuera algó que nunca había vivido
La tarde paso como si nada, pero fue la más grata en mucho tiempo; al llegar la hora de salida, el grupo se despidió para marcharse cada uno a su hogar, mientras que los últimos en hacerlo, fueron el moreno y el ojiazul
-no parecen ser como los demás…- hablo de pronto el ojirojo, por lo que el rubio lo miro; entendía a que se refería
-es verdad, especialmente Souma ¿no? Ella fue la que armo todo esto…- respondió el más bajo bajando la mirada, eso extraño al moreno
-ella es la líder de ese grupo, no es de extrañar que sea la primera en dar el primer paso…- respondió por su lado el mayor, mientras el rubio asintió
-sí, no es de extrañar que fuera ella la que lo propusiera…- habló nuevamente el rubio calmadamente; quizá estaba imaginando cosas por demás sobre el moreno y esa chica, después de todo, ese día no vio que kurogane le prestara más atención, se sentía algo tonto por a ver imaginado cosas que no iban al caso
-al principio del horario de clases parecías muy distraído ¿paso algo malo en tu casa?...- preguntó el moreno cambiando bruscamente de tema; eso inquieto al chico rubio, Kurogane siempre era muy observador ¿Cuánto tiempo más podría evadir las preguntas de su compañero?
Hoy había convivido con personas de su edad y se había divertido; a pesar de decirse así mismo que debía alejarse de Kurogane, ahora mismo estaba ahí, hablando con él. A este paso solo lograría crear lazos fuertes, y si eso ocurría sería más difícil decir adiós
Tal vez lo correcto era decirle toda la verdad y que fuera Kurogane quien decida si quería alejarse de su vida o no; tal vez el no haber sido honesto desde un principio había sido su verdadero error en el pasado
-¿quieres que te cuente mi historia?...- respondió con aquella pregunta aún no muy convencido; eso sorprendió al moreno— el día de la fiesta cultural, ese día te lo contare todo
Y con lo último el moreno se sorprendió aún más ¿era cierto lo que acababa de escuchar? ¿al fin se disiparían todas sus dudas?